ONE Magazine en Español Marzo 2024

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en español

Décadas de Sanación y Esperanza

Marzo 2024
Dios • Mundo • Familia Humana • Iglesia

ARTÍCULO DE PORTADA

Feliz Cumpleaños, ONE por Michael J.L. La Civita

ARTÍCULOS

Impulsados por la Visión y la Fe

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La iglesia en Irak empodera a los jóvenes para el liderazgo por Alex McKenna con fotografías de Yad Abdulqader

Esperanza Para un Futuro Pacífico Cuidando a los jóvenes en Etiopía por Hikma A. Abdulmejid

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Antisemitismo y Críticas a Israel por el rabino Michael Lerner

Perseverar en Tiempos Cambiantes

La iglesia en la India responde a los cambios sociales por Anubha George

Sanando el Trauma de la Guerra

Niños de Ucrania sienten esperanza con Caritas por Kateryna Malofieieva con fotografías de Konstantin Chernichkin

SECCIONES

Conexiones Últimos informes sobre el mundo de CNEWA

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t Reunión de estudiantes para una celebración de la Escuela Católica Debre Selam Mariam en Gondar, Etiopía.

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La Última Palabra Perspectivas del presidente por Mons. Peter I. Vaccari CNEWA.org/es CNEWAenespanol CNEWA

Portada: Ali Ezedin abraza a su hermana, Mai, en el patio de recreo del Servicio Jesuita a Refugiados en Addis Abeba, Etiopía.

Contraportada: Estudiantes de la Escuela Católica Debre Selam Mariam en Gondar, Etiopía.

Créditos fotográficos

Portada, Abenezer Israel; pág. 2, 16-19, contraportada, Petterik Wiggers; pág. 3 (arriba), CNS/Paul Haring; pág. 3 (arriba izq.), 8-13, Yad Abdulqader; pág. 3 (arriba dcha.), OSV News/ Shir Torem, Reuters; pág. 3 (abajo izq.), 26-29, Sajeendran V.S.; pág. 3 (abajo dcha. y dcha.), 30-37, Konstantin Chernichkin; pág. 5, Christian Molidor; pág. 6, CNEWA Jerusalén; pág. 7, Svitlana Dukhovych; pág. 14-15, Michele Spatari/ AFP vía Getty Images; pág. 21 (arriba), OSV News/Itai Ron, Reuters; pág. 21 (abajo), OSV News/Leah Millis, Reuters; pág. 24-25, Madeleine Jettre/Alamy Stock Photo; pág. 38, Ilene Perlman; pág. 39, CNEWA.

ONE se publica trimestralmente. ISSN: 1552-2016

CNEWA

Fundada por el Santo Padre, CNEWA comparte el amor de Cristo con las iglesias y los pueblos de Oriente, trabajando para, a través y con las iglesias católicas orientales.

CNEWA te conecta con tus hermanos y hermanas necesitados. Juntos, edificamos la

iglesia, afirmamos la dignidad humana, aliviamos la pobreza, fomentamos el diálogo e inspiramos esperanza.

Editor

Mons. Peter I. Vaccari

Editorial

Michael J.L. La Civita, Director Ejecutivo

Laura Ieraci, Directora

Olivia Poust, Directora Asistente

David Aquije, Coordinador de Publicación

Elias D. Mallon, Director Adjunto

Creativos

Timothy McCarthy, Administrador de Recursos

Digitales

Paul Grillo, Diseñador Gráfico

Sam Staddon, Diseñadora Gráfica Subalterna

Elizabeth Belsky, Redactora de Anuncios

Oficiales

Cardenal Timothy M. Dolan, Director y Tesorero

Mons. Peter I. Vaccari, Secretario

Oficina Editorial

1011 First Avenue, New York, NY 10022-4195 1-212-826-1480; www.cnewa.org

©2024 Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente. Todos los derechos reservados. Miembro de la Asociación Católica de Medios de Comunicación de Estados Unidos y Canadá

Esta primavera, lleva la luz de Cristo a los que más la necesitan

Usted puede ayudar a levantar a los que están atrapados en la pobreza. Puede ser una fuente de compasión, sanación y esperanza en un mundo roto por el dolor.

El alcance de la obra mundial de la Iglesia católica es enorme. Cuando realiza una donación a CNEWA, contribuye a los esfuerzos incesantes de la iglesia para responder a la pregunta que se le hace a Jesús: ‘¿Y quién es mi prójimo?’

Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para obtener más información:

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PUBLICACIÓN OFICIAL ASOCIACIÓN CATÓLICA PARA EL BIENESTAR DEL CERCANO ORIENTE VOLÚMEN 2 NÚMERO 2
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@50 Feliz Cumpleaños,

“En silencio y sin fanfarrias, la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente (CNEWA) celebró su 50 aniversario a finales de 1974”, señalaron los directores en la segunda edición de la revista ONE, en inglés, en 1975.

“Su dinámico secretario nacional, Mons. John G. Nolan, observó la ocasión de modo cotidiano. Él y sus asociados lanzaron esta nueva publicación, Catholic Near East Magazine. Su objetivo, como ustedes saben, es cultivar entre nuestros lectores una comprensión más profunda del progreso de la iglesia y su pueblo en las tierras del Medio Oriente”.

Mucho ha sucedido en nuestro mundo y en la vida de esta iniciativa especial de la Santa Sede desde que se publicaron esas palabras hace cinco décadas. Para empezar, Catholic Near East Magazine, después de un cambio de nombre temporal a CNEWA World, en la celebración del 75 aniversario de CNEWA en 2001, ahora se llama

ONE. Esto refleja, como escribí en la edición de mayo-junio de 2004, “el carisma de la agencia —actuar siempre como si todos fuéramos uno, a menos que nos veamos obligados a encontrar una diferencia”.

“Sin duda, ONE es una publicación católica”, proseguí. “Pero ONE decididamente se opone a la tendencia de la sociedad moderna que busca enfatizar lo que nos divide, ya sea por nacionalidad, etnia, religión, política o valores”.

“Como publicación oficial de CNEWA, ONE reconoce lo que hace que todos los pueblos y religiones sean únicos y lo que todas las personas de buena voluntad tienen en común: el don del amor otorgado por Dios”.

Amor. Qué palabra tan sencilla. Pero, como la palabra “paz”, qué complejas y qué esquivas se hacen estas ideas en un mundo desgarrado por la carencia de ambas. Este año no sólo es el 50 aniversario de ONE en inglés —la publicación en línea de ONE en español se inició en 2023— motivo de auténtica alegría

en una era de inestabilidad, sino también aniversario de dos instrumentos del amor de la iglesia universal por un mundo quebrantado: el centenario de la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente, en Estados Unidos, y el 75 aniversario de la Misión Pontificia para Palestina.

Déjenme explicarlo. El sufrimiento de la humanidad atrapada por la violenta disolución de los imperios ruso y otomano después de la Primera Guerra Mundial conmovió profundamente al Papa Benedicto XV. Él inició la ayuda humanitaria para Asia Menor y Europa, que su sucesor, Pío XI, continuó después de su elección, tras la prematura muerte de Benedicto XV en 1922. Esos esfuerzos incluyeron contactos con líderes católicos en Estados Unidos, como el sacerdote jesuita Edmund A. Walsh y el fundador de los Frailes de la Expiación, el padre Paul Wattson.

Preocupado por las noticias sobre armenios, asirios y caldeos desplazados, y sobre griegos y

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rusos antibolcheviques buscando refugio en Constantinopla —la capital de ese mundo otomano que se desvanecía—, y conmovido por los pedidos de ayuda del papa, el padre Paul alentó a sus colaboradores a financiar los incansables esfuerzos del obispo greco-católico George Calavassy, quien había reclutado a un capellán militar inglés que trabajaba entre los refugiados, Mons. Richard Barry-Doyle, para ayudarlo a recaudar fondos de emergencia en Estados Unidos.

En diciembre de 1924, el padre Paul, Mons. Barry-Doyle y un grupo de laicos católicos establecieron en Filadelfia la “Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente” para ayudar al obispo Calavassy con los cristianos desplazados del “cercano oriente”. El elocuente programa de conferencias de Mons. Barry-Doyle, titulado “La Llamada del Este”, llenó salas de conciertos en Estados Unidos —incluido el Carnegie Hall de Manhattan— y recaudó importantes fondos para que CNEWA abordara las necesidades de los desplazados en Constantinopla.

Menos de dos años después, el Papa Pío XI unió varias iniciativas católicas con objetivos similares — incluida la CNEWA del padre Paul, de la que era vicepresidente— en una sola agencia pontificia con una junta directiva presidida ex officio por el arzobispo de Nueva York. El papa mantuvo el nombre Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente, centralizando y fortaleciendo así los diversos esfuerzos para las iglesias orientales. En 2026, conmemoraremos la fundación de CNEWA como un programa de la Santa Sede, dirigido inicialmente por el padre Edmund Walsh, S.J.

Casi un cuarto de siglo después de que el Papa Pío XI fundó CNEWA, su sucesor fundó la Misión Pontificia para Palestina en 1949.

CNEWA ha ayudado a muchas personas durante las décadas, incluyendo a estas niñas refugiadas en un campo para personas desplazadas en Eritrea.

La Misión Pontificia coordinó la primera ayuda católica mundial para los cientos de miles de refugiados palestinos, que habían huido de sus hogares tras el apresurado retiro en 1948 de las tropas británicas del llamado Mandato Palestino. Pío XII puso el liderazgo y la administración de la Misión Pontificia, entonces vista como una agencia ad hoc, bajo CNEWA. Los pontífices posteriores ampliaron e hicieron permanente su mandato de brindar asistencia y atención a las necesidades de todas las personas vulnerables en el Medio Oriente.

Hoy, CNEWA dirige sus actividades en la región a través de la oficina de la Misión Pontificia en Ammán, que lleva ayuda a Irak y Jordania; en Beirut, al servicio del Líbano y Siria; y en Jerusalén, al servicio de Israel y los territorios palestinos ocupados de Gaza y Cisjordania.

En este año de aniversarios, miraremos hacia atrás y reproduciremos en estas páginas, y en nuestro sitio web en inglés, cnewa.org, algunos artículos favoritos de nuestros lectores, así como artículos destacados en torno a importantes eventos históricos publicados en estas páginas a lo largo de los últimos 50 años, 35 de los cuales he desempeñado diversos cargos, desde asistente editorial hasta director ejecutivo.

Mons. Peter I. Vaccari, nuestro editor, y todo el equipo de CNEWA esperan que estos artículos resulten informativos e inspiradores, como evidencia de la resiliencia del espíritu humano, el poder de la fe y cómo el amor puede transformar y trascender en las vidas de los que tanto lo necesitan.

Michael J.L. La Civita es director de comunicaciones y director ejecutivo de ONE.

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Conexiones Últimos informes

sobre el

mundo de CNEWA

Últimas Noticias Desde Tierra Santa

Mons. Peter I. Vaccari, presidente de CNEWA, y personal de la ofcina de CNEWA en Jerusalén visitan a las Hermanas Benedictinas de Nuestra Señora del Calvario en Jerusalén durante su peregrinación navideña a Tierra Santa, del 18 al 27 de diciembre.

Al cierre de edición, continuaba la guerra entre Israel y Hamás, y el número de muertos en Gaza superaba las 28,000 personas.

Aunque CNEWA sigue brindando ayuda humanitaria a las iglesias en Gaza, la rapidez de los sucesos y la escasez de recursos han limitado la entrega de ayuda, dijo Joseph Hazboun, director regional de CNEWA en Jerusalén. Sin embargo, su equipo “continúa en contacto con la comunidad cristiana local” en Gaza y coordina la asistencia, proporcionando alimentos, combustible para calefacción y medicinas.

A pesar de la guerra, Mons. Peter I. Vaccari continuó la tradición navideña de los presidentes de CNEWA y

La Guerra en Ucrania Continúa

Sin un acuerdo de paz en Ucrania a la vista, la guerra entró en su tercer año desde la invasión rusa del 24 de febrero, 2022. Hasta la fecha, más de 10.000 civiles han muerto; 6,3 millones de personas han huido de Ucrania y 3,7 millones son desplazados internos.

CNEWA ha distribuido más de 6,2 millones de dólares en Ucrania y países vecinos para asistir a

viajó a Tierra Santa del 18 al 27 de diciembre. Dijo que Belén estuvo casi desierta de peregrinos. Y, desde la Iglesia de la Natividad en Belén, fue el anftrión del episodio navideño de “Conexiones con Mons. Peter”, junto a Hazboun y al padre Rami Asakrya, O.F.M., párroco de la Iglesia Católica de Santa Catalina de Alejandría en Belén.

Mons. Vaccari también celebró Misa en la Iglesia del Santo Sepulcro, visitó el Collège des Frères y el Hospital de la Sagrada Familia, y se reunió con líderes religiosos como el rabino Noam Marans del Comité Judío Americano, el arzobispo Adolfo Tito Yllana, nuncio apostólico, y el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén.

“Es necesario terminar la violencia… que ocurre en Gaza ya. Los rehenes, cada uno de ellos, deben ser liberados y devueltos”, dijo Mons. Vaccari, delineando las prioridades discutidas con el nuncio apostólico y el patriarca. “Luego, empezaremos a reconstruir”.

CNEWA continuará fomentando el diálogo y promoviendo la paz en Tierra Santa, como lo ha hecho en los últimos 75 años. Otras prioridades incluyen el desarrollo de recursos educativos sobre la presencia cristiana y la historia del cristianismo en Tierra Santa.

los desplazados, con fondos destinados a brindar refugio, alimento, atención médica e inserción laboral. También para apoyar a escuelas, hospitales y otras instituciones dirigidas por la iglesia en su propósito de ayudar a los más vulnerables.

Lea cómo uno de los socios de CNEWA ayuda a los niños a sanar de los efectos de la guerra en la pág. 30.

Nuevo Arzobispo Mayor

La Iglesia católica siro-malabar eligió un nuevo pastor. El arzobispo mayor Raphael Thattil fue entronizado como arzobispo de la Archieparquía de ErnakulamAngamaly el 11 de enero, sucediendo al cardenal George Alencherry, quien dimitió en diciembre.

El arzobispo comenzó su nuevo ministerio en medio de las continuas

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disputas litúrgicas y los disturbios dentro de la Iglesia siro-malabar, la segunda iglesia católica oriental más grande. El 9 de enero el sínodo siro-malabar de obispos eligió al obispo de la Eparquía de Shamsabad, una vasta jurisdicción eclesial que abarca 23 estados indios. El papa confirmó la decisión al día siguiente. ¡Que sea por muchos años!

Lea cómo la iglesia en India se adapta a los desafíos de la sociedad en la pág. 24

Gala ‘Sanación y Esperanza’ La segunda gala anual “Sanación y Esperanza” de CNEWA realizada en Nueva York el 5 de diciembre recaudó 467.000 dólares para la misión de la agencia. Más de 300 personas asistieron a la cena en un club privado, que destacó el compromiso de CNEWA de apoyar los esfuerzos contra la trata de personas en el Medio Oriente, el Noreste de África, India y Europa del Este.

El cardenal Timothy M. Dolan, director de CNEWA, entregó el Premio Fe y Cultura de la agencia al defensor contra la trata de personas John J. Studzinski, K.S.G., y rindió homenaje a una Hermana del Buen Pastor, Marie Claude Naddaf, de nacionalidad siria, como la invitada de honor.

¡Reserva la fecha! La próxima gala será el 5 de diciembre, 2024.

Concierto por la Paz

CNEWA organizó, junto con la escuela secundaria St. Joseph by-the-Sea en Staten Island, un Concierto por la Paz para recaudar fondos, este 21 de febrero. El concierto contó con las actuaciones de varias escuelas católicas locales y ofreció oportunidades para que el

público conozca más sobre la misión de la agencia. Para organizar un evento de recaudación de fondos para CNEWA en su comunidad, visite cnewa.org/ events.

Oficina de CNEWA en Roma

El personal de la oficina de CNEWA en Roma, que abrió el verano pasado dentro del histórico edificio del Dicasterio para las Iglesias Orientales en la Via della Conciliazione, continúa promoviendo CNEWA, una iniciativa especial de la Santa Sede, en Europa.

El equipo en Roma incluye al padre Marco Scandelli, representante legal

de CNEWA en Italia, y a Anna Cuzziol, oficial administrativa. Junto con Sabrina Zappia, consultora de Mons. Vaccari, el equipo ha organizado y participado en varios eventos.

En noviembre, CNEWA copatrocinó una conferencia sobre el tema “La Visión Ecuménica de los Católicos Orientales en Diálogo con los Ortodoxos”, y se reunió con asociaciones que apoyan proyectos en Tierra Santa. En enero, el padre Scandelli habló en una conferencia sobre la paz en Tierra Santa. Mons. Vaccari se unió al equipo en enero para reuniones con representantes de dicasterios y oficinas del Vaticano.

Para más información y noticias

visita cnewa.org/es

Y encuentra videos, artículos y las últimas noticias de lo que sucede allí donde CNEWA está presente en cnewa.org/es/blog

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El equipo de la ofcina de CNEWA en Roma incluye a Anna Cuzziol y el padre Marco Scandelli.

Misión

Pontifcia

Nota de los directores: Para destacar el 75 aniversario de la fundación de la Misión Pontificia, cada edición de la revista, en este año de múltiples aniversarios, incluirá un artículo sobre este esfuerzo especial de la Santa Sede en el Medio Oriente.

En la edición de marzo, presentamos los esfuerzos de la Iglesia caldea en la región del Kurdistán iraquí para reconstruir la comunidad cristiana y sus instituciones, y para empoderar a los jóvenes adultos para que se conviertan en líderes en la renovación de su país.

Impulsados por la Visión y la Fe

La iglesia en Irak empodera a los jóvenes para el liderazgo

texto por Alex McKenna con fotografías de Yad Abdulqader

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Yousif Gawhar habla con entusiasmo sobre su relación con Jesús. A los 25, como muchos jóvenes cristianos comprometidos en el mundo, ha pensado y cuestionado quién es Jesús. A diferencia de la mayoría, su fe tomó forma a partir del terror.

Nacido en Bagdad, huyó con su familia de la capital iraquí a Erbil, en la región norteña de Kurdistán, después de que el hotel de su padre fue confiscado en 2005 y sus vidas amenazadas.

Gawhar heredó la fe de sus padres, pero, durante la persecución violenta y los años siguientes, la hizo suya.

Hoy vive en Ankawa, una ciudad mayoritariamente cristiana a cinco millas al norte de Erbil. Domina tres idiomas —árabe, inglés y siríaco— y es funcionario de recursos humanos de una organización no gubernamental internacional.

Gawhar es miembro de la Iglesia caldea, una iglesia católica oriental de rito siríaco oriental que es

autóctona de Irak, Turquía, Siria e Irán y atribuye su fundación al apóstol Tomás. Es feligrés de la Catedral de San José en Ankawa, donde es catequista voluntario y participa en la Fraternidad de Trabajo Apostólico de San José, un grupo para jóvenes adultos, algunos con caminos de fe similares al de él.

Jóvenes adultos se reúnen en la catedral caldea del Sagrado Corazón en Kirkuk, Irak.

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“Estoy muy impresionada con los jóvenes, ansiosos por servir a la iglesia y servir a la comunidad sin nada a cambio”.

Antes de la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en 2003, casi 1,5 millones de cristianos vivían en el país, según el Informe Internacional sobre Libertad Religiosa en Irak del 2022 del Departamento de Estado de Estados Unidos, y los católicos caldeos eran los más numerosos.

Cientos de miles de cristianos iraquíes huyeron de la persecución religiosa que surgió durante la guerra de Irak (2003-2011). Los grupos militantes atacaron a las comunidades cristianas hasta el 2014, bombardeando 77 iglesias y edificios religiosos y matando al menos a 1.200 cristianos, entre ellos el arzobispo caldeo Paulos Faraj Rahho de Mosul y varios sacerdotes.

El derramamiento de sangre y el terror empeoraron en junio de 2014 con la insurgencia de ISIS, que saqueó ciudades cristianas en la

llanura de Nínive, destruyó iglesias, secuestró mujeres y mató a civiles inocentes. Un tercio de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, que tenía una importante población caldea, fue arrasada, y 13.220 familias cristianas de aldeas capturadas por ISIS fueron desplazadas. Esas familias cogieron lo que pudieron y condujeron o caminaron hasta la frontera con Kurdistán. Allí, la guardia del gobierno les ordenó abandonar sus vehículos y caminar las 12 millas restantes a Erbil.

Gawhar recuerda cómo los jóvenes de Ankawa iban a los puestos de control a recoger a los desplazados para llevarlos a Ankawa, donde se refugiaron en iglesias.

La brutal violencia de ISIS contra cristianos y yazidíes ha sido reconocida por miembros de la comunidad mundial como

El arzobispo caldeo Bashar Matti Warda visita al personal del Hospital Maryamana, en Ankawa, fundado por la Archieparquía de Erbil. Opuesto, la Dra. Daniella Hanna examina a una paciente en el Hospital Maryamana.

genocidio. Hoy en día, el número total de cristianos en Irak es menos del 1% de la población estimada en 42 millones. Los católicos caldeos siguen siendo la comunidad cristiana más numerosa, unos 250.000 fieles, según la Fundación Cristiana Iraquí. Pero, la mayoría vive en la diáspora, mayormente en Estados Unidos. De los cristianos que permanecen en Irak, la mayoría vive en Kurdistán.

En marzo de 2021, el Papa Francisco realizó, lo inimaginable solo unos años antes, la primera visita papal al país. Ante los escombros en la Plaza de la Iglesia

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de Mosul, predicó la “convivencia armoniosa” y oró por las víctimas de la guerra. El día anterior, visitó al Gran Ayatolá Ali al Sistani, un alto líder religioso de los musulmanes chiítas, quien hizo una aparición pública poco común para la ocasión.

La visita del papa permitió a la comunidad cristiana de Irak mostrar públicamente las brasas de esperanza y fe que habían avivado durante más de una década de intensos combates y persecuciones. “Fue un mensaje de paz, especialmente para los cristianos, de que no están solos”, dice Gawhar.

La visita papal “dio esperanza” y tuvo “un gran impacto, no solo en las comunidades cristianas, sino en todo Irak”, añade. “Unió a todas las religiones”.

Gawhar es uno de varios jóvenes de la Archieparquía de Erbil que se han aferrado a la esperanza, pero que también expresan su preocupación por el futuro del país y por la comunidad caldea como iglesia en la periferia. La cultura actual tiende a enfatizar los problemas por encima de las soluciones, dice, y él solo tiene “un 10% de esperanza en el futuro”.

Aun así, dice, es parte del “equipo que se queda”.

“Mi fe me da la esperanza de un Irak mejor”, añade. “No puedo imaginarme yéndome. Me quedaré hasta que me echen”.

El arzobispo caldeo de Erbil, Bashar Matti Warda, C.Ss.R., trabaja lentamente para cambiar la cultura con un enfoque basado en soluciones. Desde su entronización en 2010, ha establecido varias instituciones administradas por la iglesia en su archieparquía, incluyendo un hospital, cuatro escuelas primarias y secundarias, la Universidad Católica en Erbil y algunos proyectos de medios de comunicación, incluida una estación

La iglesia en Irak es pequeña pero fuerte en su testimonio y en servicios para todos. CNEWA continúa adaptando su apoyo, como en los sucesivos períodos de inestabilidad en el país, para ayudar a la iglesia a satisfacer las necesidades de la gente. Operando como Misión Pontifcia en el Medio Oriente, CNEWA alienta los esfuerzos de la iglesia para formar una nueva generación de líderes cristianos a través de la educación, apoyando a las instituciones de educación superior, incluido el Colegio Babel en Erbil. Los fondos de CNEWA también apoyan programas de cuidado infantil, de ancianos y de personas con discapacidades.

Para ayudar a CNEWA a continuar este trabajo en Irak, llame al: 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o 1-866-322-4441 (Canadá) o visite cnewa.org/es/donde-trabajamos/mediooriente/irak.

de radio. En conjunto, estas instituciones emplean a más de 750 personas, de entre 23 y 45 años, casados y solteros. El arzobispo atribuye el celo de los jóvenes empleados en esta obra a la providencia.

“Dios quiere que nos quedemos [en Irak] y está dirigiendo todo el trabajo, abriéndonos puertas cuando pensamos que ya todo está acabado”, dice.

Los jóvenes desempeñan un papel importante en la visión del arzobispo para la paz y estabilidad regionales a través de la educación y oportunidades económicas. El objetivo es “no solo mejorar, sino empoderar a los jóvenes a que asuman su papel de líderes y contribuyentes”, dice.

El Encuentro de Jóvenes de Ankawa, celebrado cada año desde 2013, es un importante esfuerzo de ministerio juvenil para los caldeos en Irak. Los participantes salen fortalecidos por una comunidad de fe y renovados en sus vidas espirituales por oradores dinámicos, tiempo en oración y compañerismo. En 2023, el evento de fin de semana atrajo a más de 1.700 jóvenes caldeos de 60 parroquias de siete eparquías.

“Realizar esta reunión para los jóvenes le da vida a la iglesia”, dice.

Como parte del ministerio juvenil y los esfuerzos de formación, cada parroquia de la archieparquía también ofrece catequesis a 1.200 niños y adolescentes, de 5 a 18 años.

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Vina Yousif, de 26 años, ha sido subdirectora durante dos años en la Escuela Internacional Mar Qardakh en Ankawa, fundada por la archieparquía en 2010. Casi 600 niños cristianos reciben instrucción en inglés en el programa de bachillerato internacional de la escuela.

Ella estudió catequesis y evangelización en el Colegio Babel, que fue fundado en Bagdad en 1991, y se trasladó a Erbil por razones de seguridad en 2007. Está afiliada a la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma y ofrece formación

teológica para laicos y seminaristas católicos caldeos.

Yousif dirige también la Fraternidad de Trabajo Apostólico de San José. Sus miembros oran juntos, organizan reuniones sociales y ayudan con otras necesidades en la catedral. En cualquier momento, estos adultos jóvenes “dejan todo” para ofrecerse como voluntarios por un turno de 12 horas o más, dice.

“Estoy muy impresionada con los jóvenes, ansiosos por servir a la iglesia y servir a la comunidad sin nada a cambio”, dice.

La Dra. Daniella Hanna, 26, es doctora residente junior en el Hospital Maryamana, ubicado al otro lado de la calle de la catedral de Ankawa. Fundado por la archieparquía en 2020 para servir a personas de todos los credos —la capilla del hospital y la mezquita se construyeron una al lado de la otra— el centro médico ofrece atención especializada, que incluye medicina familiar, un centro de maternidad y cirugía.

Hanna dice que su fe se había entibiado en los últimos años, pero

“Aspiro a que la comunidad cristiana en Irak tenga un profundo sentido de pertenencia”.

una crisis personal la llevó a volver a comprometer su vida con Cristo.

“Es mi mejor amigo. Escucha los susurros de mi corazón. Es el líder de mi vida. Es mi escudo. Es mi sanador”, dice.

“Cuando tuve la oportunidad de conocer a Jesús, mi perspectiva de todo cambió. Mi perspectiva de la vida cambió, y ha impactado mi actitud y comportamiento como doctora y hacia mis pacientes”, dice.

Su “papel como cristiana”, frente al sufrimiento de sus pacientes y sus familiares preocupados, es “darles esperanza, hacer lo mejor que pueda por ellos”, dice.

“Siempre he creído que somos luz y sal”, dice. “Cada vez que voy a un hospital diferente con personal diferente, inmediatamente saben que soy cristiana. Empiezan a contarme su dolor, sus malas experiencias. Confían en mí”.

Dice que la poca esperanza que tiene para el futuro de Irak está en su gente y en su capacidad de “dar amor, difundir el amor, la honestidad y la bondad entre los ciudadanos. Así es como podemos construir un mejor país y avanzar”.

Raaed Asaad viaja 60 millas de ida y vuelta desde Kirkuk, su ciudad natal, hasta Erbil para estudiar relaciones internacionales en la Universidad Católica en Erbil (U.C.E.). Fundada por la archieparquía en 2015, la universidad otorga títulos de cuatro años y da la bienvenida a estudiantes de todas las tradiciones religiosas.

Criado en una cultura que valora los logros laborales, Asaad encontró en la U.C.E. el enfoque de aprendizaje que buscaba, que privilegia y desarrolla la libertad de pensamiento y enfatiza la importancia de la coexistencia en una sociedad tan diversa como Irak.

Raaed Asaad, sentado junto a una estudiante, habla con amigos en la Universidad Católica en Erbil.

“Nuestro camino de aprendizaje hace realidad nuestros sueños y forma nuestra personalidad”, dice.

Añade que su fe cristiana y la Iglesia caldea son importantes para su identidad. Ser cristiano en Irak es ser una persona de paz, que promueve la paz y la tolerancia, y contribuye a la sociedad, explica.

“Aspiro a que la comunidad cristiana en Irak tenga un profundo sentido de pertenencia”, dice. “Este lugar, esta cuna de la civilización enfrentó muchas atrocidades, guerras y muchas dificultades, pero espero mantener la creencia de que este es nuestro lugar, nuestra tierra”.

A pesar de que las sólidas instituciones dirigidas por la iglesia siembran esperanza y animan a los cristianos a permanecer en Irak, los temores de la juventud caldea no pasan desapercibidos para el arzobispo Warda.

“Para ser honesto, siempre hay miedo sobre el futuro”, dice. “Nuestros jóvenes, a pesar de todas estas ansiedades y preocupaciones sobre el futuro, están llenos de esperanza. Aman la vida. Tratan de sacar lo mejor de ello”.

“Dedican tiempo a la oración y a otras actividades de la iglesia y se encargan de desarrollar sus capacidades para conseguir un buen trabajo. Tratan de mejorarse a sí mismos”.

El arzobispo añade que su visión para su iglesia incluye algo más que ofrecer buenos empleos y seguridad a los jóvenes cristianos. Es en la edificación de los jóvenes que la Iglesia caldea perdurará en Irak, dice, y con ella la esperanza que solo Cristo puede traer.

“Si nos fuéramos, ¿quién traería a Cristo a Irak? ¿Quién sería la luz de Cristo para la gente de aquí, si no nosotros?”

Alex McKenna enseña y escribe desde Erbil, Irak. Yad Abdulqader, video periodista de la región del Kurdistán iraquí, contribuyó a este despacho.

cnewa.org/es

Escuche acerca de la fe inquebrantable de los jóvenes cristianos de Irak en este video.

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Ayuda
a formar una nueva generación de líderes cristianos
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Las explosiones de la mañana del miércoles 2 de agosto en Gondar, una ciudad conocida por sus castillos y fortalezas históricos en la región de Amhara, al norte de Etiopía, despertaron a Soliyana Samuel. Su mamá corrió a preguntar a los vecinos qué pasaba.

Para su asombro, era un feroz intercambio de disparos a menos de una milla, en la colina Goha, a plena vista desde su casa. Instantes después, la realidad estrujó sus corazones: El conflicto armado que comenzó en la región de Amhara cuatro meses antes se había intensificado.

Dos días después, el gobierno central de Etiopía declaró un estado de emergencia regional de seis meses. Los intensos combates bloquearon carreteras, impidiendo la entrega de mercancías y haciendo peligrosos los viajes para los civiles.

Samuel, estudiante de tercer año en la Universidad de Injibara, estaba en casa durante un receso semestral. Su escuela, a unas 175 millas al sur de Gondar, fue una de 10 universidades de la región que anunciaron la suspensión inmediata e indefinida de clases. En total cerraron unas 2.000 escuelas, lo que afectó a 2,5 millones de niños y jóvenes. Unos 42 edificios escolares sufrieron daños severos en los combates.

Varias regiones de Etiopía han tenido períodos de violencia y disturbios civiles en los últimos años. El conflicto de Tigray (2020-2022) en la región más septentrional del país entre el gobierno federal y el Frente de Liberación Popular de Tigray mató a unas 600.000 personas y desplazó a unos 2,5 millones. En noviembre de 2022 se firmó un acuerdo de paz y más de 1 millón de personas regresaron a Tigray.

“Pero la implementación del proceso de paz es muy lenta”, afirma Argaw Fantu, director de la

oficina regional de CNEWA en Etiopía. “Las familias de los jóvenes que perdieron la vida en la guerra mal calculada no han recibido consuelo ni apoyo adecuado. Los jóvenes parecen desesperados. En algunas partes la anarquía es el mayor temor de la gente; en muchos lugares se producen ataques silenciosos y robos”.

El conflicto de dos años dañó tierras agrícolas, la sequía aumentó la inseguridad alimentaria y los niños abandonaron la escuela debido a la falta de alimentos, afirma. Las iglesias católicas están tratando de iniciar sus programas de alimentación para niños, que normalmente ocurren en el verano, en un esfuerzo por salvar vidas, añade.

La región de Amhara, que limita con Tigray al sur, se había aliado con las fuerzas federales durante el conflicto de Tigray. Sin embargo, la decisión del gobierno federal en abril de 2023 de integrar todas las fuerzas especiales regionales en la fuerza de defensa nacional desencadenó protestas violentas generalizadas. Los habitantes de Amhara lo interpretaron como un intento de disminuir la autonomía regional y temieron que los hiciera más vulnerables a ataques de otros grupos regionales.

Las fuerzas de seguridad regionales en Amhara se negaron a disolverse y tomaron las armas, al igual que Fano, una milicia que dice representar al pueblo Amhara, la segunda comunidad étnica más grande de Etiopía. Informes emitidos por las Naciones Unidas indican que este conflicto ha matado a más de 230 personas.

Amediados de enero, se había restablecido una relativa paz en Amhara y las universidades anunciaron que las clases se reanudarían en febrero. Samuel esperaba retomar sus estudios en ciencias alimenticias y

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Esperanza para un Futuro Pacífco

Cuidando a los jóvenes en medio de los confictos regionales en Etiopía

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Las celebraciones del 19 de enero este año, en vísperas de Timkat, la festa del bautismo de Jesús, en Gondar, Etiopía, estuvieron marcadas por una mayor seguridad.

CUIDADO PARA LOS MARGINADOS PUBLICACIÓN OFICIAL DE CNEWA 15

Conexión CNEWA

Por mucho tiempo, el apoyo de CNEWA a la iglesia en Etiopía ha estado al servicio de los más vulnerables del país. Nuestro compromiso ha sido reconocido por líderes de la iglesia, incluyendo al obispo Lesanuchristos Matheos Semahun de Bahir Dar-Dessie, cuya eparquía incluye áreas del país que actualmente atraviesan un conficto armado y disturbios civiles. A pesar de años de confictos y desastres naturales, dice el obispo, la iglesia en Etiopía sabe que puede confar en la solidaridad y el apoyo continuos de CNEWA para su trabajo pastoral y humanitario, incluso para sus escuelas, programas de alimentación, capellanías universitarias y formación sacerdotal.

Ayude a la iglesia en Etiopía que depende de nuestro apoyo. Llame al 1-866-322-4441 (Canadá) o al 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o visite: cnewa.org/es/donde-trabajamos/ norestedeafrica/etiopia.

tecnología pos-cosecha. Sin embargo, muchos compañeros, sin esperanza de retomar las clases, abandonaron los estudios.

Durante la suspensión de clases, Samuel participó en el programa de capellanía de la universidad local, dirigido por monjes cistercienses. La capellanía funciona en una iglesia ubicada en los terrenos de la Escuela Católica Debre Selam Mariam.

“Les brindamos orientación espiritual y enseñanzas todos los domingos, especialmente sobre cómo afrontar el conflicto utilizando las sagradas palabras de Dios”, dice el padre Tamiru Adugna, O.Cist., que ha servido en Gondar desde 2017.

La capellanía también apoya a los universitarios cubriendo los costos de transporte hacia y desde la liturgia dominical, ofreciéndoles un desayuno y brindando asistencia para ropa nueva u otros artículos en ocasiones especiales, como la graduación. El año anterior, la capellanía acompañó a 34 estudiantes de las universidades cercanas de Gondar y Debark. Aunque el programa no pudo reiniciarse el pasado octubre como de costumbre, debido a la suspensión de las clases, los monjes mantuvieron un contacto regular con los estudiantes que esperan en sus casas la reanudación de las clases.

“Nos saludamos y los animamos”, dice.

Además de servir en la capellanía, el padre Adugna es presidente de la directiva de la escuela privada Debre Selam Mariam, que fue fundada por los misioneros combonianos en 1961 y transferida a los cistercienses en 1980. Actualmente cuenta con 160 empleados y 3.300 estudiantes, desde kindergarten hasta el grado 12.

“A pesar de los desafíos, sobresalimos en los exámenes nacionales”, afirma. “Nos enfocamos en la educación moral, adaptándonos a los cambios en el programa gubernamental. Nuestro entorno fomenta la inclusión y da la bienvenida a estudiantes de todos los orígenes”.

Con la crisis regional, la escuela enfrentó retrasos en la adquisición de materiales educativos y las familias han tenido dificultades para pagar la matrícula a tiempo.

“Colaboramos con las familias para enfrentar los desafíos, enfatizando la necesidad de paz para garantizar un ambiente propicio para el aprendizaje. A pesar de las dificultades, mantenemos la esperanza de un futuro de paz y de normalidad en nuestros servicios educativos”, afirma.

“Como monjes y sacerdotes, rezamos por la paz en la región para todos”.

En Bahir Dar, la capital de la región de Amhara, a unas 105 millas al sur de Gondar, el obispo Lesanuchristos Matheos

La escuela Beato Gebre-Michael en Bahir Dar matricula a estudiantes desde kindergarten hasta el grado 12. A la derecha, los estudiantes de un grado superior asisten a clase. Arriba a la izquierda, la hermana Weinitu Woldesenbet enseña el alfabeto a los estudiantes.

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Semahun de Bahir Dar-Dessie habla de las luchas que enfrentan las comunidades atrapadas en el fuego cruzado: falta de acceso al agua, alimentos, electricidad y medios de comunicación.

Las carreteras bloqueadas obstaculizaron seriamente las actividades pastorales de la iglesia. La Eparquía católica etíope de Bahir Dar-Dessie se estableció en 2015. Su vasto territorio, con una población estimada de 23 millones, va más allá de Amhara e incluye las regiones de Afar al este y de Benishangul-Gumuz al oeste, donde surgió un conflicto armado en 2019.

“Estamos pasando de una guerra a otra, de un conflicto a otro. Es un problema continuo”, afirma. “Todo este conflicto y guerra es entre hermanos y hermanas. Nadie vino de afuera”.

Aunque los católicos son una minoría en la región, subraya el obispo, la diocesis gestiona más de 20 escuelas, incluida una escuela para niños ciegos, y 44 centros médicos.

“Todo este conficto y guerra es entre hermanos y hermanas.
Nadie vino de afuera”.

“Nuestra presencia tiene dos dimensiones”, afirma. “Uno es testimonio y otro es servicio”.

Debido a preocupaciones de seguridad, el obispo ordenó a dos sacerdotes fuera de la eparquía en el Vicariato apostólico católico romano de Jimma-Bonga, al suroeste de Etiopía.

Las jóvenes han sufrido los mayores efectos adversos del conflicto, afirma. Confinadas en sus casas en situaciones extremas, muchas se vieron obligados a contraer matrimonio y, como resultado, abandonaron la escuela.

El conflicto ha tenido efectos traumáticos en los niños, especialmente en los huérfanos, añade. Expresó su preocupación por las enfermedades mentales que

el conflicto causa en los niños, incluyendo la depresión y el colapso mental.

Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl trabajan con niños con traumas provocados por el conflicto en la Escuela Católica Beato GebreMichael en Bahir Dar. Alrededor de 1.200 estudiantes, desde kindergarten hasta la escuela secundaria, están matriculados en la escuela diurna, que incluye una guardería.

La hermana Weinitu Woldesenbet, D.C., administradora de la escuela, recuerda cuando cayeron dos bombas en Bahir Dar, una de ellas peligrosamente cerca a la escuela. Padres y estudiantes quedaron perturbados.

“Nuestra presencia tiene dos dimensiones. Uno es testimonio y otro es servicio”.

“Cuando algo [inquietante] sucede, gritan, lloran, buscan a los mayores y corren de aquí para allá. ‘¿Qué está pasando, hermana? ¿Qué está pasando?’ Este tipo de preguntas son muy desafiantes para nosotros”, dice. “Tememos por su salud psicológica y por su futuro”.

La escuela cerró temporalmente y los estudiantes dudaron en regresar. Sin embargo, una directiva del gobierno municipal ordenó la reapertura de la escuela, prometiéndoles mayor seguridad.

Nigist Aslake, la secretaria, subraya el compromiso de la escuela con la igualdad de acceso a la educación, con matrículas que oscilan entre 100 y 600 birr (entre $2 y $11). Los estudiantes reciben comidas diarias y, los que lo necesitan, apoyo en forma de patrocinios y ayuda para la matrícula.

Muchos estudiantes son huérfanos, cuyos padres murieron de SIDA o en un conflicto armado. Otros niños provienen de hogares monoparentales o de bajos ingresos.

La hermana Weinitu dice que la escuela es muy querida por la comunidad local, pero el personal no puede aceptar más estudiantes debido a la falta de espacio.

Las hermanas también ofrecen en la escuela un taller de costura para adultos. Al fin del programa, proporciona a los graduados máquinas de coser para fomentar la autosuficiencia, y los capacita para iniciar sus propios negocios y contribuir a la economía local. En sus 35 años de servicio en Bahir Dar, las hermanas también financiaron la construcción de más de 200 viviendas para las familias más pobres.

La pobreza en la región de Amhara, que ya era más alta que el

El padre Tamiru Adugna se dirige al estudiantado de Debre Selam Mariam en Gondar durante la celebración navideña de la escuela, el 5 de enero.

promedio nacional antes de 2020, se ha visto exacerbada por los disturbios civiles, y por el aumento de la inflación y el desempleo.

“Los estudiantes quieren dejar de estudiar debido a la crisis económica”, dice el padre Adugna, añadiendo que la inflación también ha dificultado el pago de los salarios de los profesores de la escuela Debre Selam Mariam.

La inflación también ha obstaculizado el trabajo pastoral y humanitario de la Eparquía de Bahir Dar-Dessie, algunos gastos básicos se han triplicado, dice el obispo Matheos. Además, aunque la iglesia sigue caminando con los que sufren, las donaciones del extranjero, de las que Etiopía depende en gran medida, han sido más difíciles de conseguir, ya que otros conflictos en todo el mundo, como las guerras en Gaza y Ucrania, han captado mucha atención.

“Lo único que tenemos es nuestra buena voluntad, nuestro buen corazón, nuestra compasión, nuestra humanidad. Somos personas que vivimos con ellos y compartimos lo que tenemos con ellos”, dice sobre el trabajo de la iglesia con los pobres. “Pero estamos realmente 100% seguros de que la providencia de Dios vendrá”.

Refiriéndose nuevamente a los conflictos armados en el territorio de su eparquía, el obispo reitera que “no hay ningún enemigo extranjero. Son todos hermanos y hermanas, estamos luchando entre nosotros”.

“Con suerte, con la ayuda de la oración de muchas personas, principalmente de nosotros mismos, esto parará y viviremos como vivíamos antes: en paz”.

Hikma A. Abdulmejid es periodista independiente en Addis Abeba, Etiopía. El fotoperiodista Petterik Wiggers en Addis Abeba contribuyó a este reporte.

Conozca más sobre el trabajo de la iglesia en Etiopía en medio de los continuos disturbios civiles en un video en

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cnewa.org/es Sé su salvavidas en un mundo incierto cnewa.org/es
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Nota de los directores: Para destacar el 50 aniversario de la revista ONE en inglés, en cada edición publicaremos un “clásico” de ONE, un artículo que continúa captando la atención y el interés de los lectores de todo el mundo años después de su publicación.

En esta edición, presentamos el artículo del rabino Michael Lerner, publicado en enero de 2006. El rabino Lerner de la sinagoga Beyt Tikkun en Berkeley es también editor fundador de la revista Tikkun. Hace 18 años, su reflexión sobre lo que constituye una crítica justa e injusta de las políticas del gobierno israelí fue en respuesta a la evacuación forzada de colonos judíos de Gaza por parte de Israel en 2005. Si bien las circunstancias han cambiado, su artículo ofrece puntos y perspectivas para considerar en el contexto actual de la guerra entre Israel y Hamás.

El Antisemitismo y Críticas a ISRAEL

No hay nada inherentemente antisemita en criticar el trato de Israel al pueblo palestino, pero hay formas de hacer que esas críticas sean antisemitas.

Los judíos no regresaron a Palestina para ser opresores o representantes del colonialismo y el imperialismo cultural. Es cierto que algunos líderes sionistas del siglo XIX y principios del XX trataron de presentar su movimiento como una forma de servir a los intereses de los países de Europa, la cuna del sionismo. Además, muchos judíos que vinieron trajeron consigo una arrogancia occidental que les permitió ver a Palestina como “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra” e ignorar virtualmente a los árabes de Palestina y sus derechos culturales e históricos.

El pueblo judío que dio forma a Israel (declaró su independencia en 1948) en sus primeros años saltaba desde los edificios en llamas de Europa. Y cuando aterrizaron sobre las espaldas de los árabes autóctonos, los palestinos, estaban tan paralizados por su propio dolor que no se molestaron en darse cuenta de que estaban desplazando y lastimando a otros en el proceso de creación de su propio estado.

Posteriormente, muchos de estos judíos negarían su papel en la creación de refugiados palestinos, que soñaban con su propio “retorno” tal como lo hicimos los judíos durante unos 1.800 años.

Esta insensibilidad judía hacia el dolor de los demás también fue instigada por las acciones de los líderes árabes antes y después de la creación de Israel. A medida que el nacionalismo judío y el árabe chocaban, se cometían atrocidades en ambos bandos. Muchos judíos no pueden olvidar los ataques contra las comunidades judías que comenzaron en 1880 y culminaron con la masacre de docenas de judíos religiosos en Hebrón en 1929. (Vale la pena recordar que judíos y árabes vivieron pacíficamente en Hebrón por cientos de años). E incluso mientras ocurría el Holocausto, líderes árabes, respaldados por autoridades británicas que entonces administraban Palestina, negaron las peticiones judías de entrada.

Finalmente, después de tres guerras entre Israel y sus vecinos árabes, la mayoría de los palestinos han reconocido la realidad de Israel y la necesidad de acomodarse a él para hacer posible su propia autodeterminación.

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Pero era demasiado tarde. Para entonces, la mayoría de los judíos e israelíes se aferraban a la noción — una poderosa percepción errónea de la realidad— de que su estado podía ser aniquilado en cualquier momento a menos que ejercieran la máxima vigilancia. Empapados en los recuerdos del Holocausto, en su condición aparentemente eterna de víctima, los judíos fueron incapaces de reconocer que se habían convertido en el estado más poderoso de la región. Han usado esta sensación de fatalidad inminente para justificar su ocupación de Cisjordania y Gaza durante más de 30 años. (Gaza fue entregada a la Autoridad Palestina en agosto de 2005).

Israel, la ocupación y el judaísmo

La ocupación israelí de los territorios palestinos sólo puede mantenerse mediante lo que se ha convertido en un escándalo internacional: la violación de los derechos humanos básicos de los ocupados; el uso documentado y generalizado de la tortura; la destrucción sistemática de viviendas palestinas; la confiscación de tierras palestinas para asentamientos en Cisjordania creados para socavar la posibilidad de un estado palestino viable en Cisjordania; y la transformación de la política israelí en un sistema en el que la violencia verbal engendró violencia real, sobre todo en el asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin en 1995.

Para permitir esta ocupación, la sociedad israelí se ha auto degradado. Tales distorsiones se manifiestan en el racismo perverso exhibido hacia los árabes. De ese

Arriba, gente se reúne en Tel Aviv, el 24 de noviembre, a la espera de noticias sobre la liberación de rehenes israelíes por parte de Hamás. Abajo, manifestantes frente al Capitolio de Estados Unidos en Washington, el 18 de octubre, piden un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás.

modo, se culpa a todos los palestinos de las acciones terroristas de una pequeña minoría. Además, los ciudadanos israelíes de ascendencia palestina han sido tratados como ciudadanos de segunda clase. Sólo un ejemplo, se asigna menos dinero público a la Jerusalén oriental árabe o a los árabes israelíes que al resto de Jerusalén.

El sentimiento antiárabe también se extiende a las divisiones entre los judíos. Se ha negado a corregir las desigualdades sociales entre los judíos askenazíes (de Europa occidental y oriental) y los judíos sefardíes (ibéricos) y los judíos mizrajíes (de Medio Oriente). Además, tanto el Partido Laborista como el Likud de Israel están dispuestos a llegar a acuerdos electorales con partidos ultraortodoxos que intentan utilizar el poder del estado para imponer el control religioso sobre la vida personal de los israelíes y obtener una parte desproporcionada de los ingresos del estado.

Pero quizás la mayor víctima de todas estas distorsiones ha sido el propio judaísmo.

Históricamente, una rama del judaísmo ha afirmado la posibilidad de sanar al mundo y trascender su violencia y crueldad. Otra ha visto al “otro” —ya sean griegos, romanos, cristianos o árabes— como inherentemente malvados, sin redención y merecedores de violencia. A esta última corriente la llamo “judaísmo colonizador”. Refleja la ideología de la colonización de la tierra, como se ejemplifica tanto en el Libro de Josué (y algunas citas del Torá) como en los actos imprudentes de muchos israelíes.

Sin embargo, esta ideología colonizadora ha jugado un papel necesario en mantener a la comunidad judía psicológicamente sana a lo largo del largo período de nuestra historia en el que los judíos fueron oprimidos y brutalizados

por los ocupantes imperiales y nuestros “anfitriones” en Europa. Durante muchos años, los cristianos degradaron sistemáticamente a los judíos en sus servicios del Viernes Santo como “asesinos de Dios” y los retrataron en su iconografía como bestias con colas y cuernos. Periódicamente, los judíos fueron acorralados y deportados (de Inglaterra, Francia, España y Portugal) o asesinados (durante las Cruzadas, la Peste Negra, la Inquisición y muchos otros períodos). Ante tal persecución, los judíos necesitaban una forma de mantener su propio sentido de autoestima. Por ende, se vieron como los elegidos por Dios, sufriendo para mantener viva la palabra de Dios. Un día, sostenían los judíos, Dios rectificaría la situación, derrotaría a todos sus enemigos y los llevaría de regreso a su tierra natal.

Así como los afroamericanos alguna vez necesitaron proclamar: “Lo negro es hermoso”, y las feministas abrazaron el grito de la “hermandad”, también los judíos necesitaban una visión de fuerza.

Pero hoy, cuando los judíos gobiernan sobre un pueblo ocupado y viven en occidente en la opulencia entre nuestros vecinos no judíos, las ideas supremacistas del judaísmo colonizador solo atraen a los atrapados en la noción de que somos eternamente vulnerables.

Para una nueva generación de judíos, criados en circunstancias de poder y éxito, un judaísmo basado en el miedo y la crueldad, usado para justificar el poder y la ocupación judíos, es un judaísmo que tiene muy poco atractivo espiritual. Irónicamente, la necesidad de ser un siervo de Israel distorsiona el judaísmo y crea una crisis de continuidad, ya que los judíos más jóvenes buscan una visión espiritual fuera de su tradición heredada.

La otra rama del judaísmo, el “Judaísmo Renovador”, se inspira en los profetas y se ha reafirmado en todas las épocas importantes de la vida judía. Insiste en que el Dios del Torá es una fuerza de sanación y transformación y que nuestra tarea no es santificar las relaciones de poder existentes, sino desafiarlas en nombre de la paz y la justicia mundiales.

Tal vez el mayor peligro que Israel representa para el pueblo judío es la medida en que ha ayudado a los judíos a volverse cínicos acerca de su tarea central: proclamar al mundo la “posibilidad de la posibilidad” y afirmar al Dios del universo como la fuerza que hace posible dejar de infligir a otros la violencia y la crueldad que se les hizo. En otras palabras, hacer posible la trascendencia de la “realidad” tal como es para que se pueda forjar un mundo nuevo. Si Israel ha de ser sanado alguna vez, sólo será cuando sea capaz de rechazar esta subordinación servil al realismo político y abrace una vez más el mensaje espiritual transformador de la renovación.

Criticando a Israel

La crítica a la política israelí hacia los palestinos es fundamentalmente legítima. No hay nada antisemita en señalar que la reciente retirada de Gaza se hizo de la manera más destructiva posible porque su objetivo no era poner en marcha sino detener un proceso de paz: sacrificar a 9.000 colonos para crear una escena horrible en Gaza mostró al mundo lo doloroso que era desarraigar a los colonos. …

Pero no había necesidad de desarraigar a los colonos. En un acuerdo de paz genuino, a los colonos se les habría permitido permanecer en Cisjordania y Gaza si aceptaban vivir como ciudadanos palestinos regidos por la ley palestina. Aquellos que deseaban regresar a Israel lo habrían hecho

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por elección, no como parte de una evacuación forzada.

Denunciar las manipulaciones para mantener el control sobre los palestinos, criticar las políticas de ocupación y a quienes las instigan, insistir en que los países occidentales presionen a Israel para que ponga fin a la ocupación de Cisjordania — no hay nada antisemita en ello. De hecho, hacerlo es un favor al pueblo judío y debe ser bien recibido por aquellos de nosotros en el mundo judío que vemos los mejores intereses del pueblo judío como intrínsecamente ligados a una reconciliación sincera con el pueblo palestino.

No obstante, hay elementos de antisemitismo en la forma en que se hacen las críticas, y los amigos del pueblo judío deberían evitarlos.

Algunos ejemplos. Señalar a Israel como el foco de las críticas: La verdad es que la falta de respeto de Israel por los derechos humanos palestinos no es el peor ejemplo de violaciones de los derechos humanos en el mundo. Israel palidece en comparación con las políticas en algunos países de África, Asia y el Medio Oriente. Cuando los progresistas de los países occidentales con poblaciones mayoritariamente cristianas señalan a Israel con un énfasis especial sin extender esas mismas críticas a aún peores violadores de derechos humanos, dan la apariencia de ser antisemitas.

Del mismo modo, las campañas de desinversión enfocadas en Israel… que no piden medidas similares contra otros violadores de los derechos humanos podrían interpretarse como antisemitas.

Usando un doble rasero: Los judíos en el movimiento pacifista israelí piden el fin de la ocupación, es decir, un retorno a las fronteras de Israel anteriores a 1967. Pero hay personas en occidente y en el mundo árabe que, cuando hablan de “ocupación”, se refieren a la

existencia misma de Israel. Piden el fin de la existencia de Israel. Pero, no se pone en tela de juicio el derecho a existir de ningún otro país en función de las políticas que subyacen su creación. Quienes cuestionan la legitimidad de Israel también deben cuestionar la legitimidad de los Estados Unidos, por ejemplo, cuya creación se produjo inmediatamente después

“ No hay nada inherentemente antisemita en criticar el trato de Israel al pueblo palestino, pero hay formas de hacer que esas críticas sean antisemitas. ”

de la matanza de la mayoría de la población nativa americana y la esclavitud de los afroamericanos. Pero aquellos que cuestionan la legitimidad de Israel rara vez exigen a otros países los mismos estándares. Creo que la ira principal contra los judíos en el mundo de hoy se deriva de la ira legítima dirigida contra la política israelí hacia los palestinos y ya no se deriva principalmente del largo legado histórico de las enseñanzas

cristianas contra los judíos. Sin embargo, la ira hacia un estado específico se expresa con demasiada frecuencia contra todos los judíos, aunque muchos judíos, tanto en Israel como en otros lugares, se oponen a las políticas israelíes. Creo que los judíos siguen siendo vulnerables a este tipo de racismo y que podemos volver a ser objeto de oleadas de antisemitismo. A lo largo de la historia, las élites han utilizado a los judíos para desviar la ira que, de otro modo, podría estar dirigida hacia ellas.

Pero también creo que el pueblo judío tiene la gran responsabilidad de disociarse pública e inequívocamente de las políticas de ocupación palestina. Debemos rechazar las enseñanzas del judaísmo colonizador y utilizar cualquier influencia política que podamos reunir para crear un estado palestino viable que viva en paz con Israel.

Las constantes distorsiones sobre los palestinos y la negación sistemática de las violaciones de los derechos humanos por parte de Israel crean una profunda división entre los judíos. Aquellos acostumbrados a los periódicos judías y a las oraciones en muchas sinagogas pueden no ser conscientes de su visión distorsionada de la realidad. Romper este muro de desinformación y negación es muy difícil, dada la tendencia de los líderes judíos a etiquetar como “antisemita” a cualquiera que desafíe su perspectiva.

Si bien estos puntos de vista deben ser cuestionados, también creo que la mejor manera de hacerlo es con compasión. Los críticos de Israel también deberían reconocer la narrativa judía sobre nuestra propia historia y la larga historia de abusos que han sufrido los judíos. Es sólo reconociendo el dolor de los demás que podemos empezar a aliviarlo.

PUBLICACIÓN OFICIAL DE CNEWA 23

Perseverar en Tiempos Cambiantes

Perseverar en Tiempos Cambiantes

La iglesia en la India responde a los cambios sociales y al creciente secularismo

La iglesia en la India responde a los cambios sociales y al creciente secularismo

India, alguna vez considerada una tierra que promovía la coexistencia pacífica, ha visto un aumento en la violencia contra las minorías religiosas en los últimos años, incluyendo hacia los cristianos, que representan menos del 3% de la población del país.

La primavera pasada, estalló la violencia en Manipur entre el pueblo Meitei, mayoritariamente hindú, y el pueblo Kuki, predominantemente cristiano. El estado del noreste de la India, en la frontera con Myanmar, es regido por el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata (B.J.P.), que también gobierna el parlamento de la India.

Aunque el conflicto étnico de Manipur comenzó antes de la independencia de la India en 1947, en la violencia de mayo de 2023 se la quema de aldeas. Unas 300 iglesias fueron incendiadas y otros 100 edificios de comunidades cristianas, incluido un colegio teológico, fueron destruidos.

Las últimas cifras, publicadas en enero, indican que murieron unas 200 personas en ambos lados del conflicto. De ellas, al menos 87 eran cristianos kuki. La violencia comunitaria desplazó a unas 50.000 personas, en su mayoría cristianos.

A pesar de las frecuentes noticias sobre violencia comunitaria en el país, las estadísticas publicadas por la Oficina Nacional de Registros Criminales de la India en diciembre de 2023 para el año anterior muestran que la violencia comunitaria está disminuyendo, con solo 272 casos registrados en 2022, de 378 en 2021, y 857 en 2020. Las cifras de 2023 no estaban disponibles en el momento de la publicación.

Nehru Place en Delhi es el mercado de computadoras y accesorios más grande de la India y un centro importante de tecnología informática en el sur de Asia.

25 ACOMPA Ñ ANDO A LA IGLESIA

Mientras el gobierno informa que los disturbios comunales están en su punto más bajo, algunos medios indios informan que las tensiones étnicas están en su punto más alto.

“En Kerala, las cosas están bien por ahora”, dice el padre Peter Kannampuzha, de la Archieparquía de ErnakulamAngamaly de la Iglesia católica siromalabar. “No nos afectan ni el discurso odio ni el comunalismo. Pero estamos preocupados por lo que pasó en Manipur, los ataques a las iglesias”.

El padre Kannampuzha es el director de catequesis y educación moral de la archieparquía, situada al sur en Kerala, a más de 2.000

millas de Manipur. Aún así, cualquier persecución religiosa se siente cerca para la minoritaria comunidad cristiana de la India.

“Cuando ocurren incidentes como el de Manipur, nos da cierta ansiedad”, afirma. “Como cristianos, oramos por la paz, la armonía y el progreso de la nación”.

El padre Kannampuzha dice que los cambios en el sentir religioso en el país, y la vida familiar en general, han impactado la forma en que la iglesia enseña la fe y capacita a los ministros laicos.

El mayor cambio social ha sido la sustitución de la tradicional familia india extendida, donde al menos tres generaciones viven juntas, por la familia nuclear.

Cada vez más, una niñera cuida a los pequeños en lugar de a sus abuelos. Hombres y mujeres esperan más tiempo para casarse y tener hijos. Las mujeres se han vuelto más independientes financieramente, una mayor riqueza ha traído un aumento de la cultura de consumo y un número cada vez mayor de jóvenes se van al extranjero para estudiar o trabajar.

“A medida que cambian las necesidades de las familias cristianas en la India, la iglesia también tiene que evolucionar”, dice el padre Kannampuzha. “Como el teléfono inteligente ha quitado el tiempo compartido en las comidas familiares, necesitamos reunir a los miembros de la familia en la liturgia.

“Como cristianos, oramos por la paz, la armonía y el progreso de la nación”.

El padre Peter Kannampuzha visita una clase de catecismo para adolescentes en Kerala. Derecha, el programa de estudio para seminaristas franciscanos del Seminario Kolbe Ashram en Millupady incluye aprender a promover el diálogo y la comprensión interreligiosos.

Si los abuelos ya no están presentes, los catequistas deben reemplazar la sabiduría de los ancianos”.

La archieparquía organiza reuniones periódicas, retiros y programas de formación en cada uno de sus 16 decanatos para 5.287 catequistas voluntarios, en su mayoría laicos, incluidas muchas mujeres con carreras profesionales. El padre Kannampuzha supervisa la formación, y las 306 clases de catecismo de la archieparquía, con una matrícula total de 65.206 niños y adolescentes.

“Tenemos sesiones interactivas sobre cómo se debe enseñar el catecismo en la sociedad actual”, explica. “Hablamos de la visión de la iglesia; cómo manejar a los niños y nuestras responsabilidades como cristianos y ciudadanos de la India”.

“Siempre queremos que nuestros catequistas se sientan apoyados. La iglesia toma muy en serio la capacitación de los ministros laicos porque son ellos quienes hacen el trabajo de la iglesia”, agrega.

En respuesta a las tensiones religiosas en el país, la iglesia está trabajando para promover la armonía comunitaria y el secularismo, entendido en la India como la igualdad de todos los individuos independientemente de su afiliación o creencia religiosa.

“Alentamos a los niños a amar a Dios y a sus semejantes, independientemente de su religión o raza”, dice.

Para poner en práctica ese amor, la archieparquía ha introducido el programa “Adopta una familia”. Los estudiantes de secundaria que

Conexión CNEWA

Un aspecto clave de la misión de CNEWA es apoyar las iniciativas pastorales de las iglesias orientales, incluyendo el catecismo, la formación en seminarios y la formación de hombres y mujeres religiosos. CNEWA ha apoyado durante mucho tiempo este tipo de iniciativas en el sur de la India, incluso cuando la iglesia allí ha adaptado su programación en los últimos años para responder a las necesidades de una sociedad en rápida evolución, marcada por un aumento del secularismo y el sentimiento antirreligioso, así como por cambios en la vida familiar.

Para apoyar la misión de la iglesia en la India, llame al 1-866-322-4441 (Canadá) o al 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o visite cnewa.org/es/donde-trabajamos/india.

participan en el programa de catecismo se agrupan para cuidar de familias locales necesitadas que tal vez no compartan sus creencias religiosas. Ayudarán a estas familias durante dos años con alimentos, medicinas y ropa.

“Los estudiantes trabajan a tiempo parcial para apoyar a su familia elegida”, dice el padre Kannampuzha. “Es una excelente manera para que aprendan a cuidar, compartir y hacer la obra de Dios”.

Los estudiantes del último año de secundaria participan en un programa llamado “Karuthal”, una palabra malayalam que significa “cuidado”. Se les anima a compartir su comida en Navidad con una familia necesitada.

“Hablamos con los estudiantes sobre la felicidad que se obtiene al ayudar y sacrificarse por los demás”, dice el padre Kannampuzha. “Como cristianos, tienen que conocer el Evangelio y cómo aplicarlo en la vida cotidiana”.

“Convertimos a nuestros estudiantes de catequesis en líderes”, añade. “El liderazgo en la escuela, la política, la educación y la iglesia es importante”.

Las relaciones comunitarias en Millupady, un barrio predominantemente musulmán en Aluva, a unas 10 millas al noreste de Ernakulam, no siempre fueron cordiales, dice el padre Paul Pothanattuvelayil, O.F.M. Conv. El padre es rector del Seminario Kolbe Ashram de los Franciscanos Conventuales en Millupady.

Él recuerda cómo un desastre natural ayudó a cambiar las cosas. En 2018, Kerala fue devastada por las lluvias más intensas en casi un siglo. Al menos 400 personas murieron en las inundaciones y muchas más desaparecieron.

“Invitamos a todos a buscar refugio en el seminario. Unas 300 familias musulmanas estuvieron aquí mientras las lluvias azotaban y

PUBLICACIÓN OFICIAL DE CNEWA 27

la gente perdía sus hogares”, dice. “La gente se quedó aquí todo el tiempo que quiso. Les dimos comida, ropa y medicinas”.

El seminario siguió brindando ayuda incluso después de que la vida volvió a la normalidad.

“Eso cambió todo. La gente entendió que éramos decentes y que estábamos aquí para ayudar”, dice.

Hoy en día, las parejas musulmanas acuden a los jardines del seminario para tomarse las fotografías de su boda.

“Somos todos muy amigables”, dice.

A medida que la población india sigue creciendo y su sociedad evoluciona, aumenta la necesidad de comprensión, tolerancia y diálogo entre las comunidades religiosas, insiste.

“En la India, las necesidades de la comunidad están cambiando rápidamente”, afirma. “Atrás quedaron los días en que una ciudad o pueblo era homogéneo. Las comunidades están más mezcladas ahora. Tenemos que afrontar los conflictos con simpatía y empatía.

“La iglesia entiende eso. Nos estamos involucrando más con otras comunidades. El diálogo es muy necesario y más riguroso”.

La formación sacerdotal también debe responder a las formas en que los cambios sociales en la India han impactado a los candidatos al seminario, dice el rector.

“Hoy en día, los niños y jóvenes están expuestos al mundo gracias a sus teléfonos inteligentes. Hay más conciencia de lo que quieren, de cómo pueden lograr sus objetivos”, afirma. “Ahora es muy difícil convencer a un joven de vivir una vida de servicio en la que lo primero que hay que renunciar durante el entrenamiento es su teléfono inteligente”.

La hermana Reshma, en el centro, es la maestra de cuatro novicias en discernimiento con las Hermanas de Nazaret en el sur de Angamaly.

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“Alentamos a los niños a amar a Dios y a sus semejantes, independientemente de su religión o raza”.

Se necesitan mejores modelos para una nueva generación de clérigos, añade.

“Necesitamos formadores humanos, vulnerables, abiertos y que no rehuyan al diálogo. Los jóvenes seminaristas necesitan atención y alguien que comprenda sus preocupaciones y dilemas. Atrás quedaron los días de sacerdotes estrictos y órdenes a gritos”.

La hermana Reshma, C.S.N., es la maestra de cuatro novicias en la Casa del Noviciado de Nazaret, en el sur de Angamaly. El convento de la Congregación de las Hermanas de Nazaret, de 40 años de antigüedad, es muy tranquilo, excepto por el ocasional tren que pasa.

“Antes, las novicias solían unirse jóvenes, cuando tenían 15 o 16 años”, dice la hermana Reshma. “Ahora son mayores. Vienen después de obtener su título universitario y, en algunos casos, después de su posgrado”.

La hermana Reshma recibe orientación de los obispos locales sobre el programa de formación y el plan de estudios para novicias, que ahora pone más énfasis en la autoconciencia y el bienestar psicológico en comparación con años anteriores. Como parte de una nueva iniciativa, una hermana mayor visitará a las novicias semanalmente para comprobar su salud mental y bienestar.

“Este es el apoyo más importante que brindamos a las jóvenes que continuarán haciendo la obra de Cristo”, dice la hermana Reshma.

“Hemos descubierto que las novicias necesitan más que nunca antes empatía, apoyo, afecto y comprensión de nuestra parte”.

La hermana ha observado cómo los cambios en las familias cristianas en la India han impactado las vocaciones y la formación vocacional.

“No hace mucho, la formación espiritual empezaba en casa, las familias rezaban juntas. Ya no tanto”, dice. “Hoy en día, más personas resultan heridas y enfrentan traumas causados por sus circunstancias y familias, por ejemplo, haber sufrido abusos cuando eran niños”.

Además, a medida que las jóvenes tienen más opciones profesionales en la India, “ser hermana ha caído muy abajo en esa lista. Las mujeres tienen que llegar a ver el servicio también como una opción profesional”.

El programa de formación del noviciado también da “mucha importancia al secularismo”, dice la hermana Reshma.

“India es un país de miles de millones y hay comunidades y religiones variadas. Preparamos a nuestras novicias no sólo para una vida del Evangelio, sino también para afrontar las circunstancias difíciles que existen en nuestro país”.

En un esfuerzo por involucrarse más directamente con la diversidad de personas y culturas en el vecindario local, las hermanas han dado pequeños pasos hacia un mayor diálogo y oportunidades de encuentro, incluyendo abrir la capilla del convento los domingos para que personas de todas las religiones vengan a orar.

“No rechazamos a la gente”, dice la hermana. “Todos son bienvenidos, sin importar quiénes sean”.

Anubha George es escritora y ex editora de la BBC en Kerala.

Apoyar a los jóvenes en su camino de fe

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Conozca cómo la iglesia en India ha adaptado sus iniciativas de formación en la fe para abordar las necesidades actuales en este video.

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Sanando el Trauma de la Guerra

Niños en Ucrania encuentran esperanza y sanación después de años de pérdidas

por Kateryna Malofeieva con fotografías de Konstantin Chernichkin

Los centros de Caritas en Ucrania ofrecen programación para niños desplazados que fomentan la comunidad, la amistad y la expresión creativa, lo que ayuda a curar el trauma.

RESPONDIENDO A LAS NECESIDADES
HUMANAS
“ Es muy importante estar emocionalmente cerca, para jugar, para dejar claro que todavía estamos vivos y que todo es normal”.

Conexión CNEWA

Las calles empedradas de Lviv, cubiertas de una suave nieve recién caída, tenían una inusual apariencia de calma para un sábado a mediados de enero. Una alerta de ataque aéreo detuvo, una vez más, la vida en la capital cultural del oeste de Ucrania y vaciado sus calles de su bullicio normal durante más de una hora.

Luego, una voz en el sistema de parlantes de la ciudad rompió la quietud: “Atención. La alerta de ataque aéreo ha terminado. Pueden salir del refugio de protección civil. Ayuden a niños y ancianos. Regresen a sus hogares y lugares de trabajo”.

Rápidamente, un grupo de adolescentes y sus maestros salieron del edificio gubernamental donde se habían refugiado. Afuera, los adolescentes se dispersaron y comenzaron a lanzarse bolas de nieve, que volaron durante el camino de 10 minutos de regreso al edificio que alberga a Caritas Lviv.

Caritas Lviv es uno de los 40 centros de Caritas Ucrania, la organización benéfica de la Iglesia greco-católica ucraniana en Ucrania. La guerra de Rusia trajo nuevos desafíos para Caritas Lviv, desde el 2014 con la anexión rusa de Crimea y su ocupación de partes de las provincias de Donetsk y Luhansk, y culminando con la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022.

En ambos momentos, pero más aún en 2022, Caritas Lviv se transformó en punto de distribución de ayuda humanitaria, ya que Lviv se convirtió en un principal centro de tránsito para los ucranianos que huían del país y en una importante ciudad de acogida para los desplazados internos.

Una madre desplazada y sus hijas viven en una vivienda proporcionada por Caritas Dnipró. Opuesto, el programa extraescolar para niños desplazados de Caritas Lviv incluye clases de cocina.

En los dos años desde la invasión rusa de Ucrania, CNEWA ha distribuido más de 6,2 millones de dólares a sus socios en Ucrania y países vecinos, respondiendo a las necesidades tanto de los refugiados como de los desplazados internos. El apoyo a estos socios, entre ellos Caritas Ucrania, la Universidad Católica Ucraniana y la curia de la Iglesia greco-católica ucraniana, ha proporcionado paquetes de alimentos, apoyo psicosocial, educación y vivienda a los desplazados y vulnerables. CNEWA también apoya a Caritas Ucrania en sus iniciativas para abordar el trauma y las consecuencias para la salud de los niños de la guerra.

Para apoyar este trabajo crítico, en un momento tan crítico, llame al 1-866-322-4441 (Canadá) o al 1-800-442-6392 (Estados Unidos) o visite cnewa.org/es/que-hacemos/ucrania.

Según las Naciones Unidas, al 10 de enero, la guerra de dos años generó 6,3 millones de refugiados, 3,7 millones de personas desplazadas internamente, mató al menos a 10.233 civiles e hirió a más de 19.200.

Los niños han pagado un alto precio en esta guerra. Al menos 575 niños han muerto y 1.260 han sido heridos. Más de 2 millones de niños se cuentan entre los refugiados y alrededor de 1 millón entre los desplazados internos, lo que deja a casi dos tercios de todos los niños ucranianos sin hogar.

Los niños en Ucrania no tienen acceso adecuado a la educación ni a la atención sanitaria, ya que las escuelas, hospitales y fuentes de agua y energía han sido

dañados o destruidos. Según el gobierno ucraniano, más de 3.790 instalaciones educativas han sido dañadas o destruidas desde febrero de 2022.

Además, el portal estatal “Children of War” (“Niños de la Guerra”) informa que alrededor de 19.500 niños ucranianos han sido secuestrados y deportados por la fuerza a Rusia, donde se les ha cambiado el nombre, se les adoctrina, se les prohíbe el uso de la lengua ucraniana y se les coloca bajo tutela rusa. A mediados de enero, sólo 517 de estos niños fueron repatriados, según Dmytro Lubinets, comisionado de derechos humanos del parlamento de Ucrania.

Sin un fin de la guerra a la vista, el impacto en la salud mental y el

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bienestar de los niños ucranianos es una preocupación creciente. Según estima UNICEF, 1,5 millones de niños corren el riesgo de sufrir depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático y otros problemas de salud mental, con posibles efectos a largo plazo.

Caritas Ucrania reconoció la necesidad de mitigar desde el principio el impacto de la guerra en los niños. En abril de 2022, apenas dos meses después de la guerra, el equipo de Caritas Lviv había organizado espacios adaptados a los niños en dormitorios para desplazados internos. Sofía Zotina, psicóloga de Caritas Lviv, recuerda la migración masiva de ese momento. Los niños estaban un día en Lviv y al siguiente se iban.

Zoriana Lukavetska, que dirige la programación de Caritas Ucrania para niños y jóvenes, dice que la psique de un niño es bastante resistente y puede hacer frente al estrés, siempre y cuando cerca haya un adulto al que acudir en busca de ayuda. No obstante, los padres ucranianos tienen sus propios traumas y desafíos vitales relacionados con la guerra —con sus maridos en el frente de batalla hay muchas madres solas— mientras buscan trabajo e intentan establecer sus familias en una nueva ciudad.

Desde 2022, 35 centros Caritas en toda Ucrania, con psicólogos, tutores y terapeutas, han brindado servicios para niños ofreciéndoles un espacio seguro para adquirir nuevas habilidades, socializar con sus compañeros y aprender técnicas para afrontar el trauma de la guerra y la pérdida. Hasta la fecha, los centros han acogido a 152.000 niños y 2.250 padres.

Aunque todos los centros Caritas utilizan un enfoque común basado en evidencia en su trabajo con niños y sus consultas con los padres, cada centro organiza sus

propias actividades sociales y extracurriculares. El centro de Lviv, por ejemplo, ofrece clases de cocina para los niños a las que los padres pueden asistir.

Los niños que han experimentado traumas y estrés severo pueden presentar cambios en su comportamiento y capacidad de aprendizaje, así como retrocesos en su desarrollo físico y emocional. Socializar con otros niños también puede resultar difícil.

Zotina, de Lviv, dice que a estos niños les puede llevar mucho

tiempo formar vínculos de confianza y expresar sus sentimientos. Dice que algunos niños admitieron que no querían ser amigos de otras personas por temor a “perder a esas personas”. Otros expresaron temor de que su padre o su hermano lucharan en el frente. Algunos estaban asustados por las sirenas antiaéreas, y otros estaban descontentos “porque pasaron cuatro semanas en un sótano hasta que pudieron salir de Mariupol”, dice. María Metsenko, de 40 años, y su familia vivían en Siversk, cerca de

“ Quiero volver a Járkov y que todo vuelva a ser como antes, para estar con mi padre”.
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Donetsk, cuando comenzó la guerra. Las sirenas antiaéreas apenas eran efectivas, ya que a menudo el bombardeo comenzaba antes o justo después de que se activaran las sirenas.

“Ni siquiera tuvimos tiempo de ir al sótano [para cubrirnos]”, dice su hijo, Ilya, de 11 años.

El bombardeo fue incesante y la familia decidió partir hacia Lviv, donde los voluntarios los ayudaron a encontrar un apartamento.

“Cuando nos fuimos, besé las puertas de entrada y dije que

volvería”, dice Metsenko. “Pero esas puertas ya no están ahí. No hay ningún lugar al que regresar”.

Más tarde, Metsenko supo de Caritas, donde, según ella, fueron recibidos como si fueran de la familia. Ha notado cambios positivos en su hijo desde que comenzó a asistir al programa infantil. Si antes tenía dificultades para hablar de sus sentimientos, ahora es más abierto y sociable. Ella cree que el programa le ayudará a “no albergar algún tipo de trauma”.

Los niños experimentan el trauma de la guerra en múltiples niveles. Además de estar expuestos a una violencia extrema, también experimentan el dolor de haber perdido a sus padres, a familiares, sus hogares, pertenencias, sus vínculos comunitarios y a sus amigos.

Liza Vetoshko, de 13 años, de Volnovakha, en Donetsk, extraña la ciudad, a sus amigos y caminar por el Mar de Azov en Mariupol, a una hora en auto. Volnovakha está bajo ocupación rusa desde marzo de 2022.

“Lloré mucho el año pasado. Estaba muy triste porque no tenía amigos ni nadie con quien hablar”, dice. “Después de que comencé a ir a Caritas, tuve un momento brillante en mi vida. Tengo muchos más amigos ahora. Simplemente me hizo sentir mejor”.

Al pie de los Cárpatos en el oeste de Ucrania, Kolomyia sorprende con su hermosa arquitectura y el único museo del mundo dedicado exclusivamente a la pysanka, el tradicional huevo de Pascua pintado. Pintar pysanka es una de las actividades para los niños que asisten a Caritas Kolomyia. Durante un taller a mediados de enero, la psicóloga Uliana Romaniuk dirige una sesión de arteterapia para niños y padres. Unos 10 niños que asisten a Caritas Kolomyia han perdido al menos a uno de sus padres en la guerra.

Romaniuk explica la actividad a las 25 personas presentes: Dibuje una casa de un piso, en la que el techo represente su meta o sueño a corto plazo, las paredes las principales tareas necesarias para lograr esa meta y el sendero los pasos necesarios para completar cada tarea en el cumplimiento del sueño. A ambos lados del sendero,

Los niños desplazados del programa extraescolar de Caritas Lviv se refugian durante una alarma de ataque aéreo el 13 de enero.

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“Después de que comencé a ir a Caritas, tuve un momento brillante en mi vida”.

deben dibujar barreras que podrían impedirles alcanzar su objetivo.

Cada familia trabaja en el dibujo y luego lo presenta al grupo. Yaroslav Dvortsov, de 11 años, explica que sus paredes representan el reencuentro con su familia.

“Quiero volver a Járkov y que todo vuelva a ser como antes”, dice, “para estar con mi padre”.

Su padre, policía, permaneció en Járkov. Yaroslav dice que la valla que trazó como barrera representa la guerra y que es posible superar la barrera apoyando al ejército ucraniano para lograr una victoria.

Familia tras familia menciona la guerra como una barrera y la paz

como su sueño. Después de las presentaciones, el psicólogo resume cómo se puede encontrar algo positivo, incluso durante la guerra: hay una reevaluación de los valores, una valoración de lo que antes no se valoraba y una comprensión de la importancia de la familia.

Para la siguiente actividad, se pide a las familias que utilicen fieltro morado para hacer un Pomogaiko, un héroe imaginario en forma de mancha o estrella, que pretende ayudar a superar crisis o circunstancias difíciles. Se puede guardar en una caja o debajo de una almohada y sacarlo cuando sea necesario, sugiere la psicóloga.

Una psicóloga de Caritas en Dnipró ofrece asesoramiento personalizado a un niño desplazado que sufre ataques de pánico.

Después de la sesión, los niños hacen burbujas mientras suena música relajante y una sonrisa brilla en el rostro de cada persona.

La vista de Kamianské, al acercarse a la estación de tren, se abre a una gran planta metalúrgica, de cuyas chimeneas sale un denso humo gris. La contaminación es un problema grave en esta ciudad industrial a orillas del río Dnipró, al este de Ucrania, que cuenta con varias plantas metalúrgicas y químicas y está próxima a una instalación de almacenamiento de residuos de la producción de uranio.

Kamianské, tercera ciudad más grande de la región de Dnipropetrovsk, se convirtió en refugio para desplazados internos en 2014, cuando comenzó el conflicto en Donbas. En ese

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momento, Caritas Kamianské identificó el aislamiento y el trauma que experimentaban los niños desplazados por el conflicto y estableció un espacio acogedor para los niños, que luego se convirtió en un centro.

En 2022, la ciudad volvió a ser un refugio, pero a mayor escala, al acoger a 29.000 personas que huyeron de la guerra en Donetsk, Zaporizhzhia y Járkov. Oksana Kolotylo, coordinadora de Caritas Kamianské, recuerda lo deprimida y asustada que estaba la gente cuando llegaron hace dos años. Los niños tenían miedo de los ruidos inesperados —el paso de un tranvía podría asustar a un niño— y les costó adaptarse al nuevo entorno.

Los niños que mostraron el mayor trauma fueron los que huyeron de Mariupol bajo el bombardeo ruso. Describían cómo los aviones lanzaban bombas continuamente y hablaban de los familiares que murieron.

“Era como sacado de una película de terror. Cuando un niño te dice esto, da miedo”, dice Kolotylo. A algunos niños les llevó un año de visitas al centro para empezar a hablar sobre sus experiencias de la guerra, añade.

Además del juego y la terapia artística específicos para cada edad, el centro ofrece un programa de teatro que ayuda a los niños a procesar las emociones negativas y el trauma a través del juego de roles.

Maria Kuskova, 35, de Járkov, trae a su hijo Miron, 8, al grupo de teatro. Afuera, un tranvía retumba sobre las vías de la ciudad, mientras Miron, en el escenario, interpreta a un personaje malvado ante 11 chicas.

Mientras Miron actúa, Kuskova socializa con otras madres que comparten sus cargas.

“La creatividad no te ayuda a olvidarte de la guerra, pero te ayuda a cambiar de rumbo. Empiezas a vivir”, dice Kuskova.

Los adultos y los niños reaccionan de manera diferente al estrés, dice Liliya Lytvinenko, psicóloga de Caritas Kamianské. En momentos de estrés, la respiración de un niño se desacelera, al igual que los sistemas funcionales del cuerpo, lo que podría afectar su salud física a largo plazo.

El impacto del estrés prolongado también puede inhibir la creación de neuronas en el cerebro, perjudicando la función cognitiva, el aprendizaje y la memoria. Subraya la importancia de controlar la salud general de los niños que sufren un trauma para evitar enfermedades físicas y mentales inducidas por el estrés, así como la regresión del desarrollo.

Lytvinenko recuerda haber ayudado a un niño de Mariupol que, a los 4 años, no sabía ir al baño debido a la regresión en su desarrollo provocada por las circunstancias de la guerra. Cuando la familia llegó a Caritas Kamianské, ella utilizó juegos y terapia de juego durante 45 días para ayudar al niño a dejar los pañales.

Para la mayoría de los niños ucranianos, señala, estos dos años de guerra fueron precedidos por dos años de aislamiento debido a los confinamientos por el COVID-19 y al aprendizaje a distancia, lo que creó una situación de traumas sucesivos y desafíos de desarrollo. Destaca la importancia de que un niño sienta que forma parte de una comunidad, “que no estamos solos”.

“Es muy importante estar emocionalmente cerca”, dice, “para jugar, para dejar claro que todavía estamos vivos y que todo es normal: puedes desarrollarte, divertirte y jugar, y podemos hacerlo juntos”.

Kateryna Malofieieva es una periodista y productora de televisión que vive en Kiev. Cubre el conflicto en Ucrania desde 2014. Su trabajo ha sido publicado por The Times of London, NPR y Al Jazeera.

Ayuda a sanar las heridas de la guerra

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Vea un vídeo sobre los programas de Caritas Ucrania para niños que sufren traumas en

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La Última Palabra

Perspectivas del presidente por Mons. Peter I. Vaccari

“Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón”. (Lc 2, 19)

“Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre… Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: ‘Mujer, aquí tienes a tu hijo’. Luego dijo al discípulo: ‘Aquí tienes a tu madre’. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa”. (Jn 19, 25-27)

En cada edición de marzo de ONE, evocamos la fundación de CNEWA por el Papa Pío XI, el 11 de marzo de 1926. Este año, también evocamos el 75 aniversario de la fundación de la Misión Pontificia por el Papa Pío XII, con la que empezó nuestra labor en Medio Oriente.

Debido a la guerra en el Medio Oriente, tras el ataque a Israel el 7 de octubre pasado, hemos visto como nunca antes la importancia de la presencia de CNEWA-Misión Pontificia en la región. Lamentamos el horror del ataque y, especialmente, la pérdida de vidas israelíes inocentes. Del mismo modo, lamentamos la pérdida de vidas palestinas inocentes tanto en Gaza como en Cisjordania.

Sigo atentamente la situación en toda la región. En mi visita anual a Jerusalén y Belén del pasado diciembre, recibí informes sobre personas inocentes —palestinas e israelíes— asesinadas desde el 7 de octubre, y el impacto que ha tenido en sus familias. CNEWA-Misión Pontificia continúa ayudando a los palestinos a través de nuestro Fondo de Ayuda de Emergencia para Tierra Santa, además del apoyo continuo al cardenal Pierbattista Pizzaballa del Patriarcado Latino de Jerusalén. También nos hemos unido a grupos ecuménicos e interreligiosos en la lucha contra el racismo y el antisemitismo.

Este año tenemos otro aniversario importante: los 50 años de nuestra galardonada revista en inglés. Publicada por primera vez en 1974 como Catholic Near East Magazine, pasó a llamarse CNEWA World en 2001 y luego ONE en 2004. Todo este año, a modo de

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celebración, las versiones impresa y digital de la revista presentarán las perspectivas que a lo largo de cinco décadas nos brindaron nuestros diversos escritores. Agradezco a Michael La Civita por su dedicación a la revista desde 1989. También a Laura Ieraci, nuestra actual directora. ONE ha sido bendecida con redactores, colaboradores, fotógrafos y un destacado personal de producción a lo largo de su existencia. En junio pasado, ONE recibió 49 premios, un récord, en la Conferencia de Medios Católicos.

En esta edición revisamos los principales lugares y asuntos en los que CNEWA continúa trabajando: Tierra Santa, India, Europa del Este, el Noreste de África e Irak. Estos artículos acompañarán a nuestros lectores en el camino cuaresmal hacia la celebración de la Pascua. Este tiempo sagrado de Cuaresma, o el Gran Ayuno, como lo llaman nuestros hermanos cristianos orientales, nos pide que intensifiquemos nuestra vida de oración, que nos comprometamos en la práctica del ayuno y que seamos más generosos con nuestras dádivas. Estas prácticas nos permitirán entrar más plenamente en el ardor misionero y en la luz de la Resurrección.

Al comienzo de mi reflexión, cité los textos que nos invitan a ver nuestra vida cristiana a través de los ojos, el corazón y la vida de la Santísima Virgen María. Como he señalado antes, en todas las culturas y lugares en los que CNEWA brinda sus servicios existe una profunda

El primer número de la revista ONE, publicado en 1974, muestra una vista del horizonte de Belén en el que se aprecia la Iglesia de la Natividad y la Mezquita de Omar. Opuesto, un icono de María pintado sobre el muro de separación que atraviesa Belén en la actualidad, fotografado en 2019.

huella y sensibilidad mariana. Ella está en todas partes. Los invito, pues, a entrar en esa disposición materna de la Theotokos, la portadora de Dios, de escuchar, aprender y contemplar el misterio del plan de Dios para su vida y para la nuestra. A través de la práctica de la cultura CNEWA de la escucha, el aprendizaje y la contemplación creceremos en el aprecio por la relación íntima que debe existir con nuestra misión de servicio y nuestro llamado a la acción ante Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La Cuaresma y la Pascua nos desafían a ponernos en camino con gran urgencia y “sin demora” (Lc 1, 39), como testigos y misioneros del Señor crucificado y resucitado.

Con mi gratitud y oraciones,

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CNEWA una agencia papal para apoyo humanitario y pastoral 1011 First Avenue, New York, NY 10022-4195 • 1-212-826-1480 • cnewa@cnewa.org 223 Main Street, Ottawa, Ontario K1S 1C4 • 1-866-322-4441 • www.cnewa.ca

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