“
Desde la moda o la música comercial hasta la educación, es una gran fábrica de personalidades “estándar” donde solo hay sitio para la gente que sigue todas esas corrientes. Lo que está fuera de eso, es diferente, y por lo tanto raro. ”
N.Z: ¿Te sentiste identificado o viste una relación entre tu vida personal y el papel que representaste en Pieles? E.C: Desde luego que sí. Mi personaje tiene mucha fragilidad pero esencialmente es un luchador que quiere encontrar su sitio en este mundo. Y para él no es fácil pero creo que hoy en día no es fácil para nadie. La gente tiene mucho miedo de mostrarse tal como es. Se ha construido una sociedad donde todo el mundo es igual. Desde la moda o la música comercial hasta la educación, es una gran fábrica de personalidades “estándar” donde solo hay sitio para la gente que sigue todas esas corrientes. Lo que está fuera de eso, es diferente, y por lo tanto raro. A mí esto me ha afectado porque a veces me he sentido raro o diferente, pero creo que todos hemos pasado por esto. Estoy seguro de que no hay nadie que en algún momento de su vida no haya tenido que ocultar sentimientos, emociones, sexualidad, gustos, maneras... es el miedo general a ser criticado. N.Z: ¿Qué tipo de papel te mueres por protagonizar? E.C: No sabría decir uno en concreto. Ahora mismo me apetece experimentar mucho y hacer de todo. Siempre atrae un poco más todo lo que tenga una mirada diferente y especial, pero afrontaría cualquier personaje con mucha ilusión. De todos siempre se aprende algo. 58
N.Z: ¿Qué explosión de sensaciones nacen en ti tras conocer que estabas nominado a “Mejor actor revelación” en los premios Goya? E.C: Fue un shock muy heavy. Yo no esperaba que fuera a suceder y estaba muy desconectado del tema, me pilló en mitad de un ensayo y tuve que ir corriendo a la academia en chándal. Sentía una mezcla de confusión y vértigo con alegría y euforia, ¡dentro de mi tenía como 100 hogueras de San Juan con todos los petardos estallando a la vez! y encima por la tarde tenía que actuar en Nave 73. Fue un día para recordar toda la vida. N.Z: Este año la gala de los Goya ha sido muy feminista con la finalidad de reivindicar que se valore a las actrices por su trabajo del mismo modo que se hace con los hombres. Como actor joven y con todavía una larga trayectoria, ¿cómo crees que puedes ayudar para que esta causa poco a poco vaya haciéndose realidad y que el papel de la mujer en el cine se dignifique? E.C: Creo que el papel de los hombres en la lucha feminista en primer lugar es tratar de entenderlo y respetarlo. Con un poco de sentido común es fácil comprender lo que se está reivindicando, y de lo que hay que huir es de creer que esto es un enfrentamiento entre hombres y mujeres. El feminismo sólo plantea igualdad entre géneros. Esto afecta más a las mujeres y lógicamente son y deben ser más protagonistas en esta lucha, pero tenemos que implicarnos todos y entender que el machismo y el patriarcado afecta a los dos géneros. Creo que el cine poco a poco va cediendo espacio para que ellas tengan más fuerza, y hoy por hoy ya contamos con actrices referentes que tienen una fuerte influencia sobre este tema como son Emma Watson a nivel internacional, o Leticia Dolera a nivel nacional y es un orgullo poder contarlo, así como también hay más presencia de directoras en el cine. Aún así hay que seguir luchando, queda mucho camino por delante...