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LÓPEZ-GATELL Y LA BIOÉTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

En diferentes momentos de la historia del mundo han existido personas dedicadas a salvar vidas. No sin antes haber obtenido un conocimiento a través de la típica frase “a prueba de ensayo y error”. Lo que quiere decir que detrás de un triunfo hubo un sinfín de errores que con el tiempo se fueron perfeccionando hasta conseguir el objetivo buscado y, también, muchas mentes, cuerpos y opiniones que contribuyeron a ello.

Los ensayos clínicos fueron diseñados para diagnosticar, prevenir u ofrecer un tratamiento a diferentes enfermedades, donde incluso los mismos investigadores han fungido como voluntarios para obtener el aprendizaje de cómo funciona una sustancia y qué reacciones tiene en el cuerpo humano. Es así como en diferentes ramas de la medicina se han desarrollado diversos tratamientos para combatir las enfermedades que aquejan al hombre día a día. Sin embargo, la investigación clínica va más allá de un estudio experimental, pues es de vital importancia el papel que desempeña tanto el investigador como el paciente. Y es en este punto donde se enfoca más este texto.

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En los últimos meses la salud del hombre se ha visto aturdida por el conocido virus COVID-19. Y es un experto en salud quien se ha encargado de difundir la información más pertinente en lo que respecta a este virus, no obstante, antes de esta pandemia era un tanto desconocido a nivel internacional e incluso, a pesar de ser una figura pública, en su país tampoco era muy reconocido, mas hoy día todo ha cambiado para este médico epidemiólogo, investigador, profesor y funcionario público mexicano, Hugo López-Gatell Ramírez, quien ha desempeñado el cargo de Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud desde diciembre de 2018.

Sobre su vida personal se sabe que LópezGatell Ramírez nació el 22 de febrero de 1969, hijo del matrimonio compuesto por el Dr. Francisco López-Gatell Trujillo y la enfermera mexicana Margarita Ramírez Duarte; su padre fue un químico nacido en Tarragona en 1925, quien posteriormente se tituló como médico cirujano, especialista en urología, por el Hospital

General de Massachusetts. Hugo López-Gatell ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se graduó como médico en 1994. Seis años más tarde se especializó en medicina interna por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y como si no fuera suficiente, realizó además una maestría en ciencias médicas, odontológicas y de la salud por la Universidad Nacional Autónoma de México y un posdoctorado en epidemiología realizado en la Bloomberg School of Public Health de la Universidad Johns Hopkins. Durante su posdoctorado llevó a cabo un estudio prospectivo acerca del efecto de la tuberculosis sobre la supervivencia de hombres infectados con VIH, mismo que se publicó como artículo en 2008. Como investigador, ha escrito y participado en 40 investigaciones, en este último año ha sido citado aproximadamente 5,000 veces y luego de su gran actuación ante la pandemia fue elegido para el Comité de expertos del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde participará por un periodo de cuatro años.

López-Gatell hace unos meses mencionó la importancia del paciente ante los futuros ensayos clínicos que se harían para encontrar la vacuna contra el COVID-19. El médico investigador en un comunicado resaltó que tras empezar las pruebas se garantizaría que no habría daño alguno en las personas, ya que existen estándares internacionales que México por supuesto sigue para la bioseguridad, la protección de los seres humanos, la calidad de la investigación y la ética; también dijo que cualquier persona sin importar su nacionalidad podría ser voluntario para las pruebas, siempre y cuando lo hiciera por decisión propia, pero que se pedía no se prejuiciara su riesgo ya que se vela por la seguridad y salud de los participantes. No obstante, el médico actúa solo como vocero, pues en línea con lo antes mencionado y muy a pesar de ello, recientemente se dio a conocer el aviso oficial, por parte del subsecretario de salud, sobre la suspensión de las pruebas debido a la aparición de algunos efectos adversos en unos cuantos pacientes. Aunque se desconoce si fue a causa de la vacuna, se confirmó la suspensión de los ensayos clínicos. Cabe señalarse que en México la investigación de cualquier protocolo clínico, previo al ensayo pasa por una rigurosa revisión bajo tres comités: de ética, de investigación y de bioseguridad. Asimismo, con el fin de reducir al mínimo la posibilidad de causar daño, se han establecido una serie de principios éticos que deben acatar los protocolos de investigación, como: respeto de la autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia. Estos principios son reflejados en las guías y lineamientos nacionales e internacionales, claro que no son limitativos, y es necesario complementarlos con otros aspectos éticos propios de la investigación, como son la integridad científica, la confidencialidad en el manejo de información o el valor social de la investigación.

Para finalizar, López-Gatell señala que hubo una reunión con representantes de Landsteiner Scientific, con el fin de hacer una colaboración con el gobierno ruso para conducir ensayos de la vacuna Sputnik V en México, atendiendo los requisitos que propone la bioética en México. Ante el futuro incierto se espera que pronto se terminen las fases de prueba de la vacuna para por fin dejar atrás “el ensayo y error”.

Diana Jacqueline Anguiano Castro

Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad de Guadalajara. En 2018 participó como ponente en un coloquio llevado a cabo por la misma universidad. En 2020 tomó un diplomado en diseño editorial por parte del CAAV (Universidad de Medios Audiovisuales). Se desempeña en el área docente desde el año 2017 hasta la fecha. Recientemente comenzó a apoyar en diversos procesos sobre la edición de una próxima revista de filosofía y letras.

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