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Salud y reflexión

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Por: Reyna Domínguez / Fotografía: Israel Hernández

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Por: Leticia Fillat

Al arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal con armonía, melodía y ritmo o producirlo con instrumentos musicales, le llamamos música.

Su origen es desconocido aún, ya que no se utilizaban instrumentos musicales en la antigüedad, sino únicamente voces humanas o la percusión corporal y en todas las civilizaciones conocidas hubo manifestaciones musicales que tuvieron que ver con su cultura, tradiciones, creencias religiosas y contexto, así como en la actualidad que intervienen también los aspectos de desarrollo económico y tecnológico.

La música está presente con el nacimiento de los seres humanos, con la propia naturaleza y sus sonidos, el choque de las piedras en un río, el mar, el viento, el crujir de las ramas, los ruidos de los animales, entre otros muchos.

Se considera que la música fue de la mano con el inicio del lenguaje. Como dato curioso se considera el instrumento más antiguo que se ha encontrado a una flauta de hueso (fémur de oso extinto hace 25 000 años), elaborada hace 50 000 o 60 000 años y que aseguran expertos fue creada por neandertales, lo que nos hace pensar que la música nos ha acompañado de alguna forma toda la vida.

Son muchos los que pueden atribuirse su creación, cosa que no sabemos con exactitud, pero a todos aquellos que contribuyeron, magos, hechiceros, egipcios, griegos, judíos, quienes hayan sido, nos dieron un regalo universal e inmenso.

Porque la música es interminable, porque tiene una variedad inimaginable y quienes gustamos de ella agradecemos con el alma.

En la actualidad está presente inclusive antes de que un ser humano llegue al mundo, las futuras madres ponen

música al bebé gestante para relajarlo y para mandar el mensaje de que le espera un mundo maravilloso.

Es utilizada como herramienta entre los padres y el bebé antes de nacer para reforzar el lazo familiar, inclusive hay quienes la utilizan en el momento del parto para disminuir la ansiedad, el estrés, favoreciendo la relajación y distracción del dolor.

La musicoterapia como su nombre lo indica, es la sanación a través de cualquiera de sus formas musicales. Ha cobrado importancia porque puede ser escuchada por cualquier persona, aun en el caso de que las personas que no tengan la fortuna de escuchar, como son los sordomudos o las personas con hipoacusia, existen alternativas para ellos, pues existe gente e instituciones que se especializan en estos casos como es la universidad pedagógica en Colombia o bien, Silencio que es una asociación en la CDMX que ayuda a personas que no pueden escuchar o que tienen disminuido este sentido este sentido pero sí pueden sentir la música, rompiendo de esta manera las reglas de entretenimiento convencional.

Esta modalidad de sentir la música, ya se puede ver en varias partes del mundo como en Madrid, con conciertos de Vibrando, donde literalmente las personas sin escuchar vibraron por medio de movimientos y cojines en forma de corazón que permitían transmitir las vibraciones de la música. Siempre habrá alternativas y que se apliquen realmente es una joya.

Hay muchos recursos sobre el tema y uno de ellos es la película CODA, que aborda este tema en forma muy bella. La musicoterapia es útil en la mayor parte de los problemas de la infancia, como las complicaciones en el aprendizaje, en lenguaje, la dislexia, en el déficit de atención, el autismo, los problemas emocionales y de conducta, en el apego, los duelos y muchos más. Existe una infinidad de elementos sonoros que podrían adaptarse a cada caso en particular, pues ayudan a:

• Aumentar la memoria. • Favorecer la motricidad. • Beneficiar la creatividad. • Alimentar la potencialización de los sentidos en general. • Favorecer la verbalización. • Incrementar la emotividad. • Aumentar la atención. • Ayudar la propiocepción. • Disminuir la ansiedad y el estrés. • Reducir del dolor. • Entre muchas otras más…

En resumidas cuentas, podemos decir y lo hemos escuchado ya que la música es el alimento y bálsamo para el alma. La música te abre el corazón y te permite decir todo, porque cuando no te salen las palabras ella hablará por ti.

¡Somos el sonido de lo que escuchamos, ojalá algún día exista menos ruido y suene más música!

EL LOCO Y LA MÚSICA

Lety Fillat

La historia entre tiempo y viento, cuenta que un hombre a quien nadie comprendía, vagaba por la vida bebiendo notas que sólo él podía escuchar, comía lo que podía solamente para alimentar el débil cuerpo que le había tocado en este mundo.

Pero su sed, era insaciable, cuando vertía en su copa el coctel de los do, mi, sol, sostenidos, mayores, menores, notas naturales, unas marcaban silencio, otras pausa, unas acelerar el paso y otras a medio tiempo y por las noches no podían faltar los bemoles a destiempo, ¡y él sediento las bebía una a una hasta la última gota!

Después vaciaba mente, corazón y alma para reunirse con su amada a la que en silencio besaba y le hacía el amor vistiéndola de sinfonía si así lo pidiera ella, acariciaba cada una de sus estrofas plasmando el más profuso de sus sentimientos en su pautado haciéndola mirar en el cielo el pentagrama estrellado y juntos hasta el anochecer se prometían amor eterno, la música lo veía con amor infinito, porque sabía que su loco la amaría hasta el último de sus sonidos.

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