Marea Lunar by Celia María Ovalle Valdés

De la serie Marea Lunar…………………………………………………………………………………………………………………… Técnica, Acuarela y tinta, sobre papel de arroz……………………………………………………………………………….. Dimensiones: 30 x 40 cm ………………………………………………………………………………………………………………..

Elaborado entre el año 2004 y 20010 De la serie Marea Lunar…………………………………………………………………………………………………………………… Técnica, Acuarela y tinta, sobre papel de arroz……………………………………………………………………………….. Dimensiones: 30 x 40 cm ………………………………………………………………………………………………………………..

En el principio de todo Se narra que el mar le pertenece al Universo Que se repartió en cada mujer Para pisar el suelo y caminar en él

En el nuevo continente Dicen que el mar le pertenece a Alfonsina En el viejo, dicen que le pertenece a Ana En nuestro universo, le pertenece a cada mujer

Desde entonces, la luna astuta, enamorada del mar Rodea inquieta la tierra, alterando las aguas Buscando hay latido femenino un instrumento Que sostiene la harmonía en el silencio

Hay gente que asegura que la luna siguió el rastro Velando en cada rayo la hija de Oshun La veló tanto cada noche, la acarició tanto Que el tanto, se convirtió en tantra

Una noche alcanzó su ruego y desnudó su esencia Apartó su cuerpo, atravesó su alma y la suspendió en el cielo El mar intentó sujetarla pero el sol evaporó sus fuerzas Hasta que ella se devastó en libertad

Ahora cuando la marea está baja y el mar reposa Se observa la luna yerma en cada vientre Solapa la mujer que reposa su alma usurpada En su perpetuidad fértil de magnolia nocturna

Estacionada en el cielo por nueve lunas crecientes Volvió su cuerpo paraíso Ella fue el paisaje de atardecer Y la buena nueva de la alborada

Su convicción fue absorbida por la tierra Su cuerpo, por el erotismo Su espíritu por las Diosas Y su corazón se amalgamó con el de todas las señoras

Mientras tanto para el vulgo, a ella le alcanzó la muerte Algunos aquejaban que la Diosa luna le arrancó la vida Otros que le entregó al sol su libertad Y hasta se rumoró, que su virtud se ahogó en el mar

Pero la luna siempre resguardó su alma en el saber del poeta La entregó al mar como una musa Que como reflejo inspiró pinceles y letras Y el lugar de sus amantes, ahora será observarla lejos

Esperando que les vuelva la mirada Mientras ella se deja en la utopía De no entrenar, ni encadenar su aliento Ya la luna le robó la libertad haciéndola libre

Descifrando la historia Resultó ser la viuda virgen sentada en la luna Que desde el cielo coqueteó con el mar Dispuesta a entrar en su túnel y llegar al paraíso que a cada hombre prometió a su dios

¡Cuando ellos dejaron de ver a la luna como Diosa! Medio paraíso quedó a sus espaldas sin tregua El mar dejó de ser la estancia sus razones El toro fue expulsado a la tierra sus deseos

Eso explica tanta seducción fallida en la arena Ingenuo el mar que se cree dueño del amor Ingenuo el hombre que pretende confinar a su inventario El poder de una prostituta sagrada

Ella más astuta, esperó con ansia el ocaso En un descuido del sol, se deslizó suave y delicada Penetrando en el portal acuático Hacia el laberinto de la antigua Creta

Resguardada por el sabio cristal lunar, Creó engaños y espejismo con su albor Hilos de plata para resguardar a la hija de las Diosas Que ya tanto derramó, de las mismas lágrimas que Ariadna

Majestuoso se muestra el mar ante la luz cálida de la luna La luna que atesoró su alma y le cedió su aliento a cada niña La luna discreta, la luna y ella Es una, son dos, somos todas en ella

El mar confunde el reflejo Acaricia el cabello y abraza el cuerpo Proyección y espejismo que se confunde con las olas Fantasía que el mar menguado mima con ternura

Bendita la luna que escuchó su plegaria Cómplice picó el mar y la tormenta, Engendrándola en un pacto ante la tierra De esconderla del mar agitad tras su fusión

En la transfiguración La luna y la hembra se hicieron una frente al mar El mar subió henchido hasta la luna Agitó sus aguas en el claustro fértil que albergó su vientre

Ella en un bocado reclamó el derecho a ser madre Y rechazó la maternidad que rige a fuerza No quiso pagar al mar su derecho Con la esclavitud de un amor privado

Danzaron por última vez bajo la lluvia La luna fingió pasión y amorío El mar respondió con un orgasmo Y las aguas se posaron en el vientre de la inquilina lunar

No sé cuantos amantes dejó en su álbum No se cuantos novios y cuantas parejas sin su historia Pero se que ahora el mar empezó a estar vacío Y es un hombre el que habita el seno de ella

El mar, surgió de la nada como un todo Vivió el dolor y el lamentó con beatitud Hoy colisionan sus olas de entendimiento Y dispersa las respuestas en sus entrañas

La luna por piedad perdió su juicio La mujer absorbió la falla, esa que cala hasta la razón Aunque pálidas se reflejaron por las noches Llegó el momento de la disolución

Patriarcales dejan mal escritas estas viejas y nuevas historia Apuntadas entre cuentos y leyendas de abandono La realidad es, este crío, este vientre, por elección Y que las mujeres, ya no necesitan alas para poder volar

Ya no necesitan que el sol ceda al ocaso Podemos escribir sin remiendos Como la luna, como mujer irradiar a presente Un nuevo encuentro sin excusas de perpetuar le especie

La luna observa y se divierte Nos cobija en el cielo estrellado e infinito Nos despliega en una luz que profundiza el oscuro más profundo Proyecta nuestra energía en eufemistas que no entienden a la Shakti

El mar ya perdió la sensatez Ahora divaga en forma de hombre Buscando a una mujer que vio en la luna Justo cuando el sol dejó de brillar Y la tierra absorbía los restos de la que se cansó de amar

Mientras tanto la gente siguió ilustrando El cuerpo de una mujer Tétrica, desvanecida, oscura Y ella desde la luna les observa altiva Tétricos, desvanecidos y oscuros

La nueva era, emana del corazón de las abuelas De cada palabra en enseñanzas de la Devi Del beso de la mujer araña De la fertilidad versada de Itzanmá

Yacerá la antigua verdad cada que luna cambié El mar se agitará y eyaculará Pero cuando trepe hasta ella, por viento y por tierra El mismo sol le devolverá lluvioso a su inicio sin fin

La mujer se apropiará de su nueva estancia De su nuevo cuerpo, de su nuevo poder… Lo dijo la que estuvo habitando la luna como sortilegio, Lo dijo como bruja salva de la hoguera, lo dijo cuando parió

Se verán los últimos granos de arena disolverse en el viento La vía tántrica desencarnada jugará mimosa con las hojas El cielo cubrirá y cobijará la tierra Y el sol seguirá siendo un espejismo, que no volverá a quemar

Dicen que cuando miras en el tiempo cómo transcurrirá la historia Podrá observarse como en caleidoscopio de estallidos naturales Una mujer que peregrina en la espiral legendaria Cuidando al crío que nació hombre sin piel de macho

Parece que la luna y la mujer se enamoraron Una de blanco y la otra de negro se dibujan en el cielo Por su parte parece que el mar y el hombre se entendieron Uno en lo alto y el otro en el fondo, se entrelazan por el viento

Dejará de ser dos, la Magdalena que piensa y la María que es madre La mujer dejará de ser un espectro que parten en dos, tres cuatro… Cada una sentada observando la mirada profunda del mar Cantan el anhelo colectivo en un tono imperceptible

Ahora la luna se pierde entre Afrodita y la virgen Ahora se humedece de rosas y Jazmín Itzar se regocija con maíz y lentejas No más novias tristes caminando al altar

Yo, arrullo en mi pecho al mismo cielo Un pedacito de universo que llamo hijo Yo lo observo nutrir su libre masculinidad El observa la chiche que le entrega la herencia de una Diosa

No te cuento que termine esta historia Tampoco dibujaré el desenlace que da sentido a esta leyenda Porque el infinito está escrito en tu mirada mi pequeño delfín Y yo como las ninfas viviré en el infinito de tu sonrisa Mientras que por la tinta y el papel, no trascenderé más allá de una pared

Parte de esta historia está escrita en los murales de creta, Otra se perdió en los laberintos del fauno La última se diluyó en el éxodo hebreo Y la que aún no se ha escrito, estará en la nueva era

Ahora el cuerpo no le concierne a la magdalena Y el alma a María la virgen Ninguna mujer debe escoger entre Isis y afrodita Como toda mujer, ella es una en todas y todas en ella Como toda mujer, soy una en todas y todas en mí

El viento sopla suave en mi oído… Es una queja y una caricia, Escucho el lamento, Y entiendo el ruego Es hora de escribir mi historia

El hombre que cierren su ojos, y da paso a la mirada Al que paraliza mis palabras con caricias Hermoso consorte, que muestra sus ojos frente al mar Observa a mi delfín que ya nada en su futuro

Yo siempre seré, Mujer sobre todas las normas Seré Mujer, Y nunca debajo, ni siquiera de mí El segundo acto está por iniciar El amor de dos, hombre y mujer, libre