equipo de dirección fue muy calurosa. Las motos quedaron expuestas en la plaza central y tras una presentación corporativa para situarnos, entramos en la zona de producción. Precisamente ese día, la fabrica estaba haciendo neumáticos de los modelos Scorcher, que junto con los Commander son los destinados al mercado custom. En la fabricación de un neumático intervienen nada menos que 150 componentes, y es un proceso que comienza tras miles de horas de estudio previos y muchos test de pista hechos por pilotos probadores profesionales. De principio a final, unos dos años pasan antes
de que la rueda se homologue por el fabricante y se monte sobre la máquina correspondiente. Michelin es líder mundial, especialmente por su tecnología de vanguardia. En Lasarte pudimos ver el proceso desde el inicio hasta su terminación, desde la tira de caucho hasta el meticuloso proceso de verificación manual... ¡de cada rueda! por un grupo de operarios que invierten un año de formación para detectar con su vista y tacto cualquier defecto. Por supuesto, la más mínima tara significa que la rueda se deshecha. Para Michelin, la seguridad está por encima de todo y saben que además de garantizar
km 123
las prestaciones, encima de esos pedazos de goma viaja un motorista. A última hora de la mañana nos despedimos de nuestros amigos de Michelin y teniendo claro de que rodábamos sobre seguro, emprendimos rumbo hacia Madrid. Un viaje inolvidable por todo lo que hemos aprendido y por el inmenso disfrute de una ruta entre amigos de verdad. Nos despedimos con un consejo, recuerda siempre que tu seguridad en moto se basa sobre los neumáticos, el único punto de contacto con el suelo. No te olvides de revisar su estado y comprobar las presiones siempre antes de una ruta.