Tesoros del Arte Taíno: Para pensar pensandonos

Page 1




Contenido


Sello o pintadera 350-1500 d. C. Barro 6 x 7.8 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

Tesoros del Arte Taíno: para pensar pensándonos

6

María Amalia León de Jorge directora de la fundación eduardo león jimenes y del centro león

Palabras en la inauguración de la exposición Tesoros del Arte Taíno

12

Manuel A. García Arévalo presidente de la fundación garcía arévalo

La cultura taína y las bases de lo caribeño

18

Jorge Ulloa Hung arQueólogo

Ámbito 1

Guayacán Ámbito 2

Huracán

48 62

Ámbito 3

Conuco

75

Ámbito 4

Batey y Bohíos Ámbito 5

91

Cemíes y Cohoba

102

El arte como ritualidad

116

Carlos Andújar Persinal coordinador de proyectos culturales

Traducciones al inglés y francés

138


4


5


Tesoros del Arte Taíno: para pensar pensándonos María Amalia León de Jorge directora de la fundación eduardo león jimenes y del centro león

6


Taíno significa nobleza, nobleza propia de aquellos hombres y mujeres dueños y señores de esta tierra bella y pródiga que, por los azares del destino, hemos heredado. De los taínos, según la descripción de Cristóbal Colón en sus cartas a los Reyes Católicos y a Luis de Santángel (y de las que Pedro Henríquez Ureña se vale para mostrar la primera página de la literatura dominicana, junto a los areitos aun no escritos), el maestro de América cita: “La gente de esta isla son dispuestas, de hermosa estatura… Ellos no tienen hierro ni acero ni armas, ni son para ello… Ellos, de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen que no, antes convidan la persona con ello, y muestran tanto amor que darían sus corazones… Ni he podido entender si tienen bienes propios, que me pareció ver que aquello que uno tenía todos hacían parte, en especial de las cosas comedoras”. Las humanidades nos enseñan esencialmente a comprender y comunicarnos con el mundo, mediante la interrogación y la comprensión, la compasión y el equilibrio necesario que posibilite la paz de la convivencia. Por eso, por la nobleza que caracterizó a nuestros aborígenes, y por el carácter educativo de la exposición, al pasar por esta sala volvemos a ser taínos y lo celebramos.

7


Tesoros del Arte Taíno se ha convertido en embajadora de la cultura dominicana, con itinerancias en Valencia y Cádiz, España (2012), y en Medellín, Colombia (2017). Esta exposición nos ofrece un espacio para conocer las raíces de nuestra cultura y sobre todo una oportunidad para interpelar el presente con la admiración que el simbolismo taíno es capaz de provocar en sus observadores. A través de las formas de representación, los materiales utilizados y el entendimiento del mundo que tenían, esta exposición nos introduce a la esencia estética y ontológica de aquella cultura, permitiéndonos explorar algunos caminos y cruces amistosos pero críticos entre el ayer y el hoy. En Tesoros del Arte Taíno dialogamos con el pasado desde el presente y provocamos que las generaciones actuales se permitan la reflexión para integrar en nuestra identidad, la ascendencia taína, destacando los aportes vivos que aún son parte de nuestra vida actual: en el léxico, la culinaria, la toponimia, los ajuares domésticos, la producción agrícola, la pesca, el imaginario popular con sus leyendas, las creencias religiosas populares, el arte y la artesanía, entre otras manifestaciones culturales.

8


Una vez más, las artes y la historia nos ponen a conversar, a explorar explorándonos, a debatir debatiéndonos, a pensar pensándonos, de la mano de nuestros ancestros para así construir una mejor nación. Es por eso que para la Fundación Eduardo León Jimenes y para el Centro León, en su misión de trabajadores de la cultura desde una pedagogía de las artes, es un gratísimo honor poder compartir esta exposición Tesoros del Arte Taíno para provecho de toda la colectividad nacional y de nuestros visitantes. Como en todas nuestras exposiciones, hemos querido poner énfasis en un programa didáctico con una variedad de soportes educativos pertinentes de manera que acompañen al público en vivencias y aprendizajes que sean inclusivos y comprensivos, además de un programa de actividades que dialoga con la colección. La museografía de Tesoros del Arte Taíno ha procurado también establecer puentes inter-temporales, donde, más allá de la cosmogonía del mundo taíno, se presentan obras ulteriores de artistas visuales dominicanos que se inspiran o nos acercan a una reflexión sobre la visión de los aborígenes de nuestra isla.

9


Esta exposición es parte de un programa de conservación, restauración y puesta en valor de nuestras colecciones, con el interés de despertar la investigación y el estudio, fortalecer la memoria histórica y la identidad dominicana entre los públicos, en especial los estudiantes. Las piezas que componen esta exhibición forman parte de las colecciones de arqueología, antropología y artes visuales, que son de las más representativas de nuestra región, gracias al esfuerzo de una serie de coleccionistas y especialistas del tema que contribuyeron con sus donaciones, como son: Bernardo Vega, Gustavo Tavares Grieser, la familia de Rafael Esteva y Salomón Jorge, entre otros. A ellos nuestro agradecido reconocimiento. Además, queremos celebrar la presencia de emblemáticas piezas de las colecciones amigas. Gracias a la Fundación García Arévalo y a su presidente Manuel García Arévalo, al Museo Arqueológico Regional Altos de Chavón y a su presidenta Dominique Bluhdorn y directora Arlene Álvarez, al Instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas de la

10


Universidad Autónoma de Santo Domingo y a su director José Guerrero y al Museo del Hombre Dominicano, en la persona de su director Christian Martínez Villanueva. De igual manera, agradecemos a los especialistas Jorge Ulloa y Roberto Valcárcel, por su contribución a esta exposición. Como muchos de los proyectos del Centro León, esta muestra también ha sido posible con el apoyo de la Cervecería Nacional Dominicana. Esta exposición ha sido concebida en diálogo complementario y enriquecedor con nuestra Sala de Antropología, que acoge la exposición Signos de Identidad, la cual ha sido apadrinada por el Banco Popular Dominicano, a quien agradecemos por su apoyo. Inaugurar esta exposición un 12 de octubre significó también darle merecida voz y escenario a esa cultura que fue clave en el proceso de mestizaje que dio lugar a nuestra dominicanidad, que sin dudas es hoy y será siempre fundación de este Caribe universal, umbral de una América inmensa y nuestra.

11


Palabras en la inauguración de la exposición Tesoros del Arte Taíno Manuel A. García Arévalo presidente de la fundación garcía arévalo

12


Me complace felicitar a la Fundación Eduardo León Jimenes, así como a los directivos y técnicos del Centro León, por auspiciar esta espléndida exposición titulada Tesoros del Arte Taíno, donde se aprecia una amplia gama de objetos arqueológicos, tanto de carácter utilitario como religioso, que nos hablan muy bien de las ideas mitológicas y animistas que inspiraban las creaciones iconográficas de nuestros ancestros aborígenes. Esta muestra fue expuesta anteriormente, tanto en España como en Colombia, donde recibió un gran respaldo por parte del público y elogiosos comentarios de la crítica especializada, con un gran despliegue de publicidad en los medios de prensa. Ahora, Tesoros del Arte Taíno puede ser contemplada en el Centro León, donde ha sido instalada con las más modernas técnicas museográficas, en un ambiente adecuado y confortable para deleite del público interesado en el pasado prehistorico. La función principal de esta exposición es servir de puente entre los artistas aborígenes y las generaciones del presente amantes del arte y la cultura. Los objetos arqueológicos que se exhiben en Tesoros del Arte Taíno son símbolos de las creencias sobrenaturales de los taínos, y otros grupos aborígenes que poblaban la isla

13


de Santo Domingo al momento del Descubrimiento de América. Entre los objetos más valiosos se destacan los ídolos o cemíes, así como los artefactos utilizados en el ritual de la cohoba, junto a otros ejemplares de carácter ceremonial usados por los caciques y behiques en sus ceremonias mágico-religiosas, cuyas reminiscencias sincréticas se han preservado hasta el presente en el ideario colectivo de los dominicanos. En todas estas creaciones aborígenes es admirable el alto sentido artístico, como se aprecia en las tallas y modelados, con un asombroso alcance en la simetría, la armonía de las formas y la ornamentación adicional. De manera particular quiero agradecer a María Amalia León de Jorge y a los demás directivos de la Fundación Eduardo León Jimenes y del Centro León por haber abierto un espacio en esta bella e ilustrativa exhibición para que los coleccionistas privados de objetos arqueológicos aborígenes pudieran mostrar algunas de sus piezas más preciadas, con lo cual la exposición adquiere una mayor relevancia por la calidad de las representaciones artísticas y culturales que atinadamente se han agregado con el propósito de complementar esta magnífica muestra museográfica. En tal sentido, deseo expresarles en nombre de las instituciones museográficas y de los coleccionistas a quienes se nos ha solicitado contribuir con el montaje de esta exposición, que nos sentimos muy honrados por haber sido tomados en cuenta para la realización de este extraordinario evento cultural. La práctica del coleccionismo se remonta a la antigüedad clásica, alcanzando un auge singular durante el Renacimiento donde, tanto dignatarios reales como prelados ecle-

14


siásticos, manifestaban su interés por conservar los objetos de atracción estética, surgiendo con el tiempo las cámaras artísticas, las galerías y los museos. El Museo Alejandrino es uno de los más antiguos fundado por Tolomeo I, faraón de Egipto en el año 285 antes de Cristo. En épocas más recientes, tenemos el Museo de Florencia iniciado en el siglo XV por Lorenzo de Médici, así como el British Museum creado en 1753. El complejo de museos del Vaticano instaurado bajo los auspicios de Clemente XIV que data de 1769, seguidos por los del Louvre en París iniciado en 1791, el de Berlín fundado en 1797 por el emperador Federico Guillermo, y el Museo del Prado en Madrid creado por Fernando VII en 1819, para albergar las colecciones de arte pertenecientes a la Corona española. En el caso de República Dominicana, cabe resaltar el hecho de haber sido en Santiago de los Caballeros donde se fundó el primer museo del país, en fecha 22 de agosto de 1907, hace justamente ciento diez años atrás, a instancias de la Sociedad Amantes de la Luz, a la cual se le unió la Alianza Cibaeña. Las autoridades municipales acogieron la idea favorablemente, resolviendo nombrar una comisión formada por los señores Carlos Sully Bonnelli, presidente; Ulises Franco Bidó, vicepresidente; José Manuel Saleta, tesorero; Augusto Fernández y Amado Franco Bidó, secretarios; Miguel Román y L. E. Gómez, vocales. Además de la comisión pro museo formada por el Ayuntamiento de Santiago, se unieron como útiles colaboradores otras prominentes personalidades santiagueras los señores Eliseo Espaillat, Juan B. Gómez, José Tolentino, Luis Bogaert, Abelardo Viñas, Eladio

15


Victoria, Rafael Muñoz, José M. Vila Morel y Lorenzo Casanova. Todos ofrecieron su mejor concurso para alcanzar el éxito deseado. El prístino museo cibaeño abrió sus puertas al público en la segunda planta del Palacio Municipal de Santiago, para ser luego trasladado al primer piso de la edificación edilicia, con el propósito de ofrecer mayor facilidad al público interesado en visitarlo. Como director y organizador de este primer museo municipal fue nombrado el señor Amado Franco Bidó quien desarrolló una ingente labor de organización y activó la adquisición de colecciones particulares, entre la cual se encontraba la del señor Ricardo Ovies Álvarez con más de 300 objetos, tanto de procedencia indígena como de la época colonial. Con lo cual podemos decir que la realización del museo municipal en Santiago de los Caballeros fue la piedra angular del antiguo Museo Nacional, formado con los aportes de los coleccionistas santiagueros, que enriquecen hoy los fondos del Museo del Hombre Dominicano. La creación del soberbio edificio del Centro León, con su espaciosa y funcional infraestructura de exhibición y divulgación artística, educativa y cultural, emula los esfuerzos de aquellos pioneros visionarios santiagueros que llenos de entusiasmo anhelaban dotar a la Ciudad del Yaque de un complejo museográfico para albergar las ilustrativas colecciones arqueológicas y artísticas de su región, en beneficio de todas aquellas personas interesadas en conocer y valorar el acervo patrimonial que nos legaron nuestros antepasados aborígenes, como hoy lo podemos apreciar en esta magnífica muestra Tesoros del Arte Taíno, que gracias al meritorio mecenazgo de la Fundación Eduardo León Jimenes se ha inaugurado.

16


17


18


La cultura taína y las bases de lo caribeño Jorge Ulloa Hung arQueólogo

¿qUé es Lo taíno? Cuando se habla del período precolombino en las Antillas, inmediatamente se piensa en la cultura taína. Es así, entre otras cosas, porque supuestamente fue esta la cultura descrita en las crónicas por los conquistadores, y porque constituyó la cultura aborigen que alcanzó un mayor desarrollo económico y social en el arco antillano. Esta situación ha provocado que sus representaciones, en especial sus representaciones artísticas, hayan acaparado la mayor atención de los investigadores, las publicaciones científicas, los museos, y los coleccionistas, sobre todo por su alto valor estético y cierto carácter exótico. En otras palabras, esto ha llevado a que generalmente se considere cultura taína el producto fundamentalmente artístico producido por las sociedades aborígenes que habitaron gran parte de las islas del Caribe.

19


Sello o pintadera 350-1500 d. C. Barro 6.2 x 1.1 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

A pesar de lo anterior, es reconocido que el término taíno –según las propias descripciones históricas– pudo significar “noble” o “bueno” en el lenguaje hablado por esas comunidades; es decir, se trataba de un término valorativo. En ninguna de las crónicas y en ningún documento histórico se usó esta palabra para designar a la población de los aborígenes de la isla de La Española o de las Antillas, sino que más bien la palabra fue empleada por los propios aborígenes posiblemente para destacar su actitud pacífica, en contraposición a la de otros grupos, llamados caribes, que habitaban las Antillas Menores al momento de la llegada europea. Taíno, por tanto, pudo ser una especie de auto percepción humana o moral. En relación con lo anterior, se hace imprescindible señalar que la diferenciación establecida por los europeos para los grupos indígenas del Caribe estuvo basada en experiencias, acontecimientos y noticias que recibieron de los mismos indígenas; además, estuvo marcada por el asombro y, en algunos casos, por intenciones con un trasfondo de carácter político o económico, vinculado a la propia colonización. Por tanto, se trata de una clasificación que muchas veces asume matices simplistas o se hace incompleta. 1 Esta designación se debe a que una de las primeras manifestaciones evaluadas como representantes de este estilo se localizó en yacimientos ubicados en la playa de Boca Chica, en República Dominicana. Los patrones culturales observados en estos sitios se convirtieron en una especie de esquema o referente a la hora de evaluar nuevos asentamientos para inscribirlos dentro de la llamada “cultura taína”. 2 El contenido arqueológico que fundamentó el uso del término taíno fue introducido por el arqueólogo norteamericano Mark Raymond Harrington (1936) al relacionarlo con determinados indicadores de cultura material. Este autor estableció una relación

20

En realidad, fueron las investigaciones en el terreno antropológico las que introdujeron el término taíno para distinguir, primero a todos los aborígenes de las Antillas Mayores, y luego para denominar a la totalidad de los grupos aborígenes del área antillana, considerándolos a todos como un mismo grupo cultural. Esta definición también se fundamentó con un contenido arqueológico, al considerar como vestigios de los poblados taínos aquellos que presentaban determinadas características en su cultura material, sobre todo en su alfarería, la cual se inscribió dentro de un estilo cerámico conocido como Boca Chica o chicoide1 que presentaba determinados modelos en sus decoraciones. Las variadas acepciones que ha recibido este término (taíno) se ilustran de manera clara y sistemática a partir del siglo XIX, en el que inicialmente se utilizó con enfoque lingüístico para supuestamente distinguir el lenguaje arawak o arahuaco (¿arauaco?) de las Antillas Mayores del que se hablaba en las Antillas Menores (Rafinesque, 1836). Mientras que en el siglo XX comenzó a utilizarse para referirse a la población aborigen que habitó Puerto Rico, La Española, Jamaica, el este de Cuba, además de las Bahamas, generalización que ha sido asumida con matices diferentes por distintos autores y en diversos momentos (Curet, 2014; Petersen, Hofman y Curet, 2004).2 En resumen, se puede plantear que taíno en ocasiones ha sido usado como una categoría arqueológica o antropológica para referirse a una entidad supra cultural reconocida como


cultura individual. En ese caso, se considera una cultura particular que incluye tradiciones, prácticas socioculturales y políticas distintivas. En otras ocasiones, taíno se ha usado para referirse a la dispersión antillana de un conjunto de normas y prácticas culturales que se encuentran básicamente en las Antillas Mayores. Sobre la base de la primera de estas acepciones, la llamada cultura taína no es solo una expresión artística o una palabra, es más bien el resultado de un proceso que resumió parte de las experiencias culturales de los grupos aborígenes que penetraron e interactuaron en las islas del Caribe en distintos momentos; por tanto, es una especie de síntesis transformadora de las más importantes influencias de sus predecesores, que fueron asumidas, modificadas o transformadas, una especie de mosaico multicultural con importantes variaciones regionales, aunque es importante reconocer que el tronco cultural fundamental sobre el que se asientan esas influencias se encuentra en las tribus sudamericanas de la llamada etnia arahuaca, procedentes de la cuenca del río Orinoco. A partir de lo anterior, es evidente que existe una estrecha relación –imposible de desechar– entre la historia precolombina del Caribe y el conocimiento de las dinámicas que desembocaron en la formación y desarrollo de la llamada “cultura taína”. En ese caso, la cultura taína no puede ser considerada como algo sin antecedentes o como algo exactamente uniforme, definido solamente a partir de diferencias con los llamados caribes, quienes se destacaron por su resistencia frente a la conquista. Tampoco puede ser vista solamente como derivación de la migración de gentes desde Sudamérica. En realidad debe ser percibida como un resultado de procesos mucho más complejos y centenarios que tuvieron lugar en el contexto de las islas del Caribe, en especial en las islas de La Española y Puerto Rico. Desde esa perspectiva, algunos investigadores (Oliver, 2008; Rodriguez Ramos, 2010; Veloz Maggiolo, 1991; Wilson, 1999, 2007) consideran a la cultura taína como el primer ensayo de la mezcla que hoy constituye la cultura caribeña, y sus comienzos son evaluados partir de una estrecha vinculación entre los procesos migratorios y el desarrollo de distintas formas de interacción social desarrolladas en los momentos precolombinos del Caribe. Esos procesos trajeron aparejada la formación de un mosaico de culturas en las cuales es posible definir un conjunto de rasgos esenciales desde el punto de vista social, religioso, político, económico y de cultura material. Es esto, a juicio nuestro, lo que puede definirse como lo taíno, y dentro de esto se dibuja una diversidad de expresiones que fueron captadas solo levemente por algunos de los llamados cronistas de Indias.

directa entre determinados tipos de objetos y características con una expresión o representación directa del término y de la cultura que este supuestamente designaba. Su uso con este mismo criterio fue ampliado más tarde por el arqueólogo Irving Rouse, quien lo fue modificando a tono con los avances en sus propias investigaciones y las desarrolladas en otros espacios del Caribe.

21


eL pobLamiento de Las antiLLas y Los antecedentes de La cULtUra taína. ¿cómo? Desde los primeros momentos de la conquista algunos escritores europeos comenzaron a especular sobre la larga historia de los nativos de las islas. El padre Fray Bartolomé de Las Casas fue uno de los primeros en referirse a este tema –incluso con cierto sentido de curiosidad arqueológica–, cuando en el tomo II de su Historia de las Indias refiere: Otros cuentan haberse hallado en una piedra de mármol una piedra preciosa, diamante, labrada y polida, y en otra, un sapo vivo…y puede ser todo posible y certísimo. Yo he visto en las mismas minas de Cibao, a estado y dos estados en hondo de tierra virgen, en llanos, al pie de algunos cerros, haber carbones y ceniza, como si hobiera pocos días que se hobiera hecho allí fuego, y por la misma razón hemos de concluir que, en otros tiempos, iba por allí cerca el río, y en aquel lugar hicieron fuego, y después, apartándose más el agua del río... y porque esto no pudo ser sino por gran discurso de años y antiquísimo tiempo, por eso es grande argumento que las gentes destas islas y tierra firme son antiquísimas.

Aro lítico Lítica 31 x 23.5 x 7.1 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

22


A tono con lo anterior, las investigaciones han demostrado que el poblamiento aborigen de las Antillas, y por tanto el establecimiento de las primeras culturas en este espacio, ocurrió hace unos 6,000 años y al parecer estuvo relacionado con cambios climáticos acaecidos alrededor de los años 8000 y 4000 antes de Cristo. Estos cambios generaron importantes transformaciones en los ambientes americanos, sobre todo en las zonas continentales, incidiendo en el agotamiento o reducción de determinadas especies de animales y plantas. Los cambios climáticos (Meggers, 1987; Vargas Arenas, 1987; Sanoja, 1988; Veloz Maggiolo, 1991; Sanoja y Vargas Arenas, 1995) pudieron funcionar como un importante catalizador del movimiento de las primeras comunidades aborígenes desde el continente hacia las islas del Caribe, sobre todo porque debieron enfrentar nuevas condiciones para sus actividades cazadoras y recolectoras, que las obligó a crear nuevas soluciones culturales, dentro de ellas, el asentamiento en las desembocaduras de grandes ríos, donde formaron

23


3 Un elemento de atracción para estos primeros pobladores al momento de escoger los lugares de asentamiento fueron las zonas de manglares y marismas, debido a la alta biodiversidad de los mismos. La gran riqueza de recursos de fauna y flora presentes en esos espacios fue un factor clave en la subsistencia de esas comunidades.

importantes aldeas de pescadores y recolectores, en contraste con una vida anterior más vinculada a la cacería y la recolección en zonas selváticas interiores. Esas comunidades recolectoras iniciaron un proceso migratorio hacia las Antillas alrededor del año 6000 antes de Cristo, el que hasta el momento se ha visualizado en dos rutas esenciales de colonización. La primera, desde Centroamérica –en especial desde zonas de la Costa Atlántica aledañas al actual Belice– hacia las Antillas Mayores, sobre todo a Cuba y La Española –Haití y República Dominicana–, islas a partir de las cuales pudieron moverse hacia el este, hasta alcanzar parte de Puerto Rico. Una segunda ruta estaría vinculada a la zona noreste de Sudamérica y la isla de Trinidad, desde donde estos grupos se movieron a través de las Antillas Menores, hasta alcanzar la parte más occidental del Caribe (Wilson, 2007). Una de las características fundamentales de esos primeros habitantes era su economía fundamentalmente recolectora y cazadora, aunque recientes investigaciones muestran que junto a la colecta y procesamiento de raíces y semillas silvestres, y la recolección de caracoles marinos y terrestres, existió un manejo importante de especies de plantas que se consideraban introducidas posteriormente por lo arahuacos (Pagán Jiménez y Rodríguez Ramos, 2007; Pagán Jiménez, 2011) además de la confección de cerámica incipiente (Ulloa Hung y Valcárcel Rojas, 2013) en algunos de esos contextos. Esto indica que la denominación de arcaicos, o de grupos primitivos y altamente dependientes de la naturaleza debe ser repensada y modificada. En otros casos, los lugares escogidos para asentarse por estos primeros grupos y su relativo semi-sedentarismo o nomadismo, se vinculaba a los ciclos estacionales de la naturaleza, así como a las propias capacidades para aprovechar el ambiente y las riquezas que este pudiera ofrecer.3 Otro elemento de atracción para escoger los lugares de asentamiento por parte de estos primeros pobladores fueron los espacios con disponibilidad de materias primas necesarias para confeccionar sus instrumentos. Una vez en las islas, esos primeros grupos modificaron muchas de sus tradiciones, desarrollando culturas que si bien pueden considerarse derivadas de los antiguos recolectores y cazadores del continente, adoptaron instrumentos diferentes y demostraron grandes habilidades para adaptarse a los nuevos contextos. Los cambios de esos primeros colonizadores aborígenes de las Antillas también están relacionados con su propia interacción. En ese caso, la pista de sus transformaciones en relación con su procedencia y sus tradiciones culturales distintas ha sido seguida por la Arqueología a través del tiempo y el espacio,

24


registrándose su coexistencia e hibridación, sobre todo a partir del año 2000 antes de Cristo (Veloz Maggiolo, 1976, 1980; Wilson, 1999, 2007). La transformación de estos grupos en el contexto de Las Antillas ha sido percibida a través de los cambios en sus expresiones de cultura material –instrumentos–, preferencias en cuanto a la forma y lugares para asentarse –patrones de asentamientos–, así como por las huellas dejadas debido a los procesos económicos vinculados a la explotación del medio –restos de alimentación–. En síntesis, los primeros pobladores del arco antillano, fruto de migraciones en diferentes momentos y desde diferentes espacios continentales de las riveras del mar Caribe, protagonizaron los primeros procesos de interacción y transformación que luego desembocarían en la llamada cultura taína.4 Estas primeras comunidades interactuaron con otros nuevos inmigrantes aborígenes que eran agricultores ceramistas, quienes a su vez se mezclaron con ellos. Después de la llegada de Cristóbal Colón, en el año 1492, algunos cronistas europeos describieron la existencia de posibles núcleos muy aislados de este tipo de poblador más antiguo, sobre todo para la zona más occidental de Cuba y la parte sur occidental de La Española, a los

4 Como parte del desarrollo de estas primeras comunidades primitivas, se han encontrado objetos que indican cierto desarrollo ceremonial o ritual, además de manifestaciones artísticas incipientes, posiblemente vinculadas con la muerte y con los antepasados. Algunas de las expresiones artísticas de estos primeros cazadores-recolectores se han asociado con motivos de líneas y círculos concéntricos que aparecen grabados sobre algunos de sus instrumentos, así como reflejados en formas de pictografías o dibujos que representan trazos y líneas abstractos en algunos abrigos rocosos y cavernas.

que designaron bajo el nombre de guanahatabeyes. Esta última designación, y su relación con grupos de esta naturaleza cultural al momento de la colonización europea, no está del todo clara y actualmente se encuentra en proceso de revisión por las investigaciones arqueológicas (Gonzáles Herrera, 2008; Keegan, 1992, 2000; Rodríguez Ramos, 2008).

Una nueva gente. La llegada de los arahuacos a las Antillas Los antepasados más inmediatos de los aborígenes taínos encontrados por Cristóbal Colón en las Antillas procedían del noreste de Venezuela y zonas aledañas a la actual Guyana. Estos se destacaron por su producción horticultora y por una alfarería de buena calidad, decorada con pinturas de motivos en blanco sobre un fondo rojo. Algunas de sus expresiones culturales iniciales fueron localizadas en el yacimiento arqueológico venezolano ubicado en el bajo Orinoco y conocido como Saladero; de ahí que los investigadores, para seguir el rastro y disposición de esta cultura a través del tiempo y el espacio, la hayan denominado saladoide. Hacia el año 600 antes de Cristo, luego de haber atravesado la selva del Orinoco en dirección noreste, los saladoides alcanzaron las zonas costeras de Venezuela, desde donde penetraron al espacio isleño del Caribe. Hasta el momento, los restos de esa primera

25


tradición horticultora han sido encontrados en el archipiélago de las Antillas, desde la isla de Trinidad hasta el extremo este de la isla La Española (Rouse, 1992; Keegan, 2000). Un rasgo fundamental en ellos, además de su fina cerámica, era su organización en comunidades aldeanas tribales, que subsistían sobre la base de cultivos de raíces, tales como la mandioca amarga (yuca amarga), maíz, y patatas dulces (boniatos o batatas en las Antillas Mayores), entre otras, en combinación con la caza, la pesca y la recolección, con lo cual aseguraban una subsistencia de amplio espectro.5 5 Los arahuacos realizaban el cultivo de la yuca a partir de una técnica conocida como tala y quema del bosque, técnica que requería un uso extensivo del territorio y fue desarrollada de manera más amplia en el ámbito continental, debido a que para practicarla se necesitaba de grandes extensiones de terreno. Este método de cultivo consistía en talar o desmontar la maleza y los árboles de una porción de terreno, y entonces quemarlos. Esa porción de territorio se utilizaba por un período de tiempo limitado, hasta que el suelo rindiera su fertilidad; una vez que esto ocurría, se procedía a desmontar una nueva parcela. Como se observa, este método implicaba una especie de semi sedentarismo en las comunidades que lo practicaban, en tanto cada vez que se hacía necesario un nuevo desmonte, una parte importante de la comunidad debía trasladarse hacia la región donde se inauguraba el nuevo conuco. 6 Estas últimas fueron descubiertas a inicios de la década de los ochenta del siglo XX en el norte

26

Por otro lado, el movimiento de los llamados saladoides hacia las Antillas también se encuentra asociado con la dispersión de aborígenes que hablaban lenguas de la familia Arahuaca (Rouse, 1964) y provenientes de las tierras bajas tropicales de Sudamérica. Como ya se ha planteado, estos constituyeron la base fundamental para el posterior desarrollo de lo que se ha considerado como cultura taína. En las últimas décadas, las investigaciones desarrolladas sobre este segundo momento migratorio hacia las Antillas han demostrado que el mismo fue un proceso más complejo y multilateral de lo que anteriormente se concebía. En primer lugar, no puede ser concebido como un solo y único acontecimiento; en segundo lugar, no debe ser concebido como un paso gradual de isla en isla hasta alcanzar las Antillas Mayores –sobre todo Puerto Rico y el este de La Española–; en tercer lugar, se han localizado expresiones culturales distintas pero contemporáneas con las llamadas saladoides, las cuales posiblemente también hayan sido originadas en el continente sudamericano y no estén totalmente desligadas de la propia tradición arahuaca.6 Esto ha demostrado que los contactos entre las Antillas y el continente, así como las migraciones desde este, fueron algo ininterrumpido, además de alcanzar distintos matices en diferentes momentos y períodos. En relación con los aspectos anteriores, es necesario señalar que posibles viajes exploratorios iniciales hacia las Antillas fueron desarrollados por las comunidades arahuacas como una forma de preparar otros movimientos que involucraban mayor cantidad de población. Las fechas obtenidas por la arqueología del área –fechas de radiocarbono (C14) – indican un movimiento rápido que tuvo lugar alrededor de los 500 años antes de Cristo, y que se desarrolló a partir de un salto directo hasta la cadena de islas más al norte en las Antillas Menores, así como hacia las Islas Vírgenes y Puerto Rico; seguido de posibles movimientos de retorno hacia el sur, que finalmente condujeron al establecimiento o poblamiento en todas las islas de esta región del Caribe. Desde la perspectiva antropológica sobre migración, la colonización saladoide (arahuaca)


del Caribe ha sido catalogada como “salto de rana”, una forma que envuelve el movimiento de grupos sobre considerables distancias después de haberse separado de la comunidad madre (Boomert, 2007; Moore, 2001). En este caso, aunque el número total de emigrantes solo se puede conjeturar, debe rechazarse la idea de una migración masiva y única. El curso de este tipo de movimiento migratorio tiende a ocurrir de manera fiable, es decir, por grupos separados de personas que a menudo están ligados por el parentesco y siguen rutas muy bien definidas, con movimientos de ida y vuelta (Curet, 2005: 30-61). De aquí que el proceso deba pensarse a través de exploraciones que reconocieron los lugares más favorables, recogieron información, y la retransmitieron a nuevos y potenciales emigrantes. La migración de los arahuacos hacia las islas también trajo como consecuencia algunos ajustes en sus patrones culturales iniciales. Los patrones de habitación de los primeros pobladores de esta etnia señalan una preferencia por los lugares no vinculados con la costa; esto ha sido atribuido por algunos investigadores (Petersen, 1997) a cierto conservadurismo que rememoraba inicialmente sus hábitos continentales. Mientras que en un período posterior la distribución de sus asentamientos señala hacia una preferencia, tanto por las zonas costeras, como por el interior de las islas. Este cambio ha sido percibido como una expresión de adaptación al ambiente isleño y en respuesta a otros factores, entre ellos, las presiones demográficas, las capacidades de cultivo, y la disponibilidad de tierras en las pequeñas islas del Caribe oriental. También se ha reconocido su relación con la posible separación de las comunidades para obtener la mayor variedad de los recursos disponibles. En otras palabras, los nuevos patrones de los arahuacos muestran una estrategia de

de las pequeñas Antillas y Puerto Rico (Oliver, 1999; Chanlatte Baik y Narganes Storde, 2005), y han sido denominadas huecoides en atención a sus primeros hallazgos en el yacimiento arqueológico conocido como La Hueca, en la isla de Vieques, aledaña a Puerto Rico. Actualmente la relación de saladoides y huecoides y sus respectivos roles en la colonización horticultora del Caribe no se encuentran del todo claros y existe una discusión a nivel de las investigaciones antropológicas en el Caribe que es conocida como “problema de La Hueca”.

adaptación flexible en diferentes ambientes insulares, y sugieren que estos nuevos emigrantes pudieron ser oportunistas o conservadores al momento de desarrollar los mismos (Haviser, 1997: 67-68). Otro factor importante al momento de ver la colonización de las Antillas por los arahuacos aunque también en los momentos posteriores a esta– se encuentra relacionado con la interacción. Las esferas relacionadas con este tipo de proceso han sido bien trazadas por las investigaciones de los últimos años, y se ha demostrado que en ningún momento fueron comunidades aisladas. La interacción en esas comunidades y los elementos envueltos en ella comprendieron importantes factores de carácter sociopolítico y religioso, además de adquirir matices diferentes en distintos momentos de su desarrollo y adaptación local. Esto evidentemente incidió en el peso y las dimensiones de las propias esferas de intercambio, así como en los

27


Cincel Lítica 21.5 x 2 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

7 Numerosas cuentas y pequeños colgantes zoomorfos con distintiva asociación mitológica fueron elaborados en piedras semi-preciosas, hueso, concha y madera fósil, y se encuentran dispersos a través de toda la región, desde la isla de Puerto Rico hasta Trinidad.

sectores y espacios involucrados. Un elemento importante a tomar en cuenta cuando se aborda este tema es la distribución desigual y discontinua de recursos –sobre todo fuentes de materia prima y recursos económicos– entre las islas del Caribe. Es decir, determinados elementos pueden estar presentes en un área y ausentes en otra, lo que significó un factor importante para estimular el intercambio. Los ejemplos de interacción e intercambio se perciben esencialmente a partir de la alta movilidad de materias primas de diversa índole (lítica, madera, concha, cerámica, etc.), especies vegetales o animales, o productos terminados con una alta significación simbólica o sentido religioso, que fueron confeccionados en materias primas no locales o exóticas. El movimiento e intercambio de estos materiales ha sido seguido desde sus expresiones locales (entre diferentes lugares de una misma isla), hasta expresiones de índole regional (entre islas) o de gran alcance (entre las islas y el continente). Estas últimas variantes parecen haber sido las más comunes en los momentos iniciales de la colonización arahuaca de las Antillas, en la que además se percibe toda una parafernalia de adornos corporales, en particular objetos de microlapidaria, representativos de fauna –entre ella distintos tipos de aves y el jaguar– propia de las zonas continentales, que fueron confeccionados en materias primas exóticas propias del continente o solo de determinadas islas del Caribe (Hofman, et al, 2006).7 Lo acentuado de esas relaciones de intercambio durante la primera etapa de habitación

28


arahuaca en las Antillas también puede percibirse como un aspecto social básico de la propia colonización de este espacio, en tanto aseguraba el mantenimiento de relaciones entre los ocupantes iniciales y sus comunidades matrices. Es decir, funcionaba como una especie de cordón umbilical para las comunidades derivadas o hijas. El mantener estas relaciones también ha sido visto como una especie de “línea salvamento”8 para los emigrantes, la cual respondía a la propia situación de inseguridad que puede representar para

8 Colgantes confeccionados con dientes de animales ajenos a las Antillas, como el jaguar y el jabalí, junto a huesos de otros animales sudamericanos, como el tapir, han sido recuperados en la isla de Vieques (Narganes Storde, 2003).

pequeñas comunidades humanas la adaptación a ambientes vírgenes, desconocidos o de nuevo tipo. En otras palabras, era una especie de estrategia para asegurar la propia supervivencia (Boomert, 2007). Por último, es necesario referir que los primeros arahuacos y sus descendientes insulares han sido designados bajo el termino igneri, el que precisamente deriva de la voz arahuaca eyeri, y cuyo significado es hombre. Su recorrido sobre las islas está marcado esencialmente entre los siglos V antes de Cristo hasta el siglo VI después de Cristo, largo período en que se mantuvieron al margen de la colonización de la mayor parte de las Antillas Mayores –solo se mantuvieron entre la isla de Trinidad y la de Puerto Rico–, fenómeno referido como un gran hiato o pausa en el avance de estos grupos hacia el occidente del Caribe. Esto último ha sido justificado por la presencia de importantes núcleos de población arcaica bien establecidos en ese momento en las Antillas Mayores. En ese mismo sentido, la relación o interacción entre los descendientes de los primeros arcaicos y estos

29


9 Esta última percepción está avalada, entre otras cosas, por la presencia o la continuidad de muchos de los instrumentos y elementos de cultura material y de las experiencias en cuanto al manejo de recursos ecológicos provenientes de los predecesores arcaicos que se mantienen dentro de esos desarrollos locales, y en especial dentro de la cultura taína. 10 El nombre ostionoide viene del asentamiento Ostiones, localizado en la isla de Puerto Rico, donde se encontró inicialmente uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de este grupo a nivel de las Antillas.

nuevos emigrantes arahuacos ha comenzado a ser vista como un factor clave para explicar el carácter de los desarrollos locales que caracterizaron la última parte de la historia precolombina del Caribe, en especial en las Antillas Mayores, y por tanto en las propias variaciones y diversidad de lo que se ha definido dentro de la cultura taína.

Los inicios de la cultura taína. ¿Dónde y cuándo? La colonización y adaptación a las Antillas de los primeros emigrantes arahuacos estuvo acompañada de cambios en otros aspectos de su cultura, lo que dio lugar a desarrollos culturales locales, a partir de la base de ese tronco esencial y de la relación con los descendientes de los predecesores arcaicos. Algunos de esos desarrollos culturales locales están muy relacionados con la propia diversidad de expresiones de lo taíno, que como ya hemos dicho, alcanzó el nivel de desarrollo más alto y resumió muchos de los aspectos de sus antecesores.9 El desarrollo local destacable como antecesor de los taínos en las Antillas Mayores se encuentra en la expresión cultural que los arqueólogos han definido como ostionoide, generada a partir de los cambios y los procesos sufridos por los arahuacos iniciales en la isla de Puerto Rico y el este de la isla Española.10 El estudio de los sitios ostionoides ha demostrado que esta expresión cultural presenta modificaciones en las técnicas de cultivo conocidas hasta ese momento para los arahuacos y desarrolló otras que posiblemente generaron mayores niveles de productividad, así como la aparición de importantes transformaciones en los aspectos cerámicos y en otros aspectos de su parafernalia. Es importante señalar que muchas de las características que luego se observarán en la llamada “cultura taína”–la construcción de bateyes o plazas ceremoniales para el juego de pelota, los rituales empleando sustancias alucinógenas (cohoba), entre otros– se desarrollaron o alcanzaron una buena representación como prácticas en sitios de la cultura ostionoide. Esto nos conduce a plantear con razón que el antecedente más directo en cuanto al desarrollo local conocido como cultura taína se encuentra precisamente en la evolución a partir de la cultura ostionoide, la que a su vez se derivó, como se ha explicado, de las migraciones arahuacas procedentes de las costas de Venezuela. Los desarrollos locales antillanos, en especial en las Antillas Mayores, ocurridos esencialmente entre el siglo V y hasta el siglo VIII después de Cristo, no solo trajeron aparejadas mejoras en la producción agrícola, sino también una estructura social más compleja. Como

30


resultado de esto aparecieron nuevas alfarerías que alcanzaron su propia personalidad. A partir del siglo VII después de Cristo –y quizás antes– las comunidades con cerámicas ostionoides surgidas en Puerto Rico pasaron a la isla de La Española, habitando en zonas de valles como el valle del Cibao y en lugares costeros –todo el sudeste de República Dominicana– y difundiéndose rápidamente por toda la isla. A partir de esas comunidades con cerámica ostionoide, fue básicamente en el este de la isla de La Española y en la isla de Puerto Rico, donde se desarrollaron los rasgos culturales que se han considerado distintivos de la llamada “cultura taína”, y fue en esas regiones donde se gestó la cerámica de estilo chicoide con la que ha sido identificada. Esa cerámica, distintiva de la cultura taína, se encuentra asociada a objetos con un alto nivel de simbolismo y desarrollo en la decoración, que fueron elaborados en hueso, concha, madera y piedra, además de otros elementos que denotan alto grado de complejidad social –plazas ceremoniales, plazas para juegos de pelota, etc.–. Los procesos de formación de la “cultura taína” son, por tanto, locales y autóctonos –en especial en la isla de Santo Domingo y Puerto Rico– y los inicios de sus principales manifestaciones han sido fechados a partir del siglo XI después de Cristo, aproximadamente. Es importante referir que nunca existió un predominio total de la llamada cultura taína sobre todas las Antillas, sino una marcada influencia en ese territorio. Aunque ya hemos comentado que las fuentes históricas de la conquista deben asumirse con cuidado, ya que están siendo rectificadas por las nuevas investigaciones, estas señalan la posible existencia de otros grupos, posiblemente ubicados en el norte de La Española; además de los llamados caribes, que habían ocupado algunas islas de las Antillas Menores, sobre todo desde la actual isla de Guadalupe hasta Granada. Los caribes parecen corresponder a la oleada migratoria de una etnia diferente, que penetró tardíamente en algunas islas de las Antillas Menores desde zonas de Guyana. Para estos últimos, su identificación arqueológica ha sido recientemente reportada en islas como San Vicente y Granada (Hofman y Hoogland, 2017, en proceso editorial). El hecho de que los llamados taínos fueran un grupo en expansión y mayoritario en las Antillas Mayores, además de poseer el mayor grado de desarrollo sociocultural, fue lo que en parte provocó que los europeos en el siglo XV y XVI vivieran en contacto perenne con ellos, y por tal motivo sus crónicas y narraciones se centraran en descripciones relativas a lo que se ha considerado como el modo de vivir de esa cultura. Es necesario destacar que la llamada cultura taína se desarrolló fundamentalmente entre

31


32


Olla navicular 350-1500 d. C. Barro 6.5 x 10 x 10 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

los siglos XI después de Cristo hasta la segunda mitad del siglo XVI después de Cristo, y su extensión desde el punto de vista geográfico abarcó principalmente casi toda la isla de La Española –actualmente República Dominicana y Haití–, la isla de Puerto Rico, el Oriente de la isla de Cuba, parte de la isla de Jamaica, las Islas Vírgenes, y las islas Bahamas o Lucayas. Desde esa percepción geográfica, y tomando en cuenta la variabilidad y diversidad de sus niveles de desarrollo cultural, algunos investigadores (Rouse, 1992) han dividido el poblamiento taíno de las Antillas en tres sectores: Taínos clásicos –isla de La Española, Puerto Rico y el extremo oriental de Cuba–; taínos occidentales –los que ocuparon Las Bahamas, Jamaica y la mayor parte de Cuba– y taínos orientales –los que ocuparon las islas entre Vieques y Guadalupe–.

cULtUra taína. tecno-economía. ¿cómo Lo hacían? Desde el punto de vista económico, los taínos fueron importantes agricultores y además conocían el arte de la alfarería, en el que lograron crear piezas con un gran valor estético. La agricultura como actividad económica fundamental se basaba en el cultivo de la yuca, tubérculo muy común a la zona del Caribe y Sudamérica, y que se procesaba para obtener una torta, especie de pan, conocido como casabe. El casabe por demás era su base de alimentación, unido a otros complementos, como el maíz, batatas, guáyiga, yautía, pescado, o la carne de algunos animales que eran producto de la caza o la pesca. Para el desarrollo de las actividades agrícolas, así como para la confección del casabe, los taínos utilizaron una base instrumental compleja. Dentro de ella encontramos las hachas petaloides,11 hachas de piedra enmangadas en madera y utilizadas para desbrozar el bosque o limpiar el terreno en el que luego se realizaría la siembra. Además de emplearse como instrumentos de trabajo, las hachas también servían como armas y se les llamaba macanas. Conjuntamente con las hachas petaloides, otro tipo de hacha fue utilizada por los taínos; estas eran monolíticas, es decir, estaban confeccionadas completamente en piedra, incluido el mango. Una vez el terreno era desbrozado o talado, se prendía fuego a las ramas y las cenizas servían como abono. Este sistema agrícola, como se ha comentado anteriormente, se conoce como tala y quema o agricultura de roza, y no fue desechado del todo por los

11 Esta designación se encuentra fundamentada por su forma que se asemeja al pétalo de una flor.

33


12 El sistema de montones agrícolas consistía en remover el terreno creando una especie de montículos desde cuatro a doce metros de diámetro, sobre los cuales era posible sembrar y cultivar de modo estable y permanente. Es por ello que este sistema garantizaba una mayor productividad en tanto producía en el terreno un efecto similar al que produciría el empleo del arado hoy en día. Este sistema además de acumular y remover la tierra podía incluir el uso de residuos a manera de abonos lo cual permitía alcanzar aún mayores rendimientos.

taínos en tanto se combinaba con el sistema agrícola más común y productivo, el de los montones agrícolas.12 Para la obtención de la harina del casabe se utilizaban guayos o ralladores, instrumentos que podían ser confeccionados en madera o piedra. Mientras que para extraer el jugo tóxico se utilizaba una especie de manga tejida con fibras en las que se depositaba la harina de yuca y se exprimía por uno de sus extremos. A este instrumento se le llamaba cibucán o cebucán. Es importante decir que las actividades vinculadas con el procesamiento de la yuca para obtener el pan de casabe eran realizadas por las mujeres de la comunidad. Otros instrumentos básicos en el desarrollo de labores agrícolas fueron los bastones o coas, que servían para plantar, además de los buriles de piedra para trabajar la madera. Por otro lado, en algunas actividades vinculadas con el procesamiento de granos –como el maíz– u otros tipos de semillas, los taínos utilizaron instrumentos como los majadores. Muchos de ellos con representaciones antropomorfas –humanas– o zoomorfas –de animales–, lo cual evidencia la asimilación de elementos de la naturaleza y del propio ser humano a los que les concedían un carácter mágico. Como se ha mencionado antes, entre los cultivos y frutos que sirvieron como base a la alimentación, además de la yuca, se encuentra el maíz, la guáyiga o guállaga –colectada de forma silvestre–, la papaya o lechosa, el corozo o corojo, la guayaba, los frijoles, la guanábana, etc. Otras plantas fueron utilizadas en actividades rituales o como árboles maderables para la construcción de viviendas, instrumentos de trabajo, e incluso sus cemíes o deidades. Dentro de estas últimas, algunas de las más importantes fueron: el tabaco (Nicotiana tabacum), la cohoba (Pictadenia peregrina), el algodón (Gossypium spp), y varias especies de plantas leñosas y maderables como la guácima (Guazuma ulmifolia), el guayacán (Guaiacum sanctus), el higüero o güira (Crescentia cujete), entre otras. Aunque los taínos basaron sus actividades económicas esencialmente en la agricultura, estas se complementaron con actividades como la caza, la pesca y la recolección, las que garantizaban un mayor equilibrio en su dieta. La caza incluía varios tipos de roedores, llamados hutías o jutías, así como una gran variedad de aves y de mamíferos mayores, como el manatí. En lo que se refiere a la recolección, destacan varias especies de cangrejos y moluscos marinos o terrestres, mientras en la pesca sobresalen varias especies de tortugas (Quelónidos) y peces óseos de grandes dimensiones. Es importante tener presente que la actividad pesquera podía realizarse lo mismo en el río que en el mar y se efectuaba de

34


diferentes formas –utilizando redes, anzuelos atragantadores de hueso o concha, arpones–. Una técnica de pesca curiosa fue la practicada con el pez rémora (Remora echeneeis). Este pez se encuentra provisto de una ventosa con la que puede adherirse a una presa de mayores dimensiones. Debido a esto el pez era atado con un cordel, y una vez adherido a la presa, era halado hasta traerla a la embarcación desde donde se realizaba la pesca. Para la pesca y transporte marítimo o fluvial, los taínos utilizaron embarcaciones movidas por remos. Existían tres tipos de embarcaciones de acuerdo con sus dimensiones: la canoa, el cayuco y el curiale. Su construcción se realizaba con procedimientos complejos y se empleaban instrumentos líticos y el fuego para cortar árboles de grandes dimensiones, ahuecar sus troncos, y darles la forma deseada. La concha de algunos moluscos también fue utilizada como materia prima para la cons-

13 Las potizas son recipientes de boca estrecha utilizados como contenedores de líquidos, y generalmente exhiben decoraciones en su cuello o en su parte superior. Las más comunes son las representaciones antropomorfas –de cara humana–, lo que además de señalar hacia una función propiamente utilitaria –contenedor de líquidos– refieren un alto carácter simbólico-artístico y ritual.

trucción de amuletos, adornos corporales, objetos ceremoniales, pequeños ídolos o instrumentos de trabajo, e incluso instrumentos musicales –como el fotuto–; estos generalmente eran construidos a partir de la concha de grandes moluscos marinos. Una de las actividades que caracteriza a la cultura taína, y en la que lograron un alto desarrollo estético, fue la confección de alfarería. Los taínos confeccionaron vasijas y recipientes de diferentes formas –globulares o abombadas, de boca abierta o boca estrecha, con hombro o respaldo, de uno o más cuerpos– y dimensiones, de acuerdo con el uso al que estuvieran destinados. Algo muy importante es que en casi todos los casos los recipientes eran decorados. Las decoraciones se podían realizar modelando representaciones de figuras humanas o de animales, sobre todo en las asas. También podían realizarse a partir de incisiones en el cuerpo de las vasijas. La cerámica taína, además de constituir una de sus expresiones más prolíferas, constituye una de las vías más importantes de representación de su arte. A través de ella representaron sus creencias mágicas y religiosas. Es así porque en ellos el arte no se encontraba desvinculado del mundo mágico y de la naturaleza a la cual veneraban, y esto explica que la representación humana y de animales sea recurrente, tanto en cerámica, como en objetos elaborados en otros materiales. En el caso de la cerámica, un lugar especial dentro de esas representaciones lo tienen los llamados vasos efigies, y las llamadas potizas.13 En ambos tipos de piezas se observa una especie de barroquismo en las decoraciones que generalmente reproduce motivos zoomorfos o de figuras humanas, e incluso la combinación de ambos –antropozoomorfos–. También son recurrentes los temas o motivos relacionados con la fertilidad y con la

35


Sello o pintadera 350-1500 d. C. Barro 5.4 x 1 cm Donaciรณn de Bernardo Vega Colecciรณn Centro Leรณn

36


Guayo o rallador 350-1500 d. C. Lítica 31 x 27 x 4.8 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

37


capacidad de procreación, tanto femenina como masculina, lo que refleja una especie de síntesis sobre la capacidad de regeneración humana, así como de la propia naturaleza. La actividad alfarera dentro de los taínos también era acometida por las mujeres, y a través de ella esta cultura ha legado una buena parte de su arte, creencias, y de su propia visión del mundo. Además, la identificación de su estilo alfarero y su forma de decorar los recipientes se ha constituido en uno de los elementos básicos que caracteriza a la gente y la cultura que se ha definido como taína.

14 Recientes investigaciones (Curet, 2003), además de enfatizar en la existencia de una diversidad de amplio espectro entre las formas de organización sociopolíticas que caracterizaban al Caribe, incluyendo varias formas de igualitarismo y de desigualdad social, han propuesto el término de sociedades de rango medio para referirse a grupos con una organización intermedia entre el nivel de banda y las sociedades estatales. En este caso, el término cacicazgo se identifica solo con sociedades altamente estratificadas y con organizaciones sociopolíticas de tipo jerarquizada. Estas últimas son precisamente las reportadas por los cronistas españoles para las Antillas Mayores. 15 Por desigualdad social institucionalizada se entiende a las sociedades donde existen diferencias en el estatus y en el acceso a los recursos (económicos, sociales o simbólicos) basados sobre todo en la adscripción. Aunque la desigualdad y diferencias

38

Taínos. Sociedad, arte y cosmología. ¿Cómo se organizaban? ¿En qué creían? Las apreciaciones sobre la organización social entre los taínos han estado generalmente dirigidas hacia los llamados cacicazgos, a los que algunos historiadores españoles de la conquista compararon con pequeños reinos feudales. El cacicazgo estuvo entre las formas de organización política y social más complejas del Caribe al momento del contacto con los europeos. Sin embargo, este tipo de organización no fue prevaleciente en todas las islas, por lo que el nivel de complejidad y los patrones descritos en las crónicas históricas son esencialmente válidos para parte de las Antillas Mayores –sobre todo la isla La Española y Puerto Rico– y han sido precisamente observados en correspondencia con lo que se ha definido como cultura taína.14 Los cacicazgos fueron organizaciones políticas basadas en centros hegemónicos y relaciones jerárquicas de poder que se expresaban tanto en contextos locales como en las relaciones entre aldeas o poblados. Las organizaciones cacicales también implicaban formas de intercambio social activas que adquirieron dimensiones o formas de alianzas políticas o económicas materializadas o logradas de diversa manera –matrimonios, subordinación política, mecanismos de reciprocidad económica, entre otras–. Los cacicazgos también implicaron la existencia de una jerarquía detentada por un individuo, un grupo de individuos, o un determinado linaje, cuya posición social se justificaba y mantenía de diversas maneras –mecanismos de control social, ideológicos– e incluso asumió carácter hereditario.15 Las huellas de la cultura material asociada a esa jerarquía, así como su diversidad, han sido contempladas para diferentes islas, entre ellas La Española, Puerto Rico y Cuba, y asumidas como una prueba de la diversidad de estrategias que las élites de estos espacios utilizaban para justificar su propia posición y adquirir poder y prestigio; es decir, las formas en que estas hacían uso o manipulaban los aspectos ideológicos o culturales en


aras de reforzar la cohesión y la estabilidad. Esto a su vez se materializaba en diferentes estructuras o formas de organización política. En otras palabras, un factor influyente en la propia diversidad presente a nivel de la cultura material taína, en especial en lo que se ha definido como sus expresiones artísticas, se relaciona con las formas de manejo de estos mecanismos ideológicos, lo que a su vez se vincula con diferentes formas de organización de las estructuras de poder (Curet, 2003:19). A tono con lo anterior, las investigaciones han percibido que durante el desarrollo taíno en las Antillas se comenzaron a adicionar objetos que tienen sus paralelos en el área istmo-colombiana –Centroamérica y el noroeste de América del Sur–, lo cual ha sido evaluado como algo muy vinculado con esta perspectiva diferenciadora, la capacidad de entablar contactos lejanos y de incorporar técnicas y materiales de esas tierras. Es posible que estos fueran elementos de importancia constante en esas sociedades y sirvieran para la legitimación del poder de ciertos agentes, y por tanto, para el escalamiento vertical a nivel intrasocial (Rodríguez y Pagán, 2007). Desde el punto de vista productivo o económico, los cacicazgos pudieron poner en práctica la especialización de una aldea o poblado en la explotación de entornos ecológicos o fuentes de recursos específicos, lo que garantizaba el acceso a productos o recursos que no podían encontrase en determinados ambientes. La red de intercambios dentro de un cacicazgo permitía este tipo de complementación. Gracias a esos intercambios, cada centro habitado podía disfrutar de productos alimenticios u obras de artesanía que eran comunes solo a ciertas zonas de la isla o a ciertas islas. En otras palabras, un cacicazgo o las zonas de influencia de un cacicazgo no necesariamente se limitaban al entorno o límites geográficos de una isla, podían traspasar esas fronteras, estableciendo mecanismos de intercambio y alianzas que formaron parte de las estrategias de expansión política y de la propia cultura taína. Este factor quizás contribuyó a perfilar la visión de uniformidad cultural que hasta cierto punto encontramos en las crónicas históricas. Al momento de la llegada de los colonizadores europeos a la isla de La Española –octubre de 1492– esta se encontraba dividida en varios cacicazgos,16 los que no marcaban una división regional al estilo de las fronteras geográficas contemporáneas, sino zonas de influencia relacionadas con los mecanismos de alianza y centralización en torno a la jerarquía de un individuo o grupo de individuos sobre otros. Es decir, el cacicazgo como una forma de organización agrupaba a varios caciques bajo el mandato de un cacique principal. La distribución de lo que se producía estaba supeditada al dominio cacical y el cacique

de estatus existen en todas las sociedades, incluidas las llamadas bandas y grupos tribales, la institucionalización de la desigualdad social se refiere a casos donde la desigualdad viene desde grupos de familias o linajes e incluye algunas formas de herencia o de poder oficial (a través de pertenecer o ser miembro de una élite o descender directamente de un grupo de parentesco). 16 Los cacicazgos que se conocen para la isla de La Española se denominaban Jaragua, Marién, Maguana, Maguá e Higüey. El más densamente poblado al momento de la conquista parece haber sido el de Maguá.

39


Olla ondulada 350-1500 d. C. Barro 13 x 26.2 x 22 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

podía desviar un sobrante de esa producción para actividades rituales, fiestas, u otros actos colectivos de la comunidad, los que a su vez estaban encaminados a reforzar su propia posición política y los mecanismos sociales de alianza que la sostenían. En otras palabras, los taínos perfeccionaron una organización social que estaba encaminada a lograr la estabilidad, y podían almacenar productos que servirían para ser consumidos ante ciertas eventualidades. En general, la taína fue una sociedad basada en la jerarquía y con una especie de estructura piramidal. En la parte más alta estaban los caciques con mayores poderes políticos, acompañados por una especie de nobles llamados nitaínos; también estaba el behique o curandero, quien gracias a sus conocimientos en prácticas de este tipo, así como su papel en el culto a los cemíes, tenía una gran influencia sobre la comunidad, mientras la mayoría de la población, la base de la pirámide social, estaba conformada por los naborias. La organización del trabajo entre los taínos se basaba en criterios de sexo y edad. Las mujeres, como ya dijimos, hacían las funciones de alfarería así como la confección del casabe; los hombres por su parte, cazaban, pescaban y recolectaban, y si era necesario iban a la guerra, además de ayudar a las mujeres en las faenas agrícolas. Los niños podían cuidar de los sembrados. Las casas presentaban varias formas y denominaciones. Con el nombre de bohíos se identificaban las casas donde vivían los caciques y miembros de los estamentos importantes dentro de la sociedad. Estas tenían forma rectangular, con techos a dos aguas. Otras casas más grandes eran de planta circular y se les llamaba caney. Los poblados generalmente se construían alrededor de un espacio o plaza central llamado batey, en el que se podían desarrollar reuniones, rituales importantes y juegos de pelota. Es decir, era un espacio que podría considerarse ceremonial y de gran importancia social. En ocasiones, muy cerca de esas plazas los taínos sepultaban a sus muertos, constituyendo como especies de cementerios donde los difuntos eran acompañados con objetos de uso, como ofrendas funerarias, entre ellos vasijas, collares, instrumentos de trabajo y amuletos, que revelan las diversas escalas de importancia entre los habitantes. Los taínos fueron observadores del ritmo de la naturaleza y, a través de su conocimiento, aspiraban a manejar su ambiente y anticiparse al futuro. De esta manera, desarrollaron estrategias para mantener una armonía o una coordinación con los eventos que ocurrían en el día a día o en cada época. Un considerable cuerpo de conocimientos fue desarrollado a partir de la observación del comportamiento del mundo y de todas las cosas que en él

40


ocurrían, fueran estas vivientes o no, al tiempo que desarrollaban explicaciones acerca de por qué y cómo ese sistema-mundo estaba estructurado. Esa visión o esa cosmología es clave para explicar y entender las creencias religiosas en los taínos (Oliver, 1997). Las relaciones armónicas entre estos seres humanos y la naturaleza –sistema-mundo– era algo altamente deseable, y por tanto la cosmología taína refleja un mundo no estático, una dinámica y una visión del universo que es una especie de movimiento pendular entre la estabilidad y la entropía, entre la calma y el caos, que funcionaban como fuerzas antagónicas. Los taínos intentaron capturar algunas cualidades de esas fuerzas antagónicas y personificarlas en los llamados cemíes (dioses). La explicación de la naturaleza de esas fuerzas, y el

41


17 Por ejemplo, en tanto la yuca era un alimento fundamental para los taínos, dentro de sus creencias tenían un dios o cemí que la simbolizaba y que estaba muy relacionado con las buenas cosechas y la fertilidad o con la capacidad de procrear de la tierra. Este es el caso de las llamadas piedras de tres puntas o trigonolitos, que según las creencias de los aborígenes tenían la función de garantizar esa fertilidad y la buena cosecha de la yuca. Los trigonolitos, según nos describen los cronistas españoles, eran enterrados por los taínos en sus campos de cultivo, como una forma de producir este efecto fertilizador o fecundador en la tierra. 18 En cuanto al arte taíno, es importante decir que estos no usaron la fundición de metales y trabajaron escasamente el oro, laminándolo después de haberlo calentado a base de la percusión. Estas laminillas se podían emplear esencialmente como colgantes o pendientes, y también podían emplearse como incrustaciones, sobre todo en los ojos o las dentaduras de figuras o ídolos hechos en otros materiales, como madera o concha.

intento de manejar su funcionamiento para introducir la estabilidad o el cambio es, por tanto, el centro de su religión. Era además la motivación esencial de sus rituales y ceremonias, como los areitos, los juegos de pelota rituales (batey), designados precisamente como una forma de tratar ese desorden y producir integración social. (Oliver, 1997:140-141). En el caso de los areitos, eran festividades o ceremonias colectivas con la función esencial de reforzar la cohesión y unidad del grupo. Durante las mismas se podía danzar, recurrir a mecanismos nemotécnicos que relataban hechos o acontecimientos de los antepasados, a través de historias orales. Los areitos, por tanto, se relacionaban con momentos especiales en la vida de la comunidad. En otros casos también se hacía la cohoba, ritual que consistía en ingerir polvos alucinógenos a través de la nariz por parte de los caciques o behiques, lo que generaba un estado de trance y la supuesta comunicación con los cemíes, es decir, con la personificación de las fuerzas. Esta capacidad de comunicación evidentemente implicaba un intento de predicción o de control de esas fuerzas que además contribuía a reforzar la propia posición social de quienes la poseían. Por otro lado, constituía una ceremonia donde se tomaban las decisiones más importantes, las que en este caso siempre se vinculaban con una trascendencia más allá de lo humano. Esta visión cosmológica es también clave para comprender las expresiones mitológicas vinculadas con las creencias taínas. En ellas se rememoraban aspectos asociados a sus propios orígenes como comunidad –mitos de origen–, a los elementos de su entorno –el origen del mar, los peces, etc.– y, al igual que en otras mitologías, a muchos de los elementos de su cultura, sobre todo los referentes a conocimientos básicos desde el punto de vista tecnológico –la agricultura, la confección del casabe, técnicas artesanales, etc.–, actividades de su propia reproducción social –rito de la cohoba, conocimientos curativos– que, según esos mitos, les fueron otorgados por héroes culturales o les fueron arrebatados a seres mitológicos. No es de extrañar entonces que muchas de las expresiones consideradas como tesoros del arte taíno estén necesariamente vinculadas a esa cosmología y religiosidad.17 El arte taíno presenta una estrecha relación con la manera de vivir de este grupo y su ambiente es el recinto de las divinidades que se veneran. Sus creencias se centraron en la naturaleza y se relacionaron directamente con determinados espacios de ella, por ejemplo el mar, las cuevas, la foresta, y en general todo lo insólito y particular que se presentara dentro del entorno. Fue un arte funcional ligado a un uso práctico,18 y al mismo tiempo trataba de integrarse mediante ornamentaciones y colores al mundo de sus creencias. En tanto arte, se asumía

42


como una manera de atraer energía para quien se servía de él, y fue a su vez en la búsqueda de esa energía que se desarrollaron ciertos valores estéticos. En otras palabras, los objetos que se consideran expresión del arte taíno también tenían como destino referenciar la posición de aquellos a los que estaban destinados, y a través de ellos acrecentar su poder. Como los objetos estaban relacionados con las fuerzas cósmicas, eran capaces de atraer sobre quienes los usaban una energía que necesitaban para ejercer sus funciones (Veloz y Zanin, 1999). En general, el universo artístico taíno se movía dentro de un contexto preponderantemente religioso, donde la religión era una forma importante de cohesión social. En ese caso, muchos objetos que aparentemente tenían un uso cotidiano terminaron por introducirse en espacios cuyo objetivo principal era la ritualidad. En síntesis, los taínos supieron combinar magistralmente sus creencias religiosas con el arte, la tecnología y la creatividad.

La trascendencia. ¿Qué nos quedó? El fin La tendencia a considerar –consciente o inconscientemente– los inicios de la historia del Caribe a partir del arribo de los europeos es todavía común en algunos predios académicos y populares. Esta idea generalmente se encuentra fundamentada por un desconocimiento de la historia aborigen anterior a ese suceso, y por la ausencia de un núcleo poblacional indígena fuerte en el Caribe de hoy. Ambos factores han contribuido a generar una visión limitada, y en ocasiones nula, del aporte de estos grupos humanos a la historia y la cultura de la región. Esto también ha ayudado a desdibujar las huellas del pasado precolombino en las culturas caribeñas, remitiéndolas casi siempre a la mera presencia de elementos de cultura material, vocablos, técnicas, tipos de cultivo, formas de viviendas, entre otros, percibidos como las filiaciones inamovibles o enclaustradas de una cultura. Es evidente que existe una estrecha relación entre el reconocimiento de la historia precolombina del Caribe, el conocimiento de las dinámicas que desembocaron en la formación y desarrollo de la cultura taína y la historia posterior de este espacio humano. Si bien es cierto que en la historia del Caribe y en la conformación de sus culturas actuales han desempeñado un importante papel las migraciones de personas desde distintas partes del mundo, ese proceso no comenzó con la llegada de Cristóbal Colón, y esas sucesivas oleadas se asentaron sobre una base, unos cimientos consolidados como resultado de procesos complejos y centenarios que tuvieron lugar en el contexto de las islas: la cultura taína.

43


El llamado ocaso de esta cultura, provocado por la colonización, no ha significado su total desaparición. Muchos de sus elementos o aportes se encuentran presentes en la cultura caribeña actual, y muchos llegaron a nosotros a través de los propios colonizadores, quienes tuvieron que adoptarlos para resolver necesidades concretas de un contexto natural para el cual no estaban preparados, o a través de los esclavos africanos que fueron traídos para sustituir la falta de mano de obra indígena, una vez que estos comenzaron a desaparecer físicamente. Es justo pensar entonces que un número importante de las costumbres y prácticas de aquellos hombres y mujeres se nos hacen irreconocibles en nuestra realidad, pero están ahí, formando parte de lo que hoy podemos llamar cultura caribeña.

44


Referencias Boomert, Arie, Movilidad en las Indias Occidentales: Las Migraciones saladoide y huecoide, El Caribe Arqueológico, No. 10, Casa del Caribe, 2007. Chanlatte Baik, Luis A., Narganes Storde, Yvonne, Cultura La Hueca, Río Piedras, Universidad de Puerto Rico, 2005. Curet, Antonio, Issues on the Diversity and Emergence of Middle-Range Societies of the Ancient Caribbean: A Critique, en Journal of Archaeological Research, Vol. 11, March: 1-41, 2003. _________ Caribbean Paleodemography: Population, Culture History, and Sociopolitical Processes in Ancient Puerto Rico, Tuscaloosa: The University of Alabama Press, 2005. _________ The Taíno: Phenomena, Concepts, and Terms, Ethnohistory 61(3): 467-495, 2014. González Herrera, U., Ciboneyes, Guanahatabeyes y Cronistas, Discusión en torno a problemas de reconstrucción etnohistórica en Cuba, El Caribe Arqueológico 11: 98-105, 2008. García Arévalo, Manuel, El arte taíno y la identidad nacional dominicana, Ediciones de la Fundación García Arévalo, Santo Domingo, 1999. _________ Los taínos en los apuntes de Cristóbal Colón, Ediciones de la Fundación García Arévalo, Santo Domingo, 2003. Harrington, Mark R., Cuba antes de Colón, Cultural S.A., La Habana, 1936. Haviser, Jay B, Sttlement Strategies in the Early Ceramic Age en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. Hofman, Corinne; Boomert, Arie; Bright, Alistair; Hoogland, Menno LP; Knippenberg, Sebatiaan; Samson, Alice V. M.; Ties with the 'homeland': archipelagic interaction and the enduring role of the South American mainland in the pre-colonial Lesser Antilles (inédito), Ponencia presentada en el 71st meeting of the Society for American Archaeology, San Juan, Puerto Rico, abril 26-30, 2006. Keegan, William, The People who Discovered Columbus. The prehistory of the Bahamas. University Press of Florida, 1992. _________ West Indian Archaeology. Ceramic Age. Journal of Archaeological Research 8 (2): 135-67, 2000. Las Casas, Bartolomé, Historia de Las Indias T. II, Imprenta de Miguel Ginesta, Madrid, 1875. Meggers, Betty, Oscilación climática y cronología cultural en el Caribe en Actas del Tercer Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington D.C., Editado por Mario Sanoja, 1987. Moore, John H., Evaluating five models of human colonization, American Anthropologist 103 (2): 395-408, 2001. Narganes Storde, Yvonne M., Pendientes antillanos, animales suramericanos, Proceedings of the Twentieth International Congress for Caribbean Archaeology, Santo Domingo 2003, I: 213-220.

45


Oliver, José R., Taíno cosmos, en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. _________ The ‘La Hueca problem’ in Puerto Rico and the Caribbean: Old problems, new perspectives, possible solutions, en Corinne L. Hofman & Menno L. P. Hoogland, eds., Archaeological Investigations on St. Martin (Lesser Antilles): The Sites of Norman Estate, Anse des Pères and Hope Estate With a Contribution to the ‘La Hueca Problem’: 253-297, Leiden: Leiden University, 1999. _________ El universo material y espiritual de los taínos, en El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el universo taíno, editado por J. Oliver, C. McEwan y A. Casas Giberga, pp. 137-201, Ministerio de Cultura, Museu Barbier-Mueller Art Precolombí y Fundación Caixagalicia, Barcelona, 2008. Pagán Jimenez, J., Early phytocultural processes in the pre-Colonial Antilles. A pan-Caribbean survey for an ongoing starch grain research, en Communities in contact. Essays in archaeology, ethnohistory and ethnography of the Amerindian circum-Caribbean, editado por C. L. Hofman y A. van Duijvenbode, pp. 87-116, Sidestone Press, Leiden, 2011. Pagán Jiménez, J.; Rodríguez Ramos, R.; Sobre el origen de la agricultura en las Antillas, en Proceeding of the Twenty First Congress of the International Association for Caribbean Archaeology, editado por B. Reid, H. Petitjean Roget y A. Curet, pp. 252-259 Vol. I, University of West Indies, St. Agustine, Trinidad and Tobago, 2007. Pané, Fray Ramón, Relación acerca de las antigüedades de los indios, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1990. Petersen, James B., Taíno, Island Carib, and Prehistoric Amerindian. Economies in the West Indies: Tropical Forest Adaptations to Island Environments, en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. Petersen, James B; Hofman, Corinne L.; Curet, Antonio; Time and Culture: Chonology and Taxonomy in Eastern Caribbean and the Guianas, en Late Ceramic Age Societies in the Eastern Caribbean. Andre Delpuech y Corinne L. Hofman, BAR International Series, París, 2004. Rouse, B. Irving, Prehistory of the West Indies, Science 144: 499-514, 1964. _________ The Taínos: Rise and Decline of the People Who Greeted Columbus. New Haven: Yale University Press, 1992. Rodriguez, Reniel; Pagán, Jaime; Las Antillas en el contexto del Circun-Caribe: cincuenta años después (inédito), ponencia discutida en el contexto del equipo de investigaciones arqueológicas del Caribe, Universidad de Leiden, Holanda, mayo 2006. Sanoja, Mario, La formación de cazadores recolectores en Venezuela, en Actas del Segundo Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington, D.C., 1988. Sanoja, Mario; Vargas, Iraida; Gente de la canoa, Fondo Editorial Tropykos, Caracas, 1995. Vargas, Iraida, Sociedad y naturaleza: mediaciones y determinaciones del cambio social, en Actas del Tercer Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington D.C., editado por Mario Sanoja, 1987.

46


Vega, Bernardo, Los cacicazgos de la Hispaniola, Ediciones del Museo del Hombre Dominicano, Santo Domingo, 1980. Veloz Maggiolo, Marcio, Medio ambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo, Editora de la UASD, t. I, Santo Domingo, 1976. _________ Arte indígena y Economía en Santo Domingo, Ediciones Cohoba, Santo Domingo, República Dominicana, 1977. _________ Las sociedades arcaicas de Santo Domingo, Coediciones Museo del Hombre Dominicano - Fundación García Arévalo, Santo Domingo, 1980. _________ Panorama histórico del Caribe precolombino, Banco Central de la República Dominicana, Santo Domingo, 1991. Veloz, Marcio; Zanin, Daniela, Historia arte y cultura en las antillas precolombinas, Editora Universitaria, Santo Domingo, 1999. Wilson, Samuel M., Cultural Pluralism and the Emergence of Complex Society in the Greater Antilles, en Actas del XVIII Congreso Internacional de Arqueología del Caribe, editadas por la Asociación Internacional de Arqueología del Caribe, Guadalupe: 7-13, 1999. _________ The Archaeology of the Caribbean, Cambridge University Press, New York, 2007.

47


Guayacán Incisiones, laberintos, espirales, puntos, anillos y meandros… exactitud de líneas y calculada simetría. El amplio repertorio artístico de los taínos ha perdurado en el tiempo y se expresa a través de obras que fueron elaboradas en barro, hueso, concha, piedra y maderas tan recias como el guayacán. Este extraordinario conjunto de objetos emblemáticos demuestra que los taínos trabajaban creando y creaban trabajando.

Potiza 350-1500 d. C. Barro 44 x 42 x 10 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

48



Vasija para inhalaci贸n 350-1500 d. C. Barro 12.5 x 18 x 21.8 cm Donaci贸n de Gustavo Tavares Grieser Colecci贸n Centro Le贸n

50


Olla decorada 350-1500 d. C. Barro 20.5 x 39 x 35.6 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn

51


Vaso efigie 350-1500 d. C. Barro 20 x 11 x 9.5 cm Donaciรณn Bernardo Vega Colecciรณn Centro Leรณn

52


Vaso efigie 825-1500 d. C. Barro 6 x 4.5 x 4.5 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn

53


Asa zoomorfa 350-1500 d. C. Barro 6.2 x 5.2 x 3.7 cm Donaciรณn de Bernardo Vega Colecciรณn Centro Leรณn

54


Asa antropomorfa 350-1500 d. C. Barro 5.8 x 6.6 x 3 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Asa antropomorfa 825-1500 d. C. Barro 5.8 x 5.2 x 2.7 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

55


Cabeza macorix 350-1500 d. C. Lítica 15.8 x 6.8 x 9.5 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

56


Cabeza macorix 350-1500 d. C. Lítica 17 x 10 x 26.5 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León


Pectoral 350-1500 d. C. Concha 9 x 9.5 x 7 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn

58


Cuchara 350-1500 d. C. Hueso 10.2 x 2.7 x 1.2 cm Donaciรณn de Bernardo Vega Colecciรณn Centro Leรณn

59


Genaro Reyes (Miches, El Seibo, 1966)

Indocumentados 2000 Metal ensamblado y soldadura 29 x 37 x 101 cm Premio XVIII Concurso de Arte Eduardo Leรณn Jimenes, 2000 Colecciรณn Eduardo Leรณn Jimenes de Artes Visuales

60


61


Vasija navicular doble 350-1500 d. C. Barro 11.8 x 12.3 x 11.3 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Huracán Con materias primas naturales, los taínos construyeron sus instrumentos de uso cotidiano y personificaron a sus dioses de manera que ellos también eran la propia naturaleza representada. Resulta asombroso apreciar las tallas, grabados, bajos relieves y otras manualidades utilizadas por una sociedad que no conoció los metales, pero que supo lograr un fino acabado en cada pieza. La conjugación de elementos ambientales y sociales adquirió entre ellos las dimensiones de un lenguaje que se expresaba a través de la cultura oral y material, aunque no escrita. Su mejor forma de comunicación perdurable se logró con la aplicación de la pintura y la escultura a diferentes objetos artístico-utilitarios. Estas piezas y un gran conjunto de palabras para nombrarlas o asociarlas con sus contextos respectivos, han sobrevivido hasta hoy demostrando la gran inteligencia perceptiva de sus autores.


63


Buril 350-1500 d. C. Lítica 14 x 3 x 2.6 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Metate plano 350-1500 d. C. Lítica 7 x 25 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Majador ovalado 2500-1000 a. C. Lítica 4.8 x 6.8 x 10 cm Donación de Salomón Jorge Colección Centro León

64


65


Pesa de red 350-1500 d. C. Lítica 2.7 x 5 x 5.7 cm Donación de Eduardo León Herbert Colección Centro León

Majador ceremonial 350-1500 d. C. Lítica 15 x 10 x 14 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

66


Majador ceremonial 350-1500 d. C. Lítica 12 x 5 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

Ídolo sedente 350-1500 d. C. Lítica 26.5 x 13 x 13 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

67


ร dolo antropomorfo 350-1500 d. C. Madera 18 x 9.7 x 12.5 cm Donaciรณn de Bernardo Vega Colecciรณn Centro Leรณn

68


69


Hacha monolítica 350-1500 d. C. Lítica 20 x 13 x 3.8 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Hacha petaloide 350-1500 d. C. Lítica 11 x 5 x 2.3 cm Donación de familia León Nouel Colección Centro León

Hacha petaloide 350-1500 d. C. Lítica 21 x 5.3 x 3.3 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

70


71


Fututo de caracol de lambí 2016 Concha 13 × 16.5 × 27 cm Donación de Edis Sánchez Colección Centro León Leo Núñez Genao (Santiago de los Caballeros, 1973-2001)

Misterio del Caribe. Serie: Trópico perdido 1996 Carboncillo y tinta sobre papel 149 x 128.5 cm Premio XVI Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, 1996 Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

72


73



Conuco Los taínos fueron expertos en agroforestería y además practicaban la caza y la pesca con notable maestría. Estas actividades de carácter utilitario generaron una base instrumental compleja que posee unas elaboradas concepciones de estilo o diseño. El conjunto artísticoartesanal de piezas asociadas con el conuco se debate entre lo útil y lo bello, entre lo habitual y lo expresivo, para encontrar respuestas sorprendentes a los retos de la vida diaria. La yuca (Manihot esculenta) fue el principal cultivo de los conucos y el alimento básico predilecto de los taínos. El aprovechamiento de este largo tubérculo es una herencia de los indígenas amazónicos, quienes lo han consumido por más de 7,000 años. Actualmente, la yuca es un alimento con mucha demanda en la producción del mundo.

Olla navicular 350-1500 d. C. Madera 8.6 x 24 x 12 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

75


Vasija navicular

Olla navicular

350-1500 d. C. Barro 8 x 9.5 x 7 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

350-1500 d. C. Barro 6.5 x 23.5 x 18 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

76


Vasija navicular 350-1500 d. C. Barro 14.8 x 21 x 18.2 cm Donaciรณn de Bernardo Vega Colecciรณn Centro Leรณn

77


Vasija globular 350-1500 d. C. Barro 11.5 x 13.5 x 12 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn

78


Olla decorada 350-1500 d. C. Barro 16 x 23 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn

79


80


Bandeja decorada

Coa

350-1500 d. C. Lítica 22 x 9.5 x 2.7 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

350-1500 d. C. Lítica 6.7 x 7.8 x 30 cm Donación de la Familia de Rafael Esteva Colección Centro León

81


Guayo o rallador 350-1500 d. C. Lítica 35 x 32 x 5.2 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

Guayo metálico 1990 Metal 10 x 22 x 49 cm Colección Centro León

82


83


84


Exprimidor de yuca 2000 Fibra vegetal 168 x 14 cm Colección Centro León

Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Fábrica de casabe en Chacuey IV c. 1980 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Fábrica de casabe en Chacuey VI c. 1980 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Fábrica de casabe en Chacuey I c. 1980 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

85


Molde de casabe 2000 Metal 3.3 x 21 cm Colección Centro León

DERECHA Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Fábrica de casabe en Chacuey III c.1980 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

86


Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Fábrica de casabe en Chacuey V c. 1980 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Fábrica de casabe en Chacuey VIII c. 1982 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Fábrica de casabe en Chacuey II c. 1980 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

87


Antonio Guadalupe (Moca, 1941)

Tilapia y símbolos taínos 1985 Impresión serigráfica sobre papel 60.5 x 86.5 cm Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

88


89


Batey y Bohíos La plaza central de los poblados taínos era el batey, donde se desarrollaban las actividades más importantes de intercambio social: reuniones, rituales, juegos y celebraciones. Las casas se disponían alrededor según diversas formas y usos: los bohíos,, con forma rectangular y techo a dos aguas, eran la residencia de los caciques y autoridades; mientras que los caneyes eran de planta circular y tenían diferentes dimensiones. Los taínos utilizaban sus propias fuerzas para encontrar respuestas ante su situación presente. Así, valorizaron la tierra de buenos suelos, las fibras vegetales para tejer, los fuertes troncos, hojas de los árboles (como la palma), los corales, los fósiles animales, las piedras y el barro. Cada vivienda taína es una conjugación de todos estos elementos: desde el tejido del techo de cana hasta las piezas de materiales naturales utilizadas en su vida diaria y en las fiestas denominadas areitos..

90


Duho 350-1500 d. C. Madera 19 x 15 x 37 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn

91


Orejera 350-1500 d. C. Barro 4.7 x 1.2 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Orejera 350-1500 d. C. Ámbar 3.8 x 1.6 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Orejera 350-1500 d. C. Concha 2.6 x 0.5 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

92


93


94


Collar 350-1500 d. C. Lítica, concha y hueso 16.5 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Sello o pintadera 350-1500 d. C. Barro 6.2 x 2 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

Aro lítico 350-1500 d. C. Lítica 48 x 40 x 10 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

95


Monolito con grabados petroglíficos 350-1500 d. C. Lítica 80 × 35 × 20 cm Cedido en préstamo por la Universidad Autónoma de Santo Domingo

Tinaja con su mesa Segunda mitad del siglo XX Barro y madera 107 x 87.5 x 47 cm Donación de Miguel Hernández

96


97


98


Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Mujer artesana 1977 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales Wifredo García Domenech (Barcelona, España, 1935-Santo Domingo, 1988)

Artesanos cibaeños c. 1980 Diapositiva color, formato 35 mm 5 x 5 cm Cedida en préstamo por La Casa Fotográfica Wifredo García Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

99


Cemíes y Cohoba Los taínos eran politeístas. Entre otros dioses, adoraban principalmente a un ser superior denominado Yocahú– Bagua-Maorocoti, Yucahú o Yucahú-Guamá: “Espíritu de la yuca del mar, ente sin ancestro masculino”. Las esculturas llamadas cemíes podían utilizarse como amuletos personales. Los ídolos de mayor tamaño eran reverenciados para ofrecerles ofrendas permanentes, en rituales colectivos y ceremonias cargadas de un gran poder simbólico. Los cemíes eran fabricados de madera, piedra, hueso y coral, conformando un conjunto característico de un arte funcional que operaba como mediador entre lo humano y lo divino. Todas las creencias animistas de los taínos constituyeron también formas esenciales de cohesión social. Sus valores estéticos combinaron de manera magistral: tecnología, creatividad, credos religiosos y las incidencias de la jerarquía social.

100


Vaso efigie 350-1500 d. C. Barro 14 x 16.3 x 23.5 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn


102


Vaso efigie antropomorfo 350-1500 d. C. Barro 24 × 15 × 15 cm Cedido en préstamo por la Fundación García Arévalo

103


Codo de piedra 350-1500 d. C. Lítica 15.5 x 12.5 x 3.5 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

104


Potiza 350-1500 d. C. Barro 25 x 18 x 11 cm Donaciรณn de Bernardo Vega Colecciรณn Centro Leรณn

105


Hacha ceremonial 350-1500 d. C. Lítica 5.6 x 11.4 x 24.5 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

106


Daga ceremonial 350-1500 d. C. Lítica 20 x 5.5 x 2.8 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

Hacha monolítica 350-1500 d. C. Lítica 26.2 x 14.5 x 4.4 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

107


Trigonolito de Cumayasa 350-1500 d. C. Lítica 15.5 × 26 × 9 cm Cedido en préstamo por Museo Arqueológico Regional Altos de Chavón

108

Trigonolito 350-1500 d. C. Lítica 6.3 x 6.3 x 6.6 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León


ร dolo antropomorfo 350-1500 d. C. Hueso 10.8 x 4 x 3.4 cm Donaciรณn de Gustavo Tavares Grieser Colecciรณn Centro Leรณn

109


Maraca 350-1500 d. C. Madera 36 x 8.2 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León José Perdomo (Santo Domingo, 1946)

Mundo mágico de Jop 1992 Oleo sólido sobre papel vegetal hecho a mano 122 x 89 cm Premio XIV Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, 1992 Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

110




Chiqui Mendoza (Santiago de los Caballeros, 1964)

Desde los ritos 1994 Medios mixtos sobre tela 150 x 120 cm Premio XV Concurso de Arte Eduardo Leรณn Jimenes, 1994 Colecciรณn Eduardo Leรณn Jimenes de Artes Visuales

113


Altar Vudú de la religiosidad popular 2001 Medios múltiples. 385 x 362 x 310 cm De la Colección de Etnografía del Centro León

114


115



El arte como ritualidad Carlos Andújar Persinal coordinador de proyectos culturales

Una reflexión

La dicotomía entre arte aborigen y bellas artes. Lo contemplativo y lo utilitario Posiblemente marcado por una influencia mítica y profunda condición sagrada, las formas estéticas hicieron su aparición temprana entre distintas expresiones y objetos escultóricos, pinturas, dibujos y tallados hechos para sublimarse y reverenciar a los dioses y los ancestros míticos, impregnando el mayor sentido de belleza y admiración una vez concluido dicho objeto. Y como nos afirma el autor, en los taínos, esa obligatoriedad social, como en la mayoría de las culturas primarias del mundo, era más que evidente.1 “El arte de los taínos era esencialmente un arte originado por y al servicio de sus creencias mágico-religiosas. Un arte que era una constante súplica a los elementos fundamentales

1 Varios autores, Arte taíno, Banco Central de la República Dominicana, 1983, p. 4.

117


Trigonolito 350-1500 d. C. Lítica 21.5 x 12 x 34 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

que conformaban el origen mítico de dicha civilización y al amplio y complejo panteón de dioses, los cuales estaban ligados a dichos elementos fundamentales”. Una parte importante de este arte primitivo también tenía un uso utilitario, lo cual se ha convertido, tal vez, en una frontera entre el concepto clásico de arte venido como resultado de la libertad del arte y el artista en el movimiento Renacentista, y más luego los postulados de la Modernidad y la Revolución Industrial, como nos confirma Pierre- Yves Jacopin en su artículo: Aux fondements de l´anthropologie de l´art, tomado del texto Artes indígenas y antropología. Más que un hecho de contemplación puro, en las sociedades tradicionales el arte acompañaba por igual objetos que tenían a la vez un uso utilitario más que contemplativo, produciendo, además, un placer estético. Obvio que en el fondo se trata de la presencia de lo estético, de la creatividad y la inclinación por la belleza como parte de la naturaleza humana y que ha llevado a algunos autores a pensar el arte como un componente particularmente esencial del ser humano. La sublimación del artista ha sido por siempre tema de interés y preocupación del pensamiento intelectual:2 “La Filosofía, desde sus primeros días, ha luchado con el problema de si el impulso para crear y apreciar la belleza es inherente a la naturaleza del hombre: de si la belleza, en sí misma, surge de un concepto de lo que se considera bello o si trasciende los modos en los cuales se manifiesta la belleza”.

Las fronteras entre arte y antropología del arte. Arte y antropología: discursos y miradas Una de las dificultades que se observa entre antropólogos y arqueólogos al momento de 2 Herskovits, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, México, 1995, p. 414. 3 Galí Boadella, Montserrat, Historia del arte y antropología, Dos métodos distintos, una vocación común, en (In) disciplinas: estética e historia del arte en el cruce de los diversos, Universidad Nacional Autónoma de México, 1999, p. 172.

118

abordar el componente artístico de un objeto, ha sido su excesiva benevolencia para con el sentido estético de las mismas. Esto así porque se objeta desde los linderos de la crítica de arte o desde los historiadores de arte, el hecho de que no toda obra por el simple hecho de aparentar bella y estar bien hecha, debe ser asumida como una obra de arte propiamente y ese arte animalista era común entre los creadores taínos.3 “Dicho de otra modo, que el arte no aparece como imitación o reproducción de lo real sino como expresión de una idea o concepto, así, el Arte en sus principios, al igual que en el caso del lenguaje, elabora signo que no son miméticos sino de carácter abstracto”. Naturalmente que estos enfoques diferenciados ameritan un comentario que contribuya a su esclarecimiento cuando de arte tradicional hablamos. El concepto de arte puro, hecho


para el disfrute contemplativo sin ninguna otra función social, ya hoy no puede ser el criterio sobre el cual descartar la dimensión artística de las sociedades primarias, debido a que de lo que se trata es de describir trazos y expresiones artísticas propiamente, antes que pasar a explicarlos. Si esto es posible hacerlo, entonces estamos ante una obra de arte, no importando sus fronteras temporales y espaciales. La presencia de estas manifestaciones simbólicas o lenguaje semiótico, más que reducirlas a simples piezas con sentido utilitario, implica una preocupación mayor por las formas y los estilos, por el elemento de belleza y la necesidad o impulso, como bien le llamó Melville Herskovits, del ser humano, a trascender más allá del simple objeto y transformarlo en una obra de admiración, independientemente de su destino y uso final. Es así como el arte actúa en todo caso como intermediación entre el placer estético de la obra y su destino también utilitario, que podría igualmente ser con fines cotidianos o de la vida doméstica, así como profundamente reverencial y sacro, lo cual no le negaba su dimensión estética. Aunque en la cultura taína de arte miniatura y escultórico, la preocupación por el trazo, el signo, lo visualmente presente, se hizo parte del objeto cultural, y como nos cuenta David de los Reyes:4 “La adoración, aparte de una posible utilidad práctica y una búsqueda por impresionar más que expresar belleza, centrará su prioridad en una cuidada elaboración”. La especialización del objeto cultural o artístico distanciado a veces de su decidida convicción estética, dificultaba estos encuentros. Sin embargo, la presencia de decorados, trazos, incisos, dibujos, diseños y pinturas, lo convierten en más que un objeto per se, y es ahí donde arte y antropología están obligadas a transitar caminos de diálogo para encontrar, sino una explicación a eso que se ha dado en llamar erróneamente, el “arte primitivo”, que mejor sería llamarle primario, tradicional o como lo sitúa Herskovits, de sociedades ágrafas. Al menos que permita valorar el auscultamiento de la necesidad que sentían estos grupos por transformar un objeto, cuyo destino estaba socialmente definido en algo más que un amasijo material, o simple utensilio u objeto cultural. Particularmente son estas barreras que nos permitirían vencer las oposiciones entre arte tradicional y arte con la acepción moderna y occidental con la que se emplea entre especialistas del arte, críticos de arte y conservacionistas de museos. Felizmente en una parte importante de estos expertos se ha superado este obstáculo que ha permitido reconocer el valor estético de muchas obras del llamado arte tradicional. Considerando superados los casos en que una pieza por el solo hecho de pertenecer al pasado, no la convierte en una

4 De los Reyes, David, Sobre las Artes indígenas americanas, Una reflexión desde la antropología filosófica, en Artes Indígenas y antropología, p. 40.

119


Espátula vómica 350-1500 d. C. Madera 38 x 4.5 x 3.4 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

obra de arte, su condicionalidad es más exigente. Y debe serlo pues entonces sí confundimos arte y antropología y esto no puede ser, estas líneas limítrofes en la interpretación de esta fenomenología, deben quedar claras. Posiblemente este ha sido la desproporción que se ha criticado a la arqueología y la antropología al momento de abordar lo metodológico en esta clasificación. Muchas piezas entran en el marco explicativo del pasado, del esplendor de un pasado como testimonio y evidencia del mismo. No obstante, solo aquellas marcadas por una evidente calidad estética en sus formas, diseños y estilos, además de sus dominios técnicos y contenidos bien llevados, son las que resultan ser más que un documento, un goce estético su contemplación y deleite visual; pero también una propuesta temática en términos artísticos, independientemente del marco sociocultural en el que la misma se produce, como lo sucedido con el arte africano y el cubismo.

120


Al vencer estos escollos y prejuicios ante el arte tradicional, lograríamos una redefinición y mayor justicia al momento de estudiar sus particularidades y universalidad como parte de una reiterada necesidad humana venida de tiempos remotos hasta nuestra modernidad, que entonces lo resitúa.

La fragiLidad compLeJa de Lo estético Lo bello y lo sublime, como expresión netamente artística y como lo definiera Emmanuel Kant, encuentra por demás el subjetivo argumento de que no completa la exigencia humana. La sublimación de la belleza que representa el arte, olvida razones sociales enmarcadas en los estilos, con los cuales se define la estética particular de un grupo o de una cultura. Lo bello pues es más que una generalidad, es una forma concreta de representar la realidad, sea esta abstracta o figurativa, a través de un lenguaje semióticamente codificado. En las sociedades tradicionales esa estética estaba profundamente pautada por los

121


marcos culturales y las normativas sociales que le servían al artista de inspiración. A pesar de la relación estrecha entre arte y sistemas sociales, el artista podía crear e innovar a partir de un estilo conocido y depositario del patrimonio cultural del grupo. El trazo o jugueteo en la obra de arte (en las sociedades ágrafas), es decir la casualidad, no era la norma debido a que, “seguían patrones culturales reiterados y válidos socialmente” (Alcina Franch, 1982). Sabemos que estos referentes estéticos por mucho tiempo fueron ignorados por el concepto etnocéntrico dominante que solo veía arte, belleza y estética a partir de los marcos de una civilización que arropaba al mundo, la manera occidental de vivir, la cosmogonía europea, a tal punto que en los manuales de historia del arte, no se hacía mención a estas manifestaciones estéticas de las llamadas sociedades ágrafas, consideradas las mismas vulgares, toscas y de un valor artístico inferior o infantil. Romper estas valoraciones que primaron por muchos años fue una batalla ciclópea con estos criterios predominantes en occidente, en donde el arte ya había alcanzado un espacio de libertad y autonomía, que lo convirtió en una pieza de cambio y al artista en un nuevo sujeto, con discurso propio, e independencia creativa, distantes del mecenazgo cautivo; mientras el resto del mundo sujeto aún a la fuerza de la tradición, que influía como manto cubridor sobre el arte de esas sociedades tradicionales, igualmente importantes. Superar los esquemas de discriminación, sustituir los criterios evaluativos al momento de repensar el arte universal, habría de ser una de las grandes tareas que ya para el siglo XX se logra alcanzar y trae consigo resultados mucho más extensivos y prometedores acerca de la naturaleza y especialización de ese otro arte producido en sociedades con cosmovisiones diferentes y que también se expresaban en estas formas artísticas.

Arte y modernidad Ligado a la racionalidad modernista de la Revolución Industrial, el arte también ha sido acompañado de un discurso lógico que permite analizar la obra de arte a partir de una función depurada, en que la obra de arte forma parte de un estado emocional en el que la llamada “profanación” de la pieza no hace posible que ésta sea concebida como una experiencia estética elevada, acusando su carácter utilitario como factor de exclusión a esa condición sublime que la aleja de su condición de arte puro y contemplativo (Herskovits,1995: 415). Estas consideraciones son cuestionadas desde la propia antropología, en el sentido de que el arte ha de ser considerado como una expresión humana con dimensiones relativas

122


en el sentido de que al comparar las formas estilísticas, los criterios conceptuales que norman las distintas creaciones que le acompañan, así como las influencias culturales a las que se le asocian, obliga a tomar distancia respetando el valor social que la obra posee en los marcos culturales en que se han producido.

5 De los Reyes, David, Sobre las Artes indígenas americanas, Una reflexión desde la antropología filosófica, en Artes Indígenas y antropología, p. 179.

Todo lo anterior es igualmente válido, sin descartar el impacto artístico que podría causar entre nosotros, pero que en el caso del mundo de las sociedades ágrafas, la dimensión social adquiere mayor importancia dado el hecho de que en esa etapa “El arte no es casual…” y que por demás es expresión “del deseo de belleza, que encuentra satisfacción plena en la aplicación de la destreza técnica a través de la forma sancionada – (socialmente. C.A.)” (Herskovits, 1995: 450). Por tanto, si tomamos en consideración estas distancias históricas, pero sobre la base de la intencionalidad de la belleza, la búsqueda del impulso, para de ahí producir un destello artístico, es un rasgo universal, no hay porqué inmutarse reconociendo la calidad artística de muchas majestuosas obras del arte tradicionales sin sonrojo y con la mayor convicción de que las mismas poseen igualmente un valor estético sin igual, una fuerza estilística incomparable. A ello se agregaría un contenido profundamente simbólico y en muchos casos, altamente ritualizado, pero también sus formas y diseños además de su armonía, (regida por patrones culturales distintos a los nuestros) que la convierten en verdadera obras de arte, porque ellas obligan por sí solas a una contemplación y una frescura visual, agradable, sensacionalmente emocional y bellamente hechas, lo cual nos confirma Montserrat Galí.5 “Para Leroi-Gourhan, lo estético (en esas culturas tradicionales C.A.) no tiene que ver con lo bello o lo que en occidente se considera arte…sino como se constituye en el tiempo y en el espacio un código de las emociones”. El hecho de que con el inicio de la sociedad moderna, el arte y los artistas hayan alcanzado su primordial privacidad, no le resta el carácter particular que posee la obra, sea producida para consumo individual o social. El reconocimiento del arte como un oficio (es cierto que le da otra dimensión al producto terminado) hace posible que la obra en sí misma, tenga una personalidad individual, se convierta en un sujeto de contemplación y adquiera un mercado de demanda. Sin embargo, en los cánones de las sociedades tradicionales o primarias, esta fuerza y personalidad de la obra de arte era el resultado de su referencia semiótica al grupo que, sin

123


Potiza 350-1500 d. C. Barro 31 x 30 x 7.5 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

producirla colectivamente, terminaba por sancionarla y socializarla, sin omitir su valoración en sí como una pieza con expresiones particulares, debido a que la presencia en ellas de rasgos estéticos la diferenciaba a su vez, de las piezas y objetos comunes. Ese hecho de por sí le daba a esas piezas una dimensión suprasocial si se quiere. Lógicamente, el concepto de arte, en el sentido como lo entendemos hoy, no existía sino que se inicia con la modernidad, pero de lo que hablamos es cómo esa inclinación por la belleza, por la diferencia, por lo particular, o si se quiere por lo sublime representado en unos componentes integrados a unas formas que ya de por sí están matizadas por dominios culturales que le sirven de referencia. Por su parte y como si fuera poco, se le integran otras maneras de lenguaje codificados, que le daban funciones y usos múltiples a las normas culturales y de ahí su riqueza y multiplicidad de funciones a la que ya hemos hecho referencia anteriormente. Es correcto admitir que la intención del arte como necesidad humana ya estaba presente en estas sociedades primarias y que por demás, su omisión no contribuye a una correcta interpretación de la historia del arte universal. Considerado como una necesidad humana, el arte existe como parte de una búsqueda de la perfección y de lo agradable, visual y emocionalmente hablando, nadie puede negar esta manifestación presente entre los grupos sociales tradicionales o de las sociedades primarias. El arte como una expresión y una búsqueda de la belleza termina por encarnar esa sensibilidad humana.

La dimensión hoLística deL arte. Ciertamente que esta es una parte delicada del enfoque, debido a que es indisoluble la producción artística con el marco cultural. Un objeto de utilería cotidiana no pierde valor cuando se le impregna un trazo estilístico que lo desdobla en obra de arte. La admiración por los dioses se expresó muy temprano entre los objetos fabricados, si bien es cierto que la idea primaria del artista necesariamente no era elaborar una obra de arte per se, es decir arte por el arte, sino más que todo, agradar visualmente a sus deidades, a partir del uso de rasgos o trazos estéticos. No obstante, la presencia de estos incisos en muchas de sus producciones culturales, supone una intencionalidad y también, un deseo de agradar por parte del artista taíno a sus dioses, que lo expresaba en cada objeto fabricado o tallado; era por demás un cronista gráfico de su pueblo, su entorno y su cotidianidad como es visible en las paredes de

124



6 Alcina Franch, José. Arte y antropología, p. 74

su arte rupestre: “La religión requiere una objetivización (materialización C.A.), y el arte

7 Mesa, Ramón, Arte Taíno en San Cristóbal, un enfoque contemporáneo, Ministerio de Cultura, Santo Domingo, 2014, p. 28.

Pero de lo que se trata es destacar cómo el marco social condicionaba la producción ar-

constituye un medio de primordial efectividad”. (Hoebel, 1973). tística, debido a que con estos referentes tenía que producirse la obra de arte, lo cual no niega la huella e impronta del artista en el proceso mismo de configuración de los estilos y los cambios sufridos por estos, claro validado por el grupo. Entre los taínos, el círculo con un punto en el centro, figuras geométricas y lineales oponibles y la reiteración de animales ritualizados (el murciélago, el búho, la lechuza, la tortuga, la rana, entre otros), como objetos decorativos de sus ajuares, era recurrente según el estilo cerámico abordado.6 “El canon, estético, por lo tanto, es el medio ideal, individual o colectivo, al que debe adaptarse la obra en cuanto a su forma; de otro modo, será rechazada por la sociedad que no verá en ella sino un cuerpo extraño. Por eso, el artista que es, por su propia naturaleza, un innovador nato, debe guardar un cierto equilibrio entre su respeto al canon de belleza colectivo establecido, y su irrefrenable deseo de innovar.” A pesar del peso de la cultura en la inspiración de los artistas, sin el dominio técnico de éste sobre la pieza o el material usado, sin las destrezas propias, conocidas también como las virtuosas habilidades de éste, y sin la necesaria modificación aunque fuera sutil, sobre los estilos heredados, no se puede hablar de la existencia de un estilo particular a cada cultura. No olvidemos que los estilos no son estáticos y por tanto a través de ellos es posible conocer las maneras y características de una cultura con relación a otra o de una época respecto a otra. Ellas nos hablan de un talento individualizado en cada obra ya que el molde como tal no existía, pero también revela una impronta sociocultural que le era condicionante, siendo el arte taíno abundante en toda la isla. Pictografías, petroglifos, en los cuales se usaban distintos elementos semióticos para representar su realidad y traducían la experiencia del artista, abstractos, geométricos, lineales, zoomórficos, antropomórficos, fueron la manera de representarlos. Por su abundancia y complejidad se considera a Santo Domingo el asiento de la civilización taína en el Caribe, como varias veces lo afirmara el antropólogo físico cubano René Herrera Fritot.7 “…El arte rupestre, como expresión singular del conjunto de fenómenos de la cultura, refleja, en forma evidente en muchos casos, los procesos de desarrollo y cambios sociales y consiguientemente los procesos de ideología de las sociedades de que se trate (Pagán, Dato, Boletín Número 20, Museo del Hombre Dominicano, Año XIV, 1987, Santo Domingo, República Dominicana”).

126


El arte tradicional y la marca del signo Es innegable que el estilo se convierte en el eje de articulación de una manera distinta de definir una obra de arte y de presentar esta expresión en muchas de las piezas fabricadas

8 Varios autores, Arte Taíno, Banco Central de la República Dominicana, Santo Domingo, 1983, p. 7.

en las sociedades primarias. No es posible estudiar las manifestaciones artísticas tradicionales, al margen de sus distintos estilos y conocer como consecuencia de ello, la manera en que esta estilística, no solo deja ver claramente una presencia de un dominio técnico, sino virtuosas maneras de intervención sobre las piezas hasta transformarlas en obras de arte. Por su importancia, Hauser dice: “el estilo es el concepto fundamental y central de la historia del arte…” (Alcina Franch, 1982: 105). La ausencia del metal, hacía que el inciso sobre lo tallado fuera pronunciado y deforme, por tanto, su estética era distinta a la que ya conocemos en las sociedades modernas.8 “La cerámica se caracteriza por la simetría bilateral en los diseños o motivos, incisos o punteados. Geométricas y modelados-aplicados y por la buena calidad de la pasta. Las asas fueron usualmente utilizadas en las ollas para lograr bellas expresiones artísticas.” Al concepto de estilo se le podría agregar el de ideal tipo, es decir el manejo por parte de los artistas de los referentes culturales originarios del grupo. Sin embargo, no siempre el artista se ciñe al estilo propio del grupo, cada momento tiene su estilo y el artista lo repite hasta que su creatividad le permite introducir modificaciones que terminan siendo aprobadas por los grupos sociales y de esa manera se introducen los cambios que van modificando los estilos tradicionales sin romper el marco conceptual del grupo, su hilo conductor. Siendo el estilo esencia misma de la concepción del arte como sublimación expresa de la belleza, toda pieza hecha por los grupos tradicionales marcada por una asiduidad de trazos, dibujos, incisos y otros símbolos que, independientemente de su significado último, la frecuencia en su recurrencia creativa, el apego del artista a sus moldes (aunque con la libertad de innovar). Es así que la inclinación de esta pieza como representación de belleza se convierte en factor determinante al momento de su consideración como obra de arte, pues conjuga los distintos criterios sobre los cuales se define el arte, como momento especial de la creatividad humana y condición que produce una cierta sensibilidad o catarsis en el que disfruta de su contemplación.

127


Amuleto siamés

Ídolo antropomorfo

350-1500 d. C. Lítica 5.3 x 3.2 x 1.5 cm Donación de Bernardo Vega Colección Centro León

350-1500 d. C. Hueso y lítica 29 x 10.3 x 8 cm Donación de Gustavo Tavares Grieser Colección Centro León

128


129


9 Arrom, José Juan; García Arévalo, Manuel, El murciélago y la lechuza en la mitología y el arte taíno, Fundación García Arévalo Inc., 1988, p. 31. 10 Robiou Lamarche, Sebastián, Taínos y Caribe, Las culturas aborígenes antillanos, Editorial Punto y Coma, San Juan, Puerto Rico, 2003, p. 136.

La ritualidad del arte taíno Estas formas simbólicas que se manifiestan a través del arte, inciso o intervención premeditada o intencional en cualquier objeto material, proyecta una cosmovisión no sólo compleja, abstracta a veces, sino también profundamente espiritual, sensible y altamente ritualizada y en la que arte y religión navegan en una frontera frágil e incierta. En muchos casos, la inspiración venía como resultado del efecto psíquico producido por los alucinógenos en el rito de la cohoba (piptademia peregrina), que permitía una exagerada deformación imaginativa, aprovechada entonces como impulso creativo y muy marcado por su mitología, fuente nutricia de su arte.9 “La interpretación de ciertos animales y los personajes mitológicos que intervinieron en las creencias mágico-religiosas sustentadas por estos aborígenes antillanos, condiciona una afiliación a la noción mítica que se expresa ampliamente a través del arte taíno ya que, entre los pueblos primitivos, la religiosidad y el arte ofrecen, en cierta manera, gran identidad de contenido y de forma.” Precisamente estas formas ritualizadas se hacen presentes en las distintas maneras de interactuar con la naturaleza y con el resto de la sociedad. Por todas esas razones es posible encontrar arte tanto en elementos de la vida cotidiana, como en los espacios lúdicos, en los adornos (que ya de por sí encierran una intencionalidad estética), hasta las deformaciones corporales (también con fines estéticos) y en la pictografía que cumpliría una doble función, tanto de satisfacción de necesidades materiales como espirituales o ambas a la vez. En la sociedad taína, arte y mitología igualmente marchaban de la mano y se inspiraba una parte de esa creatividad en los referentes sociales que terminaban pautando la conceptualización de los objetos fabricados, como afirma el arqueólogo Sebastián Robiou en su obra Taínos y Caribe:10 “El lenguaje plástico utilizado debió de corresponder a la cosmovisión, a la literatura oral taína (mitos creencias), con elementos que garantizaran los preceptos tradicionales de belleza y con símbolos que lograran transmitir el mensaje esotérico de la obra.” El uso reiterado de animales míticos es parte de la creatividad del arte taíno y cada uno de esos animales representaba una codificación particular en su lenguaje plástico, que además de recrear visualmente, se apegaba a cánones culturales que, aunque en libertad de modificar, el artista taíno debía respetar y usar con cierta frecuencia, como forma de mantener la cohesión social, fortalecer el legado cultural y la memoria del grupo. Por tanto

130


este arte figurativo era más que una simple reproducción de la fauna, constituía un modo de contar la historia del grupo, sus orígenes. Más abajo se describe cómo la musa es parte de un vínculo ritualizado en el arte taíno y en muchos casos el diálogo que se entablaba con el imaginario de los artistas taínos, era responsable de la elaboración de sus objetos culturales:11

11 Caro Álvarez, José A., Cemíes y trigonolitos, Museo del Hombre Dominicano, Santo Domingo, Barcelona, España, 1977, p. 2. 12 Íbidem, p 7.

“Entonces aquel árbol o cemí, hecho ídolo o diablo, le responde la forma en que quieres que lo haga. Y él lo corta y lo hace del modo que le ha ordenado; fabrica su casa con heredad y muchas veces al año le hace la cohoba.” Combinando estilos, el arte taíno permitió hacerse representar a través de formas realistas y figurativas, pero también abstractas y geométricas con una significación altamente ritual, y de contenidos semióticos muy codificados y según el parecer del gran lingüista cubano José Juan Arrom “perdidas hoy las claves de sus mensajes” (Robiou, 2003: 144) Esa doble función del arte taíno no le resta condiciones estilísticas, pero tampoco evita que cada obra singular sea contemplada en sí misma, en su propia configuración, en sus dominios de forma, estilo y armonía que permita considerarla obra de arte per se, independientemente de la función social para la cual fue creada o concebida por el artista. Su intervención estética la sobredimensiona más allá de su finalidad y destino social. Su belleza lleva su propio ritmo visual, su propia sublimación artística. Este arte, además de desarrollar destrezas y habilidades propias en las pequeñas piezas como amuletos, sellos, adornos pectorales, cuentas de collares, colgantes, y otros objetos de igual valor cotidiano y ritual, impregnó cierta especialización al decorado de muchos de éstos y a los ajuares cotidianos. Y como dice José Juan Arrom “Es patente que el tallador indígena poseía clara idea del diseño y completo dominio del oficio” (Arrom, 1988: 173).12 “Puede decirse que el arte taíno es esencialmente un arte escultórico, dada la ausencia de pintura en la cerámica. Sin embargo, el taíno reservó sus cualidades de dibujante para el arte rupestre donde hizo galas de una enorme capacidad para pintar no sólo la fauna que lo rodeaba sino también sus ceremonias religiosas y motivos abstractos de gran simetría”. Así veremos que las formas geométricas estaban presentes regularmente en la cerámica y esculturas, este estilo mezclado producía a su vez formas laberínticas. Pero a este estilo recurrente, se le añade el uso de líneas paralelas y otras con puntos en sus extremos. Por igual, el triángulo y la v invertida, así como el rectángulo con esquinas curvas eran frecuentes.

131


13 Peralta Agüero, Abil, Lo erótico como expresión en el arte taíno, en Presencia de la cultura precolombina en el arte caribeño contemporáneo, Colección Banco Central de la República Dominicana, Departamento de Cultura, Santo domingo 1999, p. 59.

Convertido en homenaje a la fertilidad y a la mujer, lo fueron el círculo con un punto en su centro y desde el punto de vista del manejo de las formas, los glóbulos salientes de las potizas, que eran considerados los senos femeninos y símbolo de fertilidad de la mujer, así como el cuello de estas potizas, una referencia falocrática por excelencia; pues hablamos de culturas patriarcales, aunque el oficio de la cerámica lo ejercían las mujeres, pero predominaba el discurso y la impronta ideológica masculina.13 “Al realizar una lectura circular a los más variados objetos que componen el arsenal cerámico de la cultura taína, observamos que están expuestos de manera figurativa o en abstracto, rasgos lineales en relieve o esculturales, elementos que definen y afirman los puntos de la sexualidad como parte de su sincretía religiosa y de su cotidianidad, tanto así que el diseño aplicado de sus objetos cerámicos tienen signos evidentes de una iconografía referida a la sexualidad y el erotismo como valor de vida y de placer, como razón de ser, como lenguaje y estatuto de comunicación cultural.” Como vemos, estos estilos traducen lenguajes simbólicos y códigos culturales más allá de su propia representación, conjugan estilos para contar mitos, historias, creencias, sistemas de valores, convicciones ancestrales que solo los trazos hechos en buril de hueso, concha de moluscos, hilo de fibra vegetal o sílex (pues el metal a penas se conocía a la llegada de los españoles), hicieron hizo posible plasmar en cada una de estas piezas y convertirlas a su vez en lo que atrevidamente llamamos el libro ancestral y las epopeyas del grupo. Más que explicar, estas piezas nos permiten contemplar su belleza, su fuerza estética, su perfección sistémica, para esconder tras de sí, otra lectura de signos y significados que se dejan traslucir en su valor artístico, donde radica la complejidad de las culturas que hicieron tales proezas, como nos decía el Cronista de Indias Pedro Mártir de Anglería y citado en José Juan Arrom al referirse a los duhos: “…hechos de madera muy negra, tersa, reluciente…y labrado con arte maravilloso.” (Arrom, 1975). Las formas zooantropomorfas, comunes a muchas de sus representaciones artísticas, se dominaban a la perfección y pautaban el diseño de determinadas piezas como los amuletos, que casi siempre se acompañaba de la posición fetal o cuclillas (símbolo del ciclo no cerrado de la vida y la muerte, a cuya convicción se aferraban los taínos). Pero igual los majadores y otros objetos rituales y cotidianos que eran adornados con estas formas humanas o animales, perfectamente dominados en términos de lineado, armonía estética y configuración formal y obviamente de gran contenido ritual. Asimismo, las asas que acompañan las vasijas, ollas y otros recipientes taínos, también

132


eran motivo del uso de este diseño zooantropomorfos, sobre todo de referentes animales como el uso dominantemente imponente del murciélago, considerado por los taínos, fuente mítica a través del cual el sol los convierte en sus ancestros directos (Robiou, 2003: 131), y sobre la rana, nos afirma José Juan Arrom, lo siguiente:14 “He hallado que el mismo símbolo se repite en otros objetos de uso religioso y su reiterada presencia permite confirmar no sólo su importancia mítica, sino también concreta su identificación con un preciso prototipo realista.” El artista taíno, aún enmarcado en los patrones del grupo, podía inventar, recrear o modificar el estilo sin la presión del grupo, que luego podía sancionar el esfuerzo individual de éste que provenía a su vez de una enseñada dada por viejos maestros experimentados en los dominios virtuosos de las técnicas (Robiou, 2003: 137) produciéndose una dinámica estilística constante que finalmente caracterizaron épocas, regiones y momentos históri-

14 Ibídem, p. 165. 15 Veloz Maggiolo, Marcio, Arqueología Prehistórica de Santo Domingo, McGraw Hill Far Eastern Publishers (S) LTD Singapore, 1972, p. 226. 16 Alonso Sagaseta, Alicia, Las Culturas Indígenas Precolombinas, en Catálogo Exposición: La Materia de los Sueños. Cristóbal Colón, 2007, Junta de Castilla y León y Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, p. 121.

cos. En todo caso, lo destacable es como lo individualmente creativo terminaba socialmente validado por un patrón colectivo al que finalmente se ceñía el artista taíno:15 “Es dable señalar que la libertad de acción del artista taíno propicia a invención de formas constantemente, sin que esto quiera decir que, en algunos casos y principalmente en lo relativo a objetos de carácter ceremonial, no se sigan ciertos patrones.” La pieza artística vista como símbolo de un momento, de una temporalidad y de un medio ambiente particular, sirve como explicación de una cultura y del esplendor de una sociedad que alcanza su mayor apogeo en los años en que Europa se avecina a los mares del Caribe. Sin que la obra de arte sea considerada un testimonio histórico solamente, su valor es aún mayor. Cuando somos capaces de que su contemplación produzca en nosotros el más grato placer visual, una sensible emoción interior y la más absoluta sensación de reconocimiento a su belleza y perfección estética. Esto confirma que este proceso sociohistórico hizo de este momento una nueva expresión conocida como cultura taína, que fue el resultado alcanzado por los arahuacos en el Caribe y sobre todo, en la isla de Santo Domingo, asiento más importante de esta cultura en la región caribeña:16 “Su cultura material en general y su arte en particular tal y como podemos apreciar… nos han dado las claves para el conocimiento y comprensión de su modo de vida.” Es precisamente en el hecho de que lo artístico era parte intrínseco de lo cotidiano, que la cultura material taína se manifiesta con una fuerza espiritual, formal y estética asombrosa. Sus ajuares, instrumentos de labranza, objetos cotidianos, representaciones religiosas,

133


134


Vasija 350-1500 d. C. Barro 18.5 x 19.5 x 23 cm Cedido en prĂŠstamo por el Museo del Hombre Dominicano

135


17 García Arévalo, Manuel A., La conquista del mar Caribe, en Arqueología Taína, Museo del Hombre Dominicano, Instituto de Cooperación Iberoamericana y Comisión Nacional para la Celebración del V Centenario del Descubrimiento de América, Barcelona, España 1983, p. 13. 18 García Arévalo, Manuel A., Arte Taíno de la República Dominicana, Museo del Hombre Dominicano Editor, Fundación García Arévalo y Embotelladora Dominicana C. por A. 1977, p. 1.

arte rupestre y mitología, se conjugan en una indisoluble fórmula en que el objeto posee, además de una dimensión utilitaria, también artística, simbólica y ritual. Por ello, gran parte de los objetos taínos poseen una incisión, es decir una intervención estética que le da fuerza simbólica al mismo, independientemente del destino final o uso. Es un arte fundamentalmente de miniatura, como expresan sus amuletos, los collares de dientes de perro y los adornos corporales.17 “Incluso sus vasijas, manos de morteros, pintaderas de barro, hachas líticas y otros utensilios de uso cotidiano pueden ser apreciados como verdaderas creaciones artísticas por su esmerada terminación y bellos rasgos decorativos de carácter esotéricos.” A pesar de esta particularidad en las dimensiones y tamaños del arte taíno, el mismo supo conjugar la conceptualización simbólica y los que muchos denominan su capacidad sintética en la pequeñez de cada objeto, sin que ello opacara la grandilocuencia de la obra… “pero con proporciones de monumentalidad” (Darío Suro en Veloz Maggiolo, 1972: 233), sin referirnos al nivel de exigencia técnica, cuidado y meticulosidad en la elaboración de estas obras de miniatura, no sólo por la carga simbólica en ella representada, sino que la dureza de muchos de los materiales usados, para su realización dificultaba su labranza. Las necesidades materiales y subjetivas de estos pobladores, representadas estas de forma excelsa, en algunos de sus objetos convertidos en verdaderas obras patrimoniales de esta importante cultura precolombina, se guía siempre bajo el criterio de que ellos caracterizaron en su producción material una carga estética sin igual, que inspiró a través del estudio de su cerámica a los arqueólogos para descubrir sus más complejas estructurales mentales.18 “Esta evolución estilística, relativa a la cerámica, revela una cerámica de cambio manifiesta, también, en su vida práctica y en los demás aspectos tecnológicos, sociales, rituales, etc. Que identifican sus modos de producción”. Por todo ello estas piezas poseen un lenguaje codificado, un enigma más allá de su representación física inmediata, un reconocimiento de su desdoblamiento funcional y por último, una calidad contemplativa, bellamente hecha, particularmente sugerente y con buen ritmo visual. La presencia del altar de religiosidad popular en esta exposición, como la instalación artística, son extensiones en el tiempo, de una estética y una ritualidad explícita en un conjunto de íconos, presentes por igual en la artesanía dominicana que se ha inclinado por una producción bajo influjo estilístico taíno.

136


Como colección en el Centro León, arte y antropología caminan de la mano para producir un lenguaje y un mensaje en lo creativo que es parte de lo culturalmente codificado y a la vez, lo artístico se vincula con lenguajes simbólicos, como parte de los patrones culturales que le sirven de soporte, fundamentación y validación social. De ahí el diálogo de sus colecciones arqueológicas, etnográficas y de artes visuales, y que a su vez también incluye muestras de museos hermanos: del Instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (INDIA-UASD), el Museo Arqueológico Regional de Altos de Chavón, el Museo de la Fundación García Arévalo Inc. y el Museo del Hombre Dominicano. A lo que agregamos la colaboración de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Leiden, Holanda. Es así como la dimensión artística y artesanal propiamente, no sólo es un recurrente entre algunas tradiciones artesanales como la franja sureste y otros puntos importantes representadas en las figuras de los Hermanos Guillén, quienes han alcanzado dimensión internacional y que nos acompaña en esta muestra museográfica, sino, que muchos importantes artistas han recurrido al tema aborigen, a sus trazos y figuras para traducirlo en recursos comunicativos de su estética, como podemos ver en este diálogo de colecciones del Centro León. En esta exposición no importa el ámbito sobre el cual se explica la obra y la dimensión de la cosmogonía taína, lo cierto es que en su propia curaduría se cruzan los componentes rituales de la visión del mundo taína, con su cotidianidad, sus formas de divertimento, el poder social, la vida laboral y el mundo doméstico, confiriéndole al arte y su estética, una dimensión profundamente ritual y que está presente en todas sus actividades, dominios y relaciones con el entorno natural y social, como se puede notar en esta exposición Tesoros del Arte Taíno.

137


Bibliografía: Alcina Franch, José, Arte y antropología, Alianza Editorial, Madrid, 1982. Arrom, José Juan, Mitologías y artes prehistóricas de las Antillas, Siglo XXI, Coedición Fundación García Arévalo Inc., 1975. Arrom, José Juan; García Arévalo, Manuel, El murciélago y la lechuza en la mitología y el arte taíno, Fundación García Arévalo Inc., 1988. Gerard, Baer; Gutiérrez, Estevez y Mrk, Mündel, Artes indígenas y antropología, Société Suisse des americanistes, Bolletin N. 64-65, 2000-2001. García Arévalo, Manuel, Arte Taíno de la República Dominicana, Museo del Hombre Dominicano/ Fundación García Arévalo y Embotelladora Dominicana C. por A., 1977. Herskovits, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, México, 1995. Hoebel, Adamson, Antropología, El estudio del hombre, Ediciones Omega, S.A., Barcelona, 1973. Pagán, Dato, Los Estudios de Arte Rupestre en el contexto de la Arqueología como Ciencia Social, Boletín Número 20, Museo del Hombre Dominicano, Año XIV, 1987, Santo Domingo, República Dominicana Montás, Onorio; Borrel, Pedro José; Moya Pons, Frank, Arte Taíno, Ediciones del Banco Central de la República Dominicana, 1999. Robiou Lamarche, Sebastián, Taínos y Caribes, Las culturas aborígenes antillanas, Editorial Punto y Coma, San Juan, Puerto Rico, 2003. Veloz Maggiolo, Marcio, Arqueología Prehistórica de Santo Domingo, McGraw Hill Far Eastern Publishers (S) LTD-Singapore, 1972. _________ Antropología Portátil, Colección Banco Central de la República Dominicana, 2001. Varios autores, La materia de los sueños, Cristóbal Colón, Catálogo Expositivo, Junta de Castilla y León, Ministerio de Cultura, Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y el Ayuntamiento de Valladolid, España, 2007. _________ (In) disciplinas: estética e historia del arte en el cruce de los discursos, Universidad Nacional Autónoma de México, 1999. _________ XX Congreso Internacional de Arqueología del Caribe, Museo del Hombre Dominicano, 2003. _________ Culturas aborígenes del Caribe, Textos de las exposiciones presentados en el Seminario Regional de Culturas Aborígenes del Caribe, Museo Arqueológico Regional Altos de Chavón, Organización de los Estados Americanos, OEA, 1996.

138




Fer Figheras (Comodoro Rivadavia, Argentina, 1970)

19.679363, -70.024967. (Fragmento). 2008 Fotografía digital Colección del artista

Treasures of Taino Art Trésors de l’Art Taino


Treasures of Taino Art: to think, thinking of us.

tity, the Taino ancestry, highlighting the live contributions that are still part of our current life: in the lexicon, the culinary, toponomy, household furnishings, agricultural production, fishing, the popular imaginary with its

María Amalia León de Jorge

legends, popular religion beliefs, art and crafts, among

director of tHe eduardo

other cultural expressions.

león jimenes foundation and centro león

In order to build a better nation, once again, art and history makes us talk, to explore exploring, to debate de-

142

Taino means nobility, nobility typical of those

bating, to think thinking, from the hand of our forefathers.

men and women owners and lords of this beautiful

That is why the Eduardo León Jimenes Foundation and

and prodigious land that we have inherited by chance.

Centro León, in its mission of cultural workers from a

According to Christopher Columbus’ description in his

pedagogy of arts, feel greatly honored in sharing this

letters addressed to the Catholic Monarchs and to Luis

exhibition Treasures of Taino Art for the benefit of the

de Santángel (and the ones used by Pedro Henríquez

entire national community and our visitors.

Ureña to show the first page of the Dominican litera-

As in all our exhibitions, we wanted to emphasize on a

ture, together with unwritten areítos [areyto] about the

didactic program with a variety of relevant educational

Tainos, America’s master states: “Inhabitants in this is-

materials in order to accompany the audience in expe-

land are prepared, of great height…They do not have

riences and learning that are inclusive and comprehen-

iron, nor steel or guns, and are not up to that…They

sive, as well as a program of activities that dialogues

never refuse to give something they have, if asked for

with the collection.

it; instead, they invite people and show so much love

The exhibition Treasures of Taino Art has also attempt-

that they would give their hearts…I have not been able

ed establish inter-temporal bridges, where beyond the

to understand whether they have their own resources,

cosmogony of the Taino world, are presented subse-

I believed I saw that each shared what they had, spe-

quent works of Dominican visual artists that are in-

cially things made to eat.”

spired or brings us closer to a reflection on the vision of

Humanities essentially show us to understand and

the natives of our island.

communicate with the world through interrogation and

The exhibition is part of a conservation and restoration

comprehension, compassion and needed balance that

program and enhancement of our collections, with the

enables peaceful coexistence. Thus, due to the nobility

interest of awakening research and study, strength-

that characterized our indigenous people, and the edu-

en the historical memory and the Dominican identity

cational nature of the exposition, when passing through

among the public, especially students.

this chamber we become Tainos again and celebrate.

The pieces that comprise this exhibition are part of

Treasures of Taino Art has become an ambassador of

the archeology, anthropology and visual arts collec-

the Dominican culture, with itinerancies in Valencia and

tions, which are among the most representative in our

Cadiz, Spain (2012) and Medellin, Colombia (2017).

region, thanks to the efforts of a number of collectors

This exhibition provides a place to know the roots of

and specialists in the field who contributed with their

our culture and, particularly, an opportunity to question

donations, such as: Bernardo Vega, Gustavo Tavares

the present with the admiration that Taino symbolism is

Grieser, Rafael Esteva’s family, and Salomón Jorge,

capable of causing among their observers.

among others. Therefore, we express our gratitude and

This exhibition introduces us to the aesthetical and on-

acknowledgment to them.

tological essence of that culture, through the forms of

In addition, we want to celebrate the existence of em-

representation, the materials used and understanding

blematic pieces from the associate collections. Thanks

of the world they had, allowing us to explore some path

to the García Arévalo Foundation and its president

and friendly but critical crossings between yesterday

Manuel García Arévalo, Altos de Chavón Regional

and today.

Archaeological Museum and its president Dominique

In Treasures of Taino Art, we dialogue with the past from

Bluhdorn, and director Arlene Álvarez, the Dominican

the present and we provoke that current generations

Institute of Anthropological Research of the Universidad

allow themselves the reflection to integrate in our iden-

Autónoma de Santo Domingo and its director José


Guerrero and the Museum of the Dominican Man, represented by its director Cristian Martínez. Likewise, we express our gratitude to experts Jorge Ulloa and Roberto Valcárcel, for their contribution to this exhibition. Like many other projects by Centro León, this exhibition was made possible through the

Words at the opening of the exhibition Treasures of Taino Art

support of Cervecería Nacional Dominicana.

Manuel A. García Arévalo

This exhibition has been created upon a complementa-

president of tHe foundation

ry and enriching debate with our Anthropology Room,

garcía arévalo

where the Identity Signals exhibition is located, which has been sponsored by Banco Popular Dominicano, to whom we thank for their support. Inaugurating this exhibition on October 12, also meant giving a worthy voice and stage to that culture that was key in the process of miscegenation that gave rise to our dominicanidad (things related to being Dominican), which is today without any doubt and will always be the foundation of this universal Caribbean, the threshold of our and huge America.

I am pleased to congratulate the Eduardo León Jimenes Foundation, as well as the executives and technicians of Centro León, for hosting this splendid exhibition, Treasures of Taino Art. Through a wide range of archaeological objects, both utilitarian and religious, we can appreciate and learn about the mythological and animists ideas that inspired the iconographic creations of our aboriginal ancestors. This exhibit has already been both in Spain and in Colombia, where it received great support from the audiences and rave reviews from critics, with a great display of publicity in the media. Now Treasures of Taíno Art can be viewed at Centro León, where it has been installed with all up-to-date museum techniques in a suitable and comfortable atmosphere to delight the public interested in prehistory. The main function of this exhibition is to serve as a bridge between aboriginal artists and present generations of art and culture lovers. Archaeological objects on display are symbols of supernatural beliefs of the Taínos, and other aboriginal groups that populated the island of Santo Domingo at the time of the discovery of America. Among the most valuable items, there are idols or cemíes and artifacts used in the cohoba ritual –along with other examples of ceremonies– by the caciques and behiques in their magical-religious ceremonies. The syncretic reminiscences have been preserved so far in the collective ideology of Dominicans. In all these native creations the high artistic sense is remarkable, as seen in the sizes and shapes, with a staggering accomplishment of symmetry and harmony of the shapes in additional ornaments. I would like to specially thank, Maria Amalia León Jorge, as well as other executives of the Eduardo León Jimenes Foundation and Centro León, for the space offered in this beautiful and illustrative display, so that private collectors of archaeological aboriginal objects, could show some of their most precious pieces. This,

143


undoubtedly, adds to the exhibit’s increasingly impor-

easier access to the public. Mr. Amado Franco Bidó

tant artistic quality, along with the cultural representa-

was named director and organizer. He accomplished

tions that have been added judiciously, in order to com-

an enormous task in organizing and activating the ac-

plement this magnificent museum show. I wish thus to

quisition of private collections, among which was that of

express, on behalf of the museology institutions and

Mr. Ricardo Ovies Álvarez with more than 300 objects,

collectors who have been asked to contribute to the

both of Indigenous and colonial era origin. We may say

assembly of this exhibit, that we are honored to have

thus, that the realization of the municipal museum in

been taken into account for the realization of this ex-

Santiago de los Caballeros was the cornerstone of

traordinary cultural event.

the old National Museum, formed with collections from

The practice of collecting art work dates back to clas-

Santiago, which today enrich the Museo del Hombre

sical era, reaching a remarkable boom during the

Dominicano.

Renaissance where both, royal dignitaries and eccle-

The creation of the magnificent building of the Centro

siastical prelates, expressed their interest in preserving

León, with its spacious and functional infrastructure

the objects of aesthetic appeal, which with time lead

for artistic, educational and cultural display, emulates

the way to the emerging of artistic chambers, galler-

the efforts of those visionary pioneers santiagueros

ies and museums. The Alexandrian Museum is one of

who, full of enthusiasm, longed to provide the city of

the oldest founded by Ptolemy I, Pharaoh of Egypt in

the Yaque of a museum complex, to house the illus-

285 b.C. In more recent times, we have the Museum of

trative archaeological and artistic collections of this

Florence, started in the fifteenth century by Lorenzo de

region, to the benefit of all those interested in learning

Medici, as well as the British Museum, created in 1753.

and cherishing the patrimonial heritage bequeathed

They are followed by the Vatican museums complex,

by our aboriginal ancestors. With this magnificent ex-

established under the auspices of Clement XIV, dating

hibit, we can appreciate the Treasures of Taino Art,

back to 1769. Later came the Louvre in Paris, started in

thanks to the meritorious patronage of the Eduardo

1791; the Berlin museum founded in 1797 by Emperor

León Jimenes Foundation.

Frederick William, and the Prado Museum in Madrid created by Fernando VII in 1819 to house the art collections belonging to the Spanish Crown. In the Dominican Republic, it is worth noting that it was in Santiago de los Caballeros where the first museum of the country was founded, in August 22 1907, exactly one hundred and ten years ago, at the request of the Sociedad Amantes de la Luz, which was joined by the Alianza Cibaeña. City officials welcomed the idea, appointing a commission formed by Mr. Carlos Sully Bonnelli, president; Ulises Franco Bidó, vice president; José Manuel Saleta, treasurer; Augusto Fernandez and Amado Franco Bidó, secretaries; Miguel Roman and L.E. Gómez, members. In addition to the pro-museum commission formed by the Municipality of Santiago, other prominent personalities also joined as helpful contributors, as Mr. Eliseo Espaillat, Juan B. Gómez, José Tolentino, Luis Bogaert, Abelardo Viñas, Eladio Victoria, Rafael Muñoz, José M. Vila Morel and Lorenzo Casanova. They all offered their best to achieve the desired success. The pristine museum opened to the public on the second floor of Santiago’s City Hall, and was later transferred to the first floor of the building, in order to provide

144


The Taino culture and foundations of the Caribbean

that introduced the Taino term to distinguish in the first place, all the natives of the Greater Antilles, and then to name the totality of the native groups of the Antillean area, considering them all as one cultural group. This definition was also based on an archaeological content, considering as vestiges of the Taino villages those

Jorge Ulloa Hung

showing certain characteristics in their material culture,

arcHaeologist

especially in their pottery, which was registered within

¿what is taino?

a ceramic style known as Boca Chica o chicoide1 that represented certain models in its decorations.

When we talk about the pre-Columbian period in

The various meanings that this (taino) term has re-

the Antilles, we immediately think of the Taino culture.

ceived are clearly and systematically illustrated since

It is thus, among other things, because supposedly this

the 19th century, when initially it was used with a lin-

was the culture described in the conquerors chroni-

guistic approach to allegedly distinguish the Arawak or

cles, and because it established the native culture that

Arawak language (arauaco?) from the Greater Antilles,

reached a greater economic and social development

which was spoken in the Lesser Antilles (Rafinesque,

in the Antillean arc. This situation has caused that

1836). While in the twentieth century began to be

representations, especially artistic representations,

used to refer to the Aboriginal population that inhab-

capture investigators and scientific interest, scientific

ited Puerto Rico, Hispaniola, Jamaica, and eastern

publications, museums and collectors, mainly due to its

Cuba, in addition to the Bahamas. This generalization

high aesthetic value and certain exotic nature. In other

has been assumed with different nuances by different

words, this has led to the fact that the Taino culture is

authors and at different times (Curet, 2014; Petersen,

generally considered to be mainly the artistic expre-

Hofman and Curet, 2004).2

sions produced by the aboriginal societies that inhabit-

In summary, it can be stated that Taino has sometimes

ed large portions of the Caribbean islands.

been used as an archaeological or anthropological

Notwithstanding the above, it is recognized that the

category to refer to a supra-cultural entity recognized

Taino term –according to the historical descriptions–

as an individual culture. In that case, it is considered a

could mean “noble” or “good” in the language spoken

particular culture that includes distinctive traditions, so-

by those communities; i.e., it was an evaluative term.

cio-cultural practices and politics. On other occasions,

In none of the chronicles and in any historical docu-

Taino has been used in reference to the Antillean dis-

ment was this word used to designate the population of the natives of the island of La Hispaniola or the Antilles, but rather the word was used by the natives themselves to possibly emphasize their peaceful attitude, in contrast to other groups, called Caribs, who

1

inhabited the Lesser Antilles at the time of European arrival. Therefore, Taino, could be a kind of human or moral self-perception. In this context, it is essential to note that the difference established by the Europeans for the indigenous groups of the Caribbean was based on experiences, events and news they received from the indigenous. In addition, it was marked by astonishment and, in some cases, by intentions with a political or economic background, linked to the colonization itself. Therefore, it is a classification that often assumes simplistic nuances or becomes incomplete. In fact, it was the research in the anthropological field

2

This designation was made since one of the first manifestations evaluated as representatives of this style were found in sites located at the Boca Chica beach, Dominican Republic. Cultural patterns noted in these locations became sort of a scheme or benchmark when evaluating new settlements to be registered within the so-called “Taino culture.” The archaeological content that was the basis for the use of the Taino term was introduced by the North American archaeologist Mark Raymond Harrington (1936) when relating it to certain indicators of material culture. This author established a direct relationship between certain types of objects and features with a direct expression or representation of the term and the culture allegedly designated thereby. Later on, archaeologist Irving Rouse, broadened the use of such criterion and modified it in sync with the advances in his researches and those developed in other areas of the Caribbean.

145


basically found in the Greater Antilles.

The settlement of the Antilles and the Taino culture background. How?

On the basis of the first of these consents, the so-

From the first moments of the conquest some European

called Taino culture is not just an artistic expression or

writers began to speculate on the long history of the

a word, it is rather the result of a process that summa-

natives of the islands. Father Fray Bartolomé de Las

rized part of the cultural experiences of the aboriginal

Casas was one of the first to refer to this subject –even

groups that entered and interacted at different times

with a certain sense of archaeological curiosity–, when

on the islands of the Caribbean; therefore, it is a kind

in Volume II Historia de las Indias, he states:

of transformative synthesis of the most important in-

Others have said having found themselves in a marble

fluences of its predecessors, which were assumed,

stone, a precious stone, diamond, carved and polished,

modified or transformed, a kind of multicultural patch-

and in another, a living toad... and it can be all possible

work with important regional variations, although it is

and most certain. I have seen in the same mines of the

important to recognize that the fundamental cultural

Cibao, the status and two depth conditions in the vir-

trunk on which these influences are settled, are found

gin land, in plains, and at the foot of some hills, there

in the South American tribes of the Arawak ethnic

are coals and ashes, as if it had been a few days that a

group, coming from the Orinoco river basin.

fire had been started there, and based on this, we have

On the basis of the above, it is clear that there is a

to conclude that, in other times, the river was nearby,

close relationship –difficult to eliminate– between the

and they started a fire in that place, and then, the water

pre-Columbian history of the Caribbean and knowl-

moved away from the river... and because this only could

edge of the dynamics that led to the formation and de-

be due to a major speech over the years and extremely

velopment of the “Taino culture.” In that case, the Taino

ancient. That is why it is a great argument that the people

culture cannot be considered as something without a

of these islands and the mainland are extremely old.3

persion of a set of cultural norms and practices that are

background or as something exactly uniform, defined

According to the aforesaid, researches have shown that

only by differences with the Caribs, who stood out for

the aboriginal settlement of the Antilles, and therefore

their resistance to conquest. Nor can it be seen only

the establishment of the first cultures in this area, oc-

as a derivation of the migration of people from South

curred about 6,000 years ago and seems to have been

America. In fact, it must be perceived as a result of a

related to climate changes that occurred around years

much more complex and centennial processes that

8000 and 4000 b.C. These changes produced import-

took place in the Caribbean islands, especially in the

ant variations in American environments, especially in

islands of La Hispaniola and Puerto Rico.

continental areas, affecting the depletion or reduction

From this perspective, some researchers (Oliver, 2008,

of certain species of animals and plants.

Rodriguez Ramos, 2010, Veloz Maggiolo, 1991, Wilson,

Climate changes (Meggers, 1987; Vargas Arenas,

1999, 2007) consider the Taino culture as the first test

1987; Sanoja, 1988; Veloz Maggiolo, 1991; Sanoja and

of the mixture that today constitutes the Caribbean cul-

Vargas Arenas, 1995) could operate as an important

ture, and its beginnings are evaluated from a close link

catalyst for the movement of the first aboriginal com-

between migratory processes and the development

munities from the mainland to the Caribbean islands,

of different forms of social interaction, developed in

mainly because they had to face new conditions for

the pre-Columbian moments of the Caribbean. These

their hunting and gathering activities, which forced

processes brought with them the formation of a mo-

them to create new cultural solutions, such as, the

saic of cultures wherein it is possible to define a set

settlement in the mouths of great rivers, where they

of essential features from the social, religious, political,

developed important fishing villages and collectors, in

economic and material culture point of view, i.e., in our

contrast with a previous life more linked to hunting and

opinion, what can be defined as the Taino, and within

gathering in inland jungle areas.

this context, a diversity of expressions is drawn only slightly captured by some of the Indian chroniclers.

3 Las Casas, Bartolomé, Historia de Las Indias, V. II. Miguel Ginesta´s printing, Madrid, 1875, p. 38.

146


These gathering communities began a migratory pro-

ments and demonstrated great abilities to adapt to the

cess towards the Antilles approximately in year 6000

new contexts. The changes of those first aboriginal col-

b.C. which until now has been visualized in two es-

onizers of the Antilles are also related to their own in-

sential routes of colonization. The first, from Central

teraction. In that case, the track of their transformations

America –particularly from areas of the Atlantic Coast

in relation to their origin and different cultural traditions

bordering the current Belize– to the Greater Antilles, es-

has been followed by Archeology through time and

pecially Cuba and Hispaniola –Haiti and the Dominican

space, registering its coexistence and hybridization es-

Republic–, so from there they could move towards

pecially since 2000 b.C. (Veloz Maggiolo, 1976, 1980;

the east, to arrive somewhere in Puerto Rico. A sec-

Wilson, 1999, 2007).

ond route would be linked to the northeastern part of

The transformation of these groups in the context of

South America and the island of Trinidad. These groups

the Antilles has been perceived through the changes

moved from this point through the Lesser Antilles, to

in their expressions of material culture –instruments–,

reach the most western part of the Caribbean (Wilson,

preferences regarding the form and places to settle –

2007).

patterns of settlements–, as well as, traces left due to

One of the essential characteristics of these first inhab-

the economic processes linked to the exploitation of

itants was their economy, primarily based on collect-

the environment –food remainings–. In short, the first

ing and hunting, although recent research shows that

settlers of the Antillean arc, as a result of migrations

along with the collection and processing of wild roots

at different times and from different continental spaces

and seeds, and the collection of marine and terrestrial

on the banks of the Caribbean Sea, starred the first

snails, there was an important management of species

processes of interaction and transformation that would

of plants that were considered later and introduced by

later lead to the so-called Taino culture.5

the Arawaks (Pagán Jiménez and Rodríguez Ramos,

These first communities interacted with other new ab-

2007; Pagán Jiménez, 2011), as well as the manufac-

original immigrants who were pottery farmers, who in

turing of incipient pottery (Ulloa Hung and Valcárcel

turn mingled with them. After the arrival of Christopher

Rojas, 2013) in some of these contexts. This shows

Columbus in 1492, some European chroniclers de-

that the denomination of archaic, or primitive and high-

scribed the existence of very isolated potential nu-

ly dependent groups on nature must be rethought and

clei of this type of older settlers, especially the most

modified.

Western area of Cuba and the Southwestern part of La

In other cases, the places selected by these first groups

Hispaniola, to which they named Guanahatabey. This

to settle and their relative semi-sedentary lifestyle or

last designation, and its relationship with groups of this

nomadic, was linked to the seasonal cycles of nature,

cultural nature at the time of European colonization is

as well as their own abilities to take advantage of the

not entirely clear and currently under review by archae-

environment and the wealth such may offer.4 Another

ological research (Gonzales Herrera, 2008; Keegan,

element of attraction to select the places of settlement

1992, 2000; Ramos, 2008).

by these first settlers were areas with availability of raw materials necessary to manufacture their instruments. Once in the islands, these first groups modified many of their traditions, developing cultures that although can be considered derived from the old collectors and hunters of the continent, they adopted different instru-

4 Mangroves and marshes were attractive for the western area of Cuba first settlers when selecting areas of settlement, due to the high biodiversity thereof. The rich diversity of flora and fauna in those areas was a key element in the livelihood of such communities.

5 As part of the development of the first primitive communities, objects have been found showing certain ceremonial or ritual development, in addition to incipient artistic manifestations, potentially linked to death and ancestors. Some artistic expressions of the first hunters-collectors have been associated to lines and concentric circle patterns found engraved on some instruments used by them, as well as reflected as pictographs or drawings representing abstract lines and strokes in some cave shelters and caves.

147


New people. The arrival of Arawak to the Antilles

second migratory momentum towards the Antilles have

The immediate ancestors of the native Tainos found by

lateral than previously conceived. Firstly, it cannot be

Christopher Columbus in the Antilles came from the

conceived as one and unique event; secondly, it shall

Northeast of Venezuela and surrounding areas of cur-

not be conceived as a gradual shift until they reach the

rent Guyana. They stood out due to their horticulture pro-

Greater Antilles – particularly, Puerto Rico and Eastern

duction and good pottery quality, decorated with motifs

Hispaniola– ; third, different cultural expressions have

painted white-on-red background. Some of their initial

been found although contemporary with the saladoids,

cultural expressions were located in the Venezuelan ar-

which may have been originated in the South American

cheological site placed along the Lower Orinoco River

continent and are not completely separated from the

and known as Saladero. In order to keep track of the cul-

Arawakan tradition.7 This has proven that contacts

ture and their disposition over time and space, research-

between the Antilles and the continent, as well as mi-

ers named it saladoid.

grations therefrom, were made without interruption, in

After crossing the Orinoco jungle, year 600 b.C. to-

addition to reaching several nuances in different times

wards the Northeast, the saladoid migrated to Vene-

and periods.

zuela coastal areas and from there, to the Caribbean.

In regard to the aforesaid, it should be noted that poten-

As to date, remnants of such first horticulture tradition

tial exploratory trips were initially made to the Antilles,

have been found at the Antilles archipelago from Trin-

developed by Arawakan communities as a mean to

idad up to the eastern end of the Hispaniola (Rouse,

prepare other movements involving a larger population.

1992; Keegan, 2000). Besides their fine pottery, a ba-

The dates obtained by the archeologist in-situ –radio-

sic feature among them, they were very organized as

carbon dates (C14)– show a fast movement taking

villages; tribal communities survived harvesting root

place approximately 500 years b.C. and developed after

crops such as, bitter cassava (yuca amarga), corn and

a direct jump to the northern island chain of the Lesser

sweet potatoes (yam in Greater Antilles), among oth-

Antilles, as well as to the Virgin Islands and Puerto Rico,

ers, as well as hunting, fishing and harvesting, so they

followed by potential returns to the South, leading finally

could ensure their survival broadly.

6

proven that this process was more complex and multi-

to the establishment or settlement in eve-ry island of

On the other hand, the migration of the salaoids to-

this Caribbean region.

wards the Antilles is also connected to the dispersion of

From an anthropological point of view on migration,

aboriginals who spoke the languages of the Arawakan

the saladoid colonization (Arawak) of the Caribbean

family (Rouse, 1964) and who came from tropical South

has been classified as “leap frogs”, which involves

American lowlands. As stated previously, they became

group movement on considerable distances after be-

the post-development basic foundation considered to

ing separated from the head community (Boomert,

be the Taino culture.

2007; Moore, 2001). Although the total number of im-

Over the last decades, researches developed over this

migrants, in this case, can only be speculated, the idea of a massive and unique migration should be rejected. The course of this type of migratory movement occurs

6 Arawaks grew yuca from a technique known as slash and burn technique, which required an extensive use of the land and was widely developed throughout the continental area, as they needed large tracts of land in order to apply such technique. This growing method consisted of cutting down trees or weeds removal and trees in a portion of land, and then burned. This portion of land was used for a limited period of time, until the soil became fertile; once this happened, a new parcel was removed. As noted, this method somehow implied a semisedentary lifestyle in such communities, thus, whenever a new removal was necessary a major part of the community should move to the region where the new conuco was inaugurated.

148

7 The latter were discovered at the beginning of the eighties, XX century in northern Antilles and Puerto Rico (Oliver, 1999; Chanlatte Baik and Narganes Storde, 2005), and have been named huecoides due to their first findings in the archeological site known as La Hueca, in Vieques, bordering Puerto Rico. Currently, the relationship between salaoid and huecoides and their respective roles in the colonization of the Caribbean by horticulturists is not very clear and there is a discussion at the level of anthropological researches in the Caribbean, known as “La Hueca problem”.


on a reliable manner; i.e., by a separate group of peo-

mals, products finished with high symbolic mean or re-

ple often linked by relationship and follow well-defined

ligious manufactured with exotic raw materials or from

routes with back and forth movements (Curet, 2005:

outside. The movement and exchange of such materi-

30-61). Therefore, the process shall be thought through

als have been monitored from their local expressions

explorations that recognized the most favorable areas,

(between different places in one island), up to region-

gathered information and resend such information to

al expressions (between islands) or far-reaching (be-

new and potential emigrants.

tween the islands and the continent). The latest vari-

Arawaks migration to the island also caused some ad-

ations seem to be the most common at the beginning

justments within their first cultural patterns. The house-

of the Arawakan colonization in the Antilles, wherein a

hold patterns of the first settlers in this ethnia shows a

paraphernalia of body ornaments have been noticed,

preference both in areas unrelated to the coast; some

particularly, micro-lapidary objects representing the

researches have attributed this preference (Petersen,

fauna –several types of birds and the jaguar, among

1997) to certain conservatism leading to their initial

others- typical of the continental areas, manufactured

continental habits. While in a subsequent period the

with exotic raw materials typical of the continent or from

settlements distribution points to a preference both for

specific Caribbean islands (Hofman, et al, 2006).8

the coastal areas and the interior of the inlands. This

The importance of such exchange relationships during

change has been perceived as a sign of adaptation to

the first stage of Arawakan household in the Antilles

the island environment and in response to other fac-

can also be noticed as a basic social aspect of the col-

tors, among them, demographic pressures, harvest ca-

onization per se within this area, while ensuring pres-

pacity, and land availability in small islands of Eastern

ervation of relationships between the first inhabitants

Caribbean. In other words, new Arawakan patterns

and their head communities, i.e., operated as a sort

reflect a flexible adaptation strategy in different island

of umbilical cord for main and secondary communities.

environments, and suggest that those new emigrants

By keeping these relationships it has been seen as a

could be opportunists or conservatives when develop-

“línea salvamento”9 for the emigrants, which respond-

ing such patterns (Haviser, 1997: 67-68).

ed to the situation of insecurity that may be for small

Another key factor when looking the Antilles coloniza-

human communities adapting to virgin, unknown envi-

tion by Arawaks and also afterwards – is associated

ronment, or new ones. In other words, this was sort of a

with interaction. Spheres related to this type of process

strategy to ensure their own survival (Boomert, 2007).

have been very well outlined by researches conducted

Lastly, it shall be highlighted that the first Arawaks and

in the last years, and has proven that at no time these

insular descendents have been designated under the

communities were isolated communities.

term igneri, derived from the Arawakan voice eyeri,

The interaction in these communities and elements in-

meaning man. Their route across the islands is mainly

volved therein included key sociopolitical and religious

noted between the century V B.C. until century VI A.D.,

factors, in addition to acquiring different nuances in dif-

which is a long period wherein they stayed apart from

ferent moments within their local development and ad-

the colonization for the most part of the Greater Antilles

aptation. Obviously, this influenced on the weight and

– they stayed only between Trinidad and Puerto Rico

dimensions of the exchange spheres, as well as in ar-

islands-; this phenomena is noted as a great hiatus or

eas and involved places. A key element to be taken into consideration when addressing this topic is the unequal and discontinuous distribution of resources –especially origins of raw material and economic resources– between the Caribbean islands. In other words, specific elements may be present in one area and absent in other area. This was a key factor to encourage such exchange. Examples of interaction and exchange are mainly perceived from high movement of different raw materials (stone, wood, shell, pottery, etc.), vegetables or ani-

8 Several beads and small zoomorphs pendants with mythological distinctive association were manufactured using semi-precious stones, bones, shells and petrified woods and are scattered through the region, from Puerto Rico to Trinidad. 9 Pendants manufactured with animal teeth non-endemic of the Antilles, such as the jaguar and the wild boar, together with other animals from South America, such as the tapir, have been recovered in Vieques (Narganes Storde, 2003).

149


pause in advancing to the Western Caribbean by those

It must be noted that many characteristics noted af-

groups.

terwards during the so-called “Taino culture” –the con-

The latter has been justified by the presence of import-

struction of bateyes or ceremonial plazas to play ball

ant archaic populated area well established at that time

games. Rituals using hallucinogenic substances (co-

in Greater Antilles. Also, the relationship or interaction

hoba), among others– were developed or reached a

between the descendants of the first archaics and the

good representation as practices within the ostionoid

new Arawakan emigrants is seen now as a key fac-

culture. All of this obviously leads us to consider that

tor to explain the nature of local developments defin-

the most direct background related to the local devel-

ing the latest part of the pre-Columbian history of the

opment known as Taino culture is precisely in the evo-

Caribbean, in particular, the Greater Antilles, and thus,

lution from the ostionoid culture, which in turn resulted

in the variations and diversity typical of the Taino cul-

from Arawak migrations coming from coastal areas of

ture definitions.

Venezuela.

The beginnings of the Taino culture. Where and when?

Local Antillean development, especially in Lesser Antilles, had occurred essentially between century V and up to the VIII century A.D., in addition to bringing

The colonization and adaptation of the first Arawakan

improvements in agricultural production also brought a

emigrants to the Antilles occurred while other cultural

more complex social structure. As a result, new pottery

changes happened. This resulted in local cultural de-

appeared with their personality. From the VII century

velopments, from the basis of such core branch and

A.D. –and maybe before– the communities with ostionid

the relationship with descendants of archaic´ ances-

pottery arising in Puerto Rico moved to the Hispaniola,

tors. Some of these local cultural developments are

living in areas of valleys such as the Cibao Valley and

much related to the typical diversity of Taino expres-

coastal places –the entire southeastern area of the

sions, which reached the highest development level,

Dominican Republic– and expanding quickly through-

as mentioned before, and summarized many aspects

out the island.

related to their ancestors.10

Where the communities with ostionoid pottery started,

The most important local development as Taino´s

they basically developed cultural signs considered typi-

ancestor in the Lesser Antilles is found in the cultur-

cal of the so-called “Taino culture” in eastern Hispaniola,

al expression defined by archeologists as ostionoid,

and in those regions is where the chicoide pottery ap-

which was created from changes and processes suf-

peared and has been identified therewith. This pottery,

fered by the first Arawaks in the island of Puerto Rico

which is typical of the Taino culture, is connected to

and eastern Hispaniola.11 Studies of ostionoid plac-

objects with high level of symbolism and development

es have demonstrated that this cultural expression

in decoration, manufactured with bones, shells, woods

shows modifications in cultivation techniques known

and stones, in addition to other elements that show a

until then for the Arawaks and developed others that

high degree of social complexity –ceremonial plazas,

may have generated greater productivity levels, as

ball games plazas, etc.– Therefore, formation process-

well as the appearance of important transformations

es of the “Taino culture” are local and autochthon –par-

related to pottery and other aspect associated to their

ticularly in Santo Domingo and Puerto Rico– and the

paraphernalia.

beginnings of their main representations have been dated from century XI A.D., approximately. It is important to note that there was never a total predominance of the Taino culture everywhere in the

10 The last perception is supported, among other things, by the presence or continuity of many instruments and elements of the material culture and experiences regarding the management of ecological resources coming from archaic ancestors preserved within local developments thereof, and particularly within the Taino culture. 11 The name ostionoid come from Ostions settlements, located in Puerto Rico, where originally was found one of the most important archeological site of this group at the Antilles level.

150

Antilles, but an important influence in that territory. Although, we have stated that conquest historical sources shall be carefully assumed, as they have been ratified by new researches, they have noted that it may be other groups, potentially located in the Northern part of Hispaniola; besides the Carib, whom occupied a few Lesser Antilles islands, especially from the cur-


rent island Guadeloupe up to Grenada. The Caribs

of the casabe. Within we find petaloid axes,12 stone

seems to relate to the migratory wave from a different

axes wrapped in wood and used to clear the forest or

ethnia, who came late to some of the Lesser Antilles

clean the land where the sowing would later take place.

islands from areas in Guyana. On the later, their ar-

In addition, of using them as work tools, the axes also

chaeological identification has been recently reported

served as weapons and were called macanas. The

in islands such as San Vicent and Grenada. (Hofman

Tainos used another type of ax together with the pet-

and Hoogland, 2017, publishing process).

aloid axes; these were monolithic, i.e., they were made

The fact that Tainos were a group in expansion and

entirely of stone, including the handle.

majority in the Lesser Antilles, in addition to having the

Once the land was cleared or felled, the branches were

greatest sociocultural development degree, in part, it

set on fire and the ashes served as fertilizer. This agri-

was what partially led to the fact that Europeans in the

cultural system, as aforementioned, is known as slash

XV and XVI centuries lived always in contact with them;

and burn or slash-and-burn agriculture, and was not

therefore, their chronicles and narratives are focused

completely discarded by the Tainos as long it was com-

on descriptions related to what has been considered

bined with the most common and productive agricultur-

the life of this culture.

al system, agricultural piles.13

It shall be highlighted that the Taino culture was mainly

In order to obtain the casabe flour, guayos or graters

developed between the XI century A.D. until the sec-

were used, instruments that could be made of wood

ond half of the XVI century A.D., and geographically

or stone. A kind of fiber-woven sleeve filled with the

covered almost mainly all the Hispaniola –currently,

cassava flour and squeezed by one end was used to

Dominican Republic and Haiti-, Puerto Rico, Eastern

extract the toxic juice. This instrument was called ci-

Cuba, a portion of Jamaica, the Virgin Islands, and

bucán or cebucan. It is important to notice that the ac-

the Bahamas or Lucayas. From such geographical

tivities linked to the casabe process in order to obtain

perception, and taking into account the variability and

the casabe bread were carried out by the women of the

diversity of their cultural development, researchers

community.

(Rouse, 1992) have divided the Taino settlement in

In addition to stone burins for woodworking, other ba-

the Antilles in three groups: Classic Taino –Hispaniola,

sic tools in the development of agricultural work were

Puerto Rico and Eastern tip/end of Cuba–; Western

the canes or coas, which were used for sowing. On

Taino –those which occupied the Bahamas, Jamaica

the other hand, the Tainos used instruments such as

and the greatest part of Cuba–, and Eastern Taino-

majadores in some activities linked to the processing

those who occupied the islands between Vieques and

of grains such as corn or other types of seeds. Many of

Guadeloupe-.

them with anthropomorphic representation -human- or zoomorphic –animals–, which evidences the assimila-

Taino Culture. Techno-economy. How they did it?

tion of elements of nature and of the human being to

From an economic point of view, the Tainos were im-

As mentioned earlier, among the crops and fruits that

portant farmers and also knew the art of pottery, in

served as a basis for food, besides the yuca, are corn,

which they managed to create pieces with great aes-

guáyiga or guállaga, collected wild, papaya or lechosa,

those who granted them a magical nature.

thetic value. Agriculture as a fundamental economic activity was based on the cultivation of yuca, a very common root crop in the Caribbean and South America, and which was processed to obtain a cake, a kind of bread, known as casabe. Their basic food was casaba together with other supplements, such as corn, sweat potatoes, guáyiga, yautía, or the meat of other animals that was by hunting or fishing. The Tainos used a based-complex instrument for the development of agricultural activities and preparation

12 This designation is based on its shape that resembles a flower petal. 13 The agricultural piles system consisted of removing the land and creating like mounds from four to twelve meters in diameter, on which was possible to sow and cultivate in a stable and permanent manner. That is why this system guaranteed greater productivity as it produced in the field a similar effect to which would produce the use of plow nowadays. This system besides accumulating and removing the land could include the use of waste as fertilizers that permitted achieve even higher crops.

151


corozo or corojo, guava, beans, soursop, etc. Other

or backrest, of one or more bodies and dimensions,

plants were used in ritual activities or as timber trees for

according to the use for which they were intended.

the construction of houses, work tools, and even their

Something very important is that in almost all cases

cemíes or gods. Among the latter, some of the most

the vessels were decorated. The decorations could be

important were: the tobacco (Nicotiana tabacum), co-

modeling representations of human figures or animals,

hoba (Pictadenia peregrina), cotton (Gossypium spp),

especially the handles. They could also be made from

and several species of woody and timber plants such

incisions in the body of the vessels.

as guácima (Guazuma ulmifolia), guayacán (Guaiacum

Besides being one of the most prolific expressions,

sanctus), the higüero or güira (Crescentia cujete),

one of the most important means of representing art

among others.

is Taino pottery, by which they reflected their magical

Although, the Tainos based their economic activities

and religious beliefs. This is so because the art was

essentially on agriculture, these were complement-

not unconnected from the magical world and the nature

ed with activities such as hunting, fishing and pick-

that they worshiped. This explains why human and an-

ing, which guaranteed a better balance in their diet.

imal representation is recurrent, both in pottery and in

Hunting included several types of rodents called hutías

objects made in other materials.

or jutías, as well as a great variety of birds and major

In the case of pottery, effigies vessels and potizas14

mammals such as the manatee. With regards to the

have a special place within those representations. In

picking, several species of crabs and terrestrial or ma-

both types of pieces there is a kind of baroque dec-

rine mollusks stand out, while in fishing several species

oration that usually reproduces zoomorphic motifs or

of turtles (Quelónidos) and large bony fish are high-

human figures, and even the combination of both an-

lighted. It is important to keep in mind that the fishing

tropozoomorphs. Also, themes or motives related to

activity could have been carried out in the river and

fertility and the ability for reproduction, both female

the sea, and made in different ways using nets, bone

and male, which reflects a kind of synthesis on the

or shell fishhooks or harpoons. A curious fishing tech-

ability of human regeneration, as well as nature itself

nique was practiced with the remora fish (Remora ech-

are recurrent.

eneeis). This fish has a sucking disk with which it can

Furthermore, the women undertook pottery activity

attach itself to other large marine animals. Because of

within the Tainos, and through such this culture has be-

this, the fish was tied with a string, and once attached

queathed a good part of their art, beliefs, and their own

to the prey, it was pulled until it was brought to the boat

vision of the world. Also, the identification of their pot-

from where the fishing activity was carried out.

tery style and their way of decorating the vessels has

The Tainos used boats to navigate with oars for fish-

become one of the basic elements that characterizes

ing and marine or fluvial transportation activities. Three

the people and culture that has been defined as Taino.

types of boats existed according to their size: the cacarried out based on complicated procedures and lithic

Society. Art and Cosmology. How were they organized? What did they believe?

instruments; fire was used to cut large trees, hollow out

The appreciations of the social organization among the

their trunks and give them the desired shape.

Tainos have generally been directed towards the chief-

The shell of some mollusks was also used as raw ma-

doms (cacicazgos for its Spanish accronym), which

terial for the construction of charms, body adornments,

some Spanish historians of the conquest compared

ceremonial objects, small idols or work instruments,

with small feudal kingdoms. At the time of contact with

noe, the cayuco and the curiale. Its construction was

and even musical instruments such as the fotuto; these were generally built from the shell of large marine mollusks. One of the activities that characterize the Taino culture, and in which they achieved a high aesthetic development was pottery. The Tainos made vessels and containers of different shapes, whether globular or curved shape, with an open or narrow mouth, with shoulder

152

14 Potizas are narrow-mouth vessels used as liquid containers, and are generally displayed with decorations on their neck or top. The most common are the anthropomorphic representations of the human face-, which in addition to pointing to a properly utilitarian function, liquid vessels, refer to a high symbolic-artistic and ritual character.


Europeans, the cacicazgos were among the most com-

Puerto Rico and Cuba, and assumed as proof of diver-

plex forms of political and social organization in the

sity strategies that the elites of these spaces used to

Caribbean. However, this type of organization was not

justify their own position and acquire power and pres-

prevalent in all the islands, therefore, the level of com-

tige; i.e., the ways in which they used or manipulated

plexity and the patterns described in the historical chron-

the ideological or cultural aspects in order to reinforce

icles are essentially valid for part of the Greater Antilles

cohesion and stability. This in turn, was materialized in

-especially the island of Hispaniola and Puerto Rico- and

different structures or forms of political organization.

they have been precisely observed in correspondence

In other words, an influential factor in the present own

with what has been defined as Taino culture.15

diversity at the level of the Taino material culture, es-

The cacicazgos were political organizations based

pecially what has been defined as their artistic expres-

on hegemonic centers and hierarchical powerful re-

sions, which is related with the ways of handling these

lationships that expressed themselves both in local

ideological mechanisms, which in turn it is linked to

contexts and relationships between villages or towns.

the different forms of organization of power structures

The cacicales organizations also implied active forms

(Curet, 2003: 19).

of social exchange that acquired dimensions or

In line with the above, investigations have perceived that

forms of political or economic alliances materialized

during the Taino development in the Antilles they began

or achieved in different ways like marriages, political

to add objects that have their parallels in the isthmus

subordination, economic reciprocity mechanisms,

Colombian area, Central America and the Northwest of

among others. Also, the cacicazgos implied the exis-

South America-, which has been evaluated as some-

tence of a hierarchy held by an individual, a group of

thing very linked to this differentiating perspective, the

individuals, or a certain lineage, whose social position

ability to establish distant contacts and incorporate tech-

was justified and maintained in multiple ways social,

niques and materials from those land. It is possible that

ideological control mechanisms and even assumed a

these were elements of continuing importance in these

hereditary basis.

16

societies and served to legitimize the power of certain

The traces of the material culture associated with that

agents; therefore, the vertical escalation at an intra-so-

hierarchy, as well as its diversity, have been contem-

cial level (RodrĂ­guez and PagĂĄn, 2007).

plated for different islands, among them La Hispaniola,

From a productive or economic point of view, the cacicazgos could put into practice the specialization of a village or town in the exploitation of ecological environments or specific sources of resources, which guaran-

15 Recent investigations (Curet, 2003), besides emphasizing the existence of a wide-range diversity among the sociopolitical organization forms that characterized the Caribbean, including various forms of egalitarianism and social inequality, have proposed the term mid-range societies when referring to intermediate organization groups between the group and the state societies level. In this case, the term cacicazgo is identified only with highly stratified societies and socio-political organizations of hierarchical type. The latter are precisely those reported by the Spanish chroniclers for the Greater Antilles. 16 Institutionalized social inequality refers to societies where there are differences in status and access to resources (economic, social or symbolic) based above all on allocation. Even though, inequality and status differences are found in all societies, including groups and tribal groups. Social inequality institutionalization refers to cases where inequality comes from family groups or lineages, and includes some forms of inheritance or official power (through belonging to or being a member of an elite or descending directly from a kinship group).

teed access to products or resources that could not be found in certain environments. The exchange network within a cacicazgo allowed this type of complementation. Thanks to these exchanges, each inhabited center could enjoy food products or handicrafts that were common only to certain areas of the island or specific islands. In other words, a cacicazgo or area of influence of a cacicazgo were not necessarily limited to the surroundings or geographical limits of an island, they could cross those borders, establishing exchange mechanisms and alliances that formed part of the political expansion strategies and of the Taino culture. This factor perhaps contributed to outline the vision of cultural uniformity that to some extent is found in historical chronicles. At the time of arrival of European colonizers to the island of La Hispaniola on October 1492, the island was

153


divided in several chiefdoms,17 which did not mark

central plaza called batey, where meetings, import-

a regional division in the style of the contemporary

ant rituals and ball games could be held, i.e., it was

geographical borders, but area of influence related to

a space that could be considered ceremonial and of

the alliance mechanisms and centralized around the

great social importance. Sometimes, the Tainos bur-

hierarchy of an individual or group of individuals over

ied their dead very close to those places, establishing

others, i.e., the cacicazgo as a form of organization

cemeteries; the deceased bear objects of use, funeral

that grouped several chiefdoms or caciques under the

offerings, among them vessels, necklaces, work instru-

command of a principal chief or cacique.

ments and charms, which reveal the various scales of

The distribution of the production was subordinated to

importance among the inhabitants.

the cacique domain, and the cacique could divert a

The Tainos were observers of the rhythm of nature, and

surplus of that production for ritual activities, parties,

through their knowledge, desired to manage their en-

or other collective acts of the community, which in

vironment and anticipate the future. In this way, they

turn were aimed at reinforcing their own political posi-

developed strategies to maintain harmony or coordi-

tion and social mechanisms of alliance that supported

nation with the events that occurred on a day-to-day

such. In other words, the Tainos enhanced a social or-

basis or in every age. A considerable knowledge was

ganization that was aimed at achieving stability, and

developed from observing the behavior of the world

could store products that would be used for consump-

and all the things that occurred around, whether living

tion in certain eventualities.

or not, while explaining why and how the world-system

Overall, the Taino was a society based on hierarchy

was structured. That vision or cosmology is a key to ex-

and with a kind of pyramidal structure. The cacique

plain and understand the religious beliefs of the Tainos

was in the highest part with greater political powers,

(Oliver, 1997).

accompanied by a species of nobles called nitaínos.

The harmonic relations between these human beings

Also, was the behique or witch doctor, who because

and nature system-world was something highly de-

of his knowledge in practices of this type, and role in

sirable, and; therefore, the Taino cosmology reflects a

worship to the cemíes, had great influence on the com-

non-static world, a dynamic and a vision of the universe

munity, while the majority of the population, the base

that is a kind of a pendular movement between stability

of the social pyramid was comprised by the naborias.

and entropy, between calm and chaos, that worked like

The work organization among the Tainos was based

antagonistic forces. The Tainos tried to capture some

on sex and age criteria. As previously stated, women

qualities of these antagonistic forces and personify them

carried out pottery tasks and cooking the casabe. On

in cemíes (gods). Nature explanation of those forces,

the other hand, the men hunted, fished and picked,

and the attempt to manage their operation to introduce

and if necessary, they went to war, besides helping the

stability or change is; therefore, the center of their reli-

women in the agricultural tasks. The children could take

gion. Also, the areitos and ritual ball games (batey), was

care of the crops.

the essential motivation of their rituals and ceremonies,

The houses presented various forms and names. The

designated precisely as a way to treat that disorder and

bohíos were the houses where the caciques and mem-

produce social integration. (Oliver, 1997: 140-141).

bers of important groups lived within the society. The

The areitos were celebrations or collective ceremo-

houses had a rectangular shape with a roof of two

nies with the essential purpose of reinforcing the unity

waters. Other bigger dwellings were round and called

and cohesion of the group. During these celebrations

them caney.

they danced, appealed to mnemonic mechanisms that

The villages were generally built around a space or

told facts or events of ancestors through oral stories. Therefore, the areitos were related to special moments in the life of the community. In other cases, cohoba was also prepared, a ritual by which the cacique or behiques inhaled hallucinogenic

17 In the island of La Hispaniola, the cacicazgos were called Jaragua, Marién, Maguana, Maguá and Higüey. At the time of the conquest the most densely town seem to have been Maguá.

154

powders through the nose, which generated a state of trance to communicate with the cemíes, i.e., with the incarnation of the forces. This ability to communicate


evidently implied an attempt to predict or control those

tain aesthetic values were developed. In other words,

forces that also contributed to reinforce the social po-

the objects that are considered an expression of the

sition of those who possessed it. On the other hand, it

Taino art also had as destiny to reference the position

was a ceremony where the most important decisions

of those whom were destined, and through them in-

were made, which in this case were always linked to a

crease their power. Since the objects were related to

significance beyond human.

cosmic forces, they were able to attract those who used

This cosmological vision is also a key to understand the

them, an energy they needed to exercise their opera-

mythological expressions linked to the Taino beliefs. In

tions (Veloz and Zanin, 1999).

such, were recalled aspects associated with their own

In general, the Taino artistic universe moved within a

origins as a myth community, elements of their en-

predominantly religious context, where religion was an

vironment, the origin of the sea, fish, etc., and as in

important form of social cohesion. In that case, many

other mythologies, many of the elements of its culture,

objects that apparently had an everyday use ended up

especially those referring to basic knowledge from the

being introduced in spaces, which main purpose was

technological point of view, agriculture, making casabe,

rituality. Stated briefly, the Tainos knew how to master-

handicraft techniques, etc., activities of their own social

fully combine their religious beliefs with art, technology

reproduction, the cohoba ritual, curative knowledge,

and creativity.

that, according to those myths, they were granted by It is not surprising then that many of the expressions

The importance. What do we have left? The end

considered as a treasure of Taino art are necessari-

The tendency to consider consciously or unconscious-

ly linked to such cosmology and religiousness.18 The

ly, the beginnings of the Caribbean history after the

Taino art has a close relationship with the way this

arrival of Europeans is still common in some academ-

group lived and environment. It is the area of the di-

ic and popular areas. This idea is generally based on

vinities that are venerated. Their beliefs were focused

an ignorance of native history prior to that event, and

on nature and were directly related to certain areas of

the absence of a strong indigenous population in the

such, for example the sea, caves, forest, and in general

Caribbean today. Both factors have contributed to gen-

everything unusual and particular that occurs within the

erate a limited, and sometimes null vision of the con-

environment.

tribution of these human groups to history and culture

It was a functional art linked to a practical use,19 and

of the region. This has also helped to blur the traces of

at the same time it tried to integrate the world their be-

the pre-Columbian past in Caribbean cultures, almost

lief through decorations and colors. As an art, it was

always referring to the mere presence of elements of

assumed in a manner to attract energy for those who

material culture, words, techniques, types of cultiva-

used it, and in turn, it searched the energy where cer-

tion, forms of housing, among others, perceived as ir-

cultural heroes or were taken from mythical creatures.

removable filiations or cloistered of a culture. It is evident that there is a close relationship between the recognition of the pre-Columbian history of the 18 For example, while the yuca was the Tainos basic food, within their beliefs they had a god or cemi that symbolized it and that was closely related to the good harvests and fertility or ability to reproduce the land. This is the case of the three-pointed stones or trigonoliths, which according to the beliefs of the natives had the role of guaranteeing that fertility and the good harvest of the yuca. As described by Spanish chroniclers, the Tainos buried Trigonoliths in their fields, as a way to produce this fertilizing or fertilizing effect on the land. 19 Concerning the Taino art, it is important to state that they did not use metal smelting and hardly worked the gold. They laminated the gold after heating it based on percussion. These lamellae could basically be used as pendants or earrings, and also as inlays, especially in the eyes or dentures of figures or idols made in other materials, such as wood or shell.

Caribbean, the knowledge of the dynamics that led to the formation and development of the Taino culture and the subsequent history of this human space. While it is true that the history of the Caribbean and formation of their current cultures migrations of people from different parts of the world have played a significant role, this process did not begin with the arrival of Christopher Columbus, and those successive waves settled on a foundation, a consolidated foundations as a result of a complex and centenary processes that took place in the context of the islands: the Taino culture. The decline of this culture caused by colonization, has

155


not meant its total disappearance. Many of its elements or contributions are present in the current Caribbean culture, and many are through the colonizers themselves, who had to adopt the culture to solve specific needs of their natural environment for which they were not prepared, or through the African slaves who were brought in to replace the lack of native labor, once these began to physically disappear. It is fair to think that a significant number of the customs and practices of those men and women are unrecognizable in our reality, but they are there, forming part of what we can now call Caribbean culture.

References Boomert, Arie, Movilidad en las Indias Occidentales: Las Migraciones saladoide y huecoide, El Caribe Arqueológico, No. 10, Casa del Caribe, 2007. Chanlatte Baik, Luis A., Narganes Storde, Yvonne, Cultura La Hueca, Río Piedras, Puerto Rico University, 2005. Curet, Antonio, Issues on the Diversity and Emergence of Middle-Range Societies of the Ancient Caribbean: A Critique, in Journal of Archaeological Research, Vol. 11, March: 1-41, 2003.

_________ Caribbean Paleodemography: Population, Culture History, and Sociopolitical Processes in Ancient Puerto Rico, Tuscaloosa: The University of Alabama Press, 2005.

_________ The Taino: Phenomena, Concepts, and Terms, Ethnohistory 61(3): 467-495, 2014. González Herrera, U., Ciboneyes, Guanahatabeyes y Cronistas, Discusión en torno a problemas de reconstrucción etnohistórica en Cuba, El Caribe Arqueológico 11: 98-105, 2008. García Arévalo, Manuel, El arte Taino y la identidad nacional dominicana, Fundación García Arévalo Publications, Santo Domingo, 1999.

_________ Los Tainos en los apuntes de Cristóbal Colón, Fundación García Arévalo Publications, Santo Domingo, 2003. Harrington, Mark R., Cuba antes de Colón, Cultural S.A., La Habana, 1936. Haviser, Jay B, Sttlement Strategies in the Early Ceramic Age en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. Hofman, Corinne; Boomert, Arie; Bright, Alistair; Hoogland, Menno LP; Knippenberg, Sebatiaan; Samson, Alice V. M.; Ties with the ‘homeland’: archipelagic interaction and the enduring role of the South American mainland in the pre-colonial Lesser Antilles (inédito), Presentation conducted at the 71st meeting of the Society for American Archaeology, San Juan, Puerto Rico, April 26-30, 2006. Keegan, William, The People who Discovered Columbus. The prehistory of the Bahamas. University Press of Florida, 1992.

156

_________ West Indian Archaeology. Ceramic Age. Journal of Archaeological Research 8 (2): 135-67, 2000. Las Casas, Bartolomé, Historia de Las Indias V. II, Imprenta de Miguel Ginesta, Madrid, 1875. Meggers, Betty, Oscilación climática y cronología cultural en el Caribe en Actas del Tercer Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington D.C., Edited by Mario Sanoja, 1987. Moore, John H., Evaluating five models of human colonization, American Anthropologist 103 (2): 395-408, 2001. Narganes Storde, Yvonne M., Pendientes antillanos, animales suramericanos, Proceedings of the Twentieth International Congress for Caribbean Archaeology, Santo Domingo 2003, I: 213-220. Oliver, José R., Taino cosmos, en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997.

_________ The ‘La Hueca problem’ in Puerto Rico and the Caribbean: Old problems, new perspectives, possible solutions, in Corinne L. Hofman & Menno L. P. Hoogland, eds., Archaeological Investigations on St. Martin (Lesser Antilles): The Sites of Norman Estate, Anse des Pères and Hope Estate With a Contribution to the ‘La Hueca Problem’: 253-297, Leiden: Leiden University, 1999.

_________ El universo material y espiritual de los Taínos, El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el universo taíno, published by J. Oliver, C. McEwan and A. Casas Giberga, pp. 137-201, Ministry of Culture, Museu Barbier-Mueller Art Precolombí and Fundación Caixagalicia, Barcelona, 2008. Pagán Jimenez, J., Early phytocultural processes in the pre-Colonial Antilles. A pan-Caribbean survey for an ongoing starch grain research, in Communities in contact. Essays in archaeology, ethnohistory and ethnography of the Amerindian circum-Caribbean, published by C. L. Hofman and A. van Duijvenbode, pp. 87-116, Sidestone Press, Leiden, 2011. Pagán Jiménez, J.; Rodríguez Ramos, R.; Sobre el origen de la agricultura en las Antillas, in Proceeding of the Twenty First Congress of the International Association for Caribbean Archaeology, published by B. Reid, H. Petitjean Roget y A. Curet, pp. 252-259 Vol. I, University of West Indies, St. Agustine, Trinidad and Tobago, 2007. Pané, Fray Ramón, Relación acerca de las antigüedades de los indios, Publisher Ciencias Sociales, La Habana, 1990. Petersen, James B., Taino, Island Carib, and Prehistoric Amerindian. Economies in the West Indies: Tropical Forest Adaptations to Island Environments, in The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. Petersen, James B; Hofman, Corinne L.; Curet, Antonio; Time and Culture: Chonology and Taxonomy in Eastern Caribbean and the Guianas, in Late Ceramic Age Societies in the Eastern Caribbean. Andre Delpuech and Corinne L. Hofman, BAR International Series, París, 2004.


ROUSE, B. Irving, Prehistory of the West Indies, Science 144: 499-514, 1964.

_________ The Tainos: Rise and Decline of the People Who Greeted Columbus. New Haven: Yale University Press, 1992. RODRIGUEZ, Reniel; Pagán, Jaime; Las Antillas en el contexto del Circun-Caribe: cincuenta años después (unpublished), presentation conducted within the context of the archaeological researches team of the Caribbean, Universidad de Leiden, Holanda, mayo 2006. SANOJA, Mario, La formación de cazadores recolectores en Venezuela, in Actas del Segundo Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington, D.C., 1988.

Art as a ritual Carlos Andújar Persinal coordinator of cultural projects

A thought dichotomy between native and fine arts. contempLative and UtiLitarian Possibly marked by a mythical influence and deep sacred condition, the aesthetic forms made their appearance early between different expressions and sculpted

SANOJA, Mario; Vargas, Iraida; Gente de la canoa, Fondo Editorial Tropykos, Caracas, 1995.

objects, paintings, drawings and carvings made to sub-

VARGAS, Iraida, Sociedad y naturaleza: mediaciones y determinaciones del cambio social, in Actas del Tercer Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington D.C., published by Mario Sanoja, 1987.

impregnating the greatest sense of beauty and admira-

VEGA, Bernardo, Los cacicazgos de la Hispaniola, Publications by Museo del Hombre Dominicano, Santo Domingo, 1980. VELOZ MAGGIOLO, Marcio, Medio ambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo, the UASD Publisher, v. I, Santo Domingo, 1976.

_________ Arte indígena y Economía en Santo Domingo, Publisher Cohoba, Santo Domingo, Dominican Republic, 1977.

_________ Las sociedades arcaicas de Santo Domingo, Co-publications by Museo del Hombre Dominicano - Fundación García Arévalo, Santo Domingo, 1980.

_________ Panorama histórico del Caribe precolombino,

limate and reverence the mythical gods and ancestors, tion once the object is concluded, and as the author confirms in the Tainos, that social obligation, as in most of the primary cultures of the world, was more than evident.1 “The art of the Tainos was essentially an art originated by and at the service of their magical-religious beliefs. An art that was a constant supplication to the basic elements that comprised the mythical origin of such civilization and the wide and complex pantheon of gods, which were linked to such key elements.” An important part of this primitive art also had a utilitarian use, which has become, perhaps, a border between the classic concept of art as a result of the freedom of art and the artist in the Renaissance movement, and a bit further the postulates of Modernity and

Central Bank of the Dominican Republic, Santo Domingo, 1991.

the Industrial Revolution, as confirmed by Pierre-Yves

VELOZ, Marcio; Zanin, Daniela, Historia arte y cultura en las antillas precolombinas, University Publisher, Santo Domingo, 1999.

ogie de l’art, taken from the Native arts and anthro-

WILSON, Samuel M., Cultural Pluralism and the Emergence of Complex Society in the Greater Antilles, in Actas del XVIII Congreso Internacional de Arqueología del Caribe, published by the International Association for Caribbean Archaeology, Guadeloupe: 7-13, 1999.

same time had a utilitarian use more than contempla-

_________ The Archaeology of the Caribbean, Cambridge University Press, New York, 2007.

Jacopin in his article: Aux fondements de l’anthropolpology text. More than a fact of pure contemplation, in traditional society’s art accompanied objects that at the tive use, in addition, producing an aesthetic pleasure. Ultimately, it is obvious that is about the presence of aesthetics, creativity and the inclination for beauty as part of human nature and that has led some authors to think of art as a particularly essential component of the human being. The sublimation of the artist has always been a subject of interest and concern for intellectual thought:2

1 2

Several authors Taino art, Central Bank of the Dominican Republic,1983, p. 4. Herskovits, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, Mexico, 1995, p. 414.

157


“From its early days, philosophy has struggled with the

it, the human being to transcend beyond the simple

problem of whether the impulse to create and appre-

object and transform it into a work of admiration, inde-

ciate beauty is inherent in the nature of man: whether

pendently of its destiny and final use.

beauty, in itself, arises from a concept of what is con-

In any case, this is how art acts, as an intermediary be-

sidered beautiful or if it transcends the ways in which

tween the aesthetic pleasure of the work and its utilitari-

beauty is manifested.”

an destiny, which could also be for everyday purposes or domestic life, as well as deeply reverential and sacred,

The borders between art and anthropology art. Art and anthropology: speeches and looks

which did not deny its aesthetic dimension. Although in the Taino culture of miniature and sculptural art, and as David de los Reyes says, the concern for stroke, the sign, the visually, became part of the cultural purpose:4

One of the difficulties observed between anthropolo-

“In addition, to a possible practical utility and a search

gists and archaeologists when approaching the artistic

to impress rather than express beauty, the worship will

component of an object, has been their excessive be-

focus its priority on a careful preparation.”

nevolence towards the aesthetic sense thereof. This is

The specialization of the cultural or artistic object

because it is objected from the boundaries of art criti-

sometimes distanced from its decided aesthetic con-

cism or art historians. Not all work due to the simple fact

viction, made these encounters difficult. However, the

of looking beautiful and well done must be assumed as

presence of sets, strokes, incisions, drawings, designs

a work of art, thus Animalistic art was common among

and paintings, make it more than an object per se, and

the Taino creators.

3

that is where art and anthropology are obliged to travel

“In other words, art does not appear as an imitation or

in dialogue paths to find an explanation that has been

reproduction of the authentic, but as an expression of

mistakenly called “primitive art,” which would be better

an idea or concept. Therefore, at its very beginning, Art,

to call it primary, traditional or as Herskovits situates it

as in the case of language, prepares signs that are not

agraphic societies. At least that allows to assess the

mimetic but of abstract nature.”

auscultation of the need felt by these groups to trans-

It is obviously, that these different approaches are

form an object, which destiny was socially defined in

worthy of comment that contributes to their clarifica-

something more than a material dough, or simple uten-

tion when talking about traditional art. Nowadays, the

sil or cultural object.

concept of pure art, made for contemplative enjoyment

Particularly, these are the barriers that would overcome

without any other social function, cannot be the criteri-

the oppositions between traditional art and art with the

on on which to discard the artistic dimension of primary

modern and western acceptation with which it is used

societies, because it is about describing own artistic

among art specialists, art critics and museum conser-

traits and expressions, rather than going on to explain-

vationists. Fortunately, this obstacle has been over-

ing them, if possible, then we are before a work of art,

come by an important part of these experts, which has

no matter its temporary and spatial boarders.

made it possible recognize the esthetic value of many

The presence of these symbolic manifestations or se-

works of traditional art. However, having overcome the

miotic language, rather than reducing them to simple

cases in which a piece by the mere fact of belonging to

pieces with a utilitarian sense, implies a greater con-

the past, does not make it a work of art, its condition-

cern for forms and styles, for the element of beauty

ality is more demanding, and it must be because we

and the need or impulse. As Melville Herskovits called

tend to confuse art and anthropology and this cannot be, these boundary lines on the interpretation of this phenomenology should be clear.

3 Galí Boadella, Montserrat, Historia del arte y antropología, Dos métodos distintos, una vocación común, in (In) disciplinas: estética e historia del arte en el cruce de los diversos, Universidad Nacional Autónoma de México, 1999, p. 172.

158

4 De los Reyes, David, Sobre las Artes indígenas americanas, Una reflexión desde la antropología filosófica, in Artes Indígenas y antropología, p. 40.


Ii is possibly that this has been the disproportion that

Western way of living, the European cosmogony, to the

archeology and anthropology have been criticized for

point that in the history of art manuals, no reference

at the moment of approaching the methodology in this

was made of these aesthetic manifestations called

classification. Many pieces fall within the explanatory

agraphic societies, considered the same vulgar, crude

framework of the past, the splendor of a past as testi-

and of inferior or infantile artistic value.

mony and evidence thereof.

It was a cyclopean battle in order to break these marks

However, only those marked by an obvious aesthetic

that prevailed for many years with these predominant

quality in their forms, designs and styles, in addition to

criteria in the West, where art had already reached

their technical domains and contents well carried out,

a space of freedom and autonomy, which made it a

are those that turn out to be more than a document,

piece of change and the artist in a new subject, with its

an aesthetic enjoyment, a contemplation and visual

own speech, and creative independency, distant from

delight, but also a thematic proposal in artistic terms,

captive patronage; while the rest of the world still was

regardless of the sociocultural framework in which the

subject to the force of tradition, which influenced as a

same is produced, as what happened with African art

covering mantle the art of those traditional societies

and Cubism.

that were equally important.

By overcoming these pitfalls and prejudices of tradi-

Overcoming discrimination schemes, replacing eval-

tional art, a redefinition and greater justice would be

uative criteria at the time of rethinking universal art,

achieved at the time of studying its characteristics and

should be one of the great tasks that can be achieved

universality as part of a repeated human need, which

by the 20th century and which brings much more ex-

has come from ancient times until our modernity, which

tensive and promising results about nature and spe-

then redefines it.

cialization of that other art produced in societies with different worldviews and that also expressed them-

The complex fragility of the aesthetic

selves in these artistic forms.

The beautiful and the sublime, as a purely artistic ex-

Art and Modernism

pression and as defined by Emmanuel Kant, finds,

Linked to the modernist rationality of the Industrial

moreover, the subjective argument that it does not

Revolution, art has also been accompanied by a log-

complete the human demand. The sublimation of the

ical speech that allows analyze the work of art from a

beauty that art represents, forgets social reasons

refined perspective in which the work of art is part of an

framed in the styles, with which the particular aesthet-

emotional state called “Desecration” of the piece, which

ics of a group or culture is defined. Beauty is more than

does not make it possible that such be conceived as a

a generality; it is a concrete way of representing reality,

high aesthetic experience, accusing its utilitarian char-

whether abstract or figurative, through an implicit cod-

acter as a factor in exclusion to the sublime condition

ed language.

that distances it from its condition of pure and contem-

In traditional societies, the aesthetic was deeply guid-

plative art (Herskovits, 1995: 415).

ed by the cultural frameworks and social regulations

Anthropology questioned these considerations in the

that served the artist as inspiration. Despite the close

sense that art must be considered as a human expres-

relationship between art and social systems, the art-

sion with relative dimensions in the sense that when

ist could create and innovate from a known style and

comparing the stylistic forms, the conceptual criteria

depository of the group’s cultural heritage. The stroke

that govern the different creations that accompany it,

or fidgeting in the work of art (in agraphic societies),

as well as the cultural influences by which they are as-

i.e., chance was not the regulation because, “they fol-

sociated, forces us to take a distance respecting the

lowed repeated cultural patterns and were valid social-

social value that the work possesses in the cultural

ly” (Alcina Franch, 1982).

framework in which such has been developed.

We know that for a long time these aesthetic referenc-

All the above is equally valid, without ruling out the

es were ignored by the dominant ethnocentric con-

artistic impact that could cause among us, but that

cept that only saw art, beauty and aesthetics from the

in the case of the agraphic societies of the world, the

framework of a civilization that wrapped the world, the

social dimension acquires greater importance given

159


the fact that at that stage “Art is not casual...” and;

ism, but what we are talking about is how that inclina-

moreover, it is an expression “of the desire for beauty,

tion for beauty, due to the difference, specific or sub-

which finds full satisfaction in the application of tech-

lime represented in integrated components forms that

nical skills through the sanctioned form - (socially,

are already tempered by cultural domains that serve

CA)” (Herskovits, 1995: 450).

as reference.

Therefore, if we take into account these historical dis-

On the other hand, as if that was not enough, other

tances, but on the basis of the intentionality of beauty,

codified language forms were integrated, which gave

the search for impulse, from there to produce an ar-

the cultural norms multiple functions and uses, and

tistic spark, is a universal feature, there is no reason

from there its richness and multiplicity of functions to

to underestimate the artistic quality of many majestic

which we have already referred above. It is correct to

traditional works of art without blushing and with the

admit that the intention of art as a human need was

greater conviction that the same also have an aesthetic

already present in these primary societies, and; more-

value without equal and an incomparable stylistic force.

over, its omission does not contribute to a correct inter-

To such would be added a deeply symbolic content

pretation of the history of universal art.

and in many cases, highly ritualized, but also its forms,

Considered as a human need, art exists as part of a

designs and harmony, (ruled by cultural patterns differ-

search for perfection and pleasant; therefore, visual

ent from ours) make it true works of art, because they

and emotionally speaking, no one can deny this pres-

alone oblige a contemplation and visual freshness,

ent manifestation between traditional social groups or

pleasant, emotionally stunning and beautifully made,

primary societies. Art as an expression and a search

5

confirms Montserrat Galí.

for beauty ends up embodying that human sensitivity.

“For Leroi-Gourhan, the aesthetic (C.A., in those traditional cultures) has nothing to do with beauty or what

The Holistic Dimension of Art

in the West is considered art... but as considered in

Certainly this is a delicate part of the approach, be-

time and space a code of emotions.”

cause artistic production is indissoluble with the cul-

Art and artists have reached their utmost privacy with

tural framework. An object of everyday props does not

the beginning of modern society, thus such does not

lose value when it is impregnated with a stylistic line

deducts the particular character of the work whether

that unfolds into a work of art.

produced for individual or social consumption. The rec-

The admiration for the gods was expressed very early

ognition of art as a profession (it is true that it gives

among the manufactured objects, although it is certain

another dimension to the finished product) makes it

that the primary idea of the artist was not necessarily

possible for the work by itself to have an individual per-

to elaborate a work of art per se, i.e., for art, but more

sonality, become a subject of contemplation and ac-

than anything, to visually please their gods, from the

quire a market demand.

use of features or aesthetic traces.

However, in the traditional or primary societies canons,

However, the presence of these paragraphs in many of

this strength and personality of work of art was the re-

their cultural productions, involves an intentionally and

sult of its semiotic reference to the group that, with-

also a desire from the Taino artist to please their gods,

out producing it collectively, ended up penalizing and

who in each manufactured or carved object expressed

socializing without omitting its value thereof of a piece

it. The Taino artist was also a graphic chronicler of his

with particular expressions, due to the presence of

people, environment and daily life as visible in the walls

aesthetic features, in turn differentiated from common

of their cave paintings: “Religion requires an objecti-

pieces and objects. This by itself gave those pieces a

fication (C.A., materialization), and art is a means of

supra social dimension.

primary effectiveness.” (Hoebel, 1973).

Coherently, the concept of art, in the sense as we un-

Notwithstanding, what is all about is to highlight how

derstand it today, did not exist but began with modern-

the social framework conditioned the artistic production, because the work of art had to be produced with these references, which does not deny the mark and imprint of the artist in the process of setting the styles

5

160

Ibidem, p. 179.

and changes suffered by these, of course validated by


the group. Among the Tainos, the circle with a point in

fore; the ideology processes of the societies. (Pagán,

the center, geometric and linear opposable figures and

Dato, Bulletin Number 20, Museum of the Dominican

repetition of ritualized animals (the bat, owl, turtle, frog,

Man, Year XIV, 1987, Santo Domingo, Dominican

among others), as decorative objects of their trous-

Republic).”

seaus, was recurrent according to the ceramic style addressed.6

Traditional Art and the Sign mark

“Therefore, the aesthetic canon is the ideal individual

It is undeniable that style becomes the axis of articu-

or collective medium, to which the work must adapt in

lation in a different way to define a work of art and to

terms of form; otherwise, it will be rejected by the so-

present this expression in many of the pieces manu-

ciety that will not see in it but a foreign body. For this

factured in primary societies. It is not possible to study

reason, the artist who by his own nature, is an innate

the traditional artistic manifestations apart from their

innovator, must keep a certain balance between the re-

different styles and; consequently, know the manner in

spect for the established collective beauty canon and

which this style, not only clearly shows the presence of

the unstoppable desire to innovate.”

a technical mastery, but virtuous ways of intervention

It is not possible to speak about the existence of a par-

on the pieces until transforming them into works of art.

ticular style of each culture, despite the weight of the

Due to its importance, Hauser says: “style is the key

culture in the inspiration of the artists, without the tech-

and central concept of history of art...” (Alcina Franch,

nical mastery of such over the piece or the material

1982: 105). The absence of metal made the incised on

used, without the abilities, also known as the virtuous

the carved steep and misshaped; therefore; its aes-

skills hereof, and without the necessary modification

thetic was different from the already known in modern

even subtle about inherited styles.

societies.8

Let us not forget that the styles are not static and, there-

“Pottery is characterized by bilateral symmetry designs

fore; through them it is possible to know the ways and

or incised or dotted patterns, geometrically and crafted

characteristics of one culture in relationship to another

applied due to the good quality of the clay. The handles

or an age with respect to another. In each work, they

were usually used in the pots to achieve beautiful artis-

speak of an individualized talent because the parts as

tic expressions.”

such did not exist, but they also reveal a sociocultural

The style concept could be added to the ideal type, i.e.,

imprint that was conditioning, being the Taino art abun-

the management by the artists of the original cultural

dant throughout the island.

references of the group. However, not always the artist

The way of representing them, were by pictographs and

sticks to the style of the group, every moment has its

petroglyphs, which used different semiotic elements to

style and the artist repeats it until creativity allows intro-

represent their reality and, thus translated the experi-

duce modifications that end up being approved by the

ence of the artist, abstract, geometric, linear, zoomor-

social groups, and in this way the changes that modify

phic and anthropomorphic. Due to its abundance and

the traditional styles are introduced without breaking

complexity, Santo Domingo is considered the cradle of

the conceptual framework of the group or central focus.

the Taino civilization in the Caribbean, as Cuban phys-

Being the style the essence of the conception of art

ical anthropologist René Herrera Fritot affirmed several

as an express sublimation of beauty, every piece pro-

times.7

duced by the traditional groups marked by an assiduity

“... In many cases, cave paintings, as a unique expres-

of strokes, drawings, incisions and other symbols that,

sion of the set of cultural phenomena reflects the pro-

regardless of their ultimate meaning, the frequency of

cesses of development and social changes and, there-

their creative recurrence, the artist’s attachment to their molds (although with the freedom to innovate). Thus, the inclination of this piece as a representation

6 Alcina Franch, José. Arte y antropología, p. 74 7 Mesa, Ramón, Arte Taino en San Cristóbal, un enfoque contemporáneo, Ministry of Culture, Santo Domingo, 2014, p. 28.

8 Several authors, Taino Art, Central Bank of the Dominican Republic, Santo Domingo, 1983, p. 7.

161


of beauty becomes a determining factor at the time of

to the world vision, Taino oral literature (myths, beliefs),

its consideration as a work of art, since it combines the

with elements to ensure traditional principles of beauty

different criteria on which art is defined, as a special

and with symbols able to transmit the esoteric mes-

moment of human creativity and condition that produc-

sage of the work.”

es a certain sensibility or catharsis in which its contem-

Repeated used of mythical animals is part of creative

plation is enjoyed.

Taino art and each animal represented a particular codification in their plastic language, attached to cultur-

Taino art rituals

al canons besides visual recreation, and although the

These symbolic shapes expressed through art, incise

Taino artist had freedom to make changes, the artist

or deliberate or intentional intervention in any material

had to respect and use often as a mean to keep social

object, projects not only a complex, sometimes abstract

cohesion, strengthen the cultural legacy and group’s

cosmovision, but also a deeply spiritual, sensitive and

memoir. Therefore, this figurative art was more than a

highly ritualized wherein art and religion navigate in a

simple replication of the fauna. It was a mean to tell

fragile and uncertain limit. In many cases, inspiration

the group’s history and origins. There is a description

came as a result of a psychic effect caused by ingest-

below on how the muse is part of a ritualized link of the

ing hallucinogenic mixtures during the cohoba ritual

Taino art, and in many cases the dialogue established

(piptademia peregrine), which allowed an exaggerated

with the imaginary Taino artists that was responsible for

distorting imagination, exploited then as a creative and

the preparation of their cultural objects:11

very marked momentum due to their mythology, a nur-

“Then, an idol or cemí is made out of such tree, re-

turing source of their art.

9

sponds in the form such wants it to respond, cuts it and

“The interpretation of certain animals and mythologi-

makes it the same way was ordered; the house is build

cal features that intervened in magical religious beliefs

with heritance and several times in the year the cohoba

supported by those native Antillean, determine a mythi-

is celebrated.”

cal notion widely expressed through the Taino art, since

By combining styles, the Taino art could be represent-

among the primitive populations, religiousness and art

ed through realistic and figurative forms, but also ab-

offer, in certain way, strong identity of form and content”.

stracts and geometrics with a highly ritual significance,

Indeed, these ritualized ways are present in many ways

and very codified semiotic contents and according to

of interacting with nature and the rest of society. For

the Cuban linguist José Juan Arrom “the interpretation

these reasons, it is possible to find art both within daily

of their messages are lost today” (Robiou, 2003:144).

life elements and in recreational areas such as orna-

This double function of Taino art does not in any way

ments (which already had an aesthetic intention), up to

undermine stylistic conditions, but neither avoids that

the body deformations (also with aesthetic purposes)

each singular work is considered in itself, in its own

and in pictographs with a twofold role, both to satisfy

configuration, in their domains regarding the form, style

material and spiritual needs or both at the same time.

and harmony which could allow considering it a piece

Likewise, art and mythology were very closely con-

of art per se, regardless the social function for which it

nected within the Taino society and partially inspired in

was created and designed by the artist. Its aesthetical

social references, ruling the conceptualization of man-

intervention is further exaggerated by the purpose and

ufactured objects as stated by archaeologist Sebastián

social destiny thereof. Its beauty carries its own visual

Robiou, in his book Taino and Caribbean.10

rhythm, its own artistic sublimation.

“The plastic language used should have been related

In addition to developing their own skills and abilities in small pieces such as amulets, stamps, pectoral adornments, beaded necklaces, pendants, and other objects

9 Arrom, José Juan; García Arévalo, Manuel, El murciélago y la lechuza en la mitología y el arte Taino, Fundación García Arévalo Inc., 1988, p. 31. 10 Robiou Lamarche, Sebastián, Tainos y Caribe, Las culturas aborígenes antillanos, Punto y Coma Publisher, San Juan, Puerto Rico, 2003, p. 136.

162

11 Caro Álvarez, José A., Cemíes y trigonolitos, Museo del Hombre Dominicano, Santo Domingo, Barcelona, Spain, 1977, p. 2.


with the same daily and ceremonial value, this art in-

they mixed elements to tell stories, myths, beliefs, val-

fluenced somehow and with some kind of specializa-

ue systems, ancient convictions that only cuts made

tion in many decorations thereof and daily objects. As

with burin on bones, shellfish, threads of vegetal fibers

stated by José Juan Arrom “It must be noted that the

or silex (when Spaniards arrived the steel was barely

indigenous carver had a clear idea of the design and

known), making it feasible to capture each piece and

full command of the task” (Arrom, 1988:173).

12

turning them into what we boldly call the ancestral book

“It can be said that the Taino art is mainly a sculptural

and group epopee.

art, given the absence of painting on potteries. Hoever,

Rather than explaining, these pieces let us see their

the Taino saved their qualities as drawers for cave paint-

beauty, aesthetic strength, systemic perfection, to hide

ings where they show tremendous capacity to paint not

it behind another lecture of signs and meanings reveal-

only the surrounding fauna, but also their religious cer-

ing their artistic value, where the complexity of cultures

emonies and abstract topics with high symmetry.”

making such achievement resides, as stated by the

Thus, we will see that geometric shapes were regular-

Chronicler of the Indies Pedro Mártir de Anglería and

ly present in ceramics and sculptures; this mixed style

quoted in José Juan Arrom when referred to the duho:

produced in turn laberynthic forms. The use of parallel

“….made of very black, soft, shiny wood….and won-

lines and other with points in their ends shall be added

derfully carved”. (Arrom, 1975)

to this recurrent style. Likewise, the triangle and invert-

The zoo-anthropomorphic forms, which are common

ed v and the rectangle with rounded corners were also

among their artistic representations, were perfectly

common.

dominated and outlined the design of specific pieces

The circle with a center point converted in a tribute to

such as amulets, which most of the time were repre-

women and fertility and from the point of view of con-

sented in a fetal or squatting position (a symbol of a

sidering the forms, the outgoing globules of the potizas,

non-closed cycle of life and death, whereto Taino ad-

considered the female breasts and a symbol of women

hered to). But also, the masher and other ritual and

fertility, as well as the neck of such potizas, a male

daily objects that were decorated with human shapes

chauvinist reference par excellence, as we talk about

or animals perfectly dominated in terms of linear, aes-

patriarchal education, although women were the ones

thetic harmony and formal configuration, and obviously

working with pottery but the rhetoric and male ideolog-

with great ritual content.

13

ical footprint prevailed.

Likewise, handles of the pots, pans and other Taino

“When reading in circles, the most varied objects com-

containers were also used in this zoo-anthropomorphic

prising the pottery arsenal of the Taino culture, we see

design, particularly the ones on animals such as the

these are exposed in a figurative way or in abstract,

predominant use of the impressive bat, considered by

embossed or sculptural linear features, elements defin-

the Taino a mythical source through which the sun turn

ing and confirming sexuality points as part of their reli-

them into their direct ancestors (Robiou, 2003: 131),

gious syncretism and daily activities, so much that the

and José Juan Arrom states the following about the

design applied to their pottery objects have clear signs

frog:14

of an iconography related to sexuality and erotism as a

“I have found that the same symbol is repeated in oth-

value of life and pleasure, as a reason for being, lan-

er religious objects and their repeated presence allows

guage and statute of cultural communication.”

confirming not only its mythical importance, but also

As noticed, these styles became symbolic languages

setting its identification with an accurate realistic pro-

and cultural codes beyond their own representation;

totype.” Still framed within the group’s patterns, the Taino artist could invent, reproduce or modify the style without the pressure from the group, that later could sanction the

12 Ibidem, p 7. 13 Peralta Agüero, Abil, Lo erótico como expresión en el arte Taino, en Presencia de la cultura precolombina en el arte caribeño contemporáneo, Central Bank of the Dominican Republic Collection, Culture Department, Santo Domingo 1999, p. 59.

individual effort thereof coming from classes taught by

14 Ibidem, p. 165.

163


old experienced masters on skilled techniques (Robiou,

intervention that gives it symbolical strength thereto,

2003: 137) resulting in an ongoing stylistics dynamic

regardless the final destination or use. This is mainly a

finally characterized by eras, regions and historical mo-

miniature artwork, as shown by their amulets, carved

ments. Anyways, it should be highlighted that individual

dog teeth necklaces and body adornments.17

creativity ended socially validated by a collective pat-

“Even their pots, hand mortars, clay painting, stone

tern to which the Taino artist was adhered to:

15

axes and other daily utensils could be appreciated as

“It is feasible to point out that freedom of action by the

true artistic creations due to their careful finish and

Taino artist leads to constantly creating forms; howev-

beautiful esoteric decorative features.”

er, it does not mean that in some cases and mainly the

Notwithstanding this particular dimensions and size of

ones related to ceremonial objects, certain patterns are

the Taino artwork, such art knew how to combine the

not followed.”

symbolic concept and the many commanding their syn-

The artistic piece seen as a temporary, transitory sym-

thetic capacity in the smallness of every object, with-

bol from a particular environment serves to explain a

out darkening the artwork’s bombast….”but with huge

culture and the splendor of a society reaching its great-

proportions” (Darío Suro in Veloz Maggiolo, 1972:233),

er peak over the years wherein Europe was getting

without making any reference at the technical demand

close to the Caribbean seas. The piece of art has a

level, care and meticulousness in the preparation of

greater value, without being considered just as an his-

this miniature artworks, not only because of the sym-

torical testimony.

bolic load represented therein, but the hardness of

When we are capable that their contemplation provokes

many materials used made the tilling hard for them.

in us the greatest visual pleasure, a sensitive internal

Material and subjective needs of the settlers and repre-

emotion and the most absolute sensation of appreciation

sented in such an excellent way in some of their objects

of their beauty and aesthetic perfection. This confirms

turned into real patrimonial works of this important

that this sociohistorical process made a new expression

pre-Colombian culture is always guided under the crite-

of this momentum known as Taino culture. That was the

ria that they considered under their material production

result achieved by the Arawaks in the Caribbean, partic-

an unparallel aesthetic burden inspiring archaeologists

ularly, in Santo Domingo, the most important center of

through the study of their pottery to discover their most

this culture in the Caribbean region:16

complex mental structures.18

“In general, their material culture and particularly their

“This style evolution regarding pottery, exposes a clear

art, as far as we can appreciate it…have given us the

change in pottery, as well as, in their daily life and in

codes for understanding and knowing their lifestyle”.

other technological, social, ritual aspects, etc. which

Based on the fact that the artistic was an integrated

identify their mode of production.”

part of the routine, this resulted in an expression of

For all that, these pieces have a coded language, an

amazing spiritual, formal and aesthetic strength by the

enigma that goes beyond their immediate physical rep-

Taino material culture. Their trousseaus, tillage tools,

resentation, an acknowledgment to their functional un-

daily objects, religious representations, rock artwork,

folding, beautifully made, particularly suggestive, and

and mythology are mixed in an unbreakable method

with a good visual rhythm.

in which, besides a functional dimension, also artistic,

The presence of a popular religiosity altar in this exhi-

symbolic and ritual. Thus, a significant proportion of the Taino objects show incisions, that is, an aesthetic

15 Veloz Maggiolo, Marcio, Arqueología Prehistórica de Santo Domingo, McGraw Hill Far Eastern Publishers (S) LTD Singapore, 1972, p. 226. 16 Alonso Sagaseta, Alicia, Las Culturas Indígenas Precolombinas, in the Exhibition’s Catalog: La Materia de los Sueños. Cristóbal Colón, 2007, Junta de Castilla y León and Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, p. 121.

164

17 García Arévalo, Manuel A., La conquista del mar Caribe, en Arqueología Taína, Museo del Hombre Dominicano, IveroAmerican Institute for Cooperation and the Comisión Nacional para la Celebración del V Centenario del Descubrimiento de América, Barcelona, Spain 1983, p. 13. 18 García Arévalo, Manuel A., Arte Taino de la República Dominicana, Museo del Hombre Dominicano Publisher, Fundación García Arévalo and Embotelladora Dominicana C. por A. 1977, p. 1.


bition, as the artistic installation, are extensions over

Arrom, José Juan; García Arévalo, Manuel, El mur-

time of the aesthetic and clear ritual in a set of icons,

ciélago y la lechuza en la mitología y el arte Taino,

which are also present in the Dominican craftwork and

Fundación García Arévalo Inc., 1988.

lean towards a production under the influence of the

Gerard, Baer; Gutiérrez, Estevez y Mrk, Mündel,

Taino style.

Artes indígenas y antropología, Société Suisse des

As a collection at Centro León, the art and anthropology

americanistes, Bolletin N. 64-65, 2000-2001.

are coming along to produce a creative language and a message that is culturally codified and at the time, the artistic is linked to symbolic languages as part of cultural patterns serving as support, foundation and social approval. Hence, the dialogue or their archaeological, ethnographic and visual arts collections, also includes samples from similar museums: Instituto Dominicano

García Arévalo, Manuel, Arte Taino de la República Dominicana, Fundación

Museo García

del

Hombre

Arévalo

and

Dominicano/ Embotelladora

Dominicana C. por A., 1977. Herskovits, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, Mexico, 1995.

de Investigaciones Antropológicas de la Universidad

Hoebel, Adamson, Antropología, El estudio del hom-

Autónoma de Santo Domingo (INDIA-UASD), Museo

bre, Ediciones Omega, S.A., Barcelona, 1973.

Arqueológico Regional de Altos de Chavón, Museo

Pagán, Dato, Los Estudios de Arte Rupestre en el con-

de la Fundación García Arévalo Inc., and Museo del

texto de la Arqueología como Ciencia Social, Bulletin

Hombre Dominicano. And we have to add the collabo-

No. 20, Museo del Hombre Dominicano, Año XIV, 1987,

ration of the Faculty of Archeology of the University of

Santo Domingo, Dominican Republic

Leiden, The Netherlands. This is how the artistic and traditional is not only frequent among certain traditional customs, such as the southwest strip and another key points represented by the Guillén Brothers, whom have reached an international dimension and is here today in this museum exhibit design, but, many important artists have resorted

Montás, Onorio; Borrel, Pedro José; Moya Pons, Frank, Arte Taino, Published by the Central Bank of the Dominican Republic, 1999. Robiou Lamarche, Sebastián, Tainos y Caribes, Las culturas aborígenes antillanas, Punto y Coma Publisher, San Juan, Puerto Rico, 2003.

to the aborigine topic, their drawings and figures to turn

Veloz Maggiolo, Marcio, Arqueología Prehistórica

them into communication resources on their aesthet-

de Santo Domingo, McGraw Hill Far Eastern Publishers

ic, as we can see in this dialogue collection at Centro

(S) LTD-Singapore, 1972.

León.

_________ Antropología Portátil, Collection of Central

In this exhibition it does not matter the Area upon which

Bank of the Dominican Republic, 2001.

the work and the dimension of the Taino cosmogony

Various authors, La material de los sueños,

is explained, but the fact is that within their own art

Cristóbal Colón, Catálogo Expositivo, Junta de Castilla

curation ceremonial components of the Taino´s world

y León, Ministerio de Cultura, Sociedad Estatal de

vision are crossed with their daily life, forms of enter-

Conmemoraciones Culturales y el Ayuntamiento de

tainment, social power, work life, and domestic work,

Valladolid, España, 2007.

granting a deeply ceremonial dimension to both the art and aesthetic thereof, which is present in every activity, command and relationship with the natural and social environment, as noted in this exhibition, Treasures of Taino Art.

_________ (In) disciplinas: estética e historia del arte en el cruce de los discursos, Universidad Nacional Autónoma de México, 1999. _________ XX Congreso Internacional de Arqueología del Caribe, Museo del Hombre Dominicano, 2003.

Bibliography:

_________ Culturas aborígenes del Caribe, Textos de

Alcina Franch, José, Arte y antropología, Alianza

las exposiciones presentados en el Seminario Regional

Publisher, Madrid, 1982.

de Culturas Aborígenes del Caribe, Altos de Chavón

Arrom, José Juan, Mitologías y artes prehistóricas de las Antillas, Siglo XXI, Co-publisher Fundación García

Regional Museum of Archaeology, Organization of American States, OAS, 1996.

Arévalo Inc., 1975.

165


Guaiacum Incisions, labyrinths, spirals, points, rings, and meanders…accuracy of lines and estimated symmetry. The broad artistic repertoire of Taino has endured over time and is expressed through works created using clay, bone, shell, stone, and woods as strong as the guaiacum. This outstanding set of emblematic objects show that Taino worked to create and created by working.

Hurricane With the use of natural raw materials, the Taino built their daily use instruments and personified their gods in a way they were the very nature symbolized. It is amazing to appreciate the heights, engraving, bas-relief, and other handcrafts used by a society that reached a finished quality appearance in every piece, although they knew nothing about metal. The combination of environmental and social elements reached proportions of a language used through the verbal and material culture, although not written. Their best means of a lasting communication was achieved in the implementation of painting and sculpture to different artistic-functional objects. These pieces and a great set of words to be named or linked with their respective contexts, have survived to the present showing the great intelligence of their authors.

Conuco Taino were agro forestry experts and also were very skilled fishing and hunting. These functional activities created a complex instrumental basis holding well thought out ideas regarding style and design. The artistic-handcrafted set of pieces associated to the conuco torn between the common and the eloquent, to find surprising responses to daily life challenges. The yuca (Manihot esculenta) was the main crop in the conucos and favorite staple of the Taino. Taking advantage of this large root crop is a heritage of the indigenous people from the Amazon, whom have been eating such root crop for over 7,000 years. Currently, the yuca is in high demand worldwide.

Batey and Bohíos The batey was the central plaza of the Taino village, wherein the most important activities related to social exchange took place: meetings, rituals, games and celebrations. These houses were built surrounding the central plaza with different shapes and uses: the cacique and authorities lived in rectangular buildings and pitched roof called bohíos, while the caneyes were circular and had different sizes. The Taino used their own strengths to find answers before their current situation. Thus, they valued good soil lands, vegetable fibers to weave, strong trunks, leaves of the trees (such as the palm), corals, fossils of animals, stones, and clay. Each Taino house is a mixture of all these elements: from the wave of palm leaf-roof up to pieces made with natural materials used in their daily life and in parties named areitos.

Cemí and Cohoba Taino were polytheistic. They had multiple gods and venerated mainly a supreme being named Yocahú–BaguaMaorocoti, Yucahú o Yucahú-Guamá: “Yuca spirit of the sea, a being without male ancestor.” The Cemíes sculptures could be used as personal amulets. The largest idols were reverenced to offer them continue sacrifices, in collective rituals and ceremonies with great symbolic power. Cemíes were made out of wood, stone, bone, and coral, creating a characteristic set of a functional art operating as a mediator between the human and the divine. All Taino animism beliefs also established essential forms of social cohesion. Their aesthetical values combined in masterly fashion: technology, creativity, religious beliefs, and impacts of social hierarchy.

166


Trésors de l’Art Taino


Trésors de l’Art Taino: pour penser en nous pensant

passé à partir du présent, provoquant chez les générations actuelles la réflexion, et l’intégration dans notre identité des racines Taino, en mettant en relief les apports encore vivants, qui font toujours partie de notre vie actuelle: dans le lexique, la cuisine, la topony-

María Amalia León de Jorge

mie, les outils domestiques, la production agricole, la

directeur de la fondation

pêche, l’imagination populaire avec ses légendes, ses

eduardo león jimenes et du centro león

Taino signifie noblesse, noblesse propre de ces hommes et de ces femmes maîtres de cette belle et généreuse île que nous avons en héritage par les caprices du hasard. Sur les Tainos, décrits par Christophe Colomb dans ses lettres aux rois catholiques et à Luis de Santángel (et dont Pedro Henríquez Ureña fait usage pour montrer la première page de littérature dominicaine, aux côtés des areitos pas encore écrits) l’homme de Lettres d’Amérique écrit: “les hommes de cette île ont de la disposition, de l’allure. Ils n’ont pas du fer ou de l’acier ou d’armes, mais ils semblent n’en avoir pas besoin. Il suffirait de leur demander, ils donneront ce qu’ils ont et inviteront leur hôte partager avec eux avec tout l’amour qu’ils ont dans leur cœur. Je n’ai pu comprendre s’ils possédaient des propriétés, car il semblait que tout était partagé entre tous en particulier, la nourriture”. Les sciences humaines nous apprennent essentiellement à comprendre et à communiquer avec le monde à travers l’interrogatoire et la compréhension, la compassion et l’équilibre qui permettent la paix et la coexistence. Par conséquent, vu la noblesse qui caractérisait nos aborigènes, et la nature éducative de l’exposition, en passant par cette pièce, nous redevenons des tainos et nous nous en réjouissons. Trésors de l’Art Taino est devenu un ambassadeur de la culture dominicaine, avec des expositions itinérantes à Valence et Cadix, Espagne (2012) et Medellin, Colombie (2017). Cette exposition nous offre un espace pour connaître les racines de notre culture et l’occasion surtout d’interpeller le présent avec l’admiration que le symbolisme taino est capable de provoquer chez ses observateurs. A travers les formes de représentation, les matériaux utilisés et la compréhension du monde qu’ils avaient, cette exposition nous présente l’essence esthétique et ontologique de cette culture, en nous permettant d’explorer des routes et des intersections amicales mais critiques entre hier et aujourd’hui.

168

Dans Trésors de l’Art Taino nous dialoguons avec le

croyances religieuses, son art et artisanat, entre autres manifestations culturelles. Encore une fois, les arts et l’histoire nous mettent à parler, à explorer en nous explorant, à penser en nous pensant pour, de la main de nos ancêtres, construire une meilleure nation. Voilà pourquoi pour la Fondation Eduardo León Jimenes et pour le Centre Léon, dans leur mission de travailleurs culturels à partir d’une pédagogie des arts, c’est un très grand honneur de partager cette exposition Trésors de l’Art Taino pour le bénéfice de l’ensemble de la communauté nationale et de nos visiteurs. Comme dans toutes nos expositions, nous avons voulu mettre l’accent sur un programme didactique avec une variété de supports éducatifs pertinents, afin d’accompagner le public dans des expériences et apprentissages inclusifs et compréhensifs, le tout accompagné d’un programme d’activités qui dialogue avec la collection. La muséologie des Trésors de l’Art Taino a également cherché à établir des ponts inter-temporels où, au delà la cosmogonie du monde taino, sont présentées des œuvres plus tardives d’artistes visuels dominicains inspirés, et qui nous amènent à réfléchir sur la vision des aborigènes de notre île. Cette exposition fait partie d’un programme de conservation, restauration et mise en valeur de nos collections, pour susciter l’intérêt pour la recherche et l’étude, renforcer la mémoire historique et l’identité dominicaine parmi les différents publics et, en particulier, les étudiants. Les pièces qui composent cette exposition font partie des collections d’archéologie, d’anthropologie et d’arts visuels, qui sont les plus représentatifs de notre région. Grâce aux efforts d’un certain nombre de collectionneurs et spécialistes du domaine, qui ont contribué avec leurs dons, tels que: Bernardo Vega, Gustavo Tavares Grieser, la famille de Jorge Rafael Esteva et Salomon Jorge, entre autres. A eux notre grande reconnaissance.


Nous souhaitons par ailleurs, célébrer la présence de pièces emblématiques des collections amies. Merci à la Fondation García Arévalo et à son président Manuel García Arevalo, au Musée Archéologique Régional Altos de Chavon, à sa présidente Dominique Bluhdorn et à sa directeur Arlene Álvarez, à l’Institut Dominicain

Mots d’ouverture de l’exposition Trésors de l’Art Taino

de Recherches Anthropologiques de l’Université

Manuel A. García Arévalo

Autonome de Saint-Domingue et à son directeur José

président de la fondation garcía arévalo

Guerrero, au Musée de l’Homme Dominicain, et son directeur Christian Martínez Villanueva.

Je félicite la Fondation Eduardo León Jimenes,

Nos remerciements aussi aux spécialistes Jorge Ulloa

ainsi que les gestionnaires et techniciens du Centre

et Roberto Valcárcel, pour leur contribution à cette ex-

León, pour accueillir cette magnifique exposition intitu-

position. Comme beaucoup de projets du Centro León,

lée Trésors de l’Art Taino dans laquelle un large éventail

cette exposition a été possible grâce au soutien de la

d›objets archéologiques, à la fois utilitaires et religieux,

Cervecería Nacional Dominicana.

nous parlent des idées mythologiques et animistes qui

Cette exposition a été conçue dans un dialogue com-

ont inspiré leur créations iconographiques chez nos

plémentaire et enrichissant avec notre salle d’anthro-

ancêtres autochtones.

pologie, qui accueille l’exposition Signes d’identité,

La collection a déjà fait le tour de l’Espagne et la

parrainée par le Banco Popular Dominicano, à qui

Colombie, où elle a reçu un grand soutien du public et

nous remercions pour son soutien.

des critiques, avec un grand déploiement de publicité

Inaugurer cette exposition le 12 Octobre a également

dans les médias. Maintenant Trésors de l’Art Taino peut

signifié donner une voix et une scène méritée à cette

être appréciée au Centre León, où elle a été installée

culture qui a joué un rôle clef dans le processus de

avec toutes les techniques de la muséologie moderne

métissage aboutissant à notre identité, et qui est sans

et dans une atmosphère appropriée et confortable

doute aujourd’hui et sera toujours, fondement de ces

pour la joie du public intéressé par la préhistoire. La

Caraïbes universels, seuil de cette Amérique immense

fonction principale de cette exposition est de servir de

qui est la nôtre.

pont entre les artistes autochtones et les générations actuelles d’amateurs d›art et de culture. Les objets archéologiques exposés sont des symboles de croyances surnaturelles des Tainos, et d’autres groupes autochtones qui ont peuplé l’île de Saint Domingue à l’époque de la découverte d’Amérique. Parmi les objets les plus précieux se trouvent les idoles ou cemíes, et objets utilisés dans le rituel de la cohoba – ainsi que d›autres exemples de cérémonies – par les caciques et behiques dans leurs cérémonies magico-religieuses, dont les réminiscences syncrétiques sont conservées jusqu’à présent dans l’idéologie collective des Dominicains. Dans toutes ces créations indigènes, nous admirons un sens artistique élevé, comme l’on apprécie dans les dimensions et les formes, d’une parfaite symétrie et harmonie des formes des ornements supplémentaires. Je tiens particulièrement à remercier Maria Amalia León de Jorge, ainsi que les administrateurs de la Fondation Eduardo León Jimenes et le Centre León pour ouvrir un espace dans cette superbe exhibition, aux collectionneurs privés d’objects archéologiques

169


aborigènes, leur donnant ainsi la chance de pouvoir

L’ancien musée cibaeño, ouvert à la population au

montrer une partie de leur pièces les plus précieuses.

deuxième étage de l’Hôtel de ville de Santiago, est

C’est un apport considérable à l’exposition pour la qua-

transféré au rez-de-chaussée du bâtiment afin d’offrir

lité des représentations artistiques et culturelles qui

un accès plus facile au public. A Mr. Amado Franco

ont été ajoutés judicieusement, afin de compléter ce

Bidó correspond la tâche de directeur et organisa-

magnifique spectacle du musée. À cet égard je tiens

teur de ce premier musée municipal. Il développe un

à exprimer, au nom des institutions muséologiques et

énorme travail d’organisation, et entreprend l’acqui-

des collectionneurs à qui il nous a été demandé de

sition de collections privées, parmi lesquelles était

contribuer à l›assemblée de cette exposition, que nous

celle de M. Ricardo Álvarez Ovies avec plus de 300

sommes honorés d’avoir été pris en compte pour la ré-

objets, à la fois d’origine autochtone et de l’époque

alisation de cet événement culturel extraordinaire.

coloniale. Ainsi, nous pouvons dire que la réalisation

La pratique de collectionner des oeuvres d’art remonte

du musée municipal à Santiago de los Caballeros était

à l’antiquité classique, atteignant un essor remarquable

la pierre angulaire de l’ancien Musée National, formé

au cours de la Renaissance où les dignitaires royaux

avec les contributions des collectionneurs de Santiago.

et prélats ecclésiastiques expriment leur intérêt à pré-

Ces contributions enrichissent aujourd’hui le fonds du

server les objets de attrait esthétique. Émergent ainsi,

Musée de L’Homme Dominicain.

au fil du temps, des chambres artistiques, des galeries

La création du magnifique bâtiment du Centre Léon,

et des musées. Le musée Alexandrin est un des plus

avec son spacieuse et fonctionnelle infrastructure d’ex-

anciens fondé par Ptolémée Ier, Pharaon d’Egypte en

hibition et diffusion artistique, éducative et culturelle,

285 av. J. -C. Plus récemment, nous avons le Musée

émule les efforts de ces santiagueros pionniers vision-

de Florence commencé au XVe siècle par Lorenzo de

naires qui, plein d’enthousiasme, aspiraient à doter la

Medici, ainsi que le Musée Britannique créé en 1753.

ville du Yaque d’un ensemble muséographique, afin

Il faut également faire mention de l’ensemble des mu-

d’héberger les illustratives collections archéologiques

sées du Vatican créé sous les auspices de Clément

et artistiques de la région. Ceci au profit de tous ceux

XIV datant de 1769, suivi du Louvre à Paris commencé

intéressés à apprendre et apprécier le patrimoine légué

en 1791, celui de Berlin fondé en 1797 par l’empereur

par nos ancêtres aborigènes, comme l’on peut voir au-

Frédéric Guillaume, et le musée du Prado à Madrid

jourd’hui dans cette magnifique exposition, grâce au mé-

créé par Fernando VII en 1819 pour abriter les collec-

ritoire mécénat de la Fondation Eduardo León Jimenes.

tions d›art appartenant à la Couronne espagnole. Dans le cas de la République Dominicaine, il est intéressant de noter que c’est à Santiago de los Caballeros où le premier musée du pays a été fondé le 22 Août 1907, il y a exactement cent dix ans, à la demande de la Société Amantes de la Luz, laquelle a été rejointe par l’Alliance Cibaeña. Les fonctionnaires municipaux ont accueilli favorablement l’idée, et ont nommé une commission formée par M. Carlos Sully Bonnelli, président; Ulises Franco Bidó, vice président; José Manuel Saleta, trésorier; Augusto Fernández et Amado Franco Bidó, secrétaires; Miguel Román et L.E. Gómez, membres adhérents. En plus de la commission pro musée formée par la municipalité de Santiago, d’autres contributeurs et importantes personnalités se sont rejoints, telles que Mr. Eliseo Espaillat, Juan B. Gómez, José Tolentino, Luis Bogaert, Abelardo Viñas, Eladio Victoria, Rafael Muñoz, José M. Vila Morel et Lorenzo Casanova. Tous ont offert leur support afin d’obtenir le succès escompté.

170


La culture taina et les fondements des Caraïbes

Antilles, puis pour se référer à tous les groupes autochtones de la zone antillaise, comme étant tous du même groupe culturel. Cette définition a eu également comme fondement des études archéologiques, qui considé-

Jorge Ulloa Hung

raient comme vestiges des villages Tainos, ceux qui

arcHéologue

avaient certaines caractéristiques dans leur culture matérielle, en particulier dans sa poterie, laquelle fai-

taino: qU’est-ce qUe c’est?

sait partie d’un style de céramique connu sous le nom

Lorsqu’on parle de la période précolombienne aux

de Boca Chica ou Chicoide1, dont la décoration pré-

Antilles, nous pensons immédiatement à la culture

sentait des spécificités.

taine. Ceci, entre autres, parce que c’est la culture qui

Les diverses significations du terme (taino), sont illus-

a été décrite dans les chroniques des conquistadors,

trées de manière claire et systématique, à partir du

et qui était la culture autochtone ayant atteint le plus

XIXe siècle, où il a été initialement utilisé avec un ap-

grand développement économique et social dans l’arc

proche linguistique, afin de distinguer la langue Arawak

des Antilles. Ce sont ses performances, en particulier

des Grandes Antilles de celle parlée dans les Petites

les performances artistiques, qui ont attiré l’attention

Antilles (Rafinesque, 1836). Au XXe siècle donc, le

des chercheurs, publications scientifiques, musées et

terme Taino commence à être utilisé pour désigner les

collectionneurs, surtout pour sa grande valeur esthé-

autochtones qui vivaient à Porto Rico, la Hispaniola, la

tique et caractère exotique. En d’autres termes, ceci a

Jamaïque et l’est de Cuba et en plus des Bahamas,

conduit généralement à ce que soit considéré culture

généralisation prise avec des nuances diverses par

taina la création fondamentalement artistique produite

différents auteurs à différents moments (Curet, 2014,

par les sociétés autochtones qui habitaient la plupart

Petersen, Hofman et Curet, 2004). 2

des îles Caraïbes.

Nous pouvons constater en bref, que le terme taino a

Le terme Taino, selon les descriptions historiques, peut

parfois été utilisé comme une catégorie archéologique

signifier “noble” ou “bon” selon la langue parlée par ces

ou anthropologique pour se référer à une entité supra

communautés; il s’agissait donc, d’une expression de

culturelle reconnue comme culture individuelle. Dans

mise en valeur. Il n’existe aucune chronique, aucun do-

ce cas, il est considéré comme une culture particu-

cument historique dans lequel ce mot soit utilisé pour

lière, comprenant des traditions, des pratiques socio-

désigner la population des indigènes de “l’Hispaniola”

culturelles et des politiques distinctives. En d’autres

ou des Antilles. Le mot a été utilisé par les indigènes eux-mêmes, peut être pour mettre évidence leur attitude pacifique, contrairement aux autres groupes, appelés “Caribes”, qui habitaient les Petites Antilles à l’heure de l’arrivée des européens. Taino donc, pourrait

1

être une sorte d’auto perception morale ou humaine. Ceci étant, il est essentiel de noter que la différenciation établie par les européens pour les groupes autochtones des Caraïbes a été basée sur des expériences, événements et nouvelles qu’ils ont reçu des indiens eux mêmes. Différenciation elle même, marquée par la surprise et, dans certains cas, par des intentions de nature politique ou économique, dans le contexte lié à la colonisation. Par conséquent, nous avons affaire à une classification qui prend souvent des nuances simplistes ou qui est incomplète. En effet, ce sont les recherches dans le domaine anthropologique qui ont introduit le terme Taino pour

2

Cette désignation est due au fait que l’une des premières manifestations évaluées en tant que représentants de ce style a été détectée dans des gisements situés sur la plage de Boca Chica, en République Dominicaine. Les modèles culturels observés dans ces sites sont devenus une sorte de schéma ou de référence lors de l’évaluation de nouvelles colonies pour les inscrire dans la dénommée “culture taina”. Le contenu archéologique qui a fondé l’utilisation du terme Taino a été introduit par l›archéologue nord-américain Mark Raymond Harrington (1936) en le rapportant à certains indicateurs de culture matérielle. Cet auteur a établi une relation directe entre certains types d›objets et caractéristiques avec une expression ou une représentation directe du terme et de la culture que celui-ci prétendument désignait. Son utilisation avec ce même critère a ensuite été étendue par l›archéologue Irving Rouse, qui l›a modifié en fonction des avancées de ses propres recherches et celles développées dans d›autres espaces des Caraïbes.

distinguer premièrement les indigènes des Grandes

171


occasions, taino a été utilisé pour faire référence à la

mique et matérielle. Ceci est, à notre avis, ce qui peut

dispersion Antillaise d’un ensemble de normes et pra-

être défini comme taino. Il comprend, par ailleurs, une

tiques culturelles qui se trouvent essentiellement dans

variété d’expressions qui ont été capturées légère-

les Grandes Antilles.

ment par certains chroniqueurs appelés les “chroni-

A la base de la première de ces significations, la culture

queurs des Indes.”

taina n’est pas seulement une expression artistique ou a englobé une partie des expériences culturelles des

La population des Antilles et les antécédents de la culture Taina. Comment?

groupes autochtones qui ont occupé et interagi dans

Dès les premiers instants de la conquête, des écrivains

les îles Caraïbes à des moments différents; par consé-

européens ont commencé à spéculer sur la longue his-

quent, il est une sorte de synthèse de la transformation

toire des indigènes des îles. Père Fray Bartolome de

des plus importantes influences des prédécesseurs,

Las Casas a été un des premiers à se référer à cette

qui ont été prises, modifiées ou transformées, en une

question avec une certaine curiosité archéologique,

sorte de mosaïque multiculturel avec des variations ré-

quand dans volume II de son Histoire des Indes il dit:

gionales importantes. Aussi, il est important de recon-

“D’aucuns racontent s’être trouvés sur une pierre de

naître que le tronc culturel fondamental sur lequel sont

marbre, une pierre précieuse, un diamant beau, tail-

basées ces influences, se trouve chez les groupes eth-

lé et poli, et dans d’autres, un crapaud vivant ... C’est

niques des tribus d’Amérique du Sud appelés Arawak,

peut être possible et même certain. J’ai vu dans les

du bassin de l’Orénoque.

mêmes mines du Cibao..., sur des terres vierges, sur

Compte tenu de ce qui précède, il est évident qu’il y

des plaines au pied de quelques collines, j’ai vu du

a une relation étroite – impossible d’ignorer – entre

charbon et des cendres, comme si le feu y avait été

l’histoire précolombienne des Caraïbes et la connais-

allumé récemment, et pour cette même raison nous

sance de la dynamique qui a conduit à la formation

devons conclure... que, dans le passé, il était là près de

et le développement de la “culture taina”. Dans ce

la rivière à cet endroit, puis loin sur l’eau de la rivière

cas, la culture taina ne peut être considérée comme

... et parce que ce ne pouvait pas être grand discours

quelque chose sans histoire ou quelque chose exacte-

mais des années et temps anciens, il est donc grand

ment uniforme, définie seulement par ses différences

argument que les gens de ces îles et terres fermes,

avec les groupes Caribes, connus pour leur résistance

sont des gens très anciens.”

à la conquête. Elle ne peut non plus être considérée

Conformément à ce qui précède, la recherche a mon-

comme un résultat de la migration des populations

tré que l’établissement des autochtones, et donc la

d’Amérique du Sud. En réalité elle devrait être considé-

mise en place des premières cultures dans les Antilles,

rée comme un résultat des processus beaucoup plus

a eu lieu il y a 6,000 ans environ et était apparemment

complexes et anciens qui ont eu lieu dans le contexte

liée à des changements climatiques se produisant au-

des îles Caraïbes, en particulier sur les îles de l’Hispa-

tour 8000 et 4000 ans av. J. -C. Ces changements ont

niola et de Porto Rico.

provoqué des transformations importantes dans les

un mot, elle est plutôt le résultat d’un processus qui

172

De ce point de vue, certains chercheurs comme

milieux américains, en particulier sur les continents,

(Oliver,

provoquant l’épuisement ou réduction de certaines es-

2008;

Rodriguez

Ramos,

2010,

Veloz

Maggiolo, 1991, Wilson, 1999, 2007) considèrent la

pèces animales et végétales.

culture taina comme le premier essai du mélange qui

Les changements climatiques (Meggers, 1987, Vargas

constitue aujourd’hui la culture des Caraïbes, et ses

Arenas, 1987, Sanoja 1988, Veloz Maggiolo, 1991,

débuts sont évalués à partir du lien étroit entre les

Sanoja et Vargas Arenas, 1995) ont servi de catalyseur

processus de migration et le développement de dif-

important pour les mouvements des premières commu-

férentes formes d’interactions sociales développées

nautés autochtones du continent vers les îles, surtout

dans la Caraïbe précolombienne. Ces processus ont

parce que les dites communautés ont dû faire face à des

amené avec eux la formation d’une mosaïque de

nouvelles conditions pour leurs activités de chasse et

cultures dans lesquelles il est possible de définir un

cueillette, ce qui les a fait créer des nouvelles solutions

ensemble de caractéristiques essentielles du point de

culturelles. Ils se sont établis à l’embouchure des grands

vue de la culture sociale, religieuse, politique, écono-

fleuves, où ils ont formé des villages importants de pê-


cheurs et cueilleurs, contrairement à une vie antérieure

cueilleurs de l’ancien continent, ont adopté différents

liée à la chasse et cueillette dans des zones forestières.

instruments et montré de grandes compétences pour

Ces cueilleurs ont entamé un processus de migra-

s’adapter à de nouveaux contextes. Les changements

tion vers les Antilles vers 6,000 ans av. J. -C. Cette

des premiers colons dans les Antilles sont également

migration a été contemplée sous deux grands axes.

liés à leur interaction. Dans ce cas, la piste des transfor-

Premièrement, à partir de l’Amérique Centrale, en par-

mations concernant leur origine et les différentes tradi-

ticulier les zones de la côte atlantique voisine à Belize

tions culturelles, a été suivie par l’archéologie à travers

vers les Grandes Antilles, – en particulier Cuba et l’His-

le temps et l’espace, enregistrant leur coexistence et

paniola (République Dominicaine et Haïti) –, îles dont

hybridation, en particulier après 2000 av. J. -C. (Veloz

ils pouvaient se déplacer vers l’Est jusqu’à Porto Rico.

Maggiolo, 1976, 1980, Wilson, 1999, 2007).

Une deuxième voie serait liée au nord d’Amérique du

La transformation de ces groupes dans le contexte des

Sud et l’île de Trinidad, d’où ces groupes se sont dépla-

Antilles a été mise en relief par les changements de leur

cés à travers les Petites Antilles pour atteindre la partie

expression culturelle – instruments – les préférences

ouest des Caraïbes (Wilson, 2007).

quant à la forme et endroits pour s’installer, ainsi que les

Une des caractéristiques fondamentales de ces pre-

traces liées au processus d’exploitation du milieu éco-

miers habitants était son économie basée fondamen-

nomique. En bref, les premiers colons de l’arc antillais,

talement sur la cueillette et la chasse, bien que des

résultat des migrations à différents moments et de diffé-

recherches récentes montrent que, parallèlement à la

rentes régions, ont mis en scène les premiers processus

collecte et traitement des racines et graines sauvages

d’interaction et transformation qui plus tard ont conduit à

et la récolte d’escargots marins et terrestres, il y a eu

ce que l’on appelle aujourd’hui la culture taina.4

aussi une gestion importante d’espèces de plantes,

Ces premières communautés ont interagit avec

introduites probablement postérieurement par les

d’autres nouveaux immigrants aborigènes qui étaient

Arawaks, (Pagan Jiménez et Rodríguez Ramos, 2007,

agriculteurs et céramistes, et se mêlaient avec eux.

Pagan Jiménez, 2011) ainsi que des céramiques de

Après l’arrivée de Christophe Colomb en 1492, cer-

fabrication naissante (Ulloa Hung et Valcárcel Rojas,

tains chroniqueurs européens ont décrit l’existence

2013). Cela indique que l’idée de groupes archaïques

de possibles noyaux très isolés de ces villageois plus

ou primitifs dépendant fortement de la nature, doit être

âgés, en particulier dans la partie de Cuba occidentale

réexaminée et modifiée.

et la partie sud ouest de l’Hispaniola, et l’ont nommés

Dans d’autres cas, les lieux choisis par ces premiers

Guanahatabeyes. Les relations de ces derniers avec

groupes pour s’établir et leur apparente vie semi-no-

les autres groupes à l’époque de la colonisation euro-

made ou sédentaire, était liée à des cycles saisonniers

péenne, n’est pas tout à fait claire et est actuellement

et leur propre capacité à tirer profit de l’environnement

à l’étude par les chercheurs en archéologie (Gonzalez

et la richesse que celui-ci pourrait offrir.3 Un autre

Herrera, 2008, Keegan, 1992, 2000; Rodriguez Ramos,

élément d’attraction pour choisir les lieux de peuple-

2008).

ment était, les zones avec disponibilité des matières premières nécessaires à la fabrication de ses instruments. Une fois sur les îles, ils ont changé beaucoup leurs traditions, développant des cultures lesquelles, bien que considérées comme provenant de chasseurs et

3 Un élément d’attraction pour ces premiers habitants au moment de choisir les lieux de peuplement ont été les zones de mangrove et de marais, en raison de la grande biodiversité des mêmes. La grande richesse de la faune et de la flore présentes dans ces espaces a été un facteur clé dans la subsistance de ces communautés.

4 Dans le cadre du développement de ces premières communautés primitives, des objets ont été trouvés qui indiquent certains développements cérémoniels ou rituels, ainsi que des manifestations artistiques naissantes, éventuellement liées à la mort et aux ancêtres. Certaines des expressions artistiques de ces premiers chasseurs-cueilleurs ont été associées à des motifs de lignes et de cercles concentriques qui sont gravés sur certains de leurs instruments, ainsi que reflétés dans des formes pictographiques ou des dessins représentant des traces et des lignes abstraites dans certains abris rocheux et grottes.

173


Un nouveau peuple. L’arrivée des Arawak aux Antilles

l’Arawak (Rouse, 1964) et provenant des basses terres

Les ancêtres les plus immédiats des indigènes tainos

dit, ce sont les clés du développement de ce qui a été

trouvés par Christophe Colomb dans les Antilles, ve-

considéré comme la base de la culture taina.

naient de la côte nord du Venezuela et de la Guyane.

Au cours des dernières décennies, se sont développé

Ceux-ci ont obtenu renommée par leur production en

des recherches sur cette deuxième migration, qui ont

horticulture et leur poterie de bonne qualité, décorée

montré que le processus a été un peu plus complexe

de peintures et motifs en blanc sur un fond rouge.

et multilatéral que précédemment conçu. D’abord, il

Certaines de leurs expressions culturelles initiales ont

ne peut être conçu comme un événement unique;

été localisées dans un site archéologique vénézuélien

deuxièmement il ne doit pas être conçu comme un

situé dans le bas Orénoque et connu sous le nom de

passage progressif d’île en île pour atteindre les

Saladero; par conséquent, les chercheurs qui ont suivi

Grandes Antilles en particulier Porto Rico et l’est de

cette culture à travers le temps et l’espace, l’ont appelé

l’Hispaniola; troisièmement, différentes expressions

Saladoïde.

culturelles contemporaines aux saladoïdes ont été lo-

En 600 av. J. -C., après avoir traversé la jungle de l’Oré-

calisées qui peuvent avoir été originaires d’Amérique

noque dans le nord, les saladoïdes ont atteint les zones

Sud et être attachées à la tradition Arawak elle même.6

côtières du Venezuela, d’où ils ont pénétré l’espace

Cela a montré que les contacts entre les Antilles et le

insulaire des Caraïbes. Jusqu’à présent, les restes de

continent, ainsi que la migration, ont été quelque peu

la première tradition horticultrice ont été trouvés dans

ininterrompus, et ont atteint des nuances différentes à

l’archipel des Antilles, de l’île de Trinidad à l’extrémité

des moments différents.

orientale de l’île d’Hispaniola (Rouse, 1992, Keegan,

En relation avec les aspects déjà mentionnés, il faut no-

2000). Une base de leur culture était la finesse de leurs

ter que des éventuels premiers voyages d’exploration

céramiques, ainsi que leur organisation dans des com-

aux Antilles ont été développés par les communautés

munautés tribales ou villages, subsistant sur la base

Arawaks comme un moyen de préparer d’autres mou-

des plantes-racines comme le manioc amer, le maïs et

vements impliquant une population plus grande. Les

patates douces (ignames ou patates douces dans les

dates obtenues par l’archéologie de la région – dates

Grandes Antilles), entre autres, en combinaison avec

au radiocarbone (C14) – indiquent un mouvement ra-

la chasse, la pêche et la cueillette, qui assuraient en

pide qui a eu lieu vers 500 av. J. -C., et a été développé

grande partie leur subsistance. 5

à partir d’un saut direct à la chaîne des îles du nord des

D’autre part, le mouvement dénommés saladoïdes

Petites Antilles, aux îles Vierges et Porto Rico; suivi par

dans les Antilles est également associé à la diffusion

des mouvements possibles de retour au sud, qui ont fi-

des aborigènes qui parlaient des langues proches de

nalement conduit à l’établissement ou règlement dans

tropicales de l’Amérique du Sud. Comme nous avons

toutes les îles des Caraïbes. Du point de vue anthropologique, la migration saladoïde (Arawak), a été appelée “saut de grenouille”, 5 Les Arawaks cultivaient le manioc en utilisant une technique connue comme agriculture sur brûlis, une technique qui avait besoin d’une utilisation extensive de territoire et qui a été développée plus largement dans la zone continentale, parce que pour la pratiquer de grandes extensions de terres étaient nécessaires. Cette méthode de culture consistait à abattre ou à débroussailler les mauvaises herbes et les arbres d’une portion de terrain, puis à les brûler. Cette partie du territoire s’utilisait pendant une période de temps limitée, jusqu’à ce que le sol produisît sa fertilité; Une fois cela accomplit, une nouvelle parcelle se débroussaillait. Comme on constate, cette méthode impliquait une sorte de semi- sédentarité dans les communautés qui la pratiquaient, et chaque fois qu’un nouveau débroussaillement était nécessaire, une partie importante de la communauté devait se déplacer vers la région où le nouveau conuco était inauguré.

174

une forme qui implique le mouvement des groupes sur

6 Ces dernières ont été découvertes au début des années quatre-vingt du XXe siècle au nord des Petites Antilles et Porto Rico (Oliver, 1999, Chanlatte Baik et Narganes Storde, 2005), et ont été baptisés huecoïdes en réponse à leurs premières découvertes dans le site archéologique connu sous le nom de La Hueca, dans l’île de Vieques, voisine de Porto Rico. Actuellement, la relation entre saladoïdes et huecoïdes et leurs rôles respectifs dans la colonisation horticultrice des Caraïbes n’est pas du tout clair et il existe une discussion au niveau des recherches anthropologiques dans les Caraïbes connue sous le nom de “problème de La Hueca”.


des distances considérables, après avoir été séparés

ressources en capital, entre les îles. Autrement dit, cer-

de la communauté mère (Boomert, 2007 Moore, 2001).

tains éléments peuvent être présents dans une zone

Dans ce cas, bien que le nombre total d’émigrants ne

et absent dans une autre, ce qui a produit son effet sur

peut être que hypothétique, nous devons rejeter l’idée

les échanges.

d’une migration massive et unique car, ce type de mou-

Les exemples d’interaction et d’échange sont essen-

vement migratoire tend à se produire de manière fiable,

tiellement perçus par la grande mobilité des matières

à savoir, des groupes distincts de personnes qui sont

premières de divers types (lytique, bois, coquille, céra-

souvent liés par des liens de parenté et suivent des

mique, etc.), par les espèces végétales ou animales,

itinéraires bien définis, avec des mouvements en avant

ou par les produits d’une haute importance symbolique

et en arrière (Curet 2005: 30 -61). Le processus devrait

ou religieuse, faits de matières premières non locales

donc être pensé en termes d’explorations des lieux les

ou exotiques. Le mouvement et échange de ces maté-

plus favorables, informations recueillies et transmises

riaux a été suivi dans ses expressions locales (entre

aux migrants potentiels.

différentes parties de la même île) dans les expressions

La migration Arawak aux îles a eu comme résultat le

de caractère régional (entre les îles) ou entre les îles

rajustement des modèles culturels initiaux. Les mo-

et le continent. Les dernières variantes semblent avoir

dèles des premiers colons, indiquent une préférence

été le plus courantes au cours des premiers moments

pour des endroits non liés à la côte; cela a été attri-

de la colonisation des Arawaks. A cet égard on trouve

bué par certains chercheurs (Petersen, 1997) à cer-

des objets confectionnés avec des matières premières

tains conservatismes qui rappelaient les habitudes

exotiques: des parures du corps, des objets représen-

continentales. Alors que dans une période plus tardive,

tatifs de la faune continentale avec différents types

la distribution des points de colonies, avait une préfé-

d’oiseaux et le jaguar, propres des zones du continent,

rence pour les zones côtières. Ce changement a été

ou trouvés seulement dans certaines îles des Caraïbes

perçu comme une expression d’adaptation à l’environ-

(Hofman, et al, 2006).7

nement insulaire et en réponse à d’autres facteurs, y

L’accentuation de ces relations d’échange au cours de

compris les pressions démographiques, les capacités

la première étape de l’habitation arawak aux Antilles

de croissance et la disponibilité des terres. Ceci a éga-

peut également être perçue comme un aspect social

lement eu un rapport avec la séparation possible des

fondamental de la propre colonisation de cet espace,

communautés et la recherche d’un plus grand nombre

tout en assurant le maintien des relations entre les pre-

de ressources disponibles. En d’autres termes, les nou-

miers occupants et leurs communautés mères. À sa-

veaux modèles des Arawaks montrent une stratégie

voir, il fonctionnait comme une sorte de cordon ombili-

d’adaptation flexible dans différents milieux insulaires

cal pour les communautés dérivées ou filles. Maintenir

et suggèrent que ces nouveaux immigrants pouvaient

ces relations a également été considéré comme une

être opportunistes ou conservateurs lors de leur déve-

sorte de “ligne de sauvetage”8 pour les migrants, la-

loppement (Haviser, 1997: 67-68).

quelle répondait à leur propre situation d’insécurité

Un autre facteur important de cette colonisation des

et pouvait représenter pour les petites communautés

Antilles par les Arawaks, est celui de l’interaction. Tels

humaines, l’adaptation à des environnements vierges,

processus ont été bien tracés par les recherches des

inconnus ou nouveaux. En d’autres termes, c’était une

dernières années, qui montrent que ces communautés n’ont été isolées à aucun moment. L’interaction dans ces communautés et les éléments impliqués dans le processus, ont été liés à d’importants facteurs d’ordre sociopolitiques et religieux, lesquels sont passés par différentes étapes de développement et adaptation locale. Cela a évidemment eu son impact sur les sphères des échanges, ainsi que sur les secteurs et zones concernées. Un élément important à considérer, est la répartition inégale et discontinue des ressources, en particulier de matières premières et

7 De nombreuses perles et petits pendentifs zoomorphiques avec distinctive association mythologique ont été élaborés en pierres semi-précieuses, d’os, de coquillages et de bois fossiles, et sont dispersés dans toute la région, de l’île de Porto Rico jusqu’à Trinidad. 8 Des pendentifs confectionnés avec des dents d’animaux étrangers aux Antilles, tels que le jaguar et le sanglier, avec les os d’autres animaux sud-américains, comme le tapir, ont été retrouvés dans l’île de Vieques (Narganes Storde, 2003).

175


sorte de stratégie pour assurer leur survie. (Boomert,

cêtre des Tainos dans les Grandes Antilles, se trouve

2007).

dans l’expression culturelle que les archéologues ont

Enfin, il faut souligner que les premiers Arawak insu-

défini comme Ostionoïde, engendrée par les change-

laires et leurs descendants ont été désignés sous le

ments et les processus subis par les Arawaks initiaux

terme Igneri, dérivé précisément du terme arawak eye-

dans l’île de Porto Rico et à l’est de l’île de l’Hispanio-

ri, et dont le sens est homme. Son parcours sur les

la.10 L’étude des sites Ostionoïdes a démontré que cette

îles est marqué essentiellement entre le Ve siècle av.

expression culturelle présente des modifications dans

J. -C. jusqu’au VIe siècle après Jésus-Christ, longue

les techniques de culture connues jusqu’à ce jour par

période où ils sont restés en dehors de la colonisation

les Arawaks et a développé d’autres qui ont potentiel-

de la plupart des Grandes Antilles – ils ne sont restés

lement généré des niveaux de productivité plus élevés,

qu’entre les îles de Trinité et de Porto Rico –, phéno-

ainsi que l’apparition de transformations importantes

mène considéré comme un grand hiatus ou une pause

dans les aspects de poteries et dans d’autres aspects

dans le progrès de ces groupes vers les Caraïbes oc-

de son attirail.

cidentales.

Il est important de noter que de nombreuses carac-

Ce dernier a été justifié par la présence d’importants

téristiques qui seront observées plus tard dans la dé-

noyaux de population archaïque bien établis à ce mo-

nommée “culture taina” – comme la construction des

ment-là dans les Grandes Antilles. De même, la rela-

bateyes ou des endroits de cérémonie pour le jeu de

tion ou l’interaction entre les descendants des premiers

balle, les rites utilisant des substances hallucinogènes

archaïques et ces nouveaux migrants arawakiens a

(cohoba), entre autres –, ont été développés ou ont at-

commencé à être considéré comme un facteur clé pour

teint une bonne représentation comme pratiques dans

expliquer la nature des développements locaux qui ont

les sites de la culture Ostionoïde. Cela nous conduit

caractérisé la dernière partie de l’histoire précolom-

à affirmer à juste titre que l’antécédent le plus direct

bienne des Caraïbes, en particulier dans les Grandes

en termes de développement local connu comme la

Antilles, et par conséquent dans les variations et la di-

culture taina se trouve précisément dans l’ évolution à

versité typiques des définitions de la culture taina.

partir de la culture ostionoïde qui, à son tour, a dérive des migrations des Arawak provenant des côtes du

Les débuts de la culture taina. Où et quand?

Venezuela.

La colonisation et l’adaptation des premiers migrants

dans les Grandes Antilles, survenus essentiellement

Arawaks aux Antilles se sont accompagnées de chan-

entre le Ve siècle et le VIIIe siècle après Jésus-Christ,

gements dans d’autres aspects de leur culture, ce qui

non seulement ont apporté des améliorations dans la

s’est traduit par des développements culturels locaux,

production agricole, mais aussi une structure sociale

à partir de la base de ce tronc essentiel et la relation

plus complexe. En conséquence sont apparues de

avec les descendants des prédécesseurs archaïques.

nouvelles poteries qui ont atteint leur propre person-

Certains de ces développements culturels locaux sont

nalité. A partir du VIIe siècle après Jésus-Christ – et

étroitement liés à la diversité des expressions des

peut-être avant – les communautés avec des poteries

Tainos, qui, comme nous l’avons déjà indiqué, a atteint

ostionoïdes qui ont surgi à Porto Rico sont passées à

le plus haut niveau de développement et a résumé de

l’île de l’Hispaniola, habitant de vallées telles que la

nombreux aspects de leurs ancêtres. 9

vallée du Cibao et les régions côtières, tout le sud-est

Le développement local exceptionnel en tant qu’an-

de la République Dominicaine, et se répandissant rapi-

Les développements antillais locaux, en particulier

dement dans toute l’île.

9 Cette dernière perception est soutenue, entre autres, par la présence ou la continuité de nombreux instruments et éléments de la culture matérielle et des expériences concernant la gestion des ressources écologiques par les prédécesseurs archaïques qui restent dans ces développements locaux, et en particulier au sein de la culture taina.

176

10 Le nom ostionoïde provient de la colonie des Ostiones, située dans l’île de Porto Rico, où a été initialement trouvé l’un des sites archéologiques les plus importants de ce groupe au niveau des Antilles.


À partir des communautés avec des poteries ostio-

englobait presque toute l’île de l’Hispaniola – actuel-

noïdes, se trouvant essentiellement à l’est de l’île de

lement la République Dominicaine et Haïti –, l’île de

l’Hispaniola et Porto Rico, se sont développés les traits

Porto Rico, la partie orientale de l’île de Cuba, une par-

culturels qui ont été considérés comme caractéristiques

tie de l’île de la Jamaïque, les îles Vierges et les îles

de la “culture taina”, et ce fut dans ces régions que la po-

des Bahamas ou Lucayas. A partir de cette perception

terie de style chicoïde avec laquelle elle a été identifiée,

géographique, et compte tenu la variabilité et la diver-

a été créée. Cette poterie, distinctive de la culture taina,

sité de leurs niveaux de développement culturel, cer-

est associée à des objets avec un haut niveau de sym-

tains chercheurs (Rouse, 1992) ont divisé la population

bolisme et de développement dans la décoration, qui

Taino des Antilles en trois secteurs: Tainos Classique –

ont été élaborés en os, coquille, bois et pierre, ainsi que

Île de l’Hispaniola, Porto Rico et l’extrémité orientale de

d›autres éléments qui dénotent une grande complexité

Cuba –; les Tainos occidentaux – ceux qui occupaient

sociale – endroits pour les cérémonies, pour les jeux de

les Bahamas, la Jamaïque et la majeure partie de

balle, etc. –. Les processus de formation de la “culture

Cuba – et les Tainos orientaux – ceux qui occupaient

taina” sont, par conséquent, locaux et autochtones – en

les îles entre Vieques et Guadalupe.

particulier dans l’île de Saint-Domingue et Porto Rico – datés du XIe siècle après Jésus-Christ, environ.

Culture taina. La “Techno économie”. Comment le faisaient-ils?

Il est important de mentionner qu’il n’y a jamais eu de

Du point de vue économique, les Tainos étaient des

prédominance totale de la dénommée culture taina sur

agriculteurs importants et en outre connaissaient l’art

toutes les Antilles, mais une influence marquée sur ce

de la poterie, dans lequel ils ont réussi à créer des

territoire. Bien que nous ayons déjà commenté que les

pièces avec une grande valeur esthétique. L’agriculture,

sources historiques de la conquête doivent être accep-

en tant qu’activité économique fondamentale, était ba-

tées prudemment, puisqu’elles sont rectifiées par les

sée sur la culture du manioc, un tubercule très com-

nouvelles enquêtes, elles soulignent la possible exis-

mun dans les Caraïbes et en Amérique du Sud, lequel

tence d’autres groupes, possiblement situés au nord

on transformait pour obtenir une galette, une sorte de

de l’Hispaniola; en outre de ceux dénommés Caribes,

pain, connu sous le nom de cassave. La cassave était

qui avaient occupé quelques îles des Petites Antilles,

la base d’alimentation, avec d’autres suppléments, tels

surtout de l’actuelle île de Guadalupe à Grenade. Les

que le maïs, les patates douces, la guáyiga, la yautía,

Caribes semblent correspondre à la vague migratoire

le poisson, ou la viande de certains animaux produits

d’un groupe ethnique différent, qui a pénétré tardive-

de la chasse ou de la pêche.

ment dans certaines îles des Petites Antilles à partir des

Pour le développement des activités agricoles, ain-

régions de la Guyane. Pour ces derniers, leur identifi-

si que pour la préparation de la cassave, les Tainos

cation archéologique a récemment été rapportée dans

ont utilisé une base instrumentale complexe. A l’inté-

des îles telles que San Vicente et Grenade (Hofman et

rieur de celle-ci on trouve les haches pétaloïdes,11 des

Hoogland, 2017, en cours d’édition).

haches de pierre enveloppées en bois et utilisées pour

Le fait que les dénommés Tainos étaient un groupe en

défricher la forêt ou nettoyer le terrain où l’ensemen-

expansion et majoritaire dans les Grandes Antilles, en

cement aurait lieu plus tard. En plus de leur utilité de

plus d’avoir le plus haut degré de développement so-

travail, les haches servaient aussi comme d’armes et

cioculturel, a été en partie responsable du fait que les

étaient appelées macanas. Conjointement avec les

Européens au XVe et XVIe siècles vivaient en contact

haches pétaloïdes, un autre type de hache a été utilisé

permanent avec eux, et pour cette raison, ses chro-

par les Tainos; celles-ci étaient monolithiques, c’est-

niques et narrations se concentrèrent sur des descrip-

à-dire qu’elles étaient entièrement faites de pierre, y

tions liées à ce qui a été considéré comme le mode de

compris le manche.

et les débuts de ses principales manifestations ont été

vie de cette culture. Il faut souligner que la culture taina s’est développée essentiellement entre le XIe siècle après Jésus-Christ jusqu’à la seconde moitié du XVIe siècle après JésusChrist, et son extension du point de vue géographique,

11 Cette désignation est motivée par sa forme qui ressemble au pétale d’une fleur.

177


Une fois que le terrain était défriché ou abattu, les

et même de leurs Cémies ou divinités. Parmi ces der-

branches étaient incendiées et les cendres servaient

nières, les plus importantes ont été: le tabac (Nicotiana

comme engrais. Ce système agricole, tel que mentionné

tabacum), la cohoba (Pictadenia peregrina), le coton

ci-dessus, est connu comme agriculture de roza ou iti-

(Gossypium spp) et plusieurs espèces de plantes li-

nérante, et il n’a pas été complètement abandonné par

gneuses et qui produisent du bois comme le guácima

les Tainos car il était combiné avec le système agricole

(Guazuma ulmifolia), guayacán (Guaiacum sanctus),

le plus commun et productif, celui des tas agricoles. 12

l’higüero ou güira (Crescentia cujete), entre autres.

Pour obtenir la farine de la cassave, on utilisait des

Bien que les Tainos aient basé essentiellement leurs

guayos ou des râpes, instruments qui pouvaient être

activités économiques sur l’agriculture, celles-ci ont

en bois ou en pierre. Alors que pour extraire le jus

été complétées par des activités telles que la chasse,

toxique s’utilisait une sorte de poche à douille tissée

la pêche et la cueillette, qui garantissaient un meil-

avec des fibres dans lesquelles la farine de manioc été

leur équilibre alimentaire. La chasse comprenait plu-

déposée et pressée par une extrémité. Cet instrument

sieurs types de rongeurs, appelés hutias ou jutias,

s’appelait Cibucán ou Cebucan. Il est important de no-

ainsi qu’une grande variété d’oiseaux et de grands

ter que les activités liées à la transformation du manioc

mammifères, comme le lamantin. En ce qui concerne

pour obtenir le pain de cassave étaient réalisées par

la cueillette, plusieurs espèces de crabes et de mol-

les femmes de la communauté.

lusques marins ou terrestres se détachent, tandis que

D’autres outils de base dans le développement des

la pêche met en évidence plusieurs espèces de tor-

travaux agricoles étaient les cannes ou les houes,

tues (Quelónidos) et de gros poissons osseux. Il est

qui étaient utilisés pour la plantation, en plus des

important de tenir en compte que l’activité de la pêche

burins en pierre pour le travail du bois. D’autre part,

pouvait se faire de tant dans la rivière que dans la mer

dans certaines activités liées à la transformation des

et que cela s’effectuait de différentes manières – en uti-

céréales – telles que le maïs – ou d’autres types de

lisant des filets, des trappes en os ou en coquillages,

graines, les Tainos ont utilisé des instruments tels que

des harpons –. Une technique de pêche curieuse a été

les meules. Beaucoup d’entre eux avec des représen-

pratiquée avec le poisson rémora (Remora echeneeis).

tations anthropomorphiques – humaines – ou zoomor-

Ce poisson est muni d’une ventouse avec laquelle il

phes – d’animaux – ce qui témoigne l’assimilation des

peut s’adhérer à une proie de taille plus grande. Pour

éléments de la nature et du propre être humain à qui on

cette raison le poisson était attaché avec une ficelle, et

leur a accordé un caractère magique.

une fois attaché à la proie, il été tiré jusqu’à l’amener au

Comme mentionné précédemment, parmi les cultures

bateau d’où se déroulait la pêche.

et les fruits qui ont servi de base à l’alimentation, en

Pour la pêche et le transport maritime ou fluvial, les

plus du manioc, il y a le maïs, la guáyiga ou le guál-

Tainos utilisaient des bateaux à rames. Il y avait trois

laga (Zamia debilis) – cueillette sauvage –, la papaye

types de bateaux selon leur taille: le canoë, la pirogue

ou lechosa (en RD), le corozo ou corojo, la goyave,

monoxyle et la curiale. Sa construction se réalisait avec

les haricots, le corossol, etc. D’autres plantes ont été

des procédures complexes et s’employaient des instru-

utilisées dans des activités rituelles ou comme arbres à

ments lithiques et le feu pour couper de grands arbres,

bois pour la construction de maisons, d’outils de travail,

évider leurs troncs, et leur donner la forme désirée. La coquille de certains mollusques servait aussi comme matière première pour la construction d’amulettes, de parures corporelles, d’objets cérémoniels, de

12 Le système de tas agricoles consistait à enlever le terrain en créant une sorte de monticules de quatre à douze mètres de diamètre, sur lesquels il était possible de semer et de cultiver de manière stable et permanente. C’est pourquoi ce système garantissait une plus grande productivité, car il produisait sur le terrain un effet similaire à celui qui entraînerait aujourd’hui l’utilisation de la charrue. Ce système, en plus d’accumuler et d’enlever la terre, pouvait inclure l’utilisation de déchets comme engrais, ce qui permettait d’atteindre des rendements encore plus élevés.

178

petits idoles ou d’instruments de travail, et même d’instruments de musique – tels que les fotuto –; ceux-ci étaient généralement construits à partir de la coquille de grands mollusques marins. Une des activités qui caractérise la culture taina, et dans laquelle ils ont réussi un développement esthétique élevé, était la confection de poterie. Les Tainos fabriquaient des vaisseaux et des récipients de différentes


sier, d’un ou de plusieurs corps – et des dimensions,

Tainos Société, art et cosmologie. Comment étaient-ils organisés? En quoi croyaient-ils?

selon l’usage auquel ils étaient destinés. Presque tous

Les appréciations de l’organisation sociale chez

les cas, les récipients étaient décorés. Les décorations

les Tainos ont généralement été dirigées vers les

pouvaient s’effectuer en modelant des représentations

dénommés caciquats (cacicazgos “zone d’un ca-

de figures humaines ou d’animaux, en particulier dans

cique”), lesquels quelques historiens espagnols de

les poignées. Elles pouvaient également se réaliser à

la conquête ont comparé avec des petits royaumes

partir d’incisions dans le corps des vaisseaux.

féodaux. Le caciquat était parmi les formes les plus

La poterie taino, en plus d’être l’une de ses expressions

complexes d’organisation politique et sociale dans les

les plus prolifiques, est l’un des moyens les plus impor-

Caraïbes au moment du contact avec les Européens.

tants de représentation de leur art. À travers elle, ils repré-

Cependant, ce type d’organisation n’était pas ré-

sentaient leurs croyances magiques et religieuses. C’est

pandu dans toutes les îles, de sorte que le niveau

ainsi parce que pour eux l’art n’était pas déconnecté du

de complexité et les modèles décrits dans les chro-

monde magique et de la nature à laquelle ils vénéraient,

niques historiques sont essentiellement valables pour

ce qui explique pourquoi la représentation humaine et

une partie des Grandes Antilles – en particulier l’île

animale est récurrente, tant dans la poterie comme dans

de l’Hispaniola et Porto Rico –. Et ont été précisément

les objets fabriqués dans d’autres matériaux.

observés en correspondance avec ce qui a été défini

Dans le cas de la poterie, une place spéciale dans les

comme la culture taina.14

représentations sont les dénommés vaisseaux d’effi-

Les caciquats étaient des organisations politiques ba-

gie, et les dénommées potizas.13 Dans les deux types

sées sur des centres hégémoniques et des relations

de pièces, on constate une sorte de baroquisme dans

de pouvoir hiérarchiques qui s’exprimaient tant dans

les décorations qui habituellement reproduisent des

des contextes locaux comme dans les relations entre

motifs zoomorphes ou des figures humaines, et même

les villages ou villes. Les organisations des caciquats

la combinaison des deux – anthropo-zoomorphiques –.

impliquaient aussi des formes d’échange social ac-

Sont également récurrents les thèmes ou motifs liés à

tives qui acquéraient des dimensions ou des formes

la fertilité et la capacité de procréer, à la fois féminine

d’alliances politiques ou économiques matérialisées

comme masculine, ce qui reflète une sorte de synthèse

ou réalisées de différentes manières – mariages, su-

sur la capacité de régénération humaine, ainsi que la

bordination politique, mécanismes de réciprocité éco-

nature elle-même.

nomique, entre autres –. Les caciquats impliquaient

L’activité de poterie au sein des Tainos était également

aussi l’existence d’une hiérarchie détenue par un

menée par les femmes, et à travers elles, cette culture

individu, un groupe d’individus, ou une certaine des-

a légué une bonne partie de son art, de ses croyances

cendance, dont la position sociale était justifiée et

et de sa propre vision du monde. En outre, l’identifi-

maintenue de diverses manières – mécanismes de

formes – globulaires ou bombés, avec une bouche ouverte o une bouche étroite, avec une épaule ou un dos-

cation de son style de poterie et sa façon de décorer les récipients sont devenus l’un des éléments de base qui caractérisent les gens et la culture qui a été définie comme Taino.

13 Les potizas sont des récipients à bouche étroite utilisés comme conteneurs de liquide, et présentent généralement des décorations sur son cou ou dans sa partie supérieure. Les plus communs sont les représentations anthropomorphiques – de visage humain –, qui, en plus de désigner une fonction proprement utilitaire, – récipients de liquides –, font référence à un caractère hautement symbolique, artistique et rituel.

14 Des enquêtes récentes (Curet, 2003), en plus de souligner l’existence d’une grande diversité de large éventail parmi les formes d’organisation sociopolitique qui caractérisaient les Caraïbes, y compris diverses formes d’égalitarisme et d’inégalité sociale, ont proposé le terme de sociétés de classe moyenne pour se référer aux groupes avec une organisation intermédiaire entre le niveau de bande et les sociétés d’état. Dans ce cas, le terme caciquat s’identifie seulement avec des sociétés fortement stratifiées et avec des organisations sociopolitiques de type hiérarchisée. Ces dernières sont précisément celles rapportés par les chroniqueurs espagnols pour les Grandes Antilles.

179


contrôle social, idéologique – et même un caractère

écologiques ou sources de ressources spécifiques, ce

héréditaire.

qui garantissait l’accès à des produits ou des ressources

Les vestiges de la culture matérielle associée à cette

introuvables dans certains environnements. Le réseau

hiérarchie, ainsi que sa diversité, ont été envisagées

d’échanges au sein d’un caciquat permettait ce type

pour différentes îles, parmi lesquelles l’Hispaniola,

de complémentarité. Grâce à ces échanges, chaque

Porto Rico et Cuba, et assumées comme une preuve

centre habité pouvait profiter des produits alimentaires

de la diversité des stratégies que les élites de ces es-

ou des œuvres artisanales qui étaient communs seu-

paces utilisaient pour justifier sa propre position et ac-

lement dans certaines zones de l’île ou dans certaines

quérir du pouvoir et du prestige; c’est-à-dire la façon

îles. En d’autres termes, un caciquat ou les zones d’in-

dont ils faisaient usage ou manipulaient les aspects

fluence d’un caciquat n’est pas nécessairement limité

idéologiques ou culturels afin de renforcer la cohésion

à l’environnement ou limites géographiques d’une île,

et la stabilité. Ceci à son tour se matérialisait dans des

ils pouvaient passer ses frontières, et établir des méca-

différentes structures ou formes d’organisation poli-

nismes d’échange et d’alliances qui faisaient partie des

tique. En d’autres termes, un facteur important dans

stratégies d’expansion politique et de la propre culture

la diversité actuelle présente au niveau de la culture

taina. Ce facteur a peut-être contribué à façonner la vi-

matérielle taina, en particulier dans ce qui a été défini

sion d’uniformité culturelle que dans une certaine me-

comme ses expressions artistiques, est lié aux formes

sure on trouve dans les chroniques historiques.

de manipuler ces mécanismes idéologiques, qui à

Lors de l’arrivée des colonisateurs européens à l’île de

son tour est lié à différentes formes d’organisation des

l’Hispaniola – octobre 1492 – celle-ci était divisée en

structures de pouvoir (Curet, 2003: 19).

plusieurs caciquats,16 qui ne marquaient pas une divi-

Conformément à ce qui précède, les enquêtes ont per-

sion régionale au style des frontières géographiques

çu que pendant le développement taino aux Antilles, se

contemporaines, mais des zones d’influence liées aux

sont commencé à ajouter des objets qui ont leurs pa-

mécanismes d’alliance et de centralisation autour de

rallèles dans la région isthme-colombienne – Amérique

la hiérarchie d’un individu ou d’un groupe d’individus

Centrale et nord-ouest de l’Amérique du Sud – ce qui

par rapport aux autres. C’est-à-dire que le caciquat, en

a été évalué comme quelque chose de très lié à la

tant que forme d’organisation, regroupait plusieurs ca-

perspective de différenciation, la capacité d’établir des

ciques sous le mandat d’un cacique principal.

contacts distants et d’incorporer des techniques et des

La distribution de ce qui se produisait était subordon-

matériaux provenant de ces zones. Il est possible que

née au domaine du cacique et il pouvait détourner un

ces éléments aient été des éléments d’une importance

surplus de cette production pour des activités rituelles,

constante dans ces sociétés et servirent à légitimer le

des fêtes ou d’autres actes collectifs de la communau-

pouvoir de certains agents, et donc à l’escalade verti-

té qui visaient à renforcer leur propre position politique

cale au niveau intrasociale (Rodríguez et Pagán, 2007).

et les mécanismes sociaux de l’alliance qui l’ont soute-

Du point de vue productif ou économique, les caciquats

nu. En d’autres termes, les Tainos ont amélioré une or-

ont pu mettre en pratique la spécialisation d’un village

ganisation sociale qui visait à atteindre la stabilité et à

ou d’une ville dans l’exploitation des environnements

stocker des produits qui serviraient pour être consom-

15

més face à certaines éventualités. En général, les Tainos étaient une société basée sur la hiérarchie et avec une sorte de structure pyramidale. 15 Par inégalité sociale institutionnalisée, on entend les sociétés où il existe des différences dans le statut et l’accès aux ressources (économiques, sociales ou symboliques) fondées avant tout sur l’attribution. Bien que les inégalités et les différences de statut existent dans toutes les sociétés, y compris les dénommés bandes et groupes tribaux, l’institutionnalisation de l’inégalité sociale se renvoie aux cas où l’inégalité provient de groupes de familles ou de descendance et inclut certaines formes de succession ou de pouvoir officiel (en faisant partie ou en étant membre d’une élite ou descendre directement d’un groupe de parenté).

180

Dans la partie la plus élevée étaient les caciques avec les plus grands pouvoirs politiques, accompagnés par

16 Les caciquats connus de l’île de l’Hispaniola s’appelaient Jaragua, Marién, Maguana, Maguá et Higüey. Le plus densément peuplé au moment de la conquête semble avoir été celui de Maguá.


une sorte de nobles appelé nitaínos; il y avait aussi le

Les relations harmoniques entre ces êtres humains et

bohique ou chaman, qui grâce à ses connaissances

la nature – système monde – était quelque chose hau-

dans les pratiques de ce type, ainsi que son rôle dans

tement souhaitable et donc la cosmologie taina reflète

le culte des Cémies (divinités), avait une grande in-

un monde non statique, une dynamique et une vision

fluence sur la communauté, tandis que la majorité de la

de l’univers qui est une sorte de mouvement pendulaire

population, la base de la pyramide sociale, était consti-

entre stabilité et l’entropie, entre le calme et le chaos,

tuée par les naborias.

qui fonctionnait comme des forces antagonistes. Les

L’organisation du travail chez les Tainos était basée

Tainos ont essayé de capturer certaines qualités de ces

sur des critères de sexe et d’âge. Les femmes, comme

forces antagonistes et de les personnifier dans les dé-

nous l’avons indiqué, accomplissaient les fonctions de

nommées cémies (dieux). L’explication de la nature de

poterie ainsi que la confection du cassave; les hommes,

ces forces, et la tentative de gérer son fonctionnement

d’autre part, chassaient, pêchaient et cueilletaient, et si

pour introduire la stabilité ou le changement est donc, le

nécessaire ils allaient à la guerre, en plus d’aider les

centre de leur religion. Elle était en outre la motivation

femmes dans les tâches agricoles. Les enfants pou-

essentielle de leurs rituels et cérémonies, comme les

vaient prendre soin des récoltes.

areitos, les jeux de balle rituels (batey), désignés pré-

Les maisons présentaient diverses formes et dénomi-

cisément comme un moyen de traiter ce désordre et de

nations. Avec le nom de bohíos s’identifiaient les mai-

produire l’intégration sociale. (Oliver, 1997: 140-141).

sons où vivaient les caciques et membres des sec-

Les areitos, étaient des festivités ou des cérémonies

teurs importants dans la société. Ceux-ci avaient une

collectives ayant pour fonction essentielle celle de

forme rectangulaire, avec des toits à pignon. D’autres

renforcer la cohésion et l’unité du groupe. Au cours

maisons plus grandes étaient de forme circulaire et

de celles-ci, on pouvait danser, recourir à des méca-

appelées caney.

nismes mnémoniques qui racontaient des faits ou des

Les villages étaient généralement construits autour

événements des ancêtres, à travers des récits oraux.

d’un espace ou d’une place centrale appelée batey,

Les areitos, par conséquent, étaient liés à des mo-

où des réunions, des rituels importants et des jeux de

ments spéciaux dans la vie de la communauté.

balle pouvaient être organisés. Autrement dit, c’était

Dans d’autres cas, se faisait également la cohoba, un

un espace qui pouvait être considéré comme cérémo-

rituel consistant à ingérer des poudres hallucinogènes

nial et d’une grande importance sociale. Parfois, très

par le nez par les caciques ou bohiques, ce qui entraî-

près de ces places, les Tainos enterraient leurs morts,

nait un état de transe et la supposée communication

constituant comme des espèces de cimetières où les

avec les cémies, c’est-à-dire avec la personnification

défunts étaient accompagnés d’objets d’usage, tels

des forces. Cette capacité de communication impliquait

que des offrandes funéraires, parmi lesquelles des

évidemment une tentative de prédire ou de contrôler

vaisseaux, des colliers, des instruments de travail et

ces forces qui contribuaient également à renforcer la

des amulettes, qui révélaient les différentes échelles

position sociale de ceux qui la possédaient. Par ailleurs,

d’importance parmi les habitants.

c’était une cérémonie où les décisions les plus impor-

Les Tainos étaient des observateurs du rythme de la

tantes étaient prises, lesquelles dans ce cas, étaient

nature et aspiraient, grâce à leur connaissance, gé-

toujours liées à une transcendance au-delà de l’humain.

rer leur environnement et anticiper l’avenir. De cette

Cette vision cosmologique est également essentielle

façon, ils ont développé des stratégies pour maintenir

pour comprendre les expressions mythologiques liées

l’harmonie ou une coordination avec les événements

aux croyances des Tainos. Elles rappelaient des as-

qui se produisaient chaque jour ou à chaque époque.

pects liés à leurs propres origines en tant que com-

Un ensemble considérable de connaissances a été

munauté – mythes de l’origine –, aux éléments de leur

développé à partir de l’observation du comportement

environnement – l’origine de la mer, les poissons, etc. –

du monde et de tout ce qui y survenaient, soit vivant

et, comme dans d’autres mythologies, à de nombreux

ou non, tout en expliquant pourquoi et comment ce

éléments de leur culture, en particulier ceux relatifs aux

système monde était structuré. Cette vision ou cette

connaissances de base du point de vue technologique

cosmologie est la clé pour expliquer et comprendre les

– agriculture, confection du cassave, techniques arti-

croyances religieuses dans les Tainos (Oliver, 1997).

sanales, etc. – activités de leur propre reproduction so-

181


ciale – rite de la cohoba, connaissance curatives – qui,

était une forme importante de cohésion sociale. Dans

selon ces mythes, lui ont été accordés par des héros

ce cas, de nombreux objets ayant apparemment un

culturels ou ont été enlevés à des êtres mythologiques.

usage quotidien finissaient par être introduits dans

Il n’est donc pas surprenant que de nombreuses ex-

des espaces dont l’objectif principal était la ritualité. En

pressions considérées comme des trésors de l’art

bref, les Tainos ont su combiner magistralement leurs

taino soient nécessairement liées à cette cosmologie

croyances religieuses avec l’art, la technologie et la

et à cette religiosité.17 L’art taino présente une étroite

créativité.

relation avec le mode de vie de ce groupe et son enviSes croyances se concentraient sur la nature et étaient

La transcendance Qu’est-ce qui nous est resté? La fin

directement liées à certaines zones de celle-ci, par

La tendance à considérer – consciemment ou incon-

exemple la mer, les grottes, la forêt, et en général tout

sciemment – les débuts de l’histoire des Caraïbes

ce qui était de nature inhabituelle et particulière.

après l’arrivée des Européens est encore courante

ronnement est le site des divinités qui sont vénérées.

18

C’était un art fonctionnel lié à une utilisation pratique,

dans certaines régions académiques et populaires.

et qui en même temps essayait de s’intégrer par l’orne-

Cette idée repose généralement sur une ignorance de

mentation et les couleurs au monde de leurs croyances.

l’histoire aborigène antérieure à cet événement, et sur

En tant qu’art, il était supposé être un moyen d’attirer

l’absence d’un fort noyau de population autochtone

l’énergie pour ceux qui l’utilisaient, et c’est à son tour

dans les Caraïbes d’aujourd’hui. Ces deux facteurs ont

dans la recherche de cette énergie que certaines va-

contribué à générer une vision limitée, et parfois nulle,

leurs esthétiques ont été développées. En d’autres

de la contribution de ces groupes humains à l’histoire

termes, les objets qui sont considérés comme expres-

et à la culture de la région. Cela a également aidé à

sion de l’art taino avaient aussi pour but de se référer

brouiller les traces du passé précolombien dans les

à la position de ceux à qui ils étaient destinés, et ren-

cultures caribéennes, se référant presque toujours à la

forcer leur pouvoir. Puisque les objets étaient liés aux

simple présence d’éléments de culture matérielle, de

forces cosmiques, ils étaient capables d’attirer sur ceux

mots, de techniques, de types de culture, de formes de

qui les utilisaient une énergie dont ils avaient besoin

logement, entre autres, perçues comme les filiations

pour exercer leurs fonctions (Veloz et Zanin, 1999).

inamovibles ou cloîtré d’une culture.

En général, l’univers artistique taino évoluait dans

Il est évident qu’il existe une relation étroite entre la

un contexte essentiellement religieux, où la religion

reconnaissance de l’histoire précolombienne des Caraïbes, la connaissance des dynamiques qui ont conduit à la formation et au développement de la culture taina et l’histoire subséquente de cet espace humain. S’il est vrai que dans l’histoire des Caraïbes et

17 Par exemple, alors que le manioc était un aliment fondamental pour les tainos, dans leurs croyances ils avaient un dieu ou un cémi qui le symbolisait et qui était étroitement lié aux bonnes récoltes et à la fertilité ou à la capacité de procréer de la terre. C’est le cas des pierres à trois pointes ou trigonolithes, qui selon les croyances des aborigènes avaient pour fonction de garantir cette fertilité et la bonne récolte du manioc. Les trigonolithes, tels que décrits par les chroniqueurs espagnols, étaient enterrés par les tainos dans leurs champs de culture, afin de produire cet effet fertilisant ou fécondateur dans la terre. 18 En ce qui concerne l’art taino, il est important de dire qu’ils n’utilisaient pas la fonte des métaux et travaillaient rarement l’or avec, en le stratifiant après l’avoir chauffé à la percussion. Ces lamelles pouvaient être utilisées essentiellement comme pendentifs ou boucles d’oreilles, et pouvaient également être utilisées comme incrustations, notamment dans les yeux ou les dents des figures ou d’idoles faits dans d’autres matériaux, tels que bois ou coquillage.

182

dans la formation de leurs cultures actuelles ont joué un rôle important les migrations de personnes de différentes parties du monde, ce processus n’a pas commencé avec l’arrivée de Christophe Colomb, et ces vagues successives se sont établies sur une base, des fondations consolidées à la suite de processus complexes et centenaires qui ont eu lieu dans le contexte des îles: la culture taina. Le dénommé déclin de cette culture, causé par la colonisation, n’a pas signifié sa totale disparition. Beaucoup de ses éléments ou contributions sont présents dans la culture caribéenne actuelle, et beaucoup nous sont parvenus à travers les colonisateurs mêmes, qui ont dû les adopter pour résoudre des besoins spécifiques


d’un contexte naturel pour lequel ils n’étaient pas préparés, ou à travers les esclaves africains qui ont été amenés pour remplacer le manque de main-d’œuvre indigène, une fois que ceux-ci ont commencé à disparaître physiquement. Il est juste de penser alors qu’un nombre important de coutumes et de pratiques de ces hommes et femmes sont méconnaissables dans notre réalité, mais ils sont là, faisant partie de ce que nous pouvons maintenant appeler la culture caribéenne.

Références Boomert, Arie, Movilidad en las Indias Occidentales: Las Migraciones saladoide y huecoide, El Caribe Arqueológico, No. 10, Casa del Caribe, 2007. Chanlatte Baik, Luis A., Narganes Storde, Yvonne, Cultura La Hueca, Río Piedras, Université de Porto Rico, 2005. Curet, Antonio, Issues on the Diversity and Emergence of Middle-Range Societies of the Ancient Caribbean: A Critique, en Journal of Archaeological Research, Vol. 11, March: 1-41, 2003. _________ Caribbean Paleodemography: Population, Culture History, and Sociopolitical Processes in Ancient Puerto Rico, Tuscaloosa: The University of Alabama Press, 2005. _________ The Taíno: Phenomena, Concepts, and Terms, Ethnohistory 61(3): 467-495, 2014. González Herrera, U., Ciboneyes, Guanahatabeyes y Cronistas, Discusión en torno a problemas de reconstrucción etnohistórica en Cuba, El Caribe Arqueológico 11: 98-105, 2008. García Arévalo, Manuel, El arte taíno y la identidad nacional dominicana, Ediciones de la Fundación García Arévalo, Saint-Domingue, 1999. _________ Los taínos en los apuntes de Cristóbal Colón, Editions de la Fondation García Arévalo, Saint-Domingue, 2003. Harrington, Mark R., Cuba antes de Colón, Cultural SA, La Habana, 1936. Haviser, Jay B, Settlement Strategies in the Early Ceramic Age en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. Hofman, Corinne; Boomert, Arie; Bright, Alistair; Hoogland, Menno LP; Knippenberg, Sebatiaan; Samson, Alice VM; Ties with the ‘homeland’: archipelagic interaction and the enduring role of the South American mainland in the pre-colonial Lesser Antilles (inédit), Présentation pour le 71st meeting of the Society for American Archaeology, San Juan, Puerto Rico, abril 26-30, 2006. Keegan, William, The People who Discovered Columbus. The prehistory of the Bahamas. University Press of Florida, 1992.

_________ West Indian Archaeology. Ceramic Age. Journal of Archaeological Research 8 (2): 135-67, 2000. Las Casas, Bartolomé, Historia de Las Indias T. II, Imprimerie de Miguel Ginesta, Madrid, 1875. Meggers, Betty, Oscilación climática y cronología cultural en el Caribe en Actas del Tercer Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington DC, Edité par Mario Sanoja, 1987. Moore, John H., Evaluating five models of human colonization, American Anthropologist 103 (2): 395-408, 2001. Narganes Storde, Yvonne M., Pendientes antillanos, animales suramericanos, Proceedings of the Twentieth International Congress for Caribbean Archaeology, SaintDomingue 2003, I: 213-220. Oliver, José R., Taíno cosmos, en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. _________ The ‘La Hueca problem’ in Puerto Rico and the Caribbean: Old problems, new perspectives, possible solutions, en Corinne L. Hofman & Menno LP Hoogland, eds., Archaeological Investigations on St. Martin (Lesser Antilles): The Sites of Norman Estate, Anse des Pères and Hope Estate With a Contribution to the ‘La Hueca Problem’: 253-297, Leiden: Leiden University, 1999. _________ L’univers matériel et spirituel des Tainos, dans El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el universo taino, edité par J. Oliver, C. McEwan et A. Casas Giberga, pp. 137-201, Ministère de la Culture, Museu Barbier-Mueller Art Precolombí et Fondation Caixagalicia, Barcelone, 2008. Pagán Jimenez, J., Early phytocultural processes in the pre-Colonial Antilles. A pan-Caribbean survey for an ongoing starch grain research, en Communities in contact. Essays in archaeology, ethnohistory and ethnography of the Amerindian circum-Caribbean, edité par CL Hofman et A. van Duijvenbode, pp. 87-116, Sidestone Press, Leiden, 2011. Pagán Jiménez, J.; Rodríguez Ramos, R.; Sur l’origine de l’agriculture aux Antilles, dans Proceeding of the Twenty First Congress of the International Association for Caribbean Archaeology, edité par B. Reid, H. Petitjean Roget et A. Curet, pp. 252-259 Vol. I, University of West Indies, St. Agustine, Trinidad and Tobago, 2007. Pané, Fray Ramón, Relación acerca de las antigüedades de los indios, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1990. Petersen, James B., Taíno, Island Carib, and Prehistoric Amerindian. Economies in the West Indies: Tropical Forest Adaptations to Island Environments, en The indigenous people in the Caribbean, University of Florida, Gainesville, 1997. Petersen, James B; Hofman, Corinne L.; Curet, Antonio; Time and Culture: Chonology and Taxonomy in Eastern Caribbean and the Guianas, en Late Ceramic Age Societies in the Eastern Caribbean. Andre Delpuech y Corinne L. Hofman, BAR International Series, París, 2004.

183


ROUSE, B. Irving, Prehistory of the West Indies, Science 144: 499-514, 1964.

L’Art comme ritualisation

_________ The Taínos: Rise and Decline of the People Who Greeted Columbus. New Haven: Yale University Press, 1992.

Carlos Andújar Persinal

RODRIGUEZ, Reniel; Pagán, Jaime; Las Antillas en el contexto del Circun-Caribe: cincuenta años después (inédit), Document discuté dans le cadre de l’équipe d’enquête archéologique des Caraïbes, Université de Leiden, Pays-Bas, mai 2006. SANOJA, Mario, La formación de cazadores recolectores en Venezuela, en Actas del Segundo Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington, DC, 1988.

coordinateur de projets culturels

Une réflexion La dichotomie entre art aborigène et beaUx-arts. Le contempLatif et L’UtiLitaire Probablement marquées par une influence mythique et une profonde condition sacrée, les formes

SANOJA, Mario; Vargas, Iraida; Gente de la canoa, Fondo Editorial Tropykos, Caracas, 1995.

esthétiques ont fait leur apparition précoce entre dif-

VARGAS, Iraida, Sociedad y naturaleza: mediaciones y determinaciones del cambio social, en Actas del Tercer Simposio de la Fundación de Arqueología del Caribe, Washington DC, edité par Mario Sanoja, 1987.

dessins et sculptures faits pour sublimer et révérer les

VEGA, Bernardo, Los cacicazgos de la Hispaniola, Editions du Musée de l’Homme Dominicain, Saint-Domingue, 1980. VELOZ MAGGIOLO, Marcio, Medio ambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo, éditeur de la UASD, t. I, Saint-Domingue, 1976.

férentes expressions et objets sculpturaux, peintures, dieux et les ancêtres, les imprégnant du plus grand sens de beauté et d’admiration une fois ces objets achevés. Et comme nous l’affirme l’auteur, chez les tainos, cette obligation sociale, comme dans la plupart des cultures primaires du monde, était plus qu’évidente.1 “L’art des tainos était essentiellement un art originaire pour et au service de leurs croyances magico-reli-

_________ Arte indígena y Economía en Santo Domingo, éditions Cohoba, Saint-Domingue, République Dominicaine, 1977.

gieuses. Un art qui était une supplication constante aux

_________ Las sociedades arcaicas de Santo Domingo Co-éditions du Musée de l’Homme Dominicain - Fondation García Arévalo, Saint-Domingue, 1980.

théon des dieux, lesquels étaient liés à ces éléments

_________ Panorama histórico del Caribe precolombino, Banque centrale de la République dominicaine, Santo Domingo, 1991.

un usage utilitaire, ce qui est devenu, peut-être, une

VELOZ, Marcio; Zanin, Daniela, Historia arte y cultura en las antillas precolombinas, Editora Universitaria, SaintDomingue, 1999. WILSON, Samuel M., Cultural Pluralism and the Emergence of Complex Society in the Greater Antilles, en Actas del XVIII Congreso Internacional de Arqueología del Caribe, édité par l’Association internationale d’archéologie des Caraïbes, Guadalupe: 7-13, 1999.

éléments fondamentaux qui constituaient l’origine mythique de cette civilisation et au vaste et complexe panfondamentaux.” Une partie importante de cet art primitif avait aussi frontière entre le concept classique d’art venu comme résultat de la liberté de l’art et de l’artiste pendant la Renaissance, et ultérieurement les postulats de la modernité et de la Révolution Industrielle, comme nous confirme Pierre-Yves Jacopin dans son article: Aux fondements de l’anthropologie de l’art, pris du texte Arts indigénes et anthropologie. Plus qu’un fait de contemplation pure, dans les sociétés traditionnelles, l’art accompagnait des objets qui étaient plus utilitaire

_________ The Archaeology of the Caribbean, Cambridge

que contemplatifs, produisant, en outre, un plaisir es-

University Press, New York, 2007.

thétique. Il est évident qu’au fond, il s’agit de la présence de l’esthétique, de la créativité et de la tendance à la beauté comme partie de la nature humaine et qui a amené certains auteurs à penser l’art comme un élément par-

1

184

Plusieurs auteurs, Arte taino, Banque Centrale de la République Dominicaine, 1983, p. 4


ticulièrement essentiel de l’être humain. La sublimation

La présence de ces manifestations symboliques ou

de l’artiste a toujours été un sujet d’intérêt et préoccu-

langage sémiotique, plutôt que de les réduire à de

pation de la pensée intellectuelle:2

simples pièces avec un sens utilitaire, implique une

“La Philosophie, dès ses débuts, a lutté avec le pro-

plus grande préoccupation pour les formes et les

blème de savoir si l’élan de créer et d’apprécier la

styles, pour l’élément de beauté et le besoin ou l’élan

beauté est inhérente à la nature de l’homme: de savoir

-comme Melville Herskovits l’appelait de l’être humain-

si la beauté, en soi, découle d’un concept de ce qui est

à transcender au-delà du simple l’objet et le transfor-

considéré beau ou si elle transcende les façons dont la

mer en une œuvre d’admiration, indépendamment de

beauté se manifeste.”

son destin et de son utilisation finale. C’est ainsi que l’art agit en tout cas comme une inter-

Les frontières entre l’art et l’anthropologie de l’art. Art et anthropologie: discours et regards

médiation entre le plaisir esthétique de l’œuvre et son

Une des difficultés observées entre les anthropologues

que profondément révérenciel et sacré, ce qui ne re-

et les archéologues au moment d’approcher la com-

niait pas sa dimension esthétique. Bien que dans la

posante artistique d’un objet, a été leur bienveillance

culture taina de l’art miniature et sculptural, le souci

excessive envers le sens esthétique de celui-ci. Il en

de la trace, le signe, ce qui est visuellement présent,

est ainsi parce qu’il est objecté depuis les limites de

est devenu une partie de l’objet de culte, et comme

la critique d’art ou des historiens de l’art, le fait que

l’indique David de los Reyes:4

l’œuvre par le simple fait de paraître belle et être bien

“L’adoration, au delà d’une possible utilité pratique et

faite, ne doit pas être considérée comme une œuvre

une recherche pour impressionner plutôt qu’exprimer

d›art proprement et l’art animalier était commun parmi

la beauté, concentrera sa priorité dans une soigneuse

les créateurs tainos.3

élaboration.”

“En d’autres termes, l’art n’apparaît pas comme une

La spécialisation de l’objet culturel ou artistique par-

imitation ou une reproduction du réel mais comme l’ex-

fois éloigné de sa conviction esthétique ferme, rendait

pression d’une idée ou d’un concept, donc l’Art dans

difficiles ces rencontres. Cependant, la présence de

ses principes, comme dans le cas du langage, élabore

décors, des traits, d’incisions, de dessins, de design

des signes qui ne sont pas mimétiques mais d’une na-

et de peintures en font plus qu’un objet en soi, et c’est

ture abstraite.”

là que l’art et l’anthropologie sont obligés de parcourir

Naturellement, ces approches différenciées méritent

des chemins de dialogue pour trouver, mais une expli-

un commentaire qui contribue à sa clarification quand

cation de ce qui a été appelé à tort, “l’art primitif”, qu’il

on parle d’art traditionnel. Le concept d’art pur, fait

serait mieux d’appeler primaire, traditionnel ou comme

pour la jouissance contemplative sans aucune autre

Herskovits le situe, des sociétés sans langue écrite. Au

fonction sociale, ne peut aujourd’hui être le critère sur

moins cela permet d’évaluer l’auscultation du besoin

lequel on rejette la dimension artistique des sociétés

ressenti par ces groupes de transformer un objet, dont

primaires, car il s’agit de décrire des traits et des ex-

le destin était socialement défini en quelque chose de

pressions artistiques proprement dites, avant de les

plus qu’un amas matériel, ou un simple ustensile ou

expliquer. Si cela est possible, alors nous sommes de-

objet de culte.

vant une œuvre d’art, quelles que soient ses limites

Particulièrement ce sont ces obstacles qui nous per-

temporelles et spatiales.

mettraient de surmonter les oppositions entre l’art tradi-

destin également utilitaire, qui pourrait aussi bien être à des fins quotidiens ou de la vie domestique, ainsi

tionnel et l’art avec l’acception moderne et occidentale qui est utilisé entre les spécialistes de l’art, les critiques 2 Herskovits, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, Mexique, 1995, p. 414. 3 Galí Boadella, Montserrat, Historia del arte y antropología, Dos métodos distintos, una vocación común, en (In) disciplinas: estética e historia del arte en el cruce de los diversos, Université Nationale Autonome du Mexique, 1999, p. 172.

4 De los Reyes, David, Sobre las Artes indígenas americanas, Una reflexión desde la antropología filosófica, en Artes Indígenas y antropología, p. 40.

185


d’art et les conservateurs de musées. Heureusement,

Malgré la relation étroite entre l’art et les systèmes

dans une partie importante de ces experts, cet obsta-

sociaux, l’artiste pouvait créer et innover à partir d’un

cle a été surmonté, ce qui a permis de reconnaître la

style connu et dépositaire de l’héritage culturel du

valeur esthétique de nombreuses œuvres du dénom-

groupe. Le trait ou le jeu dans l’œuvre d’art (dans les

mé art traditionnel. Considérant dépassé les cas où

sociétés sans une langue écrite), c’est-à-dire l’hasard,

une pièce par le seul fait d’appartenir au passé, ne la

n’était pas la norme car, “ils suivaient des modèles

rend pas une œuvre d’art, sa conditionnalité est plus

culturels répétés et valables socialement” (Alcina

exigeante. Et il doit l’être parce que alors là en effet

Franch, 1982).

nous confondons l’art et l’anthropologie et cela ne peut

Nous savons que ces références esthétiques ont long-

pas être, ces lignes qui limitent l’interprétation de cette

temps été ignorées par le concept ethnocentrique do-

phénoménologie, doivent être claires.

minant, qui ne voyait l’art, la beauté et l’esthétique qu’à

Peut-être cela a été la disproportion qui a été critiquée

partir des cadres d’une civilisation qui enveloppait le

á l’archéologie et l’anthropologie lors de l’approche

monde, le mode de vie occidental, la cosmogonie eu-

de la méthode dans cette classification. Beaucoup de

ropéenne, au point que dans les manuels d’histoire de

pièces entrent dans le cadre explicatif du passé, de la

l’art, aucune mention n’a été faite de ces manifestations

splendeur d’un passé comme témoignage et évidence

esthétiques des sociétés dites sans écriture, considé-

du même.

rées celles-ci comme vulgaires, rustres et d’une valeur

Cependant, seules celles marquées par une évidente

artistique inférieure ou infantile.

qualité esthétique dans ses formes, designs et styles,

Rompre ces évaluations qui ont prévalu pendant de

en outre de ses domaines techniques et contenus bien

nombreuses années fut une bataille cyclopéenne

réussi, sont ceux qui s’avèrent plus qu’un document,

avec ces critères dominants en occident, où l’art avait

une jouissance esthétique, une contemplation et un

déjà atteint un espace de liberté et d’autonomie, qui le

plaisir visuel; mais aussi une proposition thématique en

convertit en une pièce de changement et l’artiste en un

termes artistiques, indépendamment du cadre socio-

nouveau sujet, avec son propre discours, et indépen-

culturel dans lequel elle se déroule, comme cela s’est

dance créatrice, éloigné du mécénat captif; tandis que

produit avec l’art africain et le cubisme.

le reste du monde soumis encore à la force de la tradi-

En surmontant ces écueils et préjugés devant l’art tra-

tion, qui influait comme un manteau recouvrant sur l’art

ditionnel, nous parviendrions à une redéfinition et à

de ces sociétés traditionnelles, également importantes.

une plus grande justice au moment d’étudier ses parti-

Surmonter les schémas de discrimination, remplacer

cularités et son universalité dans le cadre d’un besoin

les critères d’évaluation au moment de repenser l’art

humain répété venu des temps anciens jusqu’à notre

universel, devrait être l’une des grandes tâches qui

modernité, qui le resitue ensuite.

déjà pour le XXe siècle se parvient et entraîne des résultats beaucoup plus étendus et prometteurs sur la

La fragilité complexe de l’esthétique

nature et la spécialisation de cet autre art produit dans

Le beau et le sublime, en tant qu’expression purement

des sociétés avec des visions du monde différentes et

artistique et tel que défini par Emmanuel Kant, trouvent

qui s’exprimaient aussi dans ces formes artistiques.

par ailleurs, l’argument subjectif qu’il ne complète pas

186

l’exigence humaine. La sublimation de la beauté que

Art et modernité

l’art représente, oublie les raisons sociales encadrées

Lié à la rationalité moderniste de la Révolution

dans les styles, avec lesquels l’esthétique particulière

Industrielle, l’art a également été accompagné d’un

d’un groupe ou d’une culture est définie. Ce qui est

discours logique qui permet d’analyser l’œuvre d’art

beau est plus qu’une généralité, c’est une manière

à partir d’une fonction épurée, dans laquelle l’œuvre

concrète de représenter la réalité, qu’elle soit abstraite

d’art fait partie d’un état émotionnel où la dénommée

ou figurative, à travers un langage sémiotiquement co-

“profanation” de la pièce ne permet pas qu’elle soit

difié.

conçue comme une expérience esthétique élevée, ac-

Dans les sociétés traditionnelles, cette esthétique était

cusant son caractère utilitaire comme facteur d’exclu-

profondément guidée par les cadres culturels et les

sion à cette condition sublime qui l’éloigne de sa condi-

normes sociales qui servaient d’inspiration à l’artiste.

tion d’art pur et contemplatif (Herskovits, 1995: 415).


Ces considérations sont remises en cause par l’anthro-

les artistes aient atteint leur principale intimité, ne dé-

pologie, même dans le sens que l’art doit être considéré

lie pas le caractère particulier que possède l’œuvre,

comme une expression humaine avec des dimensions

qu’elle soit produite pour la consommation individuelle

relatives dans le sens où en comparant les formes

ou sociale. La reconnaissance de l’art comme un mé-

stylistiques, les critères conceptuels qui régissent les

tier (c’est vrai qu’il donne une autre dimension au pro-

différentes créations qui l’accompagnent, ainsi que les

duit fini) permet que l’œuvre en soi, ait une personnalité

influences culturelles auxquelles elles sont associées,

individuelle, qu’elle devienne un sujet de contemplation

oblige à se distancer en respectant la valeur sociale

et acquiert un marché de demande.

que l’œuvre possède dans les cadres culturels dans

Cependant, dans les canons des sociétés tradition-

lesquels elles on été produites.

nelles ou primaires, cette force et personnalité de

Tout ce qui précède, sans exclure l’impact artistique qui

l’œuvre d’art était le résultat de sa référence sémio-

pourrait provoquer parmi nous, mais que dans le cas

tique au groupe qui, sans la produire collectivement,

du monde des sociétés sans écriture, la dimension so-

finissait par la pénaliser et la socialiser, sans pour

ciale acquiert une plus grande importance étant don-

autant omettre sa valeur, comme une pièce avec des

né qu’à ce stade “L’art n’est pas un hasard ... ” et qui,

expressions particulières, en raison de la présence

d’ailleurs, est une expression “du désir de beauté, qui

des traits esthétiques, qui la distinguait à son tour, des

trouve pleine satisfaction dans l’application de la com-

pièces et des objets communs. Ce fait en soi donnait à

pétence technique à travers la forme adoptée - (socia-

ces pièces une dimension supra sociale.

lement, CA)” (Herskovits, 1995: 450).

Logiquement, le concept d’art, au sens que nous l’en-

Par conséquent, si nous prenons en considération ces

tendons aujourd’hui, n’existait pas, commence avec la

distances historiques, mais sur la base de l’intention-

modernité, mais ce dont nous parlons, c’est comment

nalité de la beauté, la recherche de l’élan, pour pouvoir

cette inclination par la beauté, par la différence, par le

produire une étincelle artistique, c’est une caractéris-

particulier, ou si vous voulez par le sublime, est repré-

tique universelle, il n’y a aucune raison de se troubler

senté dans des composants intégrés à des formes déjà

reconnaissant la qualité artistique de nombreuses

nuancées par des domaines culturels.

majestueuses œuvres d’art traditionnelles sans rougir

Pour sa part et comme si cela ne suffisait pas, d’autres

et avec la plus grande conviction qu’elles possèdent

formes de langage codifiées ont été intégrées, qui

également une valeur esthétique sans égale, une force

lui donnaient des fonctions et usages multiples aux

stylistique incomparable.

normes culturelles et de là sa richesse et sa multiplicité

A cela s’ajouterait un contenu profondément symbo-

de fonctions auxquelles nous avons déjà fait référence

lique et dans de nombreux cas, hautement ritualisé,

précédemment. Il est juste d’admettre que l’intention de

mais aussi ses formes et ses motifs ainsi que son har-

l’art en tant que besoin humain était déjà présent dans

monie (régie par des modèles culturels différents des

ces sociétés primaires et que, par ailleurs, son omis-

nôtres) qui les transforment en véritables œuvres d’art,

sion ne contribue pas à une interprétation correcte de

puisqu’elles obligent elles seules à une contemplation

l’histoire de l’art universel.

et une fraîcheur visuelle, agréable, sensationnelle-

Considéré comme un besoin humain, l’art existe

ment émotionnel et magnifiquement faites, ce qui nous

comme partie d’une recherche de la perfection et de

confirme Montserrat Galí.

l’agréable, visuelle et émotionnellement parlant, per-

“Pour Leroi-Gourhan, l’esthétique (dans ces cultures

sonne ne peut nier cette manifestation présente entre

traditionnelles, CA) n’a rien à voir avec ce qui est beau

les groupes sociaux traditionnels ou des sociétés pri-

ou ce qui en occident est considéré comme art ... mais

maires. L’art comme une expression et une recherche

comment se constitue un code d’émotions dans le

de la beauté finit par représenter cette sensibilité hu-

temps et l’espace.”

maine.

5

Le fait qu’avec le début de la société moderne, l’art et

Dimension holistique de l’art Assurément, c’est une partie délicate de la démarche, car la production artistique est indissociable du cadre 5

Ibidem, p. 179.

culturel. Un objet d’usage quotidien ne perd pas sa va-

187


leur lorsqu’il est imprégné d’une ligne stylistique qui le

même subtil, sur les styles hérités, on ne peut pas par-

déplie en œuvre d’art.

ler de l’existence d’un style particulier à chaque culture.

L’admiration pour les dieux s’est exprimé très tôt parmi

N’oublions pas que les styles ne sont pas statiques

les objets fabriqués, même s’il est vrai que l’idée pri-

et donc à travers eux, il est possible de connaître les

maire de l’artiste n’était pas nécessairement d’élabo-

manières et les caractéristiques d’une culture par

rer une œuvre d’art en soi, c’est-à-dire l’art pour l’art,

rapport à une autre ou d’une époque par rapport à

mais surtout, faire plaisir visuellement à leurs divinités,

une autre. Ils nous parlent d’un talent individualisé

à partir de l’usage de traits ou de lignes esthétiques.

dans chaque œuvre puisque le moule en tant que tel

Cependant, la présence de ces incises dans beaucoup

n’existait pas, mais révèle aussi une empreinte so-

de leurs productions culturelles, suppose une intention-

cioculturelle qui lui était déterminant, étant l’art taino

nalité et aussi, un désir de plaire de la part de l’artiste

abondant dans toute l’île.

taino à leurs dieux, qui l’exprimait dans chaque objet

Des pictogrammes, des pétroglyphes, dans lesquels

fabriqué ou sculpté; il était par ailleurs un chroniqueur

différents éléments sémiotiques ont été utilisés pour

graphique de son peuple, de son environnement et de

représenter leur réalité et traduisaient l’expérience de

sa vie quotidienne comme visible dans les murs de leur

l’artiste, abstraits, géométriques, linéaires, zoomor-

art rupestre: “La religion exige une objectivation (maté-

phes, anthropomorphes, ont été les moyens de les re-

rialisation CA), et l’art constitue un moyen d’efficacité

présenter. En raison de son abondance et de sa com-

primordiale. (Hoebel, 1973).

plexité, Saint-Domingue est considéré comme le siège

Mais ce dont il s’agit c’est de montrer comment le

de la civilisation taino dans les Caraïbes, comme l’a

cadre social conditionne la production artistique car,

affirmé plusieurs fois l’anthropologue physique cubain

avec ces référents, l’œuvre d’art devait être produite,

René Herrera Fritot.7

ce qui ne nie pas la trace et l’empreinte de l’artiste

“…L’art rupestre, comme expression unique de l’en-

dans le processus même de configuration des styles

semble des phénomènes culturels, reflète, de façon

et des changements subis par ceux-ci, clairement va-

évidente dans de nombreux cas, les processus de

lidés par le groupe. Parmi les tainos, le cercle avec un

développement et les changements sociaux et, par

point au centre, les figures géométriques et linéaires

conséquent, les processus d’idéologie des sociétés en

opposables et la réitération des animaux ritualisés (la

question.” (Pagán, Dato, Bulletin Numéro 20, Musée

chauve-souris, le hibou, la chouette, la tortue, la gre-

de l’Homme Dominicain, Année XIV, 1987, Saint-

nouille, entre autres), comme objets décoratifs de leurs

Domingue, République Dominicaine).

trousseaux, était récurrent selon le style de céramique adressé.6

L’art traditionnel et la marque du signe

“Le canon, esthétique donc, est le moyen idéal, indivi-

Il est indéniable que le style devient l’axe d’articulation

duel ou collectif, auquel l’œuvre doit s’adapter en fonc-

d’une manière différente de définir une œuvre d’art et

tion de sa forme; sinon, elle sera rejetée par la société

de présenter cette expression dans nombreuses des

qui ne verra en elle plus qu’un corps étranger. C’est

pièces fabriquées dans les sociétés primaires. Il n’est

pourquoi, l’artiste qui est, par sa propre nature, un in-

pas possible d’étudier les manifestations artistiques

novateur inné, doit garder un certain équilibre entre son

traditionnelles, en dehors de leurs styles différents

respect du canon de la beauté collectif établi et son

et de savoir en conséquence, la façon dont ce style,

désir irrépressible d’innover. ”

non seulement montre clairement une présence d’une

Malgré le poids de la culture dans l’inspiration des

maîtrise technique, mais de virtuoses moyens d’in-

artistes, sans la maîtrise technique de celui-ci sur la

tervention sur les pièces jusqu’à les transformer en

pièce ou le matériel utilisé, sans les compétences

œuvres d’art. En raison de son importance, Hauser

propres, aussi connues comme les compétences virtuoses de celui-ci, et sans la modification nécessaire,

6 Alcina Franch, José. Arte y antropología, p. 74

188

7 Mesa, Ramón, Arte Taíno en San Cristóbal, un enfoque contemporáneo, Ministère de la Culture, Santo Domingo, 2014, p. 28.


dit: “le style est le concept fondamental et central

mais aussi profondément spirituelle, sensible et hau-

de l’histoire de l’art ... ” (Alcina Franch, 1982: 105).

tement ritualisée et dans laquelle l’art et la religion na-

L’absence du métal, faisait que l’incision sur le sculpté

viguent dans une frontière fragile et incertaine. Dans de

était prononcé et déforme donc, son esthétique était

nombreux cas, l’inspiration venait de l’effet psychique

différente de celle que nous connaissons déjà dans

produit par les hallucinogènes dans le rite de la cohoba

les sociétés modernes.

(piptademia peregrina), qui permettait une déformation

8

“La céramique se caractérise par une symétrie bi-

imaginative exagérée, utilisée alors comme élan créatif

latérale dans les dessins ou modèles, incisés ou en

et très marqué par sa mythologie, source nutritionnelle

pointillés. Géométriques et modelés appliqués et par la

de son art.9

bonne qualité des pâtes. Les poignées ont été généra-

“L’interprétation de certains animaux et les person-

lement utilisées dans les pots pour parvenir à de belles

nages mythologiques qui sont intervenus dans les

expressions artistiques.”

croyances magique religieuses soutenues par ces

Au concept de style on pourrait ajouter celui de type

aborigènes antillais, conditionne une affiliation à la no-

idéal, c’est-à-dire la gestion de la part des artistes

tion mythique qui est largement exprimée à travers l’art

des références culturelles originaires du groupe.

taino puisque, parmi les peuples primitifs, la religiosité

Cependent, pas toujours l’artiste s’en tient au style du

et l’art offrent, en quelque sorte, une grande identité de

groupe, chaque moment a son style et l’artiste le ré-

contenu et de forme.”

pète jusqu’à ce que sa créativité lui permette d’intro-

Précisément ces formes ritualisées sont présentes

duire des modifications qui finissent par être approu-

dans les différentes façons d’interagir avec la nature

vées par les groupes sociaux et ainsi s’introduisent les

et avec le reste de la société. Pour toutes ces raisons,

changements qui vont modifier les styles traditionnels

il est possible de trouver d’art à la fois dans des élé-

sans rompre le cadre conceptuel du groupe, son fil di-

ments de la vie quotidienne, comme dans les espaces

recteur.

ludiques, dans les ornements (qui présentent déjà une

Étant le style essence même de la conception de l›art

intention esthétique), jusqu’aux déformations corpo-

comme une sublimation expresse de la beauté, chaque

relles (aussi à des fins esthétiques) et dans la picto-

pièce faite par des groupes traditionnels et marquée par

graphie qui accomplirait une double fonction, tant de

une assiduité de traits, dessins, incisions et d’autres

satisfaction des besoins matériels comme spirituels ou

symboles, indépendants de leur sens ultime, la fré-

les deux à la fois.

quence de leur récurrence créatrice, l’attachement de

Dans la société taino, l’art et la mythologie allaient éga-

l’artiste à ses moules (bien qu’avec la liberté d’innover).

lement de pair et une partie de cette créativité s’ins-

C’est ainsi que l’inclinaison de cette pièce en tant que

pirait des référents sociaux qui finissaient par guider

représentation de beauté devient un facteur détermi-

la conceptualisation des objets fabriqués, comme

nant lors de sa prise en compte comme œuvre d’art,

l’affirme l’archéologue Sebastián Robiou dans son ou-

puisqu’elle combine les différents critères sur lesquels

vrage Taínos y Caribe:10

l’art est défini, comme moment spécial de la créativité

“Le langage plastique utilisé a dû correspondre à la vi-

humaine et condition qui produit une certaine sensibili-

sion du monde, à la littérature orale taino (croyances

té ou catharsis où il jouit de sa contemplation.

mythiques), avec des éléments garantissant les préceptes traditionnels de la beauté et avec des symboles

Les rituels de l’Art Taino

réussissant à transmettre le message ésotérique de

Ces formes symboliques qui se manifestent à travers

l’œuvre.”

l’art, incision ou intervention préméditée ou intentionnelle dans tout objet matériel, projettent une vision du monde non seulement complexe, parfois abstraite,

8 Plusieurs auteurs, Arte Taíno, Banque Centrale de la République Dominicaine, Santo Domingo, 1983, p. 7.

9 Arrom, José Juan; García Arévalo, Manuel, El murciélago y la lechuza en la mitología y el arte taíno, Fondation García Arévalo Inc., 1988, p. 31. 10 Robiou Lamarche, Sebastián, Taínos y Caribe, Las culturas aborígenes antillanas, Éditorial Punto y Coma, San Juan, Puerto Rico, 2003, p. 136.

189


L’utilisation répétée d’animaux mythiques fait partie de

des colliers de perles, des pendentifs et d’autres objets

la créativité de l’art taino et chacun de ces animaux

de valeur quotidienne et rituelle également, a donné

représentait une codification particulière dans son lan-

une certaine spécialisation à la décoration de plusieurs

gage plastique, lequel en plus de recréer visuellement,

de ces trousseaux quotidiens. Et comme l’indique José

s’adhérait à des canons culturels que, bien qu’en liber-

Juan Arrom “Il est clair que le sculpteur indigène pos-

té de modifier, l’artiste taino devait respecter et utiliser

sédait une idée claire de la conception et une totale

avec une certaine fréquence, comme un moyen de

maîtrise du métier” (Arrom, 1988: 173). 12

maintenir la cohésion sociale, de renforcer l’héritage

“On peut dire que l’art taino est essentiellement un art

culturel et la mémoire du groupe. Donc cet art figura-

sculptural, étant donné l’absence de peinture dans la

tif était plus qu’une simple reproduction de la faune,

céramique. Pourtant, le taino a réservé ses qualités de

c’était une manière de raconter l’histoire du groupe,

dessinateur pour l’art rupestre où il faisait preuve d’une

ses origines. Ci-dessous est décrit comment la muse

énorme capacité de peindre non seulement la faune

fait partie d’un lien ritualisé dans l’art de taino et dans

qui l’entourait mais aussi ses cérémonies religieuses

de nombreux cas, le dialogue qui a eu lieu avec l’ima-

et motifs abstraits de grande symétrie”.

ginaire des artistes taino, était responsable de l’élabo-

Ainsi, nous verrons que les formes géométriques

ration de ses objets culturels:

étaient régulièrement présentes dans les céramiques

“Alors cet arbre ou ce cémi, fait idole ou démon, lui

et les sculptures, ce style mixte produisait à son tour

répond à la manière dont il veut qu’il le fasse. Et il

des formes labyrinthiques. Mais à ce style récurrent,

le coupe et le fait comme il a été ordonné; il fait sa

s’ajoute l’utilisation de lignes parallèles et d’autres

maison avec l’héritage et plusieurs fois par an il fait

avec des points à leurs extrémités. De même, le

la cohoba.”

triangle et le v inversé, ainsi que le rectangle à coins

Combinant des styles, l’art taino a permis de se faire

arrondis étaient fréquents.

représenter par des formes réalistes et figuratives,

Convertis en hommage à la fertilité et aux femmes,

mais aussi abstraites et géométriques avec une signi-

ont été le cercle avec un point dans son centre et, du

fication hautement rituelle, et de contenus sémiotiques

point de vue de la manipulation des formes, les glo-

très codifiés et selon l’opinion du grand linguiste cubain

bules protubérants des potizas, qui étaient considé-

José Juan Arrom “perdues aujourd’hui les clés de leurs

rées comme les seins féminins et le symbole de ferti-

messages” (Robiou, 2003: 144)

lité des femmes, ainsi que le cou de ces potizas, une

Cette double fonction de l’art taino ne diminue pas

référence phallocratique par excellence; ceci parce

ses conditions stylistiques, mais n’empêche pas

que nous parlons de cultures patriarcales, même si

que chaque œuvre singulière soit contemplée en soi

le métier de la poterie fût exercée par les femmes,

même, dans sa propre configuration, dans ses do-

mais le discours et l’empreinte idéologique masculine

maines de forme, de style et d’harmonie permettant de

prédominaient.13

la considérer comme une œuvre d’art en soi, indépen-

“En faisant une lecture circulaire des objets les plus

damment de la fonction sociale pour laquelle elle a été

variés qui composent l’arsenal de poterie de la culture

créée ou conçue par l’artiste. Son intervention esthé-

taina, on observe que sont exposées de manière figu-

tique est surdimensionnée au-delà de sa finalité et de

rative ou abstraite, des trait linéaires en relief ou sculp-

son destin social. Sa beauté porte son propre rythme

turales, éléments qui définissent et affirment les points

visuel, sa propre sublimation artistique.

de la sexualité comme partie de son syncrétisme reli-

Cet art, en plus de développer des aptitudes et des

gieux et de sa vie quotidienne, au point que le design

11

compétences propres dans les petites pièces comme des amulettes, des sceaux, des ornements pectoraux,

11 Caro Álvarez, José A., Cemíes y trigonolitos, Musée de l’Homme Dominicain, Santo Domingo, Barcelone, España, 1977, p. 2.

190

12 Ibidem, p 7. 13 Peralta Agüero, Abil, Lo erótico como expresión en el arte taíno, en Presencia de la cultura precolombina en el arte caribeño contemporáneo, Collection Banque Centrale de la République Dominicaine, Département de Culture, Santo Domingo 1999, p. 59


appliqué de ses objets en poterie présentent les signes

131), et à propos de la grenouille, José Juan Arrom

évidents d’une iconographie référant à la sexualité et

affirme ce qui suit:14

à l’érotisme comme valeur de vie et de plaisir, comme

“J’ai trouvé que le même symbole se répète dans

raison d’être, comme langage et statut de communica-

d’autres objets d’usage religieux et sa présence ré-

tion culturelle. ”

pétée permet de confirmer non seulement son impor-

Comme nous l’avons remarqué, ces styles traduisent

tance mythique, mais aussi défini son identification

des langages symboliques et des codes culturels

avec un prototype réaliste précis.”

au-delà de leur propre représentation, conjuguent des

L’artiste taino, toujours encadré dans les modèles du

styles pour raconter des mythes, histoires, croyances,

groupe, pouvait inventer, reproduire ou modifier le style

systèmes de valeurs, convictions ancestrales que,

sans la pression du groupe, qui plus tard pouvait sanc-

seuls les traits faits en burin d’os, coquille de mol-

tionner l’effort individuel de celui-ci provenant à son

lusques, fils de fibre végétale ou silex (puisque le métal

tour d’un enseignement donné par des vieux maîtres

était peu connu à l’arrivée des Espagnols), ont permis

expérimentés dans les domaines virtuoses des tech-

de capturer chacune de ces pièces et de les transfor-

niques (Robiou, 2003: 137) en produisant une dyna-

mer à son tour en ce que nous appelons audacieuse-

mique stylistique constante qui a finalement caractéri-

ment le livre ancestral et les épopées du groupe.

sé les époques, les régions et les moments historiques.

Plutôt qu’expliquer, ces pièces nous permettent de

En tout cas, ce qui est notable c’est la manière dont la

contempler leur beauté, leur force esthétique, leur per-

créativité individuelle était socialement validée par un

fection systémique, pour cacher derrière elles, autre

modèle collectif auquel finalement l’artiste taino s’ad-

lecture des signes et des significations qui se révèlent

hérait:15

dans leur valeur artistique, où réside la complexité des

“Il convient de noter que la liberté d’action de l’artiste

cultures qui ont fait tels exploits, comme indiqué par le

taino conduit à créer constamment des formes, sans

chroniqueur des Indes Pedro Mártir de Anglería et cité

que cela signifie que, dans certains cas et principale-

par José Juan Arrom se référant aux duhos: “... faits en

ment en ce qui concerne des objets de nature cérémo-

bois très noir, doux, brillant ... et sculpté avec un art

nielle, certains modèles ne sont pas suivis.”

merveilleux.” (Arrom, 1975).

La pièce artistique vue comme un symbole d’un mo-

Les formes zoo-anthropomorphes, communes à

ment, d’une durée et d’un environnement particulier,

plusieurs de ses représentations artistiques, étaient

sert à expliquer une culture et la splendeur d’une so-

maîtrisées à la perfection et guidaient la conception

ciété atteignant son apogée au cours des années où

de certaines pièces telles que les amulettes, qui

l’Europe se rapprochait aux mers des Caraïbes. Sans

étaient presque toujours représentées en position

que l’œuvre d’art soit considérée comme un témoi-

fœtale ou accroupie (symbole du cycle inachevé de

gnage historique uniquement, sa valeur est encore

la vie et de la mort, conviction à laquelle s’accro-

plus grande.

chaient les Tainos). Mais aussi les meules et d’autres

Quand nous sommes capables que sa contemplation

objets rituels et quotidiens qui étaient ornés avec

provoque en nous le plus agréable plaisir visuel, une

ces formes humaines ou animales, parfaitement do-

émotion interne sensible et la sensation la plus ab-

minés en termes de ligne, d’harmonie esthétique et

solue d’appréciation de sa beauté et de sa perfection

de configuration formelle et évidemment de grand

esthétique. Cela confirme que ce processus sociohis-

contenu rituel.

torique a fait de ce moment une nouvelle expression

De même, les poignées qui accompagnent les vais-

connue sous le nom de culture taina, qui fut résultat

seaux, les pots et d’autres récipients taino, ont éga-

atteint par les Arawaks dans les Caraïbes et en parti-

lement été la raison de l’utilisation de ce design zoo-anthropomorphe, en particulier ceux référents aux animaux tels que l’utilisation dominante imposante de la chauve-souris, considérée par les Tainos, comme une source mythique par laquelle le soleil les transforme dans leurs ancêtres directs (Robiou, 2003:

14 Ibidem, p. 165. 15 Veloz Maggiolo, Marcio, Arqueología Prehistórica de Santo Domingo, McGraw Hill Far Eastern Publishers (S) LTD Singapour, 1972, p. 226.

191


culier, dans l’île de Saint-Domingue, siège le plus im-

symbolique qui y est représentée, mais aussi parce

portant de cette culture dans la région des Caraïbes:

que la dureté de la plupart des matériaux utilisés pour

“Leur culture matérielle en général et particulièrement

sa réalisation, rendait le travail difficile pour eux.

leur art, comme nous pouvons le constater... nous ont

Les besoins matériels et subjectifs de ces habitants,

donné les clés pour la connaissance et la compréhen-

représentés de manière si parfaite, dans certains de

sion de leur mode de vie.”

leurs objets convertis en véritables œuvres patrimo-

C’est précisément dans le fait que l’art était une partie

niales de cette importante culture précolombienne,

intrinsèque du quotidien, que la culture matérielle taino

sont toujours guidés sous le critère qu’ils ont caracté-

se manifeste avec une force spirituelle, formelle et une

risé dans leur production matérielle une charge esthé-

esthétique étonnante. Ses trousseaux, outils agricoles,

tique inégalable inspirant les archéologues à découvrir

objets quotidiens, représentations religieuses, art ru-

leurs structures mentales les plus complexes, à travers

pestre et mythologie, se combinent dans une formule

l’étude de leurs poteries.18

indissoluble dans laquelle l’objet possède, en plus

“Cette évolution stylistique, liée à la poterie, expose un

d’une dimension fonctionnelle, aussi une dimension

changement évident, qui se manifeste aussi dans sa

artistique, symbolique et rituelle. Pour cette raison, la

vie pratique et dans d’autres aspects technologiques,

plupart des objets taino ont une incision, c’est-à-dire

sociaux, rituels, etc. lesquels identifient leurs modes de

une intervention esthétique qui lui confère une force

production”.

symbolique, indépendamment de la destination ou de

C’est pourquoi toutes ces pièces ont un langage codi-

l’utilisation finale. C’est un art principalement de minia-

fié, une énigme au-delà de sa représentation physique

ture, comme le montrent ses amulettes, ses colliers à

immédiate, une reconnaissance de son dédoublement

dents de chien et ses ornements corporels.17

fonctionnel et enfin, une qualité contemplative, magni-

“Même leurs vaisseaux, leurs mains de mortier, leur

fiquement faite, particulièrement suggestive et avec un

peinture d’argile, leurs haches lithiques et autres us-

bon rythme visuel.

tensiles d’usage quotidien peuvent être appréciés

La présence de l’autel de religiosité populaire dans

comme de véritables créations artistiques en raison de

cette exposition, comme l’installation artistique, sont

leur finition soignée et de beaux traits décoratifs de ca-

des prolongements dans le temps, d’une esthétique

ractère ésotérique.”

et d’une ritualité explicite dans un ensemble d’icônes,

Malgré cette particularité dans les dimensions et les

présents également dans l’artisanat dominicain qui a

tailles de l’art taino, tel art a su combiner la concep-

été incliné par une production sous l’influence stylis-

tualisation symbolique et ce que nombreux appellent

tique taino.

sa capacité synthétique dans la petitesse de chaque

En tant que collection au Centre de León, l’art et l’anthro-

objet, sans pour autant éclipser la grandiloquence de

pologie vont de pair pour produire un langage et un mes-

l’œuvre ... “mais avec des proportions énormes” (Darío

sage dans ce qui est créatif, qui fait partie de la culture

Suro dans Veloz Maggiolo, 1972: 233), sans faire au-

codifiée et en même temps, l’artistique lié aux langages

cune référence au niveau de demande technique, de

symboliques, comme partie des modèles culturels qui

soin et de minutie dans la préparation de ces œuvres

lui servent de support, de fondation et de validation

de miniatures, non seulement à cause de la charge

sociale. D’où le dialogue de ces collections archéolo-

16

giques, ethnographiques et d’arts visuels, qui incluent à leur tour des expositions de musées partenaires: l’Institut Dominicain de Recherche Anthropologique de l’Université Autonome de Saint-Domingue (INDIA-UASD), le 16 Alonso Sagaseta, Alicia, Las Culturas Indígenas Precolombinas, en Catálogo Exposición: La Materia de los Sueños. Cristóbal Colón, 2007, Junta de Castilla y León et la Société d’État des Commémorations Culturelles, p. 121. 17 García Arévalo, Manuel A., La conquista del mar Caribe, en Arqueología Taína, Musée de l’Homme Dominicain, Institut de Coopération Ibéro-Américaine et Commission Nationale pour la Célébration du V Centenaire de la Découverte de l’Amérique, Barcelone, Espagne 1983, p. 13

192

Musée Archéologique Régional de Altos de Chavón, le

18 García Arévalo, Manuel A., Arte Taíno de la República Dominicana, Musée de l’Homme Dominicain Éditeur, Fondation García Arévalo et Embotelladora Dominicana C. por A. 1977, p. 1.


Musée de la Fondation García Arévalo Inc. et le Musée de l’Homme Dominicain. À laquelle nous ajoutons la collaboration de la Faculté d’Archéologie de l’Université de Leiden, en Hollande. C’est ainsi que la dimension artistique et artisanale proprement dite, est non seulement récurrente entre certaines traditions artisanales comme la frange sudest et d’autres points importants représentés dans les figures des Frères Guillén, est connue à niveau international et nous accompagne dans cette exposition muséographique. De nombreux artistes importants ont eu recours au thème aborigène, à ses traits et figures pour le traduire en ressources communicatives de leur esthétique, comme nous pouvons le voir dans ce dialogue des collections du Centre Léon. Dans cette exposition, peu importe le domaine d’explication de l’œuvre et la dimension de la cosmogonie taino, il est certain que dans leur conservation se croisent les composantes rituelles de la vision du monde taino, avec leur vie quotidienne, leur formes de divertissement, le pouvoir social, la vie professionnelle et le monde domestique, lui conférant à l’art et à son esthétique, une dimension profondément rituelle et qui

Montás, Onorio; Borrel, Pedro José; Moya Pons, Frank, Arte Taíno, Éditions de la Banque Centrale de la République Dominicaine, 1999. Robiou Lamarche, Sebastián, Taínos y Caribes, Las culturas aborígenes antillanas, Éditorial Punto y Coma, San Juan, Puerto Rico, 2003. Veloz Maggiolo, Marcio, Arqueología Prehistórica de Saint-Domingue, McGraw Hill Far Eastern Publishers (S) LTD- Singapour, 1972. _________ Antropología Portátil, Collection Banque Centrale de la République Dominicaine, 2001. Plusieurs auteurs, La material de los sueños, Cristóbal Colón, Catalogue d’Exposition, Junta de Castilla y León, Ministère de la Culture, Société Nationale des Commémorations Culturelles et Conseil Municipal de Valladolid, Espagne, 2007. _________ (In) disciplinas: estética e historia del arte en el cruce de los discursos, Université Nationale Autonome du Mexique, 1999. _________ XX Congreso Internacional de Arqueología del Caribe, Musée de l’Homme Dominicain, 2003. _________ Culturas aborígenes del Caribe, Textes des expositions présentées au Séminaire Régional sur les Cultures Aborigènes des Caraïbes, Musée Archéologique Régional Altos de Chavón, Organisation des États Américains, OEA, 1996.

est présente dans toutes ses activités, domaines et relations avec l’environnement naturel et social.

Bibliographie: Alcina Franch, José, Arte y antropología, Alianza Editorial, Madrid, 1982. Arrom, José Juan, Mitologías y artes prehistóricas de las Antillas, Siglo XXI, Coédition Fondation García Arévalo Inc., 1975. Arrom, José Juan; García Arévalo, Manuel, El murciélago y la lechuza en la mitología y el arte taíno, Fondation García Arévalo Inc., 1988. Gerard, Baer; Gutiérrez, Estevez et Mrk, Mündel, Artes indígenas y antropología, Société Suisse des americanistes, Bolletin N. 64-65, 2000-2001. García Arévalo, Manuel, Arte Taíno de la República Dominicana, Musée de l’Homme Dominicain / Fondation García Arévalo et Embotelladora Dominicana C. por A., 1977. Herskovits, Melville, El hombre y sus obras, Fondo de Cultura Económica, Mexique, 1995. Hoebel, Adamson, Antropología, El estudio del hombre, Éditions Omega, SA, Barcelone, 1973. Pagán, Dato, Los Estudios de Arte Rupestre en el contexto de la Arqueología como Ciencia Social, Boletín Número 20, Musée de l’Homme Dominicain, Année XIV, 1987, SaintDomingue, République Dominicaine.

193


Guayacán Incisions, labyrinthes, spirales, points, anneaux et méandres ... précision des lignes et symétrie calculée. Le vaste répertoire artistique des tainos a perduré au fil du temps et s’exprime à travers des œuvres réalisées en argile, en os, en écaille, en pierre et en bois aussi dures que le guayacán. Cet ensemble extraordinaire d’objets emblématiques montre que les tainos travaillaient en créant et créaient en travaillant.

Hurricane Avec des matières premières naturelles, les tainos ont construit leurs instruments d’usage quotidien et ont personnifié leurs dieux afin qu’eux aussi fussent la nature même représentée. Il est étonnant d’apprécier les sculptures, les gravures, les bas-reliefs et autres travaux manuels utilisés par une société qui n’a pas connu les métaux, mais qui a su comment obtenir une belle finition dans chaque pièce. La conjugaison des éléments environnementaux et sociaux a acquis parmi eux les dimensions d’une langue qui s’exprimait par la culture orale et matérielle, bien que non écrite. Sa meilleure forme de communication durable a été obtenue avec l’application de la peinture et de la sculpture à différents objets artistiques et utilitaires. Ces pièces et un grand nombre de mots pour les nommer ou les associer à leurs contextes respectifs, ont survécu jusqu’à ce jour en démontrant la grande intelligence perceptive de ses auteurs.

Conuco Les tainos étaient des experts en agroforesterie et pratiquaient aussi la chasse et la pêche avec une maîtrise remarquable. Ces activités utilitaires ont généré une base instrumentale complexe qui a des conceptions élaborées de style ou de conception. L’ensemble artistique artisanal de pièces associées au conuco se débat entre ce qui est utile et ce qui est beau, entre l’habituel et l’expressif, pour trouver des réponses surprenantes aux défis de la vie quotidienne. Le manioc (Manihot esculenta) fut la principale culture des conucos et l’aliment de base préférée des tainos. L’utilisation de ce long tubercule est un héritage des indigènes amazoniens qui l’ont consommé pendant plus de 7,000 ans. Actuellement, le manioc est un aliment très demandé dans la production mondiale.

Batey et Bohios La place centrale des villages taino était le batey, où se développaient les activités les plus importantes d’échange social: réunions, rituels, jeux et célébrations. Les maisons se disposaient tout autour selon les différents formes et usages: les bohíos, de forme rectangulaire et toits à pignon, étaient la résidence des caciques et des autorités; tandis que les caneyes étaient de forme circulaire et avaient des dimensions différentes. Les tainos utilisaient leur propre force pour trouver des réponses à leur situation actuelle. Ainsi, ils valorisaient la terre avec de bons sols, les fibres végétales pour le tissage, les troncs forts, des feuilles d’arbres (comme la palme), les coraux, les fossiles d’animaux, les pierres et la boue. Chaque maison taino est une combinaison de tous ces éléments: du tissu de la toiture de la canne jusqu’aux matériaux naturels utilisés dans leur vie quotidienne et dans les fêtes dénommées areitos.

Cémies et Cohoba Les tainos étaient polythéistes. Parmi les dieux, ils vénéraient principalement un être supérieur dénommé YocahúBagua-Maorocoti, Yucahú ou Yucahú-Guamá: “Esprit du manioc de la mer, entité sans ancêtre masculin”. Les sculptures dénommées cémies pouvaient être utilisées comme amulettes personnelles. Les plus grandes idoles étaient révérées pour lui offrir des offrandes permanentes, dans des rituels collectifs et des cérémonies chargées d’un grand pouvoir symbolique. Les cémies étaient fabriqués en bois, pierre, os et corail, formant un ensemble caractéristique d›un art fonctionnel qui opérait en tant que médiateur entre l›humain et le divin. Toutes les croyances animistes des tainos constituaient aussi des formes essentielles de cohésion sociale. Ses valeurs esthétiques ont combiné de manière magistrale: technologie, créativité, croyances religieuses et incidences de la hiérarchie sociale. 194



CENTRO CULTURAL

MUSEOGRAFÍA

EDUARDO LEÓN JIMENES FUNDADORES

Leticia Moronta

CATÁLOGO TESOROS DEL ARTE TAÍNO

APOYO MUSEOGRÁFICO

PRODUCCIÓN

Paula Flores

María Amalia León de Jorge Directora General

María Rosa León A. Eduardo A. León A. Fernando León A. Carmen M. León de Corrie C. Guillermo León A. Clara León de Brugal José A. León A. Fundación Eduardo León Jimenes, Inc.

FUNDACIÓN EDUARDO LEÓN JIMENES José A. León A. Presidente María Amalia León de Jorge Directora General

CENTRO LEÓN María Amalia León de Jorge Directora General María Luisa Asilis de Matos Gerente Ejecutiva Luis Felipe Rodríguez Gerente de Programas Culturales María Belissa Ramírez de Zaiek Gerente de Comunicaciones y Mercadeo

TESOROS DEL ARTE TAÍNO Del 12 de octubre de 2017 al 18 de marzo de 2018

PRODUCCIÓN María Amalia León de Jorge Directora General

SUPERVISIÓN GENERAL Luis Felipe Rodríguez

COORDINACIÓN Joel Butler

CURADURÍA Carlos Andújar Persinal

APOYO CURATORIAL Ada Yadira Lora

MONTAJE Robinson Díaz, Ary Rosario

SUPERVISIÓN GENERAL Luis Felipe Rodríguez

ESTRUCTURAS MUSEOGRÁFICAS Wander Matos Martínez, Manuel Martínez, Hebaldo Peralta Franco, Terminación de Interiores de León.

COORDINACIÓN Joel Butler

Textos DIORAMAS René Guzmán

María Amalia León de Jorge, Manuel Antonio García Arévalo, Jorge Ulloa Hung, Carlos Andújar Persinal

REGISTRO DE OBRAS Iturbides Zaldívar L.

CORRECCIÓN Daniela Cruz Gil

CONSERVACIÓN Ricardo González

TRADUCCIÓN Rosa María Andújar

ILUMINACIÓN Manuel Díaz

FOTOGRAFÍAS

LOGÍSTICA

Dahiana J. Vásquez, Wen Hsin Chang, Luis Ezequiel González

Adelma Vargas

DISEÑO PROGRAMA EDUCATIVO Y ANIMACIÓN

Lourdes Saleme y Asociados

Awilda Reyes, Róseric Mercedes

IMPRESIÓN MULTIMEDIA

Amigo del Hogar

Dahiana J. Vásquez, Wen Hsin Chang

ISBN COMUNICACIONES Y PROMOCIÓN

978-9945-9097-3-9

Ana Azcona, Daniela Cruz Gil, Paula Bisonó, Martha Joaquín

DISEÑO GRÁFICO María Isabel Tejeda, Rafael Collado

GRAFISMOS Y TEXTOS DE PARED Constructivo Estudio, FS Estudio Digital

AGRADECIMIENTOS Corinne Hofman, Jorge Ulloa, Manuel Antonio García Arévalo, Roberto Valcárcel, Fundación García Arévalo, Instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas (INDIA), Museo Arqueológico Regional Altos de Chavón, Museo del Hombre Dominicano.

Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Tesoros del arte Taíno / Presentación: María Amalia León de Jorge, Manuel A. García Arévalo ; textos: Carlos Andújar Persinal, Jorge Ulloa Hung.–2da Edición. – Santiago de los Caballeros : Centro León, 2018. – 196 p. : il 1. Arte taíno - República Dominicana. 2. Arte precolombino - República Dominicana. I. Título 709.011 (SCDD 21) C397t




Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.