Chapelle Special for men N6- YOUR STORY

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Últimamente lloro con cualquier película, con cualquiera, absolutamente cualquiera. No solía llorar, es algo que me ha sorprendido con el paso del tiempo. Los chicos también lloramos, como decían irónicamente The cure en los 80s, “Boys don’t cry”. Nos guardamos muchos sentimientos en nuestro interior, como cristales cortantes, que con el último hacen que el globo explote y todo salga. Supongamos que es un cúmulo de cosas que no hemos hecho como queríamos y también que muchas veces no nos sentimos del todo bien con nosotros mismos. ¿Problemas de autoestima? Quién sabe, me rondan muchas ideas por la mente. Lo cierto es que nada es tan fácil como parece. Con las redes estamos expuestos constantemente y todos sentimos esa extraña presión por ser perfectos o los mejores. Cuidas mucho la imagen, pero de qué sirve, si odias tu persona. Piensas que eres menos que nadie aunque a la vez te estés diciendo que eres mejor que todos, no nos engañemos. Luchar contra tu autoestima día a día para seguir adelante no es fácil pero hacer mientras que todo parezca “estupendo y maravilloso” es más difícil aun. Autoestima y prejuicios. El planeta seguirá pensando que la moda son estereotipos y superficialidad, nosotros sabemos que hay más cosas detrás de ella, de cada trabajo que hacemos. Utilizarla como canal para defender nuestras inseguridades, estéticas diferentes, personalidades, etc. son algunas de ellas. Estamos en el momento de hacer visible esos temas, de salir a las calles como lo hacían los “Club kids” a finales de los 80s proponiendose hacer de sus inseguridades puro arte vistiendo su cuerpo. Y apoyar a las personalidades que dan vida lo que para muchos se hace imposible. No hablo de la blogger que se pone un vestido un poco más atrevido de lo habitual, si no sobrepasar todo y calar en lo más profundo de las personas y concienciar. Contar sus historias mediante sus hechos. Queremos luchar por nuestros ideales, pero no podemos evitar escuchar los comentarios de las personas y que estos nos afecten. Y al final siempre acabamos queriendo contentar a todos, sobrepasando nuestros límites y nuestras decisiones, derribando nuestros propósitos. Las criticas sean constructivas o no, a veces no son del todo malas, duelen, pero si sabes darle la vuelta a la tortilla pueden ser un buen motivo para más que nunca, hacer lo que desees y defenderlo con la vida. Y si sale mal, la vida es así, otra vez será. A base de tropiezos y desilusiones te das cuenta de que la vida no es un sueño y que tú al igual que el resto de personas, no eres perfecto. Solo eres un simple humano intentando hacer las cosas de la mejor manera. ¿Y que más dan los comentarios? Tu vida es tuya, y las personas que se pararon a opinar sobre ti seguirán con la suya como si nada. Siempre tenemos una historia que contar. We allways have a story. @EDUARDOJAIRYCOVICH

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