Penélope o el otro mundo: revista narrativa contemporánea puertorriqueña (nov. 1972-ene. 1973)

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PRESENTAMOS EN ESTE NUMERO LOS DIBUJOS DE DHARA RIVERA

Exorcismo I REQUIESCAT IN MATREM

Penélope, ajenjo y hielo Y

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EDUARDO MIRANDA

I-

Bostezo en coño mayor Rezo de las seis

^UERro PROPIEDAD

UNIVERSIDAD

REVISTAS

NO SE PRí^STA%MJERA DF LA SAL4^

Revista que se publica cada cuatro(4) meses por: Penélope o: el otro mundo Inc. Apt. 2886 Viejo San Juan 00905 Puerto Rico

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--it { investigación literaria

^-^PiéOlO© o el ólro mundo REVISTA DE NARRATIVA PUERTORRIQUEÑA CONTEMPORANEA

^Concha Meléndez/EI cuento contemporáneo en Puerto Rico ^

narraciones breves Pedro A. Mora/Penélope, ajenjo y hielo L Z. Barreto/Exorcismo I REQUIESCAT IN MATREM

NOVIEMBRE 1972 - ENERO 1973 AÑO 1 NO. 2

Efraín de Jesús/Bostezo en coño mayor Walter Torres/Rezo de las seis

San Juan, Puerto Rico

Víctor Santiago/Labor de la noche a medias Director: L. Z. BARRETO

Rosario Ferré/Amalia

Administrador: DORIS LATORRE

Marcelino Canino/Modismos, refranes y frases populares en el habla de Puerto Rico

Agente de Anuncios:

Eliezer Narváez/La lengua hablada en Puerto Rico y sus transferencias más significativas

MARIA RODRIGUEZ Portada:

NELSON SAMBOLIN

Venta y suscripción; Ejemplar Suscripción anual

libros

$1.00 $5.00

(incluye envío por correo) Suscripción anual en el exterior: correo aéreo, 5 dólares. CADA TRABAJO EXPRESA OPINION OE SU AUTOR. NO SE DEVUL>.'' EN MANUSCRI TOS

NO

SOLICITADOS.

AUTORIZA

LA

MATERIALES

DE

REVISTA Y SE RUECA INDICAR

LA

REPRODUCCION

ESTA

SE

DE LOS

PROCEDENCIA.

Representantes en Puerto Rico: Leida Santiago, Vanessa Dross, Gisella Colón, Wanda de Paz, Esteban Pérez, Mario Rodríguez, Víctor Santiago, Efraín de Jesús.

Representantes exterior: ESPAÑA: Glanínna Braschi; FRANCIA: Mygdalia Barreto; CHILE: María Angélica Sarmien tos: ARGENTINA: Luís Wainnerman.

José Emilio González/Cordial magia enemiga

encontronazo de poetas 'Palestra/Angel Luis Torres \Guajana vMester/Jorge María Ruscalleda Iván Silén/ Rosario Quiles etnairis

comentarios de contraportada Aurea Sotomayor/ISLA EN LAS VOCES DEL CUENTO Vivian Auffant/OCHO CASOS EXTRAÑOS Y DOS CASOS MAS

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(2)

DESDE LA DIRECCION

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encerrados en el círculo no acertamos a ver su centro

Tarea difícil, colindante con los límites de lo imposible, resulta una

valoración desde una pei'spectiva que no permite la apreciación de una tota i a integral y favorece la visión fragmentaria de elementos dispersos. Y el sei el centro tratando de trazar coordenadas que logren establecer relacic)nes gicas abrazado al esfuerzo inhumano de salvar los espacios que continúan am plificdndose descomunalmente.

Parece ser, que la apreciación y entendimiento de los problemas del norn puertorriqueño, como ser histórico, se da cuando éste libre de todas las pr^^^

de que comunmente es objeto en su medio, puede mirar una isla en la distancia elevada a categoría de mito entre los pueblos hermanos de Latinoameiicana. y al sentirnos parte del conglomerado hispánico abandonamos ese sen i

perdidos y solos. F de ahí que sintamos que hay grandes exigencias his a las que sólo podemos contestar categórica y afirmativamente. Negarnos

tituiría retrasar la bvsqueda de nuestra propia identidad.

chile

Valga todo lo antes dicho en términos de nuestro reciente viaje a

y sede del Segundo Congreso Internacional de la Nueva Narrativa Hispanoame ricana, presidido por los profesores Helmy Giacomann y Nelson Osorio; con an o con el auspicio del Departamento de Literatura de la Universidad de Cu Valparaíso. La representación oficial de Puerto Rico estuvo a cargo

Ramón de la Torre quien presentara un trabajo de investigación sobre la n

a

de Emilio Díaz Valcárcel, Figuraciones en el mes de marzo. . nróxima Presentáronse un total de 24 trabajos de investigación literaria, mente serán publicados por Editorial Universitaria de Chile. Los temas fueron:

1. La nueva crítica y los antecedentes de la narrativa actual. 2. La narrativa chilena.

3. Para una caracterización de la narrativa hispanoamericana.

4. La critica en lengua inglesa y la nueva narrativa. 5. Perspectiva social de la nueva narrativa.

iiim


Problemas de la critica literaria

Cabe mencionar el siguiente hecho, el primero de estos congresos celebrado en Stoney Brook, New York, el pasado año, se le otorgó a Puerto Rico una sesión completa de conferencias donde cobraron relevancia los siguientes puntos: a. situación critica de nuestra narrativa

b. si se consideraba como parte de nuestra literatura lo escrito en lengua inglesa por los puertorriqueños N.Y. (neorricans)

La celebración de estos congresos parece estar dirigida a la búsqueda de perspectivas y métodos que fijen la dimensión propia de la critica en cuanto

discurso cientifico. Esta nuexui critica surge como una exigencia de la innegable presencia de una literatioa nueva, sintonía de un cambio del hombre en rela

ción con la realidad, cambio que exige se enriquezca y amplié el instrumental metodológica )' conceptual que se ha estado usando.

La participación de Puerto Rico en este Segundo Congreso, a cargo del Dr. fose' Ramón de la Torre, dejó establecido que aqui se están produciendo obras de altura y el instrumental metodógico de investigación parece ir a la par. Para concluir quisiera hacer referencia a los párrafos que sh~ven de in

troducción a este trabajo. Habiendo sido testigo del primer y segundo congreso de narrativa hispanoamericana y teniendo a mi cargo la dirección de la revista de narrativa puertorriqueña, PENELOPE O EL OTRO MUNDO, apunto a la enorme necesidad de crear canales de comunicación literaria entre Puerto

Rico y el resto del conglomerado de pueblos hispánicos. Resulta ineludible el

compromiso que parece ser un dictado del momento histórico porque atravesainos. Inherente a ese "servir de vinculo" hay una exigencia de superación en nosotros mismos.

Nuestro momento histórico paiece señalarnos el camino. Y se me ocurre

pensar en Kafka; "Una x<ez llegamos a un punto es imposible retroceder. Y no podemos retroceder ante la posibilidad del compromiso. Imposible obviar el reto.


(1)

NOTAS l. Antología de autores puertorriqueños III, El Cuento, San Juan, Ediciones del Gobierno 1957; El arte del cuento

I en Puerto Rico, San Juan,Editorial Cordillera, 1970y Literatura de Ficción en Puerto Rico, cuent o y novela, Ed. cit.,

\l97l. 2. Prólogo a la n ovela de José A. fínlseiro El sueño de Manon. 1922. 3. San Juan Bautista de Puerto Rico,Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1971. 4. Barcelona, Ediciones Rumbos,1963.

5. En los días enmascarados. Núm. 2, México, Los Presentes, 1954.

6. Cuentos puertorriqueños de hoy, San Juan, Talleres Gráficos Panamericanos, 1959.

7. Los dos últimos recogidos en el segundo libro de Marques En una ciudad llamada San Juan, Segunda edición, Río Piedras,Puerto Rico, Editorial Cultural, 1970.

8. Recogido en El c leento ,Ed. cit. pp. 196 ■ 203. Comentado en El Arte del cuento en Puerto Rico pp. 198-202. 9. Ver el análisis de este cuento en El arte del cuento en Puerto Rico, ed. cit. pp. 265- 266. 10. Thié New American Library of World Literature, 501 Madison A ve., New York.

11. Obras Completas XXIII, Editorial Cordillera, 1971.

12. Para estudios sobre Wilfredo Braschiy Luis Rafael Sánchez, ver Eljcuento de ahora en Puer to Rico en IMabras para oyentes. Obras Completas X, pp. 188- 220.

13. San Juan, Puerto Rico, Editorial Cultural, 1971.


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a CUENTO CONTEMPORANEO EN PUERTO RICO CUENTOS SIN TON NISON 8

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LUIS RAFAEL SANCHEZ

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concha melendez

He seguido en investigaciones repe tidas la obra de nuestros cuentistas

en todos los tienijros hasta hoy, en tres libros.! En ellos, dos autores de generación del treinta se incorporan por la calidad de sus cuentos a la con

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temporaneidad cjue este ensayo rccjuie>e: Tomás Blanco y Emilio .S. Belaval. Pasan estos cuentistas a la que lla mé Edad de ''Asomavie" por haber

sido .aquella levista, cou los certáme nes ausjuc lados por el .\teneo Puertotoiricpieño. el estímulo más eficaz p;ii;i los jócenes i iientist.is del cuareiua.

o

u


© 2—Describí la generación del trein ta como la que mira "dos costas en su

en lo que deja atrás, y lo que puede

se trata de un recuerdo en el cual iiie uno de los protagonistas.

esperar de lo que tiene delante." Por

que los que pertenecen a ella, como

Alian Poe. Así, tras el hermoso ctten-

ración del tiempo, publicada en la

to alegórico La Dragonten, Cuento de Semana Santa, y el gracioso con mu cho "son" que moderniza la manera de la fábula antigua en Eleuterio, el coqui, sigue El arcángel San Miguel

Revista del Instituto de Cultura Puei-

escribió Andrés González Blanco,2 "se formaron y educaron después del derrumbamiento de nuestro imperio colonial y la ocupación de Puerto Ri

co por las tropas norteamericanas."

su función de dar tono y significado a los personajes.

narrar e inventando nuevas posibili

el relato llama doña Sire. En este jue-

nes con los otros personajes o se hace

dades de estructura.

go de creaciones de erudición risueña

cargo él mismo de la narración soste

se aproxima a Jorge Luis Borges aun-

niendo los hilos estructurales con le-

,S.—Tomás Blanco (1897) es una

trospecciones y con el original recuisci

está tan a la vista.

remedo de la tragedia griega, que e

ración. La preocupación central de

sobre la reaccichi contra los mecánicos

ella, es sustancia de su cjbra narrativa,-

modos de vida (jue invatlen a un ofi

c|ue se extiende al acc:)ntecer univer-.

cios tan viejos como el del pescador,

.sal expresándose en ironía, humor o conmiseración ante el desvío de los

y el segundo, sobre un estudio sicoló gico de la envidia: los dos dentro de

valores auténticos y la angustia del ser

la tradición realista.

en hu.sca de su identidad. ,\hora él mismo nos facilita el examen del con

do de Cultura-, tres pasos y un encuen

junto de sus narraciones en un libro

C O

El contrapunto hábilmente realiza

l isino y la gracia expresiva del su esti

tro, maravilla de técnica e intenciones, convive en este conjunto con Vida y misterios de la Calle de la Tanca, tra

lo: Cuentos sin loji ni son.^

dición cpie signe el cauce lineal de ese

de título muy snyo cleniro del humo-

género como lo concibió Ricardo Pal

o

ma.

Pero Tomás Blanco no se detiene mucho en creaciones enteramente rea

listas. Se mueve mejor en la conjun Su inclinación al ensayo, presente

ción de verdad y mentira, que trans

en sus relatos, se atomjtaña de otra;

forma lo vivido desde la llamada rea

la capacidad para la poesía en prosa

lidad. En esta zona está situado Los motivos, cuento que el autor describe

c|ue se enalaza con lo legional y lo popnlai, expresándose al íin en los poemas en j)rosa cpie llamó r.sliimpas. ¡n-,piraclas en el álbum Miserere de f.eorges Ronaiih

El autor participa en conversacio

tjue en el argentino la travesura no

s

T3 C

rriqueña y en el que trata el tema de

remotas como Liria, la nereida y la sirena Parthenope Thelsepeia que en

Naufragio y l.a hiél de ¡os Caines son cuentos construidos, el primero,

u

la palabra mites en el habla puerto

les y figuras traídas cíe mitografías

de las figuras más valiosas de la gene

5

novela corta con desvíos al ensayo en

el largo paréntesis sobre el sentido de

las vocaciones, paréntesis c]ue cumplen

a

3

torriqtieña en 19(16, se aproxima a lá

se inventa un Habeas Corpus, vivifi cación de leyendas antiguas medieva

a.

c

La pieza final del libro. La colabo

Este dilema está en la raíz de mu chos de nuestros cuentos, expresado en los más recientes, con todos los re cursos de técnica con que "la nueva narrativa" está renovando manera de

o

2i

narraciones, contradice lo rigurosa mente falso del título al decirnos cpie

narrativas, aunque no todos sean cuentos en el sentido que viene signi ficando esa palabra desde Edgard

mar y se pregunta lo que ha de perder

S

Los Cuentos sin ton ni son mués-1

tran una rica diversidad de formas |

como "i igurosamente falso", y asegu-

mismo llama en las notas las voces

del coro: titas de Ridién Darío, ti tonio Machado, Góngora. de la

Encina y algtmos versículos bíblicos (|ne subrayan el tema que los piece cíe.

,

•1.—El primer libro importante tie (lientos de Emilio S. qoJx* cuentos de la Universidad^ ( - h

presenta la vida de los estuchantes c e entonces; lo grotesco y lo ironico en desatado harrocpiismo lingüístico q

se aclama ccn grada a los episodios narrados.

,

En Cuentos para

'riera

mo (1946) el tema unificador genera

do,líd" apmece en

""IP^rT

con el jíbaro como

¿oj, el

nía de estos cuentos

ClíSn Suiía ó

siiplv0 u vcccs en te

v(« . en el acontece, nnnativo.

De ,,.é. ele publica, as m.s paR.nas

eco .,1. libro que ■

lanclcr (|ue cjuizás nct tenga otro inte

cenia ese,¡l.ien.l" <luia.ite anos:

rés (|ue el no serlo. En el Jtaréntesis (|ne sigue, recurso Irecuente en sus

los de la Pl'^^a Paerte.'^ Son reconsuiudoiies imaginarias de la vida en


Fuerte —San Juan de Puerto

observar las viudas de los militares

pecho. Todo ocurre en la Calle de

Rico— durante la dominación espa ñola. El libro es una creación de gran interés i)or la habilidad con que Bela-

muertos en batalla. 1.a joven y linda Salomonita Urraola, muere junto a su

San Sebastián. La exposición de cul

cuarto marido el día de la boda, en

tutores y la vieja -los personajes es-

val maneja diferentes manera de na

un fuego misterioso que esa noche

l:i

jjerpénticos— termina como el drama de Job: "Llegaron los alguaciles de la

rrar con riqueza lingüística; leyenda, tradición, alegoría, conseja, esperpen

destruyó su casa.

to y biografía. Cada relato tiene como

punto de vista tínico, el del narrador,

fondo una calle de la ciudad con su ambiente característico, enlazado con

se conserva hasta el fin donde Bela val la define como "formas aladas de

el sentido del relato.

la tragedia que no se lesignan a plegar

En estudios anteriores señalé la casi ausencia del cuento fantástico en nues

las alas en el regazo de la historia:

to donde "lo más es fingido" como

\ iven pegadas a nuestro ensueño como

tra nanativa. La ausencia desaparece

la flor de la calabaza al tuétano del

en Leyenda, donde como en el cuento

buey". El cuento como alegoría tiene como

en las patrañas de Timomeda. Toda la conseja se resume en la primera .8 línea. "El cuplé de la pulgita empezó

Chac Müob de Carlos Fuentes, un ídok) indio trastorna hasta la muerte a

^

pas de la niña, acompañada por los

El estilo de la tradición, con su

aucliencia con sus bigotes de estopa a

entregar muebles y joyas". Un sacer dote de la Iglesia de San José ha decla rado inocente a Pacita .Soledad.

En Conseja, Belaval revive el rela

a labrar la desgracia del buen hospe

la Cruz, "calle

dero". La mocita del cuplé desalojada

su dueño. La escultura en Leyenda se describe como un pequeño monstruo rencoro so encontrado flotando en una balsa podrida sobre las aguas del Hauri.

nazarena petrificada por dos ángeles custodios". Fernando de Almagro, el

en la Hospedería del Francés. El due

La descripción nos envuelve en el rea lismo mágico de Miguel .\ngel Astu

nacimiento, para encontrar en la casa del tío en la Calle de la Cruz, desa-

lujos y mimos. Pero al fin, "la hués ■i i. peda hermosa" desaparece con la ar quilla de doblas de su marido. Ni la policía, ni los cocheros y muleros de

rias. El ídolo, cuando lo alcanzaba un

inoi- y miseria. En alucinación fantás tica, se equivoca de portal y recibe

de la Luna, encontraron rastro de ella.

rayo de luz, era "como un cuerpo transparente (|ue devolvía ])aisaies y colores, laureles lívidos, granates ahu mados, escamas de azufre." Belaval continiia su relato hechizado él mismo

fondo la

Calle de

protagonista de la alegoría, deja en España una niñez y adolescencia tor turada por la oscura historia de su

el auxilio de don Demetrio Martí y sus hijas Isabel y Libertad. .\vergonzado de su pobreza huye y

del corralón de la Caleta, se refugia ño se casa con ella rodeándola de

la ciudad, ni los guapos de la Calle El autor termina con este comentario:

"A nadie le ha debido extrañar que a lomo de pulga llegara hasta un tem bladero celeste la madamita del fran cés".

por la magia andina. El capitán Ca

se convierte en mendigo. Una noche

lixto .Solana, liltimo desendiente de

creyendo morir, cae en el humilladero

los Solana —aventureros y empresarios

ilesde Talara a Arica, desde Valparaí

de la calle donde lo auxilian los sir vientes de la casa de Isabel. De ahí

so al Golfo de Penas— se refugia en

ella lo levanta y salva. La alegoría lo

naturales. La biografiada es Cruz

la casona olvidada en la Calle del Sol

de San fiian de Puerto Rico, al cuida-

es propiamente en esta escena. Fernantlo de Almagro abrió los ojos y

rada y bemba de caracola, de mocedad

ilo de un indio traído también de las

"vió acercándose a él una cruz de ala

regiones andinas. Allí, "donde el canto

licenciosa, otoño de celestina y vejez

bastro. Había sufrido lo suficiente

vivo de la selva americana estaba se

re al (|uerer buscar dentro del ídolo

para poder abrazarse sin sonrrojos a aquella cruz amorosa". El Esperpento de Belaval surge de

de mendiga." Ocupa el primer térmi no del relato con el prestigio de "per sona señalada por el dedo de Dios .

el secreto de su nocturno lamento, con

la desorbitación de un procedimiento

la sangre translormada en metal.

jurídico al ser aplicado a una niña. El pecado de Pacita Soledad fue aban donar a su madre en agonía para con

pultado en el .seno de la tierra", mue

I.a tradición a la manera de Ricar do Palma, tiene como marco la Calle

de la Fortaleza y por motivo central el obligado luto y recato que debían

versar en el portalillo con un pastor que tenía una saeta atravesada en el

La forma narrativa de Biografía entra en la descripción de tipos y ca racteres añadiendo elementos sobre

Menchaca" negra canela de pasa colo

Su muerte, dice el narrador, estre meció el liltimo reducto de la picardía en .Lmérica. Unas mozas de mancebía la adeiezaroii. El cuento entra aquí en

la zona inverosímil del milagio. Cilici ta susurra un ruego en cuatro momen

tos difeientes a cuatro amigos. Prime-

S

s:


ro, a Simón; "Entra en la Capilla de San Francisco y pide al patrón de la barandilla que no permita que los gusanos me coman". La misma súplica

a veces contrapunto en las escenas,

situar esos recursos. Algunos cuentis

pecciones, diálogos recordados del ayer, ironía espaciadas repeticiones de símiles, matizan y llenan la intención

tas, como los norteamericanos de la

este cuento, uno de los mejores del

atención a la estructura que ha de

oyen los otros tres en repetida escena hasta la última, ante la Iglesia de San

misma década —Mary McCarthy, Lionel Trilling, J. D. Salinger, tienden a

José. Cumplida después de inútil argu mento la petición de Crucita, lo que sigue es la gloria del milagro. Al des

expresar la ambigüedad moral. de alma colectivo encarnado en este

cender su cuerpo a la tierra, "un ar

grupo humano, es la solidaridad con

cángel oloroso a incienso y guayaba

gentes que viven en zonas sociales

bajó a decir con terrible acento;

—Por orden de los santos recurridos, el cuerpo de Cruz Menchaca será res petado por todo gusano de tierra, mar y aire.

La tumba empezó a dorarse por

tuera. Siete pájaros azules con pies

Como dije en otro lugar, "el estado

acosadas por la miseria o desenvol

viéndose en trabajos humildes o fá bricas poderosas aniquiladoras de la vida libre y el contacto con la natu

raleza, esenciales para el bienestar y equilibrio del hombre sobre la tierra". Para el primer libro de cuentos de René Marqués, Otro día nuestro escri

8

de plata empezaron a horardar la lá pida. Sonaron las campanas de San

C>

José. Y Cruz Menchaca, " con pecho

bí unas páginas de introducción. Ade más del cuento inicial que da título

de alondra y boca de ítamo real, aban donó la tumba, luciendo diadema de

la gestión nacionalista de Pedro Albi-

s:

fantasmina. El autor asegura que en vela con Simón algunas madrugadas, la ha visto cruzar por la calle de su.s

o

o.

amores.

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5.-E1 grupo de cuentistas que René Marqués reunió en una Antologíatí

8 c s

lil

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o

o

como la promoción del cuarenta" señala un momento de actividad na

rrativa de calidad que no ha sido igualada hasta hoy. Frente al libro el autor cita palabras de Herbert Read en The Nature of Literature: "It is merely a lack of intelligence to refuse

the experience embodied in the past, but it shows even greater lack of in telligence to refuse the experience em bodied in the present". La crítica hispanoamericana ha lla mado a los que escriben cuentos en la década del cuarenta partiendo de

experiencias del presente, iieo-realis-

al libro —evocador de un episodio de zu Campos —los tres cuentos que a mi ver muestran el progresivo avance de Marqués en el género, son La muerte, La Sala y Tres hombres jun

autor.

En Tres hombres jirnto al rio. Mar

qués afronta el reto de todo cuento de inspiración histórica ,en este caso, resumiendo en la mente del personaje la concepción india del mundo, de los dioses y del hombre blanco que hay que vencer, ahogándolo en el río, para destruir la creencia en su divi nidad. En este segundo libro aparecen Purificación en la Calle del Cristo y El Niño en el árbol que han sido rees critos en forma de dramas y repre sentados en los Festivales de Teatro del Instituto de Cultura Puertorri

queña. Después de una pausa en su crea ción de ficciones narrativas dedicada ■

a la composición de obras de teatro, René Marqués vuelve a hacernos sen

tir seguros de su maestría de cuentista en

modalidad renovada en nuestro

tiempo por autores recientes; el cuen

to al rio.t En el primero el tema parte de unas palabras de Heidegger; "No hay sólo un ser para la muerte, sino

sobre aquel mosaico antiguo. Es ade

una libertad para la muerte". Pala

ron intérpretes literarios a las obras

bras hábilmente asociadas al perso,naje central, quien muere en un des

file de adolescentes nacionalistas que esta mirando como espectador cuando elige saltar a la ayuda de uno de ellos,

to fantástico, en Ese mosaico fresco más un cuento en clave, romo llama

de ficción, donde hay personajes his

tóricos que pueden identiíicars"

(]ue, como en este caso, aparezcan solo aludidos.

.,

-r-

ra y profundidad. Un profesor nacio

A Marqués le preocupa el filosófico dilema; ¿Se es porque se piensa o por que se siente^ Europa asegura, sigue

nalista universitario vuelve al hogar después de diez años de prisión, para

de .sentir. América ^.^ente antes de

encontrar que su mujer, su hijo y él mismo son ahora tres extraños entre sí. El autor eligió como lema del

el caos de América será el orden de

ya herido, que sostiene la bandera.

La Sala esta realizado con más finu

tas, pero aclarando que ese'"'reaIiMñó está intensificado y transformado por

cuento unos versos de T. S. Eliot. La

símbolos, repeticiones, monólogos si lenciosos, cambios del punto de vista.

entre los extremos donde el hombre

palabra sombra es la laguna negra avanza en el tiempo .Símbolos, retros-

,

pensando con René Descartes antes pensar. Pero el cuentista

que -

^"eTSuIo de este cuento es el alegúrico tema sugerido por la democtón ^ de un hermoso palacio en la Avenida Ponce de León de San Juan de Puerto Rito, para dar paso a las construccio-


nes verticales de audaz altura que nos van ocultando el cielo y auyentando

los pájaros. En sus raíces está el mismo dilema, agravado por el tiempo, de la generación del treinta. Abelardo Díaz Alfaro (1926), lleva a cénit y poniente el cuento jíbaro en el libro reeditado diez veces Terrazo

(1947). De él se ha reproducido en varias antologías El Jasco, alegórica desesperanza en el dilema ya mencio nado, no resuelto aún.

Después de Terrazo, Díaz Alfaro ha escrito Los perros^ de sentido filosó fico a la vez que alegórico, "lo noble y lo señero venciendo la jauría, en la

interpretación de Ricardo Grullón". ^^n los cuentos de Edwin Figueroa"^ ^0-925), encontramos dos modalida- ; des, la simbólica y el nuevo realismo..'

Raíz amarga se desenvuelve según procedimientos simbólicos y el clima

de poesía connatural en el autor, quien ha creado en este cuento, dos

sicologías detenidas en el tiempo. Re- \ cuerso difícil que Katherine Mansfield

usó en The Daughters of the Late f Colonel.^

El neo-realismo parte del lema eiiN

Lola Manco'. "Y el hombre se hizo \ 'uáquina y habitó entre los muertos". Lírica gracia, intensidad, conocimienlingüístico que abarca todos los lUatices del español en Puerto Rico;

lo culto, lo jíbaro, lo negro, dan a Eclwin Figueroa la capacidad evidente

on sus bellas ficciones narrativas que ha recogido en el libro En este suelo

(^62).

^

propiedad lingüística, la concentra ción de los incidentes. Sus libros En

la sombra (1943), 5 cuentos de sangre (1945), El hombre en la calle (1948), En este lado (1954), muestran el ca

mino de perfeccionamiento que alcan za alta belleza en En el fondo del caño

en los narradores contemporáneos: el

hay un negrito, traducido al inglés en

Neiu World Writing.]^ Es cuentista también de esta "pro moción" José Luis Vivas Maldonado autor del libro Luces en sombra (1955) que estudié en Literatura de ficció?! en Puerto Rico: cuento y novela.^^ Escriben cuentos de seguro valor en

ella, Salvador M. de Jesús (1927), muerto cuando se afirmaba en crea

ciones como Lágrimas de mangle v

I.a otra hija de Jairo^edro Juan Sotó (1928) y Emilio Díaz valcárcel (1929)., En Pedro Juan Soto tenemos una de

española en nuestra Isla, Aire de Gua-

zábara; ues cuentos de Enrique Laguerre. vocación de novelista vertida en una obra valiosa, única entre noso

tros poi' su persistencia; a Wilfredo Braschi que se reveló como cuentista

en su libro Metrópoli.

Para este

vos de esos cuentos, entre los cuales

cita en su conciencia un tanto huraña

a la entrega y la confidencia. Ha es

crito también novelas; prefiero sus I lientos; Los inocentes y Una antigua

fragancia y los relatos de Spiks (1950) de neo-naturalismo sin límites, expo sición de la vida oscura, amarga, deli rante a veces, de los emigrados puer

torriqueños en Nueva Yorlój

Mi libro El arte del cuento en Puer

to Rico en la primera edición (1961) termina con el que era entonces el más joven de nuestros cuentistas: Emi

excelencia con que se manifestó des

(1965) nos da sus experiencias de sol dado en Corea que podemos asociar

^^lente en su movimiento rápido, la

cíiento en Puerto Rico añade otros

cuentistas: Luis Hernández Aquino con su bella evocación de la conquista

vas técnicas de narrar. Sus cuentos

expresan con objetividad sin trabas, el desconcierto que la humanidad que sufre, puertorriqueña y universal, sus

lio Días Valcárcel (1929). En la colec

un principiante; el tono y la manera adecuadas en cada cuento. Mar, es ex-

monólogo, en los cuentos. La Calle termina aqui y Este no es mi Jiombre. La segunda edición del Arte del

las inteligencias más claras en las nue^

ción de cuentos Proceso en diciembre

desarrollados con percepción rara en

to una de las técnicas más frecuentes

libro escribí un prólogo que señala los valores tradicionales y los nue

lí^n José Luis González (1926) la

anterior señalé la riqueza de temas

perplejidad en el cambiante mundo t|ue nos tocó vivir. Ha usado con éxi

vocación del cuento asombra por la

de el primer libro. En un comentario

Asedio (1958), conjunto de cuentos donde presenta la ambigüedad moral, los efectos de "la guerra inútil" y la

en cercano parentesco, con los de la • Vntolügía de Charles Fenton, Short

me pareció muy contemporáneo en el sentido y la destreza narrativa. El Ze-

pelin del jorobado.

6.—Luis Rafael Sánchez (1966) se

incorpora por su excelencia a la pro moción del cuarenta aunque en reali dad lo veo unido a los que empiezan a llegar en la última década del sesen ta: Manuel Ramos Otero y Magali García Ramis. Luis Rafael Sánchez en sus cuentos —escribe también teatro— muestra vi

vaz inteligencia en el uso de las técni^

cas actuales. Su obra puede juzgarse ya con fundamento al publicar el libro En cuerpo de camisa (1966) donde no

incluyó sus piimeros intentos de estu diante.

El título. En cuerpo de camisa anun cia la manera libre, a veces en tono lúdico, de estas creaciones pero no

nos engáñelos: no hay en estos cuen

Stories of World War 11. Su mejor

tos desarreglo ni descuido en Luis

cuento aquí es El soldado Damián

Rafael .Sánchez. Sus personajes pue

Sánchez. Ha publicado también El

den aparecer en cuerpo de camisa y

O

U


en sus asuntos, escoger temas en oscu

inmóvil y es largo como todo lo inter minable y triste y que se asemeja a

forman el libro.13

la muerte de las cosas".

veces sabia propiedad.

Por la distorsión, y el tono por

En él se describen con aire de jue go que termina en sarcasmo, las ten

momentos humorístico La parentela

siones estudiantiles en las universida

ral, despedidas sin adiós, frustraciones oscurecidas por el tedio; vidas "prisio

se aproxima al esperpento. Las entre-

des de hoy al describir la nuestra.

neras de su leyenda", ironía, sarcasmo,

y absurda superstición. Píramo y Tis-

be se llaman en gracioso contraste los

personajes, sin morera y sin leona;

Tisbe colando borras, Píramo, sueños,

y ambos atendiendo a revelaciones de la parentela —muertos que fueron sus u

5 o

parientes —sobre las combinaciones del juego de los boliteros. De ahí espe ran que llegará la riqueza. La sime tría de la conclusión mientras los dos

se mecen en sillones y sonríen hasta

que dejan de mecerse, semeja una s o u

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Sospecho que Ramos Otero siente a veces "La fatiga en el pecho y la nostalgia y la soledad, y mirar la rea lidad y sentir miedo" como su perso naje de Hollywood memorahilia. Sus cuentos se escriben con todos los re cursos técnicos de los cuentistas más

complicados de ahora; se han nom

brado ya a Borges, Bioy Casares y Cortázar a este respecto. Este último debe ser el primero, desde Bestiario hasta Armas secretas y Final del juego. En La casa clausurada de Ramos

escena de teatro de títeres con entrelíneas de mutuo envenamiento.

Otero no hay ruidos de espectros como

dernos de París, premiaron al cuento

posibilidad de ellos. Este cuento y Noches de asma que lo precede, me

Nuestra revista Asomante y Cua

Memoria de un eclipse, que me pare ce la más fina creación de En cuerpo tic camisa. Pero todo el libro está lle

no de la pioblematica social puerto rriqueña que es también universal'

c

tiempo como angustia porque "no es

reunió con ese cuento los trece que

líneas, sin embargo, revelan pobreza

o

rriqiieño en 1967. En 1971 añadiendo al título "otras orgias de soledad"

la estructura, los recursos estilísticos, están usados con intuitiva, muchas

ros niveles sociales, pero, las palabras,

Oiie sabe a paraíso, cielo e infierno

de los adictos a drogas: La maroma,

cuento picaresco que lejanamente re

cuerda la picaresca española;Tiene la

noche una raíz, cuento de prostituta de original enfoque, La recién nacida

sangre, notable en el doble efecto de narración oral y poder sugeridor que

en dos rasgos pinta un retrato; "Pepe

en Casa tomada de Cortázar, sino la parecen los más bellos del libro. No

ches de asma por la insinuada pro testa ante el destino de Amelia, servi

dora fiel, dada por entero a una fami

lia sin más interés personal o pasión que la melancolía frecuente del cine

mexicano. El narrador, que recibió sus cuidados cuando niño, siguió te

niéndolos como hombre joven para poder decir de ella; "Lloro porque Amelia tiene el alma herida como un sueño de ser una flor atada a la tie rra".

Sorprende en Ramos Otero la acti

Absurdas fantasías, ambigüedad mo

y súbitos arranques líricos, son la sus

tancia de estos cuentos escritos en un

estilo paradójico, un vaivén de pensa

miento que afirma para negar, con predominio del monólogo.

En Piel mulada, por ejemplo, el narrador en algunos pasajes, se vuel ve directamente a su protagonista que va descubriendo su más honda inti

midad, hasta que Ofelia, la actriz se identifica en la misma muerte, con

Ophelia, la de Hamlet.

El tema del preso político encarce

lado por participación en una revuel

ta del partido nacionalista de Puerto

Rico, se reanuda en La hora de Van Gogh. El tema reaparece con matices diferentes. El cuento es un magnífico retrato de un hombre abrupto, des mesurado en palabras y acciones, ector de Alian Kardeec, que tiene fe en

el espíritu cuando le dice; "Geneia toda tu fuerza, Genaro". Se llama Ge

naro, el tío del narrador, quien des

cribe la enorme perturbación que el

preso ha causado en toda la familia.

Ls hijos no quieren que vuelva a la casa, porque además, tiene un amono secreto Sus hermanas no lo rechazan,

pero se lamentan ante él de su con-

vidad creadora, acompañada de una cultura literaria, filosófica, musical,

ducta Para el sobrino, narmdor del cuento la vulgariclacl del tío le parece resuetable a pesar de su boca irres

una conciencia lúcida del mundo con

en el Colegio de Ciencias Sociales de

temporáneo; su vertiginosa expansión,

de una forma distinta.

la Universidad de Puerto Rico cuan

técnica destructora de los sentimien

do su cuento. Concierto de metal para

tos, provocadora de cambios acelera dos que envuelven las almas en antí tesis confusas del ser y el hacer; del

de Ramos Otero para entrar en un

Dolores tiene ojos alicaídos y overol

acribillado en Corea". 7.—Manuel Ramos Otero estudiaba

lili recuerdo fue premiado en el Cer tamen de Navidad del Ateneo Puerto-

pictórica, rara a su edad y además

petuosa". Muere preso. Vió las cosas 8 -Dejamos el laberinto con salida

mundo diferente. En la revista Sm

Nombre (número 4 1971) se publico un cuento; Todos los domingos. En


Oí) las notas sobre los colaboradores sólo

hay ésta referente a la autora: "Magalí García Ramis, puertorriqueña. Tra baja en Nueva York". El cuento es una pieza de tan alto

valor, que parece escrita por un ex

nos, tíos, primos. Todo es igual los domingos: el acto unánime de la señal de la cruz en la pileta de la iglesia del pueblo; la llegada a la casa de campo: las mismas conversaciones, los

repite la escena de la primera llegada de José Julián. El primo ha vuelto. La tía Pura anuncia que los tíos se

vuelven a mudar a San Juan después

mismos olores.

de tanto tiempo, ".\hora vendremos

perto en el género y no por una mu

la familia completa de nuevo todos

cha de veintidós años, que es lo único

El estilo subraya el ritmo de lo mis

que sabemos con certeza acerca de

mo en concatenación eficaz: "Papi y los tíos juegan al dominó. Los abue

los domingos".

los descansan y juegan con los recuer dos. Los niños luincan y juegan con

ella. Todos los domingos es un relato

Ella espera salir sin ser notada en

La narradora repite en silencio: "Todos los domingos. Vendremos la lamilla completa de nuevo. El coquí marca el tiempo con su canto. Lo he

busca de su casa. Se deleita en los

notado en una fracción de segundo

sonidos del boscpie; el movimiento de la luz filtrándose entre los árboles, el

mientras miro a José Julián".

de los bambúes movidos jjor la brisa. La casa no tiene techo, puertas ni ventanas, peio sí b;ilcc')n v escalera,

otra escena, le está diciendo jíbara porque no le da un beso de bienveni da a su primo. La narradora se acer

años que según doña Amparo la acom

donde la dueña se sienta a soñar,

paña, es de "mi casa". Cuando le dice que tenga cuidado en su casa, piensa:

]ñensa en la familia fantástica que

ca. Lo besa. Y piensa —todo es pensa

dicho en silencio, vuelto hacia aden

tro, en que la narradora admite: "Con testo, pero no digo". Empieza con una consulta a doña

Amparo, la espiritista. La que es cucha es una adolescente a quien aburren los espíritus. Peio desde ese »

El final del cuento es una red de

implicaciones insinuantes donde se

momento su pensamiento habla en

silencio de "su casa". Piensa que el

espíritu de la muchacha de dieciocho

"Ha mirado dentro de mí".

Queda planteado el centro de mis terio y hmtasía donde la niña vive su

la risa."

vivic) en ella: en la hija de dieciocho años cpie se sentc) en el balccni como ella, y vió. como ella, a un hombre

y una mujer haciéndose el amor entre

vida esencííd, en la casa abandonada

los bambúes. .\llí descubrió que los

en el bosque sobre montañas, en la linca campestre de sus padres. La otra vida, la visible, es la que vive con su familia, la convencional y rutinaria,

domingos en el c ampo son azul v ver de o verde y gris.

que va describiendo también "pensan do sin decirlo".

Fue el comienzo de una encanta-

doia atracción donde ella y su primo van mirándose cada vez con atención más intensa: donde ella le muestra

su

primo José Julián a cpiedarse con la familia, mientras sus padres viajan.

domingos?

años cuando éramos itequeños jugá bamos juntos y nos íbamos a caminar ijor los montes".

o c •a

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a.

S 4;

antecedentes preparatorios, con fun

yor cpie ella, se repite .d final del

mo el favorito de la familia. Hace

c

aún en escritora cjue se asoma a la cieación literaria, en apariencia sin

damentos que desconocemos. ¿Qn^

de la tía Pina cambiando el "tu" por "mi". "Es mi primo mayor" algo co

o

Magali García Ramos ha escrito un

La escena de la llegada del primo, estudiante tiniveisitario nn poco ma

tan los dos aclaranilo el "títido de

ai

cuento abierto para que lo temiirré da con destreza técnica más insólita

la semana, llega el sábado, llega

cjue desconocemos, |jiensa las ¡ralabras

gos en la casa de c ampo donde ,se reú ne la familia: abuelos, paclies, herma

donos. Mirándonos".

pcj, pero fuera del arco de bambúes

cuento. L;i adolescente de nombre

Esa vida se mueve todos los domin

nosotros la familia celebra. Va a venir

todos los domingos". Y nos advierte todo lo que acontecerá al recordar: "Y nos quedamos mirándonos. Mirán

de su entrada, el tiempo pasa, pasa

de ella en un doiumento que redac y enteriándolo "bajo un roble enden(pie donde nadie jamás mira".

miento silencioso en ella— "Afuera de

el lector. Un cuento que acusa sensi bilidad de madurez insólita, expresa

En la casa se ha detenido el tiem-

"su casa", donde le ragahi la mitatl

|)ro|)iedad" de la C.asa Abandonada

La voz de la tía Pura, como en la

bace en la "vida de afuera" todos los

Uon esta impresión de augurio afor tunado para nosotros, termino este í ucnio sobre el cuento contemporáneo en Puerto Rico.

c

u


(12)

PENELOPE, AJENJO Y HIELO

l'enélope con su bolso de piel inairón Y sus zapatos de tacón

V su vestido de domingo Serrat

.Tí.

¿Quéver? ¿Verqué? ¿Véqiier...?

No sé porqué siempre sucede en esos domingos que estoy frente a ti en ese vaso miniatura llamado mar para verte a través de los cubitos de hielo con esa mirada de ausencia y retorno tan tuya como el querer decir algo ó decirlo del todo mientras tu silencio deja que esa percepción tan mía recoja los reajustes de tu pensamiento al trasluz de los ojos ajenjo y hielo que flotan en la esfera má gica donde se rompen palabras imítiles. Es en esos domingos donde las campanas repican con sueño de sacristán y la santa infancia comulga para ver el circo

postpandrio mientras el párroco sonríe ante los jóvenes antropófagos que no dejan ni miga del cuerpo de Cristo. Es en domingos como este que tal vez un arqueólcjgo decrépito desentierre un módido lunar en la Gran Pirámide y que nosotros situados en latitudes y cuadrantes lejanos como símbolos zodiacales desviemos el destino de un nuevo pitecántropo a punto de nacer. Tal vez sea esto y algo más lo <|ue hace (pie iioy se den cita los elementos necesarios para oprimir el botcin capijichoso ([ue amortigüe IcJs zumbidos del silencio consuetu dinario dando paso al Túnel del Misterio en la feria donde espera el Fiat negro de Feilini con su Lux sobre mi asiento. Entro. La pantomima bulle con sus

gritos y risa mientras me alejo y te alejas a través de los cubitos de hielo que

multiplican tus ojos verde ajenjo para transplantarlos al final del camino. Las foinias jíierden su nombre y los rcítulcrs de eniermedad macondina desaparecen dejando solo el nombre cpie sin ser el cine llevo, lecono/co como mío, ¡jrevio a

los bauti/os y velorios. Resumen del libro ojeado por la pantomima divertida a


(13) costa de mis leyendas pasadasfuturas sobre pliegos de presente a los que me asomo y leo. Leer para ver. ¿Qnéver? ¿Verqué?

¿Véquer...?

Suenan los cuernos de cacería y el perseguidor de corzas mágicas rompe las lindes prohibidas al buen juicio, pero que en nombre del regreso inevitable hay que echar a un lado. Advertencias, palabras prudentes, "amonestaciones, todas en vano como los ojos verdes en espera ó esperanza a través de ajenjo y cubitos de hielo que se repliegan sobre la yerba fresca para cruzar la universidad y detener la nauseabunda parada. Ya se ven los cartelones y las banderitas de la

pantomima que ha llegado antes que yo al edificio color diarrea infantil. La vegetación se va haciendo más espesa y el verde va perdiendo claridad aunque los permanezcan inmutables, seguros del desenlace que su paciencia ha rumiado desde un obsesivo final. Final que una pantomima arrastra sin descanso hacia un punto con solemnidad de pacto que ha sido .sellado por los siglos y milenios de lágrimas, golpes, burlas, humillaciones e injusticias, pero sin retroceder nunca ni detener un instante de los mil caminos y épocas recorridas. Torbellino de piedras y golpes que me envuelven mientras tu sonrisa brilla en lo alto de la torre donde pende la bandera de la infamia invasora y sin

pensar el cuerpo que se lanza al frente. Cientos de manos golpean la cara y los

costados, pero sigue hacia adelante aunque las espinas hagan estragos los vestidos y la carne. Seguir caminando y abrir brechas con la espada, solo y jadeante des pués de la muerte del caballo y guiado solamente por el instinto, instinto, de un encuentro concertado desde la partida lejana como ese claro en el bosque que se deja encontrar igual a estar frente por frente del edificio defendido con retumbar de piedras. Subir por la escala y apoyarme en las rendijas de los blo

ques hasta divisar cielo claro y la bandera que lo prostituye con su ¡ravonear de franjas y estrellas. Una fuente de mármol y el manantial que reluce desde mi vaso para verte emergir sirena de cuerpo acanelado por el sol cubierto de cabe

llos castaños libres al viento con sonrisas en los ojos. Compromiso de los anillos de agua c¡ue entallan tu cuerpo y su ofrecimiento irrevocable como la sangre

y el sudor que me corre por los brazos al cortar las amarraduras del asta y el trapo que se revuelca sucio en el polvo mientras los anillos en los ojos verde

ajenjo cubren nuestros cuerpos sobre el tálamo nupcial sepultado por remolino de dos detonaciones a mi espalda y el desplomarse en el vado mientras un cuerpo hinchado descansa sobre cubitos helados y que como siempre flota en ese vaso miniatura llamado mar después de esos domingos de ajenjo y hielo .. Pedro Atnaury Mora


(14)

EXORCISMO / REOUIESCA TIN MA TREM ^TIN MA TREM EXORCISMO / REQl'^ EXORCISMO I .TIN MA TREM EXORCISMO / EXORCISMO I

1A TREM lA TREM

EXORCISMO / REQU EXORCISMO EXORCISMO EXORCISMO

MA TREM MA TREM

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MA TREM MA TREM

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MA TREM MIN MA TREM

EXORCISMO I EXORCISMO / REQUÍ^ .riN MA TREM EXORCISMO I REOUIESCA T IN MA TREM EXORCISMO / REOUIESCA T IN MA TREM EXORCISMO / REOUIESCA T IN MA TREM


Saberme mediodía cuando apenas comienzo a amanecer. Y sentirme sor

prendido por el hilo que cuelga del sol, continuando el recorrido y justo ahí estás pendiente del hilo con la cabeza reducida y el resto del cuerpo hinchado y el cordón que te une a ti y a mi al cuello y la expresión de sabueso ya no está ni los ojos lanzallamas tampoco. Y al alumbrarle ahora la luz perpetua acier to a ver nuevamente los ojos en blanco y los rostros apiñados del caserío que parecen prepararse para la rnultiplicación de los peces con el sello de DONATED BY THE US DEPT. OF AGRICULTURE. TORRE DE MARFIL-ROGAD POR ELLA.

Ni la bendita cadena de nombres que nadie entiende (son tres las arcas

-Noe- hay un espejo y una estrella) ni el chocolate con leche mantengosa que acaban de pasai, ni la entrada espanpanante de los hermanos del norte, que tódos estábamos esperando, impiden que me levante de tu sillón, siéntate, me imagino que no es fácil estar por muchas horas, así, acostada en medio de la sala rodeada de esa gente que nunca entiende nada y lo echan todo a chiste

como si la vida fuese un juego, pero como nunca han estado jugando a matar gente de ojos pequeños y dormidos que nunca se rien ni caminan despacio así como yo, sino que corren y corren tratando de salvar el pellejo. ALA-LIMON QUE TE ROMPIO LA FUENTE en el más absoluto de los momentos, el calorcito del agua me reconforta como me reconfortas tú después de cada sesión, y el cordon que te une a tí y a mi ya no está. .SALUD DE LOS ENFERMOS ROGAD POR ELLA.

Y Los pies que parecen un trapezio, y yo en la fría loza de la ducha, y tú que te pones mora, que te pones mora, que te pones mo-ra-da y el triste con

traste que te hacen los ojos-leche, porque la tía Aurora use siempre el mismo desodorante vaginal . . . Rogad por ella. Ya aquel día comencé a ver el hielo que cuelga del gran sol, hilo que suspende la cabeza reducida y el cuerpo hinchado,

la loza ya no esta tan fría. Mis zapatos de negro charol parecen acompañar algún ritmo caribeiiano, y de nuevo el hilo ahí, sí justo en los zapatos. Sé que hubie ses preferido los blancos, los ostias . . . santas-putas-y congeladas. Y me vuelvo al jjaís de los niños que corren dormidos. Ya ves, ni saben ellos, ni se dan cuenta que el siempre calor de julio exige que llegue hasta tí con las vestimentas llenas de sudoi y calor derretido, aumentando y creciendo en tí, como he creci

do siempre, desde antes de siempre. (Las abejas no paran de repetir un pérfecto ROGAD POR ELLA. ¿Porque use siempre el mismo desodorante vaginal? Y los abejones que le contestan Y LE ALUMBRE POR SIEMPRE LA LUZ MAYENTA. Como después del sacrificio y el reino que no es de este mundo

sino del mío, del de los niños que corren dormidos y se acuestan casi despiertos espantados. Total que en la negrura del aire (como siempre me dijiste) todos los rostros te parecían iguales porque hay prisa por acabar lo antes posible. Al


contar el dinero que se evapora como el humo del cigarrillo brujo, ven acom páñame a celebrarlo y ya desde entonces olvidar el camino de vuelta a mi cama, no, porque el cuco te come que está oscuro. En cambio él nunca me dice que

está oscuro, porque sí puede verlo. De ahí que crea que el misterio de la San tísima Trinidad es la solución: el YO, el EL y el ELLA. Sólo entonces me alum bra la luz perpetua, y no son dos sino cuatro los ojos que me miran, y no, pesta ñeo, son sólo dos, y he aquí nuevamente la multiplicación de los ojos, porque Cristo el revolucionario quería que todo el mundo tuviese un pez-ojo. Con

)

juntamente con el ruido que produce el cordón al partirse creo reconocer las sábanas enmariscadas y ya es sólo un ojo el que me mira y parece dormir en una inofensividad creíble. Siempre me has hecho entender los santos misterios en los lugares más alejados del vicio aunque sean zonas recónditas llenas de

ese almidón con que tostabas mi cabeza, llena de pensamientos tostados por el sol de ese país donde los niños corren dormidos. Y yo también cierro mis ojos

y por más que los trinque nunca seré un niño, porque ahora que te alumbra la luz perpetua creo entender. Lema póstumo:

Que cese todo pendular rítmico

en

triste

cadencia acompasada que a su vez sirve de fondo musical al momento ultimo de una

caja metálica que desciende hasta su u tim patria.

L. Z. Barreto

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De vez en cuando repaso minuciosamente las calles solitarias, j)or donde seguramente pasarla con sus abrupos sueños Desiderio. Ay, Desiderio Sombra, a tí también te confundieron con un cristo y también a tí te crucificaron con la •

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cruz misma de tu sueño. Te clavaron una lanza en el costado flaco de tu idea

redentora. Y a mí también me dolió tu dolor. Como si me desbalanaran, sí, como si me decapitaran a sangre fría y de un mordisco la virilidad, me dolió, Desiderio Sombra, tu caída.

Pero no te supiste rebelar, o no quisiste, que al fin y al cabo fue lo mismo.

Porque te jodiste, Desiderio Sombra; porque te jodieron, Desiderio, porque te

jodieron. Y te hubieran r^jodido en todo el viacrucis a tu Gólgota inmi nente, si no se te hubiera ocurrido morirte por tí mismo y sin cirineos. Y todo ])orque fuiste diferente.


Desiderio Sombra. Como decir Mandinga; como esprimirle los testículos a aquellos fariseos de tu angustia. Porque no eras el Cristo, pero te adivinaron sangre de mesias... y quisieron estrangular tu idea con hostias profanas que apre tujaron en tu boca... para callarte. Pero hablaste, Desiderio, con los ojos, con el gesto... Y les dolió, Desiderio Sobra, que tu idea no fuera inválida sin la

palabra, que restara sola por las conciencias, como se diseminan todas las grandes ideas: solas.

Te imagino detallando tus pasos por estas mismas calles, en donde seguramente yacen, asfixiados por la brea y el asfalto. Casi un siglo desde que te marchaste, después de haber arrastrado tu nombre mucho tiempo entre la

ciénaga entre el agua de la ciénaga; entre el agua de colonia de la ciénaga. De sombra a sombras, Desiderio Sombra, te marchaste. Porque, si hubieras ido a

algún otro lugar después de aquí, allí estarías bajo el yugo de otro amo; pero, aquel, infalible, omnipotente... Allí tus ideas se te hubieran hecho horchata o

hubieses tenido que abandonar aquel lugar, como una nueva versión del Angel de luz. Acaso, más que un cristo, era, Desiderio Sombra, algún luzbel. Te imagino, con tu larga barba blancamarilla rozándote los muslos, sen

tado en algún banco de esa plaza, meditando en tu sueño-modelo de Rodín, a no ser por tu barba y endeble contextura, y a no ser por el tiempo.

Había sido mucha tu lucha. Muchos años de viajes, de combates, de coños

contra el régimen... Y por qué, Desiderio Sombra, te hiciste hombre en aquel momento decisivo para tu pueblo. —Dotol, lo andan buscando, —te diría aquel día un partidario de tu causaHuya Dotol.

Y tras de tu barba de profeta se morderían tus labios. Intentarías decir que no huirías, que la patria era digna de tu muerte y que en tí no había un

hombre, sino una gesta, un grito y una idea. Pero te callaste, Desiderio Sombra, te callaste. Por que te hiciste hombre, Desiderio.

Y ya al anochecer, entre las sombras de la Sombra, tú desiderio Sombra,

estarías zarpando hacia otro sueño. Muy distinto al tuyo, Desiderio. Para morirte

luego, tatigadamente amarillo, después de la extenuante peregrinación de tu idea, en algún paraje francés Amarillo, amarillllo, amariiillo morirías, luego,

dejando caer una tosesita breve tu larga barba blancamarilla. Ay, Desiderio Sombra, y nosotros, que pudimos ser el pueblo escogido de tu redención, seguimos bostezando un coño enorme, pero en voz baja; porque tú, que pudiste gritarlo en aquel momento decisivo, solamente lo escupiste. Y se te quedó enredado en la maraña de tu larga barba blancamarilla. EFRAIN DE JESUS


Son las seis de la tarde, la hora del miedo en que la gente de pueblo sale al balcón para no encontrarse a sí mismas en las penumbras de las paredes apolilladas de las salas; la hora en que ella se asoma a la venta, como siempre,

para no perder la costumbre de su abuela y para rezar por su pobre padre quien sufrió el que se revolcase aquello que tantas veces se temió, si se sabe que eso

no se hace con el mismo muñeco pues agana a las dos personas y también al que se meta en el asunto, aunque sea sólo para enterrar el aparato ese en el cementerio por la noche con las porquerías ñietías ya dentro de las telas o las cfi

carnes del muñeco y las carnes del difunto nadie hizo nada por ellas pues se chismeaba estaban hechizás y maldecías por la concubina y enemiga a muerte de mi madre flaca y acabá que no aprendió y volvió donde aquella chula-putabruja vieja, sin tener un chavo encima, ni en qué caerse muerta, pa' que le hiciera una cosa pa votar la criatura y la vieja mala fe no se tiró pa'trás pues era hija del diablo y de una puta de esquina y más gozaba haciendo el mal que

cobrando por hacerlo y puso a su nene de siete años a tirar con la pelota de jugai al vientre de mi madie y cuando me metí a salvar a mi vieja, pues ya sus gritos llegaban al cielo y Dios no venía a ayudarla, el mariconsito aquel se me tirá encima, que hasta me rompió la cabeza del golpe al caer al suelo mientras la vieja bruja seguía su deber diciendo que ya casi salía la criatura y metiéndole su mano negra a mi madre en Dios salve el lugar, mientras aquel pendejo me metía su tuquito y yo gritaba desesperé tendía en el suelo de yerbas y animales podrios sin saber qué atracción ni misterio tenía lo que la mujer lleva entre las patas y que estas dos criaturas del demonio se empeñaban en agarrarnos eso a mí y a mi madre que por ahí mismo, al rato, se le vaciaba la sangre del cuerpo y las telas del muñeco del difunto papá y botó un muñequito desfigurao u otra cosa del demonio que la vieja no quiso que yo viera y me sacó del cuarto

y me escondió bajo el fogón dándome dos chavos prietos con los que yo creía se me había abierto el cielo y lo que se me había abierto era el culo, pues el bellaquito aquel estaba debajo del fogón esperándome pa hacerme gritar de

nuevo mientras veíamos una nube grande de humo negro saliendo del patio al que daba el cuarto donde estaba mi madre y sentía aquel maldito olor a carne achicharré que sin querer me abrió el apetito, pues mis hambres nunca vieron carne y la única carne que veía era la de aquel jodón que después es peraba como sángana bajo el palo de mangó al pie del rió para entregarse llana y sin recompensa mientras en su tierra piel ardían a fuego vivo la marca de ca rimbo de dos chavos prietos cual las manos de la bruja y la sangre de mi madre y el humo alcanzando el cielo donde está mi padre lejos de la mierda de mi vieja y los re/os de esta vieja en la ventana a las seis de la tarde. VVALTER TORRES


Cuando se cierran las puertas (la luz gris del ocaso se apretuja por entrar y como un telón se hace estrechita y recoge una línea de polvo en el suelo

y escala la pared y nunca llega al techo) comienza la otra vida. ¿O será la otra muerte? Este limbo de hastío que se deja penetrar cada mañana por la vidamuerte del mundo. Al terminar el día, a este lado de la puerta (este lado

medido de esquina a esquina en crujir de tablas) me dedico a contar las monedas ganadas, casi arrebatadas a los muertos, que las han robado o quizás mendigado para así sostener su diaria muerte. Así sostengo yo la mía. Durante el día cuando ella viene sale la vida de entre los muertos. Sus

ojos, mis ojos. Su cuerpo que la muerte del mundo acapara. Juntos podríamos

salir del cerco, desplazarnos más allá de mi mundo y el suyo para crear el libreespaciomundomutuo que albergue sueños e ilusiones en tangibles cuerpo-

estéreos reales. Flash. Nubes y el ropaje blanco... y el dejarse ir, envolverse dotando en los cabellos negros como los ojos tristes y la sonrisa triste y sentir el fluir de nuestros cuerpos en el espacio y concentrarnos en un punto omni ■ "1 • •'■ .

presente y Stop abrir los ojos. Al entrar (siempre busco un pretexto) siento su mirada que me llena todo el cuerpo, toda el alma. En su vida tan sola hay un

mundo que atrae, y que atemoriza. No me atrevo integrarme a ese mundo, pero puedo mirarlo y gozarlo en mi mente, pensando, sintiendo el roce de la piel y el éxtasis agitado abrazando su cuerpo que se desiiace en mis manos en plumas de gan.so de almohada rota. En mi vida vacía hay un punto de luz distante... hombre centro, hombre con alma como yo. Casi oigo latir su corazón sin vida

y pienso que siente igual que yo y su miedo la aleja a su muerte y me deja en ésta mía; mi muerte y mi miedo.

Más tarde dos moscas (negras escapadas de alguna melodía, ya sin las rejas horizontales) murmuran un llanto gregoriano y sin acompañarme me acom pañan a la mesa y comemos el fruto del sin fruto pasar de cada día. Después a la labor que comencé hace un año. Aserrar la madera, atornilla, aceitar los

goznes, cortar la tela, coser, forrar.., y la cruz de bronce. Cada cosa a su tiempo. Sin jjrisa. Ni errores.

Entrada ya la noche y al tallado de la piedra. Fietlra rectangular y blanca pala anunciar el negro polvoriento que cubre el cuerpo como cubre la noche de lluvia sin luna y el espacio vacío de cuerpos flotantes... Piedra rectangular y blanca con el nombre y la fecha, sin epitafio. Nada debe faltar como siempre

ha 1 altado y el mañanarutina ya no será porque el tiempo se detiene en el uinbral, al linal de la noche. Noche por noche, trabaja (jue trabaja, aserra, manilla, pule, pinta, talla. Día por día morir ella, morir yo, sin haber vivido, actuando la vida desde la muerte que la ncjche hurga. La agranda. La hace insojjoriable. .\c|uí lejos de su mirada estoy casi perdida. Cuatro paredes, una luieria y un tiecho me separan de su puerta (ir... ¡ ir a su lado!) . Temo ir a

su lado, ijcbei de su cáliz. Día ])or día morir él, morir yo, sin haber vivido.


Víctor santiago

/LABOR DE LA NOCHE A MEDIAS


Esta es la última noche. La piedra ya tallada. Lo otro terminado, pulido, forrado. Sólo falto yo. Al menos debo tener buena apariencia. Lfn baño, desodo rante. El traje gris, los zapatos de charol. El talco que sepulte... ¿sepulte? No.

Que oculte las ojeras. Y en el espejo el espectro de luces que se ríe conmigo, cómplice forzado en su mundo planoínfimo. Encender los cirios y apagar las

luces para llenar la estancia de semi-sombras cobardes que se arrastran por piso, techo y paredes, como ella, que sabiendo que yo conozco de su muerte y su

deseo de vida se atemoriza y se escurre como éstas sombras. Pero regresa a diario para por un instante compartir (flash, stop) el aterrador mundo de lo desco nocido.

L.as seis. Comienza el bombardeo de los haces de luz al pasar la persiana entreabierta. El cuarto casi a oscuras lleno del humo de los cirios y el primer haz de luz que entra cortando de un tijeretazo la atmósfera pesada y va a posarse

y,

U

en la pared opuesta dejando una estela luminosa marcando los últimos minutos

en un leloj de sol de extrañas proporciones. Como cerrando una reja dorada, uno a uno los haces entran mientras afuera el sol sube y el momento llega. Acostarse dentro y sentir lo mullido del forraje y los goznes girando a

■ ■ .N.-fS A-,

.

perfección, sin ruido y cerrar los ojos... El humo, la reja, silencio. Afuera los muertos comienzan su zumbino.

la reja, las puertas cerradas y las moscas afuera dentro del pentagrama.

nfrpn'Hr» na^ entra ^ra aveza la quevida, encuentro esas grises puertas cerradas. Cada y sus ojos pidiéndome que lemañana hable yhan yo despertar entre plumas de ganso y armarme de valor

narecen sentir^el^ l is Tem!o H h

^

cerradas. Las puertas. Todos en la calle murmuran y se preguntan. Las puertas cerra-i'--

.le la l,„ .,.,e bu.co. Tengo tue ?.";™,

Y se abren las puertas revolcando la estática y entran los vivos (dos

muertos?) a penetrar mi limbo v va ni

i

vivos (¿ios

alrededor de nú. Y ella que tal vez nudo i u' aglomeran , • I '1 ■ I II -1 deshacer el hechizo, darme un soplo de vida y recibirlo ella, solo llora, como nunca lloramos, mW':'' ■ y al final (principio) yo le

indico el camino que no seguirá y gusanillo de seda en su capullo vera como se seca la envoltura y no romperá la crisálida

y sus lágrimas van cayendo en mi rostro.

;

.

j;' Vi* ^


AMALIA

y dios expulsó al hombre y puso delante deljardín de edén un querubín y una espada flameante que giraba hacia todas partes para guardar el camino del árbol de la vida, génesis, cap. 3.

Ahora ya estoy aquí, en medio del patio prohibido, saliéndome desde adentro, sabiendo que esto va a ser hasta donde dice sin poder parar, rodeada de golpes de sábana y de aletazos abandonados que dan vuelta a mi alrededor,

sudando caballos blancos y gaviotas que vomitan sal. Ahora empiezo a acunar entre los brazos esta masa repugnante que eras tú, Amalia, y que también era yo, juntas éi amos las dos una sola, esperando el día en que nos dejaran ence rradas en este patio, en que sabiendo que nos dejarán. Ahora todos se han ido y la casa arde como un hueso blanco y doy un suspiro de alivio porque ya estoy sudando, porque ahora por fin puedo sudar.

Una de las sirvientas me encontró con los ojos vueltos hacia la sombra de atras tirada en el piso del patio como una muñeca de trapo. Y empezó a gritar

y aunque yo estaba lejos la oía gritando al lado mío con desesperación hasta que sentí que entre todas me levantaban con mucho cuidado y me llevaron a mi cuarto y me tendieron en la cama y después se fueron todas llorando a buscar a mama. Ahora el biazo derecho me pesa como un tronco y siento la aguja metida

y aunque tengo los ojos cerrados sé que es la aguja porque ya la he sentido antes es la grasa amarilla desgarrándose y el dolor. Oigo detrás de la puerta a las sirvientas gimoteando y mas cerca oigo a mamá, doctor, si la niL no hacía ni d^iez minutos que había salido al patio, se le escapó a las sirvientas que estaban lavando la ropa en la pileta, si para eso están ellas para vigilarla due no salga al sol, tres siervientas para eso nada más, pero ella es lista como la lija y se que tengo que tener paciencia y no me puedo mover porque si me muevo

y se les escapa todo el tiempo en cuanto ellas se distraen se escurre como una

polilla blanca por la obscuridad se esconde debajo de las hojas de malanga que no hay nadie sale y se acuesta en el piso ardiendo como una cualquiera, como una desvergonzada, ensuciándose el traje blanco y las medias blatas y los zapatos blancos, con esa canta inocente vuelta hacia arriba y los brazos abieracechando, velando el patio donde se ponen a secar las sábanas, v cuando ve

tos, porque quiere saber lo que pasa, dice, quiere saber cómo es. Yo casi no pueco or n, octor, es la ciiarta vez y la próxima la encontraremos muerta,

y lo peor es no saber lo que tiene, saber nada más que no tiene remedio, verle esa piel blancucina y transparente como un bulbo de cebolla encogiéndose y ensortijándose al menor contacto con el calor, ver el agua que le sale por todas paites como si ueia una vejiga y no una niña y la estuvieran exprimiendo. Por las noches sueno que la veo tirada en el suelo del patio toda arrugada y seca,

con a ca eza ^nuy grande y el cuerpo chiquitico, con la piel gomosa y violeta pegada sm remedio al semillero duro de los huesos.

Entonces oigo señora, dígame, entre su lamilia y la de su marido existe usted tjtiieie decir, no tjuedábamos ni primos lejanos, jrero por qué pregunta

a giina re ación, no que yo sepa, doctor, no hay lazos de sangre si eso es lo que


eso, qué es lo que está pensando, no nada, es que eii estos casos de degeneración genética siempre hay tletrás algSn incesto, son los mismos genes que se super

ponen unos a otros hasta que se debilitan las paredes y entonces aparece en el hijo una característica de naturaleza distinta, nace con una sola pierna o a lo mejor sin boca, sí, claro, casi siempre se mueren pero en este caso no y eso es lo malo, qué es lo que usted está diciendo doctor, incesto. Pero si mi marido

y yo no quedábamos nada, usted está loco, doctor, INCESTO, IN-cesto, in the basket, encestó señora, el cesto de la basura, el vicio de los pobres, en el diez por ciento de las familias puertorriqueñas se comete incesto, es la urgencia natural del hombre cuando se acuesta la madre con las hijitas en el mismo cuarto, ya usted sabe en la obscuridad no se sabe, winston tastes good like a cigarret shotild, pero también es el vicio de los ricos, es el vicio de todo el mundo porque la relación sexual es siempre meternos dentro de nosotros mismcts, meter el espejo dentro del espejo, el espejo redondo dentro del útero de

nuestra madre por donde asoma la cabeza sangrienta de nuestro hermano, carne de mi carne y sangre de mi sangre tjue te meto dentro, ohl dios creó al hombre

a su imagen y semejanza pero el hombre se sintió solo en aquel paraíso tan grande y entonces dios creó a la mujer y se la presentó, ésta se llamará varona portpie de varón ha sido tomada y el hombre se sintió consolado porque cada vez que fornicaba con ella le parecía Cjtie fornicaba con dios. It happens in the best of circles, or baskets, perdón.

Entonces oigo que mi madre da un portazo y sale del cuarto y las sirvien tas sigtieri gimoteando detrás de la puerta y oigo que el médico les da instrucciories minuciosas para mi absoluto reposo y para que traten por todos los

medios de impedir que vuelva a salir al sol. Entonces cierra la puerta sin hacer nudo y se va.

De medio día abajo mi tío entró a verme acompañado de mamá. Tenía puesto el undorme militar, planchado y almidonado como un arcángel y el aguda relumbrando sobre la visera del gorro. Llevaba una gran caja rosada ( e lajo e

lazo y con el otro abrazaba a mamá rodeándole los hombros desnu-

c os. os veo aioi.i, juntos al pie de mi cama deformándose continuamente por

as gotas ce sudor que me caen de los párpados, las facciones finas, las manos mas, os a ios tinos, alargándose acortándose concavánclose uno en traje de

mujei y e otio en traje de hombre, idénticos, alternando animadamente los

mismos^ gestos, cambiando rápidamente de máscaras entre sí, rebotando risas-

pelotasblancas con precisión mortal, empatados en pantomima furia, olvidados jioi competo del mundo. Me hablan pero yo sé que me usan, yo no soy más cjue una paiecl de reboto pelotas, juntos al pie de mi cama, mirándome, me usan entre sí. Hoy te he traído una sorpresa me dice le dice mi tío, y abiio la caja y saco con mucho cuidado una preciosa muñeca de novia entre los jtliegue.s de jt.qtel de seda, es una muñeca muy fina, me dice le dice, no es como las de ahoia, y entonces se rió como embromándome y un chorro de jrelotas blancas lebotaion contra mí. Después que salieron del cuarto acosté a la muñeca a mi lado y ccimprendí lo cjue mi tío había c]uericlo decir. Era, en cfecio, una muñeca extraordinaria jtero tenía una textura de antigua fragilidad, l-.staba hecha de cera.

Poltie .Vmalia aliora se te esta derritiendo la cara y ya se ve la tela metá lica donde leposaii tus lacciones, tu cara jtaiece el ojo abierto de una mosca

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gigante. Trato de protegerte con mi cuerpo pero ya no sirve, el sol viene de todas partes, rebota de las paredes y te da puñetazos, de las sábanas cartones blancos, del piso arde. Ahora se te han derretido los párpados y me miras con las bolas de los ojos lijos, como esos peces de los lagos subterráneos que no

necesitan párpados porque no hay sol y nunca se sabe si están dormidos o (lesjriertos. Ahora se te ha derretido la bota en un vómito de sangre y me da rabia porque pienso que la culpa de iodo la tuvieron ellas las otras muñecas (|ue manipidaron a su antojo al muñeco grande porque estaban limitadas a una sola galería y a una sola baranda y ese era su destino estar siempre en su

sitio cuidando sus mesitas y sus floreros sus tacitas y sus manteles haciendo

juego recibiendo las visitas de los generales y de los embajadores y de los ministros porque no quisieron y no les dió la gana y no se quisieron conformar. El sudor me cae dentro de los ojos y me arde pero mamá sigue de pie junto

a mi cama, sonriéndome, aunque a mi tío, por más que trato, no puedo verlo más que en pedazos, como acabo de verlo ahora mismo cuando me asomé por por la ventana del comedor. El día que mamá murió le quité a Amalia su traje de novia y la vestí de luto. Como mi padre había muerto hacía mucho tiempo mi tío se vino a vivir a la casa acompañado de Gabriel su chofer. Al poco tiempo de estar en

casá mi tío botó a las antiguas sirvientas de mamá y cogió para el trabajo a tres muchachas muy bonitas, la María, la Adela y la Leonor. Las trataba siem pre muy bien, nunca como si fueran sirvientas, las mandaba al beauty parlor todo el tiempo, les regalaba perfumes y joyas, y les asignó a cada cual una preciosa habitación. pesar de que las muchachas le agradecían a mi tío sus atenciones y

eran siempre cariñosas con él era evidente desde que llegaron a la casa que las tres andaban rematadas por Gabriel. Cuando Gabriel se sentaba en la silla

de la cocina a cantar, vestido con su uniforme tinta que se confundía con su piel, los ojos le relampagueaban y su voz daba coletazos de muchedumbre. Cantaba todo el tiempo, lamiendo con voz de brea los sócalos y las paredes

de losetas blancas de la cocina, derritiéndola sobre el fogón para después revol earla entre las cenizas antes de enroscársela dentro de la' boca otra vez. Siempre con la gorra puesta y ellas todo el tiempo sirviéndole café. Entonces empezaba

a tocar en la tabla de picar las costillitas y las chuletas una dos y tré como si fuera un tambor de picar las manos rosadas de cerdo y los sesos azules de buey (pie pase manchévere hasta tpie ellas dejaban lo qtig estaban haciendo y lo seguían porque no les quedaba más remedio cpie seguirlo, bailando alrededor de la mesa de la cocina, gaiabateando el compaás con el tenedor chiquiquichiqui sacándole las agallas a los jseces y enganchándoselas de las orejas enroscándoselas alrededor del cuello (piichiquichá como navajas de coral triturando huesos y chupando tuétanos una dos y tré y después baila que te baite y toribio toca la flauta que la conga E. La verdad que a mí también me gustaba seguir el com

pás con mi zapato blanco escondida detrás de la puerta de la cocina hasta que un día él me atrapó y dándome una voltereta en el aire me agarró por la muñeca y me puso al final de la cola. Desde ese día, cuando Gabriel no tenía

(lue manejar el carro de mi tío, todo el día nos la pasábamos jugando. Mi tío no había tpierido (asarse nunca y se había dedicado en cuerpo y alma a la carrera militar. Yo había sentido siempre una inexplicable antipatía


r hacia él y evitaba siempre su compañía. El, por su parte, trataba siempre ele ser amable conmigo. Había dado órdenes a las sirvientas de que ya que el doctor me tenía probibido salir al patio, me dejasen dentro de la casa en com pleta libertad. También por aquel tiempo él me fué regalando otras muñecas, bien alimentadas y mofletudas, que yo fui bautizando María, Adela y Leonor. Poco después de su llegada lo ascendieron a general y empezó entonces la interminable caravana de embajadores y de ministros, coroneles y generales.

Yo los miraba pasar, jugando con las muñecas, sentada en el piso del comedor, como si viese pasar una procesión de tronos y dominaciones, pasillos y escaleras, subiendo y bajando majestuosamente la alfombra roja que llevaba al despacho de mi tío, pasando suavemente la mano sobre la bola verde que brillaba al comienzo y al final. Yo no comprendía de lo que hablaban pero me gustaba escucharlos cuando sus voces se elevaban llenas de inspiración, como esos him nos que se elevan por las noches de los templos pentecostales, jestis se quedó

dormido témenos que ganar jestis se quedó dormido somos los re.sponsables del orden mundial jesús se quedó dormido establecido por mandato divino jesús se quedó dormido y si no se despierta pronto somos responsables de la paz sea con vosotros, de esa paz que conseguimos por medio de la producción en masa

de cerebros cloroformocoliflor, de esa paz que repetimos todos los días, con la televisión me acuesto, con la televisión me levanto, coma por televisión, baga

el amor por televisión, abra las piernas por televisión y para sin dolor. PROHIBIDOFUMAR

PROHIBIDOMARAVILLARSE

PROHIBIDO

PENSAR

dominus vobiscum et cumpspiritutuo, la paz de la televisión sea con vosotros.

Jesús se quedó dormido jesús se quedó dormido y si no se despierta pronto maría lo matará lo matará lo matará.

Entonces oigo que dice: de ahora en adelante usaremos todas las armas

que la divina providencia en su inmensa sabiduría ha puesto a nuestro alcance. ALCANCES, morteros, cañones, submarinos, cruceros y también el séptimo sello metido en una cajita de deodorante BanBan que una cigüeña lleva volando en el pico mientras venus se queda mirándola desde la tierra preocupada de que no se le vaya a caer y entonces oigo we are shipping M-48 tanks into hades,

landing tanks, every fifteen minutes, landing tanks using mine triple turret eigbt in cb guns, largest service, destroying guided missiles, belicopters at its sbores, every fifteen minutes, fresb figbter bombers, F4 pbantoms, A6 Intruders,

37 corsairs, every fifteen minutes, opening their jaws to vomit deatb, tititititititi la máquina de teletipo sigue tititititititi sacándome la lengua, enredándola alrededor de las patas de las sillas del comedor y de los tiradores de las gavetas civilians flee as gunners slammed borrage after barrage tititititititi llenando el comedor basta el techo de serpentina blanca. Cuando la raíz de la lengua se le quedó atascada en la boca la máquina

de teletipo .se calló. Entonces todos los ministros, embajadores y generales se levantarori con mucho cuidado para que no se les resquebrajara el almidón

de sus uniformes y poniéndose la mano derecha sobre el corazón bajaron todos la cabeza y repitieron con profunda devoción hace siete años que lo debimos de haber hecho hace siete años que lo debimos hacer. Yo los escuchaba sin comprender lo que estaban hablando, pero cuando los oía cogía a mis muñecas

y las ponía a todas en fila, hagan fila, orden, orden, a 11 tenttion, pero las muñecasoldadosniñosmuertos no me hacían caso se empeñaban en apiñarse a orillas


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de los caminos ofreciendo sus cerebros abiertos como ramos a los caminantes que no se los querían comprar. Y Amalia vestida de negro caminando por un desierto con la cabeza en la mano todo el tiempo quejándose todo el tiempo protestando porque ya. no era como antes una hermosa mujer vestida de blanco que se

paraba tranquila viéndonos morir, porque ahora no era más que una muertepiltrafa, muertañico, muertenafta, muertenapalm, muertelatadesopa tabulada por la máquina rgistradora a 30 cntavos cada una. Entonces me quedaba quieta en medio de la serpentina blanca y empezaba a sudar. Desde que empezaron las visitas de las delegaciones se interrumpieron nuestros juegos en la cocina. Al terminar cada reunión mi tío llevaba a sus

invitados a la sala donde hacía que la Ufaría, la Adela y la Leonor les sirvieran pasta de guayaba con queso y refresco de limón. Después hacía que se sentaran

con ellos a darles conversación, como son extranjeros es bueno que nos conoz can mejor, que vean que aquí también hay muchachas bonitas que se hacen

tipping en el pelo usan pestañas postizas y covergirlmakeup, use Noxema shaving foam, take it off, take it olí, .Sexi Boom! executives intimate clothing fashion show Sexi Boom! churrasco .served en La Coneja, Avenida Ponce de León No. 009

next to ^íartin Fieiro Restaurant y ellos yes how nice, are these girls daughters of the ameiican revolution? all. But much more exotic of course, the flesh and

fire of tropical fiestas, of piña colada and cocorum, lets start screwing together the erector set girls, mi daddy wanted me to be an engineer and every year he gave me for christmas a yellow erector set.

Y la Maiía la Adela y la Leonor a carcajada limpia coreando oh tierra de borinquen donde he nacido yo, reptando como jutías por encima de las buta cas y de los sofás, tieiia de miss universo la isla de marisol, tomando champán en zapatos de escarcha azul, desfilando desnudas por entre galerías de libros que nadie tiene tiempo de leer, poe-sía peo-sea, porque se tapo el sifón y la tritura dora se atasco y la comida podrida apesta, cuando a sus playas llegó colón, aguantíinclosc 1(1 lisa clcntro ele las tripas, exclamo lleno de admiración FO! FO! FO!

acaiiciando a los militares y a los embajadores con manos de mayonesa y uñas de guanábana, abofeteándose las caras con los cinco dedos abiertos para estre llarse la sangre y asegurarse de que no estaban muertas.

Al piincipio yo las oía desde lejos y les tenía pena hasta el día en que a mi también me llevaron a la sala y me pararon debajo de la lámpara con la falda blanca muy abierta como si fuera una mariposa de papel. Entonces me levantaron entre todas y me sentaron sobre las rodillas de mi tío y me llenaron

las manos de mentas blancas y sonriéndome con ternura me aseguraron que todo aquellaJo hacían en mi honor. Desde entonces cada vez que oía a alguien

tocando suavemente a la jnierta de atrás yo misma corría a abrir y ante el asom bro de los hombres tpie se quedaban mirándome desde la penumbra del umbral yo sacudía eneigicaniente la cabe/a para que no los engañaran mis rizos y mi gian lazo blanco y los cogía tiernamente de la mano y los hacía entrar y cami nando en puntillas atravesábamos sigilosamente los pasillos obscuros hasta donde yo sabía que se estaban divirtiendo tanto la ¡María la Adela y la Leonor. Durante aquellas tardes en cjue Gabriel y yo nos encontrábamos encerrados

en la casa, abandonados a nuestra propia soledad, nos pasábamos todo el tiempo jugando a las muñecas. Habíamos convertido en casa de muñecas el antiguo


ceibo del comedor porque nos agradaban las largas galerías de balaustres donde antes se recostaban las caras vacías de los platos. Sacamos a las muñecas de sus cajas y le asignamos a cada una un piso. Entonces establecimos una ley; en ese

piso que le pertenecía cada habitanta podía hacer y deshacer a su antojo pero no podía bajo pena de muerte visitar a los demás. Así jugamos tranquilos todas las tardes hasta el día en que a Gabriel le volvieron a entrar las ganas de cantar.

Ese día Gabriel se atrevió a coger a Amalia entre los brazos y yo que no quiero forcejeando para quitársela Amalia es mía no la toques pero no había suéltala forma él era mucho más fuerte que yo suéltala te digo y la comenzó a acunar cantándole condenado muy pasito y que estás acunándola haciendo hasta

que Amalia ayayay comenzó a enloquecer rompiendo todas las leyes imaginarias ayayay subiendo y bajando por todas las galerías al principio jugando Amalia abriendo y cerrando las faldas negras por entre los alaustres ayayay riendo Ama

lia por primera vez riendo con dientes de guayo chiquiquichiqui machacando ajos con los talones blancos en el hoyo hediondo del pilón Pum pum pum pum Pum ay mamita qué fuerte huele la carnecita de ajo y después huyendo Amalia chillando como una loca como una verdadera furia corriendo y resbalándote y volviendo a coner una y otra vez sin importarte ya el precio que sabía que ten drías que pagar. En las tardes que se sucedieron Gabriel y yo seguimos jugando a las muñecas, pero desde ese día nuestros juegos fueron diferentes. Amalia subía

y bajaba por todas las galerías en completa libertad. Todo hubiese seguido igual y así hubiésemos seguido siendo, a nuestra manera, felices, si no es por culpa tuya Amalia, porque se me metió en la cabeza que tú eras infeliz. Mi tío había insistido en que cuando yo cumpliera doce años

hiciera la primera comunión. Unos días antes me preguntó lo que quería de regalo y yo sólo pensé en tí, Amalita, en los años que llevabas de luto y en los muchos deseos que tendríasde vestirte de novia otra vez. Después de todo para eso te habían hecho, para eso tenías un sitio blando en la mollera donde se te

podía enterrar sin temor un largo alfiler de acero que te fijara en su sitio el velo y la corona de azahares. Pero las otras muñecas te tenían envidia, gozaban

viéndote esclavizada, siempre subiendo y bajando las galerías María cuánto has hecho hoy, que mi tío necesita dinero, y tú Adela acuérdate que me debes un lazo blanco y un par de medias,Leonor como te sigas haciendo la enferma te van a botar de aquí tú que ya tienes el pelo pajizo y la cara plástica resque brajada, así consecutivamente, visitando las galerías dos y tres veces al día con

el bolsillo oculto de la falda negra hecho una pelota de dinero de papel. Yo quisiera un novio para Amalia dije y él me miró sonriendo como si hubiese esperado esa contestación. Esta mañana me entregó la caja de regalo antes de salir para la iglesia. Ya yo tenía los guantes puestos y la vela en la mano pero no pude esperar a estar de vuelta. Abrí la caja enseguida y cuando

levanté la tapa se me paralizó el corazón. Adentro había un gran muñeco rubio vestido con impecable uniforme militar, reluciente de galones y de águilas. Cogí mi vela, mi misal y mi bolsa con la hostia pintada encima y debajo del velo que cubría mi cara logré disimular mi temor. Salimos a la calle y mi tío abrió

inmediatamente sobre mí su paraguas negro. La iglesia quedaba cerca y fuimos

en pequeña procesión, primero mi tío y yo, después Gabriel con la María la

Adela y la Leonor. La caja se había quedado abierta sobre la mesa, a merced de las habitantas del ceibó.

.4-


Cuando regi'esamos a la casa mi tío insistió en que se sentara a su lado en un banco y se c[uedó mirándome un rato sin pronunciar una sola palabra. Todavía sostenía el paraguas abierto sobre mi cabeza y había ordenado a los

demás que subieran a la casa jjara que más tarde nos sirvieran allí la merienda de celebración. Los oídos me zumljaban cuando comenzó a hablaime y me di

cuenta entonces de que lo que me estaba diciendo me lo sabía de memoria y

c[ue desde un principio lo había estado esperando. Me había rodeado los hom bros con un brazo y seguía hablando y yo no oía ninguna de sus palabras pero entendía perfectamente lo que me estaba diciendo y entonces supe exactamente cómo se tenía que haber sentido mamá. Pero a pesar de sus palabras él veía

que yo mantenía la cabeza agachada y no me dalra la gana de mirarlo y esto lo fué enfureciendo poco a poco porque mamá siempre lo miraba recto, aunque fuera, lo supe entonces, para desafiarlo, y yo no me daba la gana de mirarlo

ponjtie él no era más que un cobarde todo cidjierto de aquellas águilas ridiculas y no merecía siquiera cjue lo desafiaran porque un fantoche no se desafía porque un fantoche no vale la pena ni desafiarlo sino que se deja tirado en un rincón hasta tjue la polilla lo devora o le arranca la cabeza algim ratón. Entonces puso el paraguas abierto sobre el piso y dejó que el sol me acribillara por todos lados

y puso su mano sobre mi pequeña teta izquierda. Yo me quedé inmóvil y por "án lo miré con todo el odio de que luí capaz. Y empecé a gritar a mí no me interesa tu paraíso de manjares y de champanes edificado para los embajadores

y militares cjue vienen de visita, tu paraíso dioressence bath perfume, paraíso tiempo piaget donde el amor es una bola gigante de lady richmond ice cream,

porque las hojas se están cayendo de los árboles y el cielo chorrea cianuro y nitro glicerina por todas partes y los pájaros y las bestias huyen espantadas porque saben cpie el paraíso está perdido para siempré. Entonces él retiró la mano de

mi pecho porque vió que sobre la tela blanca que estaba apretando había aparecitlo una enorme mancha de sudor.

Pero lo que sucedió después sí que no me lo esperaba, Amalita, debe haber sido obra de las habitantas o a lo mejor fuiste tú, sí, ahora se me ocurre que lo más seguro fuiste tii, porque desde que Gabriel te cantó te pusiste atrevida y desvergonzada, sabías lo que querías y nada que tú quisieras se te hubiese podido

impedir. Las habitantas estaban regordetas y conformes asomadas a sus galenas, eran después de todo sólo muñecas plásticas de esas hechas en serie, made in taiwan, con el orín aguado y las voceciias de batería y el pelo plateado de nylon. Tú trataste lo más que pudiste de hacer que se rebelaran, echándoles en cara dos y tres veces al día su condición despreciable, su complaciente manumisión, 2.5 doUars a luck roileadas de bañeras de porcelana rosa y lavamanos en forma

de tidipán en todos los colores y los dosets llenos de pelucas y de ropa y de vajillas de porcelana que se levantaban en medio de la noche a acariciar. Y tú no te ciabas cuenta de tpie todo era inútil de que tú no eras más que una muñeca de cera, un anacronismo endeble t uya excelencia artística no tenía empleo prác tico alguno en el mundo de hoy, de que los dientes de tu caja de música estaban

enmohecidos después de tanto tiempo y de (|uc estallarían por todas partes como

un pequeño concierto chino en cuanto te dieran cuerda y trataras de incitar la rebelión. Y sinenibargo a lo mejor todo esto también lo sabías y por eso hiciste lo que a propósito y con toda premeditación. .Sacaste el muñeco militar de su

caja, le arrancaste las insignias y las águilas y tanÚDién el uniforme blanco y


después lo pintaste de arriba abajo con la pintura más negra que encontraste, con brea azul, le teñiste el pelo con jugo de hicacos, le ardiste la piel con cobalto y se la teñiste de añil. Entonces lo vestiste con un uniforme muy sencillo, casi de mecánico, y le pusiste su gorra con visera de charol. Cuando la María la Adela

y la Leonor subieron a servir la merienda te encontraron metida en la caja con él, abrazados.

Entonces exploto dentro de la casa un griterío de risas y mi tío subió de

un salto las escaleras y entró al comedor. Yo me quedé quieta sentada en el

banco, mirando cómo las manchas de sudor se iban esparciendo por todo mi traje de manera que casi no me di cuenta cuando a los pocos segundos regresó trayéndote en vilo, sacudiéndote violentamente con las dos manos, esto es obra

tuya chiquilla del demonio, te parecerás a tu madre con esa carita inocente pero en el fondo no eres más que una puta, te lo he dado todo y tú no sólo no me lo agradeces sino que me faltas el respeto, so pila de mierda descarada jódete con tu negro ahí tienes a tu pendeja muñeca y ahora quédense las dos ahí para que sepan lo que es bueno. Entonces te arrojó en mi falda y cerró la puerta de un portazo y volvió a entrar.

Un rato después empezó a oir unos ruidos extraños que venían de la casa, una dos y tré, quichí, que pase manché, quichá. Poco a poco me fui acercando

al comedor hasta que haciendo un esfuerzo me pude asomar por el borde de la ventana. Gabriel iba delante, rebanando el tronco, los brazos, las manos,

con golpes de acetileno, maceteando jarrones de flores y garrafas de vino, explo tándolas de un solo golpe, garrapatas abastecidas, cabezas de mártires, muebles destripados, arañas espacharradas contra los espejos de baccarat, platos y vasos

y fuentes de plata como proyectiles volando, piedras, puños, rodillas y codos volando, cantos de vidrio y no de palabras volando, plastas de mierda y no de palabras volando, todo estallaba a su alrededor corno los fragmentos de una estrella en formación. Y detrás iban ellas, rebeladas, enfurecidas, poseídas de

su e.spíritu por fin, bailando y pariendo a la vez, pariendo gritos y gatos y uñas mientras le pegaban fuego a los tapices y a las cortinas le han sacado los ojos y los echaron en un vaso revolviendo los cuchillos dentro de la guata le cortaron las manos y se las sirvieron en un plato quebrando la cadera y volviéndolos a hundir le han abierto la boca y le han metido algo rosado y largo en ella que no comprendo cada vez más profundo cuando gritan E. Mi cara me mira tran

quila en el cristal de la ventana, enrojecida por la luz de las llamas. Entonces el cristal se astilla y mi cara se astilla y el humo me ahoga y el fuego me roe y veo a Gabriel delante de mí cerrándome la entrada con la espada.

Cluando el fuego se fué apagando me quedé mirando cómo el sol rebotaba de las paredes del patio. Lentamente caminé hasta el centro. Entonces me senté

en el suelo y cogí a Amalia entre los brazos y la comencé a acunar. Te acuné mucho rato, tratando de protegerte con mi cuerpo mientras te ibas derritiendo. Des|més te acosté a mi lado y poco a poco fui abriendo los brazos sobre el cemen to que late y estiré con mucho cuidado las piernas para c|ue no se me ensuciara

la falda blanca y las medias.blancas y los zapatos blancos y ahora vuelvo la cara hacia arriba y me sonrío porcjue ahora voy a saber lo cjue pasa, ahora sí que voy a saber cómo es. RO.SARIO FERRE


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© A los amigos: Luis Rafael Sánchez, Eliezer Narvdez y Wenceslao Serra.

Introducción:

Nadie sería capaz de negar que los espíritus más alertas de nuestro país están sumamente preocupados por la suerte y derrotero que seguirá nuestra lengua, sobre todo, en medio de cris-

sis espiritual, social y política que atraviesa Puerto Rico.

Muchos creen que el español de la Isla se convertirá en algo así como el

papiamento;! otros son más optimis

morfosintáxicos, así como los dialec

Del habla popular mencionada, me ha sorprendido sobremanera ver có mo el pueblo humilde conserva e in

talismos morfológicos, junto a angli

nova una enorme cantidad de fraseS,

cismos, neologismos, modismos, refra nes, y frases idiomáticas, estaban pre sentes en todas las conversaciones que

con tal tino, efectividad anímica y

conversación. Claro está que, el cho rro caudaloso de arcaísmos léxicos y

he sostenido con las personas de es tratos populares en varios pueblos de la Isla.

Alta, se debía a una especie de enaje

I.

nación lingüística. Esa falta de crea

académicas, pedagógicas o políticas sin ofrecer remedios para el problema.

ción oral de los mencionados estu

Toda preocupación de índole cultural

tores, entre ellos:

crear falsas animosidades y escándalos culturales sin haber analizado todos los factores de la cuestión.

se ha perdido". Esas frases populares, modismos y

refranes que viven todavía en el pue blo es el objeto de estudio de este

tas. Algunos asumen posturas críticas,

nociva toda indiferencia ante el pro blema, como también veo peligro en

reflexiva que devuelve el optimismo y la fe a aquellos "que creen que todo

Pensé que, tal vez la trunquedad expresiva de mis estudiantes de "Bá sico", sobre todo de aquéllos que pro vienen de la Clase Media y Media

tividad y precisión en la comunica

en Puerto Rico me parece auténtica y debemos atenderla. No entro en va loraciones de las mismas. Pero sí creo

modismos o refranes, empleándolos

diantes, puede deberse a diversos fac (1) El hecho indiscutible de que

en nuestros hogares se dialoga cada día menos.

(2) La profusión comercializada de

medios de propaganda comunitativa que, con trampas psi cológicas, sólo apelan a la vista y al oído, sin que sea necesario

frabajo. El Problema de las

Definiciones

La mayor parte de los estudios de lengua y folklore hispánicos, así como algunas gramáticas, suelen tratar con

juntamente el modismo y el refrán. Muy pocas veces se delimita con exac titud el sentido de cada uno de los

términos y, cuando se intenta reali zar una precisa delimitación, está tan llena de vaguedades que nunca alcan zamos una meridiana claridad.

Aunque no estamos del todo com

una respuesta verbal activa

placidos con las definiciones que he

con amigos investigadores, orientado

convirtiendo así al "Ser Huma

res de instrucción pública y estudian tes graduados de la Universidad, algo

no" que escucha en un ser pa sivo y en autómata de consu

mos leído del refrán, en su caso, las definiciones son mucho más precisas

que creía era una mera impresión.

mo.

Hace pocas semanas pude constatar'

Observaba, cómo, a diferencia de

mis estudiantes de los primeros años

de Bachillerato, la gente del pueblo, de niveles socio-económicos más bajos que los de la Clase Media, de todas edades y sexos —y aún los analfabe

tos— poseían una gran fluidez expre siva y sorprendente precisión en la

(3) La radio, el cine, la televisión, los métodos audiovisuales mal

empleados, y otros medios me

que las del modismo. Es este término el que suele definirse con mayor arbi trariedad. Por eso sobre el modismo observa Lázaro Carreter:

"Este término tan frecuente en

canizados han conseguido, pau latinamente, el anquilosamien-

los gramáticos españoles, no recubre, sin embargo, un concepto preciso y

to de nuestras facultades ex

claro. Sus fronteras se.,mezclan confu-' sámente con las de la locución signi

presivas.

Claro está, los tres puntos anterio res, entre otros muchos, con sus cau

ficante, no denominativa, y las de la frase proverbial".^

sas y efectos es el altísimo precio que 1. Véase, por ejemplo, el articulo de Bar

se paga en una sociedad industriali

anglicismo convertirla el español de Puer to Rico en Papiamento" en; El Mundo,

zada que no provee medios de balan ce y neutralización para los males del espíritu que acarrea toda civilización

S. J., P. R. 31 de marzo, 1969.

mal encaminada.

tolomé Brignoni: "Dámaso Alonso dice

2. Fernando Lázaro Carreter, Diccionario de

términos

filológicos,

1962 p. 280.

Madrid,

Credos,


(35)

o o

De la misma forma J. Casares aña de que; "Se trata de un término surgido

s

ocasionalmente, como tantos ismos

o

contemporáneos suyos, no creado con designio concreto y que, al ser con

H

o: u o.

w

Q Oí

frontado e interrogado con criterio científico, resulta irresponsable e inservible.3

en el inglés; adage o proverb y en el francés; proverbe.

II.

Valoración epistemológica y

lingüistica del refrán Cervantes dice por boca de Don

Quijote; "No hay refrán que no sea

o.

torriqueños lo define como "un modo

verdadero... todos lo son, por ser sen

<

de hablar propio y privativo de una

tencias breves sacadas de la luenga y

lengua, o de un pueblo, que se aparta de cánones gramaticales y cuyo sen tido no se puede determinar por las palabras.''^ La vaguedad delimitativa es eviden

discreta experiencia". Y en su Diálogo de la lengua, Juan de Valdés lo reco

0

p 03

< K P W

2 P c/l

W Oí

te. Tal vez la definición de la Sra.

<

Lydia Cruz es más precisa que aqué

P

D 01

O o. IZi

p M

< P P

lla que la definen como; "un modo de hablar propio de una lengua" (Dic" clonarlo Larousse) o como "idiotis mo", tal como le llama Marxuach.5

La definición de refrán que ofre

mente, Gracián lo creía a veces vul

gar, mentiroso y fuente de grandes equivocaciones...

Independientemente de las diversas valoraciones del refrán en la historia,

es interesante notar su pervivencia y antigüedad. Hay claras evidencias de que se empleaba consuetudinariamen vo Testamento saltan a la vista inme

diatamente. Prueba de ello son estos

ejemplos tomados al azar de los cuatro evangelios;

£ .S. Ihid. u

4. Lydia Cruz de Rivera, Modismos puer-

torriqueños. Tesis 5. Teófilo Marxuach, El kngiiage castella no . . . San Juan, 1903, p. 17 y 5.6.

6. Lázaro Carreter, Op. cit., p. 347

que aparecen refranes en las obras de Gracián, Quevedo, Góngora, Lope de centenares de escritores hispánicos de todos los tiempos.7

del refranero, ponderándolo positiva

incluye decenas de ellos y, en el Nue

o

^

franes. Si queréis saber si un vocablo es castizo, preguntádselo al refranero". Si bien opinan Cervantes y Valdés

se relacionan

a

chos consuelo de todos)

Y no digamos de la frecuencia con

Vega, Ruiz de Alarcón, Sor Juan y

te en las lenguas semíticas. La Biblia

5

miseriis aliorum... (Mal de mu

que tenemos en castellano son los re

etc.— a manera de juicio en el que o

da, que la atienda)

3) Cicerón; Leuis est consolatio ex

Cervantes, Santa Teresa, Fray Luis,

III. Antigüedad del refranero

.c

bras...)

2) Febro; Dominus videt plurimum in rebus suis... (El que tiene tien

rrección, cuando dice; Lo más puro

más precisa que la del modismo; "Fra. se completa e independiente, que en sentido o alegórico, y, por lo general, en forma sentenciosa y elíptica, ex presa un pensamiento —hecho de ex presa un pensamiento —hecho de experiencia, enseñanza, admonición, ideas".®

a

mienda como fuente de pureza y co

cen Lázaro Carreter y J. Cesares es

por lo menos dos

unos ejemplos de refranes en los clá 1) Planto; Dictune sapientis sat est... (Al buen entendedor pocas pa-

La puertorriqueña Lydia Cruz en

_! O.

la literaturas clásicas, desde la cultu ra latina a la renacentista. Veamos sicos romanos;

su breve tesis sobre Modismos Puer

< P

Asimismo, los lefranes aparecen en

La palabra refrán tiene sus-equiva lentes en el alemán como sprichwort,

(1) "No echéis perlas a los cerdos" San Mateo (II, - Vs. 6)

(2) "Mirar la paja en el ojo ajeno" San Lucas (V, Vs. 42) (3) "Nadie es profeta en su pueblo" San Marcos (VI, Vs. 4) (4) "Uno siembra, y otro siega" ■San Juan (IV, Vs. 37)

IV.

Dinámica del -Refrán

El refrán es el producto acabado de la reflexión tradicional. Donde, natu

ralmente se dan los procesos de "aná lisis-síntesis-análisis". Constituye esta

estructura lógico-poética un procedi miento de reflexión sobre una reali

dad subjetiva, la cual, a través del 'tiempo se va corroborando empírica

mente, llegando a tal punto que el producto de la reflexión primera al canza el rango de verdad categórica.

Esto se logra mediante una expresión formular poética, lo que facilita su

aceptación dentro de la tradición oral,

convirtiéndolo así en saber petrifica do e indiscutible.

Wa.sc a: Flérida de Nolasco. Santo Do

mingo en el folklore universal, C. Xniji

lio. D.N. 1956, p. 449.


En esa expresión formular "lógico

poética" se advierten tres pasos signi ficativos:

1) El sujeto observa su realidad subejtiva, y alcanza el primer grado de la formulación "lógico-

poética" intuición aprehensiva. 2. El sujeto corrobora a través de

su particular experiencia y me diante experiencias vicarias la realidad óntica de su intuición

subjetiva.

.S) El sujeto desujetiviza u objetiviza su aprehensión a través de

símbolos metafóricos que sinte

tizan el análisis empírico previo.

Ambos tipos son generalmente bimémbricos. Cada una de sus partes cumple con una determinada función. La primera parte expresa la realidad

de una causa y la segunda observa sbre los efectos, o determinada conse

fluctúan, en su medida, entre los ocho

O

cuencia, la que está delimitada por

y. las once sílabas, encontrándose tam

la realidad o contexto vital donde se

5

bién algunos de mayor extensión silá bica en cada una de sus dos partes. El primer tipo de refrán —que con sidero más antiguo— producto más acabado de la tratiición, es el que sue le expresarse en dísticos rimados. Vea mos varios ejemplos recogidos de la tradición puertorriqueña: 1. Quién a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.8 2. El pudor en la doncella, la hace aparecer más bella.

aplica. Por ejemplo: En una conversación entre mucha

chas, donde se habla de un ex-novio,

cuando la afectada quiere demostrar su indiferencia o señalar que todo ha

pasado, y ya esa persona no tiene nin gún efecto sobre ella, se puede decir un refrán como conclusión categóri

"Agua pasada, no mueve molino..." Evidentemente la situación no tiene

quiere una dicción formular "lógico- que ver nada con agua ni con ruedas jDoética" que le propicia el ingreso a de molinos, pero sí con un pasado la tradición oral, perdiendo subjeti amor que ya es indiferente y no tiene vidad y ganando, mediante el símbolo sentido. No obstante el contexto ideo

metafórico, universalidad y perviven-

cia: aunque muchas veces éste se apar

.5. .\1 que madruga,

conversación, puede muy bien conden

Dios le ayuda.

sarse simbólicamente en la fórmula

practica que tienen las fórmulas tra

de otros muchos que sean aplicables

klore, prefiere la estructura poética a la lógica. Esto es: el pueblo prime ro adquiere las formas antes que su sentido Ciiando finalmente uno o va

nos individuos dentro de la tradición entienden y aplican útilmente el re frán. éste ha logrado su realidad últi ma en términos del proceso "análisis

síntesis-análisis", todo lo que viene a iraei toiuo consecuencia una acepta ción t iara v resignada de la realidad V. Morfología del Refrán En el refranero hispanoamericano

he podido distinguir, fundamental mente. a base de su estructura lin

güística. tíos tipos (le rellanes.

La primera parte del refrán, "agua pasada" constituye la presentación de un hecho, de una causa: la segunda

11. A dios rogando,

tlarse con mayor exactitud la segunda

les de inestimable provecho y aplica

bilidad para su particular dirección

tí c/3

co

2 < tí tí tí tí co

o

S en

3 o

s

o

•S

Aunque muchos de estos refranes son de origen español, el puertorriqueño los ha particular

realidad vital. No nos interesa, de inmediato, hacer clasificaciones a base de

su origen y procedencia.

x

reto el saber la conclusión exacta de estos refranes. Tal vez esto .se deba a

cuentra en el refrane'ro juicios mora

8 Variante: Buen tronco le cae encima. adapatado a su

X

>

sus penas y males espanta...9

V

<

<

y con el mazo dando.

adoptado

CQ

w

parte del refrán que la primera. De tal modo que a veces constituye un

la utilidad moral de los mismos, ya que fundamentalmente el pueblo en

<

co

12. El que canta,

9

Q

peo seguro.

En la tradición oral, suele recor-

ni sus hijos le están feos. 9. Aguacate maduro,

el refrán.

O

y el vivo al retollo.

realidad histórica en la cual se gestó

D

8. A nadie le apestan sus peos,

10. Al que come cebolla, se le para la polla.

H 01 tí

se lo lleva la corriente.

parte "no mueve molino" es el efecto

lógico que determinó o delimitó la

0

<

7. El muerto al hoyo,

a tal o cual realidad.

u

D

fi. Camarón que se duerme,

metafórica de ese particular refrán, o

ética.

A

.8. Antes que te cases, mira lo que haces. 4. Quién no oye consejo, no llega a viejo.

lógico de la realidad de la aludida

te de su sentido originario, ya que por la variabilidad y aplicabilidad dicionales, fundamentalmente el fol

mémbricos con una sesura o un hemis

tiquio que separa la primera parte de la segunda. Ambos tipos de refranes

ca:

En este último grado el refrán ad

Como señalé anteriormente, distin

go dos tipos de refranes, ambos bi-

á :§ §5


(37 Los refranes arriba citados son to dos dísticos rimados, tanto con rimas asonantes como consonantes. Las dos

partes, por lo general no tienen igual

dad en la medida silábica, aunque al gunos pueden dividirse en perfectos o u

o H

D CU

O

< n

< X

tí C/D

Cada parte consta de 9 sílabas orga

que le dan movimiento de reposo y sosiego.

El otro tipo de refrán sólo se dife

rencia del primero en que no riman conserva marcados elementos rítmicos

que le dan sentido de unidad poética.

ei¿

< tí

P cu

O a. {/)

tí w

< tí

2. Dios cierra una puerta, pero abre una ventana.

3. Unos se chupan la .china,

4. El último que ríe,

y otros pasan la dentera.' tí tí tí

c/í O

S C/D

3 o

s

ríe mejor.

5. Qiíién mucho abarca, poco aprieta.

6. El que busca yaguas viejas, encuentra cucarachas.

o c

10. En casa de herrero,

asador de palo.

y oscuridad de su casa. 12. No hay peor cuña,

que la del propio palo. Anteriormente señalé (pie conside raba al primer tipo de reirán (el ri mado) más antiguo, y producto más

Esto, sin lugar a dudas, es el pro ducto de un largo proceso donde, poco a poco se van sedimentando la suma de las diversas voluntades de

pueblo prohijar cualquier fórmula'de

los repetidores y refundidores de la tradición oral.

ésta sufrir una serie de adaptaciones y modificaciones a medida que pasa de boca en boca en la legión de repe particulares sensibilidades e inteligen cias lo refrasean.

Al final del mencionado proceso la

obra primitiva nos llega decantada y pura, solo con los elementos impres cindibles para la emoción estética y el ejercicio intelectual de "análisis- sín tesis-análisis", ya aludido. Uno de esos procesos de decantación consiste en

darle forma cada vez más poética y sintética a la primitiva reflexión ex otras cosas, además de darle carácter

9. No dejes para mañana,

*"efrán.

un autor particular y anónimo, suele

es porque agua trae.

8. El que se mete a redentor,

11. Candil de la calle,

I

buena fortuna de ser aceptada por una colectividad, porque expresa o refleja el sentir del grupo, el pueblo la adopta como suya. Casi siempre, al

presada como refrán, hasta que éste alcance la dicción formular que entre

lo que puedas hacer hoy. a

poéticas". Si esa particular creación tiene la

7. Cuando el río suena, sale crucificado.

c>

nera especial por la Naturaleza, puede a rimar en asonante las dos partes del

tidores, quienes de acuerdo con sus Veamos unos ejempl os; 1. A caballo regalado no se le mira colmillo.

2 <

do efecto de nivelar los ritmos prosó

dicos de los miembros y de obligar

sadas reflexiones en fórmulas "lógico-

nizadas en cuatro cláusulas trocaicas,

cucarachas encuentra".

Con claridad puede notarse el logra

producto de la creación particular de

ro 1, si lo decimos en una sola tirada;

"Quién a buen árbol se arrima/bue-

"El que busca yagua viejas

un individuo que, dotado de una ma

sintetizar en felices aciertos, conden-

sus partes o hemistiquios. No obstante 2

Evidentemente cada refrán es el

hemistiquios, como el ejemplo núme na sobra le cobida."

W

acabado de la tradición. Examinemos ahora mi tesis:

tradicional, facilita el proceso nemotécnico.

El conocido refrán: "El que ex purga yaguas viejas/encuentra cuca

rachas", tiene un sinúmero de varian tes. Muchas de éstas se refieren al

verdo "busca", "expurga", "encurca",

lo que no cambia su dicción origina

ria. Pero, evidentemente, la versión

que inmediatamente, copiamos es pro ducto del rebuscamiento expresivo de •Jpa sensibilidad más rítmica que la

VI. LOS MODISMOS

El modismo es una exprseión alu

siva a una realidad vital o a un par ticular estado de ánimo. Logra ma yor dramatismo y efectividad psico

lógica y plástica mediante el uso de tropos literarios que sustituyen el sig

nificado de un significante conven cional o la combinación de varios sig nos preexistentes. Sobre el modismo en Puerto Rico dice el doctor Rubén del Rosario:

"hay no obstante, un aspecto que interesa sobremanera y son las frases hechas y níodismos de sabor regional. -'Vdemás de los españoles, utilizamos al hablar una larga serie de modis mos que al parecer son exclusivos de Puerto Rico. Así: venirle a uno con

brincos (provocar), tener la mancha de plátano ( ser puertorriqueño), te ner jiribilla (estar inquieto), irse pitando la Borinqueña, jugar la cabe za, botar la pelota, llevarse un seto,

ser como hoja de yagrumo, etc. Aun que no todos llevan el visto bueno de la clase culta, estos modismos tie nen valor excepcional, puesto que ex presan exfjeriencias, actitudes y deseos de la vida histórica puertorriqueña.

^7


(38)

Muchas veces se prefiere en el trato

darle como a pillo de película; Ibidem

diario el modismo local a la frase o

darle como a pandereta de aleluya;

modismo español. Caso parecido al

de las palabras de formación criolla."io

En su estudio sobre Modismos puer

torriqueños, la Sra. Lydia Cruz de Ri

Ibidem.

darle derecha a uno; ignorar, sacar el cuerpo.

darle a uno un fajazo; pedirle dinero a uno.

de los cuales un 70% era de origen

echárselas más que Kresto; ser muy presumido,

español o hispanoamericano, de acuer do con las investigaciones y cotejos de

empaquetar a uno; engañar a alguien, estar en el guiso; participar de bene

vera clasificó cerca de 247 modismos,

la mencionada señora.

La Sra. Cruz de Rivera distingue

tres grupos de modismos; vulgares, populares y cultos. Así también los

clasifica a base de las emociones y sensaciones que los provocan o crean.

Entre los modismos puertorrique ños más conocidos y significativos cito los siguientes:

arrancarle a uno el brazo; aceptar una oferta inmediatamente,

botar la pelota; algo extraordinario,

caerse del coy; darse en la cabeza, ser bruto.

cambiársele a uno los cables; compor tarse afeminadamente,

coger un buche; guardar silencio, coger por el cuello; regañar, amones tar.

comer pavo; sufrir un desencanto,

comer banco; no ser considerada para

ficios sin muchos esfuerzo,

estar que corta; tener coraje, estar molesto.

estar pichándole a uno; obtener algo de uno mediante halagos,

estar más jalao que un timbre de gua gua; estar débil,

hablar más que una lavandera sin tabaco; hablar excesivamente,

hacerse el chico loco; ignorar, no pres tar atención,

hacerse el sorrocloco; hacerse el desen tendido.

tener aceite en la lámpara; ser inte ligente. tener uno una cereta: estar embria

gado, tener mucho pelo, tener uno más golpes que un baile de bomba; tener contestaciones in

mediatas y atinadas, tener una rajita; tener sangre negra, tener un berrinche; estar enojado,

tener un compinche; tramar algo en grupo furtivamente,

tener la cara pará; demostrar enfado, tener el moño parao; demostrar enfa do y presumir de autoritario. Entre viejas frases y modismos usa dos en el habla cotidiana de Puerto

no decir ni ji; no hacer comentario alguno.

D

La mayor parte de estas frases he chas, provienen del inglés, pero sus fonemas se realizan según los hábitos articulatorios y psicológicos del espa ñol. Por eso empleo una grafía espa ñola en su transcripción. Veamos par te del repertorio; 1- bien isi; del inglés easy, cosa fá cil, suave, delicada, con ternura.

.S- creerse o ser un rnamito; presu

a uno.

darle de arroz y de masa; acometer fusiosamente. 10 Rubén del Rosario, Problema de lectura y lengua de Puerto Rico, C.S.E., 1948, p. 158.

mir de guapo o lindo. metedoras,

ponerle a uno la batola; controlar a

4

el pelo encaracolado.

damente.

6— echar pa' encima; acometer

7— echar pa'un sitio; salir hacia un

ser un cholipelao; no tener cabellos en la cabeza, ser calvo,

ser una perla; ser truhán.

Q

lugar.

.

, .

estar en aigo; dedicarse obstina damente a un placer.

o.

O

¿n w

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W

z

< oí h W

oí O

s en

3 O

s 0

crucear a uno: mirar insistente mente a una persona de arriba

a bajo. 5— darse uno un papaso; estirarse

uno coartarle la libertad,

ponerse pico a pico; discutir acalora

X

al lenguaje oral, por la frecuencia en que suelen escucharse llevan ya la señal de que permanecerán o forrna-

sona.

creer que mea champán y caga biscocho; ser presumido u altanero, chavar la paciencia: molestar, fastidiar

<

<

como Pedro por su casa; con exceso de

ponerle a uno una cascarita; provocar reacciones expontáneas y compro

CQ

estas frases empiezan a incorporarse

2— cucar a uno; incitar a uno.

correrle a uno la máquina; embromar

l-l

M

blar de algo que agrada a una per

confianza,

<

A mi juicio, aunque muchas de

como caballo en vega; con toda liber tad.

W

Q

m

ra.

no llegar ni a primera; no alcanzar

pegarle un vellón a uno; incitar a ha

g,

U

nada en un lugar, aburrirse, como mear y sacudir; cosa fácil de poca importancia,

sus objetivos,

u

Z

nuestro.

da o enfática,

de frases y modismos de nueva factu

meterle a uno los mochos; intimidas,

nacarile del Oriente; negación rotun

í-

Rico, se encuentran un gran número

rán parte del viejo acervo lingüístico

morir como el pez; comer demasiado,

o

D

joder la pista; fastidiar, molestar, fastidiar.

o

y S

1


(39) 9-

estar caliente: poseer alusinógenos o cosas robadas,

10-

o 11-

S 13-

26— hacer ^achipa: tener relaciones

estar tripiando; Ibidem

27— hacer pritibodi: exhibirse presu

con un grupo, estar en la onda: Ihidem

g 14- estar friquiando: disfrutar la CU

(tí

Q

15-

5 16 <

w c/5

.J

p

escuchan en la lengua hablada de

estar

32— meter mano: acometer, partici

Puerto Rico, sobre todo en los niveles

tiltiao:

estar sumamente

do. 21-

w

< 0¡

22-

íu

>1/1

W

Z < ce:

fe w

2324

Hasta aquí nuestra exposición y

31— mangarse a uno: sacarle dinero.

36—r ser_entendid^^conocer a los ho-

a<

promiso. 44- tirar cañona: Ibidem.

estar guillao: disimular algo,

19- estar tostao: ver el número 10. 20- estar mosqueao: estar desanima

0

tirar bomba: dejar esperando a alguien, quedar mal en un com

tenimientos no de su gusto. 30— levantar a una: conquistar.

cu

01

29— ¡inventando ahí...!: delata entre

43-

música con mariguana o bebidas embriagantes.

35— ser güilson: ser buena persona;

18-

w

oí <

miendo belleza.

28— inventar uno algo: buscar con qué entretenerse.

estar op: estar eufórico (del in glés up)

z

42— tener un guille: presumir de algo-

33— romper uno: Ibidem 34— ser pana o panín: ser amigo ín

17-

41— tener un daun: estar deprimido (del inglés)

con lesbianas.

embriagado o alusinado. estar por el libro: estar bien ves tido, "ser agradable,

X w

ánimo.

estar embalao: estar bajo efec tos de drogas,

2 12- estar en órbita: ponerse a tono o

25— hacer cráneo: crear un estado de

par activamente.

j;ainbiérL_sea;^ chévere. ^müséxilales disimulados.

estar en el traqueteo: participar

37— ser un .tipp clin: ser desente. 38— ser loca cafre: homosexual sin decoro o discresión.

sona obstinadamente con lasci

39— sabérselas todas: tener mentali

via.

dad amplia, no escandalizarse. 40— tener uno un punto: alcanzar un

gufiar a uno: observar disimula

frases hechas que frecuentemente se

de poco desarrollo socio-cultural y económico. No obstante, sorprende notar cómo paulatinamente muchas de estas frases han ido ingresando en

timo.

en algo.

fletear a uno: mirar a una per

repertorio de refranes, modismos y

damente a alguien,

grado de relajamiento con bebi

hacer el plante: conquistar a

das embriagantes o alusinóge-

una chica.

nos.

los círculos universitarios y cultos del país. Yo he podido constatar en el Campus de Río Piedras todas las fra

ses nuevas que aquí he transcrito. Si la mayor parte de ellas son vulgaris mos, no puedo determinarlo ahora. Eso o lo contrario lo determinará el

uso, que es lo mismo que decir el tiempo: ¡sedimentador implacable de toda actividad humana!

c/í o

2 co

o O

o

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5 o c

marcelino canino

j

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ÍIW;

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LA LENGUA HABLADA EN PUERTO RICO Y SUS TRANSFERENCIAS MAS SIGNIFICATIVAS Compañeros, esta conferencia no

Al alejarse de ese cauce los lingüis

propone el seguimiento fiel de unas

tas posteriores han degenerado en ese

Sánchez, P.edro- Juan Soto, Carmelo Rodríguez Torres, Iván Silén, Victor

pautas, pero sí resumen una serie de

aborto lingüístico que hoy se conoce

Campólo, etc. y se tratan de convertir

cuestiones que a mí, como aficionado

como estructuralismo. Con el estuctu-

en una literatura que, como la que

a la Lingüística, me preocupan de

ralismo la lingüística ha dejado de ser una disciplina de la expresión y de la significación, es decir, ha dejado

emula Penélope, sean ejemplos de una

sobremanera.

Sobre todo, lo más que me preocu

pa es lo que yo entiendo que debe ser el propósito primordial de la Lingüís tica y lo que yo he estado leyendo y

de ser Lingüística, para convertirse

nueva dimensión léxica en nuestro

acervo literario-lingüístico, todavía se oyen voces de desaprobación y de dis

en ciencia de la teorización. Todo es

cordia que pretenden tachar de igno-

to a pesar de sus consabidos intentos

1 antes a los que han iniciado la ver

observando que hasta ahora se ha

de incluir bajo la semántica, la ple-

dadera tarea que aún queda por ha

venido haciendo.

remática, la tagmamática, y otras áti

cer.

La máxima aspiración de la Ciencia

Lingüística, a mi modo de ver, es la de estudiar el lenguaje como un fin en sí mismo. Es decir, estudiar el len

cas, lo que ya para Saussure compar tía única y exclusivamente a los gra máticos. Pero la Lingüística, queridos compañeros, no es Gramática. Ni ñor.

guaje como un medio de expresión y

mativa, ni estructuralista, ni como

de significación. Si el lenguaje es la

quiera o pretenda llamársela.

capacidad humana para hablar y para comprender lo hablado, y los estudios lingüísticos que se han venido ha ciendo han olvidado ese corolario, creo que nos estamos alejando cada

día más de la perspectiva sencilla y correcta de la disciplina que preten demos profesar. No hay nada que le haga más daño a la Lingüística que el verla como un medio para llegar a un fin y la llene

mos de tanto lastre metodológico, tanta sapiencia espuria y tanto cienti. ficismo vacuo.

Las ideas de Ferdinand se Saussure

fueron esbozadas con suma franqueza

y con suma claridad. Sus discípulos Bally, Meillot, Vendryes, Schehaye y más tarde Karl Vossler, aunque no

discípulo directo de él, orientaron la disciplina hacia una verdadera preo cupación intuitiva, que de seguir es

Este último aspecto sólo se ha trata

El lenguaje, como medio de expre sión completa y redonda nuestras cir cunstancias vitales y hay que verlo

integral y no disgregadamente. Esta disciplina por tanto, no disgraga el tabú, las buenas y las malas palabras,

el lenguaje culto y el lenguaje popu

do con la seriedad debida en algunos escritores y no es sólo nuestra, pues

lar, los eufemismos, refranes, modis

es la misma enajenación que retrata

ticos que a menudo se Ies ve como

Leopoldo Marechal en Adanbuenosaires; Cortázar en Rajuela, y que in

sinúan Onetti, Rulfo, Vargas Llosa y otros en sus escritos. Nada hay que nos acerque más a ellos que el intento que hace Carmelo Rodríguez Torrts en Veinte Siglos después del homici dio, quien presenta la cuestión sin

ambages y sin eufemismos, y la forma velada en que aparece el mismo pro blema en René Marqués, Pedro Juan Soto, Luis Rafael Sánchez, Millo Díaz

Valcárcel, y otros que habría que eli minar para no hacer la lista abrumadoramente extensa.

mos y otra clase de elementos lingüís

barbarismos y como idiotismos. Todo esta integrado y sirve al mismo pro pósito.

El planteamiento estructuralista de

que la lengua es forma y no sustancia no entra aquí, pues solo sirve para

enajenar los estudios lingüísticos. La

lingüística, como alma compungida, tiende a revolcarse y en ese revuelco nunca perdona a la razón y a menudo se orienta por cauces fenomenológícos

y epistemológicos que quiebran el templo sagrado de los que ahora pre tenden verla como disciplina inma nente y la meten dentó de la mugre

Pero cuando ese localismo se con

crutándose hubiera dado majores fru

vierte en profesión de fe en los estu dios de David Cruz López, Margarita

tos.

Silva, Marcelino Canino, Luis Rafael

de lo superficial y de lo gramatical mente asequible.

La lingüística no debe buscar asi deros y soslayos sino rebuscarlos y


herirlos. Debe no manosear las cosas,

sino jugar a la locura. La lingüistica

de la significación, es decir, ha dejado de ser Lingüística, para convertirse

indiferencia abierta y velada algunas

veces, de la influencia que haya podi

es credo receloso, es tempestad que libera ansiedades, las ansiedades que tenemos todos y cada uno de noso

en ciencia de la teorización. Todo es

do ejercer nuestra condición colonial

to a pesar de sus consabidos intentos de incluir bajo la semántica, la ple-

tros de volcar nuestra alma a través

remática, la tagmamática, y otras áti

del diálogo tranquilo o trágico. La

cas, lo que ya para Saussure compar tía única y exclusivamente a los gra máticos. Pero la Lingüística, queridos compañeros, no es Gramática. Ni nor

en nuestra enajenación lingüística. Este último aspecto sólo se ha trata do con la seriedad debida en algunos escritores y no es sólo nuestra, pues

lingüística es sociología intuida, an tropología discernida, psicología ela borada, política de la entereza. No hay credos en ella. No hay cerebralismo pueril. No hay mierda am pulosa. Hay hostigación. Hay enjun dia bulliciosa. Hay que revolucionar a través de ella todos los horizontes.

Hay que herir con ella lo que nos duele. Hay que estimular con ella el

hervir de ideas nuevas. La lingüística, .como yo la entiendo, es simplemente sacrificarse y joderse como Cristo. Pero desgraciadamente esto no se está haciendo así. La sombra de Fer-

dinand de Saussure sigue su camino hacia el absurdo y hacia la anomalía. Ese tan trillado eje de simultaneida

des lingüísticas, en el cual se manejan sus cuestiones desde una doble pers pectiva, ya sincrónica o diacrónica-

mativa, no estructuralista, ni como

quiera o pretenda llamársela. Pero para hacer honor a la verdad, salvamos de esa desorientación a los estructuralistas americanos. Boas, Sa-

Soto, Luis Rafael Sánchez, Millo Días

Lope Blanche, Rubén del Rosario, quienes, conocedores de todas estas cuestiones estructuralistas, han trata

Valcárcel, y otros que habría que eli minar para no hacer la lista abruma-

hispanoamericanos

Amado

do de seguir concibiendo a la Lingüís. presión integral sin recobecos intelec-

integral y no disgregadamente. Esta disciplina por tanto, no disgraga el tabú, las buenas y las malas palabras, el lenguaje culto y el lenguaje popu

y con suma claridad. Sus discípulos Bally, Meillot, Vendryes, Schehaye y

estudios lingüísticos por ambos cami

más tarde Karl Vossler, aunque no

En ambos hay desasosiego. Este desa

tas.

En lo que toca a Puerto Rico, he mos notado, que todas estas posiciones y se ha tratado de orientar nuestros

nos: el inmanente y el transcendente. sosiego lo produce, en cierta medida

el purismo anacrónico que aún gravi

ta entre nuestros intelectuales; las

malas prácticas que aún son eviden tes en nuestras aulas donde siempre

Al alejarse de ese cauce los lingüis tas posteriores han degenerado en ese

se relega a nuestra lengua a una one

aborto lingüístico que hoy se conoce como estructuralismo. Con el estucturalismo la lingüística ha dejado de

en nuestros salones de clases a nues

H- O-

El lenguaje, como medio de expre

sión completa y redondea nuestras cir

han llegado a tiempo y a destiempo

ser una disciplina de la expresión y

doramente extensa.

tica como lo que realmente es, la ciencia de la expresión, pero una ex

Las ideas de Ferdinand de Seussure

tos.

en Veinte Siglos después del homici

Alonso,

en cierta medida a los españoles e

fueron esbozadas con suma franqueza

crutándose hubiera dado majores fru

nos acerque más a ellos que el intento que hace Carmelo Rodríguez Torres

Henríquez Ureña, Rabanales, Roña,

a los rusos Avanasev y Vinogradov y

tualistas y mucho menos inmanentis-

disciplina hacia una verdadera preo cupación intuitiva, que de seguir es

Leopoldo Marechal en Adanbuenosaires; Cortázar en Rayuelz y que in sinúan Onetti, Rulfo, Vargas Llosa y otros en sus escritos. Nada hay que

dio, quien presenta la cuestión sin am.bages y sin eufemismos, y la forma velada en que aparece el mismo pro blema en René Marqués, Pedro Juan

pir y Bloomfield; al francés Martinet;

mente, no solo nos sirve de punto de partida eficaz, sino de punto de arran que y de génesis hacia la enajenación.

discípulo directo de él, orientaron la

es la misma enajenación que retrata

rosa posición de inferioridad colec

tiva; el desprecio craso que se hace

cunstancias vitales y hay que verlo

lar, los eufemi.smos, refranes, modis

mos y otra clase de elementos lingüís ticos que a menudo se les ve como barbarismos y como idiotismos. Todo está integrado y sirve al mismo pro pósito.

Esta enajenación en nuestra isla es de carácter general y se da, desgracia damente, con más profusión, entre nuestros intelectuales. Se da en el sub.

terfugio, en el pleonasmo, en la me táfora insólita y bien condimentada, * en el epígrafo bien pensado pero inu

tras lormas populares, tachadas hasta

sitado, en la falsa causa, en el ignoratio elenchi, en el defender con asidui

ahora de vulgares e incorrectas; la

dad aquello en que no se cree y en


un sinfín de ejemplos que nos per miten ver la enajenación a través de un lenguaje enajenado. De tal enaje nación

adolescen

nuestros

estudios

demás. Si algo de esto falta en ella, esta se convierte en disciplina estéril,

arcaica y contraproducente. Así reco miendo yo que se vean nuestros estu

lingüísticos. Yo, propongo, como medida pre ventiva, a todos los intelectuales puer torriqueños, que vayamos a la savia de nuestra lengua popular. Que bus quemos en ella, como hizo el pueblo castellano en el siglo X, como lo hizo nuevamente en el siglo XIII con Al

dios lingüísticos.

fonso el Sabio, como lo hizo en el XVI con los clásicos, como lo hizo en

ben ser, los que provienen de un ám

el siglo XVII con Feijeo, Jovellanos, Cadalso y otros, como lo hizo en el XIX con los Románticos, como lo hi

zo en la generación del 98 y el Moder

Y entremos ahora, aunque tardía

mente, al propósito de nuestra confe rencia. ¿Qué se entiende o debe enten derse por nuestros usos populares? Nuestros usos populares son, o de

bito popular no culto. Dichos usos son generalmente rechazados por el élite y sus transferencias se rechazan, o se miran con desdén, por no coinci dir con los mejores usos considerados

nismo con Azorin, Unamuno, Del Va

por la gente culta.

lle Inclán, los Machados y otros, que asumamos como ellos una responsa bilidad cívica ante lo nuestro, pero

nuestro pueblo hace en el aspecto fo

sin imperialismos y sin chauvinismos y busquemos en nuestras raíces popu

lares los medios compatibles para ha cer frente a este desasosiego y deso

Realmente son transferencias que

nético, en el morfosintáctico y en el léxico. Recientemente visité unas fin

cas en Jájome Alto y noté que los

campesinos, al aludir a los que habían comprado fincas en ese sector, indi

ro sí aspiro a que se reoriente el curso

caban que los moradores las habían comprado para y aquí hubo un largo silencio por no saber pro

que deben seguir nuestros estudios

nunciar o desconocer la forma liguís-

lingüísticos que hasta ahora parecen

tica week end.

bastante desorientados.

Y aquí entramos en un craso pro blema de localismo que generalmente se nos critica. Un localismo que es beneficioso, porque si esos jíbaros re chazan la forma inglesa del week end,

rientación. No promulgo caer en los

desafueros de Juan Pablo Forner, pe

La escuela neolingüística italiana, con sus estudios de Geografía Lin

güística, fue un claro aliciente para los estudios de Menéndez Pidal, Na varro Tomás y sus seguidores; las ideas de Vossler abonaron bastante los

estudios de Dámaso Alonso y la poe

lo que quiere decir es que la despre cian para los propósitos de su léxico, pero se verían obligados a utilizarla

sía de Pedro Salinas debe mucho a la

si la escuela se las impone. ¿No es

ideas que Spitzer desarrolló tomando como base a Vossler, Croce, Hegel y Karl Buhler. Y todos ellos siempre

este un claro inicio de enajenación?

estuvieron al margen del Estructura-

tros, convendrá con él y con nosotros

lismo, pero no .se dejaron apresar de

que el localismo, por más craso que sea, no contradice la universalidad y

él. La Lingüística es ciencia compro

Todo el que haya leído el prólogo que Luis Harrs escribió a Los nues

metida con todo; Sociología, Antro

que la vieja noción que causó tantas

pología, Biología, Política y todo lo

controversias inútiles en nuestro mun

do literario, según la cual lo autócto

no tenía que ser local o regional, va quedando en el olvido. El miedo a ese localismo ha gravi

tado sobre muchos de nuestros escri

tores e hizo que Zeno Gandía, Matías Gonzáles García y otros hayan des viado nuestros genuino sentir por cau. ees pendejos e inútiles. Pero cuando ese localismo se con

vierte en profesión de fe en los estu dios de David Cruz López, Margarita Silva, Marcelino Canino, Luis Rafael Sánchez, Pedro Juan Soto, Carmelo Rodríguez Torres, Iván Silén, Victor Campólo, etc. y se tratan de convertir en una literatura que, como la que emula Penélope, sean ejemplos de una nueva dimensión léxica en nuestro

acervo literario-lingüístico, todavía se

oyen voces de desaprobación y de dis cordia que pretenden tachar de igno rantes a los que han iniciado la ver dadera tarea qUe aún queda por ha cer.

Nuestras transferencias

Las transferencias que nacen de nuestro ámbito popular son de diversa índole. Ellas, aunque se les tache de incorrectas por el sector culto, son a

la larga las que perdurarán en ese modo de hablar que en el futuro iden tifiquemos con el puertorriqueño. Ofrezco a continuación esos tipos de

transferencia y las razones que hay tras ellas.

A. Las transferencias léxicas

1. las debidas a desgastes de palabras.

Las palabras se desgastan o desapa recen y esa es una cuestión que nues

tra habla popular no está dispuesta a tolerar. Ofrecazmos algunos ejemplos.


a. el adverbio mucho Tal vez este adverbio cuente con utilizaciones suficientes entre nuestra

etc. son nombres que cuestan trabajo explicar a los hijos de hoy y sin em bargo, forman parte de este trasfondo

habla culta, pero en la frase popular está completamente desgastado y esa es la razón por la cual se le sustituye por las formas;

popular, no enajenado y que se nos está yendo de la mano.

2. acurcurcar

B. Transferencias debidas al pensamiento impreciso

4. tucutucu 5. ñeneñé

1) a montones, en cospe, en regue

rete, un carajo en cantidad, a pasto, a tutiplén, choreto, millones, y millo nes, fracatán, botan, en bruto, etc. Estas formas, aunque en uso entre la

gente culta, son eminentemente popu lares.

b. prenda de vestir

1) las pantaletas, los blumers, los

calzonzillos, refajos, colgalejos, guindalejos, enaguas, redecillas, cancanes,

vestidos, sostenes, turbantes, coloretes,

bodrogos, fluses, tubitains, champions' yambucanes, chalinas, picaus, perma nentes, etc. son términos que han te

nido que ser sustituidos por otros que apelen más a la idiosincrasia popular, ya bien sea por su imprecisión y por(jue ya no se usen.

c. la transportación

Esta evita ya el uso de troli, tren,

trancia carreta, coche, patiporsuelo' túnel, ferrocarril, güincha, y apela a otras formas que se ajusten más a la vida que la modernidad ha impuesto. d. deporte

Los sanos deportes de antaño, como la villalda, el caimán, la cebollita carbonerito, bolita y hoyo, jicara, chi co, rescate, caballito, etc. han dado

lugar a otros nombres de juegos que nuestros hijos practican sin ton ni son, sin alegria y sin fundamentos ideológicos. e. otros

La falleba, el soco, el tabique, el pichipén, la joya, el bucayo, el húcar, la leiesina, el guanimc, la serenata.

E. Transferencias debidas a la libre invención

1. tepetepe 3. a lo sucumucu

Nuestro pensamiento en la vida dia ria se ha vuelto tan impreciso que a ]jenas sabemos el nombre de lo que nos rodea. Esa es la razón del invento

de formas de palabras como pistoque, el deso, eso que está ahi, armatoste, la que tiene aquello en la cabeza, y toda una gama de eufemismo y de circunloquios por no saber el nombre

6. 7. 8. 9.

apestillan guillan epria, éjele tuyío

10. bilí

F. Transferencias debidas a metáforas 1. jirafa 2. tapón

de las cosas.

3. atómico

C. Transferencias debidas a la aparición de nuevos objetos e

4. 5. 6. 7.

ideas

águila puestú agallú esguabinau

8. alebrestan

1. carro — por automóvil

2. traganíquel — por vellonera 3. pisicorre — por guagua de pasa

9. patiporsuelo 10. juancalientas 11. malanga

12. ajuman 13. ser una bala

perdía 14. estar como ca

ña en febrero

15. güelegüele 16. cara e batata

17. cara e troj 18. enfunchan

19. cocopelau 20. ñame blanco

jeros

4. hot pants 5. maribrás — a un tipo de bebida mixta parecida al ampié en Lares D. transferencias debidas a los préstamos

G. Transferencias debidas a los arcaísmos 1. antonces

11. mesmito

2. defunto

12. perfeto

3. juyir

13. dotol 14. den tren

1. levante — (de la lengua presidia ría a la general)

4. medecina 5. ansina

15. manque

2. filete — (de la lengua general a

6. nenguno 7. preba

17. siguió

jerga híspica)

3. tener más leche que un ahorcan — (del jíbaro a la lengua gene ral)

8. adevina 9. esvanecío 10. calentura

4. mai priora — (de la lengua reli

16. denantes

18. crebá

19. jacer 20. anema

(enema)

giosa culta a la lengua popular) .5. pichipén — (del inglés a la len gua popular)

6. rancontán — del inglés incometax

7. manflorita — de la lengua gene ral hermafridita

H. Transferencias debidas a la etimología popular

1. picoreta 2. rancontán


3. placa

Transferencias fonéticas, morfosintácticas

4. ñanflorita 5. ensanchar 6. astromedia

A. tendencia a la nasalización vocálica

7. yerba luisa

tau, ñeñeñé. B. aberturas vocálicas en todos los ca

ces se dice

sos de aspiración de la s.

lucha) 10. lombligo

C. brevedad en la vocal final y casi desaparición: lech, noch. D. reajustes vocálicos: Tanislau, Uropa, Ufemia, Ugenio, Etau, Unío,

I. Metasemia 1. ñoño

2. monga 3. cuerda 4. bolillo 6. bolillo

7. yagrumo 8. brote 9. trastear

jenación en sus formas populares. En

12. ácido —antipático

brollan.

J. casos de prótesis: dir, dirse, entoa

16. bombardera —pana de pepitas 17. veterano —pájaro de plumaje gris

o castaño, vientre color ceniza y manchas rojas alrededor de ojos y garganta.

18. maraca —reloj malo 20. jíbaro envuelto —fritura hecha de

guineo niño

8. chota

10. pahmuno

ñangue

15.

ovejo

16. metió 17. añoñau 18. ehguañagau

futuras preocupaciones, llámense lin güísticas, políticas o de otra índole. 4. Es un deber intelectual rescatar

del olvido nuestras formas populares: eliminar el purismo vacuo e ineficaz; desafiar las posturas ridiculas de los pseudo gramáticos; reconstruir una

cesidades patrióticas. ELIEZER NARVAEZ SANTOS

1. coger el piso 2. coger el lau flaco 4. ser fuerte como un garrote e ausubo

8. Dios ampare a los vivos y perdone a los muertos

tonto

12. arroz blanco 13. fuersecara 14. pendejá

3. La lengua popular no sólo es so porte de nuestras aspiraciones lingüís ticas, sino que nos abre un campo para

refranes, modismos, etc.

7. estar hecho un cañón

2. acortarse

9. aprontan

Frases muy precisas y significativas:

5. les cayó la changa encima

11.

este sentido es menos colonialista.

disciplina que responda a nuestra ne

6. apretar el paso

fastidiar

cabrán lambestaca chavón bocón avancino

vía, arrecordarse, arrecortarse, lom-

bligo, enfunchan, estijeras, etc.

3. curarse de espanto

19. besito e coco —dulce

dia una interpretación exhaustiva de

cera, legartijo, tarraya, duana, on

mía, marío, andan, mandan, mon tan, apechan, amarran, racau, em

13. cacatúa inútil

1. Nada de lo que se diga de nues tra lengua popular es válido sino me

de.

10. gato —enamorado y conquistador 11. huevo e pava —persona pecosa 14. escopetón —flor parecida a la dalia 15. resbaloso —guingambó

Recapitulación y advertencias

nuestros usos lingüísticos. 2. La lengua de Puerto Rico tiene más arraigo patriótico y menos ena

E. H aspirada: jamaquiar, jumaso, ajuman, jinquetasao, ajilan, jacer, jidiondo, jarto, josicú, juyío, jiso, josillo, cahne, cahnave. I. pérdida de la d intervocálica: co

5. carnero

3. 4. 5. 6. 7.

fogón 20. llevárselo pateco

1. umjú, ñu, ñapa, ñamar, ñango-

8. bacalau

9. ducha (a ve

1. baboso

17. seguir como un cabrito mamón 18. temblar como gallo con canillera 19. dar como a gato que se caga en el

9. 10. 11. 12. 13. 14.

No me jorobes la pacencia apretarse los güevos gritar a todo trapo se lo llevó la pelona morir como Mojica pichón de negro fragau

15. meter el culo, o entrar el culillo

16. ser como el gallo marrueco

Conferencia dictada a un grupo de estudiantes del profesor Marcelino Canino de la Escuela Graduada de

Estudios Hispánicos - sept. 1972.


López Ramírez Tomás.— cordial rna gia enemiga. Río Piedras, Puerto Rico 1971. Págs. 117.

SOBRE El primer libro de narraciones cor

tas de Tomás López Ramírez es muy bueno. Es un verdadero deleite leer

lo. La Editorial Antillana lo ha pre sentado en una edición sencilla y níti

da, agradable a la vista y caritativa para los ojos. Trae un prólogo de Emilio Díaz Valcárcel, cuya excelente novela Figuraciones en el mes de mar zo salió hace poco.

CORDIAL MAGIA

El libro está muy bien escrito. Con

pluma segura, Tomás López Ramírez perfila sus trazos lingüísticos. Es una escritura dominada. Le sale una prosa

redonda, plena, más bien dentro de lo armonioso, con ritmos sosegados.

Fluye esta prosa como un río tranqui lo, de mediana corriente. Alborota

sus aguas aquí o allá, pero no se des borda ni despeña. Posee diversas den sidades, pero jamás se petrifica ni desciende a lo flácido. La corriente

ENEMIGA

sostiene su magnitud, su torso móvil. Crea su deltá, preciso, definido y bus ca siempre lo imprevisible en sus ra mificaciones.

El habla del autor se inclina hacia

los valores de lo claro. Persigue las calidades de lo noble. Se hace sentir

y'


7-11. Esa idea reaparece en "Viejas

del oficio literario. Intuición, garra

papeles —de la obra— en vísperas de muerte. También aparece el tema de

de escritor o cuidado de artista —o las

la inmolación, como más tarde, en

semejanza es con el relato del Géne

tres cosas juntas— se coronan en las

"Las flores del sacrificio" y "Cordial magia enemiga." Por otra parte, el

sis sobre la creación del mundo. El autor es maestro en la construc

niño endemoniado de esta narración acaso nos anuncie al monstruo infan

en "Jazmines y mezquindades" y en

el laboreo de una buida conciencia

cimas de la lengua. Se presiente un

gozo, una alegría, de ser, en el idioma, entendedor y plasmador de un mundo. Son ocho relatos. El primero se in titula "El amor por la mañana". Un incidente en sí mismo banal —un su

til de "Jazmines y mezquindades." Lo simbólico desempeña, pues, un papel importante.

puesto "delito"— da pie a una cons

fantasías de los parques", donde la

ción de ambientes. Esto se puede ver

"Exigimos la muerte", donde la re presentación (posible) de un ritual funerario serviría para conjurar sen

timientos de culpa en el grupo de artistas y pseudo artistas que se reú

nes a los otros semejantes y fragmen

"Ciclo del monje y la estampa" re vela un hambre de libertad integra-

tos de monólogo interior, todo, natu

dora de la vida individual. La figura

dos dramas —el de Lady Macbeth, el

ralmente, en primera persona. Parece

del monje rebelde se iergue con fuer

de la muerte trágica de Silvio— se jue

tener cierto carácter cíclico, aunque el principio de la narración se estira un poco. La lógica de la explicación del presunto delincuente (Aníbal) se desliza por los intersticios de sus mo

tes contornos. Sus acciones resaltan

en imágines proyectivas con unidad de sentido. La problemática plantea da —libertad, identidad, integridadevoca en el lector reacciones profun

ga, pero hay un tercero develado por la narración misma. Culpa, oportu Estos deben, además, hacer frente al

das. La cadena de sucesos se muerde

reto del tiempo y su respuesta es falsa

trucción donde se alternan declarado,

vimientos psíquicos. La técnica del "récit" confesional es esquemática.

"Ciclo del monje y la estampa" —una de las mejores narraciones — es como entrejuego de espejos o tal vez vasos comunicantes. Se alterna la

enunciación en tercera persona con

la cola y el tiempo queda anulado, generando la posibilidad de la repeti ción que es eterna presentación de

los mismos problemas y nacimiento

nen en el café teatro. Ninguno de los

nidades perdidas, proyectos decapita dos, gi-avitan sobre los participantes. —lo engañan con música. Drama tal vez de la autenticidad. La muerte de

Silvio desharía los nudos. Habría una

imagen precisa contra la cual luchar,

de nuevos.

un

"Jazmines y mezquindades" está muy bien ejecutada. Casi me atreve

voluntades. Aquí, la necesidad de la inmolación se frustra pero se cumple

acontecimiento

cristalizador

de

la de primera. Lo claro se reúne con

ría a hablar de virtuosismo. Es un

en "Las flores del sacrificio". Igual

lo misterioso. Podría pensarse que el relato de las hazañas del monje de la

"récit" más pleno que "El amor por

que en esa narración, el verdadero

la mañana". La configuración del

protesta, quemador de bulas (¿Lute-

sujeto de este "récit" es el grupo.

misterio no está tan bien articulada

ro?), es obra del otro monje o sacer

como en "Ciclo del monje y la estam pa", puesto que nos sospechamos que

dote, su secreto admirador; la estam

Como "Exigimos la muerte", "Vie jas fantasías de los parques" es un

el hablante en la narración es el autor

relato de atmósfera. Se produce, sin embargo, un suceso banal: a Ceferi-

cultura), cuya ejemplaridad es luz de los hombres, y un movimiento que va hacia aquél desde el centro existen-

de los actos de sabotaje. Una serie de accidentes inexplicables marcan

el progresivo deterioro de un orden radicalmente malo, el de la embaja

queño aumento de salario. La estruc

cial de su admirador. Este busca la

da, imagen del Establish^nent. La em

esotéricas implicaciones. Los miembros del grupo flotan como moléculas en

pa. Hay un movimiento que viene del monje libertador (héroe mítico de la

uo, el periodista, le conceden un pe

tura del ritual aparece de nuevo con

clave trascendente en la estampa, la

bajada y sus jardines son análogos

pista de su posible liberación. Apare

con el café cantante de "Cordial ma

el vacío o tal vez como asteroides

ce el tema de la ceremonia o ritual

gia enemiga" y con el ídolo decaden

cuyas órbitas se intersectan implaca

que, veremos, insiste en otras narra ciones. En ésta, se puede discernir en tres planos: (1) liturgia del oficio religioso, (2) quema de bulas en el

más López Ramírez introduce aquí la idea de un tiempo ritual o mágico

pórtico de la iglesia, y, (3) quema de

te de "Las flores del sacrificio." To

y quizás el prototipo sea el relato de las diez plagas de Egipto, en Exodo

blemente. Combaten su malatse con

actividades insensatas: la historia, las

|jali/as a Jidia, la teoría de la falsa locura, que cimentan, sin embargo, al grupo. El absurdo está aquí engen-


drado por una sociedad al garete. Se trata de una versión, del relato del

mejanza con "Cielo del monje y la

taca aquí el aspecto ritual de la ma

estampa". La utilización de numera

gia pues el arte mágico posee estruc turas definidas que exigen una repe tición puntillosa. El mago es un actor que si no ejecuta impecablemente su actuación no puede encarnar su per sonaje. Tal vez haya en ésto símbolos valederos también para el arte. Me parece acertado el título del libro puesto que todos los relatos, con excepción posiblemente del primero,

Génesis marcada onr el sello de la

les mágicos, como eh "Jazmines y mez

esterilidad.

quindades" y "Viejas fantasías de los

Un grupo de homosexuales en "Las flores del sacrificio" ejecuta a su ído

lo. Se justifica la hecatombe por un anhelo de perfección. Los fieles no pueden resistir el espectáculo del de terioro del ídolo. Las flores inasibles

que llueven después del asesinato su gieren la recuperación de una felici

dad perdida: la fijación permanente

parques", apunta hacia la aniquili-

ción del tiempo de los relojes para ser suplantado no por la duración vital sino por una intemporalidad basada en acontecimientos claves, los hitos del conflicto. Se insinúa la téc

nica del entrejuego de espejos. Tomás López Ramírez ha logrado expresar con gran eficacia la insoportable an

están montados en el conflicto erttre

da, como "Vivir en la chimenea",

la búsqueda por el hombre de la uni dad de lo natural y lo sobrenatural y un mundo desdivinizado. Esa uni dad se da en la magia. El -hombre moderno, parece decirnos, Tomás Ló

en ella. Como en "Viejas fantasías de

recoge una vez más el tema del sui cidio, variante del de la inmolación.

unidad. La necesita para integrar su

los parques el grupo está compuesto por hombres unidos por ciertas prác

esposa —o piensa matarla. "Mago"

propia existencia, para dotarla de sentido. En la pérdida de la identidad

de ciertos valores. El crimen se come

te en medio de una marcha de pro testa en Broadway. El autor del "ré-

cit no nos dice el motivo de la mar

cha. Los homosexuales la aprovechan pero no están realijiente participando

ticas. Aparecen desconectados de una

conciencia de los problemas sociales

de nuestro tiempo. Dan la impresión

de un grupo hermético, de una fra ternidad misteriosa. Por medio del

gustia de la pérdidá de la identidad. "Cordial magia enemiga", la narra ción final, admirablemente integra

El protagonista mata, además, a su venido a menos en un mundo donde

se revela la falla metafísica de un yo

la magia se ha convertido en espec

que no encuentra apoyatura en ser

táculo de café cantante para burgue ses aburridos, el protagonista intenta,

si la magia puede remediar esa falla

como el grupo de "Las flores del sa

o si se trata de otra falsa salida.

deicidio aseguran la indestructibili dad del dios. De esta manera también buscan su propia inmortalidad. El re

crificio" y el de "Exigimos la muer

lato está muy bien construido y el maravilloso final es estéticamente muy

realidad la que lo mueve. Ya la gran

persuasivo.

^

Vivir en la chimenea es la narra

ción alucinante de un hombre que se suicida, luego de penosa búsqueda de su identidad. El hombre obvia

mente ha enloquecido. Cree vivir en

te", recuperar un momento dé per fección. Es una sed metafísica de suerte que le ha enviado su maestro

Sung-Ling, mago del Barrio Chino no es nada para ese otro mundo caído

de la sociedad industrial, sino un sa

ber único, de difícil acceso, espectácu lo interno que delimita un espacio para la transfiguración gloriosa. La

una chimenea desde donde, retroce

recuperación de la autentisidad debe

diendo en el tiempo, se representa

el valor de introducir en el mundo

escenas de un pasado abolido. El es

probablemente el niño, único ser que puede verlo en la chimenea. No im

porta que sus visiones posean un va lor literalmente biográfico; son ma

neras de vivir su drama. Escenas que

pueden repetirse cíclicamente, cons tituyen la secuencia esencial. Hay se

pez Ramírez, sufre la nostalgia de esa

pagarse al costo de la vida pero tiene

caído un resquicio de salvación. En este relato confesional,.como en "Ci

alguno. Pero la pregunta queda de

Visto por otro lado, la prosatde es tas narraciones delata un autor de cuidadosa formación literaria. En lo

que sospechamos son extensas lectu

ras, quizá sobresalgan las influencias de Borges, Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez, Faulkner y Kafka. Un sentido acucioso de disciplina pre

valece, pero que no suprime la espon. taneidad. El impulso creador está

siempre presente pero bajo un vi^or controlado. Cordial magia enemiga es un comienzo excelente. Por lo mis

mo, implica un compromiso de supe ración para toda obra del futuro.

clo del monje y la estampa" y en "Exigimos la muerte", los hombres

josé emilio gonzález

hacen frente a la tarea de rescatar su condición humana de los asaltos aniquilantes de un mundo desustan-

Río Piedras, Puerto Rico

cializado y castrado. También se des

a .8 de octubre de 1972


[51)

Es lainentable el hecho de que en Puerto Rico, a través de toda su historia socio-política, la labor de un sector sumamente valioso de la sociedad haya pasado desapercibida o en otros momentos haya sido relegada a un plano secun dario de menor importancia. Nos referimos al sector de los escritores. Veamos

este hecho en relación con los tres grandes momentos de la lucha por la liberación de nuestro pueblol, el Grito de Lares (1868)^, el movimiento nacio

nalista (1936-65), y el periodo de la nueva lucha por la independencia (1959 en adelante).

Decimos sin temor a equivocarnos que el concepto de "nacionalidad puer torriqueña" alcanza verdadera concreción a partir del 1868 en que se manifiesta esta verdad con la gloriosa gesta de los patriotas puertorriqueños en Lares. Por ende, de aquí en -adelante podemos utilizar el término "literatura puertorrique ña" aunque sea discutible la puertorriqueñidad de tal literatura en estos mo mentos.

Comienza a gestarse la literatura puertorriqueña bajo la total influencia del romanticis7no, ya agonizante en Europa, y especialmente en España. De los románticos se , heredan dos factores cardinales que posteriormente han de ir conformando el espíritu literario: el subjetivismo y la rebeldía del individuo Debido a las circunstancias, a una falta de plena identificación con los valore nacionales, el subjetivismo ha sido la nota más común hasta mediados del siglo XX y a pesar del régimen altamente represivo, no se ha perdido la nota fuerte de la rebeldía que en los momentos actuales es el tono principal de toda la crea ción literaria en la isla.

Así tenemos escritores rebeldes de la talla de Eugenio María de Hostos,

Alejandro Tapia y Rivera, José Gualberto Padilla, fosé de Diego y otros en cuyos escritos latió en primer plano la lucha por nuestra independencia, pero cuyos esfuerzos fueron prácticamente estériles por haberse lanzado en tonos individua listas y esparcidos los irnos de los otros del objetivo cardinal. La lucha política se canalizaba por un lado, y la literatura, aunque entregada a_£sta en forma senti mental, marchaba por otro camino: el camino del subjetivismo, del endiosa

miento del intelectual, del arte por el arte, del ensueñismo. Continúa nuestro quehacer literario más o menos por esta ruta y caemos en el período postmoder nista (1913 48) que es el período de los ismos. Este es un momento de una intensa

y fructífera actividad literaria. En (1925 se funda el noísmo por Vicente Géigel Polanco, Samuel R. Qiiiñones y E^nilio Delgado quienes agregaron a sus mani festaciones literarias su oposición al sistema socio-político. Más adelante el

atalayismo (1928) fundado por Graciany Miranda, Clemente Soto Vélez, Alfredo Margenat y Fernando González Alberti, ha de dar su apoyo y militancia al movi

miento nacionalista aunque no menciona entre sus postulados la adhesión y necesidad de integrar el arte y los artistas en la lucha por la independencia nacio nal. Otros escritores coiitempoiáneos lo eran los del grupo meñique capitaneado por Manrique Cabrera, además Margot Arce de Vázquez, Jorge Luis Porras

Cruz, Juan Juarbe Juarbe y otros de conocida filiación patriótica. Luego surge en 1941 el integralismo,, un invimiento de afirmación puertorriqueña y de los valores hispánicos en respuesta al "agudo tnecanicismo de la época, representado en un industrialismo materialista de tipo norteamericano implantado en la isla". Sigue, pues, la creación literaria de nuestros escritores rebeldes intentando asestar algún golpe duro o minar las influencias de la norteamericanización.


recordemos a Pedreira sirviendo como poderoso muro de contención sin que los movimientos separatistas y de liberación incorporen en su política todo este poderoso caudal intelectual salvo algunos casos de mera coincidencia y decisión

personal de los autores. Tenemos que aquellos escritores que han participado

directamente en el quehacer político de nuestra liberación nacional lo han hecho por su férrea voluntad de lucha, por su disposición al sacrificio y por su clara conciencia puertorriqueña. No es hasta la década del 1960-1970 en que los escri tores, artistas e intelectuales conscientes de este hecho, comienzan a preocuparse

por esta situación y han puesto sus escritos al servicio de las necesidades del pueblo, intentando cambiar la dirección de la veleta. No es necesario enumerar

nombres ni obras puesto que todos nos son conocidos y se encuentran aquí reu nidos, más o menos, intentando buscar soluciones y nuevos cursos a nuestra literatura nacional.

La situación en el momento actual

Aunque se han visto leves mejorías en esta difícil situación histórica, el panorama no es muy alagador que digamos. El imperialismo, consciente de la importancia y fuerza de los intelectuales que a partir del período nacionalista han puesto en su mayoría sus escritos al servicio de la patria, no han cejado en su intento de despuertorriqueñizar a Puerto Rico creando un bloqueo cultural hacia el resto de Hispanoamérica, para así seguir el proceso de asimilación de nuestro pueblo. A tan grave situación se le une otro bloqueo más, el interno,

impidiendo mediante el alto costo de vida la publicación de los escritos más recientes de la isla, obligando a los escritores a publicar sus obras a tan alto costo y sin garantía de que se diseminen fuera de la isla o dejar sus obras inéditas hasta la muerte cuando, algún buen samariíano en pos de lucro la haga pública. A todo esto se le sigue agregando la dejadez e indiferencia de los movimientos de liberación nacional hacia los-escritores y artistas, y ni hablar del Departamento de "Destrucción Pública", agencia yanquizante, que mantiene en el anonimato nuestra verdadera tradición cultural. Como verán, para salvar estos escollos, hay que realizar una titánica labor y es a nosotros a quien nos corresponde la mayor parte. ¿i

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Algunas necesidades inmedmtas

primer lugar hay que romper definitivamente con la práctica errónea

del aislamiento del intelectual de nuestra causa común que se ha venido practi rnr,n-, n,

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durante más de n siglo en nuestra trayectoria político-literaria. habilidad de todas las u organizaciones independentistas el incorporar Esel responmayor núrnero de intelectuales y artistas que estén en la disposición! de luchar contra

imperialismo siempre que sean leales sin importar su condición de clase. A lodos estos intelectuales y artistas hay que proveerlos de una intensa educación

política y socialista para el mejor conocimiento de las realidades históricas de

riuestro pueblo de modo que su a-te responda a identificarse con las masas trabajfidoras y así atar con lazos indivisibles tanto a los intelectuales como a las masas l^'fbajadoras para la estructuración del socialismo. En segundo término hay que convertir el sector de verdadero poder y fuerza catalizadora en la lucha. La agrupación o unión de todo este valioso sector es


& necesaria para que eji un trabajo conjunto se vaya realizando una literatura nacional que responda a las necesidades de nuestro esclavo pueblo. Esto es una

labor revolucionaria y es importante que los movimientos de liberación asi lo entiendan. Por otro lado, los intelectuales y artistas ya capacitados ideológica mente deben olvidarse de realizar sus trabajos a base de "modismo^' literarios extranjerizantes y canalizar sus esfuerzos en ayudar a la evolución de la literatura utilizando los medios, los sacrificios y las luchas populares, salvando claro está,

a la literatura de todo anquilosamiento. No se debe olvidar en ningún momento que el aspecto formal o estilístico de la obra por si solo no sustituye la buena obra. Dejar descansar en estos aspectos una obra puede significar una disposición

burguesa perjudicial al desarrollo efectivo y congruente de nuestros propósitos, además de ser poco apropiada para la concientización de nuestro pueblo. No se trata, pues, de crear un arte por el arte mismo. En tercer instancia, es improrro

gable la ruptura del bloqueo cultural tanto interno como externo. Para lograr este propósito es necesario que los artistas e intelectuales ya organizados desple guemos esfuerzos hacia la creación de un organismo de base cooperativista que garantice la publicación a bajo costo de las obras para que asi el lector promedio y el pueblo en general puedan tener mayor acceso a nuestra producción literaria. En otras palabras, se trata de saturar el mercado local con obras puertorriqueñas de actualidad, se trata de colectivizar nuestra literatura haciendo una intensa

labor de reinvindicación de nuestros escritores y ubicarlos en su verdadero lugar histórico y en su justa perspectiva entre otros a Eugenio María de Hostos, Pachin Marín, Oliver Frau, Hugo Margenat y otros. Tenemos la imperiosa necesidad de estrechar fuertes lazos de intercambio

cultural con los demás países hispanoamericanos, hermanos en el dolor y en el sacrificio, especialmente con nuestra gloriosa Cuba y con nuestra atormentada República Dominicana para conseguir, al menos en el campo cultural, el ideal antillano que sustentaran nuestros patricios de Hostos, Betances, Albizu, y el glorioso Martí. Esto es una obra revolucionaria y un grande y efectivo golpe contra el imperialismo y sus alcahuetes. Otra de nuestras necesidades inmediatas es la de "proletarizar" nuestro

arte. Quiere esto decir que hay que desmitificar el arte y al artista, que a fin de cuentas son obreros también explotados en la colonia. Hay que intentar por

todos los medios posibles de llevar nuestro arte al pueblo, tan falto de sano y educativo entretenimiento. Aquí los compañeros del arte dramático nos llevan la delantera, aunque sus actividades adolecen de grandes fallas, que analizare-

rrios en futuras ocasiones y que esperamos sean corregidas. Como decíamos, hay que desmetropolitarizar el arte y llevarlo allí, donde hay verdadera sed artística.

Como ven, el problema es grande y requiere inmensos sacrificios y el des pliegue de nuestras fuerzas para la consecución de este propósito. No hay cabida,

en estos momentos, para el anarquismo ni el heroísmo individualista. Nuestra labor ha de ser sistemática y programada con precisión hacia la victoria defi nitiva.

Nosotros, el Grupo Palestra, esperamos que este congreso literario llamado

"Encontronazo de Poesía" sirva de estímulo a todos los escritores presentes y que los logros alcanzados del mismo nos permita graduarnos como dijera el Ché Guevara "de la más alta gradación del hombre, de revolucionarios". Muchas

gracias.


rano.

SUPERHOMBRES!

¡ABAJO LOS LITERATOS

APOLITICOS!

Lenín

¡ABAJO LOS LITERATOS

sía, la puerta hay que abrirla, no es fácil. Hay que coger el camino rojo de la emancipación total Hay que tomar el poder revolucionario y lite-

sin explotación, sin pillaje e hipocre

manuales académicos, la puerta está abierta, es cómodo pasar por ella. Si el objetivo es crear un mundo nuevo,

cuando toca enjuiciar a estas especies. Si lo que se interesa es aparecer en

modalidad. La historia es despiadada

mos "poetas" representativos de esta

aunque aún andan por ahi muchísu

bardean a los niños, que nacen para ser felices. La época de las torres de marfil se está derrumbando hoy día,

tan bárbaros que todos los días bom- \

gre, hambre y sacrificio. Mientras exis

las manos del pueblo se lavan con san

El poeta honesto no puede lavarse las manos con agua de lirios, mientras


Una vez más nos toca replantear, más que plantear, la posición del poe ta y la poesía dentro del ambiente que los rodea. Bueno es recordar que dicha posición ha sido expuesta en los edito

riales de la Revista Guajana y en otros trabajos en prosa aparecidos en la mis ma, así como en nuestra poesía, claro

está. El apoyo y los detractores siem pre los hemos tenido. El apoyo ha venido de aquellas personas verdade ramente libres que han visto nuestra poesía fuera de la tradicional hipo cresía y del falso pudor que campean en la colonia. Los detractores han sido

los de siempre: los que piensan que el poeta es un'dtos y hacen suyo el dicho de que "la poesía es una casta donce lla", mientras utilizan esta doncella

para prostituirla en concursos y en comercios literarios con casas editoras.

meramente palabras de tres letras. Y entre esos hombres están los poetas,

lo que se han identificado en la lucha abierta contra la opresión y la agre sión, bien sea política, económica o cultural.

El poeta honesto no puede lavarse las manos con agua de lirios, mientras las jnanos del pueblo se lavan con san gre, hambre y sacrificio. Mientras exis tan bárbaros que todos los días bom bardean a los niños, que nacen para ser felices. La época de las torres de marfil se está derrumbando hoy día. aunque aún andan por ahí muchísi mos "poetas" representativos de esta

modalidad. La historia es despiadada cuando toca enjuiciar a estas especies.

Si lo que se interesa es aparecer en manuales académicos, la puerta está abierta, es cómodo pasar por ella. Si el objetivo es crear un mundo nuevo,

Lo que hemos pensado de tales o cuales personas, se encuentra en los mencionados editoriales de Guajana.

sin explotación, sin pillaje e hipocre

No vamos a repetirlo aquí. Nos inte resa mejor el poeta como hombre que lucha y la poesía como instrumento eficaz de esa lucha. El poeta como obrero de la literatura y como cons tructor que se integra al proceso revo

tomar el poder revolucionario y lite

lucionario de cambiar la vida. Nos

interesa que todos sepan que vemos al poeta como parte viva del pueblo,

sía, la puerta hay que abrirla, no es fácil. Hay que coger el camino rojo de la emancipación total. Hay que rario.

¿Qué se le va a acusar de ser muy

políticol ¿Y qué? No es malo ser polí tico, sí politiquero. Después de todo, ¿quién ha dado o creado una defini

como soldado de fila en la creación de

ción de lo que es exactamente litera tura o poesía para decir si una poesía

una mejor humanidad y como guía

es muy política o no? Son excusas.

de una poseía verdaderamente intere

Temores de gente, artistas, poetas,hitelectuales y académicos conserva

sada en integrarse con la gente, para que la vivan y la hagan suya y no

dores, que no van ni ven más allá de

para que vaya a parar al museo de los

aquello de que el arte expresa lo bello.

manuales literarios. El poeta no es un pequeño dios. Lo que queda es el hombre luchando diariamente contra las injusticias y contra la barbarie im perialista para forjar un mundo don

de las palabras paz y pan no sean

¿No hay suficiente belleza en la lucha de un pueblo por" dejar atrás un inun do de cavernícolas que se han dedi cado a hacer del asesinato lo contrario del arte?

abril, 22, 1972


(56J

RAZON Y SER DE LA POESIA

PUERTORRIQUEÑA(SIGLO XX )

(XX OTois) VNBfióiyyoiiiand como de sus comentadores— ante el

VIS30d VI 30

^3S A NOZVíl

esfuerzo creador.

Estas razones han llevado a que, los primeros, adopten las actitudes y las posiciones más absurdas —hay quien

sin el menor reparo se ha autotitulado "genio", "descubridor", "innovador",

"único" y otros motes de la más desa

gradable estirpe—, y, a los segundos, I. Consideraciones generales en torno a la actual poesía puertorriqueña 1. Aproximaciones. El estudio de

frible. Obviamente, no han faltado

mos catorce años (1958-1972), a partir de Mundo abierto de Hugo Margenat,

quienes —con uno u otro magisteriocontribuyeron a la forjación de una poesía y de una critica literaria más justa entre los jóvenes.

teresantes a que se enfrenta la crítica

de este momento. En primer lugar,

2. Especificaciones. La primera di

por la cercanía cronológica y senti mental a un proceso poético-político

ficultad ya mencionada —la falta de

que, por un lado, limita las posibili

do ante el hecho de la tremenda crisis

dades analíticas —especialmente a los

colonial que consume al sistema y que acentúa el continuo rezago cultural

jóvenes escritores—, dada la reducida

distancia entre la plasmación literaria y el intento valorizador (tarea que ftj

o

o

CL,

sivamente político hasta el mamarra cho anárquico-confusionista más insu

la poesía puertorriqueña de los últi es una de las tareas más arduas e in

05

les han permitido decir todo lo que ha parecido conveniente en un mo mento dado, desde el dictamen exclu

perspectiva temporal— se ha agudiza

en que se nos ha mantenido con res

en el caso específico de Puerto Rico

pecto a Latinoamérica —al Tercer mundo, en general— y a Europa. Esta

agrava aún más ante el efecto es-

situación afectó tanto la génesis de la

trangulador que en todos los órdenes

de la vida impone el régimen colo

poesía que hoy nos ocupa como los juicios que sobre ella han venido ha

nial), y, por otro lado, mantiene en

ciéndose. Y, con relación a la amalga

cendidos los amiguismos y los chismes

ma de concepciones artísticas en los

personales e ideológicos entre compa

poetas y al embrollo de las ideas ex

ñeros. Y, en segundo lugar, por la diversidad de enfoques y criterios uti.... fizados —tanto de parte de los poetas

gistas y dectractores, podrá compren derse hasta qué grado éstos han sido

puestas por buena parte de sus apolo


157) el producto —como un agravante más a la falta de espacio temporal nece sario para el estudio— de una desme

dida soberbia (rayana en la pedante ría, de la cual se jactan como algo positivo), tanto en los poetas como en

los críticos, que condujo en más de un caso al estancamiento de la crea

ción; de una falta de disciplina en la

expresión poética y ensayística que desemboca en la más insípidas redun dancias, -en ripios y en revesamientos conceptuales y sintácticos: de una la

mentable ignorancia en asuntos espe-

^

Una posición más responsable es aquélla que exige al verdadero poeta

entre otras, nos dice que, por este ata jo, se ha terminado en la mediocridad

revolucionario, por lo menos, la ma

literaria o en la parálisis artística. Creo, pues, innecesario recordar que

lista, de un compromiso anticolonia

no es nada extraordinario figurar co mo poeta dentro de esta concepción

tendiendo siempre que una cosa es la creación artística y otra cosa la acción

nifestación de una conciencia socia

lista y antimperialista en su obra, en

literaria ni es muy juicioso aspirar a

política regular (mítines, marchas,

verdadero escritor revolucionario^ cu yo campo de acción básico será revolu

cionar la literatura (en cualquier ni

etc.), según ya ilustramos con los revo lucionarios escritores. Por supuesto, lo antes dicho no significa que un

vel), que es la esfera de operación de

escritor revolucionario sea exclusiva

todo creador. La literatura, cuando es

mente un escritor. Puede ser —y de

hecho, los hay— un activista político. Como es el caso de Miguel Hernández. cio de las más genuina manifestación

de análisis literario que permite las

auténtica, repercute en las zonas sen sibles del pueblo —en el carácter, en la idiosincracia popular, que es, final mente, la decisiva—, lo que prepara o flexibiliza la conciencia moral y el intelecto para las transformaciones so ciales. Huelga decir que ni la poesía

sartas de enredos a que nos tienen habituados cada vez que se intenta

ni la literatura de ficción de por sí

a secas o con el activista emborrona-

alteran un sistema social (sus institu

dilucidar un asunto, y, lo que más

ciones). Pienso ahora en Darío, Valle-

duele, de la escasez de sensibilidad

jo y Neruda, entre otros. Ninguno

artística en "poetas" y "críticos", res

cambió su sociedad. Cosa distinta es

ponsables bona fide de los emburujos

el revolucionario escritor (Lenin, Mao, Ché y Fidel, por ejemplo), cuyos libros

cíficos de historia literaria (de cultura general, a veces), que obliga a trazar conclusiones descabelladas sobre nues

tra literatura (tendencias, movimien tos, escuelas y figuras) ; de un desco

nocimiento craso de la metodología

líricos y de los mazapanes críticos. 3. Aclaraciones. Valga hacer notar,

van enderezados a reforzar —a servir

a los efectos del caos de sensibilidad

de marco teórico— sus labores políti

y de conceptos imperante entre cier tos poetas y críticos, que aunque la poesía nuestra participa de un signi

se habla de "poeta revolucionario",

ficativo elementos socio-político —aca so su rasgo más notable—, la tendencia

^

incluso en Puerto Rico, a pesar de su estado colonial. La experiencia rusa,

cas. Por eso, cuando en Puerto Rico

rara vez se refieren al artista capaz de señalar nuevas pautas estéticas a la

a confundir poemas con discursos po

literatura. La inmensa mayoría de las ocasiones se ha querido destacar el

líticos y ensayos literarios con monser

carácter radical, sociopolítico, del con

gas "revolucionarias", ha sido la raíz de muchos malos entendidos y en muy poco ha ayudado a la creación poética y a la crítica rigurosa, atenta al decir

tenido son "contenidistas"—; la in

artístico. Por este sendero se ha ido a

parar en el maniqueísmo más esclero so y antidialéctico: el tan despresti giado Realismo Socialista (que algu

tencionalidad política de la obra. Dicho sea de paso, no siempre tan "revolucionaria" —ni artística ni so-

cialmente— como sus propugnadores parecen creer. Obras "revolucionarias" hay que atesoran una longaniza de frases estereotipadas, de clisés estilís

nos de sus cultivadores en la Isla ale

ticos, de ideas jojotas, y, formalmente,

gan desconocer), ya felizmente en vías

están inscritos en el año de las guá-

de su total liquidación en el mundo.

caras.

Lo que redundará en enorme benefi artística, cuando el talento creador es

innegable. Confundir al verdadero artista —milite o no— con el activista

dor, en fin, es lo que resulta intole rable desde el punto de vista de la

literatura. Se es escritor —perdonen la perogrullada— porque se escribe. Se es artista en función de la realización

del arte. Quien no sea capaz de crear poesía, por más revolucionario que sea desde la perspectiva de la militan-

cia política, jamás podrá ser poeta y menísimo poeta revolucionario. Es

decir, un hombre puede ser sólo artis ta; artista y revolucionario simultánea

mente', en ocasiones excepcionales, ar

tista revolucionario y, aún más rara mente, artista revolucionario a la par

con el revolucionario político. De más, está decir que quien sea revoluciona rio exclusivamente está fuera de las categorías antes señaladas.

Consideración aparte merece el tipo de escritor ideológicamente reacciona rio a nivel personal. Si desde la ver tiente política, social o ética el hombre

puede ser un- hijo de puta, eso no im plica de manera alguna que necesa riamente deba ser un mal escritor.


Autores de suma importancia como Balzac, Flaubert y Borges, por ejem plo, han escrito obras definitivas, pese a sus personales limitaciones ideoló gicas o morales. Nadie que esté en su sano juicio niega el valor literario de sus libros. Reparos, sí, pueden hacerse a la conducta individual de estos se

ñores. Sus creaciones son, no obstante,

lo que literariamente llamamos revo lucionarias, porque de una manera significativa trascienden las estreche

ces de sus creadores e imponen pautas a la literatura universal. Por lo tanto, no siempre se puede confundir al au

tor con su "creatura". Estos "hijos",

aunque lleven la marca de sus padres, no son un calco absoluto de sus proge

nitores. No tienen por necesidad que heredar sus defectos o sus virtudes.

Para bien o para mal, una obra puede traicionar" a su autor.

Naturalmente, por el camino de la despreocupación moral, de la ausen cia de responsabilidad social de los autores se cae, sin mucho esfuerzo, en

los llamados bizantinismo's literarios, m cual no es otra cosa que la escritura

tado a la libertad del escritor. Se sien

pontífices de una españolidad estúpi

ten amenazados, coartados, angustia

da al servicio económico del impe

dos, incomprendidos, y, como resulta do, la emprenden campechanamente contra sus opositores. Reclaman la república inconciente del libertinaje como modelo del derecho propio, en un lenguaje nihilista que encubre un profundo desdén por todo esfuerzo

rialismo yanqui. Su función cardinal se disimula con pequeños homenajes

organizado de convivencia comunica

e insulsos reconocimientos ofrecidos a

los vejestorios de la más vil calaña. El escritor —para quienes conside ran a éstos como hombres con un lu

gar y una función que realizar cabal mente— es un partícipe y un testigo de su medio y ha escogido la misión

tiva. Creen en las posturas iconoclas tas como norma y en la retórica de

de decir artísticamente cosas —de co

portiva de la contradicción. Para ellos,

municarse siempre, de ningún modo

todo lo que responda a una disciplina

monologar— sobre el hombre y toda

es sinónimo de "académico". El re lumbrón de lo insólito les resulta com

su circunstancia; real, irreal y fantás

patible con la "vanguardia" que, en muchas ocasiones, no pasa de ser nada más que extravagancia y esnobismo. Son radicalmente románticos en el

peor sentido de la palabra y poca

significación puede tener para ellos la sociedad (sus semejantes en plan de

tica. Luego de descargada esta pri mera parte de la responsabilidad, ya establecido el contacto entre el crea

dor y sus destinatarios, es cuando la más fina sensibilidad humana obliga rá a cada autor a escoger entre la verdad y la mentira, entre la justicia

vida organizada hacia un fin común

y la injusticia, entre la dignidad y la indignidad, entre la libertad y la

de bienestar equitativo) y menos la

esclavitud.

responsabilidad entendida como un

Para los escritores puertorriqueños, que han sufrido vicariamente o en

estado de alerta íntimo, de referencia

centes y la justicia lograda de la con

carne propia casi setenta y cinco años de explotación imperialista yanqui,

la banalidad del maromeo técnico sin

ducta educada. Terminan —qué duda cabe— marginados en sus olimpos, tu nando como Júpiter o entretenidos

reconocer que sólo al lado de la In dependencia política y de la justicia

consideración la función social del es critor. Asunto tan debatido y tan di

eyaculante. Todo lo contrario ocurre a los bea

versamente interpretado.

tos de la moralina y las camisas de

a un deber ineludible.

fuerza de las supercherías socialeras sin ningún propósito socialista. Casi

rriqueña de este siglo hasta Hugo

siempre son los "cívicos" y los presi dentes de las instituciones municipa les, seudolíderes culturales encargados de amañar la sensibilidad popular y

futuros: II. Poesía puertorriqueña:

de regodeos necios en temas y en téc nicas trillados —recalentamientos más o menos estrafalarios—, capaces de en

diosar la insustancialidad expresiva o más ni más. Es aquí donde surge a A los ególatras, acaso los más rui

dosos, poco les importa otra cosa que no sea su propia palabra, sujeta a sus particulares deseos, a sus ansias o a sus necesidades. Será necesario insistir

que, para ellos, todo reclamo ajeno a sus intereses personales (siempre en primera instancia), representa un aten

continua entre los impulsos eferves

en la silenciosa labor del orfebrismo

de servir como barrera de contención a la afirmación nacional de la cultura dinámica, definidora. Son los sumos

no debe ser materia de confusión

económica del Socialismo puede^ el

compromiso artístico responder ética mente a una responsabilidad cierta, El desarrollo de la poesía puerto

Margenat y su posterior desenvolvímiento son materia para dos ensayos

Tiempo y proyección (1913-1957) y III. Poesía puertorriqueña actual (1958-1972). enero-febrero de 1972


(59)

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Vicente ,_


Su papel no es el de un artista revo

lucionario; pero como artista tiene un papel dentro de la revolución. Juan García Ponce

La vanguardia se impondrá como

se impuso por los años 20 al 30 en Europa. No importa que la sociedad nos niegue el trabajo al cual tenemos

derecho, no importa que terminemos en un manicomio por rebeldes, no im porta que se nos intente hacer callar

de mil maneras. Nosotros entende

mos que el mundo de la colonia es altamente absurdo y deshumanizante y por eso hemos decidido lanzar el reto, hemos decidido atacar el absurdo

colonial en sus cojones, aún con el riesgo de pasar por hombres contri dictónos y mal interpretados. Noso

tros entendemos que nuestra poSL

no puede ser una poesía oficblista

régimen yv por se nos persigue aún réJmln Jnr eso'

dentro de los grupos de hquiefTa Sro

curando, sobre todo nuestro silelcTo absoluto. Por eso, nuestra poesía Ze de ser cualquier cosa menos la justi

ficación de un orden podrido y in humano. Entendemos que la villeUa que ejerce la colonia sobre sus artZtas y sobre los obreros es criminal y fe mos levantado la bandera de lavan

guardia para denuncia, para escuTir

para hacer un verso violento, una Le sia que se quede ciega por su propia fuerza, que refleje el infierno qL vive

1er. MANIFIESTO DE LA PRESENCIA OCULTA

¡VIVA LA REVOLUCION, VIVA LA VANGUARDIA!

el hombre colonizado, porque sabe mos, como dice Mauro Muñiz, que escribir es una forma de hacer la revo lución. Nosotros, los vanguardistas de

ahora como los vanguardistas de ayer hemos visto hasta sabernos alucinado

hasta sabernos marginados y por eso cantamos la destrucción que se ha

Ser. MANIFIESTO EN LA lera PERSONA DEL PLURAL


puesto en nuestras manos. Solamente jugándonos la posibilidad de encon trar una puerta que tal vez no exista, es que nos jugamos la carta de la re volución, sabiendo que puede ser una

contrará con ella misma, América se

nos interesa es establecer un prece

encontrará con América, porque en puerto-rico se da la batalla cultural

dente, declarar culpable al silencio que gobierna, al hombre que no se compromete, agrupar las voces que es

to-rico se ha detenido la cultura yan

tán dispuestas a hablar, sacar el escán

guillotina que exija con el tiempo

qui por 74 años y estamos de pie por nuestro inconciente colectivo, por

dalo de las cárceles, de los cemente

nuestro silencio.

Las veces que me he referido al neosurrealismo, no me he referido a una

escuela como muchos han querido ver, sino mas bien señalar una época que se repite por la espiral de la dialéc tica misma hacia el infinito, y no, como muchos se empeñan en creer, una linea recta hacia los espejimos.

más importante de América, en puer

nuestra jaibería, porque ya sabemos

rios, de los manicomios y echarlo por las calles pai'a que nos cuenten su

lo que significamos para Hispanoamé rica y lo que Hispanoamérica signifi ca para nosotros. Porque sabemos que

historia. La historia que la colonia y sus gusanos quieren esconder, la his

hasta ahora los intelectuales y los ar

do en nuestros versos de satanidad.

tistas de América nos habían dado y todavía nos dan la espalda. ¡SOLO

cadentes" estamos de frente al hombre

toria que nosotros le lanzamos al mun

Nosotros los poetas "enajenados y de

CUBA ESTA CON NOSOTROS!Por

feliz de la colonia y sacamos sus valo públicos, de la homosexualidad espi

dose constantemente del hombre vie

eso,- hemos cogido el camino de la rebeldía y por eso hacemos de Penélope o: El Otro Mundo, nuestra trin

ritual del gobierno y las hemos traído

jo. En un proceso de repetirse corri

chera y nuestra casa.

pai'a sentarnos en la comunión de los

giendo procesos paralelos de revolu

Ahora nuestra poesía anda gritando por las calles, nuestra poesía tiene banderas de guerra, está en manos de

santos para decir que la denuncia vale lo que no vale la vida cómoda del una puta, mientras los hippies hacen

tores alabados por la colonia para que

los estudiantes, de los revoluciona rios, de los intelectuales. Tenemos un

transfusiones a los bancos paia la cul

nosotros no los acusemos? ¡Nada! Ra

camino por tomar: salvar al hombre

tura de la Kodak y los Kotex.

tas de cementerios bajo el silencio de los muertos. Revistas que viven de la

dades cerradas a la inteligencia, par tidos del bla-bla-bla. Eso es lo que

nuestro o hacernos cómplice de su asesinato. Otros prefieren refugiarse en el guille de una intelectualidad almidonada por el miedo o prefieren seguir asesinando el diálogo en nues tras posibilidades más íntimas y sola

rechazamos los neosurrealistas o como

mente le abrirán el camino al monó

nos llamen los críticos de aquí a 15 años. Eso es lo que aquí se llama pa

sentido. Nosotros entendemos, como

poetas vanguardistas levantamos la

lo entendían los existencialistas, que hay que darle sentido al mundo, por que el mundo no lo tiene, que hay que darle sentido a la vida, porque

voz a son de manifiesto para pedir la

El hombre será nuevo volviendo otra

vez sobre el hombre mismo, rescatán

ción en revolución.

¿Qué tiene la colonia para hacer feliz al hombre, qué tienen los escri

paz de la colonia, políticos que duer men en aire acondicionados, universi

tria. Esta es la colonia del caos y la persecución! ¡Esos los fariceos de la prensa, los profesores de la cobardía Entonces no pueden decir nada, por que la vanguardia haya tomado el ca

logo por esas calles desiertas y sin

la vida no la tiene, que hay que darle

res de las alcantarillas, de los inodoros

yanqui a la cual Venezuela se da como

Esa es nuestra voz. Así se levanta

nuestra voz corno un campanario que

anuncia la guerra por las torres de ajedrez, así se levanta nuestra voz por

los campos de luna que tiene el sueño, por los campos donde nuestra voz en un caballo-loco que cruza las sombras entre la realidad y la fantasía. Los

libertad de todos los presos naciona listas, de Wilson Cortés y de todos los puertorriqueños presos en las cárceles yanquis. Cualquier puertorriqueño

mino de la rebeldía bajo la bandera de Rimbaud y de la denuncia políti ca, en el camino del comunismo y la anarquía (aunque parezca contradic torio), porque estamos dispuestos a

sentido al arle, porque el arte por sí

preso en ■ Chicago, Nueva York y Los

solo, no lo tiene, pero sin olvidar ja más, que la poesía no es un arte, es

Angeles, no importa su delito, es y será por nuestra propia situación, uri caso político. Esa es nuestra voz estri

No buscamos una justificación para

dente (no importa que esa voz la quie

patear nuestra soledad de pueblo y

7iuestros actos, ni para nuestras metá foras rabiosas, no estamos tratando de

ran considerar de izquierda o la quie

hemos decidido rescatar nuestra hom-

bredad por todos los medios posibles. En puerto-rico la revolución se en

una vida.

evitar el juicio que harán los poetas jóvenes sobre nosotros, porque lo que

ran considerar de ultra-izquierda). Nuestra voz es la voz de un momento,

de una época, nuestra voz es la voz del


NEOSUÍtREALISMO que demanda posiciones: "la independencia del arte por la revolución, la revolución por

fácil de acercarse al lenguaje es el juego. Solamenle cuando el poeta

es palabra, sonido, musicalidad que

la independencia del arte". Porque

"aprende" a jugar como jugaba (o

tinta. Son los juegos los intentos lo

como juega) Alicia en el país de las maravillas, el lenguaje se torna por su propia magia una llave, una puer

temblar por el lenguaje, el golpear las formas heredadas del lenguaje lo

nosotros entendemos, nosotros creemos

que el arte y sobre todo la poesía como bandera de la revolución-cultu

ral, es y será parte integrante de la

revolución político y económica, opón ganse los reaccionarios o el imperalismo yanqui. ¡VIVA LA REVOLUCION

VIVA LA VANGUARDIA!' desde las ciudades

de marzo/72

ta, una ventana por donde se cuela el poeta, que ya se sabe niño de mila gro... y entonces ve. ¡Todo es nuevo!

Ahora el lenguaje es la lámpara de

nos ha de llevar a otra realidad dis

que va a traer la nueva poesía. Es el que nos va a ir revelando el secreto

de la palabra como puentes hacia las cosas.

A ladino que el poeta, frota traviesa mente y juega. ¡He aquí el poema

El lenguaje está lleno de secretos, la poesía tiene moteles por el riesgo

revolucionario, he aquí el poder de la vanguardia! ¡He aquí el poder de la poesía carga de emoción, cargada de ritmo, de metáforas, de magia! Es

La gran aventura del poeta en mover las fronteras de la realidad, de la otra

mismo en donde se nos descubre por

los pasadizos al amor, a la aventura.

la poesía que en muchas ocaciones se

realidad que se barajea por las costum

Ser. MANIFIESTO EN LA

ha tratado de tildar como poesía de la decadencia, porque esta participe de

la realidad y la fantasía o que el tiem

lera PERSONA DEL PLURAL

nuestra decandencia política, econó

Estoy arriesgando mi vida por mi obra

que se corre el riesgo de los epítetos

y mt razón esta arruinada a medias.

de decadencia por traer reflejada en

Iván Silén

Vicente van Gogh Creo que "poesía revolucionaria" y poesía de vanguardia para mí signi fica exactamente lo mismo. No creo que el termino de "poesía revolucin nana tenga que estar completamente

ligado a la realidad política, poraue como he comentado infinidad de ve ces tan revolucionario puede ser un

poema sobre el amor como un poema sobre la política. Creo que una délas cosas que me ha llevado a esta con

clusión es el haber descubierto que el lenguaje es mágico. Que con el mismo lenguaje que se pide la cabeza de un poeta, se puede crear un poema revo lucionario desde las mismas entrañas maravillosas del verso.

El lenguaje es un universo que tiene

sus propias galaxias, un universo que se abre en espiral por su propia fuer za: el misterio. Creo que la forma más

mica, social y religiosa. Es la poesía cada verso la sociedad que vivimos, pero internamente vigorosa, interna mente terrible con sus primeras ban derillas de metáforas. Es la poesía que al ser reflejo de una sociedad acorra

lada, al hacer eco de una sociedad prerevolucionaria presenta la crisis de una poesía que comienza con Hugo Margenat llega a su climax con Gua-

jana, enferma en Mester y muere defi nitivamente en Palestra.

Desde Mundo Abierto al Pájaro-loco

(para tomar el libro que fue bandera de la poesía política y para tomar mi libro que presenta la crisis), hay una verdadera decadencia dentro de la

poesía. Decadencia que asoma sobre todo en su temática, en la falta de

experimentación y búsqueda. Entender que la vanguardia es da

ñina o pequeña burguesa porque plan tea la importancia en el manejo del

lenguaje y no en una temática deter minada por un ideal político, es olvi dar que por encima de todo la poesía

bre con ésta, de la misma forma que

po y ta distancia se nos mezclan. La realidad se transforma por la magia de la poesía o la poesía se trans

forma por la magia de la realidad y en el medio, como un gran colador,

como un gran radal: el poeta. Pero lo horrible del problema es que muchas veces el poeta se niega a dejar pasar lo maravilloso por la concepción dog mática que se tiene del mundo.

Lo espiritual está haciendo gritería ante la puerta del lenguaje, pero los poetas se niegan a regar con el mis terio de la naturaleza, de las cosas,

de los hombres. La realidad no es lo

que aparenta ser, porque la realidad del mundo está escondida, está espe

rando el juego por la destrucción mis

ma del poeta, porque no podemos negar el riesgo de los manicomios en el juego, del fracaso, de las drogas cuando esa presencia irrumpa por

nuestra propia búsqueda, cuando la visión se nos torne alucinante por la

puerta de la incomprensión. La aven

tura que propongo muy bien nos pue de costar la cabeza, el desprecio, la desconfianza de los más lentos, pero también la entrada definitiva a esa


Voí;

realidad que clama en celo por un amante terrible.

Claro, lo que- hasta aquí (puerto rico) se conoce como "poesía revolu

cionaria" es un tipo de poesía panfletaria, un tipo de poesía que está por una ideología política, en otras pala bras, una poesía enmarcada y limitada

por la presencia terrible de un ideal. Este tipo de poesía tiende a encasillar al poeta, lo torna serio y no le permi te ver, como en el caso del religioso,

nada que esté fuera de su fe. Esto lo va a llevar a asumir posiciones ilusio nista, no sólo de él, sino del hombre

tar, como paia poder jugar aún con valores y símbolos tradicionales y

arraigados. Por ejemplo, si un poeta comunista o no comunista, la empren diera contra conceptos tan burgueses como la santificación de la patria, la madie o dios, casi todos pondrían el

otra) y no se at7~eve, por estar atado ideológicamente, tocar el cadáver de la moral y de las cosas prohibidas, de

marxistas más ortodoxos olvidan que

los tabúes sociales, de los tótem psico

la patria no vale por la patria misma, sino para poder realizar un mundo sin clases; y que detrás de cada madre siempre ha habido una mujer y que

lógicos. Todo esto lo revuelve el poeta vanguardista. El poeta tianguardista es un niño que le gusta jugar por los cementeiios de la pequeña burguesía,

dios no es, sino la mejor forma que el

aunque oiga todos los días el "regaño" de que es un decadente, de que es un anarquista, de que es un rabioso, de que es un estridente. Pero, ¿qué puede hacer la abuela zapatona con un niño esquizofrénico de alegría? ¡Fusilarlo

hombre ha conseguido de idealizarse

inco7iformidad y poco-a-poco se va a ir convirtiendo en el político, en el

poesía de vanguardia, esa es la "fun

a sí mismo. Esa es la "función" de la

dogmático, en el evangelista de la poe

ción" del poeta revolucionario, sacar

sía. Claro, en el caso de puerto rico,

a la luz todas las mentiras que vive su sociedad, bero teniendo en cuenta no inve7ita7'se otras, porque el poeta

tiene que ser U7i tema constante, pero no para convertir la poesía en una t7'ibuna, sino para hacer de la política

siempre será un aventurero, un niño travieso que exagera afirmando su verdad, "enajenándose" por su propia

otro monstruo más, otra preocupación de valor estético que nos pueda servir como ha servido la rosa por genera

alegría o por su propio dolor. Aquí el poeta ya es un enemigo, es

ciones.

un subversivo. Es la enemistad que existe entre el niño que juega for

Solamente la poesía de vanguardia le va a facilitar al poeta la suficiente libertad como para poder experimen

enemigo de lo que es, por lo que debe ser. Esto es lo que no puede hacer el "poeta revolucionario" en la forma reaccionaria, porque solamente pide un cambio político (una sociedad por

grito en el cielo, porque casi todos participan de la mentira. Aún los

que lo rodea. Lo va hacer perder su

yo entiendo que el tema de la política

se hace enemigo del orden, se hace

mando muñequitos por el barro y el padre (los valores) que lo reprende.

El poeta cuando se hace vanguardista

como fusilaron a Lorca, acorralarlo contra el suicidio como a Essenin, in ternarlo en

un

maniconio como a

Pound? La sociedad puede hacer eso una y mil veces, pero no podrá elimi nar a esos vigilantes del no orden, a esa raza "dañina" que son los poetas, porque la locura tiene un orden que

el poeta seguirá organizando. Iván Silén


salino Qiovsoii

'j)

ROSARIO QUILES Ct9)


En su ensayo, ÉL- PROCESO DE

EA LITERATURA (Siete ensayos de interpretación de la realidad Peruajia, Editorial Universitaria, S.A., San

tiago de Chile, 1955), José Carlos Mariategui nos adelanta una teoría en torno al proceso de la literatura de la

República del Perú. Nos dice que en

rechazar los lastros colonialistas y al canzar una personalidad en la cultu ra. Esta es la conclusión más impor tante de una idea nacida en el Perú.

La teoría del proceso de la litera tura implica tres etapas, que según Mariategui, corresponden a tres etapas políticas, a mencionar: la que surge

este proceso se pueden distinguir, ci tamos: "tres periodos: un período co

en un país que atraviesa un vasallaje político, luego la que le prosigue

lonial, un período cosmopolita, un período nacional. Durante el primer

cuando se ha obtenido la indepen

da política y la última corresponde

de la literatura puertorriqueña de in mediato cabe apuntar que nuestra historia ha provocado una situación diferente. Cuando los pueblos hispa noamericanos consiguieron transfor marse en repúblicas independientes de España, Puerto Rico no tenía litera

tura. Existía literatura española en Puerto Rico, que posteriormente con tinuó siendo literatura colonial y colo

nialista. Para finales del siglo pasado tanto la literatura hispanoamericana como la puertorriqueña reveló una

período un pueblo, literariamente, no

al ciclo de literatura durante el perío

es sino una colonia, una dependencia de otro. Durante el segundo período,

do de la completa liberación. Adelan

influencia de otra literatura extran

tamos que nuestra literatura hace ex

jera. El llamado galicismo mental de

asÍ7nila simultáneamente elementos

cepción a este esquema, como veremos

Rubén Darío maravilló a los europeos

de diversas literaturas extran.jeras. En el tercero, alcanza una expresión bien

posteriormente. Por último Mariate gui apunta que sólo en el pasado se

que paternalistamente hallaban un gran valor en la obra tan "modernis

modulada su propia personalidad y

halla la clave de una literatura nacio

ta (comillas nuestras) del escritor

su propio sentimiento".

nal.

americano que no conocía a Francia. El Modernismo ha sido revalorizado

En torno a esta idea se puede, líci tamente, hacer algunas observaciones. La teoría que surge en referencia a

la realidad literaria de Perú puede extenderse a las repúblicas hispano

americanas siempre y cuando se adap

Resulta conveniente que nos cir cunscribamos al proceso de la litera

tura y no al de la cultura pai'a efectos de este escrito. El primer período, el

de la colonia o colonialista, responde a un sustrato político y económico de

para demostrar que no fue una ten

dencia excluyentemente afrancesada, sino un movimiento que inició una etapa en la literatwa hispanoameri cana cuyo origen y análisis no recaen

en la literatura europea. El Moder

ten a su ajustada historia nacional. E igualmente tendría validez para el

los descendientes de los encomenda-

dores y oidores del Virreinato, para

nismo, de todos modos, fue el primer

enarco de referencia histórica de Puer

los cuales, citamos, "nada era más

paso significativo en la cultura ame

to Rico. Por otro lado, es una teoría

secuencias en la literatura del ex-im-

.sible adopción para examinar las cul

natural, por consiguiente, que la sere nata bajo sus balcones". El segundo período se caracteriza por la presencia

turas nacionales hispanoamericanas y

de otras literaturas dentro de la lite-

genio de Darío no contradice una

del proceso literario pero de muy plau-

ricana que provocó influencias y con

perio. El esteticismo que revela el

del Tercer Mundo. Nos parece razo

ratura de un pueblo que asume moda

nable porque responde a una acertada

lidades de la literatura inteimacional

proyección integral americana inicia da por el Maestro José Martí. Así tuvo

interpretación del fenómeno colonial

sin apenas superarlas. Por último, el

la fortuna de vincular las literaturas

y, claro, en cuanto se trata de colonia lismo Puerto Rico tiene una posición ejemplarísima. En este sentido pensa mos que está viciada la clásica inter pretación sobre la cultura hispanoame ricana que responde a criterios de los países imperialistas y rio al criterio particular de las pi'opias culturas his

ciclo nacional o autóctono que corres

panoamericanas y del Tercer Mundo. Estas responden a un desarrollo inte

gral y la orientación que pretende

ponde a una conciencia política de liberación en todos los órdenes de la

cultura. Procede de unas raíces pro fundas que emana de una tendencia unitaria e integrada y cuya obra es

causa y consecuencia de su liberación. Es, en fin, proyección de valores del

típico espíritu nacional y afluyente de la nueva cultura.

Cuando esta teoría se adopta como

marco ideológico para el juicio crítico

hispanoamericanas frente al inminen

te azote impei'ialista norteamericano,

por lo menos, para ser conservador, en lo que a Puerto Rico se refiere.

Pero el caso fue que desde el principio de siglo los críticos españoles se apre suraron en considerar al Modernismo

como un movimiento hispánico —a

pesar que lo catalogaban en su origen como procedente de un "galicismo

mental"— para desagraviar, conve nientemente, una literatura que aún


cuando procedía de las antiguas colo nias ya revelaba un desarrollo. Pero

cionaria cubana Pachin Marín precur

un ejemplo extraordinario de que el

sores valiosos de nuestras literatura.

Modernismo respondía a una sensibi

lidad americana lo hallamos en el poe

Son estos poetas más bien, magníficos ejemplos de la función del escritor en

ta puertorriqueño José de Jesús Do

de Tió y el héroe de la lucha revolu

ca y la militancia y legitima la vida y la obra. No es necesario ser original sino originario. Asi la lieratura cons

tituye autoreconocimiento de un pue

mínguez que escribió un poemario, l^S HURIES BLANCAS, en 1886, dos años antes que AZUL. Con esto

la Colonia.

blo y conocimiento de si misma. En fin, conforma la cultura y al pueblo re

La obra de un escritor adquiere significado con su iñda. Pero en una

presentando una sociología literaria que 'es a la vez crónica del proceso

no pretendemos negar la influencia

americana y puertorriqueña en esta

sentido sino responde a las exigencias políticas. Este es el supuesto socioló gico de la literatura nacional puertotorriqueña. Al mismo han servido mu chos escritores puertorriqueños, mas

obra. Influencia francesa que se nota

o menos bien, por ejemplo. De Die^o

en Matías González García, Manuel

menos, por ejemplo Luis Llorens mas.

de Elzaburu y su "parnasillo", José A.

Con los movimientos o ismos litera

Negrón Sanjurjo, entre otros. Influen cia francesa que en la literatura espa ñola se da desde el siglo XVIII. Otro ejemplo: la nueva poesía puertorri

rios de principios y hasta mediados tro proceso literario alcanza niveles sin precedentes. Durante estos cin

queña gustó de la obra de Gabriel

cuenta años la vida y obra de Juan

lista, la etapa cosmopolita y la etapa

Antonio Corretjer se distingue de ma nera ejemplar. Otros nombres no pue

inicial de la literatura nacional han

francesa o extranjera que pudiera exis

tir en este poeta, lo que pretendemos es afirmar la ascendencia puramente

Cel^a, José Hierro, Blas Hierro, Blas de Utero y otros poetas españoles. No

obstante, podemos apreciar que en la buena poesía de la supuesta genera ran del sesenta y aquella hay poco paiecido. Más cerca están Valle y Nel uda, pero más cerca aún está Corre t-

nat

Burgos y Hugo Marge-

El proceso de la literatura se carac teriza por la evolución gradual de sus rasgos privativos de acuerdo y confor

colonia la obra de un autor carece de

del siglo la etapa cosmopolita de nues

con la nueva poesía. Hoy una obra, palabra a palabra, pretende desenca denar la estructura literaria, bajo el inspirador ejemplo de Lola Rodríguez

coincidido en la etapa política que

literatura nacional, a mencionar, la

escalonado de algún modo la trayec

búsqueda en el pasado para hallar raices no es una solución general apli cable a todo proceso literario. Cada pueblo guardar su propia clave. Nos

toria nacional de nuestra literatura.

Literatura nacional es el desarrollo

óptimo de la personalidad literaria de un pueblo con una historia y un la tradición prestada de la literatura colonial o colonialista y susperando

siderarse en su vertiente halagadora

riá parece no exhibir la usual coinci dencia entre el proceso de la literatu ra y las etapas políticas correspon dientes en hispanoamérica. Asi en Puerto Rico la etapa colonial, colonia

en otra, ocasión. Estos escritores han

otros. El caso de Luis Palés es tan

tro es un caso típico. La mejor poesía del siglo pasado se refería a la patria. Con el tiempo el tema de la patria rio. El canto sentimental cesa de con

etapas que en nuestra historia litera-

especial que merece discutirse aparte

Francisco Matos Paoli, quizás algunos

futuro en común dentro de un terri

formado en nuestro supuesto litera

Aún cuando no existe una fórmula

que nos sirva a todos los escritores por igual, si hemos recogido los carácteres de una literatura que se está germi nando, hemos intentado precisar unas

atravesamos hace cerca de cinco siglos: el periodo colonial. Por otro lado nos parece que la supuesta clave que im plica Mariategui para alcanzar una

den ser omitidos: Julia de Burgos,

me a la evolución de la consciencia emancipadora de un pueblo. El nues

adquiere nueva visión y se ha trans

socio-histórico y testimonio de la rela ción entre un artista y su sociedad.

torio identificado con él. Diferente a las influencias de la literatura inter nacional la literatura nacional se le vanta del mismo contexto social con

sus particularidadss lingüisticas y no distingue entre literatura y la fuente de donde emana. Se caracteriza por proyectar integramente no sólo valores

estéticos entre lo culto y lo popular. La literatura realiza una etica artísti

parece plausible que es válida la bús queda de las raices en un proyecto al futuro. Puerto Rico urbano y coloni zado podría hallar las raices de una literatura nacional en otra aspiración:

prever y prevenir un nuevo orden,

desarrollar el supuesto literario del pais: el proceso de descolonización, mejor, la pasión de un pueblo hacia la plena liberación. Es menester mirar al pasado para

descubrir los fallos y errores que in dican colonialismo o representan una

demora para la obtención de una lite ratura nacional. Si tenemos conscien-


da de que la cultura en occidente por su calidad capitalista conlleva, intrín secamente, múltiples modalidades de enajenación sólo seria necesario detec

gía meritoria. Pero miles y miles de poetas, poetastros y engreídos utiliza ron la literatura como terapia perso

nal y de ahí no pasaron: del lirismo

tarlas, determinarlas, descubrirlas. Un

fácil y encerrado en una consciencia

ejemplo nos lo ofrece la misma Urica. La lírica de por sí ha sido y será una condición humana: toda expresión personal es lírica en cuanto no es posi ble que un escritor sea objetivo. No obstante, a partir del Renacimiento,

estetizante y autojustificada. Fueron y todavía son una pequeña manufactu

ra de enajenación. Para ser más clara nuestra denuncia hallamos ejemplos

en el siglo XX: Pérez Pierret, De Je'sús Estévez, Martínez Alvarez, Villa-

la consciencia individual o individua lista de los artistas comenzó a irrum

ronga Charriez, Collado Martell, Oli-

pir como una natural consecuencia de un proceso social en desarrollo. Inde pendientemente de un juicio moral o político del fenómeno lo cierto fue que apareció desde entonces un lirismo revelador de un sentimiento muy

creado ciertamente otras formas de

personalista que desembocó en un egocentrismo exacerbado. Desde en tonces los críticos y estudiosos de la poesía lírica buscaron —v todavía bus

can— la especial visión de la vida del autor y más pretencioso aún su con cepto del amor, la pasión, la vida, el dolor, la soledad, etc. Es más preten

dieron —y pretenden— hallar en el tema de la muerte la visión personal

ver Frau. La cultura de occidente ha

alienación. Pero el liricismo ha pro

vocado más ejemplos que ninguno porque ninguno se practica tanto. ¿Habrá alguien que no haya pensado un verso sentimental en momentos

en que le parecía que el liricismo le proveía una oportunidad catártica? En fin, esta onda es contraria al desa rrollo de la poesía nacional. Y es con traria aunque el poeta sea un mili

tante revolucionario. Entiéndase que no juzgamos todo un género. Es más, no juzgamos al poeta lírico que no tuvo consciencia de su realidad socio-

una experiencia. El poeta desrbordaba

política. No es responsable el juicio que condena a escritores o artistas del pasado a la luz de nuestra consciencia.

su dolorido sentir con un sentimen

No obstante los escritores en la actua

de la muerte como si la muerte fuera talismo que presumía dos condiciones

lidad no tienen justificación para ena

o supuestos. Primero que su dolorido

jenarse de la tendencia que procede

sentir era misionero. Era importante

y, más aún, la literatura que prosigue

y privilegiado su testimonio. Segundo,

al cosmopolitismo de hoy. Los artistas que menosprecien la nacionalidad no son menos colonialistas que los ciuda danos de papel moneda que se hunden en una acción suicida. Porque, afrón

al testimonio sentimental del poeta se le debía prestar atención y solida rizarse con él. Esta lírica provocó la

gran lucha por aparecer original. La historia de la literatura está llena del

tese de una vez una verdad necesaria,

fracaso de escritores que sólo fueron originales. Todavía admiradnos aque

en la colonia no hay la alternativa:

llos artistas que alcanzaron una obra

supervivencia de la nacionalidad. Por

profunda y sabia y a veces hasta origi

ello no cabe la distinción entre su

nal. Entre éstos, muchos revelaron un dolorido sentir incidental a una obra

vocación y dedicación a la lucha con tra el imperialismo Rosario Quiles

con valores humanos y¡o una ideolo

un escritor responde con su vida la


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que ya esi criatura de agua que una pare se va IZ kue crece, va rnariifestándose!Esto es, qae no hay mejor se piensa que es la poesía, que el mismo poema, que el mtsmo poema test.m

Originalmente había pensado en sencillamente

que van sentando redas sobre algo tan dinámico y cambian e

menos un mamotreto teórico estableciendo pautas. No creemos en

Wí TflUcho No quiere ser ésto una ponencia al aire sobre lo que esc 1n iiOSsiCl y ¡nanifiestos


cualquiera hay gente desmongándose en la primera esquina de una vez

hartos del cálculo estirado

de las 4 perras en su bolsillo

Y ésto va hablando de algunas de las cositas, las "sutilidades" de la vie

ja y putrefacta imagen de la colonia.

Es lo mismo decir de los cobradores

de seguros, de la luz y el gas, como decir de los cráneos abiertos de los

que salen puños cerrados a la opre

como el X sin frontera

definido siempre jornada a día en días inacabables

más por el áspero calar de sus manos que por su acento

hay gente mudando la piel

sión. Es lo mismo decir de los juicios coloniales que se sudan por todos y cada uno de los compañeros como de cir del pueblo amenazando con des moronarse de hambre, desmongándose por todas las primeras esquinas, poe tados los rincones del país. Hay que ver la amenaza aquí al frente de que .

de un esto-do de sitio de coma

moribundos de arrabales mentales

de pesadillas despiertas y colmillos punzantes

se nos caiga el pueblo, además de de cirlo en palabras que expresen solo la visión escueta de los grilletes. Y es porque en este continente en este pla neta en lucha somos todos criaturas en un mundo macondino donde las

realidades sobreviven paralelamente,

con la misma intensidad, amalgamán

SIS ►poesía ► COLONIA ^NEUROSIS ►POESIA

dose, haciéndose una insostenible, in

aguantable —la realidad colonial. ¿No vemos acaso al imperialismo en la

mierda uniformada pisoteando nues tras calles, sembrando alambres de

púa con letreritos, alrededor de cada

hay gente

expirajido noches de gran decisión de multitud sola

trillando cicatrices cotidianas

su muerte 7iatural

para este momento

irrrconorible para ellos los que dicen

la oficina de leclutamiento los negadores de visas metrallas que todavía hay

quien acaba osan decir

de tejido podrido de hueso cansado

de viejos...

en que van parados nuestros piesl También vemos a la bestia carnívora

ingiriendo niños descalzos con las ba

hay toda este gente que empieza

los manufacturadores de

uno, alrededor del pedacito de tierra

rrigas infladas de anemia, estrangu lando campesinos en sus tentáculos, ultr-ajando mujeres en las fábr-icas de su estómago. Así es también la poesía existiendo

entre

muchas

realidades

que .suceden a la vez. No es posible el arte con gringolas que escoja solo la

realidad en la que se siente más có modo.

Otra de las cosas que se me ocurr-ió hacer fue un carte.lón que mostrara

una especie de esquema, haciendo uso

de algunas palabras claves que condu

cían unas a otras por medio de flechas V dibujos indicando la progresión del


argumento. Por ejemplo, las palabras

zan o atacan esta viva poesía demente,

des sino de cada cicatriz, de cada obs

en grande COLONIA¡NEUROSIS-

POESIA entrecortadas por flechas ro

podría referirlos a las fuentes del pue blo vgr. la leyenda de Oté, donde los

trucción al aire diario.

jas. Pensaba en una frase de Fanón de

diablillos se nos trepan a las espaldas

Los Condenados de la Tierra; "La

y hay que buscar la manera de bajar

Se ha dado el caso de un profesor universitario que le negó a un estu diante X que hiciera su tesis sobre el trabajo del compañero Iván y el mío propio. Las razones o a mejor decir,

cultura encuentra refugio en un hogar emocionalmente incandescente" (co

los. Es esta demencia necesaria el im

mo el nuestro ¿no?). Vemos entonces

te de la poesía, que como parte de la Revolución del pueblo quiere romper

las sinrazones de este señor bioblio-

con las obscuras realidades coloniales,

gráfico son o la carencia de publica

cómo esta situación de desajuste es

una expresión del total desquicia

miento del mundo colonial. De aquí, que de esta pesadilla cotidiana surja la poesía gritando, violentándose vo

mitando ese mundo subyugado. Así toda loquera transfigurada (substitu yase esta palabra por poesía) proviene de la contaminación espiritual existen te en la opresión.

Ahora bien, para entender esta transformación expresada debemos to

mar en cuenta el aire y el tiempo que va rodeando a la criatura que lo escri bió. Vemos a niñitos degollados jugando a la bola en un parque desierto de Nueva York, en un trabajo de Pedro Pietri. Vemos a Don Paco, Fran

cisco Matos Paoli, "ser la marionetaj

la blanca marionetaj...cogida del brazo con viles garfios de hierro/ oblisa-

da a cantar! cuando se está mejor en el silencio. Es el mismo dulce hom-

eY'qtl ,dicT"%i'^^Tr^^ espaciados ■ ustedes quieren lla marme loco no pongo ningún Impe

dimento a la afrenta. Sé que soy el

precito/ el inolvidable abyecto de la sombra/ el vencido sereno/ el esclavo

que a la luz perdona." Son dos poesía

de la gran locura que es Puerto Rico nuestro país.

'

Pienso que aquellos que por dog máticos y anquilosados en una tradi ción ajena a la actualidad, al movi miento continuo de la historia, recha

pulso vital de la poesía, que como par

quiere un aire libre para la claridad colectiva.

Para esta poesía que quiere develar lo mistificado todo es importante. Aquellas llagas más tapadas, menos mencionadas, el color de la piel, la

inferioridad por sexo el día de 25 horas, los baños de hielo de los más

cercanos, todo se convierte en punta

les de la poesía en lucha. Son una

ciones (dicho sea de paso, no recono cemos en lo absoluto los valores y re quisitos de la élite literaria dentro

del sistema que exige tomos y tomos, en fin una hemorragia de volúmenes para entregar honoríficamente la li cencia de poeta establecido a los obre

ros de la palabra), o que es muy tem prano aún para determinar si estos jóvenes locos saben a dónde va su poesía. Es ciertamente ésta una preo

nota alta más en el grito al unísono contra el sistema. Se me ocurre pen sar en Julia, Julia de Burgos que me acompaña al mar, siendo siempre tan

cupación muy cuerda del señor pro fesor universitario. Es por ésto que nos permitimos aclararle que en un

política en su rabia, en su furia de amor, cuando dice: "Yo quise ser co

al que la necesita, donde se le saca el

mo los hombres quisieron que yo fue se:/ un intento de vida;/ un juego al escondite con mi ser./ Pero yo estaba

hecha de presentes/ cuando ya los he

mundo donde se le arranca la tierra

bocado a un niño para hacer expresos a la imagen de los invasores, donde los camioneros cruzan sus camiones bien cruzaditos en el mismo medio de

raldos me anunciaban/ en el regio desfile de los troncos viejos/ se me

la carretera para que se les oiga, don

torció el deseo de seguir a los hom

tenden tener atributos divinos; en un

bres/ y el homenaje se quedó esperán dome." Porque no hay cabida para ningún homenaje al siempre decir "sí señor", a la supremacía, a la acepta ción de roles en esta sociedad descri

de los uniformes y las macanas pre

mundo LOCO, es el cuerdo, el pobre desubicado.

muchas gracias:

minante. Para el mar son importantes todas sus olas. ¿Quién puede y cómo se le quita una ola al mar? Así para esta poesía todos los tonos van para

lelos creando una fuerte y combativa vibración. No es poesía de priorida

etnains rivera


AGRAIT, GUSTAVO - Ocho casos

vían los miedos internos de los lec

extraños y dos cosas más,cuentos 1930-

La colección de cuentos de Agrait nos

tores cosa, recurso que Gustavo Agrait no emplea. Sin embargo buho tres relatos que nos interesaron por el mecanismo psico

ha dejado una serie de impresiones

lógico de los personajes: El extraño

que nos han llevado a exponer super

caso de Ciro Doral, El más extraño

ficialmente unos comentarios genera

caso de enamoramiento y El barniz.

les de su nuevo libro. En otra ocasión analizaremos más detenidamente es

El extraño caso de Ciro Doral estos nos

1970, Río Piedras, Puerto Rico, Uni versidad de Puerto Rico, 1971, 150p.

CASOS

tos relatos.

hace pensar en la mentalidad euro pea frente a la fascinación de la cul tura quechua para reafirmar actitu

A pesar de tener fresca la tinta de la imprenta se nos advierte en. la intro

des antes observadas en gentes del

ducción a la obra que los cuentos

El barniz, toma por escenario el mo

Viejo Mundo.

corresponden a escritos esparcidos en

mento del golpe de estado en Santo

tre 1930 y 1970 recopilados ahora para

Domingo de 1969, poniendo de mani

la publicación.

fiesto los funcionamientos psicológicos de una serie de personajes en su in mensa

Los relatos llevan el nombre de casos como si fueran a tratarse en forma le

mayoría

bien

acomodados,

frente a un caos político como fue el suceso antes mencionado.

gal ó mádica. Estos casos tienen un enfoque psicológico envuelto en un

de la lectura una experiencia agrada

misterio tétrico, trágico y a veces hu morístico. Hay un detalle que nos

ble que invita a continuarla basta el final. Las ilustraciones de Rubén Mo-

llamó la atención, todos los cuentos a

reira son muy acertadas porque re

excepción de uno se desarrollan en países europeos u orientales. Los per sonajes, por ende, pertenecen a la no

presentan gráficamente cada idea que

bleza bien sea austriaca o alemana.

La técnica narrativa del autor hace

mueve la acción del cuento.

En resumen los cuentos de Gustavo Agrait representan una temática dis

tinta en la narrativa contemporánea El sitio de origen de los personajes y su mundo aristócrata es lo que le da

puertorriqueña.

unidad y tono a la obra. El punto an terior fue una nota curiosa porque bacía tiempo que no leíamos narra

ciones de escritores contemporáneos

tipo Poe, Darío y Quiroga. La diferen cia es que los autores anteriores mo

VWIANAUFFANT


SOCIEDAD DE AUTORES PUERTORRIQUEÑOS

i s

ISLA ENLAS VOCESDEL CUENTO

presentan tres muertes en forma de

Otro cuento interesante es Sobre la

variable. La muerte en potencia, sim bolizada en el avión (muerte catas trófica), la muerte propiciada como

mar nace un grito de Angel Rigau donde asistimos al nacimiento de un

lo representa el whisky y las aspirinas

el estilo del autor al mezclar el diá

y finalmente la muerte misma perso nificada en una vieja compañera de viaje. Ella constituye su adversaria en

logo entre hombre y mujer con la prosa. El diálogo poético entre la pa acción del cuento que se desarrolla

tiza el recuerdo, el empuje hacia la

en base de unos símbolos tales como

muerte y el fin mismo del hombre.

el mar, el hijo, la casa-patria, el tiem

las voces del cuento, la antología toma unidad en la concomitante geo

gráfica de la que parten la mayoría de las narraciones, es decir. Puerto Rico.

El libro responde a una doble mo o

tivación. Una de ellas, generacional dado que intenta comunicar al lector

g

reja provee de unión a la trama o

la máxima potencia dado que sinte Como lo advierte el título Isla en

II

hijo real y simbólico. Es interesante

po. Late en el cuento un ideario libé

rrimo en que se vierten simbologías políticas, donde se escapa el problema de la identidad e incluso se presenta una simbología cristiana en la que el hijo es visto como redentor rebelde,

los padres responden al nombre sim bólico de José y María y el nacimien to del niño en un pesebre.

Reúne la mencionada antoloeia de Isabel Cuchí Coll diecisiete cuen

y estudiante de esta época con estos cuentos, o aún más, con una visión de

tos de escritores puertorriqueños, pre cedida cada selección por una breve biografía. La antología incluye en su

mundo emplazada desde la ruralía y

Creemos que en la Antología, la visión del cuento puertorriqueño como tal se nos muestra un poco cohibida

la tradición (aunque hay excepcio

en cuanto a temática, nuevas mani

nes) con unas constantes sicológicas

festaciones en cuanto a narrativa his-

mayoría cuentos referentes al cafetal tales cómo Montaña en Flor de Was

tales como el éxodo, la duda, la iden

panoaméricana, un nuevo estilo más

tidad. La segunda motivación respon

al tanto de la realidad que vivimos hoy en día los puertorriqueños. Debió

hington Lloréns, Las manos muertas

de a un ansia de divulgación de la

de Cesáreo Rosa Nieves, El viaje de

producción literaria de los cuentistas

ofrecer una

Benito Perez de José A. Romeu, etc Como ejemplo de cuento indigenista' Otoqui de Walter Murray Chiesa nos

incluidos.

nuevos valores literarios, y abandonar la encíclica ya entumecida de la leyen

traslada a un ambiente primigenio donde se relata el origen mismo del coquí. Cuentos de contenido sicoló gico lo son: La barra de Violeta Ló

pez Suria en el que se aprecia la inse

guridad de una mujer dada la igno rancia que tiene de su cónyugue, lo que desemboca en una situación' de celos exteriorizados hacia la amiga de su esposo, y donde por último acu de a la evasión mediante la bebida. Otro cuento que abundan sobre el hombre mismo es El adversario de Olga Ramírez de Arellano donde se

Merece destacarse el cuento La par

tida de Samuel Lugo donde el autor

temática

más variada,

da del cafetal.

aprovecha el ambiente rural mera mente como marco ambiental y cons

truye sobre él un personaje angustia do, por su éxodo a la ciudad. Vemos pues que el cuento no se queda en la simple estampa sino que va más allá. El tema del tiempo y la degeneración

AUREA SOTOMAYOR

I I fe

de un hecho reconstruido en el re

cuerdo añorado es lo que se destaca. Tanto su partida como su regreso están plenos de angustia ya sea por el abandono en forma forzosa, ya sea por lo encontrado hechos caos. Entre

ese pasado y ese futuro el recuerdo como "impasse" de tiempo.

I' I,



©"So,j(ue estejmffo x Qiank contrasu odioso sátrya;

\msm

Tracoma (eHi acomdidó

jenlás aiíesjjiláigs a la, odiosa canaCía.-

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