Puerto-Rico, 30 de Mayo de 1886.
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y ex-
Número suelto: 15 centavos.
h LIT
EL MAESTRO RAFÍEL, NA UMILDÍSIMA ENS
fué la condición social del
A | puertorriqueño,
cuyo.
El PUERTO-RICO ILUSTRADO se publicará semanalmente; todos los domingos.— La Redacción responde de todo lo que aparezca sin firma en las columnas del PUERTO-RICO ILUSTRADO. Por lo mis| mo se reserva el derecho de revisar y puúblicar, óno, sin devolución de originales, : los escritos que se le envíen para su inserción,
retrato
damos
Mr Pi en este número, mas el temple de su E espíritu le colocó entre los benefactoresde nuestra sociedad, y harto merece, quien así dispensó el bien entre sus semejantes, que su nombre ocupe lugar distinguido en las páginas de la historia.
Rafael Cordero,
BOLETIN,P,R.
Obligado á ganarse el sustento con el trabajo personal, eligiéronle sus padres el oficio de tabaquero, que no abandonó al ceder á su vocación natural, que le llamaba al magisterio y
que, al fin, empezó
á dar fruto en 1810, en cu-
ya época abrió, por. primera vez, la escuela gratuita en que, durante 58 años consecutivos, debía ejercer el sacerdocio sublime de la ense-
señanza.
|
a
Ocupándose el periódico Las, Antillas, que
“* Descuidada por completo, de antiguo, en “la isla de Puerto-Rico la instrucción pública, ““y, sobre todo,
la enseñanza
“* bien,
ha de
considerarse como
“* servicio prestado “una virtud cívica “no está sostenida.
.
oriundo de raza africana, nació en la Ca-
la mi-
un
eminente
al país, representación de* de las más raras, ya que por el incentivo del aura
** popular y de la glo-
en el mes de Octubre de 1790, siendo “hijo
O er A ““ Mas no contento “con recibir á los “* alumnos que quisie“ ran encomendar á
Cordero
*“* cortos ratos de ocio
pital de
Puerto-Rico
legítimo
de
y
Lucas
de
“ sus cuidados, en los
Rita
Molina, naturales de
;
la Capital y de Arecibo, respectivamente. estado de la instruc-
** que sus tareas le de“jaban, iba de calle “ en calle y de puerta ““ en puerta, inculcan-
P
Cuál podría ser el >
ción pública en nues-
“do á los padres la “necesidad
tra isla, en los últimos
festación del
General
al dar á luz, en la Gaceta oficial de 4 de Setiembre de 1880, su
“jamás los frutos que *“* de ella deben espe““rarse. “A los niños “que encontraba al
Decreto orgánico sobre instrucción : “La enseñanza primaria—dice—se hallaba confiada á la ini-
“ paso,
“les
particular, con tán es-
casos resultados, que en la indicada fecha —1765—tan solo dos escuelas «se habían abierto en la isla, y, únicamente, por indicios, es dado presumir .
cuando en los comien- : zos de la presente
lo
atrayendo
su
“tierno
espíritu
aquélla,
153,000:el númiero total de habitantes, ” Tal era la situación de la cultura intelectual en Puerto-Rico, al venir al mundo el
há-
blica en da isla, sueño de
po;.reza,
r, gratui-
con
«ineamenactividad xo, obeintuición , irresis-
la olvidael pesado la muerte,
y marcado
-el sello fatal que
distingue á su desgraciada clase, haya podido ofrecer un espectáculo tan-sorprendente de virtud,
ón idén-. mpulsara 4 empu-
negación
ab-
y patriotis-
mo. ”
“* Apenas entre los
+ los pin»
blancos se encontrará
« evantara teo sobre el
EL
contemeciéndo-
MAESTRO
hoy en Puerto-Rico algún contemporáneo de Rafael Cordero, que, «bajo su direc-
RAFAEL.
raciones
mo mofectibilidad social, dignos de ser : _ se editaba en Madrid por lós años de 1867, del ilustre obrero cuyo nombre recordamos, se expadres, dedicados á la enseñanza, presa en estos términos: 4 o taestro Rafael los rudimentos de . “£Falto de recursos el virtuoso negro, pero,
ue debía luego trasmitir hasta la -d de 78 años, rudimentos que solo
_ F y vigori por su propio zar esfuerencontrar
Rico, pero q porcionarse, gracias, sin d
iones de carácter, que le
dor-
un pobre negro, abrumado por las dificultades que engendra la
¡a cultura
a de libros, difíc
en que
mía la instriicción pú-
sE que al fo-
|
imbuía,
te pasmoso que en una época como
centuria se elevaba4
:.
con
“cual,
“conquistaba dis“ cípulos voluntarios *“ para su modesta es“ cuela, y hacía una “provechosa propa“ ganda hasta enton“ces desconocida en “el país, ” “Es verdaderamen-
tenía ya la suya
136
á
““ cia la idea del bien,
| cada uno de los treinpueblos,
entregados
“los recreos infanti“les, iguales máximas
ciativa procomunal ó
y cuatro
á
“to del espíritu, sin : “ el cual, creciendo el “alma flaca y este“ nuada, no puede dar
D. Eulogio Despujol,
que
de dar
“sus hijos el alimen-
años del pasado siglo, lo sabemos por mani-
ta
elemental,
** sión que voluntariamente $e impuso Rafael ** Cordero, sin más móvil de interés personal “* que la satisfacción propia del que hacé un
o nal cartilla.
al activo
“rudimentos indispensables de.de educación que educa - mo proporcionaba entonces el Estado. , -
ción, no
haya
dele-
endoen la tradicio-
“En su mayor parte son debidos
maestro los pocos conocimientos que,
en la clase de color, descubre de vez en cuan-
do el observador tenaz.”
“* convencido de lo importante de su misión, á “la misma mesa en que elaboraba el tabaco, “ocupación con que ganaba su subsistenciay. la de su hermana, hacía sentar á multitud de ** niños de todas clases y condiciones, á quienes
“enseñaba ectura, escritura y doctrina cristiana,
o,
o
“El hombre, abandonado á sí mismo, que
logra vencerno solamente los obstáculos ma-
-
+.
teriales que le rodean, sino, lo que es mil veces
- más difícil, luchando con las preocupaciones de raza, tan profundamente arraigadas
da
en la socie-- O
dad, y especialmente en su país, triunfa esfor--. + zadamente de ellas y realiza sus planes humanitarios; ese hombre no puede menos de ocultar