Loreto García del Barrio, Álvaro González Hernández
Maite Betés Ibáñez
Fotografía
Manuel Castells
Diseño
Errea
Impresión
Gráficas Castuera
Depósito Legal
DL NA 720-2015
Contacto facebook.com/clinicauniversidadnavarra
@ClinicaNavarra youtube.com/clinicauniversitaria
@clinicanavarra @residentes_cun
EDITORIAL 3
El universo del paciente.
SOMOS CLÍNICA
Educación interprofesional: una mirada hacia el futuro. 4-7
Dr. Manuel Pina: “En Uganda ves directamente cómo 8-11 tus resultados afectan al paciente”.
En la Clínica, los tutores de residentes también se forman. 12-15
Los futuros residentes conocen la Clínica. 16-17
Octava edición de los Premios RCUN de investigación. 18
Jornada de orientación en la Clínica. 19
Carmen Mbongo, Christian Espinoza y Ruth Arias. RESIDENTES
Giulia Pernaci, Juan Ignacio Guerrero, Melissa Abdala Bolcatto y Olmo Vázquez.
Hospital, escuela de oficio y vida.
Dra. Esperanza Lozano.
DESPEDIDA 34-35
Gracias por enseñarnos a cuidar. Ángel Henares y Carmen Garau.
El universo del paciente
✍ Dr. José Antonio Páramo
ESPECIALISTA EN HEMATOLOGÍA Y HEMOTERAPIA
Refiere Esopo que una vez el médico le preguntó a su enfermo qué efecto notaba con los medicamentos que le había suministrado y éste le respondió: “he sudado mucho”. “Eso es bueno”, dijo el médico. En otra ocasión le preguntó cómo se había encontrado desde entonces: “he pasado un frío extremo y he temblado mucho”. “Eso es bueno”, siguió el médico.
La tercera vez le preguntó de nuevo cómo estaba: “siento que me hincho y me entumezco”. “Esto es que va bien”, añadió el médico. Cuando un amigo suyo se interesó después por su estado, respondió: “sin duda, amigo mío, a fuerza de estar bien me muero”.
¿No está el médico en buena medida traicionando su arte y preocupándose más por su reputación que por el interés de su paciente? El concepto moderno de cuidado médico se basa en la premisa de la medicina centrada en el paciente, un concepto que quiere capturar las preferencias del paciente, es decir, qué es lo que valora en términos de salud, como la calidad de vida, el alivio de los síntomas, el impacto psicosocial o la pérdida de productividad. La mejora del cuidado requiere, por tanto, de una aproximación holística, que aúne intereses desde todas las perspectivas, incluyendo la del paciente. La pandemia por
COVID-19 nos ha enseñado que el paciente no puede ser suplantado por la pantalla del ordenador.
En 1988, el Instituto Picker de Estados Unidos acuñó el término ‘atención centrada en el paciente’ y determinó cuáles eran los 8 indicadores que mejor definen la calidad asistencial desde la perspectiva de los pacientes:
1. Respeto por sus valores, preferencias y necesidades.
2. Recibir los servicios de manera coordinada e integrada.
3. Disponer de información relevante, de manera clara y comprensible.
4. Conseguir la máxima calidad de vida posible con especial atención al alivio del dolor.
5. Disponer de apoyo emocional para afrontar el miedo y la ansiedad.
6. Implicar a familiares y amigos en el proceso, en la medida que ellos crean oportuno.
7. Recibir atención continuada.
8. Obtener la máxima accesibilidad posible a los servicios prescritos.
Sin embargo, los médicos de hoy están inmersos en otras direcciones motivadas por la falta de tiempo, la petición excesiva de pruebas diagnósticas, la informatización excesiva, o la implementación de numerosos formularios.
Ha llegado pues, estimados residentes, el momento de abogar por el razonamiento clínico, la valoración integral, el trabajo multidisciplinar y el fomento de las decisiones compartidas. Esta tiene que ser vuestra HOJA de RUTA, una aventura que se antoja grandiosa y apasionante. En este contexto, debéis redoblar vuestro compromiso con una obligación exigente para manteneros al día y ampliar los conocimientos que os permitan procesar adecuadamente la ingente información que, en cada momento, se está produciendo; pero con una sólida formación humanística que facilite la responsabilidad con el paciente y hacia su propio entorno social. Para conseguir este loable objetivo os propongo una receta infalible, las 3 H: HUMOR, HUMANIDAD y HUMILDAD. Con ella no solo conseguiréis ser unos médicos excelentes, sino unos médicos ejemplares, siempre preocupados por la atención integral del paciente. l
Educación interprofesional: una mirada hacia el futuro
La Clínica ha puesto en marcha un taller de educación interprofesional enfocado al posgrado y al ámbito clínico, lo que la convierte en pionera en este tipo de formación que busca mejorar la capacidad de los profesionales para colaborar de manera efectiva.
El paciente siempre debe estar en el centro para poder ofrecerle los mejores cuidados, y esta es una máxima en el saber hacer de todos los profesionales de la Clínica Universidad de Navarra. Por eso, es importante que desde el inicio se les facilite la formación necesaria para aprender a dar una atención acorde a este principio.
En esta línea, la Comisión de Docencia del hospital, con Mónica Vázquez, directora de Desarrollo del Área Profesional e Investigación de la Clínica, doctora en Enfermería y vocal de la Comisión, a la cabeza del proyecto, han implementado un innovador proyecto de educación interprofesional (EIP) dirigido a
estudiantes de posgrado en Enfermería, y residentes de todas las especialidades con el fin de mejorar la calidad de la atención sanitaria a través de la colaboración y el aprendizaje conjunto entre diferentes disciplinas.
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TRAS LA UNIVERSIDAD
El objetivo principal de estos talleres es ver cómo una formación práctica, donde diferentes profesionales de la salud trabajan juntos en simulaciones clínicas, mejora sus habilidades para colaborar y trabajar en equipo. Mónica Vázquez señala que “la atención centrada en la persona es esencial para garantizar una atención clínica de calidad, humanizada y eficaz”. Sin embargo, uno de los mayores desafíos en la formación de posgrado en salud es que los programas de estudio están muy divididos y hay poca coordinación entre las diferentes disciplinas.
La educación interprofesional se presenta como una estrategia eficaz para afrontar este desafío, promoviendo el aprendizaje conjunto entre profesionales de diferentes disciplinas con el fin de mejorar su colaboración y, en última instancia, la calidad de la atención al paciente.
Este enfoque ya ha sido introducido en la Universidad de Navarra en el ámbito de grado, pero aún no se ha implementado de forma estructurada en la formación de posgrado, lo que pone de manifiesto la innovación que ha supuesto la puesta en marcha de este taller en la Clínica.
TEORÍA Y PRÁCTICA, UN COMBO GANADOR
La actividad está estructurada en varias fases, comenzando con la formación de tutores en competencias de educación interprofesional. Por su parte, los estudiantes del Máster en Cuidados
4 Los asistentes participaron en pequeños grupos para facilitar el aprendizaje.
3 Cada grupo de participantes contaba con diferentes perfiles para promover el trabajo multidisciplinar.
“La atención centrada en la persona es esencial para garantizar una atención clínica de calidad, humanizada y eficaz”
Mónica Vázquez DIRECTORA DE DESARROLLO DEL ÁREA PROFESIONAL E INVESTIGACIÓN
Especializados de Enfermería y los residentes realizan un aprendizaje previo a través de módulos online, seguido de una práctica presencial que incluye actividades como el mapa de empatía interprofesional y simulaciones clínicas. Estas actividades se desarrollan en el Área Clínica Simulada (ACS) de la Clínica, con la supervisión de docentes expertos de distintas disciplinas.
“En esta primera edición, nos hemos enfocado en cuatro aspectos esenciales: el trabajo en equipo, el conocimiento y respeto de los roles, la resolución de conflictos y la comunicación efectiva entre disciplinas”, explica la Dra. Loreto García del Barrio, PhD, especialista en Ra-
diología, secretaria de la Comisión de Docencia y miembro de la Unidad de Educación Médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. La actividad, que se ha prolongado a lo largo de dos días durante la semana de incorporación de los nuevos residentes, incluía un debriefing estructurado para reflexionar sobre la práctica realizada. En este primer taller han participado más de 80 profesionales, entre residentes de primer año y alumnos de Máster en Cuidados Especializados de Enfermería, distribuidos en grupos pequeños que facilitan una atención personalizada y un aprendizaje más efectivo.
LOS PARTICIPANTES OPINAN
“Realizar estos talleres resulta muy enriquecedor”
Nicolás Benito
R1 ONCOLOGÍA MÉDICA
Estas sesiones ofrecen un entorno seguro tanto para el futuro paciente como para el profesional, permitiéndonos abordar situaciones sumamente complejas sin temor a repercusiones, y garantizando la protección de ambos. Este contexto fomenta un aprendizaje profundo y libre de miedo, favorecido por la supervisión de colegas y tutores. Asimismo, realizar estos talleres junto a otros profesionales de primera línea, como los de Enfermería, resulta muy enriquecedor. Después de seis años de estudios, al menos en mi experiencia, egresamos sin haber recibido una formación adecuada en este aspecto. Se asume que el trabajo en equipo es algo intuitivo desde el primer día, pero la realidad es que los roces y malentendidos, derivados de una falta de interés en la formación interprofesional, pueden entorpecer la dinámica diaria y perjudicar al paciente.
“El trabajo en equipo es fundamental”
Lourdes Giovanetti R1 PSICOLOGÍA CLÍNICA
Me pareció una experiencia superútil. Como psicóloga, no siempre tienes la oportunidad de conocer de cerca cómo trabajan otras especialidades en el hospital, y este taller te permite precisamente eso: entender que nuestra labor es multidisciplinar y que el trabajo en equipo es fundamental. Además, te ayuda a ganar confianza, a encontrar tu lugar dentro del grupo y a empezar desde el principio con una actitud de respeto y colaboración entre profesionales.
3 El debriefing realizado tras las prácticas es una forma de reflexionar sobre la actividad y analizar lo aprendido.
3 Se ha demostrado la eficacia de la educación interprofesional como herramienta para mejorar la atención sanitaria.
33 Utilizar actores para la recreación de situaciones clínicas aporta realismo y ayuda a meterse en situación.
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SI NO SE MIDE, NO EXISTE
Para medir la efectividad de los talleres, se utiliza una metodología mixta que combina estrategias cuantitativas y cualitativas. La herramienta principal es la escala RIPLS ( Readiness for Interprofessional Learning Scale), una encuesta que se les facilita antes y después de la intervención y cuyos resultados se analizan mediante estadística descriptiva e inferencial. Los resultados preliminares indican un aumento significativo en las competencias colaborativas y en la percepción del trabajo en equipo entre los estudiantes. Además, las encuestas de satisfacción muestran una valoración positiva de la experiencia formativa, destacando la aplicabilidad clínica y la mejora en la comunicación y el trabajo en equipo.
IMPACTO Y FUTURO DEL PROYECTO
La implementación de estos talleres ha demostrado ser una estrategia eficaz para fomentar una cultura de colaboración en salud, promoviendo la interacción y el trabajo conjunto entre distintos profesionales. La Dra. Carmen D’Amelio , especialista en Alergología y docente del taller, señala que “el desarrollo de estas capacidades es fundamental para ofrecer una asistencia coordinada, de calidad y centrada en el paciente”. Por su
La educación interprofesional es una herramienta eficaz que promueve la colaboración entre profesionales de diferentes disciplinas.
“Una oportunidad interesante”
Carlos Caballero ALUMNO DEL MÁSTER EN CUIDADOS ESPECIALIZADOS DE ENFERMERÍA
Este taller ha sido una oportunidad interesante para conocer a compañeros de otras especialidades médicas y de Enfermería. A nivel formativo, aprender sobre el propio rol y el de los demás resulta muy enriquecedor.
parte, Elena Lizarazu, enfermera del Área de Críticos y también docente, añade que “a través de estos talleres, los alumnos se enfrentan a casos que, aunque son simulados, reflejan situaciones reales que pueden surgir en su práctica diaria”.
El éxito de este proyecto ha llevado a la Clínica a considerar su integración en la formación inicial de todos los profesionales que se incorporen al hospital. Además, se planea difundir los resultados en congresos y publicaciones científicas, contribuyendo al avance de la educación interprofesional en el ámbito sanitario.
Los talleres de EIP en la Clínica Universidad de Navarra representan un paso significativo hacia una formación más cohesionada y colaborativa, alineada con las recomendaciones internacionales en educación sanitaria. Este enfoque no solo mejora la práctica clínica real, sino que también contribuye directamente a una mejor atención y resultados en salud para los pacientes. l
Dr. Manuel Pina
“En Uganda ves directamente cómo tus resultados afectan al paciente”
Hace un año, cuando aún era residente, el Dr. Pina viajó hasta Uganda para vivir una experiencia que cambió su visión de la microbiología.
Dos meses y medio en Uganda dan para mucho. Manuel Pina, microbiólogo de la Clínica, lo sabe muy bien. El año pasado, cuando todavía era residente, tuvo la oportunidad de viajar hasta este país de África para montar de cero un laboratorio enfocado al diagnóstico de las infecciones del tracto urinario. Ahora, con la perspectiva que da el tiempo, nos cuenta cómo fue esta experiencia para él.
¿Cómo surgió la oportunidad de participar en la creación de un laboratorio de bacteriología en Uganda?
La oportunidad llegó a través de los doctores Carlos Chaccour y José Luis del Pozo. Ellos habían rotado en el Holy Family Virika Hospital, que está en Fort Portal
(Uganda), muy cerca de la frontera con la República Democrática del Congo. Allí vieron que el centro tenía una serie de problemas y, entre ellos, el diagnóstico de las infecciones de orina. Así que se les ocurrió proponer a un residente, que en este caso fui yo, y a una adjunta, que fue Marta Rúa, para ir allí a rotar y ayudar a montar el laboratorio de bacteriología, los cultivos de placas y el cultivo bacteriológico, e intentar diagnosticar mejor las infecciones de orina. Al final, el objetivo era, principalmente, mejorar la capacidad diagnóstica en un entorno con recursos muy limitados.
Cuando te uniste a esta iniciativa aún eras residente. ¿Cómo influyó este proyecto en tu formación y qué aprendizajes te aportó en esta etapa clave de tu carrera?
A nivel formativo, consolidé mis conocimientos en Microbiología, adaptándolos a contextos muy distintos a los habituales. Pude aprender mucho sobre enfermedades tropicales, como la malaria o ciertos parásitos intestinales, que es algo que aquí no se suele ver. Y todo esto me ayudó también a mejorar en el diagnóstico. Además, el montar desde cero un laboratorio me dio la oportunidad de trabajar
3 El Dr. Manuel Pina en el Laboratorio de Microbiología de la Clínica, donde trabaja actualmente tras terminar su especialidad el año pasado.
mucho la parte de preparación de protocolos, montaje de equipos, calidad… Rotar en hospitales diferentes al tuyo siempre es una experiencia muy enriquecedora. Ver cómo trabajan en otros lugares, cómo se pueden hacer las cosas de distinta forma e intentar ver cuál es la mejor. Aprendí a ser resolutivo, a priorizar y a valorar la importancia del trabajo en equipo multidisciplinar. Como residente, salir de mi zona de confort y enfrentarme a realidades sanitarias tan diferentes me ayudó a crecer tanto profesional como personalmente.
SUDÁN
¿Cuáles fueron los principales retos a la hora de implementar un laboratorio en un entorno con recursos limitados y cómo los afrontasteis?
Fue el principal choque de realidad. Sales de aquí con una idea en tu cabeza, Íbamos con todo preparado, pero lo primero que nos encontramos fue que la toma de corriente no daba suficiente potencia para uno de los equipos. Incluso tuvimos que llamar a un electricista para hacer una derivación del cableado, porque no conseguíamos que llegara la potencia necesaria.
Luego estaban los cortes de electricidad, que eran constantes. Al principio, en la estación seca, pasaba una vez por semana. Pero cuando me quedé solo, empezaron las tormentas y los cortes de luz eran continuos. Eso puede dañar cualquier equipo si no tienes una batería o una fuente de alimentación estable. Aquí colocas un equipo y todo funciona. Allí no. Lo que aquí te puede llevar unos días, allí nos llevó más de un mes.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar mano a mano con profesionales sanitarios locales? ¿Qué aprendizajes te llevaste de ellos y qué impacto crees que tuvo vuestra labor en la comunidad?
Fue una experiencia muy buena. Nos sentimos superacogidos e hicimos muy buenas relaciones.
A día de hoy sigo en contacto con muchos de ellos y, si se diera la oportunidad, volvería encantado, incluso aunque fuera a título personal.
En cuanto al aprendizaje, me impresionó su agudeza visual, especialmente en el diagnóstico de la malaria. Aprendí un montón. También aprendí de la capacidad que tienen para optimizar al máximo los pocos recursos de los que disponen.
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3 El Kyakatara primary school de Fort Portal hace las veces de escuela y centro de salud.
2 En el pueblo de Kabahango hicieron un estudio para detectar y tratar un parásito intestinal.
3 En Kyakatara primary school vieron las instalaciones de este centro asociado al Holy Family Virika Hospital y cómo trabajan.
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Y creo que nosotros aportamos, sobre todo, en el cultivo de bacterias, la identificación de la morfología de colonias, poder hacer algo de antibiogramas... Aunque no era nada que no supieran ya, simplemente les ayudamos a implementarlo.
¿Qué diferencias encontraste en la prevalencia y el manejo de estas infecciones en Uganda en comparación con España?
La diferencia de recursos es enorme, y esto hace que el diagnóstico esté muy limitado y dificulte conocer el alcance re-
“Esta experiencia marcó mi camino profesional, reforzando mi vocación por trabajar en proyectos con impacto social”
Dr. Manuel Pina MICROBIÓLOGO
al de estas enfermedades. Por ejemplo, aquí nos preocupan las bacterias multirresistentes; sin embargo, allí no pueden ni medir eso, porque no tienen forma de diagnosticarlo. La malaria y la tuberculosis sí están bien diagnosticadas; tienen incluso equipos donados por la Fundación Gates. Pero otras infecciones son difíciles de establecer por falta de diagnóstico. Y, además, al ser un hospital privado, muchos pacientes no podían asumir el coste de las pruebas.
A nivel personal y profesional, ¿cómo ha influido esta experien-
cia en tu visión de la Microbiología y en tu trayectoria como especialista?
Desde que empecé la residencia, siempre tuve claro que quería hacer una rotación para aprender sobre enfermedades tropicales y, si era en África subsahariana, mejor. Esta experiencia que viví me reafirma en mi decisión. Repetiría sin duda. Me ha ayudado a aprender sobre enfermedades tropicales, pero también sobre gestión de laboratorio, protocolos, uso eficiente de recursos... Y me hizo más consciente del impacto que podemos tener como microbiólo-
gos, porque allí ves directamente cómo tus resultados afectan al paciente. Ver el impacto directo de un diagnóstico microbiológico correcto en la vida de un paciente, en un entorno con tantas dificultades, fue muy motivador. Esta experiencia marcó mi camino profesional, reforzando mi vocación por trabajar en proyectos con impacto social.
Para futuros residentes o especialistas interesados en proyectos similares, ¿qué consejos les darías y qué aspectos crees que son esenciales para el éxito de este tipo de iniciativas?
Los animaría sin dudar. Es una experiencia muy bonita. Comparado con una rotación, por ejemplo, en Barcelona, donde aprenderías mejores técnicas y contarías con más recursos, creo que esta experiencia te da algo distinto, más difícil de medir, pero muy valioso. Y no lo veo como un acto de caridad, sino como un intercambio real. Me llevé mucho más de lo que pude aportar. No había ducha, ni cocina, ni lavadora... Pero la calidad humana de la gente que conocí allí lo compensa todo. Fue una experiencia que llevaré conmigo toda la vida. l
0 Manuel Pina, junto con Marta Rúa, adjunta del Servicio de Microbiología, y tres alumnas de Medicina en el Queen Elisabeth National Park.
2 El Dr. Manuel Pina trabajando en el laboratorio del Holy Family Virika Hospital.
En la Clínica, los tutores de residentes también se forman
El hospital cuenta con un total de 50 tutores especialistas de distintas áreas que acompañan a los residentes en su trayectoria sirviéndoles de apoyo y de guía. La mitad de ellos ya se ha formado con el Curso de Coaching para tutores.
¿SABÍAS QUE…?
ULa Clínica ha formado a especialistas desde que se implantó el sistema MIR en España. Ya son más de 2.000 los especialistas médicos que han realizado su residencia en este hospital académico de vanguardia, convirtiéndolo en centro de referencia.
n buen tutor busca ejercer sus responsabilidades con seguridad y establecer un sistema de comunicación eficaz con el residente con el fin de motivarle en la adquisición de conocimientos y experiencia. En definitiva, debe contar con una serie de características bastante cercanas al ámbito del liderazgo que, como tales, deben trabajarse y desarrollarse para poder ser aplicadas de la mejor manera.
Conscientes de ello, desde la Clínica seguimos los pasos de otros centros de salud nacionales e internacionales como Mayo Clinic, en EE.UU., o el Hospital Clínic de Barcelona, que también cuentan con programas formativos para sus profesionales tutores de residentes. Así, la Comisión de Docencia identificó las necesidades de los tutores de la Clínica y organizó el Curso de Coaching junto a Eva Amezcua Martínez, consultora del Talent Services de Grupo Castilla.
Lejos de consistir en unas charlas generales y superficiales, el programa formativo del curso está enfocado en cada tutor, pues el principal objetivo de esta formación es dotarles de herramientas para poder ejercer de forma efectiva su función de mentorización y motivar al residente hacia su aprendizaje y desarrollo. Para ello, el curso se divide en dos sesiones de dos horas cada una.
UN PROGRAMA FORMATIVO PERSONALIZADO
En la primera sesión se realiza un autodiagnóstico, que permite a cada tutor identificar fortalezas y áreas de mejora tanto propias como de sus residentes con la finalidad de establecer un vínculo relacional y una comunicación más efectiva entre ambos.
Este primer paso de conocer su manera de ser es importante para saber qué motiva al propio tutor. Pues si ellos no están motivados, ¿cómo van a motivar a los residentes? Trabajar esa parte humana y personal es necesario para poder adqui-
0 Eva Amezcua Martínez, consultora en Grupo Castilla, ha sido la encargada de impartir el curso.
rir después las habilidades más pertinentes, pero tan importante es conocerse a uno mismo como entender a los residentes. No todos reaccionan igual a las mismas estrategias. Hay tantos tipos de residentes como formas de ser de cada uno.
El segundo día se realizan casos simulados en los que se aportan herramientas para ayudar a los tutores en el desempeño de esta responsabilidad; se tratan temas acerca de cómo gestionar conflictos, cómo motivar, cómo comunicar de forma positiva, etc.
Se realizan talleres interactivos donde los tutores pueden poner en práctica habilidades clave como la escucha activa, la resolución de conflictos y la gestión de expectativas. Además, trabajan en estrategias para afrontar los retos emocionales y físicos del día a día en un entorno hospitalario exigente, mejorando su bienestar personal y su desempeño profesional.
El éxito de este programa se muestra evidente en las palabras de tutores como la Dra. Ana Catalán, pediatra de la Clí-
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“Nuestra
labor es proponer, mostrar opciones que puedan ayudarles, pero al final son ellos los que deben tomar la decisión”
Dra. Marta García Goñi ENDOCRINÓLOGA
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nica: “El coaching mejora la relación entre tutores y residentes al fomentar una comunicación efectiva basada en la confianza, lo que lleva a una motivación y una autonomía enmarcadas en un ambiente de aprendizaje positivo. Esto no solo beneficia la formación del residente, sino que también hace que el rol del tutor sea más satisfactorio y efectivo”.
La Dra. Catalán asistió el año pasado a la que fue la primera edición de este curso: “Lo recomendaría a cualquier tutor de residentes, porque transforma completamente la manera en que les acompañamos y guiamos”.
Este curso académico, la Dra. Marta García Goñi, endocrinóloga de la Clínica, ha seguido su consejo y ha sido uno de los tutores que han participado en esta segunda edición del programa, movida, sobre todo, por el afán de formarse para “poder ayudarles mejor”.
Como cuenta la especialista, uno de los aprendizajes más frecuentes tras este Curso de Coaching es la sensibilidad del
El Curso de Coaching te da herramientas para sacar lo mejor de cada residente.
tutor a la hora de proponer cosas al residente. A veces, lo que sale de manera más natural en primera instancia es un acercamiento directo; sin embargo, muchos tutores están cambiando su forma de relacionarse con los residentes, adaptándose más a las nuevas generaciones y a su manera de percibir la experiencia de la residencia.
La Dra. García comenta que “imponer no ayuda. Cuando sienten que han tomado parte en la decisión, se implican más. Yo les reenvío cursos interesantes, pero si no lo hemos hablado antes, suelen ignorarlos. En cambio, si lo hemos comentado previamente, puede que incluso
0 El principal objetivo es dotar a los tutores de herramientas para desarrollar de forma efectiva su papel con los residentes.
me pregunten si me parece bien que lo hagan. Cambiar ese enfoque marca la diferencia”.
Ambas especialistas, recomiendan a otros profesionales tutores de residentes que todavía no han hecho el curso que se apunten sin dudarlo. En palabras de la endocrinóloga: “Te da ideas para afrontar la relación con los residentes. Es un reto, porque cada residente es distinto, pero te da herramientas para sacar lo mejor de cada uno”.
Realizar el Curso de Coaching en compañía de otros colegas, también tutores, puede ayudar al profesional a aprender cómo se organizan otros o compartir materiales prácticos. “A mí me dieron ideas que no se me habrían ocurrido”, comenta la Dra. García Goñi. “Por ejemplo, organizar el calendario de rotaciones en un Excel compartido con la secretaria. ¡Una maravilla!”.
Como parte de su compromiso con la formación de alto nivel, la Clínica busca que los residentes no solo adquirieran conocimientos médicos de excelencia, sino que también desarrollen herramientas prácticas para manejar situaciones complejas y ofrezcan un cuidado más humano y empático. Y para ello, es fundamental que las personas que les acompañan durante esta etapa, los tutores, tengan a su vez la formación y las técnicas necesarias para sacar lo mejor de ellos.
Este es un reto estratégico de la Clínica: complementar la formación de los tutores de residentes con competencias transversales que los capaciten para enfrentar los desafíos del día a día con pacientes y equipos multidisciplinares. Esto incluye habilidades como la comunicación efectiva, la gestión emocional, el trabajo en equipo y la adaptación a un entorno médico en constante evolución. l
“El coaching no solo ayuda al residente. También hace que el rol del tutor sea más satisfactorio y efectivo”
Dra. Ana Catalán PEDIATRA
EN NÚMEROS
profesionales de la Clínica son tutores de residentes.
CURSO DE COACHING PARA TUTORES DE RESIDENTES
1 ¿Cuál es su objetivo principal y qué necesidades busca cubrir?
Del total de tutores, la mitad ya se ha formado en coaching y mentorazgo.
La Clínica cuenta con 35 especialidades acreditadas por el Ministerio de Sanidad para la formación de especialistas.
El principal objetivo de esta formación es dotar a los tutores de herramientas para poder desarrollar de forma efectiva la función de mentorización y motivar al residente hacia su aprendizaje y desarrollo. Se busca que el tutor tenga una mayor seguridad a la hora de desarrollar esta responsabilidad y establecer un sistema de comunicación eficaz con el residente con el fin de motivarle en la adquisición de conocimientos y experiencia.
2 ¿Cómo está estructurado y qué metodología se emplea en la formación?
El curso tiene una duración de 4 horas divididas en dos sesiones. En la primera sesión se realiza un autodiagnóstico de cada tutor que les permite identificar fortalezas y áreas de mejora de sí mismo y de sus residentes con la finalidad de establecer un vínculo relacional y una comunicación más efectiva entre ambos. El segundo día se realizan casos simulados en los que se aportan herramientas para ayudar a los tutores en el desempeño de esta responsabilidad; se tratan temas acerca de cómo gestionar conflictos, cómo motivar, cómo comunicar de forma positiva, etc. +
Los futuros residentes conocen la Clínica
La Clínica, único hospital español que pertenece a una universidad, ha formado a más de 2.000 médicos residentes desde los inicios del sistema MIR.
Durante dos días, el hospital acogió a quienes elegirían su especialidad después de Semana Santa, dándoles a conocer de primera mano los rasgos diferenciadores de la Clínica en la formación de especialistas, resolviendo sus dudas con tutores y residentes, y recorriendo las instalaciones del centro. Este año, como novedad, se ofreció también a todos los interesados una visita al Cima, un espacio clave en el desarrollo de la investigación biomédica de la Universidad de Navarra, que este año celebra su 20 aniversario. El encuentro comenzó con una bienvenida institucional del Dr. Nicolás García, director mé-
dico de la Clínica, seguida de la sesión “Los pacientes nos elijen, ¿y tú?” por parte de la Dra. Loreto García del Barrio, especialista en Radiodiagnóstico y secretaria de la Comisión de Docencia. Además, siguiendo un formato actualizado, este año se organizaron dos mesas redondas, una con tutores y otra con residentes. La primera ofrecía a los futuros residentes herramientas clave para tomar la decisión sobre qué especialidad elegir y, sobre todo, qué tener en cuenta para acertar con el centro formativo. La segunda permitía a los asistentes conocer la experiencia, en primera persona, de quienes ya están en formación
1 Más de 100 futuros residentes acudieron a las JPA para conocer de primera mano la Clínica.
en la Clínica, desde los residentes más jóvenes hasta otros que se encuentran a la mitad de esta etapa.
También hubo un momento para la pausa café, donde especialistas, residentes y participantes de las jornadas pudieron compartir un espacio de intercambio para charlar de manera más distendida y entrar en contacto directo con las personas de la especialidad en la que estaban interesados.
Para terminar la jornada, todos los asistentes pudieron recorrer los pasillos de la Clínica, guiados por otros residentes y especialistas, para conocer los distintos departamentos y servicios médicos en su funcionamiento diario. Además, aquellos interesados en las especialidades quirúrgicas han podido acceder a los quirófanos del hospital, que cuentan con la tecnología más avanzada, como el robot DaVinci, la resonancia intraoperatoria o los quirófanos híbridos. l
3 En un formato actualizado, se organizaron dos mesas redondas, una de especialistas y otra de residentes.
6 Otra de las zonas a las que accedieron fue el área de endoscopias, donde vieron de primera mano cómo se trabaja.
66 Durante la visita, tuvieron la oportunidad de conocer los quirófanos híbridos. 6 Tras las charlas, futuros y actuales residentes pudieron intercambiar pareceres durante un café.
0 La Dra. Carmina Muñoz y el Dr. Fernando Mínguez han sido los ganadores de esta edición.
Octava edición de los Premios RCUN de investigación
La Clínica Universidad de Navarra ha celebrado la VIII edición de los Premios ‘RCUN’ en el marco de la Jornada de Investigación para Residentes. Este evento, organizado por la Comisión de Docencia y la Comisión
de Investigación, y patrocinado por la Fundación Mutual Médica, tiene como objetivo reconocer y fomentar la investigación entre los residentes, destacando la calidad y el impacto de sus trabajos en diversas áreas de la medicina.
Este año se han presentado un total de 24 trabajos (16 comunicaciones y 8 publicaciones), entre los que se han seleccionado tres finalistas en cada modalidad. Durante la jornada, y como requisito para optar a los premios, cada uno de los residentes cuyos trabajos habían sido elegidos, realizó una exposición ante compañeros y jurado. Este último, formado por especialistas de distintas áreas de la Clínica, hizo una valoración final tras la que se dieron a conocer los ganadores por categoría.
En la modalidad de Comunicaciones, el premio fue para el Dr. Fernando Mínguez, residente de cuarto año de Medicina Nuclear, por su trabajo titulado LATE like pattern in FDG-PET of MCI subjects: clinical characteristics, amyloid burden and conversion to AD-dementia. Por otro lado, en la categoría de Publicaciones el premio fue para la Dra. Carmina Muñoz , residente de quinto año de Urología, por su artículo titulado Prognostic implications and diagnostic significance of TFE3 rearrangement in renal cell carcinoma
3 El jurado, formado por distintos profesionales de la Clínica, analizó cada trabajo e hizo una valoración final de las presentaciones.
Los ganadores recibieron un cheque de 800 € y 1.200 €, respectivamente, para el desarrollo de su investigación. El premio a la mejor publicación está financiado por la Fundación Mutual Médica, que colabora con la Comisión de Docencia desde hace varios años para fomentar una residencia diferencial que incentive el afán investigador.
El Dr. Víctor Valentí, director médico asistencial de la Clínica, destacó el interés del hospital en “transmitir que la investigación es una parte más de nuestra actividad, junto con la asistencia y la docencia, también entre los residentes. Estos premios son una muestra del compromiso de la Clínica con la excelencia en la investigación”. l
COMUNICACIONES FINALISTAS
Dra. Lucía Parrado
R4 ALERGOLOGÍA
False positives in sIgE to Xip g 1 using a commercial allergen microarray related to polcalcin sensitization.
Dr. Fernando Mínguez
R4 MEDICINA NUCLEAR
LATE like pattern in FDGPET of MCI subjects: clinical characteristics, amyloid burden and conversion to AD-dementia.
Dra. Carmen Mbongo
R4 RADIODIAGNÓSTICO
Preoperative contrast-enhanced mammography vs breast MRI: which one is better?
PUBLICACIONES FINALISTAS
Dra. Inés Oteiza
R4 DERMATOLOGÍA
The Impact of Portal Hypertension Assessment
Method on the Outcomes of Hepatocellular Carcinoma
Resection: A Meta-Analysis of Matched Cohort and Prospective.
Dr. Joan Lorente
R3 OTORRINOLARINGOLOGÍA
El síndrome de la tercera ventana móvil: un espectro clínico de diferentes localizaciones anatómicas: Caracterización, respuesta terapéutica e implicaciones en el desarrollo del hydrops endolinfático.
Dra. Carmina Muñoz
R5 UROLOGÍA
Prognostic implications and diagnostic significance of TFE3 rearrangement in renal cell carcinoma.
Jornada de orientación en la Clínica
El pasado 27 de marzo tuvo lugar la jornada de orientación ‘Salidas tras la residencia’, una sesión impartida por profesionales de la Clínica Universidad de Navarra en la que informaron a los residentes interesados sobre el futuro después de la residencia y cómo es trabajar en la Clínica. Varios residentes de último año de la Clínica pudieron resolver sus dudas en una sesión cara a cara con el Dr. José Manuel Moreno, director médico
de la Clínica; la Dra. Ana Landa, oncóloga; el Dr. Josepmaría Argemí, especialista en Medicina Interna; la Dra. Ana Catalán, pediatra; y Jesús Rodríguez Polo, director de Recursos Humanos, que ofrecieron sesiones informativas de manera útil y esclarecedora. Por cuarto año consecutivo, la Clínica organiza esta jornada de orientación, que aborda temas como cuáles son las salidas profesionales tras la carrera, cómo se realizan los proyectos de investigación, qué tipos de contratos existen, etc. Explicaciones enfocadas en orientar a los residentes sobre su futuro profesional, sea en la Clínica o en otro centro sanitario. l
2 Los residentes que finalizan este año pudieron plantear sus dudas tanto de manera presencial como online.
2 La sesión la impartieron profesionales de distintos ámbitos para poder abarcar todas las inquietudes.
Ruth Arias Hidalgo
PSIQUIATRÍA
José Antonio Fernández Molina
ANESTESIOLOGÍA Y REANIMACIÓN
Isabel Martínez Burgos
CIRUGÍA ORTOPÉDICA Y TRAUMATOLOGÍA
Lucía Parrado Gil ALERGOLOGÍA
Julia Cristina Arranz Marina
PSIQUIATRÍA
Patricia Fernández Tomás
BIOQUÍMICA CLÍNICA
María Martínez Fernández
MICROBIOLOGÍA Y PARASITOLOGÍA
Javier Parreño Benito CARDIOLOGÍA
María Carmen Barace Induráin
FARMACIA HOSPITALARIA
Carmen Garau Zaforteza
ANESTESIOLOGÍA Y REANIMACIÓN
Adriana Martínez-Lage Goñi
ONCOLOGÍA RADIOTERÁPICA
Marta Visitación Pastrana Calderón
MEDICINA INTERNA
Martín Barainka Gorostizaga INMUNOLOGÍA
Adriana García Jiménez
MEDICINA INTERNA
Carmen Mbongo Habimana
RADIODIAGNÓSTICO
Cristina Pérez Prol NEUROLOGÍA
Miriam Baztán Ilundáin
NEFROLOGÍA
Juan González de Canales Díaz
OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA
Fernando Mínguez Lanzarote
MEDICINA NUCLEAR
Rocío Sánchez de Torres DIGESTIVO
Beatriz Benito Hernández
PEDIATRÍA Y SUS ÁREAS ESPECÍFICAS
Leire Goñi Galindo
ANESTESIOLOGÍA Y REANIMACIÓN
Ligia Montero de la Fuente
ONCOLOGÍA MÉDICA
Alberto Solís Martín-Veguel
NEUROFISIOLOGÍA CLÍNICA
Nuria Blanco Asenso
CIRUGÍA GENERAL Y DEL APARATO DIGESTIVO
Ángel Andrés Henares Chavarino
CIRUGÍA PLÁSTICA, ESTÉTICA Y REPARADORA
Carmina Alejandra Muñoz Bastidas
UROLOGÍA
David Miguel Terrasa Czapiewska
OTORRINOLARINGOLOGÍA
Estela Blázquiz Ibero
FARMACIA HOSPITALARIA
María Ibáñez Lacalle HEMATOLOGÍA Y HEMOTERAPIA
Natalia Muñoz Rodríguez
MICROBIOLOGÍA Y PARASITOLOGÍA
Teresa Zumárraga Lizundia ONCOLOGÍA MÉDICA
Henar Casal de Andrés
ENDOCRINOLOGÍA Y NUTRICIÓN
Cristina Irigoyen Bañegil OFTALMOLOGÍA
María Navamuel Andueza NEUMOLOGÍA
Roberto Cuevas Jurado
RADIOFÍSICA HOSPITALARIA
Marcos Jiménez Vázquez
RADIODIAGNÓSTICO
María Belén Navarro Rubio Coello
ONCOLOGÍA RADIOTERÁPICA
Christian Alejandro Espinoza Vinces
NEUROLOGÍA
Paloma Lapunzina Soler
PEDIATRÍA Y SUS ÁREAS ESPECÍFICAS
Laura Olías Ortiz
CIRUGÍA ORTOPÉDICA Y TRAUMATOLOGÍA
Clara Fernández-Arias Cerezo
HEMATOLOGÍA Y HEMOTERAPIA
Ander Larrea Iñarra CARDIOLOGÍA
Inés Oteiza Rius
DERMATOLOGÍA M.Q. Y VENEREOLOGÍA
Alergología
Mery Rengifo Urmilla
José Miguel Bodero Sánchez
Alfonso Calvo Alonso
Lucía Parrado Gil
Anatomía Patológica
Shirley Amarilis Lorenzo Meza
Carolina Stephania Castro Romero
Lucía Fernández Ariati
Anestesiología y Reanimación
Sofía Dreispiel
Sara Jebril Ortega
Ana Olalquiaga Muñoz de Dios
Iván Esteban Garmendia Rufo
Claudia Castro Calderón
Ernesto De Nalda Suárez-Bárcena
Álvaro Casado Iglesias
Irene Folch Navarro
Pablo Martínez Martínez
José Antonio Fernández Molina
Carmen Garau Zaforteza
Leire Goñi Galindo
Aparato Digestivo
Sebastián Alonso Illescas Pinto
Marta Sandoval Rico
Daniel González Ruiz
Pablo López Fernández
Rocío Sánchez De Torres
Bioquímica Clínica
Victoria Margarita Hauke Altemir
Leyre Ruiz Orío
Ana Moreno Álvarez
Patricia Fernández Tomás
Cardiología
Martín Fernández Quevedo
José Enrique Freyre Barrón
Alba Domínguez Castillo
Francisco de Asís Reguera Revilla
Rocío Álvarez Abril
Amaia Ochoa González
Ariana Álvarez Acedo
Sara María Martínez Miguel
Ander Larrea Iñarrairaegui
Javier Parreño Benito
Cirugía General y del Aparato Digestivo
Juan José Gascón Jiménez
Rebeca Maruri Aldaz
Adriana Úriz Pagola
Lucas Sabatella
Nuria Blanco Asensio
Cirugía Ortopédica y Traumatología
María del Carmen Hauke Altemir
Natalia Ramírez Oliveros
Jesús Amaya Díaz
Nerea Mateo Guarch
Francisco de Asís Jiménez-Villarejo Díaz
Marta Cabrera López
Isabel Martínez Burgos
Carlos María Mayor De Juan
Laura Olías Ortiz
R1 MIR
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R3 MIR
R4 MIR
R1 MIR
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R5 MIR
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R2 MIR
R2 MIR
R3 MIR
R4 MIR
R5 MIR
R4 MIR
R5 MIR
Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
Sergi Pérez Céspedes
Blanca Gómez Romero
Naroa Moreno Muguiro
Iñigo Arroyo Pérez
Ángel Andrés Henares Chavarino
Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología
Alejandra Coral Garrido Báez
Isabel Jorques Belda
Ane Carrera Gabilondo
Deiane Marcos Muñagorri
Elisa María Gómez González
Inés Oteiza Rius
Endocrinología y Nutrición
Isabela Valdés Cabero
Marta Zaballos Mayor
Henar Casal De Andres
Farmacia Hospitalaria
Ana Reales Berenguer
Teresa Hongqu España Soriano
Silvia Martínez Llistó
Belén Rodrigo Mora
Paula Río Arizcuren
Nerea Beraza Gota
Estela Blázquiz Ibero
Mª Carmen Barace Induráin
Hematología y Hemoterapia
Pina Gabriela Gálvez Zavala
Maria del Cisne Samaniego Silva
Maria Casilda Conde Espinosa
Maria Belén Villacres Martínez
Manuel Carrasco Agún
Alma Queralt Rodrigo
Clara Fernández-Arias Cerezo
María Ibáñez Lacalle
Inmunología
Teresa Fernández Coya
Claudia Montoya Del Peso
Jorge Tarancón Díez
Martín Barainka Gorostizaga
Matrona
Enrique Antolín Herrero
María López González
Adriana Gutiérrez Bilbao
Esther Pilar Juárez Mínguez
Medicina Interna
Maximiliano Guevara Chacón
Julia Vicente Sabroso
Amaiur Lakuntza Untzilla
María Ansón Cadena
Pedro Fernández-Ordóñez Pita
Maria Trinidad Baselga Puente
María Pascual Coloma
Adriana García Jiménez
Marta Visitación Pastrana Calderón
Medicina Nuclear
Saul Alejandro Peralta Benítez
Andrés Ricardo Basanta Mota
MIR
Marta Romera Caballo
Fernando Mínguez Lanzarote
Microbiología y Parasitología
Cristina Arricibita Aspurz
Leyre Echegoyen Pedroarena
Nazaret Betanzos Gutiérrez
María Martínez Fernández
Natalia Muñoz Rodríguez
Nefrología
Ana María Hurtado Pamiés
Gabriel Buades Lucas
Miriam Baztán Ilundáin
Neumología
Federica Giusi Gammella
Maria Alicia Balseca Andrade
Alicia Sayés Chueca
María Navamuel Andueza
Neurocirugía
Álvaro Rafael Cabrera Abud
Eva Helena Royuela García
Paula Corral Alonso
Marta Macías de la Corte Hidalgo
Neurofisiología Clínica
Romina Gabriela Zapatel
Beatriz Echeveste González
Alberto Solis Martín-Vegue
Neurología
Jimmy Santiago Ulloa Bravo
Paola Andrea Arango Quintero
Sofía Urtasun Galmes
Ainhoa Atorrasagasti Villar
Maria del Mar Gimeno Rodríguez
Christian Alejandro Espinoza Vinces
Cristina Pérez Prol
Obstetricia y Ginecología
Belén Lacasa Gallego
Nuria Pretel Garrido
Alba Etxeandia Atienza
Juan González de Canales Díaz
Oftalmología
Macarena Jiménez Alfaro Ortego
Paula Domench Arana
María Fraga De la Viesca
Cristina Irigoyen Bañegil
Oncología Médica
Nicolás Benito Arango
Paula Pangua Irigaray
Antonio José Castro Alencastre
Ana Sunyer Manteiga
María José Hidalgo Muñoz
Ana Tortajada Lorca
José María Ferrández Flores
Miguel Ortego Zabalza
Ligia Montero De la Fuente
Teresa Zumárraga Lizundia
R3 MIR
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R3 FIR
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R4 BIR
R1 MIR
R3 MIR
R4 MIR
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R2 MIR
R3 MIR
R3 MIR
R4 MIR
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R1 MIR
R2 MIR
R3 MIR
R4 MIR
R1 MIR
R2 MIR
R3 MIR
R4 MIR
R1 MIR
R1 MIR
R2 MIR
R2 MIR
R3 MIR
R3 MIR
R4 MIR
R4 MIR
R5 MIR
R5 MIR
Oncología Radioterápica
Elena Valdivielso Suárez
Nicolly Dominique Hernández Aguirre
Maite Echeveste Úcar
R1 MIR
R2 MIR
R3 MIR
Adriana Martínez-Lage Goñi R4 MIR
Maria Belén Navarro-Rubio Coello de Portugal R4 MIR
Otorrinolaringología
Marta Hernández Ramos R1 MIR
Carla Rodríguez-Zanetti Torras
Joan Lorente Piera
David Miguel Terrasa Czapiewska
Pediatría y sus Áreas Específicas
Javier Muro Pérez
Alejandra Panqueba Otarola
Erick Alberto Calero Arévalo
Sonia González Baiges
Natalia De la Esperanza Piñeiro
Beatriz Remón González
Beatriz Benito Hernández
Paloma Lapunzina Soler
Psicología Clínica
Lourdes Giovanetti Ramírez
Julen Arellano Sandua
Francesco De Lorenzi
Psiquiatría
Esmeralda García Pérez
Paula Fructos Cordovill
Álvaro José Ortiz Agudo
Isabel Lizarraga García
Maria Fernanda Parada Valencia
Julia Cristina Arranz Marina
Ruth Arias Hidalgo
Radiodiagnóstico
Carlos Delgado Solano
José Marlon Rodríguez Ortega
Adolfo Manuel Delgado Brito
Daniel Alfonso Zambrano Andrade
Pablo Del Nido Recio
Manuel Rafael López de la Torre Carretero
Marcos Jiménez Vázquez
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
MIR
Carmen Mbongo Habimana R4 MIR
Radiofarmacia
Ana Fátima Hendy Pérez-Aranda R1 QIR
Alicia Fernández González R2 QIR
Radiofísica Hospitalaria
María Yáñez Barro
Alberto Martínez Moreno
Roberto Cuevas Jurado
Urología
Carlos Andrés Yánez Ruiz
Mario Daniel Tapia Tapia
Andrés Calva López
RFIR
RFIR
RFIR
MIR
MIR
MIR
Vanessa Talavera Cobo R4 MIR
Carmina Alejandra Muñoz Bastidas R5 MIR
■ Nombre: Christian Espinoza
■ Departamento:
MIR R4 Neurología
■ Rotación: UCL Queen Square Institute of Neurology, Londres, Reino Unido.
■ Periodo de rotación: 8 semanas
Dos residentes rotando de la ‘Vieja Europa’ al ‘Nuevo Mundo’
1 Christian, como residente de la Clínica, ha podido rotar dos meses en un centro europeo de referencia.
Carmen Mbongo y Christian Espinoza están llegando al final de su etapa como residentes de la Clínica y, por el camino, han tenido la oportunidad de rotar en dos grandes centros en Estados Unidos e Inglaterra, respectivamente.
Carmen Mbongo: ¿Dónde has estado rotando, Christian?
Christian Espinoza: En Londres, en UCL Queen Square Institute of Neurology, que pertenece al National Hospital for Neurology and Neurosurgery. Estuve allí durante dos meses, rotando en el Departamento de Trastornos del Movimiento. Tuve la oportunidad de asistir a consultas específicas de enfermedades raras que cursan con trastornos del movimiento como distonías, tics, parkinsonismos y ataxias. Los pacientes son muy seleccionados al ser un centro de referencia en Reino Unido como del resto de Europa.
CM: Yo he estado rotando en la sección de Neurorradiología de Mayo Clinic Florida, un hospital en EE.UU. con tres sedes: Scotsdale (Arizona), Rochester (Minnesota), que es la sede original, y Jacksonville (Florida). Estuve en la sede de Jacksonville durante el mes de noviembre y lo cierto es que la experiencia fue muy buena.
CE: ¿Qué te llevó a elegir ese hospital, más allá de ser un centro de referencia?
CM: Estudié Medicina con el
Londres
programa internacional aquí, en la Universidad de Navarra, donde algunos profesores extranjeros imparten asignaturas. Una de ellas, Clinical Cases in Neuroradiology, la impartía un radiólogo de Mayo Clinic, el Dr. Robles. La cursé en 2014-2015 y mantuvimos el contacto, tanto yo como otros compañeros que luego rotaron allí durante la carrera. No pude ir entonces, pero sí ahora como residente. He estado con él y con todo el equipo de neurorradiólogos, que son excelentes. Lo recomendaría sin duda.
CE: Es, claramente, un lugar excepcional.
CM: Totalmente. Además, en las especialidades vinculadas a la imagen, la tecnología influye mucho, y allí cuentan con una resonancia de 7 teslas y escáner Photon Counting. De todo. Más allá de estar en el extranjero y ver muchos pacientes, tienes acceso a tecnología de vanguardia, lo cual es fundamental en nuestra especialidad. Y el programa de formación de residentes en la sede de Florida está muy bien organizado, con un enfoque muy académico de las rotaciones. Tienen sesiones diarias, todos los casos se revisan con un adjunto… Y aunque es un hospital privado, tiene buen convenio con el sistema público local, por lo que puedes ver un gran volumen y variedad de patología.
CE: En Europa hay muy pocos centros con esa tecnología.
CM: La verdad es que ha sido una oportunidad buenísima. De hecho, en mayo me voy a rotar a Mount Sinai Hospital, donde también tienen resonancia de 7 teslas. La calidad de imagen que proporcionan estas máquinas es una maravilla para estudiar trastornos del movimiento, esclerosis múltiple, etc.
CM: Y en tu caso, siendo un centro de referencia, ¿era complicado acceder?
2 Carmen ha tenido la oportunidad de formarse en Neurorradiología en la sede de Jacksonville de la Mayo Clinic.
■ Nombre: Carmen Mbongo
■ Departamento: MIR R4 Radiodiagnóstico
■ Rotación: Mayo Clinic, Jacksonville, Florida, EE.UU.
■ Periodo de rotación: 6 semanas
CE: Es un gran sitio con un alto número de solicitudes, por lo que es recomendable solicitarlo con antelación. Además, el profesor Kailash Bhatia, muy reconocido en el área de trastornos del movimiento, coordina la consulta del perfil mencionado, por lo que tenía un gran interés en vivir esta experiencia. También al ser un hospital especializado, reciben solicitudes de residentes de todo el mundo.
CM: ¿Y tú cómo lo conociste? ¿Ya era conocido en tu servicio?
CE: Una de mis directoras de tesis, la Dra. Iciar Avilés, tuvo
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2 La Mayo Clinic es uno de los hospitales americanos con mejor reputación.
3 Christian, junto con el profesor Kailash Bhatia, reconocido en el área de trastornos del movimiento.
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la oportunidad de hacer un fellowship y trabajar allí, lo que me motivó a solicitarlo. Gracias a ello, adquirí mayor familiaridad con el proceso de aplicación.
CM: Y cuándo empezaste la residencia, ¿ya sabías que te interesaban los trastornos del movimiento?
CE: Al principio no lo tenía claro. Neurología es una especialidad muy amplia, con muchos contrastes. Sin embargo, en la Clínica hay una unidad de referencia en trastornos del movimiento, así que con el tiempo me fui interesando más. De hecho, estoy desarrollando mi tesis en ese ámbito, bajo la supervisión de las Dras. Luquin y Avilés.
CE: Por cierto, Carmen, ¿tú cómo viviste el sistema sanitario allí? ¿Lo viste muy diferente del español?
CM: Es difícil de comparar. El sistema español, con sanidad pública universal y gratuita, es algo excepcional. La Mayo es un hospital privado con convenios, pero sigue siendo muy exclusivo
y caro. Aunque las aseguradoras cubren parte, los tratamientos son muy costosos. Hay pacientes que viajan expresamente para acceder a ciertas terapias, como, por ejemplo, tratamientos oncológicos o de esclerosis múltiple. Lo interesante es cómo gestionan el alto número de pacientes. Por ejemplo, el Dr. Middlebrooks —premio al radiólogo investigador más influyente en 2024— buscaba alinear la citación de resonancias 7T con el pico de levodopa en pacientes con párkinson. Ese nivel de gestión solo es posible cuando se cuenta con muchos pacientes y una alta especialización. En ese sentido, la diferencia no es solo económica, sino de estructura, volumen y especialización.
CE: En el centro donde estuve, al tratarse de un hospital del sistema público, pude observar un alto volumen de pacientes. Existían listas de espera tanto para pruebas como para intervenciones complejas, probablemente debido a su carácter de centro de referencia. Aun así, me llamó positivamente la atención que el manejo clínico era muy similar
al que estamos acostumbrados aquí. El nivel tanto de los residentes como de los adjuntos me pareció excelente y, en muchos aspectos, comparable al nuestro. Fue reconfortante comprobar que los enfoques diagnósticos y terapéuticos no diferían tanto.
CM: Eso también me pasó a mí. Salir fuera te hace valorar la preparación que tenemos aquí. Siempre te dicen que es buena, pero hasta que no lo vives, no lo compruebas. Al final, estamos hablando de hospitales punteros y, aun así, estamos muy bien formados.
CE: Y vivir esa experiencia te motiva. Te da perspectiva para decidir si quieres subespecializarte, hacer un fellowship, enfocarte más en lo clínico o en la investigación…
CM: ¿Y durante tu rotación tenías tiempo para investigar, o todo era clínico?
CE: El programa estaba muy bien organizado. Teníamos tres días de consultas, un día de sesiones clínicas y otro exclusivo para investigación. Había muchas oportunidades de colaborar en proyectos, incluso siendo observer. Es una excelente oportunidad para aprender técnicas que durante la residencia quizá no se pueden abordar con la profundidad deseada. Es ideal para iniciarse en investigación más básica, que en Neurología tiene mucho potencial.
CM: En la Mayo, en cambio, está más diferenciada la parte asistencial de la investigadora. Hay una estructura muy clara: sesiones, comités multidisciplinares… Y unas sesiones del departamento muy enfocadas a preparar el examen final de residencia. Me gustaría proponer algo así aquí. Pero sí, allí se distingue mucho quién va a investigar y quién va a formarse clínicamente. Al final, son diferencias de estilo. l
Ruth Arias
“Salir de mi zona de confort ha sido la mejor forma de enriquecerme”
n ¿Qué te motivó a elegir la Universidad de Monash y Turning Point para tu rotación?
La Universidad de Monash es una de las más prestigiosas de Australia, así como Turning Point es el principal centro nacional de tratamiento, formación e investigación de adicciones. Combinar ambos sitios para la rotación me daba la posibilidad de realizar una observación clínica, además de poder realizar un proyecto de investigación para mi doctorado.
n ¿Cómo ha sido la adaptación a un nuevo sistema de trabajo y qué diferencias has encontrado respecto a la Clínica? Adaptarme a un nuevo sistema de trabajo ha sido un proceso desafiante, pero muy enriquecedor. En Australia el enfoque hacia la salud mental es muy integral y comunitario. Se trabaja en conjunto con otros servicios, así como con el entorno del paciente y sus redes de apoyo. Además, se enfocan en la prevención e intervención temprana. Por ejemplo, tienen un programa llamado Headspace, que se centra en la salud mental de los jóvenes. En cuanto al ámbito de las adicciones, el modelo australiano se centra principalmente en la reducción de daños.
1 Paseos por la bahía de Melbourne como agradecimiento por parte del club de yates.
Por otro lado, se están realizando investigaciones relacionadas con terapia con sustancias psicodélicas, algo que hoy en día solo está aprobado en Australia y que ha resultado de mucho interés para mi formación. Por ejemplo, en mi hospital se está trabajando con más énfasis en los ensayos clínicos sobre trata-
■ Nombre: Ruth Arias
■ Departamento:
Psiquiatría MIR R4
■ Estancia: Universidad de Monash y Turning Point, Melbourne (Australia).
■ Periodo: 4 meses
miento psicológico asistido con MDMA para el trastorno por consumo de alcohol y el trastorno de estrés postraumático, el uso de cannabidiol para el tratamiento de la dependencia de cannabis y el uso de buprenorfina inyectada para el tratamiento de la dependencia a
opioides. Como dato curioso, en la mayoría de los hospitales no utilizan.
n ¿Qué aspectos de la formación en Melbourne destacarías como especialmente enriquecedores para tu desarrollo como psiquiatra?
En Australia dan mucha importancia a la investigación, lo que me ha aportado una nueva visión en este campo que me será de utilidad para poder aplicarlo en un futuro. Además, realizan una atención muy detallada, con un enfoque multidisciplinar completo. Se realizan de forma semanal reuniones con personal de otros hospitales y de otros recursos. También realizan intervenciones en grupo y amplia diversidad de recursos de tratamientos que me han parecido especialmente interesantes. Por otro lado, el hecho de que mi hospital estuviese tan centrado en la investigación con sustancias psicodélicas me ha servido para conocer nuevos tratamientos innovadores que se están desarrollando en otras partes del mundo y que no están aprobados actualmente en España.
n ¿Cómo ha sido la experiencia de vivir en Australia? ¿Qué desafíos y ventajas has encontrado? La experiencia de vivir en Australia ha sido muy buena, tanto a nivel profesional como personal. Ha habido momentos más complicados, por ejemplo, el inglés es mucho más cerrado y me supuso más dificultad a adaptarme al hospital, pero también lo vi como un reto y me ha servido para mejorar el idioma. Además, Melbourne es una ciudad muy completa, con mucha vida y multicultural. He aprendido mucho sobre diferentes culturas en mi tiempo aquí.
n ¿Recomendarías a futuros residentes hacer una rotación en el extranjero? ¿Qué consejos les darías para aprovechar al máximo la experiencia?
Sí, completamente. Me parece que es una experiencia única de la que puedes aprender mucho. La oportunidad de formarse en un lugar diferente al de tu país de origen te abre puertas a un aprendizaje más amplio y diverso. Ves que hay formas diferentes de hacer las cosas y aprendes de ellas, ampliando tus conocimientos y aplicándolos posteriormente en tu lugar de origen. Además, te sirve para promover conexiones dentro de la comunidad científica. Irte fuera de tu zona de confort también te ayuda a desarrollarte como persona. Sin duda, es una experiencia que recomiendo plenamente.
n ¿Alguna anécdota o aprendizaje inesperado que te haya marcado durante tu estancia?
Una experiencia que me ha marcado han sido los paseos en catamarán por la bahía de Melbourne. Era un gesto de agradecimiento hacia el personal sanitario por parte del club de yates. Por otro lado, me pareció llamativo que, en todos los eventos culturales o deportivos había salas con personal sanitario que denominaban ‘salas de ansiedad’ y estaban preparadas para que aquellas personas que experimentasen ansiedad durante actividades multitudinarias pudiesen acudir y fuesen atendidos. También me sorprendió la presencia de intérpretes de lengua de signos y perros guía para personas con discapacidad visual. Me ha parecido una ciudad muy inclusiva. l
2 Ruth, junto al equipo principal con el que ha trabajado durante su rotación en Australia.
2 Invitación del club de yates para el paseo en catamarán para personal sanitario.
2 La universidad de Monash es una de las más prestigiosas de Australia y cuenta con el centro Turning Point.
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3 Juan Ignacio, Melissa, Giulia y Olmo se encuentran en la Clínica para hablar sobre su rotación.
Una conversación internacional en torno a la Clínica
Giulia, Melissa, Juan Ignacio, Olmo. Italia, Argentina, Colombia, México. Cuatro personas y cuatro países se sientan a la misma mesa en esta entrevista en la que cuentan su experiencia como médicos residentes rotando en la Clínica.
■ Nombre: Melissa Abdala Bolcatto
■ Departamento: Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
En una soleada y fría tarde de otoño, cuatro residentes internacionales se reunieron para compartir sus experiencias durante los primeros meses de rotación en Pamplona. La conversación, con anécdotas y reflexiones de su tiempo aquí, revela las impresiones de estos
jóvenes médicos sobre su estancia en la Clínica.
Giulia, residente de Psiquiatría de Pescara (Italia), comenzó la conversación. “Siempre quise conocer otra manera de trabajar en el campo de la Psiquiatría. Me hablaron muy bien de la Clínica Universidad de Navarra, y no se equivocaron. He apreciado mucho la autonomía y la confianza que se da a los residentes, y me ha sorprendido positivamente sentirme acogida y considerada desde el primer día como si fuera parte del equipo”.
Giulia recordó un momento que le marcó especialmente: “Un día, mi supervisor me pi -
SIGUE EN PÁGINA 30 >
Córdoba 10.419km
dió que tomara la decisión sobre el tratamiento de un paciente. Fue un desafío, pero también una gran oportunidad. Sentí que realmente confiaban en mí y en mis habilidades”.
Melissa, residente de Cirugía General de Córdoba (Argentina), asintió. “A mí también me sorprendió gratamente. Desde el primer día, me dejaron participar activamente en las cirugías. Todos, desde los residentes hasta las enfermeras y adjuntos, fueron muy amables y me explicaron todo. Me sentí muy incluida, algo que temía no sucediera”. Al hilo de esa idea, Melissa compartió una anécdota vivida en Córdoba: “Recuerdo una cirugía complicada en la que participé. Al final del día, el paciente y su familia me agradecieron personalmente. Fue un momento muy emotivo que me hizo sentir parte de algo más grande”.
UN ENFOQUE INTEGRAL Y HUMANO
Desde Bogotá (Colombia), Juan Ignacio Guerrero, médico ge -
■ Nombre: Giulia
Pernaci
■ Departamento: Psiquiatría
■ Rotación: Universidad de Chieti-Pescara (Italia)
■ Periodo: 6 meses
neral, compartió su entusiasmo por la Cardiología. “Siempre quise conocer el Departamento de Cardiología de la Clínica. Aquí, los residentes y adjuntos tienen una manera muy integral de analizar al paciente. No solo se enfocan en la Cardiología, sino que consideran todos los factores de riesgo y analíticas. Además, hay una cultura de respeto y humanismo que es admirable. Me he sentido muy bien recibido y he aprendido mucho”.
Juan Ignacio recordó un día en particular: “Estábamos tratando
a un paciente con una arritmia compleja. El equipo trabajó de manera tan coordinada y eficiente que me dejó impresionado. Al final, el paciente se recuperó bien, y su agradecimiento será un recuerdo que siempre me ayudará a tener presente el impacto tan positivo que podemos generar con nuestro trabajo”.
Olmo Vázquez, residente de Neumología de San Luis Potosí (México), intervino: “En mi hospital, a veces hay mucha división entre el personal. Aquí, veo que todos están muy incluidos y se escuchan todas las opiniones.
2 Giulia, junto a parte del equipo de Psiquiatría de la Clínica con los que ha compartido 6 meses.
■ Nombre: Olmo Vázquez
■ Departamento: Neumología
■ Rotación: Hospital General de Culiacán (Sinaloa, México)
■ Periodo: 3 meses
Pescara
San Luis Potosí
1.853 km
km
<
Además, la tecnología disponible es impresionante y permite brindar la mejor atención a los pacientes”. Olmo también compartió una experiencia que le ha dejado huella: “Un paciente con una enfermedad pulmonar grave me dijo que nunca había recibido un trato tan humano y profesional”.
UN ADN DE EXCELENCIA
La conversación continuó con reflexiones sobre lo que hace único a este hospital. “La Clínica pone al paciente primero y lo incluye en sus decisiones”, comentó Melissa. “En otros hospitales, a veces se impone mucho la figura del médico, pero aquí se tiene muy en cuenta la opinión del paciente”.
“A mí lo que más me ha gustado es que siempre están en constante formación y participando en proyectos de investigación”, añadió Olmo. “Eso es algo que voy a llevarme de esta experiencia vivida durante estos meses”.
Giulia destacó que para ella “es un valor muy positivo ver cómo existe un equipo de psicó-
logos clínicos que trabaja junto a los psiquiatras. Eso es una cosa muy buena, porque fomenta una visión integral y completa de la enfermedad mental y su abordaje”.
Juan Ignacio concluyó con este pensamiento: “La Clínica es muy amable con el médico. Siempre hay un esfuerzo colaborativo para resolver cualquier inconveniente. Me llamó la atención que incluso tienen protocolos para atender el error médico, lo que demuestra un compromiso con la mejora continua”. l
2 Melissa, en los quirófanos de la Clínica con otros residentes y compañeros del departamento. 1 Olmo, con compañeras enfermeras y auxiliares del Departamento de Neumología de la Clínica.
Giulia Pernaci
“Me ha impresionado la autonomía que se otorga a los residentes aquí, siempre bajo la supervisión adecuada. Además, el cuidado del paciente y sus familias como personas es algo que realmente valoro”.
Juan Ignacio Guerrero
“La manera integral de analizar al paciente y la cultura de respeto y humanismo que se vive aquí son admirables. Me he sentido muy bien recibido y he aprendido mucho sobre Cardiología General y Electrofisiología”.
Melissa Abdala Bolcatto
“Me sorprendió gratamente poder participar de forma activa en las cirugías y en el día a día del Departamento de Cirugía Plástica. La amabilidad y el buen trato con los pacientes y compañeros es algo que aprecio mucho”.
Olmo Vázquez
“He encontrado un equipo excelente y muy bien preparado. La tecnología disponible y el trato amable hacia los pacientes son aspectos que me han impresionado. Me he sentido muy bien acogido aquí”.
Bogotá
Hospital, escuela de oficio y vida
✍
Dra. Esperanza Lozano
DIRECTORA
DE LA SEDE DE MADRID DE LA CLÍNICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA (2017-2024)
Queridos Residentes: Hoy no es un día cualquiera. Hoy cerráis una etapa. Hoy salís — como quien deja atrás un hogar de aprendizaje— del que ha sido vuestro espacio de formación, vuestro hospital, vuestra escuela de oficio y vida. Habéis llegado al final de la residencia. Han sido años intensos. Días largos. Guardias sin fin. A veces con fatiga, otras con entusiasmo. Siempre con esfuerzo.
Pero más allá del calendario, lo que de verdad se cierra hoy es un proceso de transformación. Porque no se trata solo de haber pasado por un programa formativo. Se trata de lo que ese paso os ha hecho ser.
Si uno observa desde cierta distancia la profesión, podría parecer que toda gira en torno al conocimiento, la destreza y la eficiencia. Pero los que estamos dentro sabemos que el ejercicio de la medicina, cuando se vive con plenitud, no se limita al saber hacer. Imprime carácter. Y ahí, en ese espacio íntimo donde confluyen la ciencia, la conciencia y la responsabilidad, esas fuerzas que nos conforman y nos hacen mejores.
Por eso quiero dedicar este último encuentro a hablaros del carácter. De cinco ejes que, en mi experiencia, hacen que un profesional de la salud no solo sea competente, sino íntegro, digno y humano.
RESPETO: LA RAÍZ DE TODA RELACIÓN CLÍNICA DIGNA
El respeto, dice D. Gonzalo Herranz, es el punto de partida de toda medicina ética. No es cortesía. No
es diplomacia. Respetar es reconocer que delante de nosotros no hay un órgano enfermo, ni un algoritmo clínico por aplicar, sino una vida entera que carga con una historia, unas dudas y unas decisiones propias. Y no es fácil. Porque el respeto se pone a prueba cuando el paciente no colabora, cuando no entiende, cuando se enfada, cuando nos confronta. También cuando nuestras propias certezas se tambalean. Pero es precisamente ahí donde el respeto se vuelve decisivo. Porque no se trata de hacer valer nuestra autoridad, sino de reconocer al otro y tratarlo con cuidado.
Respetar, además, implica reconocer límites. El de nuestro saber, el de nuestras emociones, el del propio paciente y sus decisiones. Implica, a veces, saber callar. Otras, aceptar que no tenemos respuesta. Y muchas veces, admitir que no se puede todo. El respeto es, en el fondo, una forma de humildad. Una manera de estar sin invadir. De hacer sin imponer.
COMPROMISO: FIDELIDAD AL OTRO EN SU MOMENTO MÁS VULNERABLE
El compromiso auténtico no es una cláusula del contrato. Es una forma de lealtad. No hacia la institución, sino hacia la persona que, tumbada en una camilla o sentada frente a nosotros, nos confía su cuerpo, su miedo, su esperanza.
Comprometerse, es decir, con la presencia y los hechos: “Estoy contigo. No te dejaré solo”. Y eso, en tiempos de prisa y de protocolos, es casi un acto de resistencia. Porque comprometerse implica detenerse cuando todo empuja a ir más rápido. Escuchar cuando ya se ha dicho todo. Mirar cuando no queda nada por hacer.
El compromiso verdadero se pone a prueba
en los días anodinos, en los casos que no brillan, en los pacientes que no agradecen. Es esa voz interna que nos recuerda por qué estamos aquí y para quién.
COMPASIÓN: COMPRENDER SIN JUZGAR, ACOMPAÑAR SIN DOMINAR
La compasión no tiene que ver con la emoción blanda, ni con la condescendencia. Tiene que ver con la decisión firme de no endurecerse. Porque hay un riesgo real de endurecerse en medicina. El dolor continuo, la rutina, los fracasos... pueden empujarnos al cinismo o a la indiferencia.
Un médico compasivo no es el que más consuela, sino el que menos abandona. El que se atreve a mirar de frente lo que duele. El que no esquiva al paciente difícil. El que no trivializa el llanto, ni edulcora la muerte. Porque estar con otro en su quebranto es, probablemente, la forma más honesta de cuidar.
CONFIANZA: CIMIENTO INVISIBLE DE TODA RELACIÓN TERAPÉUTICA
Podemos dominar la técnica. Conocer cada guía clínica. Aplicar cada procedimiento con precisión. Pero si no generamos confianza, todo eso se vuelve frágil.
La confianza no es un añadido: es el terreno sobre el que se construye todo lo demás. Es un vínculo tácito que se teje gesto a gesto, mirada a mirada. El paciente no la concede automáticamente. La prueba. La mide. La siente. Y, cuando la recibe, se entrega.
Pero esa confianza se puede romper con una sola actitud: la impaciencia, la mentira piadosa, la arrogancia. Y reconstruirla es difícil. Exige coherencia. Porque no basta con ser amables un día:
hay que ser íntegros todos los días. Solo así el otro percibe que, más allá de nuestras habilidades, hay una intención confiable.
CORAJE Y RESPONSABILIDAD PERSONAL
Coraje para ejercer la medicina con dignidad. No el coraje de los grandes gestos, sino el de las decisiones incómodas. El de los momentos en los que nadie más habla.
Lo que marca la diferencia es cómo decidimos estar en cada encuentro con los pacientes o con los profesionales con los que trabajamos.
Ser buen profesional, no es solo un oficio. Es una forma de vida. Una que exige revisarse constantemente, hacerse preguntas difíciles y no conformarse con lo suficiente.
EPÍLOGO
Hoy no se os entrega un diploma. Se os entrega una confianza. La de la sociedad, que os acoge como profesionales. La de vuestros pacientes, que os mirarán buscando alivio. La de vuestros colegas, la de vuestras familias, la de vuestro entorno, que espera que cuidéis, aunque nadie os mire. l
Gracias por enseñarnos a cuidar
✍ Ángel Henares
R5 CIRUGÍA PLÁSTICA Y REPARADORA
QCamen Garau
R4 ANESTESIOLOGÍA Y REANIMACIÓN
ueridos colegas, profesores, familiares y amigos: Hoy no solo terminamos una etapa. Hoy nos despedimos de una manera de vivir la medicina: la del médico en formación. Y lo hacemos para asumir algo mucho más complejo: ejercerla con autonomía, con responsabilidad… Y con sentido.
El sistema MIR, lo sabemos bien, no es amable. Es uno de los más exigentes de Europa, y nos lo ha dejado claro desde el primer día. Nos ha enseñado a tomar decisiones sin garantías. A reaccionar rápido. A sostener la presión y el cansancio. Pero también —y esto es lo importante— nos ha obligado a mirar al paciente más allá del diagnóstico. William Osler, uno de los padres de la medicina moderna, decía: “Escucha a tu paciente. Te está diciendo el diagnóstico”. Y con el tiempo entendimos que no solo nos decía eso. Nos hablaba también de su miedo, de su esperanza, de su fragilidad. Y aprendimos a escuchar no solo con el fonendo… Sino con el alma.
Haber hecho esta residencia en la Clínica le da un valor especial a todo lo vivido. Aquí descubrimos que la excelencia técnica no está reñida con la humanidad. Que tratar bien no es suficiente si no se trata con respeto. Que cuidar no es un añadido, es parte del tratamiento. Y que la medicina bien entendida no se basa solo en lo que se hace, sino en cómo se hace.
Durante estos años hemos visto muchos tipos de médicos. Y también muchas formas de serlo. Hemos intentado aprender de los que actúan con serenidad. De los que saben estar presentes sin necesidad de alzar la voz. De los que hacen las cosas bien incluso cuando nadie los ve. Y hoy, más que nunca, tenemos claro que el
futuro nos va a poner a prueba. La Inteligencia Artificial ya está aquí. Y va a seguir transformando todo: la clínica, la investigación, el análisis de datos, la toma de decisiones. Como en toda revolución, la tecnología no reemplazará al médico… Pero sí reemplazará a los médicos que no sepan usarla. Y ese es un desafío real.
Ahora bien, por mucha Inteligencia Artificial que tengamos, ninguna máquina puede asumir la responsabilidad moral de una decisión clínica. Ningún algoritmo puede consolar. Ninguna base de datos puede sostener la mano de alguien que se está despidiendo. Por eso, Paul Kalanithi –neurocirujano y escritor— escribió algo que muchos de nosotros hemos sentido alguna vez: “La medicina es una ciencia de la incertidumbre… Y un arte de la probabilidad”. Y yo añadiría: y, por encima de todo, una vocación de servicio.
Ese es el núcleo de lo que nos llevamos hoy: no solo conocimientos, sino una forma de entender la medicina. Una forma de estar con el paciente. De mirar a los ojos. De ejercer con criterio… Pero también con compasión.
Parece mentira, pero han pasado cuatro años desde que empezamos esta historia. Unos empezaron su residencia de cinco años en plena pandemia, casi ocho meses después de examinarse y prácticamente sin poder juntarse. Otros, como nosotros, con un MIR más tardío de lo normal, comenzamos en julio —casualmente, una semana después de San Fermín, justo para no cubrir las guardias en un momento en el que, desgraciadamente, no hizo falta–.
Recuerdo ese primer día. No sabíamos nada. Absolutamente nada. Solo teníamos un busca en el bolsillo (o dos, en algunos casos), y muchas
ganas. A partir de ahí, todo ha sido un camino de crecimiento. Aprendimos a la fuerza, pero también a base de compartir, de preguntar (en algunos casos con más miedo que vergüenza), de reírnos cuando todo salía mal y de apoyarnos cuando todo se hacía cuesta arriba. Porque lo importante no ha sido solo formarnos… Sino hacerlo juntos.
Después de hacer un repaso de todas vuestras especialidades para preparar estas líneas, me voy a tomar el privilegio —por una vez— de rememorar algunos de los momentos que hemos compartido. Porque al final, ser anestesista en esta casa significa haber tenido contacto con casi todos los servicios, y eso tiene muchas ventajas. Por eso me gustaría daros las gracias, por enseñarnos diferentes virtudes.
Por fomentar el deporte: gracias a los cardiólogos y a esas carreras por los pasillos cuando suena parada, aunque nos hayáis copiado el sonido del busca. También a los ginecólogos, por esos cien metros lisos en la segunda planta para bajar a cesárea emergente; o a sus vecinos, los pediatras, cuando nos llaman para echarles una mano en la UCI.
La paciencia, sin duda, nos la han enseñado los cirujanos plásticos, operando durante horas para que siempre quede perfecto; también los otorrinos, cada viernes, al ritmo de canciones infantiles.
“En la Clínica descubrimos que la excelencia técnica no está reñida con la humanidad. La medicina no es solo lo que se hace, sino cómo se hace”
Y los radiólogos, por hacerse de rogar y luego acabar viniendo (en serio, todo sería más fácil si dijerais que sí desde el principio).
A los oncólogos y hematólogos les debemos el optimismo, por ingresar pacientes tan deteriorados y, aún así, tener la esperanza de que van a poder seguir con sus innombrables tratamientos.
Por hacernos fuertes ante la falta de sueño, gracias a los cirujanos y a los trasplantes eternos a las mil de la mañana. O a los de ‘nefro’, por querer hacer controles a los pacientes dializados de madrugada porque, sí, a nosotros también nos llaman.
Finalmente, quería agradecer en especial a Medicina Interna, por hacer que sea más fácil ingresar a un paciente en UCI que en el AHE… Bueno, y también por ayudarnos con los antibióticos cuando se complican las cosas.
A todos los que no he mencionado, gracias también por vuestro trabajo. Sé muy bien que cuidar de manera silenciosa también es una forma muy importante, aunque menos agradecida, de cuidar.
Y, por supuesto, gracias a mis coRs… Lo siento por el resto, pero he tenido la mayor suerte del mundo. Porque, con vosotros, todo esto ha sido más fácil, más llevadero y, sin duda, más divertido.
A todos, gracias por compartir, de una forma u otra, todas estas experiencias. Las buenas y las malas. Las que nos hicieron reír, las que nos dejaron sin dormir y las que hicieron que saliéramos del hospital con alguna lagrimita.
Así que, compañeros: enhorabuena. Lo hemos conseguido. Ahora empieza una nueva etapa y, aunque cada uno tome su propio camino, sé que todo lo vivido aquí nos acompañará siempre. Que nunca se nos olvide por qué empezamos, ni quiénes fuimos mientras aprendíamos. Y que, pase lo que pase, sigamos ejerciendo esta profesión con pasión, con sentido y con humanidad. l
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