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¡Construyamos una industria sólida todos juntos! Israel Madrid

¡CONSTRUYAMOS UNA INDUSTRIA SÓLIDA TODOS JUNTOS!

Durante décadas México ha enfrentado una guerra ajena, una cruzada impuesta que trasladó paulatinamente el cannabis de la transparencia a la clandestinidad, en un camino prohibicionista que lo único que ha generado es un caldo de cultivo para los peores remanentes de la sociedad, la violencia y la intolerancia. Los mitos de las drogas y el narcotráfico rondan siempre nuestro inconsciente social. Las ideas emanadas del rezago educativo y los dogmas, nos han enfrentado a una realidad que ya no puede seguirse pagando con sangre.

La necesidad y la congruencia parecen abrirse paso a través de los estigmas y los dogmas. Con la posibilidad de la legalización para el uso adulto tenemos enfrente la oportunidad histórica de cambiar los más atrincherados paradigmas, generando, a su vez, por medio de la educación y la innovación, una nueva industria que signifique bienestar e ingresos. Coyunturalmente, el tiempo no podía ser más idóneo, en el momento en que la economía mexicana más lo requiere.

Con el decreto de la Ley para el Control del Cannabis y sus Derivados se abre la posibilidad de una industria que, según las estimaciones, podría alcanzar un tamaño de hasta cinco mil millones de pesos en 2025. Aunque la expectativa es enorme, contrario a lo esperado, son pocos aún los que están decidiendo incorporarse al segmento. Pese a que desde enero tenemos un reglamento para el uso médico del cannabis, solo un puñado de empresas han tomado acciones para entrar en el mercado.

Es cierto que las reglas todavía no están del todo claras y que falta un largo camino en materia de normatividad y reglamentación, sin embargo, es justamente por la construcción que aún falta, que es el momento ideal para entrar en acción. Tenemos frente a nosotros la gran oportunidad de diseñar una industria nueva desde los cimientos, cimientos construidos con modelos socialmente responsables, que atiendan no solo la visón del emprendimiento, sino también la del desarrollo social sustentable.

Se trata, entre otras cosas, de integrar los modelos de negocio ya conocidos dentro de una industria completamente nueva. Tomemos como ejemplo a una aceleradora, un modelo totalmente estandarizado en las Fintech que produjeron un boom y una transformación del ecosistema financiero el lustro pasado, es perfectamente replicable en esta nueva industria necesitada de acción y contundencia.

Más aún, la nueva legislación crea una rama de negocio que pocos ven, la del cáñamo industrial. Un proyecto agrícola que, diseñado con procesos sustentables, en el marco de una economía socialmente responsable, generaría materia prima sostenible para la industria textil, bioenergética, farmacéutica, de la construcción y bioplásticos.

Una hectárea de cáñamo puede producir hasta 3 veces más fibra que una hectárea de algodón y requiere solamente una cuarta parte del agua del segundo. Con el rendimiento de biomasa potencialmente alto y su idoneidad para adaptarse a las rotaciones de cultivos existentes, el cáñamo no solo podría complementar, sino superar a otros cultivos energéticos disponibles que requieren altos niveles de agua para su cultivo.

Desde el CMCC les decimos a todos los emprendedores que es hoy el momento para entrar al negocio y que en el Consejo contamos con las herramientas técnicas y humanas para guiarlos en este camino que se vislumbra aún incierto, pero que sabemos será un éxito para quien tome hoy el riesgo. Dentro de unos años veremos empresas consolidadas que tomaron la oportunidad.

Israel Madrid

Comisión de Gestión de Nuevos

Negocios. Ingeniero industrial, especialista en la creación de nuevos negocios. Con más de 10 años de experiencia en la operación y desarrollo de modelos productivos, franquicias, esquemas de start-ups e incubación de negocios, así como de planeación estratégica para PyMes. Actualmente desarrolla varias iniciativas comerciales y de comunicación para el sector empresarial Cannábico.