--
aÜo 1
núm. 1
sa.njuan, p. r., septiembre 1928
--.-----.-..r:U~¡A,UO.-. (.0:1(.1 ,\qf"i'~r:.-.
.);;1 libro
1,,, (;"col." JAtcrarh" de
!3,..!"ciro,-Una
y Nosotros,-H::ya
conferencia.-Hostm; Debl\~sy.-Cl\estiones
de la Torre,-HostoG y Nosotros,continentales,
La nueva
y MarU,-Américo pintura
Castro,-'
mexicana,-Parerga,
cartel l';;: Y;tlIu'a cosa eonsueludinaria que el primer nÚnwi'o.-Louna revista anuncie su programa en la primera página del primer número, y como los po1ílicosa! trabajar su candidatura, ahuequen la voz dcfinifmdo su actitud ante los problemas y hagan !as promc~;<¡sconsiguientes. No podemos nosotros sustraer;¡C3 a esta obligación q. impon~ la costumbre y así, cumpliendo con ella, lanzamos hoy nues' tro mcnsaje definitorio. (Definitorio, pero-sobre todo--emocionado. ) NECESJDAD DE UNA REVISTA. Nuc:,tl'Opaís carece de un órgano de información "1'(.,,1': ¡vanV'1!\(' Iitcraria, científica, artís tica. Int::l1to3iJ;31adosen distintas épocas, no han podido c:o¡;h:~ner::e por bastante tiempo hasta crear un píb1ico de: lectores y suscritores', Y sin C'mbanro P30púb1ico existe, ¿Dónde está ese público? Hahni qnp buscarlo. Creemos ya percibir signos premonitores que ;cf:rnd('n <JlTies:;arconsoladores augurios. ~as actividac1es de nuestro viejo Ateneo, la visita regu!ar de Fofesores de nuestra lengua a los tursos de cultura espai'íola de nuestra Universidad, las conferencias de Ia Cultural, la santa y consoladora inquietud de nuestros estudiantes, temblando de emoción cuando se discuten públicamente cuestiones de cultura, el numeroso público que acude a los sitios donde se habla de cosas del intel~cto, h:dican q. hay una masa dispersa, curiosa e interesada, por todo ello. ¿Será posible dar cohesión a toda esa masa anónima dotándola de un órgano de expresión e información? .Es éste, según nuestro parecer, el momento oportuno para tratar de unificar las voluntades inconexas ,Y echar a volar U1~ashojas impresas
..
pidiéndole a nuestra gente su ayuda material y sobre todo su soporte espiritual. El esfuerzo que esta revista supone sería inoperante sobre nuestro medio social si no hallamos-grande o pequeñoun grupo de amigos concordes con nuestros intereses coetáneos, y que presten su colaboración entusiasta a los fines que esta revista persigue. LO QUE SEREMOS. Será-pretende ser-nuestra revista una placa pancromática donde se registren, fijas y nítidas, Bncstras preocupaciones e inquietudes del momenlo histórico que vivimos. Reciente'mente un libro de Araquistain-Ie somos deudores agradecidos por ello-ha puesto a nuestro país en el mapa de las curiosidades del mundo hispano-parlante. Nnestra existencia problemática como pueblo ha captado alguna atención en el mundo. Existen problemas antillanos. Existen problemas portorriqueños, ¿De qué naturaleza son estos? ¿Problemas políticos? ¿Problemas sociales? En último resultado: problemas biológicos, y, sobre todo, problemas de cultura. .Luchan aquí en pie de igualdad dos de esos grandes organismos históricos, según la definición espengleriana. Nuestra alma titubea dentro del vaivén incesante de la lucha. Y no tenernos punto de reposo para meditar en nuestro destino histórico. Es un deber imperativo para nuestra conciencia tomar parte en la liza desinteresándonos un poco de nuestro insularismo y proyectar nuestras inquietudes en onda larga hacia el continente, hacia el mundo, lanzando nuestro mensa-
je radiográfico-nuestro S. O. S. clamante y vigoroso-a nuestros hermanos de lengua de aquende y allende el Atlántico, sin que nos importe ningún "meridiano" geográfico: ni el de Madrid, ni
.