Exposición ycatálogo Curaduría y textos
Agradecimie ntos
Mercede s Casaneg ra
Jorge Co rdonet, Emb. Magdalena Faillace, Orly Benzacar, Ana Ruvi ra, Marcela Ca rdillo, Norma Quarrato, Eduardo F. Cost antini, Valeria Fiterman, Fernando Ezpeleta, Silvia y Giselda Batlle, Gabriela Francone, Rubén Cherñajovsky, Julieta Kemble, Juan Carlos Alva rez, Marcela Heiss, Ramón de la Vega, Gabriel Traba, Aldo Rubino, Daniel Maman, Marion Eppinger, Ignacio Liprandi, Marina Pellegrini.
Museografía
Valeria Keller Asisten cia: Pedro Osorio Diseño gr
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Fabián Mugg eri
El ojo extendido
Huellas en el incosciente
Corrección
Mario Valledor Juan Fernando García Producción
Colección de Arte Ama lia Lacroze de Fortaba t Andrés Gribnicow Fotocromía eImpresión
Arca ngel Magg io S.A. Asistenciade investigación
Ana Schwar tzma n
Copyright deltexto: Mercedes Casaneg ra Copyright de lasreproducciones : p. 21 y 22:
Adrián Rocha Novoa; p. 13, 24, 25, 27, 33, 40, 41, 77, 79, 83, 87, 91, 92, 93, 95, 96, 97, 109, 11 5 y 117: Gus tavo Sosa Pinilla; p. 47: Caldarella & Banchero; p. 104: José Luis Rodríguez; p. 15, 45, 49, 51, 53, 56, 57, 84, 85, 99, 100, 101, 103 y 111: Gu stavo Lowry; p. 29, 30,55 y 1 05: Gustav o Cantoni y Matías Iesa ri; p.67: Marcos López; p. 80 y 81: Jorge Roig er; p. 16, 17, 35, 37, 68, 69, 70 y 107: Estudio Roth; p. 19, 23, 59, 60, 61, 62, 65, 73, 89 y 113: Colecc ión Malba – Fundac ión Constantini.
Colaboración
Patricia Caram es, Laura Lina y Jimena Guitart Reproducció n de Tapa
Noberto Gómez Árbol , 2007.
No est á permitida la reproducción total o pa rcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión por ninguna forma o método, ya sea elec trónico, mecánico, por fotocopia , por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Los infracto res serán reprimidos con las penas de los arts. 172 y conco rdantes, del Código Penal (arts. 2, 9, 10, 71, Ley 11.723).
Elojo extendido. Huellasen el inconsciente
Colección de Arte Ama lia Lacroze de Fortaba t Del 24 de julio al 28 de septiem bre de 201 4 Buenos Aires
Casanegra, Mercedes El ojoextendido :huellasen el n i consciente . -1a ed. Buenos Aires :Fundación Amalia Lacrozede Fortabat, 2014. 128p. : il.; 24x18 cm. ISBN 978-987-45464-2-5 1. Catálogo de Arte. CDD 709 Fecha de catalogación:10/07/2014
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© Fundación Ama lia Lacroze de Fortabat Hecho el depósito que marca la ley 11. 723 Impreso en Argentina | Printed in Argentina FOTOCOPIAR LIBROS ES DELITO
Ag radeci miento
El ojo extendido - Huellas en el inconsciente El objeto mágico abre ante nosotros un abismo relampagueante: nos invita a cambiar y ser otros sin dejar de ser nosotros . […] Le pedimos mismos al arte el secreto de cambio y buscamos en toda obra, cualesquiera que sean su época y su estilo, 1 ese poder de metamorfosis que constituye la esencia del acto mágico.
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El ojo extendido
Esta exposición reúne un conjunto de obras de treinta y cuatro artistas argentinos y un colectivo, producidas durante un período de ochenta y un años, entre 1923 y 2004, fechas de realizaciónLas de dos , de Xul Solar, y Universo inventario , de Leo Battistelli, respectivamente. Su fundamento yace en un espacio poético más que en nociones cerradas, y en obras individuales más que en tendencias artísticas. Por lo tanto, se abandonan de manera momentánea los límites trazados por la historia del arte. El ojo extendido incluye las miradas sobre el mundo representadas en cada una de estas obras, y las abre hacia sentidos simbólicos. El órgano de la percepción sensible e intelectual –el ojo– se integra a la imaginación. Y, así, se proyecta la idea de esta exposición como un viaje imaginario, como un recorrido que se despliega a través de las obras, conducido por el sentido privilegiado de la percepción visual, que, en este caso, exalta el ser órgano de la visión interior.2 Dentro del riquísimo simbolismo del viaje, escogemos el de una vía introspectiva. La idea de traslado - re presenta un descenso a los orígenes, o un descenso a lo inconsciente, o el ansia de un conocimiento concreto o espiritual. “Otros viajes, como los de Ulises o Hércules […], han sido interpretados como búsquedas de se amplía hacia el espacio interior. orden psíquico y místico”.3 Así es comoEl ojo extendido La aspiración al viaje propone aquí la experiencia del arte como encrucijada existencial y poética que pasa a través de la obra, el artista, el conjunto de piezas de la exposición y el espectador, quien cierra el círculo. Esta condición introspectiva y transformadora tanto del espíritu común entre estas obras como de la idea de viaje conduce a relacionarlas con el ánimo del surrealismo y el arte metafísico. Así fue como estas tendencias se convirtieron en pautas de concepción de este proyecto. Ambas poéticas no se consideran aquí como estilos, sino como elementos que penetran la trama de constitución de las obras, desprendidas de toda ortodoxia. El surrealismo busca a través del mecanismo de la expresión artística la liberación del hombre, observaba el poeta y crítico Aldo Pellegrini. Esa emancipación no se refería a cadenas externas, sino a ataduras interiores que son posibles de sortear a través de procesos individuales de desarrollo de la conciencia y por vía poética. Y su objetivo último es el encuentro con la realidad total, de la que solo podemos encontrar huellas en el inconsciente.4 A esto, Pellegrini agregaba que el surrealismo presenta dos caras opuestas que se integran por síntesis en una unidad. Una afirmadora, con aspiración a un mundo de libertad, amor, poesía; y la otra negadora, constituida por la coerción, la sordidez, la hipocresía, como rasgos del mundo en torno.
Octavio Paz, “Arte mágico”, enLa búsqueda del comienzo (escritos sobre , Madrid, el surrealismo) Ed. Fundamentos, 1980, pp. 49-50. Este artículo fue la respuesta del escritor mexicano a un cuestionario sobre el arte mágico que André Breton envió en 1955 a un grupo de sociólogos, etnólogos, filósofos, historiadores y críticos de arte, psicólogos, esoteristas, magos y poetas. 2 Jean Chevalier-Alain Gheerbrant,Diccionario de los símbolos , Barcelona, Ed. Herder, 1986, pp. 770-771. 3 Ibid., p. 1067. 4 Aldo Pellegrini, Surrealismo en la Argentina , Buenos Aires, Instituto Torcuato Di Tella, 1967 (Exposición N° 46, del 9 al 28 de junio de 1967). 1
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Jorge de la Vega realizó su célebre serie del Bestiario entre 1963 y 1966. “Pintaba animales quiméricos que flotaban en el espacio sideral”, definió el artista. Y en 1964 ajustó el sentido al titular como Conflictos anamórficos un subgrupo de aquella serie. Este título alude a las anamorfosis tradicionales surgidas en el arte occidental a partir del siglo XVI y siguientes, que animaron temas científicos, filosóficos, mágicos, entre otros, y que desde el siglo XVIII se comenzaron a vaciar de contenido metafísico y se desarrollaron como divertimentos o juegos de paradojas. Se trataba de deformar la imagen hasta el punto de su aniquilamiento para recuperarla en su resurrección. La estrategia del artista argentino, si bien no lejana al juego, hace patente una reflexión existencial y espiritual, en sus seudoanamorfosis. Plantea un problema de identidad, pero no solamente en el nivel de la humanidad terrena, sino también cósmica y universal. Los animales quiméricos, al flotar en el espacio sideral, se miden con el vacío y toman allí su real dimensión. La obra de Víctor Grippo ha incluido el término “analogía” aplicado a piezas experimentales en donde se establece una relación entre vegetales originarios de Latinoamérica, como la papa, y la conciencia humana. Entre otros sentidos, la premisa axial refiere allí a la relación macro-microcósmica en la cual se enmarca su entera producción. Grippo, versado en ciencias como química, física, biología, microbiología, así como en filosofía, tradiciones espirituales occidentales y orientales, alquimia, cábala, psicología, entre tantos otros saberes, sostuvo de manera subyacente en sus obras la noción de la ubicación del ser humano en el universo en una relación de mutuas correspondencias. En la Tabla de esmeralda de Hermes Trimegisto, texto alquímico, se leen las palabras que aluden a la citada interacción, que para Grippo atravesaban sus producciones artísticas:
Todos aquellos que participan en esta exposición fueron seleccionados a partir de la idea de considerarlos integrantes solidarios de un guión curatorial que los constituye en protagonistas. Es decir, bajo la hipotética idea de concebir esta muestra como un pequeño cosmos en su acepción de caos ordenado, donde cada cual tiene un espacio y un sentido. Esta metáfora tiene relación directa con la presentación de quienes fueron elegidos como custodios para escoltar de manera simbólica al conjunto de artistas y sus obras: Xul Solar y Roberto Aizenberg. Aun en lo irrepetible del carácter de cada uno de ellos, una definición del rol del artista proporcionada por Aizenberg menciona aspectos particulares que los vincula entre sí, como también a la idea de El ojo extendido:
Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para hacer milagros de una cosa única.8
El artista es exactamente eso, un mediador entre las grandes vibraciones del universo […] Un artista es tanto más admirable cuanto más refinado tiene su instrumento para captar las pequeñas oscilaciones del cosmos, y cuanto más exactamente las transmite.7
Las palabras citadas eran en ambos artistas concreta y cotidiana realidad, reconocidas en íntima y plena conciencia. Esa condición de sueño y misterio privativa de todo ser humano, condición metafísica para algunos, se manifiesta en obras y poéticas de maneras diversas. En el surrealismo y la pintura metafísica, en aspectos del dadaísmo, en las corrientes informales que perpetuaron maneras del surrealismo, en artistas abstractos o que incluyen cierto grado de abstracción en espacios privilegiados de sus obras. En concordancia con estas líneas sutiles, se escogieron algunos artistas a modo de acentos marcados en el recorrido de la exposición.
Alfredo Terzaga, Novalis. Himnos a la noche - Cantos espirituales, Buenos Aires, Ed. Assandri, 1953, p. 14 Aldo Pellegrini, op. cit. Del texto de la conferencia pronunciada en el seminario “La comunidad judía en la Argentina”, organizado en la Americas Society de Nueva York, 1986, archivo del artista, y reproducido por Adriana Lauria en “Entrevista a Aizenberg”, catálogo Aizenberg, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, 2001.
Y, en tanto, en ese sitio cósmico del ser humano se tiende a “la perfección y transmutación del hombre” hasta “descondicionar su existencia y conquistar la libertad absoluta”.9 Es también este concepto de perfeccionamiento metafórico que se logra de manera progresiva, tanto para los metales como para el hombre, ese viaje al cual hemos aludido. Desde otra modalidad, las obras de Noé, al retomar éste la pintura en 1974, a través del dibujo de línea, de la vibración del color, del paisaje como novedad para el artista y de una figura humana que surgía de los modos mismos de ser que la naturaleza exuberante, volvieron evidente el concepto de transformación. Se trataba del paisaje virginal amazónico, profuso, zigzagueante, y la figura como en el primer día del mundo. La luz de Caravaggio, de Oscar Bony, vanidad de vanidades, sombras y luz, barroco y neobarroco, y el acento contenido de los disparos del artista sobre su obra. Árbol, de Norberto Gómez. “El árbol aparece como uno de los temas simbólicos más ricos y extendidos. Mircea Eliade distingue siete interpretaciones principales que no considera por otra parte exhaustivas, pero que se articulan todas alrededor de la idea de Cosmos vivo en perpetua regeneración”. Algunas de ellas son: eje del mundo, árbol de la vida, árbol ancestro, árbol místico.10
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“La tabla de esmeralda de Hermes Trimegisto”, en El hilo de Ariadna 5, edición especial, Alquimia, Buenos Aires, 2008, p. 132. Ricardo Martín Crosa, “Víctor Grippo”, en Arte argentino contemporáneo, Buenos Aires, Ed. Ameris, 1979, p. 16. 10 Jean Chevalier-Alain Gheerbrant, op. cit., pp. 117-127.
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Es decir, creemos en un hálito surreal –más allá de la sola tendencia artística o literaria– señalador de una fuerza vital que al emerger infunde una potencia transformadora. Así, las obras de esta exposición pueden considerarse como talismanes mágicos. Y consumar con ellas el pasaje de la sombra hacia la luz, o viceversa, que harían las veces de las citadas caras opuestas de negación y afirmación que habitan esa íntegra realidad. Y ésta última no es otra cosa que aquel citado espacio poético. No se debe olvidar que el surrealismo posee un antecedente en el romanticismo alemán, con el Novalis de Himnos a la noche y Cánticos espirituales. Su gran poesía, fundada en un subjetivismo individualista, persigue una visión objetiva y cósmica, pretendiendo abarcar naturaleza e historia en el ámbito de una gran unidad.5 Es así como, al citar estas palabras, se nombran también rasgos de la moderna pintura metafísica, con su correspondiente influencia en el espíritu de obras que llegan hasta el presente. El sueño, el misterio, el lenguaje de lo simbólico que llama a un desciframiento hermenéutico pausado y eficaz, el símbolo que necesita de esa otredad que lo complete, el contacto íntimo con la conciencia profunda, el advenimiento de la transformación interior-exterior, son aquellas realidades intangibles que tienen como aliado a este Ojo extendido, porque es el que media entre mundo interno y mundo externo. Y, finalmente, el Ojo extendido es el que promueve romper con los límites del mundo físico para afirmar una realidad más amplia constituida por la unión del mundo físico y el mundo espiritual.6 La frontera entre fenómenos surrealistas y metafísicos es delgada, aunque se distingan sutiles diferencias. Puede que los primeros señalen la idea de proceso y los segundos la intención de llegada, y, con seguridad, el contacto con lo maravilloso.
OBRAS EN EXPOSICIÓN 118
p. 22 Juan Batlle Planas Radiografía paranoica, 1936 Cartulina recortada 34 x 25 cm Colección particular p. 23, izquierda Juan Batlle Planas Radiografía paranoica, 1936 Témpera sobre papel 33,2 x 25 cm Colección Malba - Fundación Costantini p. 23, derecha Juan Batlle Planas Radiografía paranoica, 1936 Témpera sobre papel 34,5 x 25 cm Colección Malba - Fundación Costantini p. 24 Miguel Caride Imagen para un tiempo sin miedo, 1948 Óleo sobre tela 18 x 24 cm Galería Maman Fine Art p. 25 Miguel Caride Tensiones o Simetría patética, 19561957 Óleo sobre tela 30 x 24 cm Galería Maman Fine Art p. 27 Fortunato Lacámera Naturaleza muerta con manzanas y ventana, 1942 Óleo sobre enchapado 77,7 x 55,4 cm Colección particular p. 29 Pompeyo Audivert Ciudad, 1929
Xilografia 50 x 30 cm Museo Nacional de Bellas Artes pp. 30-31 Lino Enea Spilimbergo Terracita, 1932 Óleo sobre madera 23,5 x 58,5 cm Museo Nacional de Bellas Artes p. 33 Alfredo Guttero Paisaje de Puerto Nuevo, 1928 Pigmento industrial, yeso y cola sobre madera terciada 61 x 71 cm Colección particular p. 35, arriba Xul Solar Cúpulas, 1948 Acuarela sobre papel 35 x 48,5 cm Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat p. 35, abajo Xul Solar Bri-Pais-Gente, 1933 Acuarela sobre cartón 40 x 56 cm Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat p. 37 Antonio Berni La escuelita, s/f. Óleo sobre tela 50 x 70 cm Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat p. 39 Ramón Gómez Cornet Muñeco o El muñeco, c. 1930 Óleo sobre tela 65,5 x 45,5 cm Colección particular
Técnica mixta sobre papel 85,5 x 98 cm Fundación Federico Jorge Klemm p. 53 Mildred Burton La indiferencia de Blonda Bugs, 1981 Técnica mixta sobre hardboard 60 x 50 cm Fundación Federico Jorge Klemm p. 55 Fermín Eguía Pintura, 1974 Acrílico sobre tela 69,5 x 98,7 cm Museo Nacional de Bellas Artes p. 56 Mildred Burton Invasión II, 1980 Técnica mixta sobre hardboard 101 x 70,5 cm Fundación Federico Jorge Klemm p. 57 Mildred Burton Invasión III, 1980 Técnica mixta sobre hardboard 101 x 70,5 cm Fundación Federico Jorge Klemm p. 59 Grete Stern Sueño 28, Amor sin ilusión, serie Los sueños, 1948-1951 Fotomontaje 50 x 40 cm Colección Eduardo F. Costantini p. 60 Grete Stern Sueño 8, serie Los sueños, 1948-1951 Fotomontaje 25,5 x 29,5 cm Colección Eduardo F. Costantini p. 61 Grete Stern Sueño 17, Mundos, serie Los Sueños, 1948-1951 Fotomontaje 21,5 x 29,5 cm
Colección Eduardo F. Costantini p. 62 - 63 Grete Stern Sueño 15, serie Los sueños, 1948-1951 Fotomontaje 24 x 30 cm Colección Eduardo F. Costantini p. 65 León Ferrari Manos, 1964 Tinta sobe vidrio y madera, fotografías recortadas y alambres de acero inoxidable y cobre 118 x 73,5 x 8,5 cm Colección Malba - Fundación Costantini p. 67 Marcos López Flavio, 1992 Fotografía 140 x 104 cm Colección particular pp. 68-69 Luis Felipe Noé Un hijo y cuatro transformaciones, 1982 Tinta y fotocopias 5 papeles de 28 x 21,7 cm cada uno Colección Paula y Gaspar Noé p. 69, medio Luis Felipe Noé Una familia y cuatro transformaciones, 1982 Tinta y fotocopias 5 papeles de 28 x 21 cm cada uno Colección Paula y Gaspar Noé p. 69, abajo Luis Felipe Noé Una pasión y cuatro transformaciones, 1982 Tinta y fotocopias 5 papeles de 28 x 21,7 cm cada uno Colección Paula y Gaspar Noé pp. 70-71 Xul Solar Noche, 1933 Acuarela sobre papel
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El ojo extendido
p. 13 Xul Solar Las dos, 1923 Acuarela sobre papel pegado sobre papel color 21 x 25,7 cm Colección particular p. 15 Roberto Aizenberg Pintura, 1971 Óleo sobre tela montada en tabla 90 x 72 cm MACBA - Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires p. 16 Xul Solar Pan Tree, 1953 Acuarela sobre papel 35,5 x 23,5 cm Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat p. 17 Xul Solar Pan Tree, 1953 Acuarela sobre papel 35,5 x 23,5 cm Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat p. 19 Antonio Berni La siesta y su sueño, 1932 Óleo sobre tela 52 x 69 cm Colección Malba - Fundación Costantini p. 21 Juan Batlle Planas Verdadero retrato del conde de Lautréamont hecho por Juan Batlle Planas que fue su contemporáneo amigo, 1942 Tinta sobre papel 48 x 38 cm Colección particular
p. 40 Miguel Caride Naturaleza muerta, 1942 Óleo sobre cartón 35 x 50 cm Galería Maman Fine Art p. 41 Miguel Caride Naturaleza muerta, 1941 Óleo sobre cartón 33 x 49 cm Galería Maman Fine Art p. 43 Roberto Aizenberg Sin título, 1990-1995 Óleo sobre tela 93 x 57 cm Colección Orly Benzacar p. 45 Roberto Aizenberg Sin título, 1975 Chapa de bronce con baño de plata patinada 74 x 28,5 x 22 cm Colección Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina p. 47 Jorge de la Vega Esquizobestia N° 1, 1963 Óleo, tela encolada, fichas de juego de plástico, estopa, vidrio y elementos varios sobre tela 130 x 97 cm Colección particular p. 49 Libero Badii Conocimiento siniestro N° 5: El poder, 1974 Madera policromada, bronce dorado y vidrio 195 x 55 x 53 cm Fundación Federico Jorge Klemm p. 51 Charlie Squirru Cabeza, 1965
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p. 80, derecha Arte destructivo, Galería Lirolay, 1961 Experiencia colectiva, obra destruida Fotografía: Jorge Roiger 19 x 19 cm Colección particular p. 81 Arte destructivo, Galería Lirolay, 1961 Experiencia colectiva, obra destruida Fotografía: Jorge Roiger 19 x 19 cm Colección particular p. 83, arriba Alberto Heredia Cajas de camembert, 1962 Técnica mixta 32 x 17,5 x 5,5 cm Colección particular p. 83, abajo Alberto Heredia Cajas de camembert, 1962 Técnica mixta 32 x 17,5 x 5,5 cm Colección Ignacio Liprandi p. 84 Roberto Aizenberg Sin título, 1975 Caño de bronce con baño de plata 55,5 x 16,5 x 5,2 cm Colección Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina p. 85 Roberto Aizenberg Sin título, 1975 Caño de bronce con baño de plata 63,5 x 16 x 14,5 cm Colección Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina
p. 87 Alberto Greco Sin título o Negro, 1960 Tinta, óleo y alquitrán sobre tela 147 x 115 cm Colección particular p. 89 Rubén Santantonín Cosa, c. 1963 (reconstrucción Oscar Bony, c. 1998) Cartón corrugado, cola, tela y pintura látex 50 x 60 x 40 cm Colección Malba - Fundación Costantini p. 91 Roberto Elía Perros, 1970 Broche, maderas, pintura 21,2 x 20,7 x 5,3 cm Colección particular p. 92 Roberto Elía Texto 5, 1983 Caja, botella, letras 26,8 x 16 x 6,8 cm Colección particular p. 93 Roberto Elía El tiempo 5, abril, 1985 Caja de madera, esfera reloj y caracol 4,7 x 12 x 12 cm Colección particular p. 95 Norberto Gómez Ars, 1988 Yeso 45 x 70 x 40 cm Cortesía del artista p. 96 Norberto Gómez Banda, 2007 Dibujo a lápiz 37,5 x 28,5 cm Cortesía del artista
p. 97 Norberto Gómez Árbol, 2007 Dibujo a lápiz 60 x 45 cm Cortesía del artista p. 99, izquierda Víctor Grippo Fuera de órbita, serie Equilibrios, 1998 Yeso pintado y plomada 44 x 34 x 11 cm Colección Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina p. 99, derecha Víctor Grippo Densidad evidente, serie Equilibrios, 1998 Yeso pintado, plomada, nivel 44 x 34 x 11,5 cm Colección Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina p. 100 Víctor Grippo Lo pesado cae - Vers. II, serie Equilibrios, 1998 Yeso pintado, plomada, nivel 44 x 34 x 11,5 cm Colección Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina p. 101 Víctor Grippo Esfera - Vers. II, serie Equilibrios, 1998 Yeso pintado, plomada, nivel 44 x 35 x 11,5 cm Colección Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina p. 103 Oscar Bony La luz de Caravaggio, 1996 Fotografía, vidrio baleado y marco 123 x 98 cm Fundación Federico Jorge Klemm
p. 104 Roberto Aizenberg Siempre nos referimos a él con palabras cariñosas, 1961 Óleo sobre tela 27 x 23 cm Colección particular p. 105 Roberto Aizenberg Padre y niño contemplando la sombra de un día, 1962 Óleo sobre cartón entelado 45 x 35 cm Museo Nacional de Bellas Artes p. 107 Liliana Porter Fragments of the Journey, 1983 156 x 213 cm Técnica mixta sobre tela Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat p. 109 Víctor Magariños N dimensión, 1978 Acrílico y técnica mixta sobre tela 120 x 120 cm Colección particular p. 111 César Paternosto Phoenix, 1974 Óleo sobre tela 101 x 114 x 9,5 cm MACBA - Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires p. 113 Leo Battistelli Universo inventario, 2004 Instalación cerámica vidriada Verbano con hierbas psicoactivas en alcohol etílico de cereales 123 x 150 x 150,5 cm Colección Malba - Fundación Costantini
p. 115 Juan José Cambre Blanco, 2001 Acrílico sobre tela 195 x 200 cm Colección particular p. 117 Juan José Cambre Sin título, 2001 Acrílico sobre tela 192 x 192 cm Colección particular
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El ojo extendido
32 x 56 cm Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat p. 73, arriba Emilio Renart Dibujo N° 2, 1965 Tinta y aguada sobre papel 76 x 125 cm Colección Malba - Fundación Costantini p. 73, abajo Emilio Renart Dibujo N° 14, 1965 Tinta y aguada sobre papel 76 x 125 cm Colección Malba - Fundación Costantini p. 75 Martha Peluffo Las pieles sobre la tierra, 1964 Óleo sobre tela 80 x 80 cm Colección Banco Ciudad de Buenos Aires p. 77 Kenneth Kemble Juego de naipes, 1956 Rejilla, óleo, trapo 92 x 46 cm Colección particular p. 79 Kenneth Kemble Sin título, 1961 Óleo sobre tela 200 x 250 cm Colección particular p. 80, izquierda Arte destructivo, Galería Lirolay, 1961 Experiencia colectiva, obra destruida Fotografía: Jorge Roiger 19 x 19 cm Colección particular