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Las 25 tendencias y factores clave para 2025
La industria asegurasora ha experimentado una transformación en los últimos años y todo indica que este proceso de cambio se ha realizado de forma correcta. Por una parte, las compañías han superado los desafíos que presentó la COVID-19 de forma notable. La industria cumplió con sus crecientes obligaciones con los asegurados, se enfrentó a interrupciones sin precedentes en su negocio, superó las expectativas de sus clientes y demostró su propia relevancia en un momento de crisis extrema. Por otro lado, los deberes de la digitalización están hechos.
Ahora es el momento de evaluar hacia dónde se dirige la industria y qué cambios a largo plazo son necesarios para abordar las consecuencias macroeconómicas de la pandemia, las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), los retos de integrar la Inteligencia Artifcial (IA) en todos los rincones de la empresa y la lucha contra peligros como la ciber delincuencia, relacionados con la fuerza laboral.
Las aseguradoras están redefniendo sus estrategias a largo plazo por todo lo comentado, pero sobre todo por el gran cambio del mercado. Ahora el cliente exige más que nunca y la industria debe responder a estas exigencias con productos más sofsticados y, sobre todo, más personalizados. En este contexto, el papel del mediador sigue siendo clave para proporcionar al consumidor una atención personal y un asesoramiento más valorado que nunca ante el aluvión de posibilidades existentes.
Ante este panorama, vamos a describir las 25 tendencias y factores claves que hay que tener en cuenta en este 2025. Estamos en un momento excitante por los grandes retos que afronta una industria que está cambiando su aspecto: de ser tradicionalmente lenta ante el cambio a adaptarse a la velocidad de vértigo que exige la evolución tecnológica actual. El seguro debe dibujar el futuro y redefnir su lugar en el mundo.
1. Desastres naturales
El aumento de los desastres naturales sigue amenazando la asequibilidad y la accesibilidad de los seguros en 2025. Los desastres naturales ahora resultan en pérdidas aseguradas que superan los cien mil millones por año. Según datos de Verisk, el coste anual promedio de las catástrofes naturales globales ha alcanzado un nuevo máximo de $151 mil millones, y se espera que el crecimiento promedio alcance el 7,2%. Esta tendencia ha aumentado el coste de las primas y ha llevado a las aseguradoras a retirarse de lugares de alto riesgo como California y Florida, lo que ha obligado a muchos propietarios a confar en opciones de seguros respaldadas por el Estado o, en algunos casos, a autoasegurarse en regiones propensas a desastres naturales.
2. Cambio climático
El creciente impacto del cambio climático está impulsando a las aseguradoras a desarrollar soluciones que aborden los riesgos ambientales. Según informes de Deloitte, más de la mitad de los reguladores de seguros estatales de Estados Unidos, esperan que el cambio climático afecte significativamente la disponibilidad de cobertura, la suscripción y los modelos de riesgos a mediano y largo plazo. Según McKinsey, las inundaciones provocadas por las mareas podrían afectar negativamente el valor de mercado de las viviendas expuestas en un equivalente de entre el 5 y el 15 por ciento en 2030 y entre el 15 y el 35 por ciento en 2050.
3. Cambios regulatorios
Las nuevas regulaciones y los requisitos de cumplimiento están dando forma a un nuevo marco de juego donde operan las aseguradoras. El tema más afectado es todo lo que rodea a la privacidad de los datos y la protección del consumidor. Por ejemplo, las nuevas reglamentaciones de algunos países europeos obligan a la divulgación de incidentes materiales de ciberseguridad dentro de los cuatro días posteriores a la fecha del ataque. Con el auge de las nuevas tecnologías, los reguladores están intensificando los esfuerzos para garantizar la transparencia y la equidad en las prácticas de seguros. Por ejemplo, se están implementando nuevos marcos para gestionar el uso de la inteligencia artificial (IA) en la suscripción y el procesamiento de reclamaciones, como los de Colorado, destinados a prevenir el sesgo y garantizar la imparcialidad en todas las decisiones impulsadas por la IA.
4. Fusiones y adqusiciones (M&A)
Todo indica que 2025 srá un año en que la tendencia de fusiones y adquisiciones continuará al alza, tanto en lo que respecta a compañías aseguradoras como a corredurías e incluso a proveedores tecnológicos. Se trata de operaciones que no siempre tienen una motivación de aumentar el tamaño sino que también están provocadas por conseguir una mayor efciencia.
En este contexto de operaciones, los reguladores europeos observan muy de cerca la permanencia del capital en las estructuras de los grupos compradores antes de dar su aprobación.
5. Disrupción tecnológica
El rápido ritmo del cambio tecnológico presenta tanto oportunidades como desafíos. La IA permitirá a las aseguradoras procesar los riesgos de manera más eficiente, enriquecer la suscripción con datos de terceros y seleccionar mejor las áreas de riesgo en las que los suscriptores deben centrarse. Las aseguradoras deben invertir en nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y la precisión de la suscripción y para mejorar la experiencia del cliente y del suscriptor, al mismo tiempo que gestionan los riesgos asociados con estas innovaciones.
Si bien los líderes tecnológicos en la industria de seguros están invirtiendo un mayor porcentaje de sus gastos operativos en Tecnologías de la Información (IT), un estudio sugiere que solo entre el 5% y el 10% de las aseguradoras están capturando valor de forma constante de estas inversiones en datos y tecnología.