CINE AFRICANO SUBSAHARIANO
Mientras que Hollywood, Europa y muchas cinematografías internacionales hicieron miles de películas desde los años 20 hasta los 60, la industria cinematográfica africana sólo puede remontarse al periodo de descolonización de aquel continente. La producción cinematográfica que existía bajo dominio extranjero era estereotipada y se limitaba a utilizar África como fondo «exótico» para el cine occidental.
África es un continente inmenso, y sus países y culturas tienen sus propios trasfondos y elementos culturales, políticos y geográficos específicos que se expresan de forma única en una miríada de maneras en sus películas.
A finales de los años 50 y principios de los 60, por ejemplo, una oleada de países africanos obtuvieron su independencia y, con ello, comenzó a desarrollarse la industria cinematográfica africana, especialmente en sitios como Níger o Ghana.
Incluso actualmente, resulta innegable que el cine africano necesita desarrollar su propia forma de hacer películas, apoyar las iniciativas locales e invertir en culturas cinematográficas. Aunque la industria cinematográfica africana no atrae actualmente los mismos niveles de popularidad que reclaman
A PARTIR DEL 7 DE MARZO
las bien desarrolladas industrias de Europa, Estados Unidos y otros bloques geopolíticos, ha mostrado un crecimiento y un progreso significativos en los últimos años.
Con apoyo del Instituto Francés de América Latina (IFAL), la presente selección de filmes, de la década de los 60 a la actualidad, es una muestra del desarrollo de cinematografías que pese a las dificultades, la marginación histórica y cultural del sistema global resisten con narrativas propias.
Con información del sitio oficial de los Globos de Oro 21 de abril de 2021
La vida es bella 1987
EL GIRO
A NOSOTROS DOS, ¡FRANCIA!
LA CAPILLA
LA VIDA ES BELLA
Le mandat, República del Senegal-Francia, 1968, 105 min.
D: Ousmane Sembène.
Ibrahim Dieng vive en Dakar, tiene dos esposas y una vida modesta hasta que, un día, le llega un cheque de 25.000 francos desde Francia. En el intento por cobrarlo, Dieng se enfrentará con un sinfín de problemas burocráticos, poniendo en riesgo su tranquilidad y despertando la envidia de su comunidad. Con este filme, conocido por ser la primera cinta realizada en lengua wólof, el llamado padre del cine africano, Ousame Sembene, comenzó a cimentar una filmografía profundamente política y decolonial.
À nous deux, France!, Francia, 1970, 58 min.
D: Désiré Écaré.
Haciendo alusión a los matrimonios mixtos entre los hombres africanos que, orillados a migrar a Francia en busca de mejores condiciones de vida, comienzan a relacionarse con mujeres blancas, esta cinta de carácter social sigue la vida de una mujer africana que necesita competir por el amor de su hombre. Este filme fue el debut de largometraje del cineasta Désiré Écaré, nacido en Costa de Marfil y educado en París, y destacó como una de las mejores sátiras sociales de la época, con un tono paródico y crítico.
La chapelle, República del Congo, 1979, 84 min.
D: Jean-Michel Tchissoukou.
Congo, 1930. La colonización se ha insertado por completo en el territorio africano y ha invadido lo administrativo, lo político y lo teológico. En este contexto se inserta La capilla, que desarrolla la historia de un pequeño pueblo ubicado a 30 km de la capital regional. Con la llegada de un misionero que convence al pueblo de construir una iglesia, los hombres serán utilizados como mano de obra, al menos hasta la llegada del profesor Adouki, quien comienza a esparcir fuertes ideas revolucionarias.
La vie est belle, Bélgica-República Democrática del Congo, 1987, 83 min.
D: Benoît Lamy.
Kourou, un joven campesino de Zaire, sueña con dedicarse a la música. Para cumplir su sueño decide mudarse a la capital. Ahí se enamorará perdidamente de una joven con quien, parece, su relación es imposible. Entre sus problemas amorosos y el difícil camino de su carrera musical, Kourou pasará increíbles aventuras por “la jungla urbana”. La vida es bella fue el primer largometraje zaireño grabado en 35 mm y se convirtió rápidamente en un clásico del cine africano por la participación del músico congoleño Papa Wemba.
TABATABA
BAILE POLVORIENTO
Madagascar-Francia, 1988, 87 min.
D: Raymond Rajaonarivelo.
A finales de 1946 un pequeño pueblo malgache se levanta contra el ejercito francés. Los hombres, armados con los pocos recursos a su alcance, parten a la batalla y las mujeres y niños se quedan en la aldea esperando el desenlace. Cuando la insurrección termina en una cruel derrota, es el viento que esparce rumores el que llega a la isla. Tabataba fue el debut cinematográfico de Raymond Rajaonarivelo, así como el primer filme de Madagascar mostrado en el Festival de Cannes.
Bal poussière, Francia, 1988, 88 min.
D: Henri Duparc.
Demi-dieu, un rico agricultor y jefe de aldea, tiene cinco esposas. Un día, el poderoso hombre conoce a Binta, una joven que acaba de regresar de Abiyán donde estudiaba y vivía una vida más libre, y decide casarse con ella sin imaginar que ella pondrá su casa y su tranquilidad en completo caos. Con este filme, Henri Duparc incitaba a la reflexión en torno a las tradiciones, a los matrimonios arreglados y a las costumbres de los pueblos desde una perspectiva autocrítica y, sobre todo, ligera.
Burkina Faso-Francia-Suiza-Reino Unido-Alemania, 1990, 81 min.
D: Idrissa Ouédraogo.
SAMBA TRAORÉ
Ambientado en un pasado africano precolonial, este inquietante drama galardonado con el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 1990, narra la historia de Saga, quien regresa a su aldea tras una larga ausencia para descubrir que su propio padre ha tomado para sí a su prometida Nogma. Aún enamorados, los jóvenes se ven a escondidas e inician un romance ilícito, ya que se considera incestuoso. En su huida, descubrirán que la tradición y la ley jugarán un papel importante en su destino.
Burkina Faso-Francia-Suiza, 1992 , 85 min.
D: Idrissa Ouédraogo.
Tras cometer un robo en el que muere su compañero, Samba regresa a su pueblo con la esperanza de olvidar su pasado. De vuelta entre sus conocidos, intenta empezar una nueva vida, cortejando a la bella Saratou. Sin embargo, sus recuerdos amenazan con destruir su felicidad. El célebre director Idrissa Ouédraogo obtuvo el Oso de Plata en la Berlinale de 1993 por esta historia sobre la culpa, que con un estilo visual exuberante se mueve entre la modernidad urbana y la vida en una aldea de Burkina Faso.
TILAÏ
WENDEMI, EL NIÑO DEL BUEN DIOS
Wendemi, L'enfant du bon dieu, Burkina Faso-Francia, 1993, 95 min.
D: Pierre Yameogo.
En Koudougou, una pequeña localidad de Burkina Faso, Cécile es expulsada por sus padres porque se niega a admitir quién es el padre de su hijo. Abandona al bebé y desaparece. El niño es acogido por una familia que decide llamarlo Wendemi. Después de unos años, el ahora joven se enamora y quiere casarse, pero no puede porque la sociedad no lo reconoce oficialmente. Así que decide marcharse a la capital Uagadugú, donde espera encontrar a su madre, la única que conoce la verdad sobre su identidad.
Cabo Verde-Portugal-Francia-Luxemburgo, 2002, 110 min.
D: Flora Gomes.
Esta animada comedia musical cuenta la historia de Vita, una estudiante de Cabo Verde que parte a Francia prometiendo a su madre que nunca cantará, pues existe una maldición ancestral según la cual cualquier mujer de su familia que lo haga morirá. Sin embargo, en París se enamora de un joven músico que la convence de cantar profesionalmente. Una película hecha de canciones que dan ritmo a matrimonios y funerales, encuentros y separaciones, compuestas por el saxofonista camerunés Manu Dibango.
ZINDER
República Democrática del Congo-Francia, 2018, 78 min.
D: Machérie Ekwa Bahango.
Este trágico drama retrata la vida de Maki, una joven que sobrevive como puede en las peligrosas calles de Kinshasa, capital de El Congo. Casada con Mbingazor, el líder de una banda de delincuentes, decide emprender su propio camino, sin encontrar satisfacción ni en el estilo de vida criminal ni en su relación basada en la explotación y la violencia. Cuando conoce a Acha, una chica que acabó en la calle tras perder a sus padres, ambas forjan un estrecho vínculo que despierta los celos de Mbingazor.
Níger-Francia-Alemania-Sudáfrica, 2021 , 85 min.
D: Aïcha Macky.
En Zinder, la segunda ciudad más grande de Níger, reina una violenta cultura de pandillas entre los jóvenes. Estos grupos provienen del distrito de Kara Kara, históricamente hogar de leprosos y marginados. La directora y activista Aïcha Macky regresa a su ciudad natal para contar en este documental la historia de esta juventud desamparada. En su recorrido revela sus estrategias de supervivencia, las dinámicas de la masculinidad, y le pone rostro a un grupo de habitantes de este rincón del Sahel.
NHA FALA
MAKI'LA
TIRA Y AFLOJA
EL ESPECTRO DE BOKO HARAM
¡NOSOTROS, ESTUDIANTES!
QUEBRANDO LA NOCHE
Vuta N'Kuvute, Tanzania, 2021, 92 min.
D: Amil Shivji.
Zanzíbar, Tanzania, década de los 50. Entre la segregación y las divisiones de clase, Denge, un joven local frustrado y rebelde que forma parte de la lucha por la libertad contra el dominio británico, conoce a Yasmín, una chica india-zanzibari fugada de un matrimonio reciente y cuya misma rebeldía la impulsa a buscar su propia emancipación. Su relación, romántica pero desamparada, se une a la lucha diaria por encontrar su lugar en los movimientos de resistencia por la independencia de la región.
The Spectre of Boko Haram, Camerún-Francia, 2023, 75 min. D: Cyrielle Raingou.
Un grupo de niños forja su propio mundo en medio de los peligros de un conflicto armado. Falta, estudiosa y trabajadora, lucha por asimilar la muerte de su padre en un atentado terrorista. Su compañero de clase, Ibrahim, y su hermano mayor, Mohamad, equilibran su energía infantil con un pasado traumático que les aleja de la inocencia de sus ocho y once años. Ópera prima de la directora camerunesa Cyrielle Raingou, este documental es un profundo estudio de los contrastes presentes en una zona de guerra.
Nous, étudiants!, República Centro Africana-Francia-República del Congo, 2021, 83 min.
D: Rafiki Fariala.
Una exploración de la vida de los estudiantes en la República Centroafricana, una sociedad destrozada en la que la juventud sigue soñando con un futuro mejor para su país. Para hacer este documental el joven director Rafiki Fariala gira la cámara hacia sí mismo y sus amigos, captando su vida cotidiana como estudiantes de la Universidad de Bangui, en la capital de su país. A la vez lúcidos y poéticos, los personajes de ¡Nosotros, estudiantes! comparten sus reflexiones sobre el futuro en su país.
Tongo Saa, Bélgica-Alemania-Catar-República Democrática del Congo-Burkina Faso, 2024 , 96 min.
D: Nelson Makengo.
Estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín, Quebrando la noche sigue el día a día de los habitantes de Kinshasa, una localidad africana que se ha visto catastróficamente afectada por el desbordamiento del río Congo. Sin luz eléctrica y con pocos recursos para desplazarse, sus habitantes intentan llevar a cabo los preparativos navideños. Así, la organización comunal encenderá una luz de esperanza para poder recuperar su normalidad y huir de los peligros propios de la oscuridad.
El balón de oro (Dir. Chek Doukouré) 1994
LAS CINEMATOGRAFÍAS DE ÁFRICA
SUBSAHARIANA
Guadalupe Arensburg
Extractos de un capítulo del libro Cinematografías de África
Un encuentro con sus protagonistas Ed. Casa África, Las Palmas de Gran Canaria, mayo de 2010
Los años 60. Nacimiento del cine. Restitución de la memoria
El cine africano es el más joven de todas las cinematografías del mundo, y no nace verdaderamente hasta 1955, con el comienzo de las independencias. En un artículo publicado en Le Monde en 1960, Georges Sadoul, reconocido historiador y crítico cinematográfico francés, manifestaba lo siguiente:
«...65 años después del invento del cine, todavía no se ha producido ni un solo largometraje realmente africano, es decir, interpretado, rodado, escrito, ideado, montado por africanos y, naturalmente, hablado en una lengua africana. Es decir, que 200 millones de personas quedan excluidas de la forma más avanzada del arte más moderno. Estoy convencido de que antes de finales de los años 60 este escándalo será sólo un mal recuerdo de los tiempos pasados». La primera generación de cineastas africanos nace de una voluntad implacable de desarrollar una identidad de las culturas nacionales y con un profundo deseo de dar testimonio de las mismas, con el objetivo de rechazar la imagen que de ellos había dado el cine durante la época colonial. Para conseguir que los africanos puedan reencontrarse con una identidad que les ha sido usurpada y rebajada al rango de la “barbarie”, los cineastas asumen el firme compromiso de dirigirse al espectador, de interpelar directamente al africano que se mira a sí mismo a través de su cine.
Borom sarret (El carretero) ∙ 1963
Concierto para un exilio 1968
En los años 60, con los movimientos panafricanistas recorriendo todo el continente, los primeros cineastas asumen un rol similar al del griot, realzando el patrimonio africano de cuentos, mitos, leyendas y tradiciones. En una sociedad de tradición oral en la que el hombre se siente totalmente vinculado con la tierra en la que vive, ligado al espacio que habita y relacionado estrechamente con la naturaleza y lo divino, el griot tiene el rol de preservar las genealogías y tradiciones orales de la tribu.
De la misma manera que el griot, a través del acto de contar historias, permite significar a la comunidad que las escucha, los cineastas africanos reivindican dirigirse, a través de sus imágenes, a una comunidad a la que esas imágenes están referidas, devolviéndoles a través de ese acto una parte de sus vidas. La temática principal de estas primeras películas se centra en el enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, la tradición y la modernidad, el hombre africano y el occidental; es decir, los cambios forzados por el progreso y las dificultades para superar las limitaciones impuestas por la cultura tradicional. La denuncia del neocolonialismo, esa nueva realidad política de la sociedad africana que se da a partir de la instauración en el poder de una élite que sustituyó a la administración colonial blanca, es también un tema recurrente, así como el de la alienación cultural y la explotación social y económica que caracteriza a los nuevos gobiernos neocoloniales.
Todos estos temas aparecen en el primer cortometraje de ficción del continente negro, Borom Sarret (El carretero), 1963, de Ousmane Sembène (1923-2007). Considerado el fundador del cine africano, tres años más tarde realiza el primer largometraje de África subsahariana: La Noire de... (La negra de...), 1966. Entre los directores que adoptan esta tendencia de denuncia política durante los primeros años del cine africano encontramos, además de a Sembéne, a Oumarou Ganda (1931-1981), quien tras su colaboración con Jean Rouch realiza en 1968 Cabascabo, otro magnífico retrato del África neocolonial y film señero del nuevo cine africano.

En Costa de Marfil son destacables las figuras de Timité Bassori (1933- ) y Désiré Écaré (1938-2008). El primero rueda en 1966 Sur la dune de la solitude (Sobre la duna de la soledad), una película con toques experimentales que rompe con la tendencia realista de la época. Écaré rueda durante sus años de estudio en París Concerto pour un exil (Concierto para un exilio), 1968, en un tono agridulce y nostálgico, para retratar la vida de cuatro africanos en esta ciudad.
Las películas realizadas por todos estos cineastas pudieron llevarse a cabo gracias a la implicación de Francia en el desarrollo del cine africano a través del Ministerio de la Cooperación, que actuaba a través de la Oficina del Cine, creada en 1963 para promover la actividad cinematográfica de los directores africanos. Estas ayudas obligaban a contar con un productor francés, que tenía el control sobre el presupuesto, y a realizar los trabajos de postproducción en laboratorios franceses.
Por otro lado, estas películas se encontraron ya con el gran problema que ha marcado siempre al cine africano, el de ser un extranjero en su propio territorio. Las producciones locales encontraban grandes dificultades para poder estrenarse, frente al precio irrisorio que los exhibidores pagaban por las películas extranjeras, cuya distribución se encontraba monopolizada por dos compañías francesas: la SECMA (Société d’Exploitation Cinématographique Africaine) y la COMACICO (Compagnie Africaine Cinématographique et Commerciale).
Debido a esta necesidad, los últimos años de la década de los 60 verán nacer dos importantes eventos cinematográficos que abrirán nuevas vías a la difusión del cine africano en el continente: en 1966 se lleva a cabo el primer Festival de las Artes Negras en Dakar y en 1969 la primera edición del FESPACO [Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú].
Los años 70. Realismo crítico
Los primeros años de la década de los 70 se presentan como una continuación a nivel temático y estético de los 60. Con un estilo realista y un tono de crítica social, se siguen produciendo películas que exploran las realidades sociales con el fin de crear una nueva conciencia de identidad nacional. Ousmane Sembène realiza dos películas sobre el pasado colonial: Emitaï (Dios del trueno), 1971, y Ceddo (Los resistentes), 1976. Oumarou Ganda lleva a cabo en 1971 Le wazzou polygame (La moral polígama), ganadora del primer Étalon de Yennenga creado en el FESPACO en 1972. En Costa de Marfil, Desiré Écaré ambienta en la comunidad del exilio parisino À nous deux, France! (¡Entre tú y yo, Francia!), 1970, un análisis en tono de comedia sobre el proceso de aculturación y europeización que sufren los emigrantes africanos en Francia. Otros directores que durante los años 60 habían comenzado a realizar sus

primeros cortometrajes llevan a cabo en los 70 grandes películas que conformarán la historia del cine africano.
En Malí, el director que sentará las bases de la cinematografía es Souleymane Cissé (1940-2025). En Camerún, dos grandes directores comenzarán su carrera: Daniel Kamwa (1943- ) y Jean-Pierre Dikongué Pipa (1940- ). En Etiopía surge la figura de Haile Gerima (1946- ). Una figura importante surge en Costa de Marfil junto a Désiré Écaré: Henri Duparc (1940- 2006), que se convertirá en el máximo exponente de la comedia en África subsahariana, realiza en 1972 Abusuan (La familia). Senegal será el país en el que la primera mujer directora llevará sus historias a la pantalla: Safi Faye (1943-2023), actriz para Jean Rouch en Petit à petit, debuta en la dirección en 1972 con el cortometraje La passante (La transeúnte).
La llegada tardía a la independencia de los países bajo ocupación portuguesa (Angola, Mozambique, Guinea-Bissau y Cabo Verde), da como resultado un cine que podría compararse con el de Argelia, en el que la lucha por la liberación permite a los combatientes descubrir el cine como un arma al servicio de la revolución. La lucha armada por la independencia llevada a cabo por el MPLA (Movimiento Popular de Liberación de Angola) inspiró diversos documentales y ficciones, entre los que destaca sin duda Sambizanga (1972), de Sarah Maldoror (1929-2020).
Durante la década de los 70 se produce la primera tentativa de ruptura con la estética de las películas de la década precedente, emprendiendo una búsqueda formal innovadora que permita hablar de una manera diferente sobre los problemas del presente. Esta búsqueda de innovación formal está marcada por un director, Djibril Diop Mambéty (1945-1998), de Senegal, y una película, Touki Bouki, 1973. El camino emprendido por Mambéty encuentra su culminación a través de los
¡Entre tú y yo, Francia! 1970
cineastas de la cuarta generación, aquellos que debutarán en el cine durante los años 90, y que, herederos de Mambéty, transformarán rotundamente la forma y el fondo de la escritura cinematográfica.
Los años 80. Valorización de la cultura africana
El verdadero cambio radical en la estética de las películas se produce a principios de los años 80, extendiéndose hasta mediados de los 90. La temática política va cediendo progresivamente lugar a la valorización de la cultura africana, examinando sus raíces e inspirándose en la tradición oral, a través de sus mitos y cuentos, para contar de otro modo África, inscribiendo generalmente las historias y temáticas en el espacio de la aldea y cuestionando al mismo tiempo los aspectos negativos de la tradición.
Gastón Kaboré (1951- ) será el máximo exponente de esta tendencia, que tiene su origen en la película Wend Kuuni (El don divino), 1982, la primera rodada en 35mm en Burkina Faso. También en Burkina Faso, Idrissa Ouédraogo (1954-2018) realiza sus primeras películas: Yam Daabo (La elección), 1986, Yaaba (La abuela), 1989, y Tilaï (La ley), 1990, las tres estrenadas en el Festival de Cannes. Tilaï fue ganadora [del Gran Premio del Jurado] del Festival de Cannes de 1990.
Souleymane Cissé continúa consolidando su cinematografía durante los 80 a través de Finyé (El viento), 1982, y Yeelen (La luz), 1987. Oumarou Ganda realiza unos meses antes de morir L’exilé (El exiliado), 1980, para reivindicar el carácter sagrado de la palabra en el África tradicional. Ousmane Sembéne y Med Hondo se adhieren a esta tendencia de recuperación de la cultura africana pero lo hacen desde una perspectiva histórica, como una forma de recuperar el pasado para recontextualizarlo y dar una nueva versión de los hechos, descolonizando así la historia de África. En el África lusófona, 1987 marca la fecha de rodaje del primer largometraje de Guinea Bissau, Mortu Nega (A quien la muerte rechaza), firmado por uno de los directores con mayor talento del cine africano, Flora Gomes (1949- ). Es también necesario destacar dos películas enraizadas en la cultura africana, aunque de una forma más popular, que adoptan un estilo ligero y cómico. Se trata del primer largometraje del director de la República Democrática del Congo, Mwezé Ngangura (1950- ), La vie est belle (La vida es bella), 1987, y Bal poussière (Baile polvoriento), 1988, de Henri Duparc. La primera utiliza la música y el teatro popular del Congo para mostrar la cotidianeidad de la gran ciudad de Kinshasa. Esta tendencia adoptada por el cine africano durante los años 80 dará lugar a grandes películas que permitirán el reconocimiento internacional de las mismas a través de la presencia en festivales de cine, y una apertura al público y la crítica nunca antes experimentada.
Los años 90. Entre crisis y desilusión
A partir de los años 90, el cine africano vive una situación de crisis marcada por las dificultades de financiación de las películas de autor y el cierre de salas bajo el dictado del Banco Mundial, que obliga a los países africanos a liberalizar la economía. La cultura será lo primero que se sacrifica y la mínima organización que aparecía en el cine se va diluyendo al tiempo que aumentan en los centros urbanos las salas de proyección de video. Éste se ofrece como una alternativa gracias a las ventajas económicas y técnicas del rodaje en digital, sobre todo teniendo en cuenta que la falta de financiación en África conlleva una total dependencia de Europa y que esta profunda ligazón afecta a veces al contenido de la película por la preocupación de responder al «gusto» predominante en los países del norte.
Durante los años 90 comienzan a experimentarse grandes cambios en el aspecto formal. Los directores empiezan a dar prioridad a la búsqueda de un nuevo lenguaje cinematográfico, rompiendo con el cine tradicional a través de nuevas estructuras narrativas, imponiendo un carácter experimental en las obras e inscribiendo una estética y una poesía particular en las mismas. La apariencia formal sigue constituyendo la preocupación primordial para Djibril Diop Mambéty, que vuelve a situar su cámara en Senegal, 19 años después de su primer largometraje, para rodar Hyènes (Hienas), de 1992, una parábola sobre el poder del dinero en África.
Hienas 1992
Ousmane Sembéne continúa demostrando su compromiso con la realidad social en Guelwaar (1992). Otros directores que aparecieron en la escena cinematográfica durante los setenta continúan realizando sus obras. Henri Duparc sigue atento a los problemas de su sociedad para plasmarlos en la pantalla a través de las comedias Rue Princesse (Calle Princesa, 1993), y Un couleur café (Un color café), de 1998.
También los directores que comenzaron en los 80 continúan produciendo películas. Idrissa Ouédraogo se aleja de la tendencia cultural para llevar a cabo sus películas más universales, aunque conservando siempre el acercamiento a la realidad africana y expresando sentimientos profundamente humanos: Samba Traoré (1992), Le cri du coeur (El grito del corazón), 1994, y Kini & Adams (Kini y Adams), 1997. Flora Gomes presenta en 1992 en Cannes su película Udju Azul di Yonta (Los ojos azules de Yonta) y en 1996 dirige Po di Sangui (El árbol de sangre).
Durante los años 90 surgen grandes voces de enorme talento. En Camerún tres nuevos directores llevarán a cabo sus películas de largometraje: Jean-Pierre Bekolo (1966- ), Bassek Ba Kobhio (1957- ) y Jean Marie Teno (1954- ). En Burkina Faso, Pierre Yameogo (1955- ) realiza Laafi (Está bien), 1990, crítica al sistema de educación. Posteriormente lleva a cabo Wendemi, l’enfant du bon Dieu (Wendemi, el hijo de Dios), 1993, sobre el triste destino de los niños de familias sin recursos abandonados en las calles de la ciudad.
Los ojos azules de Yonta 1992
La primera década del siglo XXI. Afirmar la condición humana
A través de una estética basada en la proximidad y la sinceridad, las realidades son aprehendidas en toda su complejidad, y el relato aparece cargado de incertidumbres e incógnitas, tensiones y contradicciones. Los personajes existen en su singularidad, y su capacidad de interiorización los hace pertenecer no sólo a África sino al mundo. Un cine basado en el presente, pero que no sólo lo muestra, sino que lo deconstruye para cargarlo de significación.
Idrissa Ouédraogo aborda un retrato político e histórico en La colère des dieux (La cólera de los dioses), 2003. Cheick Oumar Sissoko vuelve a tratar las “urgencias” de su continente en Bàttu (Vencido), 2000. Flora Gomes dirige Nha Fala (Mi voz), 2003, y Mwezé Ngangura retorna al musical con Les habits neufs du gouverneur (Los trajes nuevos del gobernador), 2004.
Nuevos directores realizan sus primeros largometrajes durante estos años, continuando la apuesta por la internacionalización del cine y el riesgo formal y expresivo. Fanta Régina Nacro (1962- ), de Burkina Faso, Balufu Bakupa Kanyinda (1957-), de la República Democrática del Congo, Issa Serge Coelo (1967- ), de Chad, Imunga Ivanga (1967- ), de Gabón. En Senegal, dos directores que nacieron en 1952 irrumpen con sus primeros largometrajes: Joseph Gaï Ramaka y Mansour Sora Wade. De origen senegalés pero francés de nacimiento, Alain Gomis (1972- ) demostró su simplicidad en la imagen cargada de humanismo y sinceridad a través de L’afrance (Tormento), 2001.
Acusados de hacer cine para el gusto occidental, destinado a los amantes del exotismo y no a su público natural, de falta de africanidad para poder acceder a las ayudas y subvenciones occidentales, de rodearse de técnicos europeos, etc., la generación postcolonial de directores renuncia durante el comienzo del siglo XXI a realizar cine africano para producir, simplemente, cine.
ESTRENOS
DESTACADOS
Las últimas cosas 2023
AGUA CALIENTE
D: Diego Hernández.
2022 · 66 min. · Color
México
Dist: La Ola.
Extractos de un texto de Israel Ruiz
Arreola, Wachito Cineteca Nacional jun. 14, 2024
Cada vez se siente más lejana la pandemia que nos encerró a todos dentro de nuestras casas en 2020. Pero apenas han pasado cinco años y ahí están todas esas películas realizadas durante aquellos días de aislamiento, ese “cine de pandemia” que revive el recuerdo de los cubrebocas y las reuniones virtuales. Dentro de este género podemos catalogar en una primera instancia a Agua caliente , el segundo largometraje de Diego Hernández. El joven cineasta originario de Tijuana comenzó registrando la rutina casera que compartía junto a su madre Graciela Rodríguez, para después dar forma a una película en la que se divierte con artificios ficcionales tan sencillos, ocurrentes y cotidianos como un boiler descompuesto o la celebración de un cumpleaños. A diferencia de las bitácoras documentales o las ficciones reflexivas que navegaban la incertidumbre de la enfermedad, Agua caliente se interesa más por hacer del espacio doméstico el marco de un ejercicio cinematográfico espontáneo que pone al centro la relación de Hernández con ese personaje tan simpático que es su madre. La señora Rodríguez se presta al juego de su hijo dotando a la película de un toque cómico para que, como ella misma expresa, no sea tan tediosa. También están esos otros momentos de carácter documental, donde las entrevistas que se hacen el uno al otro revelan la complicidad y el lazo sentimental que los une tras la cámara. Si en su primer largometraje, Los fundadores (2021), se notaba cierta influencia del cineasta mexicano Nicolás Pereda, en esta película Hernández consigue proyectar mejor su propia personalidad. Agua caliente sobresale por su espíritu libre, lúdico y humorístico que rápidamente nos hace olvidar que no podemos salir de casa y nos invita a pensar en las múltiples posibilidades de usar una cámara.

EL JOVEN CHAMÁN
Sèr sèr salhi
D: Lkhagvadulam
Purev-Ochir.
2023 · 103 min. · Color
Francia-MongoliaPortugal-Países BajosCatar-Alemania
Dist: Interior XIII.
Con extractos de un texto de Jessica Kiang Variety
Traducción: Gustavo E. Ramírez Carrasco
Ze, un joven chamán de apenas 17 años, hace frente a sus obligaciones como líder espiritual a la vez que se prepara en el instituto para terminar sus estudios. Pero un día conoce a una chica con quien tiene una conexión especial, lo que modificará su realidad. Ubicada en la moderna ciudad de Ulán Bator, capital de Mongolia, la más reciente película de la directora Lkhagvadulam Purev-Ochir enlaza la espiritualidad de la cultura ancestral con el universo contemporáneo del país asiático.
Mongolia, en el imaginario cinematográfico internacional, tiende a definirse en gran medida por el agreste lirismo de sus paisajes rurales, poblados por nómadas canosos y cazadores de águilas y, por supuesto, célebre por ser el lugar de nacimiento del caudillo conquistador Genghis Khan. Así pues, este debut de Lkhagvadulam Purev-Ochir supone un refrescante cambio de ritmo, reconociendo el antiguo patrimonio de la nación, pero sólo como telón de fondo distante de los rascacielos, centros comerciales y discotecas de neón de Ulán Bator. En el corazón y en los márgenes de esta moderna metrópolis, surge una frágil conexión entre dos adolescentes, representantes de la creciente generación Z del país.
Los coming-of-age suelen girar en torno a un eje tradición/modernidad, y siempre presentan a alguien que elige un camino hacia la edad adulta entre las opciones que le ofrecen las circunstancias. Pero rara vez esas tensiones familiares se esbozan con tanta elegancia como en la primera película de Purev-Ochir, en la que, en lugar de hacer gala de las virtudes de las debutantes más vistosas, llena hábilmente su película de sentimientos tiernos, y luego los plasma con tanto cuidado que rebosa sin derramar ni una gota.
MICKEY 17
D: Bong Joon Ho.
2024 · 95 min. · Color
Estados UnidosCorea del Sur Dist: Warner Bros.
Extractos de un texto de Tim Grierson
Screendaily ene. 15, 2025
Estados Unidos
Seis años después de su ganadora del Oscar, Parásitos (2019), el guionista y director Bong Joon Ho regresa con una comedia oscura de ciencia ficción que hace eco de algunos de los temas más potentes de sus películas anteriores, aunque con un presupuesto y un lienzo narrativo mucho mayor.
Recordando la inquietud distópica de Snowpiercer (2013), el extraño sentido del humor de Okja (2017) y la melancolía de Parásitos, Mickey 17 a veces se tambalea al equilibrar sus diferentes tonos. Pero lo que mantiene unido el octavo largometraje de Bong es su rabia por la crueldad humana que se mezclada con la compasión por un protagonista que no puede morir.
Adaptando la novela de Edward Ashton de 2022, Bong imagina una civilización no tan futura en la que un líder ególatra es aceptado como mesías y los humildes plebeyos como Mickey son llamados "prescindibles" y utilizados para servir como soldados desechables y ratas de laboratorio.
La cinematografía de Darius Khondji (que regresa de Okja) y el diseño de producción de Fiona Crombie describen con maestría esta colonia como un infierno deliciosamente sucio donde eventualmente se revela un secreto: la existencia de criaturas autóctonas, a las que Kenneth [el ególatra líder de la colonia] margina, ordenando su exterminio, una claro referencia a la postura pro-animales [que Bong ha explicitado en otros de sus filmes].
Esta película sobrecargada pero cautivadora desarrolla el dilema de su personaje principal, presentándonos a un hombre que se esfuerza por un trabajo terrible para beneficiar a los que tienen poder. [Aun así], Pattinson se divierte con sus distintas interpretaciones, pero es su actuación como Mickey 17 lo que le da a esta película de ciencia ficción su resonancia. Muriendo una y otra vez, nuestro héroe sólo busca asegurar que su alma sobreviva.
MEMORY
D: Michel Franco.
2023 · 103 min. · Color
México-Estados Unidos
Dist: Pimienta Films.
Al principio de la nueva película de Michel Franco, Memory, Sylvia abandona una reunión escolar, en la que claramente se ha sentido incómoda y aislada, para volver al apartamento de Brooklyn que comparte con su hija adolescente Anna. Mientras Sylvia emprende el camino de vuelta a casa, la sigue un hombre cuyas acciones –abandonar la pista de baile para sentarse a su lado– motivaron claramente que ella abandonara la fiesta abruptamente. A estas alturas de la película, conocemos algunos detalles de la vida de Sylvia: que trabaja en una guardería de adultos, que la relación con su hija es estrecha pero quizá sobreprotectora, y que es una alcohólica en recuperación que lleva sobria más de una década. La secuencia es un buen ejemplo de cómo la película de Franco subvierte las expectativas del espectador. Lo que parece el preludio de un drama sobre el acecho se convierte en otra cosa cuando el perseguidor de Sylvia resulta ser un hombre apacible que padece demencia precoz.
Extractos de un texto de Alex Ramon
Sight & Sound feb. 20, 2024 British Film Institute
Desde su primer largometraje, Daniel y Ana (2009), hasta la controvertida visión de la guerra de clases mexicana de Nuevo orden (2020), las películas de Franco han explorado a menudo el trauma y la disfunción familiar. Con una protagonista que ha sufrido abusos sexuales en serie, Memoria no es una excepción en este sentido. Pero lo que la distingue de la obra anterior de Franco es su tono más redentor. Aunque mantiene las austeras características formales que han distinguido su cine, Memoria es, con diferencia, el trabajo más cálido del guionista y director. Volviendo a un escenario norteamericano, esta película también retoma el tema de los cuidados de su película Chronic, de 2015, pero al servicio de una historia de amor entre una mujer que aún se enfrenta a su pasado y un hombre que lucha por recordar el suyo.
CREATURA
D: Elena Martín 2023 · 112 min. · Color
España Dist: PIANO.
Extractos de un texto de Agus Izquierdo Cinemaldito sept. 17, 2023
Seis años tardaron Elena Martín y Clara Roquet en confeccionar un guion de esos que pone al espectador entre la espada y la pared. La directora catalana pone toda la carne en el asador con Creatura, su segundo largometraje, donde se adentra en la oscuridad de la intimidad femenina, el deseo, el placer y la sexualidad. Quiebra tabús, aplasta el estigma. Rompe convenciones y convierte en convencional aquello que merece ser normalizado.
Claroscura, llena de interiores, sombras y contraluces, la cámara de Alana Mejía González nos desafía y nos invita al hallazgo, a sumirnos en una jornada de revelación, introspección y autodescubriemiento. Este no es un camino llano: espesa, húmeda, líquida, se impregna de aquello que intenta relatar. Se zambulle en la viscosidad de la experiencia y baja al barro sobre el cual habla. Se manifiesta, como un ser vivo, dando paso a un cine que asume, un cine que se responsabiliza sin caer en la docilidad y que nos responsabiliza de una forma para nada sumisa. Un espejo cuyo reflejo nos enfrenta.
Mejor película europea en la última Quincena de Cineastas de Cannes, Creatura merece ser tratada como tal. Como una rara avis, una especie en extinción de un cine que se adentra, que fortalece, que aventura, que expurga. Que pica y que rasca. Lo de Elena Martín es un páramo yermo que facilita, eso sí, la catarsis terapéutica. Un desierto, un terreno baldío donde se evita la tensión maniquea, donde la ambigüedad de los personajes no sólo sortea la disquisición infantil y reduccionista de buenos contra malos, sino que gracias a esa paleta de grises, podemos encontrar cabida, podemos refugiarnos sin sentirnos juzgados y hacer de esta película una zona de confort, una cabaña arbolada con vistas al mar donde no escondernos de nosotros mismos.
EL BAÑO
DEL DIABLO
Des Teufels Bad D: Veronika Franz y Severin Fiala 2024 · 121 min. · Color Austria-Alemania
Dist: Cine Caníbal.
Hay algo de terrorífico en los ambientes rurales, en ese aislamiento del resto del mundo, en esas tradiciones jamás cuestionadas de tiempos pretéritos. Es un terror primitivo que el folk horror suele saber aprovechar muy bien a nivel estético, en la forma de reflejar las costumbres y la cultura; sin embargo, pocas películas han sabido exprimir este miedo a nuestro pasado desde la psicología de sus protagonistas. Dirigida por Veronika Franz y Severin Fiala, El baño del diablo crea un relato de horror único capaz de hacer que miremos al pasado desde una nueva y desagradable lente. La película basa su premisa en un inquietante suceso recogido por la investigadora Kathy Stuart: hace aproximadamente 300 años, en los entornos rurales y de montaña de Alemania, se recogieron una gran cantidad de casos del denominado "suicidio indirecto"; era un fenómeno por el cual una persona que quería quitarse la vida, para obtener la absolución divina, asesinaba a otra. Concretamente, aquí vemos la historia de Agnes, una joven que vive una despreocupada vida de campo… al menos hasta que el deber marital llama a su puerta. Tras casarse con Wolf, comenzar a convivir con la madre de éste y adaptarse a las costumbres de su aldea, empezará un progresivo y desesperante camino hacia la depresión. El baño del diablo nos hace vivir este descenso a los infiernos de Agnes de una forma tan cruenta como fascinante, con una historia que debe apoyarse fuertemente en su opresiva ambientación.
Extractos de un texto de Alejandro Morillas IGN España nov, 06, 2024 España
La mezcla de temas que trata la película para hablar de este fenómeno es muy atractiva: la dureza de la vida en el campo, el fanatismo religioso, la influencia del paganismo, el machismo estructural, la salud mental… todo ello confluye de una forma natural para darnos una narración impactante y preocupantemente realista.
ANOTHER BODY
D: Sophie Compton y Reuben Hamlyn 2023
· 80 min. · Color
Estados Unidos
Dist: Cine Tonalá.
Extractos de un texto de Nikki Baughan
Screen International mar. 11, 2023
Londres
Traducción: Israel Ruiz
Arreola, Wachito
En 2020, Taylor, una universitaria estadounidense, descubrió horrorizada que era objeto de pornografía deepfake: imágenes de su rostro habían sido injertadas digitalmente en el cuerpo de otra mujer en videos para adultos. Este contundente documental sigue el periplo de Taylor no sólo para descubrir quién estaba detrás de los videos y llevarlo ante la justicia, sino también para gestionar el impacto que ha tenido en su vida.
Desde el principio Taylor revela que no utiliza su verdadero nombre ni su verdadero rostro. Ella y sus compañeras víctimas están preocupadas por el impacto negativo de denunciar los hechos, por lo que, en un movimiento que no sólo oculta sus identidades, sino que también demuestra esta convincente tecnología, los cineastas Sophie Compton y Reuben Hamlyn utilizan “velos faciales”. La imagen de actrices que dan su consentimiento es colocada en la de sus personajes. El resultado es inquietantemente realista.
Compton y Hamlyn tratan con cuidado a sus protagonistas y se aseguran de que nunca vuelvan a ser victimizadas al compartir sus historias. Ambos han investigado los deepfakes desde que empezaron a aparecer en 2017, y están decididos a encender las alarmas sobre cómo se están convirtiendo en armas, especialmente contra las mujeres. Con la tecnología cada vez más accesible, cualquier mujer con un perfil en las redes sociales está en peligro.
Lo más preocupante de la experiencia de Taylor es que, habiendo encontrado a la persona que está detrás de los videos, no tiene ninguna vía legal para obtener justicia. Tal y como están las leyes, no ha hecho nada ilegal, y los sitios web que alojan estos contenidos están exentos de cualquier responsabilidad. Por ahora, les queda a las propias víctimas tomar partido, y a nosotros apoyar su clamor por un cambio real.
ARILLO DE HOMBRE MUERTO
Fusionando elementos estéticos que nos alejan de las convenciones del naturalismo casi documental que caracteriza a los filmes sobre desaparecidos, Arillo de hombre muerto es, ante todo, una película sobre la política de lo privado. Sobre todo aquello que se habla entre susurros para no despertar a los hijos, todo aquello que se habla a gritos ante la frustración laboral, todo aquello que no se habla. Una política que pasa desapercibida, hasta que colisiona de frente en nuestra cotidianeidad. Como trenes descarrilados que cambian de rumbo por una falla invisible a nuestros ojos.
D: Alejandro Gerber Bicecci.
2024 · 108 min. · Color
México
Dist: Mandarina Cine.
Construyendo un universo claustrofóbico donde los contrastes nos aprisionan en cabinas del metro, oficinas gubernamentales y callejones vacíos, Alejandro Gerber plantea las búsquedas de su filme, orientadas a mirar desde la intimidad y la empatía los rastros emocionales que quedan ante la pérdida. Inexplicable. Irrisoria. Injustificada. Retratando a los familiares sin juicios ni romantizaciones, para fijar la mirada en la parte estructural de la problemática: la ineficacia del gobierno.
Bianca Ashanti
Cineteca Nacional mar. 11, 2023
Ciudad de México
En el filme, Bicecci no tarda más de diez minutos en mostrarnos la forma absurda en que se ejerce la violencia policial. Y no tarda más de dos horas en exponer la inoperancia de cada uno de los órganos estatales involucrados en esta crisis social y los conflictos que esto genera en las madres, esposas e hijas buscadoras que se resisten a la ausencia. Arillo de hombre muerto es, también, una película sobre las ausencias. Ausencias a nivel macro, donde la seguridad, los derechos laborales y las instituciones gubernamentales no existen más que como una fachada; ausencias a un nivel micro, donde un matrimonio se desquebraja en silencio, mientras se intenta sobrevivir al desconocimiento del otro, que como tren descarrilado, impacta sin previo aviso.
LA ESPOSA
DEL PRESIDENTE
Bernadette
D: Léa Domenach
2023 · 95 min. · Color
Francia
Extractos de un texto de Juan Pablo Cinelli
Página/12
oct. 25, 2024
Si fuera necesario comprobar cuánto cambió la sociedad respecto de la percepción del rol de la mujer en los últimos 30 años, tanto en los círculos de la vida pública como en el orden privado, La esposa del presidente, ópera prima de la francesa Léa Domenach, puede resultar un buen aporte. Retrato de Bernadette Chirac, esposa del expresidente francés Jacques Chirac y primera dama entre 1995 y 2007, la película abarca esos doce años en los que su marido estuvo al frente del gobierno de su país. Periodo en el que esta mujer de perfil conservador y apegada al orden machista debió reposicionarse en relación a ciertos mandatos.
En contra de lo que podría [esperarse], el abordaje de la protagonista y de su historia está lejos del tono dramático y la pretensión de seriedad que suelen adoptar las biopics. Porque La esposa del presidente se desarrolla en el sentido exactamente opuesto, como una comedia que elige retratar el mundo de la política sin ninguna gravedad, deslizándose de forma moderada hacia el terreno de la farsa. Una decisión que también tiene una lectura política, en tanto sus acciones tienen lugar en el corazón mismo de la derecha francesa, a la que Domenach se encarga de satirizar con impiadosa elegancia.
La película muestra a Bernadette como una mujer inteligente de gran visión política, pero a la que su propio esposo menosprecia, relegándola a labores protocolares de escasa relevancia. El trabajo de la enorme Catherine Deneuve a cargo del rol le proporciona al personaje no sólo la presencia bien conocida de la actriz francesa, sino también la flexibilidad necesaria para oscilar de manera verosímil entre el sometimiento a la figura de su marido y la sagacidad y picardía que convirtieron a la primera dama en la figura política más popular de su país a comienzos del siglo XXI.
PARTHENOPE:
LOS AMORES DE NÁPOLES
Parthenope
D: Paolo Sorrentino.
2024 · 136 min. · Color
Italia-Francia
Dist: Cine Caníbal.
Extractos de un texto de Rubén Téllez Brotons
El antepenúltimo mohicano dic. 23, 2024
Cannes
Después de haber llevado su lirismo barroco hasta el paroxismo en La juventud [2013], Paolo Sorrentino rebajó los niveles de sobrecarga estética a los que sometía a sus imágenes en Fue la mano de Dios [2021], y, con ello, rompió la barrera de belleza que separaba al espectador y a sus protagonistas para volver a poner su despliegue formal al servicio de las ideas y emociones. Ahora, en Parthenope, opta por mantener la misma estrategia; es decir, vuelve a hacer malabarismos imposibles para conseguir que cada una de sus escenas desprendan relámpagos de vida de una belleza e intensidad casi insoportables, al mismo tiempo que se adentra en el interior roto de su protagonista para desarrollar su habitual discurso sobre el sentido de la existencia, el carácter efímero, y por ello doloroso, de la juventud, el paso del tiempo, y la muerte. Parthenope, la primera cinta del italiano protagonizada por una mujer, es un ejercicio de encapsulación torrencial de la experiencia de estar en el mundo; es decir, es un viaje durante el que el personaje interpretado por Celeste Dalla Porta intenta descubrir el secreto de aquello que [el escritor italiano] Pavese tuvo a bien denominar como el oficio de vivir. La película desprende una voracidad vital arrebatadora, que nos anula por completo para mecernos en unas olas de miradas perdidas de deseo, baños en la playa, amores y desamores. Una mujer da a luz en la costa napolitana y decide llamar a la niña Parthenope, como la sirena que, según la mitología griega, le dio nombre a la ciudad de Nápoles. Sorrentino irá saltando en el tiempo para contar toda la historia de esta niña, centrándose especialmente en su juventud, para levantar un obra totémica y vitalista que convierte en imágenes de fuerza arrolladora el perenne amor a los sentidos sin pesar.

LAS ÚLTIMAS COSAS
¡Esta es una película sobre rocas! Y a diferencia de Todo en todas partes al mismo tiempo (Daniel Kwan y Daniel Scheinert, 2022) estas rocas son completamente insensibles, inconscientes y poco dramáticas; elementos necesarios para entrar en un sueño sensorial de mundos prehistóricos y pulsos galácticos.
Last Things
D: Deborah Stratman.
2023 · 50 min. · Color
Estados UnidosPortugal-Francia
Dist: La Ola.
Extractos de un texto de Karime Rajme jul. 01, 2024
Ciudad de México
La reconocida artista Deborah Stratman se aleja con su más reciente trabajo, Las últimas cosas, de una búsqueda por la empatía humana, para desdibujarnos como audiencia en los mundos de las formas, de lo invisible y lo inmóvil. Minerales, cristales, rocas y formaciones geológicas se despliegan frente a pantalla como una fuerza desconocida que nos desidentifica. Con materiales que van desde animaciones realizadas en el laboratorio conceptual de la NASA, esbozos de archivos hechos por científicos como Charles Darwin y William Herschel, el entrecruce de las voces narrativas de Clarice Lispector y la sonorización con música brasileña, irlandesa y electrónica, Stratman construye una pieza porosa de múltiples aristas. La pieza es una formación aleatoria como el propio devenir terrestre; un intercambio entre lo espiritual y lo mundano, entre lo científico y lo artístico. La película vuelve a los impulsos originarios de la vida, pero también del cine. Ese cine científico con la fascinación por reconocer en las imágenes lo inaprehensible, lo indescriptible. El gran giro sobre la percepción y las ideas que implicó un caballo al galope con todas sus patas elevadas sobre el suelo, el milagro del desconocimiento. El movimiento y la vida en una serie de impresiones fijas (como las rocas) que se secuencian y eclipsan para construir quién sabe hacia donde el resto de nuestra historia.

GRAND TOUR
En Grand tour, Miguel Gomes concibe el viaje como un bosque cargado de niebla en el que uno se adentra a ciegas, sin saber qué y con quién se va a encontrar. Hay en las imágenes una densidad lírica cuya apariencia hermética, lejos de alejar al público, de levantar un muro insoslayable entre la pantalla y el patio de butacas, le incita a adentrarse en ella, a buscar con esmero los secretos que esconde, a lanzarse a la aventura de una exploración de la vida.
D: Miguel Gomes.
2024 · 129 min. · Color
Italia-Francia Dist. MUBI.
Extractos de un texto de Rubén Téllez Brotons
El antepenúltimo mohicano may. 27, 2024 Cannes
Gomes sitúa la acción de la cinta en la Birmania de 1917. Allí, un funcionario inglés escapa de su prometida el día antes de que ella llegue para casarse. A partir de aquí, el director diseña una huida desesperada marcada por el azar, los encuentros sorprendentes, la música, los juegos de marionetas, los accidentes que no hacen sino abrir nuevos caminos que transitar, y unos diálogos que se esfuman entre el humo de un cigarro.
Grand Tour es la cristalización de una búsqueda de la identidad que se ve enriquecida por el contacto con el mundo real; y, al mismo tiempo, funciona como el germen de dicha búsqueda. El protagonista sale de su espacio seguro, cerrado y gris, para navegar por un torrente de vitalidad, de culturas, de canciones, de juegos y de comidas nuevas; y, desde ahí, desde el abrazo a la heterogeneidad de miradas y vidas, de sociedades y entornos, establece un diálogo directo y visceral con la vida.
Gomes puntea el relato con breves secuencias de la actualidad, en las que la inmensidad de las grandes urbes se aprecia desde una mirada de pájaro. La intención no es tanto resaltar la forma en que el capitalismo moderno ha encerrado la pulsión vital dentro de un torrente consumista en el que prima la seguridad del lujo en defensa de un tiempo pretérito e idílico, como subrayar el carácter impostado que caracteriza las formas contemporáneas de viajar y vivir.
VAMPIRA HUMANISTA BUSCA
SUICIDA
Como tantos jóvenes, la adolescente quebequense Sasha se encuentra en una encrucijada, luchando por navegar por el difícil terreno entre la adolescencia y la edad adulta. Sasha, sin embargo, tiene más problemas que la mayoría; ya que se describe a sí misma como una vampira humanista, cuya conciencia simplemente no le permite matar personas para comer, lo que la convierte en una paria en su propia familia. El primer largometraje de Ariane Louis-Seize parece una mezcla de géneros y presenta a un protagonista que recuerda a Sólo los amantes sobreviven (2013), A Girl Walks Home Alone At Night (2014) o incluso The Hunger (1983).
Vampire humaniste cherche suicidaire consentant
D: Ariane Louis-Seize. 2023 · 90 min. · Color
Canadá
Dist: Tulip Pictures.
Extractos de un texto de Nikki Baughan
Screen Daily sep. 03, 2023
Venecia
Traducción: Bianca Ashanti
Una secuencia inicial ambientada en los años 80, en la que una joven Sasha se niega a matar a un (terrible) payaso en su propia fiesta de cumpleaños, a pesar del entusiasta apoyo de su familia, marca el tono de una película que todo el tiempo respeta y juega con los tropos. De hecho, el guion, de Louis-Seize y Christine Doyon, mantiene sus elementos de género restringidos y la mayor parte de la violencia fuera de la pantalla: su historia está impulsada por la idea más universal de una joven desesperada por ser normal [y controlar] el surgimiento de sus tendencias vampíricas, que se agitan al ver sangre, en un despertar casi sexual.
Los colores también son atmosféricos: las oscuras calles de la ciudad por las que Sasha deambula inquieta; los azules neón del trabajo de Paul [su joven víctima y socio]; los rojos sangre del dormitorio de Sasha. Todo esto reforzado por una banda sonora desenfadada que va del jazz relajado al electropop frenético. [Por su parte] el trabajo de cámara claustrofóbico, del colaborador habitual de Louis-Seize, Shawn Pavlin, encuadra repetidamente a Sasha y Paul, dos almas torturadas que se unen para, posiblemente, encontrar algo de luz dentro de tanta oscuridad.
1938: CUANDO EL PETRÓLEO FUE NUESTRO
Después de dos décadas sin filmar, el cineasta Sergio Olhovich [presenta] 1938: Cuando el petróleo fue nuestro, el relato de un año de vida en la historia de México y un retrato coral de las problemáticas que se libraron entre el gobierno mexicano, las compañías petroleras y el pueblo.
D: Sergio Olhovich. 2022 · 118 min. · Color México
Dist: Corazón Films.
La historia es narrada desde distintas perspectivas, con el objeto de dar un amplio panorama sobre la expropiación petrolera y los acontecimientos que ocurrieron a lo largo de la República Mexicana y el extranjero. La película centra el eje de su narración en el entonces presidente de la república, el general Lázaro Cárdenas, y el intenso dramatismo que sufre cuando, en la soledad natural que acompaña al puesto, tiene que tomar la decisión más difícil de su vida. La decisión que no sólo cambiará el rumbo de su existir, sino también el destino de su país.
Extractos de un texto de Norma Pérez Quiroz Siete24.mx México
El general cuenta con el incondicional apoyo de su esposa, Amalia Solórzano, tiene a gente de confianza en su gabinete, como lo son su secretario personal, Raúl Castellanos, y, sobre todo, al General Francisco J. Múgica, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, que además es su gran confidente. Aparece también la CTM, el sindicato más importante de México, y la presión que ejerce sobre los derechos de los trabajadores ante las empresas petroleras. El hombre detrás de todo esto es su secretario general, Vicente Lombardo Toledano, líder histórico de ideas socialistas, quien tuvo como estandarte la defensa de los obreros. La parte antagonista la constituyen las compañías petroleras, las trasnacionales que crean una fuerte tensión internacional, aunado a la inminente llegada de la Segunda Guerra Mundial. Lázaro Cárdenas determina las acciones necesarias para expropiar la industria petrolera, una acción tan significativa como el Grito de Independencia.
ARGONAUTAS
Pattie et la colère de Poséidon
D: David Alaux, Éric Tosti, Jean-François Tosti. 2022 · 95 min. · Color Francia
Dist: Zima Entertainment.
Dentro del péplum orientado hacia la mitología griega hay dos películas de culto, que son Jason y los argonautas (1963) y Furia de titanes (1981), ambas con la impronta creativa del maestro de los efectos especiales Ray Harryhausen. [Sobre esta misma línea narrativa, se encuentra] la producción enfocada al público menor: Argonautas, que lleva recaudado más de doce millones de euros. Esto se consigue una vez más mediante el protagonismo de las consabidas mascotas animales, que actúan como elementos cómicos con cualidades como el habla, a fin de que interactúen con el resto de los personajes humanos y las deidades del Olimpo de aspecto también antropomórfico.
La Pattie [Pattie et la colère de Poséidon, en francés] del título original es una ratoncita, adoptada por un gato que se llama Sam, a quienes se une en sus aventuras una gaviota con garfio en vez de pata al estilo corsario. Su odisea consistirá en hacerse de un valioso tridente en la isla de Trinactos para completar la estatua que ha de erigirse en honor a Poseidón, el dios del mar, que está celoso porque en la localidad costera de Yolcos, en la Antigua Grecia, han levantado una dedicada a su hermano Zeus. Por lo que concede un plazo de una semana para que en el lugar terminen el trabajo escultórico, ya que de lo contrario arrasará el puerto con un maremoto.
Extractos de un texto de Mikel Insausti
Naiz may. 12, 2023
España
La acción se sitúa 80 años después de que Jason regresara en la nave Argos con el Vellocino de Oro, por lo que los viejos argonautas, ya esqueléticos y avejentados, necesitan de ayuda para poder salvar la ciudad de la ira de los dioses. Pattie que es una admiradora de las hazañas de Jason, hará lo posible por imitarlas, [pero para lograrlo] tendrá que enfrentarse a todas las criaturas monstruosas de la mitología, a los cíclopes, las hidras o el Kraken en una lucha desigual.
HEIDI
D: Alain Gsponer. 2015 · 111 min. · Color
Alemania-Suiza-Francia Dist: Impacto Cine.
El realismo de un mito. Pocas películas se pueden estrenar hoy en día donde la trama y los personajes sean tan conocidos a priori por cualquier adulto que no haya estado escondido en una cueva. Heidi forma parte de nuestro imaginario colectivo; para la mayoría, de la niñez, y, sin embargo, pocos proyectos más certeros que esta película alemana para los tiempos contemporáneos. Ahora que rara (y privilegiada) será la niña (o el niño) que esté leyendo la novela de [la escritora suiza] Johanna Spiry, ahora que una espantosa serie de animación digital hace que añoremos los tiempos de aquella sensacionalmente lacrimógena y efervescente Heidi [1974] de anime japonés [dirigida por el mítico Isao Takahata, responsable de obras icónicas como La tumba de las luciérnagas, 1988], la película de Alain Gsponer llega con algo tan sencillo bajo el brazo como ser fiel al texto original y a los tiempos en los que se desarrolla: un final del siglo XIX en la Europa Central en el que se podían contraponer dos tipos de educación, la severa y la espontánea.
Extractos de un texto deJavier Ocaña
El País ago. 26, 2016 Madrid
Con una cámara muy ágil, casi en continuo movimiento, aunque con un efecto fotográfico de foco suave en las secuencias de interior que resulta algo añejo, esta Heidi aboga por el realismo de los ambientes y los rostros, por la pobreza de las ropas y el impacto de los surcos de la vida (los del mítico viejo de los Alpes que interpreta Bruno Ganz [leyenda del cine alemán de los 70, de El amigo americano de Wim Wenders a Nosferatu de Werner Herzog] o los de la abuela ciega). No faltan Pedro ni las cabras, la señorita Rottenmeier ni el milagro final. Ya nos la sabemos, pero su encanto y eficacia, comandados por la abierta sonrisa de Anuk Steffen, podrían ser los de siempre.
ARQUEOLOGÍA
DEL CINE
LA IMPORTACIA DE EXHIBIR MATERIAL FÍLMICO
Luis Eduardo
Martínez Rodríguez, Cineteca Nacional
Los Sin aliento (dir. Jean-Luc Godard) ∙ 1960
Lo fundamental es la experiencia de ver una película en grupo a oscuras. Y eso está desapareciendo. Es muy peligroso que esto ocurra. Me resulta algo triste el imperio de las pantallas pequeñas. Mucha gente ve el cine en el ordenador. Y eso es otra cosa. Ver una película es entrar en un mundo a oscuras, sin teléfonos que suenen, sin nada alrededor; sin nada que pueda romper esa experiencia
David Lynch
No es mentira para nadie que la forma de apreciar cine ha ido cambiando con el pasar de los años y es algo lógico, ya que el mismo cine nace de la vanguardia tecnológica. Ahora podemos acceder a las películas desde la comodidad de nuestros hogares y desde la accesibilidad de nuestros dispositivos.
Se está perdiendo el rito de ir al cine, el proceso de comprar un boleto y sentarse con un montón de desconocidos para apreciar una película, la verdadera “magia del cine”.
Pero también la forma de apreciar una película en una sala de cine ha cambiado. Ahora vemos imágenes digitales que, aunque cuenten con una gran calidad de imagen y sonido, se sienten incompletas. Por ejemplo, se ha olvidado el sonido que hace un proyector al reproducir una imagen a 24 cuadros por segundo. Afortunadamente, todavía existen lugares donde se puede proyectar en 35mm y experimentar un poco esa magia perdida.
Dentro de sus instalaciones la Cineteca cuenta con dos tipos de
El padrino, segunda parte (dir. Francis Ford Coppola) ∙ 1964
proyectores para material fílmico. La sala 2 “Salvador Toscano” está equipada con el llamado “sistema de platos” que permite empalmar todos los rollos en uno solo, haciendo más fluida la proyección. Lo interesante de este proceso es que utiliza sólo un proyector y se pueden montar dos películas completas.
La sala 9 “Juan Bustillo Oro”, por otro lado, cuenta con el clásico sistema "A/B” en el que se tiene que preparar cada rollo por separado, primero colocando uno solo en el proyector principal y mientras se proyecta, preparando el siguiente rollo en el segundo proyector para que cuando el primero termine, inicie inmediatamente el siguiente. Se debe poner atención especial a los inicios y a los finales de cada rollo y estar listos para cambiarlo cuando aparecen las marcas de cambio.
Algo que es cierto, es que una imagen proyectada en analógico se va a ver muy diferente a una digital, principalmente porque tiene una definición y colorimetría que el digital no tiene.
El formato digital es, sin duda, una imagen procesada y a simple vista se podría ver más nítida, pero la realidad es que esta imagen está conformada por píxeles, por lo que tiene menor fidelidad, aunque esto es imperceptible para un ojo no entrenado.
Sin embargo, son mayores las virtudes de ver las películas en formato fílmico sobre el formato digital, ya que el analógico presenta mayor contraste y brillo, porque las lámparas de los proyectores de 35mm ofrecen una mayor concentración de luz y esto mejora el contraste y el brillo de la imagen.
Matando cabos (dir. Alejandro Lozano) ∙2004
Otra virtud son los colores más fieles, gracias a los proyectores de 35mm, que son más precisos en la saturación y profundidad del color, así como una mayor duración del brillo, que permanece por más tiempo en la pantalla.
Además, la proyección en formato analógico tiene un trabajo de preparación especializado, que incluye armar la película en orden, elegir el tipo de lente, seleccionar la mascarilla y montar la cinta a través de los rodillos del proyector.
Por lo tanto, será una experiencia diferente para cada tipo de espectador y cada uno decidirá en qué formato prefiere ver la película. Sin embargo, siempre se agradece cuando una institución exhibe películas en formato fílmico, en favor de darnos una experiencia más clásica.
Sistema de platos ubicada en la sala 2 de la Cineteca Nacional
Proyector Kinoton de sistema A/B
Hemos mirado al pasado. El cine analógico es algo que estamos recuperando. También los jóvenes cineastas tratan de retomarlo y vuelven a filmar en 35mm, aprenden los procesos de revelado y digitalización. Es tanto el alcance del material fílmico que algunos festivales de cine han empezado incluir también copias en 35mm o 16mm.
Es fundamental que proyectemos los formatos analógicos para que nuevas generaciones experimenten el cine otra manera. Sentados en nuestra butaca, las luces se apagan, se escucha el ruido del proyector, aparece la luz y vemos, en palabras de Jean-Luc Godard, «la verdad a 24 fotogramas por segundo».
DESARROLLO
ACADÉMICO
MARZO 2025
PROGRAMACIÓN DE CURSOS CINETECA NACIONAL
CURSO: LYNCH. LA OSCURA BELLEZA DE LO INQUIETANTE
Imparte: José Luis Ortega Torres Fecha: Del 4 de marzo al 27 de mayo de 2025
Horario: martes de 18 a 21 h 12 sesiones presenciales / Cineteca Nacional del las Artes
CURSO: LA MÚSICA EN EL CINE MEXICANA
Imparte: Juan Arturo Brennan
Fecha: Del 22 de marzo al 28 de junio de 2025
Horario: sábados de 11 a 14 h 12 sesiones presenciales / Cineteca Nacional México
CURSO: EL CINE MEXICANO DEL SIGLO XXI, NUEVOS DIRECTORES, NUEVAS DIRECCIONES
Imparte: Dr. Alejandro Pelayo
Fecha: Del 5 de marzo al 28 de mayo de 2025
Horario: miércoles de 18 a 21 h 12 sesiones presenciales / Cineteca Nacional México