(EVOLUCIÓN) Por: Saúl Lopez
La moda está sujeta a modas, de pronto impera una manera de entender el mundo y después triunfa la opuesta. Sucesos como el calentamiento global han activado las alarmas de miles de conciencias humanas. ¿Estamos ante el declive del capitalismo o ante un gran cambio en la vida del ser humano y su forma de entender el mundo? El problema es que nuestro planeta cuenta con recursos finitos y vivimos en un sistema que produce cantidades ilimitadas de productos como si contásemos con materia infinita, por lo tanto, es insostenible. Las energías renovables y las energías eléctricas sustituyendo al petróleo son la clave del progreso hacia un futuro MÁS equilibrado. Y como es necesario, la moda requiere de esta dirección sostenible también. Pero no es algo nuevo, diseñadores como Martin Margiela y Vivienne Westwood ya experimentaron a principios de los años 80 esta pequeña revolución.
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I Margiela en los años 80.
La aceptación de bellezas atípicas y feístas en la moda actual ha producido un cambio en la concepción de la estética que se está comenzando a desarrollar, una moda democrática y de inclusión, fuera de toda obsesión por encontrar la perfección prometida. La naturaleza y la imperfección han llegado para quedarse. En las últimas temporadas se pueden apreciar propuestas interesantes como las de la Maison Margiela usando maniquís como soporte y ropa de segunda mano o reusada, así como Jacquemus y Balenciaga muestran diseños que aunque no sean reusados, hacen un guiño al cambio, el concepto es claro. 42
Vivienne Westwood 1991