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El Ulises criollo de José Vasconcelos
El Ulises criollo de José Vasconcelos
Álvaro Obregón Salido
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08 de Enero del 2022 DOCTORADO EN EDUCACIÓN MARIO RAMÍREZ RODRÍGUEZ marioatp@hotmail.com
Desarrollo Mexicano.Vol.1, núm.1, 2022.pp.05-08. Centro Internacional de Posgrado A.C. Tabasco, México.
Resumen: El político y presidente mexicano Alvaro Obregón (1920-1924) y el intelectual José Vasconcelos han trascendido a lo largo de más de un siglo, este binomio se ha constituido en un referente común en la historia y en la política educativa en México. Este artículo hace un recorrido de los aspectos más relevantes de sus vidas y obras, así como, las tramas políticas, intelectuales y educativas en su época de cambios a nuevas perspectivas, con el objetivo de contribuir al análisis político y el legado educativo en el país. Palabras clave: Vasconcelos, secretaría, SEP, historia, educación pública. Abstract: The Mexican politician and president Alvaro Obregón (1920-1924) and the intellectual José Vasconcelos have transcended over more than a century, this binomial has become a common reference in history and educational policy in Mexico. This article takes a tour of the most relevant aspects of their lives and works, as well as the political, intellectual and educational fabrics in their time of changes to new perspectives, with the aim of contributing to political analysis and the educational legacy in the country. Key words: Vasconcelos, secretariat, SEP, history, public education.
Introducción:
Alvaro Obregón, fue un militar y político mexicano que se desempeñó como presidente de México desde el 1 de diciembre de 1920 hasta el 30 de noviembre de 1924.
Cuando cae la dictadura del porfiriato y el aparente triunfo revolucionario, Obregón se retira de la vida pública, pero regresa en 1913 para apoyar a Venustiano Carranza en su lucha contra Victoriano Huerta, que derrocó a Madero Al producirse la ruptura entre el grupo de Emiliano Zapata y Francisco Villa con Carranza, a raíz de la Convención de Aguascalientes, Obregón se mantuvo leal a Carranza y fue el encargado de perseguir a Villa en el norte del país. Lo derrotó en la Batalla de Celaya,
donde una bomba le arrancó el brazo derecho.
Una vez que triunfaron, marchó escoltando a Venustiano Carranza a Querétaro donde fue redactada la Constitución de 1917. El 13 de marzo de 1916 fue nombrado secretario de Guerra y Marina, pero renunció el 30 de abril de 1917. Se retiró a su hacienda a practicar la agricultura y a preparar su campaña presidencial. Encabezó en 1920 la Rebelión de Agua Prieta contra Carranza, que pretendía imponer a Ignacio Bonillas como su sucesor. Triunfó, y tras el interinato de Adolfo de la Huerta fue elegido presidente. Logró el reconocimiento de Estados Unidos de América en 1923 por el Tratado de Bucareli. Al final de su gobierno se desató la Rebelión de la huertista porque pretendía imponer a Plutarco Elías Calles como su sucesor. En 1928, en plena Guerra Cristera, se presentó de nuevo como candidato a la presidencia tras una reforma constitucional realizada el año anterior. Fue elegido nuevamente, pero en medio de una gran crisis política e incertidumbre.
Discusión:
José Vasconcelos fue Ministro de Instrucción Pública en el gobierno de Roque González Garza, presidente convencionista. Al triunfar Carranza en la guerra civil, se exilió en Idaho, Estados Unidos, pero volvió en 1920 para dirigir la Universidad Nacional. Obregón decidió restituir el antiguo Ministerio de Instrucción Pública, que fue suprimido por Carranza en 1918, y esta nueva institución renació con el nombre de Secretaría de Educación Pública, dirigida por Vasconcelos y creada en 1921. Fue nombrado primer secretario de Educación Pública del país y rector de la Universidad Nacional condecorado como Doctor Honoris Causa por la misma institución y por las de Chile, Guatemala y otras latinoamericanas. Fue también miembro de El Colegio Nacional y de la Academia Mexicana de la Lengua. En su puesto realizó la primera reforma educativa, la cual elaboró desde la Universidad repercutiendo en toda la República Mexicana y desde esa posición inició un ambicioso proyecto de difusión cultural en el país, con programas de instrucción popular, escuelas rurales, edición de libros y promoción del arte y la cultura. El objetivo era integrar a México de manera más amplia en las grandes transformaciones que siguieron al fin de la Primera Guerra Mundial. Vasconcelos, un personaje carismático y capaz de entusiasmar a sus colaboradores, hizo de los maestros de las escuelas rurales un ejército de paz y de cada profesor, según su propia metáfora de raíz católica, inspirada en el sacrificio de los misioneros del período colonial, un “apóstol de la educación”. Al trabajo de los maestros rurales sumó el apoyo, nunca antes visto en México, de la edición masiva de algunas de las más grandes obras del pensamiento europeo y occidental, que fueron distribuidas por todos los rincones del país en lo que Vasconcelos no dudó en calificar como Misiones Culturales.
Además, inició un ambicioso programa de intercambio educativo y cultural con otros países americanos, las llamadas “embajadas culturales”, que llevaron a algunos de los más brillantes estudiantes mexicanos de la época a entrar en contacto a edad temprana con sus pares de Argentina, Brasil, Colombia, Perú y otros países de América Latina.
Apoyó, además, a multitud de artistas e intelectuales. A algunos de ellos los convenció para que se establecieran en México y, con ellos, ideó nuevas fórmulas
de expresión artística, masiva, que a pesar de sus tintes políticos y propagandísticos tienen un valor estético exento de duda. Tal fue el caso de muralistas como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera.
Un aspecto clave de su gestión, fue la reconstrucción o construcción de edificios de uso público para la difusión de la cultura, como el Estadio Nacional, escuelas públicas de diferentes niveles, bibliotecas y, de manera más general, los edificios destinados a albergar el aparato burocrático del sistema educativo a lo largo y ancho de la nación. En 1929 decidió postularse como candidato a la presidencia de la república. Eso lo llevaría a enfrentarse al candidato de Calles, Pascual Ortiz Rubio en una desigual campaña que recordó a muchos la que Madero desarrolló en 1909 contra Porfirio Díaz, no solo por el apoyo del aparato del Estado al candidato Ortiz Rubio, sino también por la violencia que muchos vasconcelistas debieron padecer en carne propia. Apoyado por algunos de los más lúcidos intelectuales y artistas de la época, como Antonieta Rivas Mercado, Gabriela Mistral, Manuel Gómez Morin, Alberto Vásquez del Mercado y Miguel Palacios Macedo, Vasconcelos desarrolló una ambiciosa campaña electoral que despertó las ilusiones de muchos.
En campaña acaece el asesinato de líderes vasconcelistas emprendido por diputados y asesinos de paga disfrazados de policías; el propio Vasconcelos sobrevivió a varios atentados en su contra. El mismo día de las elecciones se abre fuego contra los votantes en diversas poblaciones del país. Los resultados oficiales de la elección arrojan un 93 por ciento de los votos para Pascual Ortiz Rubio y el resto para Vasconcelos y otros. Los resultados, sin valor alguno para la mayoría de los historiadores del periodo, dejaban ver, sin embargo, el claro mensaje que Calles y su grupo enviaban a Vasconcelos: no se respetarían elecciones democráticas, sino sucesión presidencial previamente acordada por el jefe de Estado, lo que se convirtió en modelo político mexicano tocante al tema de la sucesión presidencial a lo largo del siglo XX.
Su obra dejó una marca profunda en la vida cultural mexicana. El humanismo vasconcelista tiene perspectiva vivencial en su monumental serie autobiográfica Ulises Criollo (1935), La tormenta (1936), El desastre (1938), El proconsulado (1939) y La Flama. Los de Arriba en la Revolución. Historia y Tragedia (1959).
Conclusión:
En la historia de la Educación, el humanista y educador José Vasconcelos, es el filósofo del nacionalismo en un pueblo mestizo en el primer lustro de los veinte en México, se propuso hacer de la escuela una casa del pueblo y del maestro un líder de la comunidad. Su gran gestión en la Universidad Nacional de México y en la Secretaría de Instrucción Pública, lo llevó a elevar el nivel educativo y cultural del pueblo mexicano.
Referencias:
Barrón Luis (2004). Historia, Ideas y Cultura Política. José Vasconcelos, Luis Cabrera y la Revolución Mexicana, Dialnet. pp.107-129. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/8 97682.pdf
Ocampo López, Javier (2005). José Vasconcelos y la Educación Mexicana. Revista Historia de la Educación Latinomaericana, 7,139-159. https://www.redalyc.org/pdf/869/86900707. pdf