Portfolio Fiestas 2020 by CDTL C@rreño Digit@l

EDITA IG ESTUDIO CREATIVO para el Ayuntamiento de Carreño DÉPOSITO LEGAL AS-2.614/00 MAQUETACIÓN IG ESTUDIO CREATIVO PORTADA CUERVO VIÑA COORDINA Alain J. Fernández Fdez. CONSEJO DE REDACCIÓN Hermenegildo Fernández González José Marcelino García Alain J. Fernández Fdez. ARCHIVO FOTOGRÁFICO Tito Aramendi COLABORACIONES María Viña, José Muñoz Álvarez, Juan E. Fernández Pandiella, Esther López Fernández y María Jesús González García.

Este Portfolio no se hace responsable de las opiniones expresadas por sus colaboradores; tampoco se compromete a publicar los textos no solicitados. Quedan prohibida la repuducción, total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta publicación sin el consentimiento explicíto de sus autores, así como del editor.

Índice 6

AMELIA

ASC CANDÁS MARINERO

FERNÁNDEZ LÓPEZ

CANDÁS MARINERO ASOCIACIÓN CULTURAL

SALUDA DE LA ALCALDESA

10 PREGÓN DE LAS FIESTAS DEL STMO. CRISTO 2019

Melania Álvarez García

AGUSTÍN

MANUEL

ALONSO BISCAYAR

JAVIER AROCA IGLESIAS

Escrito en la Mar

Rapacín de Tierra

16 MARÍA TERESA ÁLVAREZ

Salve Marinera desde ventanas y balcones

ERUNDINA

JOSÉ MARCE

BUSTO MENÉNDEZ UNA IMAGEN VENIDA ALLENDE LOS MARES

GARCÍA

Candás en Septiembre

HERMENEGILDO

BERTA

FERNÁNDEZ GONZÁLEZ

GARCÍA-BARROSA CANDIA

El Cristo Marinero

ALAIN

LUIS

FERNÁNDEZ

ÁNGEL FERNÁNDEZ

HOMENAJE A

CRONOLOGÍA

John Willians

DE CARREÑO (V)

García

38 POETA DEL ALBA

Virginia Gil Torrijos

Candás

2020

Ennio Morriconne

Algo inesperado

2020

Índice

50 MIGUEL MENÉNDEZ VIÑA

Rituales

JOSÉ ANTONIO

JOSÉ LUIS

GONZÁLEZ CUERVO

RODRÍGUEZ ARTIME

La Casa donde habitan mis Recuerdos

Una gaviota en la Baragaña

52 LOLI MONZÓN XXIX SALÓN DE TEATRU COSTUMISTA ASTURIAN DE CANDÁS Y GALA DE LOS PREMIOS

Aurora Sánchez

66 CHERES QUINTIN

Si supiera escribir poemas

MANUEL

JESÚS JERÓNIMO

MENÉNDEZ SANTOS EN MEMORIA DE

RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

Ramón Fdez Artime

JOVELLANOS Y LA FIESTA DEL

58 ARTURO MUÑIZ FERNÁNDEZ CARREÑO VISTO POR LOS FORASTEROS

Cristo de Candás

EDUARDO ROMÁN

EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS

GARCÍA POR UN LUGAR DE ENSUEÑO, PRIMOR Y QUIETUD

El Areo

TODA UNA VIDA

POESIA EN BABLE

ÁLBUM PARA EL RECUERDO

SIGNO, HUELLA Y MEMORIA

Mª JOSEFA SANZ FUENTES LA FORTUNA DE UN GALLEGO AFINCADO EN CANDÁS A COMIENZOS DEL SIGLO XVII:

Miguel de Mendaño.

76 MANDY VELASCO XXII CONCURSO INTERNACIONAL

DE FOTOGRAFÍA DIGITAL

La Mina y La Mar

Candás

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SALUDA

Alcaldesa de Carreño AMELIA FERNÁNDEZ LÓPEZ Fotografía Javi Moniño

Un año más estamos a las puertas de la festividad del Stmo. Cristo de Candás. Como sabéis este año nos ha cambiado la vida. Las limitaciones impuestas por la crisis sanitaria que estamos padeciendo a nivel mundial nos están haciendo vivir momentos delicados y en muchos aspectos desconocidos. Nuestra vida familiar, laboral y social, así como gran número de celebraciones y fiestas de todo tipo han tenido que suspenderse o sufrir importantes modificaciones. Nadie sabe con certeza lo que durará “ la nueva normalidad” . Situación excepcional que, sin duda, se irá resolviendo conforme vayamos ganando la batalla al coronavirus. En este sentido, el creciente aumento de los contagios obliga a mantener con cierto rigor los protocolos de seguridad y permanecer alertas. Por esta razón, no habrá festejos, ni charangas, ni grandes verbenas del Cristo, eso sí, siempre que las autoridades sanitarias lo autoricen, podremos disfrutar de algunos actos socioculturales y gastronómicos perfectamente controlados en su aforo y respetando sus organizadores las medidas de higiene. Debemos evitar las grandes

concentraciones de público que habitualmente se dan en nuestros actos festivos con el fin de minimizar la expansión del virus. No se dan las circunstancias idóneas, ni resulta viable impulsar festejos como los nuestros en los que prima la participación ciudadana. Es duro renunciar al ocio colectivo, pero apelamos a la responsabilidad individual y colectiva para abstenerse de toda expresión festiva colectiva, pública o privada. Este año, no toca, urge la prudencia y la contención. Son tiempos de cuidarnos mutuamente, son tiempos de actuar con solidaridad, con respeto y responsabilidad. Está en juego lo más importante que tenemos, nuestra salud.

El Portfolio 2020 no es ajeno a esta situación y por ello, no se distribuirá impreso en la forma acostumbrada siguiendo las recomendaciones que las autoridades competentes han ido estableciendo. Sin embargo, candasinos y candasinas, presentes y ausentes, podrán acceder al mismo en formato digital. La versión online podrá consultarse en la Biblioteca munici-

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debemos darlos para conseguir celebrar muy pronto, la mayor de las fiestas, ¡LA FIESTA DE LA VIDA!. Os puedo asegurar que todo lo que tienen dentro nuestras Fiestas, y que hace que surja ese sentimiento que llevamos dentro, volverá. Pero hoy, os tengo que pedir prudencia y conciencia.

pal, el Centro de Dinamización Tecnológica Local “ C@ rreño Digit@l” y a través de la web municipal. Candás, especialmente en sus festejos y días señalados, es un pueblo efusivo, alegre y sociable. La cercanía del comercio local, las diversas manifestaciones y eventos culturales, las múltiples actividades deportivas que organizan los clubes y las tradiciones son la esencia de la villa, la alegría, la sinergia y la identidad que nos distingue, como un sello de calidad. Por eso, nos costará más celebrar las tradicionales fiestas del Cristo sin las manifestaciones públicas, profanas y religiosas tan propias de estos días. Cuando esto acabe ya tendremos ocasión de celebrar fiestas y con toda seguridad ¡lo haremos!.

Os quiero enviar a todos y a todas, además del tradicional saludo de cada año por estas fechas, mucho ánimo y fuerza. Desde la convicción de que, gracias a vuestra responsabilidad y a los medios precisos que estamos poniendo para ganar esta batalla, nuestro municipio volverá a recobrar su ritmo, su alegría, sus ganas de vivir sin miedo ni restricciones. En Carreño, la Corporación y el vecindario, seguimos poniendo un gran esfuerzo para superar esta situación. Son momentos reinventarse, de remar en la misma dirección para avanzar con firmeza y apostar por un futuro más sostenible e igualitario. Es tiempo de vencer el miedo, de trabajar para reconstruir el bienestar y que todo el mundo se recupere lo antes posible.

Especialmente difícil ha sido decir adiós a las personas que en estos meses se han marchado. Desde aquí, mi más cariñoso recuerdo a todas ellas. También a sus familiares, por su entereza al enfrentarse a una situación tan complicada para la razón y para el corazón.

Sé que para la juventud tampoco están siendo tiempos fáciles. Un verano sin fiestas, sin peñas y con mascarilla y distancia de seguridad. Nadie se podría esperar unas vacaciones así, sinceramente. Pero, por favor, interiorizar estas medidas, no como restricciones sino como pequeños pasos, que son muy necesarios y que

Seguro que en 2021 podremos revivir todos estos momentos festivos, socioculturales y deportivos que son tan importantes para concebir la vida social entre el vecindario y visitantes. Hasta entonces, cuidaros mucho y recibid un cordial saludo de vuestra Alcaldesa.

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AGUSTÍN ALONSO BISCAYAR

Escrito en la Mar Escríbele a la mar entre las olas;

navega con el lápiz por su espuma;

hazle saber al agua inmensa que te mira la locura secreta de la luna.

Escríbele en el borde azul de la rompiente los anhelos más profundos e imposibles;

explícale el instante fugaz que siempre existe en el golpe de mar que funde arena, blanca sal y espuma. Escríbele.

Escríbele y que en la mar naveguen las palabras, que se llene para siempre de emociones y que ese lápiz milagroso se retorne a esta cálida arena candasina.

Que alguien lo recoja con amores para escribir otra vez

los anhelos eternos de esta vida.

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PREGÓN DE LAS FIESTAS DEL STMO. CRISTO 2019

Melania Álvarez García Alcaldesa y miembros de la corporación del Ayuntamiento de Carreño, vecinos, vecinas, amigos y amigas, buenas noches. A todas y a todos muchísimas gracias por estar aquí. Muchas gracias porque además, mañana ye día de escuela y con la mente puesta en la noche de los fuegos, la jornada se presenta larga. Os confieso: estoy profundamente emocionada. Aunque la mayoría de quienes me acompañáis habéis hecho el esfuerzo para estar desde el cariño porque ya me conocéis, voy comenzar por presentarme. Para quienes no me conocen y se han preguntado estos días quien será la moza ésta que va a dar el pregón, soy Melania, la fía de Ramón el Margallo y de Tere, la nieta de Corvera y del Xovero. Vamos, de las de Candás de toda la vida. Hechas las presentaciones, quiero sobre todo, AGRADECER, aunque no lo veis, en las notas que traigo para que ninguno de los pensamientos que quiero compartir con vosotros se me olvide, este agradecer se escribe con mayúsculas. Soy consciente de lo complicado de ser profeta en la propia tierra y precisamente por ello le quiero dar las gracias a Amelia, nuestra alcaldesa, por pensar en que podría asumir este honor y esta responsabilidad, a mi padre y a mi madre por permitirme nacer aquí, en Candás, a Jorge y a Telmo por ser como son y por apoyarme siempre aun renunciando a más tiempo juntos, a mi familia, a mis amigos. A todos vosotros gracias, porque sin vuestro incondicional soporte nunca hubiera estado aquí. Quiero agradecer especialmente las palabras de Amelia, el día en que me pidió que asumiera el honor de ser la pregonera de las fiestas del Cristo este año. Recuerdo ese momento y lo compartiré con vosotros y con vosotras. Fue el pasado 2 de agosto, al salir de la inauguración de la feria de muestras de Asturias, cuando nuestra alcaldesa me lo propuso, un día que por cierto, también fue largo, porque en Candás nos

esperaba el ya más que conocido, rally de la sidra. Os podéis imaginar la cara que se me quedó, Ella todavía se sonríe. En muchas ocasiones había participado en la elección de las personas que me han precedido y que además, me han dejado el listón tan alto, cojo el testigo de Carlos, de Verónica y de otras muchas personas y colectivos que aun siendo tan diferentes, tenemos algo en común: nuestro amor por Candás. Reconozco que tuve que pedirle tiempo para asimilarlo. Fruto de la experiencia a lo largo de nuestra etapa como concejalas en el Ayuntamiento de Carreño y siendo consciente de lo complicado de tomar la decisión de proponerle a una persona que asuma la responsabilidad de dar el pregón de las fiestas del Cristo, en este caso la propuesta había llamado a mi puerta

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y sigo pensando: ¿Quién me lo iba a decir? Quién me iba a decir que iba a verme aquí, en el Teatro Prendes, subida al escenario y ya dando el pregón. Por estas tablas han pasado muchas personas vinculadas al mundo de la cultura, del deporte, de la salud, de las letras, de las ciencias… mujeres y hombres que han llevado con orgullo el título de candasinos y candasinas de pro y que, nunca mejor dicho, seguro que han pregonado sin complejos allá dónde han estado, aquello de “yo soy de Candás”. En mi caso, la vinculación que me ha traído a este escenario es la política. La política, que al igual que el agradecimiento, debería escribirse siempre con mayúsculas. Digo en mi perfil en twitter que la política es una pa-

cho, quienes me conocen, ya asumen que es esa otra gran parte de mí. Elena y Silvia pueden dar fe de ello, porque me han padecido mucho en los últimos meses. En la balanza, muchas horas, muchas preocupaciones, muchas frustraciones, muchas decepciones, pero también muchas buenas personas, muchas satisfacciones y muchas, muchas ilusiones. Permitidme que sean estas últimas con las que me quede porque al final, son las que nos mueven, las que nos llevan a trabajar sin descanso por Carreño y por Asturias. La política también me llevó algo lejos, primero a estudiar a Santiago, a vivir en Villagarcía, a buscar oportunidades a Bruselas, a sembrar Candás por cada rincón en los que he estado y finalmente, de vuelta a

sión, la ilusión que me permite seguir soñando. Y es que ésta es mi forma de entenderla. En los tiempos que nos toca vivir, cuando el conflicto, la confrontación, el bloqueo y la frustración permanente parecen haberse instalado en el juego político y parece que lo han hecho para quedarse, me niego a conformarme y sinceramente pienso que tienen los días contados. Como sociedad nos merecemos mucho más que todo eso. Como sociedad necesitamos una clase política a la altura de nuestras circunstancias, que conozca nuestras expectativas y que sea capaz de afrontar los desafíos colectivos con tanto acierto como coraje, porque de ello depende, ya no nuestro futuro, si no, nuestro presente. La política ha estado muy presente en mi vida, de he-

casa. A lo largo de este periplo, comprobé cómo ser de Candás va más allá del gentilicio. Y es que un candasino, una candasina lo tiene realmente complicado para pasar desapercibido vaya donde vaya, eso tenemos que asumirlo, porque por lejos que sea, siempre, siempre, escucharás una voz conocida, que como poco te preguntará…madre…, y tú qué haces aquí? De quién yes? Mi camino en la representación institucional arrancaba en 2003, con 23 años tomaba posesión como concejala del Ayuntamiento de Carreño que presidiría Ángel Riego. Ya orbayó. No me gusta el efecto retrovisor, pero en este caso merece la pena detenerse en el tiempo. Aquellos años… años donde el pleno de Carreño como

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siempre por delante, se convertiría en la máxima expresión del pluralismo político con seis grupos municipales, en el ejemplo práctico de la “geometría variable” y en la dinámica constante de búsqueda de consensos en beneficio del interés general. Aquellos años en los que las personas jugaban un papel fundamental en el buen hacer de la política local, recuerdo con especial cariño las noches de pegada de carteles en las que el “ocupar” el mejor sitio era tema central de la estrategia electoral y de conversación durante días, en las que el ensobrar todavía formaba parte del ritual cada cuatro años, en las que la noche del día D era larga y en la que el Iris, con Rosal al frente, era punto de análisis de los primeros sondeos a pie de calle. Y es que allí, a los ojos de una joven soñadora militante de la izquierda, Norberto, Julián, Joaquín, Rici, los repes, Ramón, Félix, Becerra y muchos otros compañeros y compañeras, eran los protagonistas del debate político más sano. En la política, como en la vida, hay personas que, aún sin pretenderlo, se convierten en maestros y maestras, en piezas clave de nuestra trayectoria y a las que, seguramente nunca agradecemos lo suficiente su presencia. En mi caso es maestra (allá va otra confesión y veréis que no hace falta mucha presentación), siempre cerca en mis pensamientos, una mujer de rompe y rasga, una mujer de fuertes convicciones y profundo compromiso, una candasa empedernida, gracias Aurita. Más que haya a quien le pese, hemos sido capaces de

dejar atrás la coartada del dilema entre la vieja y la nueva política. Como eslogan tuvo su momento, pero la realidad ha superado a la ficción y ha colocado las cosas en su sitio. Ahora, cuando desde una nueva generación asumimos responsabilidades públicas en los ámbitos estatal, autonómico y local, lo hacemos desde la responsabilidad y desde el profundo respeto por el compromiso colectivo y la labor de quienes nos precedieron. No caemos de un guindo. Somos sencillamente el reflejo de la sociedad en la que vivimos, el mismo que representaron quienes nos precedieron y el mismo que serán quienes lleguen detrás. Precisamente este año, quienes nacimos en 1979, (por cierto, contamos con tres representantes en el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias) me pidieron que utilizase públicamente la camiseta que conmemora nuestra entrada en la cuarentena y aunque creo sinceramente que pensaban que nunca lo haría, aquí está. Una camiseta que honra a una generación en la que sobra talento, fuerza, futuro e ilusión. Una generación que encarna lo mejor del significado de ser de Candás, de Carreño. Porque somos solidarios, reivindicativos como los que más, trabajadores incansables y llevamos impresa esa fuerza y ese carácter resiliente, que nos aporta el empuje de la mar. Y es que los candasinos y las candasinas tenemos además, un poso fiestero donde los haya, vamos que nos hace falta muy poco para arrancarnos y unirnos a cualquier festejo, vida tenemos una, y por lo tanto, qué mejor que celebrar cuando tenemos ocasión. Sentimos el orgullo de ser candasos y candasas y más si cabe, cuando una cruza el Pielgo, y siente a Luisón a lo lejos decir eso de candasaaaa… Ya veis que me lanzo y no paro. Cuestión de vocación. Así que vuelvo a ello, a la fiesta… Os decía que soy de Candás de toda la vida y precisamente ese “de Candás” y “toda la vida” son los hilos conductores de este pregón con el que arrancamos un programa festivo, como siempre, con oferta para todos los gustos. Llegó septiembre y cuando ya pensamos en volver a la rutina, todavía tenemos un par de altos en el largo camino que nos queda hasta el próximo 13 de junio (cabalgata, carnaval y semana santa mediante), llegan el Cristo y los Remedios. Las fiestas del Cristo de Candás, Patrono Mayor de todas las Cofradías de Pescadores de Asturias, son las fiestas de Candás por excelencia. Unas fiestas en las que se unen la tradición y la devoción. Una devoción

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que va más allá de nuestras fronteras, que hace del santuario del Cristo el segundo más visitado de Asturias y que nos enorgullece porque nos acerca a otros muchos pueblos. Una tradición presente en cada casa, en cada familia. En nuestro caso a la rama de los Fernández siempre les llamó la fiesta, de hecho mi madre era de las asiduas a las charangas que ideaba otro candaso de pro como Marcelino el Mimón, a ella la siguieron sobre todo, Isabel y Venancio, siempre recordaré sus visitas a casa en busca del atuendo perfecto para los viernes locos del zappin y las charangas, y la siguiente generación ídem, desde bien pequeños no perdimos casi ninguna. Debe ser cosa de los genes, pero quienes vienen detrás tampoco lo hacen mal, a alguno le sirve todo, charangas, cabalgata y lo que se tercie (por cierto Joaquín, Tarantini, ya tienes relevo), éste sin duda, salió a la madre. Echando la vista atrás, no tendría más de 5 o 6 años y si no fue la primera, era de las primeras veces que salía en las charangas, me lo puedo imaginar, bajaría mi madre a la tienda de Jose a comprar y allí encontraría a Camamen en plena organización, así que allá que me fui al circo que dirigían Bolín y el Gavioto. Y llegó la adolescencia, el salir, las pandillas de ellos y ellas y cómo no, la creación de las peñas. El decidir el nombre, el encargar las camisetas, las pegatinas del “ven a Candás y verás que bonito” (pena que de aquella no teníamos a mano la creatividad de Pivi y nos faltaron las chapas del ayúdote yo? del hay que trágate, y demás…) en Candás no hay adolescente que se precie

que no haya participado en el nacimiento de una peña. Las peñas son la base de las charangas, podríamos decir que sin peñas no hay charangas. Así que una vez que tuvimos la peña, como teníamos integrantes monaguillos, venga… centro de operaciones la guardería del cura en el Nodo. Todo muy guapo, pero la noche antes, carretera de la Matiella a llevar el artilugio, en aquel momento un barco de aquella manera, que nos hacía las veces de crucero de unas vacaciones en el mar algo accidentadas. Todo un periplo que hoy podemos contar y que me lleva a acordarme, como siempre que hablo de ello, de nuestro compañero Pablo Jesús, que disfrutó cada minuto de la que tristemente sería su última charanga. Y pasan los años y como en la vida, nos vamos adaptando a las nuevas circunstancias. Unos van y otros vienen, pero por encima de todo queda el espíritu de colaboración, el disfrutar del momento, y porque no, el imaginar que un día llegaremos a ser de primera como los de la Peña Furada o los de Galdiar. Pasaron los años y como os contaba, la política se cruzó en mi camino de nuevo en 2007, vaya cuatro años… una gran experiencia y sobre todo el recuerdo de compañeros de gobierno excepcionales. Qué os voy a contar que no sepáis del tándem Paulino y Colón o Colón y Paulino. Paulino siempre tan paciente, tan colaborador, tan comprometido con la cultura, con las personas. Con Colón siempre se repetía la misma estampa, llegaba sigiloso a la oficina técnica y se escuchaba una

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voz angelical que decía: hola reina… imaginad la respuesta: no tengo un duro, hay que colocar baldosas, farolas o papeleras… el final de la conversación era una enorme sonrisa y un: vamos a tomar un cafetín anda! Y ellos dos, ese gran tándem, con María Antonia la de Mariano y Joaco ultimando hasta el último detalle de la expedición al día de los pueblos de Asturias en Navelgas. Y es que ambos representan el valor del compromiso con Candás, con sus gentes, con personas que disfrutaron el ser de Candás y estas fechas como nadie, parece increíble que ya solo el recuerdo nos traiga a Josefa la Cervera a cada charanga, a cada danza prima, a cada folixa. ¿Porqué os cuento todo esto? Pues bien, porque del trabajo y de la colaboración de unos y otros es de donde salen las mejores iniciativas para el disfrute de todos y cada uno de nosotros. Porque son las dos caras de la misma moneda, porque no es posible avanzar en lo colectivo sin la implicación de cada vecina, de cada vecino. Porque sin colaboración ni funciona la política, ni la vida, ni la fiesta. Y aquí seguimos… al pie del cañón. Mañana noche de fuegos made in Candás, gracias Morís, amaneceremos de Alborada, sin duda el acto más emotivo que cierra con la danza prima de la mano de María Esther, dando

paso a la tradición y la devoción que recorre las calles de Candás, a las que se acercan devotos de todos los rincones de Asturias para venerar a nuestro Cristo. Este año nos acompañará el Padre Ángel, que oficiará la misa, y sobran las presentaciones, un asturiano, mierense para ser exactos, comprometido y entregado al trabajo por los demás. Sin duda más que grata compañía. La tradición marca comidas en familia, en alguna celebramos hasta cumpleaños, felicidades por adelantado papá. Y ya por la tarde, este año, tarde de fiesta, de charangas. Reconozco que todavía nos falta algún detalle, pero tenemos casi todo preparado para salir y lo haremos en familia y con amigos amigas. Animo a todos y todas a que, si no lo han hecho ya, prueben la experiencia, disfruten de estos días en Candás, porque sin duda repetirán. Llego con estas palabras al fin del pregón volviendo a agradecer el haber tenido la oportunidad y el orgullo de ser pregonera en mi tierra. De corazón, gracias. Ahora nos toca disfrutar las fiestas, siempre con moderación, pero como si no hubiera un mañana. Y qué mejor que arrancar acompañando al Coro Nordeste.

¡Viva Carreño, viva Candás! Gracias!

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MARÍA TERESA ÁLVAREZ

Salve Marinera,

desde ventanas y balcones El confinamiento, al que nos hemos visto sometidos a lo largo de tres meses, no ha conseguido que la noche del Sábado Santo, en Candás, fuera una noche como todas las demás. Noches silenciosas y casi fantasmagóricas, en las que nada se movía. Era como si la vida se hubiese detenido. A la caída de la tarde, después del aplauso a los sanitarios, las calles, en ese momento en el que la luz se va extinguiendo, se teñían de una especie de nostalgia que invitaba a sumergirse en los recuerdos. Muchas veces, asomada a la ventana, rememoré momentos, vividos hace años. Momentos que han dejado huella en mi corazón. Muchas veces intentaba imaginarme la mar cuando besa la ribera. Confieso que la añoraba, y pensé que ella también tendría que echarnos de menos a nosotros. Eran muchos los minutos, horas, días, semanas, meses... de silencio, de no escuchar el bullicio de la gente. La soledad en la ribera y en el muelle permanecía inalterable. La mar, solo arrullada por los susurros de sus profundidades, a buen seguro se preguntaba ¿y los candasinos? ¿Ya no me quieren? ¿Me han abandonado para siempre?... En la tarde del día 11 de abril, algo parece cambiar, las gaviotas, como si lo presintieran se muestran inquietas y hasta la ribera llegan sus graznidos. Unas cuantas revolotean sin cesar, otras sobrevuelan de un lado a otro en El Paseín. Y es que, el día 11 de abril, era Sábado Santo. Y como siempre las gaviotas esperaban gozosas para unirse

a los acordes de la Banda de Música de Candás, en su rezo emocionado del rosario y más tarde al canto de la Salve Marinera. Pero este año, con el consiguiente dolor de los candasinos, el confinamiento impedía la presencia de la Virgen en El Paseín y el canto a la Estrella de los mares. Los candasinos no podíamos imaginarnos que esto pudiera llegar a suceder y aunque en nuestros corazones, en nuestros oídos, en nuestros recuerdos, en la intimidad del aislamiento, íbamos a elevar al cielo nuestra plegaria a la Virgen del Rosario, que entonces más que nunca necesitábamos guiara nuestro camino y nos protegiera, era necesario hacer algo; la tradición tenía que cumplirse. Nuestra Virgen marinera, no podía quedarse sin su plegaria. De pronto a alguien se le ocurrió la idea. De inmediato se organizó todo. A las nueve en punto, “Onda Peñes” emitía una grabación de la Salve Marinera. Transistores en las ventanas: .....“Fervoroso llegue al cielo Y hasta ti, hasta ti, nuestro clamor ¡Salve Estrella de los mares!..... Las voces del coro se mezclaban con las de los vecinos que emocionados cantaban con todas sus fuerzas. Este año, la Salve Marinera pudo escucharse en muchos rincones de la villa a los que nunca había llegado.

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Salve Marinera. Semana Santa del 2019.

También hasta El Paseín voló el eco de la Salve, entonada por todo el pueblo. Unos ecos que hacía florecer en el solitario escenario muchos sábados santos, muchas salves marineras, muchas presencias de seres queridos que nos han dejado y que se sentiría felices al comprobar la reacción de sus descendientes. Unos ecos que a buen seguro llegaron hasta la ribera y la mar supo, entonces, que los candasinos seguían homenajeando a su Virgen del Rosario, patrona de la Cofradía de Pescadores, aquellos hombres que surcan sus aguas en busca del sustento. Unos ecos que emocionaron a la Virgen del Rosario, que en su altar, en el interior del templo parroquial, iba a pasar sóla la noche del Sábado Santo El precioso simbolismo que año tras año mantenemos vivo, al acompañarla a la ribera, y compartir con ella el dolor por la muerte de su hijo, velándola toda la noche, desgranando avemarías, aplicadas, muchas de ellas, por las madres candasinas que, en este mismo lugar, lloraron la muerte de sus seres queridos, este año no ha sido posible. Nadie pudo acompañar, a la Virgen del Rosario en la noche del Sábado Santo. Pero ella sabe que la quere-

mos, que vive en nuestros corazones temblorosos por la pandemia que nos acecha y que emocionados hemos elevado nuestra canción al cielo. La ribera apenada comprobó como no llegaba la Virgen, y la mar, iluminada por la Luna, lo lamentó. También la Luna, que esperaba proyectar su luz sobre el hermoso rostro de la madre de Dios, se quedó muy triste. Era la Luna de Parasceve, la luna que siguió a Jesús camino del Calvario, que veló su oración en el Huerto de los Olivos, que vio a la Virgen María llorar al pie de la cruz. Y que este año no pudo, igual que nosotros, velar a la Virgen del Rosario en la noche que baja a la ribera. No, la noche del Sábado Santo, a pesar del confinamiento, no fue una noche más. Casi me atrevería a atribuirle el calificativo de prueba. Una prueba que los candasinos supimos superar mostrando el arraigo que tiene en nuestros corazones el amor a nuestra Estrella de los Mares y el valor que entrañan las tradiciones. Hemos hecho realidad esa frase, atribuida (a varios personajes) que dice: “la tradición es la garantía del futuro y no la custodia de las cenizas”

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ASC. CANDÁS MARINERO

CANDÁS MARINERO ASOCIACIÓN CULTURAL Desde el año 2017 el coordinador y el consejo de dirección del Porfolio de las Fiestas del Cristo, han tenido a bien invitarnos para escribir nuestro artículo basado en nuestros objetivos y trabajos. Durante el año pasado y actual no se han producido demasiadas novedades. Teníamos proyectado realizar nuestro sexto “Homenaje a los homes y muyeres de las fábricas de conserva de Gijón y Candás”, pero primero la parálisis municipal, motivado por el año electoral, y más tarde la formación de la nueva directiva de nuestra Asociación, hizo imposible llevar a cabo este emotivo acto. Luego sucedió el Covid-19, haciendo añicos nuestras pretensiones. Aún, así todo, nos hemos sobrepuesto a estos avatares que nos proporciona la vida, y no muere aquel que pelea con todo su corazón y humildad, sino que “podemos sufrir muchas derrotas, pero no debemos ser derrotados” Durante todo este “confinamiento” hemos tenido mucho trabajo de digitalización y clasificación de archivos, así como colaboración con distintos estamentos. En a digitalización de documentos, citaremos con grandes rasgos los siguientes: Noticias de Carreño en la prensa, Candás y Carreño en fotografías, historia del Canijo-Candás CF, Fotografías de familias de Candás y documentos del nuestro archivo histórico, hacen un total de 141.000 archivos digitalizados, así como 315 videos, que diferentes entidades y personas nos fueron entregando.

Juan Fernández Pandiella es uno de nuestros más fervientes colaboradores (aportando fotografías y videos de eventos de Candás y sus parroquias), de lo que en justicia es digno de destacar. Nuestro trabajo está basado en colaboraciones fotográficas, documentales y videográficas, entre otras, partiendo de la base que nuestro interés está basado en la publicidad de nuestro Concejo. De ello dan muestra nuestra ayuda a entidades tales como: Ideas y estrategias para el patrimonio S.L. Kultura (Exposición fotográfica para el Ecomuseo de la Conserva en Candás). Colaboración fotográfica para la elaboración del libro “75 aniversario del Naufragio del barco de Foz, “Jesús Nazareno”, cuyos restos llegaron flotando hasta Candás, siendo el secretario de esta cofradía quien dio el aviso de su hallazgo. En él habían perecido los 12 tripulantes, muchos de ellos de una misma familia. Cuando se nos solicitó ayuda para este evento, desde la localidad lucense, como siempre y no podría ser de otra manera, nuestra Asociación muy sensible a todos estos eventos, donde la tragedia visita los humildes hogares marinero, de los que Candás siempre fue por desgracia punto de actualidad. Otras actividades actuales: De la vecina localidad de Avilés, se nos pidió colaboración para la decoración de un nuevo restaurante con algunas fotografías que lucen en nuestro puerto. Pues visitando la exposición quedaron prenda-

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dos de lo que allí se representaba. Otro tanto hemos hecho con el Restaurante Repinaldo y Restaurante Club Náutico de Candás, que lucen las imágenes de ese Candás del pasado siglo. De la plataforma “Menganos Producciones”, de nuestro concejo, también hemos colaborado en el futuro Homenaje a Bruno Rodríguez Reguera. Otra de nuestra participación ha sido con Ana Sastre de “Producciones Vai” (Madrid) sobre Candás (sus corridas de toros y su cultura marinera). Esta emisión será a nivel nacional. Otro apartado corresponde a un estudio sobre los “Puertos Balleneros de España” pues (Entrellusa) Candás junto a la localidad guipuzcoana de Motriko, son de los más antiguos de la península Ibérica. Pues ya existían datos desde 1232, que hacen referencia a nuestra localidad. Para corroborar todos estos datos nos visitó Max Aguilar Garrido, que es el autor de este libro de La Universidad de Barcelona. Otro trabajo, más que emotivo, fue el que nos embarcó en el futuro libro de Candás C.F. Su presidente Jesús Hernández Borge, nos solicitó

ayuda para digitalizar los documentos futbolísticos del “Canijo” y Candás CF, que están en propiedad de la Federación Asturiana de Futbol y que se compone de 8000 documentos, que datan del año 1934 a 2010. Y por último hemos colaborado con el programa “De Romandela”, aportando fotografías del Concejo y sus fiestas. Por otra parte, nos hemos dedicado a la elaboración de un video por parroquia de “Hórreos y Paneras de Carreño” ,11 videos que verán la luz próximamente. Ahora no queremos extendernos más. Insistimos, todo esto lo realizamos con todo altruismo y dedicación que requiere cualquier actividad que al final acabe beneficiando a Carreño y por ende a Candás. Y al final se trata de que juntos podamos recuperar y mantener tradiciones y costumbres que siempre nos definieron y que forman parte del tesoro y del patrimonio de nuestro concejo. Por último y como remate, os deseamos que paséis unas felices fiestas del Santísimo Cristo de Candás a todos.

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MANUEL JAVIER AROCA IGLESIAS

Rapacín de Tierra ¡Marcelo, pa la mar! ¡Antón!

Pues no diremos aquí nombres, ni filiación ni seña alguna

¡Faustino! ¡Juaco!; puerta a puerta,

daremos fiel anonimato

En ese oscuro laberinto

el crío llama a viva voz

–salvo aquellas pistas ocultas

hasta que todos se despiertan.

que advertirán ciertos lectores–,

que son las calles de la villa,

al personaje, a fin de componer

el guaje apura el recorrido,

un sentido tributo a cuantos

templando el miedo todavía,

hubo en el pueblo como él.

pues nadie sabe –es su secreto–

A aquellos nenos, aún sin bozo,

que aún recela de las sombras

que al alba solían rondar

y hasta del eco de sus pasos, y eso

las calles, avisando a todos

los marineros: “¡Pa la mar!”

que hace siempre la misma ronda.

a aquel Candás de las traineras,

galopa libre en semejantes lances;

Pero el temor, como es sabido,

Volvamos a los años veinte,

un niño es siempre un niño,

y hallemos entre tanta gente a nuestro rapacín de tierra.

y el nuestro se refugia en cierto gaje:

espigado, de tez bronceada,

hurtaba al padre un poco de tabaco…

cada noche, sin gran alevosía,

Un chiquillo de nueve años,

Y así, fumando, el miedo distraía,

que con apremio va gritando

su cometido en plena madrugada.

20 20

por aquello de hacer al monje el hábito.

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Y callejeaba, en fin, a tales horas

Y alguna vez, a buen seguro,

firme y resuelto, cual paisano,

recordará su voz de aquellos años,

como si el humo conjurase sombras

cuando, puntual y concienzudo,

mientras volaba de sus labios.

daba el aviso ya esperado.

Armando su valor en ciernes

Igual que ahora escucha,

tras la incesante estela de un cigarro,

desde el confín del sueño,

la criatura va creciendo y siente

la del rapaz que así le llama

que le abandona el miedo, al cabo…

–como él hiciera en otro tiempo–

ante una nueva y siempre misma luz del

Y de tal modo, ya hecho un hombre,

alba.

embarcará también como otros tantos: dará relevo a sus mayores,

afrontando la mar y sus quebrantos.

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ERUNDINA BUSTO MENÉNDEZ

UNA IMAGEN VENIDA

ALLENDE LOS MARES Como todos los años quiero en primer lugar agradecer la invitación a participar en el porfolio de las fiestas del Santísimo Cristo de Candás y como el tiempo vuela más de lo que a veces deseamos ya me encuentro en este Mayo del 2020; al comenzar el año quizás muchos de nosotros nos hicimos varios propósitos y planes pero desgraciadamente este año bisiesto ha sido siniestro; la pandemia del coronavirus nos detu-

La Basílica de Guadalupe se construyó en las faldas del cerro de Tepeyac al norte de la ciudad de México, siendo primeramente una pequeña ermita y luego un templo grande y suntuoso (...)

vo, nos forzó a un aislamiento, una cierta impotencia que nos impidió cumplir muchos cometidos y a mí en particular me ha privado de contactar con ciertas personas que me habrían aportado algún dato para el artículo que yo tenía entre manos. De todas formas como en Carreño siempre hay donde encontrar temas de interés, pensé que sería esta una ocasión buena para rescatar del olvido una obra de arte que se encuentra en la iglesia de mi parroquia, la Iglesia de San Esteban de Guimarán. Son muchos los paseos que a lo largo del año llevo a cabo por las calellas del concejo y uno de mis favoritos es por el valle de Guimarán pero últimamente contemplo con tristeza el deterioro de la Iglesia y cementerio

anexo y pienso en esas imágenes que abandonadas en su interior se estarán deteriorando y entre ellas quiero destacar el bonito y apreciado lienzo de la Virgen de Guadalupe, que preside unos de los laterales de la Iglesia. Haciendo una breve alusión a la leyenda de la Virgen de Guadalupe, que es además de símbolo religioso un emblema nacional para los mexicanos, recordemos que en el año 1531 (siglo XVI) en el mes de Diciembre se le apareció la Virgen a un joven indígena convertido al cristianismo llamado Juan Diego en el cerro de Tepeyac, al cual le pidió que erigieran un templo en su honor en las laderas del cerro; el joven acudió al entonces obispo Zumárraga a comunicarle las apariciones, llevando unas rosas en su manto, el ayate típico de los indígenas, confeccionado con un tosco tejido de fibras de maguey y que solían usar para recolectar y transportar las cosechas; Juan Diego ofrecería las rosas al obispo para demostrarle las apariciones y al desplegar el tejido pudieron ver la imagen de la Virgen grabada en el mantón.Sin embargo esta leyenda fue controvertida pues también se sostiene que la imagen de Guadalupe fue pintada por un artista indígena, Marcos Cipac de Aquino, utilizando una especie de pintura al temple propia del siglo XVI sobre una tela de lino y cáñamo. Pero dejando atrás estas hipótesis, lo claro es que la Basílica de Guadalupe se construyó en las faldas del cerro de Tepeyac al norte de la ciudad de México, siendo primeramente una pequeña ermita y luego un templo grande y suntuoso. El lienzo original presentaba a una mujer joven, de rasgos mestizos, color moreno aceitunado, de peque-

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ña estatura en actitud humilde, que quizás esté embarazada, por la cinta que lleva sobre el vientre. El color rojo de su túnica y los rayos solares que la rodean la convierten en la señora de la luz y la vida. Es abundante la simbología que encierra la imagen, la luna sobre la que se sujeta representaría la fecundidad y el ángel con alas de variado colorido, que está sosteniendo la túnica y el manto, simbolizaría al mensajero de la Virgen, podría ser el propio Juan Diego; destaca la hermosura de su manto azul cargado de estrellas que aluden al cielo en los momentos de las apariciones. No cabe duda de que estamos hablando de una imagen bellísima cargada de simbolismo. Pues bien, el cuadro que hallamos en la Iglesia de Guimarán es una copia del lienzo original, originario de México y realizado a principios del siglo XX, habiendo sido colocado en la iglesia en el año 1953 y que simboliza la unión y la fraternidad entre el pueblo mexicano y asturiano. En dicha fecha esta obra pictórica, realizada en pin-

tura al óleo por un autor anónimo en la ciudad de México, fue enviada a la parroquia de Guimarán por su propietario, Amador Prendes, carreñense emigrado a Méjico, que regentaba en la ciudad un afamado restaurante denominado Prendes, haciendo honor al origen de su familia. Amador había emigrado con tan solo quince años, embarcándose en un navío llamado Alfonso XIII. Dicho lienzo había sido rescatado por este emigrante carreñense de un desván viejo y destartalado donde estaba destinado al abandono y olvido. Aquella imagen en un país muy alejado del que Amador había partido le podía recordar a otra que había dejado en su querida Asturias, la Virgen de Covadonga y esa añoranza le movería tal vez a rescatar a la patrona de México para enviarla a su tierra natal donde le esperaría cada vez que visitaba su lugar de origen. Quiero hacer hincapié en la personalidad de este hombre intrépido, altruista y voluntarioso, amigo de los más necesitados, al que siendo yo muy niña pude

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conocer en alguna visita que realizó a Prendes para ver a su familia. El cuadro permanecía en la Iglesia en un estado un tanto deteriorado pero yo recuerdo que de niña me impresionaba aquella imagen que yo veía grandiosa. Cuando el cuadro llegó a su destino quedó claro que se trataba de una imagen muy apreciada pues venía acompañado de una carta escrita por el entonces arzobispo de México, Luis M. Martínez, con fecha 3 de Junio de 1953; se apuntaba que dicho lienzo sólo podría salir de su país con la garantía de que fuera dedicado al culto religioso, ya que se consideraba parte del patrimonio de Méjico.

En colaboración con la casa de Méjico de Asturias se organizaron numerosos encuentros con la presencia de vecinos de Carreño, celebraciones que tenían como fin el acercamiento y culto a la imagen de la Virgen de Guadalupe (...) Es en el año 1989 cuando se pensó en la restauración de la imagen pues el lienzo había sufrido mucho deterioro por el paso del tiempo y las humedades del templo y el poco cuidado que se le había prestado durante los 36 años que allí había permanecido y fue en la escuela taller de Valdediós donde fue observada con detenimiento hasta el punto de que se descubrieron muchos balazos de fusilería, realizados durante la persecución religiosa que había sufrido Méjico a principios de siglo. Volviendo a referirme a su donante Amador quiero recalcar su valentía dado que siendo solo un adolescente llega a Veracruz demostrando pronto su capacidad para el trabajo, su don de gentes y constancia. En la ciudad de Méjico se hizo cargo del restaurante Prendes, que había nacido del esfuerzo de dos hermanos también carreñenses, D. Manuel y D. Rafael Prendes, no vinculados a Amador, que en el año 1872 habían establecido un local, primero pastelería-heladería, donde acudían destacadas personalidades. Siendo ya afamado restaurante sufrió los avatares de la revolución mexicana y curioso es que uno de los clientes sería el propio revolucionario Emiliano Zapata. A pesar de los malos momentos y la muerte de Ra-

fael, el negocio seguía en pie y un tal D. Lázaro Álvarez toma el control del negocio y posteriormente Amador lo compraría a su hijo Enrique Álvarez dándole nuevo impulso y convirtiéndolo con su esfuerzo en un espacio de confluencia de personajes notables en la cultura, arte, espectáculos y política; Amador sabía cómo atraerlos y en difíciles momentos evitar los enfrentamientos entre su clientela. Esta variedad de clientes del Prendes quedó reflejada en un gran mural que Amador encargó a un famoso pintor, Eduardo Castellanos y que denominaron “El mundo del Prendes” donde quedaron reflejados destacados políticos, pintores, médicos, toreros y actores de cine. El restaurante Prendes era un referente en la vida política, social y gastronómica de la ciudad; el esfuerzo de Amador había dado su fruto con creces pero en el año 2002 el Prendes cerraría sus puertas. Finalmente quiero referirme a la vinculación religiosa y cultural que dio lugar a la celebración de encuentros astur-mexicanos durante unos años en la Iglesia de Guimarán coincidiendo con el día de la hispanidad, 12 de Octubre. En colaboración con la casa de Méjico de Asturias se organizaron numerosos encuentros con la presencia de vecinos de Carreño, celebraciones que tenían como fin el acercamiento y culto a la imagen de la Virgen de Guadalupe. Tanto los numerosos vecinos de la parroquia como los miembros de la Casa de México disfrutaban de los actos religiosos y profanos en gustosa armonía, pues no solo se celebraban unas peculiares ceremonias litúrgicas, en las que los cánticos del coro parroquial y de otros destacados cantantes asturianos amenizaban aquellos encuentros astur- mexicanos sino que además los participantes se reunían en diferentes restaurantes del concejo para disfrutar de unas comidas de hermandad donde representantes de centros culturales y gente de diferentes países hispanoamericanos podían intercambiar sus diferentes experiencias y anécdotas habidas en la emigración. La música, el folclore mexicano y astur y la indumentaria alegre y colorista se proyectaban en estos encuentros culturales hasta el punto de que la ilusión y el placer de celebrar aquellos eventos suscitaban la idea de institucionalizar la celebración del Día de México en el Principado en la parroquia de Guimarán, al considerarlo un lugar verde y hermoso para tal festividad. Con estas líneas quisiera animar a la gente a valorar y preservar los tesoros que tenemos en Carreño y a no olvidarse de las personas que dejaron sus sueños en el concejo, esperando que algún día esos encuentros ya olvidados vuelvan a unir las diferentes culturas.

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ALAIN FERNÁNDEZ (Director-Gerente Teatro Prendes de Candás)

CINEMA PARADISO O EL AMOR POR EL CINE HOMENAJE A LOS PREMIOS PRINCESA DE ASTURIAS DE LAS ARTES 2020

Ennio Morriconne y John Willians

(Leído en el transcurso del Acto de Aniversario de la Editorial "Rema y Vive" "CINEMA MORRICONE" (Homenaje a Ennio Morricone) celebrado el 05 de Mayo de 2016 en la Sala Acapulco de Gijón, con la participación de los críticos cinematográficos Antonio Rico, Jorge Alonso, Enrique A. Mastache, el Director del CICA Victor Guillot, el Director del Ciclo "PEOR IMPOSIBLE" Jesús Parrado, el periodista Pachi Poncela, el Profesor de Filosofía Pablo Huerga y la intervención con Música en Directo del ENSEMBLE MORRICONE)

Buenas tardes, puesto que tengo que hablar de una película italiana de Giuseppe Tornatore con música de un Genial compositor italiano (Ennio Morricone) empezaré esta intervención de una manera mucho más pacífica que mi compañero Victor Guillot....aunque hablar de paz en Sicilia sea un poco incongruente....pues eso empiezo al estilo SOFIA de "LAS CHICAS DE ORO": GIANCALDO, SICILIA, 1945......en este pueblecito italiano vive Totó un niño huérfano de padre y que tiene como único pasatiempo ir al cine. Para este pequeño, y realmente para todos los habitantes de la localidad acudir al CINEMA PARADISO es tener una ventana abierta al mundo....aunque a veces, sobre todo en algunas escenas, esa ventana se oscurezca al pasar por

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delante como quien no quiere la cosa una cortina negra....negra color...sotana. La sotana del Señor Cura máximo exponente de una censura eclesiástica natural puesto que el local es propiedad parroquial. Por cierto Al recordar esta escena me viene a la memoria una anécdota de una de las personas que de manera más intensa y personal vivió y trabajó en esos viejos cines de Gijón que estamos recordando hoy aquí: Este "Alfredo Gijonés" (cuyo nombre y apellidos desvelaré más adelante) me contó lo que paso con la proyección a finales de los 50 en EL MITICO CINE FAC (local perteneciente a la Parroquia de San José) de la película de Billy Wilder protagonizada por Marilyn Monroe "LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA"; y es que cuando se estaba colocando en la fachada del local el affiche que anunciaba la película y los horarios de las funciones, el sacristán se fue a ver a nuestro operador y le dijo "esta película no se puede proyectar". Extrañado Manolo, que así se llama este mítico operador, le pregunta el porque y el sacristán le contesta muy serio: "PORQUE ARRIBA VIVE ...EL SEÑOR CURA". Y sabéis lo que pasó, pues está claro, que la película no se proyectó. Así que hablar de censura (sea o no eclesiástica) es una cosa natural que todos los aquí presentes saben lo que significó durante tantas décadas en nuestro País.

Pero volvamos a nuestro pueblecito italiano. A lo largo de la película muchos son los personajes que están presentes en varias escenas, y cuyo devenir podemos averiguar a lo largo de su relación (a veces bastante íntima) con el CINEMA PARADISO. Pero nuestra historia de amor por el Séptimo Arte tiene que fijarse en 2 personajes: ALFREDO el Operador del CINEMA PARADISO y en TOTO (diminutivo de SALVATORE)...aunque realmente hay otra protagonista clave: UNA MUJER "ELENA", cuya importancia varía si vemos la versión italiana y larga de la cinta de Tornatore que dura tres horas, unos treinta minutos más que la versión que se distribuyó por los cines y que todos conocemos. La versión larga tiene un esquema extraordinario, siguiendo ideas y estructuras narrativas propias de la novela. Estamos ante una película muy diferente, donde casi la totalidad del metraje añadido corresponde al último tercio de la película, con el Salvatore adulto y su historia de amor truncada como máximos protagonistas. Sorprendentemente, esta versión nos dibuja un Alfredo menos edulcorado y que tiene un papel decisivo en la ruptura definitiva de la pareja. Alfredo alcanza el nivel de personaje mitológico, es la pura encarnación del cine en sí mismo: Y es que se queda ciego antes del nacimiento de la televisión y también se muere antes de la demolición del Nuovo Cinema

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Foto: Tarek Halabi

Paradiso. En esta versión, no es tan sólo el artífice del éxito profesional posterior de Salvatore, sino también el culpable de su desgracia sentimental. Lo que nos cuenta esta versión es que el día que Elena parte con su familia de Giancaldo, ella acude al cine a encontrarse con Salvatore, pero llega tarde, cuando él ya ha salido también en su busca. Le quiere asegurar que pase lo que pase, lo esperará, y que la fuerza de su pasión superará todas las adversidades. Años más tarde le explica a Salvatore que le dejó el recado a Alfredo, y que además le escribió una nota que dejó a la vista en la sala de proyección, colgada de un clavo… En la nota le facilitaba una dirección donde podía seguir escribiéndola hasta que pudieran reencontrarse en un futuro. Salvatore no puede creerlo: fueron traicionados por Alfredo, que no le contó absolutamente nada y que insistió en que marchara de esa isla “maldita”. Además, tiene que asumir que ya es demasiado tarde para recobrar el amor perdido: Elena se casó con un antiguo compañero de colegio (el niño torpe que no sabía las tablas de multiplicar del 5) y ha tenido dos hijos. Es tiempo de dejar las cosas como están. Alfredo (la encarnación del cine) quiso protegerlo del sufrimiento amoroso y lo animó a que demostrara al mundo su talento. Salvatore ha conseguido así el reconocimiento profesional, pero siempre ha sido un infeliz en su vida sentimental, marcado por la crueldad de ese primer amor que vio esfumarse sin ninguna explicación…

En esta versión larga aparece ELENA ADULTA interpretada por Brigitte Fossey, emblemática actriz francesa que debutó en el Cine a la edad de 5 años en la película Francesa de 1952 de René Clement "JEUX INTERDITS - Juegos prohibidos" y que en la versión que pudimos ver en nuestros cines solo se ve en las imágenes que acompañan a los títulos de crédito del final lo que puede llegar a sorprender...pero es así.....la censura económica hizo que se cortará y por lo tanto cambiara gran parte de la trama. En cuanto a JACQUES PERRIN, nuestro TOTO ADULTO, volvió a las andadas y años más tarde repetiría en un papel similar, en este caso joven dotado para la música coral que años más tarde siendo ya un Director de Orquesta consagrado vuelve a revivir sus recuerdos de infancia en la película Francesa de 2004 dirigida por Christophe Barratier "LES CHORISTES- los Chicos del Coro". Por último el mítico actor Philippe Noiret, el para siempre ALFREDO DE CINEMA PARADISO, se redimio en parte gracias a este papel de su participación en la escandalosa película Francesa de 1973 de Marco Ferreri "LA GRANDE BOUFFE - la gran comilona" Y si os fijáis los PERSONAJES ADULTOS fueron todos interpretados por Actores Franceses....... En definitiva, la versión larga pretende dejar atados todos los cabos, pero eso no la hace mejor. Nos sirve para explicar mejor el por qué Salvatore no ha sido capaz de volver a Sicilia en treinta años, a pesar de tener una buena relación con su familia, y nos recalca

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Foto: Alberto Feijo Ibaseta

ese dolor. Sin embargo, la versión corta resulta más mágica, simbólica y universal, y en ella el protagonista principal es su amor por el cine ante todas las cosas. Como debe ser, para ello solo tenéis que recordar la escena final de los besos censurados, regalo póstumo de Alfredo, del Cine a Salvatore, al pequeño Toto Para terminar voy a desvelaros un secreto que Manolo Fernandez Ventoso, ese mítico operador Gijonés al que me referí al principio de mi intervención me contó hace unas fechas: "Sabes Alain, cada vez que veo "CINEMA PARADISO" acabo llorando"....Perdona Manolo por contar esto, pero es que no me extraña que llores porque la Historia de CINEMA PARADISO, la historia de ALFREDO EL OPERADOR es tu Historia y la de Abel Mendez que cogió tu relevo durante unos años en la Cabina del Teatro Prendes, es la historia de muchos viejos Cines de Gijón y de otras muchas localidades que ya no están. Pero a Manolo y a mi nos sigue quedando un NUOVO CINEMA PARADISO, un Cine en el que siguen resonando las voces en versión original o doblada de un Charlton Heston que despreciando a Eleanor Parker tiene que enfrentarse a la Marabunta (para los de la LOGSE deciros que son unas hormigas asesinas...como las que aparecen en INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL, pero en la película de 1954 "Cuando Ruge la Marabunta" solo comían nativos y no rusos), un Cine en el que conviven los recuerdos de aquel acomodador que acercándose a la fila más ruidosa decía: "ESTA FILA DE PROA

A POPA...A LA CALLE". un Cine en el que sigue abierta la cantina en la que de guaje, en el intermedio, solía comprar unos pocos regalices y en el que me quedaba mirando con algo de envidia es cierto a los más pudientes que se compraban un refresco que saboreaban usando esos mismos regalices cual pajitas ad hoc. Un Cine en el que entro todas las mañanas, un Cine que huele a cine, un Cine que sigue vivo...un Cine que acaba de cumplir 60 años. En efecto el CINEMA PARADISO sigue abierto y os espera...No está en Gijón, sino en una población entre Gijón y Avilés.......y no es Luanco.....Bueno para los de la LOGSE os cuento...estoy hablando de Candás, del Teatro Prendes de Candás...aprovecho para informaros que se tarda menos en coche desde Viesques a Candás que desde Viesques al centro de Gijón, o sea donde está la estación de FEVE....Bueno, no ....perdón...eso también algunos la han sacado del centro, bueno la han desmantelado. Pero esto es otra historia. Nada...que sepáis a todos los amantes del SEPTIMO ARTE que el TEATRO PRENDES DE CANDÁS os espera y si vais al Gallinero sentaditos en vuestra cómoda butaca no dejéis de mirar a la ventanilla desde la que se proyecta la película porque en una de estas seguramente veréis la silueta de MARIA VIÑA la actual Operadora (y de Bañugues) que cogió el relevo de MANOLO y de ABEL y que son los verdaderos ALFREDOS de nuestros Cines. Muchas gracias y que suene la Música de los Maestros Morricone y Williams.

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HERMENEGILDO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ

El Cristo Marinero

La imagen del Cristo de Candás fue rescatada por unos pescadores candasinos en los mares de Irlanda a mediados del siglo XVI. La imagen probablemente había sido arrojada al mar como consecuencia de la Reforma impulsada por Enrique VIII y favorecida por Eduardo VI. En efecto, en 1533 Enrique VIII se hizo proclamar jefe supremo y protector de la Iglesia de Inglaterra, lo que dio origen a la secta anglicana del protestantismo, y en 1534 el parlamento aprobaba el Acta de Supremacía que establecía la independencia de la Iglesia anglicana bajo la soberanía del rey. A Enrique VIII le sucedió su hijo Eduardo VI en cuyo reinado la Reforma protestante se desarrolló de forma decisiva. Así, en 1549 se firmaba el Acta de Uniformidad que confirmaba el protestantismo como religión oficial del reino, la misa en inglés y la retirada de las imágenes de las iglesias. La creciente devoción al Cristo alienta la fundación de la Cofradía del Stmo. Cristo de Candás que potenció el culto a una imagen que pronto convertiría el Santuario del Cristo en el segundo de ámbito regional, tras el de Covadonga, aunque en el número y variedad de exvotos ninguno de los otros santuarios asturianos alcanzó tal protagonismo. Respecto a los exvotos, nos dice el Conde de las Navas en un artículo dedicado a Candás fechado en septiembre de 1892: "…Las paredes de aquella habitación están casi cubiertas de retratos al óleo, de fotografías y cuadros de naufragios. Generales, hombres de letras, damas linajudas, indianos, gente de aldea, pastores y marineros; desde el señor más calificado del contorno - el Conde de Revillagigedo, que viste el uniforme de artillería - hasta el humilde pescador, todos quisieron perpetuar el testimonio de su agradecimiento, de su devoción, hacia el milagroso Cristo…". Durante la Guerra Civil, que en Asturias comenzó el 19 de julio de 1936 y duró hasta el 21 de octubre de 1937, la Iglesia de San Félix de Candás fue destruida y desvalijada, y la imagen del Cristo fue quemada el 6 de septiembre de

1936 en el Campo de fútbol de la Cruz. La nueva imagen, realizada por el escultor gallego Magariños en un taller de Santiago de Compostela, llegó a Candás, procedente de La Coruña, a bordo de la vapora candasina "María Antigua" el 4 de septiembre de 1938 escoltada desde el Cabo Peñas por la flota pesquera local. Llegada la comitiva a la iglesia la nueva imagen del Cristo fue colocada en un templete de la capilla que se habilitó en la sacristía, y la Capilla de Candás cantó el "Himno al Cristo de Candás", de Medardo Carreño, y el "Dios reinará", de Haendel.

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LUIS ÁNGEL FERNÁNDEZ

CRONOLOGÍA DE CARREÑO (V) - Diego de Prendes, hijo de Álvaro de Prendes, señor de la Casa de Prendes en Candás. - Gabriel de Carrió, escribano del concejo y señor de la Casa de Carrió. - Alonso Muñiz Carreño, continuador de su linaje, residiría habitualmente en Candás.

1544.- En el mes de Junio, los vecinos de Candás pleitean contra la villa de Avilés en defensa de su derecho a pescar gueldo en la llamada ría de Avilés, lo cual se trataba de impedir por parte de los avilesinos. El gueldo era un pequeño crustáceo que se utilizaba para cebar los bancos de sardina y por tanto la cuestión era muy importante para los pescadores de Candás, que alegaron ante la Chancillería de Valladolid que venían pescando en la ría desde tiempo inmemorial. Finalmente, la Chancillería les da la razón, apercibiendo a los vecinos de Avilés que no tratasen de impedir en el futuro el ejercicio de este derecho a los candasinos, los cuales estuvieron representados por Pedro Menéndez de Valdés, que ejerció dignamente de procurador de la villa. (Chancillería-Ejecutorias-Caja 860,58)

1563.- Alonso de Carreño, heredero de la casa solariega de Sebades, recibiría de Felipe II el cargo de Alférez Mayor de Carreño, convirtiéndose así en el primer Alférez Mayor que tuvo el concejo, cargo hereditario que pasaría a sus descendientes. (A.H.A.- Caja nº 2.170). También eran hereditarios y enajenables, el resto de los miembros de la Corporación Municipal, llamada entonces Justicia y Regimiento, la cual estaba formada, además de por el Alférez Mayor, por un Capitán y doce regidores, entre los que se elegía cada año por San Juan, el Juez Primero del concejo. Obvio es decir, que estos regidores solían pertenecer a las familias más acaudaladas del concejo, citadas con anterioridad.

1552.- Ese año fallece Alonso de Carreño, mayorazgo de la Casa de Carreño en Sebades. Casado con Beatriz de Argüelles había tenido un hijo también llamado Alonso que le sucedería.

1556.- Según Marino Busto, ese año se realiza el primer Padrón de Hidalguía de Carreño. Su recuento le otorga al concejo 456 vecinos, 401 hidalgos y 55 pecheros, lo que suponía una población aproximada de 2.000 habitantes. También cita los 14 hidalgos notorios con que contaba el concejo, entre los que destacaremos a los siguientes: - Alonso de Carreño, hijo de Alonso de Carreño y Beatriz de Argüelles, todavía menor de edad, heredaría la Casa de Carreño en Sebades. - Melchor de Valdés, hijo de Pedro Menéndez de Valdés, heredaría el mayorazgo de la Casa de Valdés en Candás y Tabaza.

1567.- El Ayuntamiento de Carreño encarga al maestro Juan de Cerecedo, unas importantes obras de reconstrucción en el puerto que quedarían incompletas, siendo necesario construir unos pretiles que aseguraran el muelle.

1569.- Ese año se fundaría en Candás el Hospital de Santiago para acoger a los peregrinos que hacían el trayecto asturiano del Camino de Santiago y visitaban la imagen del Santísimo Cristo. Figuran como primeros mayordomos: Juan de la Riba y Juan García de Fol-

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solo podía hacerlo una vez durante todo su mandato. Felipe II confirma el privilegio y ordena al corregidor que cese en su actitud, con amenaza de sanción. (Marino Busto-HCC, pg. 146).

guera. (Archivo Parroquial de Candás, transcrito por Jesús Rodríguez). 1573.- Según Tirso de Avilés, a partir de ese año y durante los tres siguientes, se producirían los peores temporales en Asturias de los que tenía constancia. Ello provocaría la pérdida de las cosechas y en consecuencia una gran hambruna y mortandad en toda la región, mitigada en parte en Carreño gracias a las actividades pesqueras.

1588.- La entrada en guerra contra Inglaterra, hasta el año 1604, supondría nuevamente una serie de años de preocupación para los concejos costeros asturianos, produciéndose diversas alarmas y movilizaciones generales, con el consiguiente reparto de armas entre todos los vecinos. En el Repartimiento de ese año participarían los 494 hombres útiles de Carreño, reclutándose 13 soldados para la expedición de la Armada Invencible, de los 1.000 que le habían correspondido al Principado de Asturias.

1586.- El Padrón de Hidalguía de ese año, coincidente con el Censo General de Castilla de 1591, nos ofrece un recuento para Carreño de 420 vecinos (1.850 habitantes), de los cuales 160 (720 habitantes) residían en la villa de Candás. Tomadas de ese Padrón, reseñamos a continuación las familias más significativas que habitaban en el concejo en esos años, divididas por parroquias: Candás: Menéndez de Valdés, Prendes, García de Candás, De la Riba, Suárez del Ortal, Mendaño, Miranda, Hevia, Condres, De la Ahuja, Tío, Alegre, García de Cabo, González del Regueral, Menéndez del Ablanal y Fernández de Luanco. Perlora: García del Caleyo, Cuervo de Coyanca, Muñiz Carreño, Fernández de Arquiella y Busto de Dormón. Prendes: Hevia de la Pesgana y González de Candamo. Albandi: González Reguera y Suárez de Albandi. Carrió: Carrió y Prendes Hevia. Pervera: Fernández de la Baragaña y Muñiz de Folguera. Guimarán: González del Villar, González de León, González de Rodiles, Suárez de la Rebollada y Rodríguez de la Rebollada. El Valle: Muñiz de Carreño, Carreño Inclán, Pérez de la Sierra, Muñiz del Palacio y Rodríguez de Lacín. Ambás: González de Ambás. Tamón: González de Bardiel, García de Valles, De la Vega, García de las Trancas, González del Río, González de Arenes y González de Quilames. Logrezana: Carreño de Sebades, Cuervo de Sebades, González de Posada, González del Cabo, García de la Barrera, Rodríguez de Cavada y Busto de Castiello. Piedeloro: Muñiz de Perán y Posada de Zanzabornín. 1588.- El Ayuntamiento de Carreño demanda ante el rey Felipe II a su corregidor en Asturias por visitar más de lo debido el concejo y la villa de Candás, alegando como derecho adquirido por el municipio que

1590.- Nuevas obras en el Puerto para reparar quiebras que la Corporación Municipal encarga al maestro Juan Ortega de la Peña.

1590.- Pero el Ayuntamiento no puede hacer frente al pago de dichas obras y en el mes de Junio, la Corporación Municipal es llevada presa a la cárcel de Oviedo. Después de cinco días detenidos, sería el mayor hacendado del concejo, Alonso Muñiz Carreño, quién se haría cargo de la deuda. (Marino Busto-HCC, pg.139). 1594.- El concejo de Carreño contaría con dos procuradores en la Junta General del Principado de Asturias, desde la reorganización efectuada ese año, tras varias décadas de inoperancia. (Marino Busto-HCC, pg. 150).

1598.- Durante ese año y el siguiente, la peste azotará la región asturiana causando una gran mortandad. En Carreño, según mis estimaciones, basadas en la comparación de los padrones de hidalguía de 1596 y 1602, podrían haber fallecido unas 500 personas, es decir la cuarta parte de la población del concejo. 1599.- En el lado positivo consignar que desde ese año ya está documentada en Carreño la presencia del maíz, procedente de tierras americanas, lo que sin duda supondría un importante avance para toda la agricultura de la zona.

El primer documento conocido es el inventario de bienes del difunto Juan Cuervo de Coyanca, en el que su viuda Inés Rodríguez manifiesta que quedaban en la llosa sin recoger seis fanegas de maíz. (A.H.A.-Caja 2.170).

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JOSÉ MARCE GARCÍA

Candás en Septiembre “Alumbra, Peñes, alumbra, y no dejes de alumbrar, que son las fiestas del Cristo y vamos proa a Candás” Ahora que las hojas de los árboles van cambiando de color y que el futuro parece incierto y preocupante, uno se da cuenta que el tiempo es un accidente que va enterrando todo eso que nosotros y los pueblos éramos hasta hace cuatro días. Cambian los rostros, cambian los paisajes, cambia la vida… Sin embargo, hay cosas que en ciertas ocasiones y fechas brotan de nuevo. Emergen épocas pasadas con sus brillos y oscuridades recordándonos lo que dejamos de ser. Y así, de este modo, el septiembre candasín llega cada año con su inevitable carga de recuerdos para muchas de las personas que procedemos del pasado siglo. Por ejemplo, los septiembres de aquellas dinastías de barcos candasinos entrando de arribada después de pisar la amplitud de la mar durante muchas jornadas. Entrando, digo, en un muelle que se iba llenando con barcos de colores y de estrellas en la chimenea cargados de bonitos procedentes del Gran Sol. Un turbión de vida marinera saltaba a tierra para encender las fiestas del Cristo con música de bandas, luces de barraca, sidra, vino (ese camarada de los pobres); y el Teatro Chino de Manolita Chan, la Ratita, el Bandín de la Estrada, con trompetista pasado de cojera, tocando a todo gas el “taratatá, taratatá, taratatá” por la calle principal entre cabezudos: Rosario, Popeye, el diablo rojo, la cara sonriente del mudito de los Hermanos Marx y una bruja narizona. Todo con rapacinos escapando de los leves palos de los cabezudos. Septiembre de hacer cuenta del quiñón; de la verbena del pescador por entre los árboles de Santarúa; de las películas en color por technicolor en el Apolo: Ivanhoe, la Isla del Tesoro, Raíces Profundas…, ¡qué sé yo! Y Emilia la coxa, la tía de los Coyoyos, que venía desde Gijón a rifar por los chigres el brazo de gitana, que siempre terminaba comiéndolo ella y una amiga en un banco de Santarúa. Mes de la libreta donde se apuntaba el hambre del invierno que se pagaba con los bonitos del verano. Septiembre era Tanín, Castor, Juari, Pepe el Chelo, la Egüa, Redondo, Saturno el Cervero, Chemari, Bolín, el Gordo de Anacleta, la Manca del Cho, María Robustiana. Tendría, sí, que llenarse con más nombres este espacio que se acaba. Septiembre era, y es, el faldón de terciopelo morado (bordado en oro) del Cristo marinero de Candás paseando su salvación y la nuestra entre rosas y claveles. 34

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BERTA GARCÍA-BARROSA CANDIA

Algo inesperado Para mí la Primavera es la época más esperada del año. Me gusta contemplar como florecen los árboles, sus amaneceres y atardeceres, oír el canto de los pájaros, los paseos y las reuniones familiares debajo de la panera. Esta Primavera es diferente, hasta el cielo está triste, gris, con unos ratos tímidos de sol de vez en cuando, eso sí se oyen los cantos de los pájaros con más claridad debido al silencio en las calles, en los jardines y en los parques solo interrumpido a las ocho de la tarde por los aplausos de los vecinos para todas las personas que se están jugando la vida por salvar la de aquellos que han sido infectados por el Covid-19. No sabemos cuándo va a terminar, por qué razón se ha presentado sin previo aviso y nos vemos confinados en nuestras casas por temor a un contagio y tratamos de limpiar con esmero todo lo que viene de la calle y dejar la piel de las manos reseca de tanto lavar las. Hay algo positivo, por lo menos siempre intento buscarlo nunca tuve la casa tan ordenada, leo mucho, toco el teclado que hace cinco años dejé de hacerlo, arreglo cosas estaban rotas, las que puedo y tienen remedio porque seguro que a alguna persona le pasa lo mismo que a mi, te viene a la mente oir un poco de música, enciendo la cadena musical, no funciona, me pongo a planchar, se fastidió la

plancha menos mal que siempre tengo una que hacia siglos no usaba y mira, esta funciona, me pongo a escribir por el ordenador, el teclado tampoco funciona, y así voy pasando los días tratando de arreglar y buscando cosas perdidas y ¡qué casualidad! encontrando otras que ya ni me acordaba. La comunicación es necesaria en esta época funesta, para mi la espiritual es fundamental y gracias a la televisión puedo hacerlo. Luego no estar con la familia, tener que comunicarme con ella y las amistades por móvil, mandando whatsApps para vernos o videollamada, pero no es lo mismo. Tener que depender de mi hija y nieto para que me hagan los recados, lo agradezco mucho pero esas salidas a comprar encontrándote con los amigos y echar una parrafada aunque llegaras a casa una hora más tarde no importaba... ¿ podremos volver a hacerlo? Por último, lo más triste, perder a familiares y amigos y no poder acompañar a sus parientes es tristísimo. ¿Cómo se tienen que sentir? Por mucho que los consueles por teléfono o mandándoles un pésame por Internet no es lo mismo. No pierdo la Fé y no sabéis lo que me ayuda y aunque no sé lo que podrá pasar mi deseo es que para el año que viene contemos esto como un mal episodio que llegó a su fin y podamos seguir viéndonos y demostrándonos el cariño que tanto necesitamos.

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VIRGINIA GIL TORRIJOS

POETA AL ALBA ALBORADA DE LAS FIESTAS DEL STMO. CRISTO 2019

Virginia Gil Torrijos Ser poeta al alba o serlo al relente de la noche. Ser hoy muelle, puerto o incierto horizonte. Ser ráfaga de viento, ser arrebato o ser aureola. Ser marinera, ser remera, barcarola o ser sima de caracola. Ser o no ser la vida. Serla o no serla despacio Serla a destiempo a contratiempo, sin armadura, sin miramiento. Ser o no ser la vida… como es o no es la mar, que es todo, apenas poco o nunca nada. Esta mar nuestra que es canto opaco de sirena, estela o marca de impronta libertad. Esta mar que es miedo, espesura, tiniebla, lejano caladero, red, lata y aparejo. Ser poeta al alba o serlo al relente de la noche… me abruma hoy y tanto me trasciende, como me trasciende la sangre y me trasciende el hogar como me trasciende la muerte o este lecho de sal.

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Ser poeta al alta… y aquí mis versos lanzarlos así, al redondel tornadizo de las olas, en estas estrofas pobres, simples, infantiles, temerosas, en estas a las que hoy quisiera hacerlas llegar hasta vosotros y también hacerlas llegar a todos los lugares de salitre y brea a todos los rincones de estrellas topadas y reas a todos los puntos cardinales, dónde siempre reposarán flores, reposarán rosas, reposarán cármenes y reposarán fosas; en estas letras lúgubres con llantos de pasados torpes y futuros, en estas letras: que son contradictorias duras, suaves y también impetuosas, en estas letras que son inciertas, mordaces y sordas, en estas letras submarinas cual disposición torbellina de negro cañón abisal... Estas letras en las que quisieran amarrar esperanzas y todas las añoranzas… Pero es posible que mis poemas se encallen seguro antes de salvar con éxito las rocas que no consigan vencer al temporal y alcanzar vuestro altar soñado de plata, vuestro altar de algas vuestro altar de bahías, rías, orillas y atalayas. Pero en estas letras de rumbo Norte vierto hoy mi teclado en este Cantábrico que es en realidad océano que es canto de piedras rodadas que es canto de hambres y soñadas coordenadas que es grito de gaviota, que es libro de mareas que es fuerza de nordeste espuma de acantilado, que es arenal y que es alborada. En este Cantábrico que es también descanso veraniego paleta, caldero, charco y cangrejo que es también tinta de calamar. Aquí dónde es o no es la vida como es o no es la mar... Y hoy me corresponde a mi lanzar este tributo este cantar, esta plegaria de respeto y pan. Me corresponde ensalzar esta esencia, esta edad tiritada, de chalanas que vienen, de chalanas que van. De humos de barcos mahón y percal. Me corresponde desdecir todos nuestros frentes, rular toda nuestra paz…

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Y ser poeta al alba o serlo al relente de la noche. Ser hoy muelle, puerto o incierto horizonte. Ser ráfaga de viento, ser arrebato o ser aureola. Ser marinera, ser remera, ser barcarola o ser sima de caracola. Un ángel nos susurró que todos venimos de hombres de toda mar y toda tierra Y de fértiles vientres de mujer en el periplo milenario de nuestra carne. Y hoy otros poetas, todos ellos ángeles me susurran contar viajes de familias y amarres viajes por peñas, riscos y valles, viajes por ríos, montes, prados y calles viajes por montañas, por pedregales y playas. Y por eso hoy quisiera tributar con pasión de cofrade tributar a los excelsos compañeros y tributaros a vosotros. Tributar a vuestro sudor, a vuestra alma, a vuestro silencio y vuestro coraje. Y tributar a vuestra, a nuestra mar y a nuestro camino de borda a borda de proa a popa de gente inmensa y de gente sobria de gente digna de gente sola. De gente sufrida y aguerrida, de gente adaptada a las galernas y las calmas de gente que siempre supo pilotar embistes, tempestades y ausencias en tumbas con cal… De gentes supervivientes… A todos vosotros, a todos nosotros: caldereros, marisqueros, sardineros, conserveras, rederas, botineras prácticos, patrones o armadores; a todos los valientes; a vosotros, a nosotros; y a los que nos abandonaron de sus cuerpos presentes, quisiera agradecer, quisiera tributar, quisiera rendir mi pena y mi terca y solitaria verdad. Pero mi voz es nimia y es pequeña, apenas sabe entonar una salve, rezar una habanera, musicar una tonada, abrazar una copla o una clave. Mi voz que es nimia y es pequeña, tan sólo sabe lanzar un verso llorar un beso un avatar, una estación una oración de gente corriente... temerosa de mar.

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Gente agradecida a los puertos. Gente con miedos, con silencios. Gente con alegrías y algarabías. Gente que celebra peces y llora plásticos… Gente con ausencias que emergen serenas a los días; gente con inclemencias, gente, gentes, marineras... Gente, gentes, simplemente decentes. Gentes con contraluces, con brisas tempranas. Gentes con tenacidades de alborada. Hoy quisiera lanzaros a todos mi tributo; dibujar este mi cantar, esta mi plegaria de respeto y pan; ensalzar esta esencia, esta edad tiritada, de chalanas que vienen, de chalanas que van… Con estas estrofas pobres, simples y temerosas: con estas estrofas dónde quisiera reposaran flores, reposaran rosas, reposaran cármenes y reposaran fosas. Con estas estrofas, con esta oda, con esta salve de Cristo en Candás. Y ser poeta al alba o serlo al relente de la noche. Ser hoy muelle, puerto o incierto horizonte. Ser ráfaga de viento, ser arrebato o ser aureola. Ser marinera, ser remera, ser barcarola o ser sima de caracola

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JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ CUERVO

La Casa donde habitan mis Recuerdos pues era una persona que adoraba a los críos, los perros y las plantas por ese orden. Con sus gafas viejas de toda la vida medio reparadas sus patillas con esparadrapo, siempre tenía buenas palabras para todo el mundo que por la calleja Nolo pasaba. Recuerdo los olores de esa bodega a salitre, raba, a sardinas, todo olía a mar. En unos barriles había raba (huevares de bacalao) que se empleaba para enguadar y concentrar el pescado antes de cercarlo y pescarlo con las redes, también salvao (de la molienda de trigo).En otros había sardinas con capas de sal y tapadas con una piedra encima. Veo a mi madre en invierno coger esas sardinas para preparar la cena o la comida. En una estantería desvencijada de color verde al fondo se guardaban, faroles, corchos, plomos y carburo, guardado en sus cajones. El carburo se empleaba con los faroles para alumbrarse de noche en las motoras. Era una bodega donde convivían y se juntaban en perfecta armonía todos los olores.

Aquel día entraba en la casa que había sido mi hogar en la infancia cuando tenía siete años, era la casa de mis abuelos Manolo Pano y Ramona por parte materna. Hoy vacía y con un cartel de Se Vende en su fachada, no quiero perder una parte de los recuerdos y vivencias que pase en ella. Cuando entré y recorrí sus estancias, vinieron a mi memoria como una especie de flas, momentos que guardo en mi corazón. Era aquella casa que mando construir mi abuelo, la casa familiar por antonomasia de la media luna, el símbolo que reflejaba los modestos barcos que tuvo la familia. Estaba compuesta por almacén, o bodega, planta baja y primer piso, con unas escaleras interiores que la comunicaban entre sí. Aquella casa rebosaba durante todo el año bastante actividad, visto con los ojos de un crio de siete años. En la bodega o almacén había dos lavaderos pegados y las redes hermanadas compartían espacio esperando el turno a que mi tía Argemira las adobara (coser). Allí jugaba con mis amigos, escondiéndonos entre ellas, mientras hacíamos de rabiar al perro de turno que siempre había, primero el Toni, luego el Yaqui y el ultimo el Como tú. Mi tía con su infinita paciencia, nos consentía todo,

La planta baja era el sitio donde más actividad había, alrededor de aquella cocina de carbón Allí presidia mi abuela Ramona, una persona mayor que siempre la conocí vestida de luto riguroso y sobre sus hombros una manta candasina que llevaba en to42

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das las épocas del año, sentada en su sillón de mimbre y con un rosario de azabache entre sus manos que no soltaba en ningún momento, una persona tan seria, religiosa y austera, que no recuerdo ni sus besos ni sus abrazos. Los domingos a mediodía había más bullicio por la casa y yo me sentaba en las escaleras para ver los hombres, que entraban y salían, venían a cobrar el quiñón (salario) de la semana. Recuerdo al señor que hacia las cuentas en una libreta (que yo conservo) 2350 pesetas de raba, 270 de salvao, Mutua 302, Bebida 212, Carros 50, de gastos 3184 de entradas 14640(28 de junio de 1959). Hacia los montones y según cobraban los iba tachando. También me viene a la memoria, pero fue después de pasados años, lo que hacía con aquellos billetes de cartón del tren, los que estaban mal picados los reparaba y les cambiaba la fecha para reutilizarlos. A diario mi madre llegaba toda apurada de la fábrica comíamos juntos y ella volvía otra vez al trabajo.

En el primer piso, mi tía Ramona la más joven que estaba soltera y que nunca quiso ir a la fábrica, mi abuelo le puso una peluquería en casa, recuerdo aquel armatoste de secador donde las mujeres metían aquellas cabezas llenas de rulos para secarse el pelo. Cada pocos días aparecían por allí, la hermana y la madre de Manolin el Reparao, por la asiduidad con lo que lo hacían y lo buena gente que eran, casi de la familia. También recuerdo muchas tardes donde nos visitaba un señor mayor llamado Silvino, que era pariente de mi abuela, estaba en un asilo al que le había llevado su hijo y se le encendía la cara y los ojos de amabilidad al encontrarse en nuestra casa compartiendo sus charlas con la familia, alrededor de una taza de café y unas galletas que le ponían sobre aquel mantel de hule de colores. Así transcurrieron los días, meses y años en aquella casa donde nos criamos, compartimos y vivimos cuatro mujeres un hombre y dos críos, mi hermano y yo. Una casa donde hubo vida. 43

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MANUEL MENÉNDEZ SANTOS

EN MEMORIA DE

Ramón Fernández Artime DEL RETIRO

Tarde gris de invierno en restaurante local; celebraba un cumpleaños de una querida sobrina. Una amistad me dijera de tu billete, solo de ida. Percibí la triste nueva como con naturalidad, pero luego en el hogar, afloraron emociones como también reflexiones sobre el don de la amistad.

Un tornar al recuerdo de cosas de nuestro ayer, me llevaron a comprender, no debería de olvidar lo que nunca volvería a ver, lo que hoy llego a recordar. Pues, mi espíritu reclama que aunque ya se fueron, ilusionantes nacieron a impulsos del corazón y hoy deseo ¡Amigo Ramón!, sirvan de rememoración. Recuerdos que dan paso en torno a los sesenta, al grupo me presentas con tu poderoso aval,

momento que descubrí tu noble esencia personal. Como aguda perspicacia para con mi vehemencia, me aconsejas prudencia ante bromas incipientes: "el tiempo será tu aliado, si sabes ser paciente".

No siempre les fuera fiel a tus prudentes consejos, mi suspicacia y complejos a veces , se oponían por pensar que al respeto ciertas bromas ofendían. ¡Cúanta labor amigo mío por la mente acomplejada! Con que fuerza se empleaba tu aguda perspicacia Cuánto agradecimiento mi pecho acumulaba! Con el tiempo comprerndí que la buena educación esta en la formulación del uso de las palabras Aquellas más adecuadas, con toda consideración. Este era el mensaje, que querías transmitirme 44

para el libro de la vida. Razón de seguir tu estela que por tus sabios consejos, en mi hicieron escuela. Entre alas de juventud, trabajo, divertimento, iba pasando el tiempo, ansiando el fin de semanalibre de obligacionesculto para la jarana. Los bebederos del ocio, eran pues, los habituales. Si bien como especiales: el Parque y el Manila, sin obviar las discotecas de los diversos lugares.

Al tornar a tiempos de ayer, con sus gratos pasatiempos: maravillosos momentos en la sala del Manila con grandes atracciones de primerísima fila. Hasta el tope la sala, sin caber ni un alfiler. Nuestra juventud de ayer, animada por las copas, y vencida la timidezde alegre se volvía loca.

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Yo entraba al "bailongo" como el toro al engaño. Procuraba pasar por alto cuando llegaban los nones. Por ello pude comprender, el madurar como hombre. Tú, no eras amigo mío inclinado al bailoteo. Te iba mejor el parpadeo de mirar desde la grada. Entre sorbete y sorbete, recreabas la mirada.

Entre otras gratas cosas vitales para el cuerpo. Cuando llegado el momentode olores y saborespor las ventanas del cielo se asomaban los dioses para aspirar el olor, emanado de los platos con los sacrosantos cayos. Arte de tu madre, Lucia que hasta el mismo Júpiter, exclamara iPura ambrosía! ;Con cuánto afán los fines para ocio y divertimento!,

iQue exquisitos momentos para rendirle pleitesía a los callos que apetecían hasta al mismo firmarnento.! Pletoricos de energia, afinadas las pajuelasentre tangos, rancheras..., lanzábamos al vientocual un acción de graciasnotas de hondo sentimiento.

Tu especial personalidad, ante nuestras vibraciones, escuchaba las canciones. Sonriente y sin queja señalabas a tu oreja: "tiene pocas percepciones". "Me gusta más escuchar. "Aunque no soy buen oidor, la música a mi manera, sé cuando vuestras pajuelas, están bien entonadas, o suenas a ruido de latas..." Mientras, tanto los años, la juventud iba alejando a su vez, el tiempo dejando surcos profundo de dolor 45

como a nuestro amigo Rufo en el centro del corazón. Tu me diste la noticia. Era un dia de septiembre cuando muy tristemente: iNuestro amigo ha muerto"! Fuera cual gélido pupal el fátidico momento. Cuando un amigo se va con adiós definitivo, es un eslabón perdido huérfano de la presencia, marcando la diferencia de quien queda o se ha ido. También escribiera el final el mas que historico Retiro; Bebedero de ocio y señor que tu, dueño clausurabas, entre nostálgicos cantos de tu noble muchachada. Entrañable y mitico por su exquisito yantar pero tambien disfrutar de otras farras corridas y como fueran vividas: remansos de armonía y paz. Nuestro grupo o "cadena”

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fue perdiendo eslabones: distancias, ocupaciones..., modificaron costumbres razón de ir rebajando la intensidad de su lumbre. Aquella gran muchachada de diversa indole social, como tambien cultural; de tiempo no era la misma, se había ramificado, dentro del ámbito local. Solo de tarde en tarde, fluía alguna reunión, pero ninguna en comunión como aquellas del pasado, todo iba cambiando como notas de bandonión.

Es cierto, querido amigo que en tiempos de estudianteprecario en lo boyanteno me era permitido el derecho de alternar

por ser lujo prohibido. Librados del ominoso 23 F, ya en plena democracia mi ideal rompió una lanza por justicia y libertad que junto a otros principios: progreso y vivir en paz.

En cambio, nuestra amistad, aunque algo más distanciada en el ocio se encontraba con to preclaro intelecto. Siempre algún rayo de luz, en el mío se incrustaba En una de esas noches, afines a confidencias, sin que fueran coincidencias, derivamos a la salud. Sabiendo el más grande don, abusamos con frecuencia. Pero, esa misma noche, en una mesa sentados, me dijiste que a un lado, 46

sentías unas punzadas. Para no preocuparte, te dije: j "bah, no es nada"! Si bien, dentro de mi esenciaen mi afan de quitarte hierropienso no fui muy sincero. No crearte preocupacióntras reflexionar, pensé te, había hecho un flaco favor Al pensar en la costumbre del tópico: i"No es nada"!, pero en mi si dejaba el veredicto del tiempo: un leve remordimiento como de sabor amargo. Pues, creo que la prudencia era el mejor consejero: el medico to primero en tanto que prevencion. El consejo adecuado, era mi obligacion.

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Aunque también comprendí que ante noble intención cual brotada del corazón-. Ante cualquier adversidadse impone la comprensión cuando limpia la voluntad No vengo en disculparme. No tengo porque hacerlo, si vengo en reconocerlo, es por el hondo respetoque siempre te he tenidoy no matara mi tiempo. Pero esta emoción de afecto espiritual, es como un nexo personal, separado de la vida. Esta juega su partida en un tablero general. Cuando en dedales ganar, cuando en toneles perder. Pues , lo que paso ayer, no sirve para mariana la vida es artesana, cuando en ganar y perder.

Entre estos dos vocablos; dos verbos infinitivos, fueron surgiendo caminos con diferentes ramales, en uno sigo soñando, poder arrancar sus males. También tenía mi tiempo para las noches buhoneras, vividas a la manera, enmarcado en la distancia, sin saber que tu ingresado, yo sumido en la ignorancia. Raudo cual pensamiento, me dirigí al hospital, con algún dato personal, pregunte en información. Al pronto, amablemente planta y habitación. Amplia fuera tu sonrisa, fulgor tus ojos de alegría,

fe en la esperanza mía. Al verte tan animado, envuelto en bata granate ¡Oh..., me sentí aliviado!

Te pregunté por la causa. El por qué de ingresado, tu caracter reservado: iBueno, cosas de la vida...!, no continué preguntando, ya me habías contestado. Esta cualidad personal, discreta al mundo ajeno, te inclinabas al terreno, cuidándote de no juzgar a tal cual semejante, mucho menos, criticar.

Días después, el alta. De nuevo a la rodada, aunque algo mas pesadacomo toda to "carreta"El haber embarrancado, te había dejado huella. Mis pasos iban, entonces por distintos derroteros, el tiempo, compañero, de vernos, era escaso. No el tuyo ¡Buen amigo que de él, ibas sobrado! Para nadie era un secreto, porque mares navegando, entre sargazos sembrando mis principios de utopía, sin pensar que en el tiempo mis ensueños , se dilulían.

Sin embargo, una noche, hasta despuntar el alba, fuimos descorriendo el velo, que cubría nuestras almas. El chigrero bostezando nosotros, charla que charla. Charlamos de muchas cosas, como de cuando ingresado, si bien, me habías contado estuviste dos veces más47

en poco más de tres mesessin haberme enterado. Tu generosidad no era, ir regalando sonrisas, pero cuando lo hacías, momentos eran de alegría o indiferente actitud, según fuera tal cual vida. Y esa noche de mutuas, y nobles confidenciassaboreando las esencias-mas bien con moderacióntuve la extraña idea que abusábamos del licor Ante esta observación, consciente de to salud con suavidad, sin acritud, creyendo el licor, derroche -por confianza de amigote hice un leve reproche. Levantaste la cabeza. Me miraste fijamente, y más serio que sonriente me dijiste: " de mi tiempo, este es un gran momento de los pocos existentes. Si a la edad que hoy tengo: siempre con medicaciones y a su vez prohibiciones, mi vida es un sin sentido. Si vivir son años menos, siempre me fue preferido". Al escuchar sus palabras y forma de ver la vida, la di por bien definida, porque era mi opinión. Si bien , con algún matiz, más no era la ocasión.

Entre las dagas del alba, paso a paso caminando con algim bandazo dandofui ascendiendo la cuesta, con tantisimas paradas que at final perdi la cuenta.

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Fueron pasando los años raudos ,cuales rayos de sol, obligado cambie de rol, yendo a vivir al centro contando con de ascensor Un maravilloso acierto! Aunque barrio muy chiquito, es de un don privilegiado: ventanal atalayado para ver los navegantesentre ellos estabas tu, navegando por levante. Quiero decir, mas al forte. Venias en mi direccion, según fuera la ocasión. Saludo con charla grata o saltando los tabués, atracados al mostrador con el amigo Jenarín. Avizor en mi ventana, avanzada la mañana, fui notando tu ausencia. Miraba para levante, sin ver asomar tu esencia.

Sin embargo sería la mía de pronto me preocupaba. Fuera como una punzada, honda en el lado izquierdo, al tiempo el flujo de aire su escasez me ahogaba. Después de mejorado el alta me fuera dada. De nuevo a la rodada, pero sin salir del hogar. Casi un año pasaría sin la calle volver a pisar. Centrado en mis problemas, pensado tan solo en mi, me había olvidado de ti. Cual monje enclaustradode tu última recaída, no me había enterado. Así era. Efectivamente. Duele mucho reconocer que el tiempo nos hace ver que en la fila de partida el billete está caducado, sirviendo solo de ida. 48

Nadie sabe a que distancia, estamos unos de otros. Verdad que entre nosotros mi distancia está a la puerta, si la parca aún no sube, espera agotar la tregua. Pensé para este homenaje, dedicarte algo bonito, olvidaba tus sentidos, despreciaban la vanidad. Tu pueblo era el sencillo iDescanso en la Eterna Paz! Para ti estimada Luci: doliente en tus momentos, mis sentidas emociones, no hizo olvidar el tiempo, las que aquí te expreso con hondo sentimiento. Por golpear: madre e hija dos incalificables veces. Que el dolor os remanse en las aguas del sosiego, como a ellos también: en los etéreos mares

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MIGUEL MENÉNDEZ VIÑA

Rituales

Se sienta en el banquito a esperar, donde se bifurcan dos caminos, el del muelle y el del paseo marítimo. Desde hace muchos años, desde aquella llamada de teléfono, todos los días espera verla aparecer calle abajo, por donde “El menor” con la cesta de la compra. La imagen que proyecta su imaginación es tan nítida y tan rica en detalles que sus sentidos se le confunden y el corazón le da un vuelco. De hecho siempre se sorprende a sí mismo corriéndose hacia un lado del banco como para dejarle sitio, hasta que se da cuenta, y mirando a su alrededor, entre confundido y avergonzado, intenta disimular espantando a alguna paloma o rascándose un tobillo. Pantalones y chaqueta gris, impecablemente planchados, y camisa azul abotonada como siempre hasta arriba, sin corbata. Zapatos que dejan la huella del tiempo a su paso, pero aún pasean con orgullo un lustre obstinado. Su bigote, bien afeitado y perfilado al milímetro. Todo en él destila un aire marcial, elegante, sin lujos. En su mano un clavel rojo, carnoso, recién comprado en La Plaza, paso obligado en su camino hacia el muelle, hacia su banquito de La Pregona. Desde aquella maldita llamada de teléfono había tenido que arreglárselas solo, y comprobó con vergüenza que no sabía ni poner una lavadora o planchar una camisa, pero a la fuerza ahorcan, y aprendió a vivir en soledad, con la única compañía de un gato negro medio tuerto y esmirriado, que aparecía según conveniencia fallando más que una escopeta de feria a la hora de dormir. Y así vivía, con sus dos trajes y sus respectivas camisas, tres mudas, café, sopas de ajo, pescado frito, filete los lunes, clarete Tascón a diario y sidra domingos y festivos; tal era su pequeño universo inamovible, engranado y mecánico. Una suma de pequeños ritos que conformaban un ritual austero y sin complicaciones. Pero él un día no aparece. El camarero del bar de enfrente se sorprende, lleva diez años observando al hombre que se sienta en el banco de La Pregona, diez años viendo a través de las volutas de humo de su cigarrillo a un hombre que espera, que al cabo de un tiempo se incorpora, tira un clavel al mar y no se va hasta que desaparece del todo. Diez años. El camarero mira hacia el cielo esbozando una tibia sonrisa a modo de pequeño homenaje. Se está nublando. Va a llover . Al día siguiente, el camarero sale a la terraza y como todos los días, enciende un cigarrillo y espera a que aparezca aquel hombre del traje gris y camisa azul abotonada hasta arriba y sin corbata, ese hombre que lanza un clavel rojo al mar y espera a que se lo lleven las olas. 50

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LOLI MONZÓN Velasco

Fotografías Mandy

XXIX SALÓN DE TEATRU

COSTUMISTA ASTURIAN DE CANDÁS Y GALA DE LOS

“Premios Aurora Sánchez”

Candás “ se muere de risa” con las compañías del Salón de Teatru Costumista Asturianu que anuncian, con una escenificación callejera de “ El viaje a ninguna parte” de Fernando Fernán Gómez, la apertura de su ciclo de teatro. La llegada de las compañías teatrales a la plaza Hermanos Helio, en un antiguo bus ALSA, con baile, cantos y reparto de folletos informativos sobre las obras a representar

y el pregón leído por José Ramón Oliva, siendo autor Alain Fernández, pone a los candasinos y visitantes en marcha para recibir en los próximos doce días al Teatru Costumista Asturianu. El miércoles 21 de agosto el Teatro Prendes abre sus puertas para acoger a las compañías, que llenarán el aforo con sus intrigantes, cómicas y emocionantes actuaciones.

ESCENAS DE LAS COMPAÑIAS PARTICIPANTES

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Antiguo bus ALSA

5/ G. T. Rosario Trabanco (Xixón) Obra: Asilu por compasión 6/ G. T. Trama (Granda-Xixón) Obra: El adiós a la quintana 7/ G. T. Refaxu (Blimea-San Martín del Rey Aurelio) Obra: Promoción del 66 8/ A. C. Padre Coll (La Felguera-Llangreu) Obra: L´espectru 9/ G. T. Santa Bárbara (Llaranes – Avilés) Obra: Operación panoyo 10/ Cia. Asturiana de Comedias (Xixón) Obra: La venganza de la xana 11/ A. C. El Hórreo (Barcia-Valdés) Obra: Mucho ruido por unes nueces 12/ G. C. Xana (Perlora-Carreño) Obra: Pachu y Marcelino ¡vaya par de divinos!

Cartel del Salón de Teatru Costumista de Candás 1/ G. T. La Farola de Xixón (Xixón) Obra: Disparate a l´asturiana 2/ G. T. Traslluz (Xixón) Obra: Yes igual que caldu gordu 3/ G. T. San Félix (Valdesoto -Siero) Obra: Alta suciedá 4/ G. T. Carbayín (Carbayín-Siero) Obra: La prueba la rana

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El jurado se reunió en la primera semana de setiembre, con antelación a la Gala en el teatro Prendes , para deliberar y decidir los premios Aurora Sánchez 2019 en las distintas categorías. De izquierda a derecha: Eduardo Morán, Mandy Velasco, Loli Monzón, Erundina Busto, Menchu Fernández y Juan José Fernández (Presidente del Patronato del Teatro Prendes)

PREMIOS AURORA 2019 Meyor decoráu e illuminación: Jesús Alfredo Suárez, G.T. Santa Bárbara (Llaranes-Avilés). Meyor maquillaxe y vestuariu: Mar Buelga y Marta Casas, Compañía Asturiana de Comedias (Xixón). Meyor actriz secundaria: Diana Suárez, G.T. Santa Bárbara, (Llaranes-Avilés). Meyor actor secundariu: Pepín García, G.T. San Félix (Valdesoto-Siero). Premiu del públicu a la meyor función: A.C. El hórreo, (Barcia-Valdés). Premiu honoríficu para Alberto Carrandi. Meyor actriz principal: Nati Fernández, G.T. Carbayín (Carbayín-Siero). Meyor actor : Jorge Melero, G.T. Trama (Granda-Xixón) Meyor textu teatral: “L´ESPECTRU” de Fernando Valle, A.C. Padre Coll (La Felguera-Llangréu). Meyor direición “Eladio Sánchez”: Sergio Buelga, Compañía Asturiana de Comedias (Xixón).

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El viernes 6 de setiembre, a las 21 horas con asistencia de autoridades, jurado, componentes de las compañías y espectadores se celebró la Gala de entrega de los premios, col espectáculu “ Dos galas y un destín”, d´Alain Fernández que dirigió y participó como actor con verdadera maestría.

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Recogiendo el Premio a la mejor función.

Recogiendo el Premio al mejor texto teatral.

Recogiendo el Premio Honorífico.

Alberto Carrandi posando con sus compañeros del G.T. “El Sueve”

El organizador de la Gala, Alain Fernández, posando con los actores y actrices participantes.

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Foto de familia: autoridades, jurado, premiados y participantes

Organizar y dirigir una gran gala es complicado y trabajoso y más aún, que todo salga bien. Felicito a Alain Fernández por su energía y valor para lograr una de las actividades con mejor acogida y de más agrado a nivel público, ¡ ENHORABUENA!

Durante las funciones se pudo visitar en el ambigú del Teatro Prendes la exposición del XXI Concursu Internacional de Fotografía Dixital “ LA MINA Y LA MAR 2018”. Recordamos a Arsenio González y a Eladio Sánchez que nos deleitaron durante años con su presencia y simpatía, así como a todas las personas que participaron en el Salón Costumista Asturianu de Candás y que ya no se encuentran entre nosotros, para todos ellos nuestro cariño y afecto.

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ARTURO MUÑIZ FERNÁNDEZ

CARREÑO VISTO POR LOS FORASTEROS Es probable que la más bella y certera descripción del paisaje de Carreño no se deba a la percepción proveniente de la mirada de un forastero, sino a alguien que, aun con raíces en el territorio, ha venido al mundo, por azar del destino, a muchas leguas de distancia, allí donde se contraponen las vegas del Duero y el Valderaduey, las tierras altas y las llanuras áridas de la meseta. "Me nacieron en Zamora --escribe Leopoldo Alas—, pero yo tengo mi casa de campo en la marina, donde los mozos alzan poco la cresta y parecen las olas suaves y nada altaneras que se deshacen sobre la playa en ondas graciosas, tenues, cada vez más tenues, hasta ser un cordón de encaje que entre el sol y la arena disipan de una sola chupadura. Las montañas, como olas de la tierra que van al encuentro de las olas del agua, son, en el alta mar de los puertos, gigantes que mecen la cabeza cana, como de rizada espuma, por las nubes plomizas, pero según se van acercando a la costa se van achicando, achicando hasta ser colinas, cubiertas de verdores hasta la cima, y luego suaves lomas que llegan a confundirse con las dunas, donde las montañas del Océano también se desvanecen". Siempre recordaría Clarín los días de juventud vividos en la feligresía carreñense de Guimarán, algunas de cuyas villas tenían capillas y cofradías, como la de Santa Eulalia del Valle, que la tienen desde el siglo XVII. Fustigador de mojigaterías y extravíos eróticos de la vida vetustiana de su época, por todos es bien sabido que Alas no fue un forastero en el concejo de Carreño. Ni sus años años de formación en Madrid, ni sus cátedras de Zaragoza y Oviedo lo alejaron espiritualmente de su ámbito de ascendencia, aparte de que sus frecuentes estancias en la casa familiar de La Re-

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bollada, su visión del entorno natural y del espíritu humano, sirviéndose de la descripción de prados, árboles, vacas, nubes o maizales, así como de la creación de figuras literarias como las de Ana Ozores, doña Berta, Rosa, Pinín o Manín de Chinta, no le desvirtúan de su condición de observador a distancia, coyuntura que le concede autoridad para que su testimonio sobre el concejo sea tan agudo, emocional y penetrante. De otra parte, entre los numerosos viajeros, visitantes o peregrinos, tanto españoles como extranjeros, que a lo largo de la historia se acercaron a tierras de Carreño, hay nombres de personajes notorios, como el del médico, economista y clérigo inglés Joseph Townsend (1739--1816), que en su obra "Viaje por España en los años 1786 y 1787" (3 volúmenes, Londres, 1791) describe su llegada al Principado, por el puerto de Somiedo, y apunta estas palabras en su cuaderno de viaje: "Después de haber pasado algunos días en Luanco fuimos a Carrió, otra casa de campo perteneciente al conde o, mejor dicho, a la condesa. De Carrió fuimos a Gijón, puerto de mar importante [...] Volvimos a la mañana siguiente, por Carrió, a Luanco, y nos detuvimos en el camino en una hermosa pradera, cerca de Can-

dás, para tomar parte en una pequeña fiesta campestre. Encontré en la proximidad, y en la roca calcárea, una rica variedad de fósiles extraños, corales, coralinas y coraloides..." Uno de los escritores españoles de más fama en aquellos días fue el lavianés Armando Palacio Valdés, visitante de Clarín en su casa de Guimarán y autor de la controvertida novela "José", cuya ambientación estuvo en disputa durante mucho tiempo hasta que críticos e investigadores llegaron a la conclusión que el escenario del relato no es otro más que Carreño. A su vez, el ingeniero gallego Fernando de Gaber (siglo XVIII), autor de un trabajo titulado "Derrotero-relación de los castillos, fuertes y baterías establecidos en la costa asturiana para la defensa de sus puertos y abrigos de las embarcaciones contra los insultos de corsarios en tiempo de guerra..." (La Coruña, 1793), cita en dicha obra la batería de Candás, de la que dice que "está en buen estado, habiendo sido reparada, entre otras, "a costa del Marqués de San Esteban, comandante de artillería que reside en Gijón, en cuyo pueblo existen los efectivos de artillería para toda la costa de Asturias". Otra mención al territorio de Carreño aparece en el libro titulado "Viaje de

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SS.MM. y AA. por Castilla, León, Asturias y Galicia, verificado en el verano de 1858", por Juan de Dios de la Rada y Delgado (Madrid, 1860). Dice así la referencia: "Si las cercanías de Gijón, ya que no los tenga, guarda monumentos de importantes recuerdos, no es el corto espacio que media entre ambas villas marítimas, donde menos se hallan. Carrió, con su lápida de Augusto existente en la quinta del Conde de Peñalva; Perlora, con las ruinas de un monasterio, recordando el que allí existía a principios del siglo XII, que ya donaba en 1114 doña Urraca a la Catedral de Oviedo, y cuya iglesia por ventura aún subsiste convertida en parroquia; Candás, con su pequeño pero seguro muelle, su severa capilla del siglo XVII y su devoto Cristo, acaso de los primeros siglos, del que cuenta la tradición que fue encontrado por unos pescadores en alta mar...". Otro escritor español, Francisco de Paula Mellado (principios del siglo XIX) viaja por Asturias en 1848 y escribe en su obra "Recuerdos de un viage por España" (3 vols., Madrid, 1849-1851): "Enseguida llegamos al linde que divide el concejo de Gonón [Gozón] del de Carreño, que es más fértil y rico que el primero. Comprende doce feligresías y tiene por capital a Candás,

que dista de Luanco tres cuartos de legua en el mismo camino que seguíamos. Esta villa, situada en las faldas de dos montañas contiguas cuyos extremos se esconden en el mar, tiene 191 vecinos, aduana de carta clase, una parroquia, tres ermitas y un buen muelle reedificado últimamente por disposición del Gobierno; capaz sólo de lanchas. Es Candás pueblo muy antiguo, pues se supone existía ya en tiempos de los romanos, y las espaciosas casas que conserva, adornadas en su mayor parte de escudos de armas de familias respetables, muestran la importancia que tuvo en otros tiempos, la que cesó cuando el tráfico que se hacía en ballena y grasa, presentando hoy el aspecto de un pueblo pobre, decaído y casi en ruinas. Los candasinos son, con exclusión de otra ocupación cualquiera, pescadores, y poseen cuatro fábricas de salazón de sardina. La iglesia parroquial de San Félix, aunque nada ofrece de notable respecto del punto de vista artístico, es una de las más famosas de Asturias, por hallarse en ella el santuario del Santo Cristo, imagen que está en la mayor veneración y en cuyo honor se celebra una lucidísima romería el 14 de setiembre, que es de las más concurridas del país. La efigie del crucifijo es de tamaño natural, está toscamente escultada y parece ser obra del siglo XI o XII, en que las artes habían decaído tanto; fue cogida en la red de unos pescadores que iban al besugo en el siglo XVI, por lo que se cree sea una de las muchas que los ingleses católicos arrojaron al mar en tiempo de las persecuciones de Enrique VIII, y de las que vinieron varias a parar a esta costa. 'De Candás, el Cristo y no más', dice un proverbio asturiano aludiendo a lo poco que ofrece el pueblo de que tratamos, pero es en cierto modo injusto, pues es también notable por sus mujeres, que son bien parecidas y visten con gracia. Entre las elegantes de las aldeas, el pañuelo atado a la candasina es de rigor. Al cuarto de hora en dirección a Gijón se encuentra la feligresía de Perlora, en la que, en el paraje llamado Perán, y sobre unas rocas que avanzan en el mar, se ven las ruinas de lo que parece haber sido un gran castillo, con una capilla inmediata dedicada a San Pedro, y muchos vestigios de antiguos edificios a su alrededor. Estas ruinas son las que con muchas probabilidades se suponen ser los restos del castillo de Gauzón". El malagueño Juan Gualberto Gómez Valdemoro (18551943, escritor y bibliotecario, viajó por Asturias y es autor del libro "De allende Pajares. Paisajes y cuentos" (Madrid, 1903), dedicado a don Ramón Menéndez Pidal. Asimismo, Valdemoro publicó una novela, titulada "¡Avante% cuya acción se desarrolla en Candás a fines del XIX, y que describe la villa con estas curiosas pinceladas: "A la vuelta del altísimo peñasco,

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Candás, el risueño pueblo que, como un ave marina se posa al otro lado de los cabos de Torres y de Peñas, entre el monte que corona la ermita de San Antonio y el cerro en cuya cúspide se ven las ruinas de San Sebastián, junto a las cenizas de inmensas hogueras que alumbran la vuelta a su hogar del pescador de bonito [...]. Candás tiene una playa en miniatura con finísimo lecho de arena que el mar renueva todas las noches, dos cafés, una fonda y varias casas de huéspedes, sin contar las que los vecinos alquilan por poco dinero al bañista..." Alfonso Pérez Nieva (1859-1931), escritor y periodista, retrata así a Candás: "Atravesamos el pueblecito lentamente, al paso, echando una mirada a las estrechas calles que a uno y otro lado se distinguen. Una fonda, una plaza y un almacén de conservas. El bulevar, sin duda. De pronto, nos hiere la vista un reflejo de cosa bruñida, como de plata. Son cientos de sardinas puestas a secar al sol en grandes tableros. El olor a pescado es fortísimo, pero alegra la mancha acerada. Detenémonos un instante para visitar en San Félix el famoso Cristo". José Francés (1883-1964), en su "Madre Asturias" (Madrid, 1945), elogia "la incom-

parable feracidad del valle de Carreño". Y el historiador Miguel Artola (San Sebastián, 1923), en su ponencia de 1964 para el 'Simposio sobre el P. Feijoo y su siglo', dice: "El concejo de Carreño constituye un ejemplo de máxima participación del pueblo en el gobierno a través de un sistema plenamente representativo ---y cita las palabras de Miriano---: 'A principios del año hay una Junta General de todo el concejo, con asistencia de los vecinos que quieren concurrir en la Rebollera o Rebollada, monte raso y despoblado de Logrezana, para dar la posesión al procurador general y para residenciar a justicias y oficios del año anterior, acto que se concluye con comidas y bebidas para todos'. Como es natural, existen muchas más referencias históricas y literarias a propósito del municipio de Carreño y de la villa de Candás, su capital. Por lo tanto, considérense las notas que preceden sólo como una personal y modesta aportación al gran estudio y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria a los que es acreedor un municipio tan afortunado en naturaleza y tan rico en historia como el carreñense.

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Una gaviota en la Baragaña JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ARTIME

La conveniencia de concentrarse en una actividad ya había sido defendida por el economista David Ricardo durante la Revolución Industrial en el siglo XIX. La basaba en la ventaja que tenía para los trabajadores especializarse en la fabricación de aquellos bienes que podían elaborar de forma más económica. Ya en el siglo XX, Paul A Samuelsón planteó una parabola para explicar cómo debería elegir un país entre producir dos bienes tan dispares como “cañones o mantequilla”. Con ella nos enseñó dos relevantes conceptos económicos: las ventajas comparativas y el coste de oportunidad. Era, evidentemente, un supuesto teórico, puesto que en ningún país se da esta dicotomía, pero servía, a modo de ejemplo, para ayudar a orientar la producción de una economía hacia una estado de mayor eficiencia. La conclusión resumida del premio Nobel de Economía, era que cada país, se debería dedicar a fabricar aquello para lo que esta más capacitado. Sostenía que, la fuerza de la especialización, aseguraría un aumento de la calidad y una disminución del precio de producción, con la consiguiente ventaja competitiva y la mejora del coste de oportunidad. Esto resultaba de invertir los recursos en lo que eras más productivo. Una conclusión de sentido común, pero que, curiosamente, no siempre se aplica. Este ejemplo, tan curioso, fue tomado, según algunos historiadores, de un discurso de Hermann Goering en 1936, cuando preguntó (arengó seguramente) a su audiencia si querían cañones o mantequilla. Una terrible cuestión que desencadenaría años más tarde unos acontecimientos catastróficos. Un ejemplo histórico cruel, que Samuelson utilizó de forma brillante para desarrollar, desdramatizando, y con cierto sentido del

humor, las ventajas de dedicarse a lo que sabes hacer mejor. La capacitación viene de la destreza y esta de la habilidad que se adquiere con elaboración continuada de las cosas. Las ventajas comparativas te las da el hacerlo mejor que otro. Con la experiencia y la especialización se adquiere el conocimiento que te hace diferente. Si, contradiciendo esta teoría, te dedicaras un tiempo a producir un bien del que no eres especialista, habrías dejado, durante ese plazo, de ser más eficiente por no hacer lo que produces mejor. Ese es el coste de oportunidad. En Candás, todos los años durante los meses de verano, los pescadores dejan sus tareas habituales para dedicarse a la extracción de ocle. Nuestra particular disyuntiva local a resolver, siguiendo la famosa parábola del premio Nobel, sería a que deben dedicar sus recursos los marineros: ¿Ocle o pesca?. Si pudiéramos trasladarle esta duda, siguiendo su principios, nos aconsejaría, con seguridad, que se dedicasen a lo que hacen mejor. De julio a finales de setiembre, la extracción de ocle proporciona a los pescadores unos ingresos más seguros y elevados que los del pescado. Por consiguiente, en un primer análisis, es razonable que dediquen sus barcos a esta labor. Pero profundizando más , nos encontramos que esta actividad no es neutra para ellos, ya que, según algunos expertos, los efectos negativos que puede dejar en la flora marina condicionarían el desarrollo posterior de las propias especies y con ellas el futuro de la pesca en todo el litoral. Aunque viene siendo un tema controvertido, hay una serie de hechos (certezas) que son preocupantes. Asturias es la primera comunidad autónoma (con pros y

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contras) que reguló la extracción de ocle. Aunque esta claro que puede servir de complemento económico a la actividad marinera, parece que nadie pone en cuestión que su extracción va contra un elemento generador de vida en el ecosistema marino. El pasado año el cupo de extracción en Asturias fue de 4.600 toneladas, trabajadas por veinte embarcaciones propiedad de marineros pertenecientes a distintas cofradías de la región. Sobre las consecuencias negativas para la flora y fauna marina de esta actividad disienten la Consejería de Recursos Naturales y la Coordinadora Ecologista. La primera, que no encuentra la actividad dañina, concede una licencia de extracción del 1 de julio al 30 de setiembre, que aporta una solución, a corto plazo, a la mejora de los ingresos de los pescadores. Pero los ecologistas, que parecen buscar un planteamiento más de futuro, piden que la actividad se someta a una evaluación de impacto ambiental, ya que algunas de las zonas de explotación se hayan dentro de espacios incluidos en la Red Natura. La práctica, según ellos, es agresiva y depredadora, ya que son zonas de asentamiento larval que garantizan el crecimiento de vertebrados en su primera etapa de vida. Por cierto, este hecho me fue confirmado, hace ya tiempo, por pescadores y buzos que habitualmente ejercitan la actividad en nuestra costa. Esta negativa consideración llevó a que en Llanes, por ejemplo, fueran las propias asociaciones de vecinos las que se levantaran contra esta práctica, pensando, sin duda, en un mejor sostenimiento ambiental de las praderas marinas a largo plazo. Tampoco son favorables a esta actividad los recolectores de arribazón

(los que recogen el ocle varado en las playas). Mientras que las fuentes oficiales consideran que este es un recurso natural más que se puede explotar sin daños irreversibles, los investigadores, se inclinan por una explotación dentro de unos parámetros de sostenibilidad. Y defienden que lo más prudente sería hacer descansar las praderas como mínimo un año entre campaña. Al posible peligro de los daños en los fondos marinos, hay que añadir otro, la amenaza por el calentamiento que está sufriendo las aguas del cantábrico, más acusado cuanto más al oriente y que ya empieza a tener efectos muy perniciosos en algunas costas como la vasca. De persistir el problema, sería otra amenaza tan fuerte como la propia extracción masiva de ocle que se hace cada verano. El uso creciente de esta planta marina en el mundo de la medicina, así como en la cosmética y biotecnológica ha aumentado su demanda, lo que tensiona la explotación cada verano. Otra aplicación en alza, aunque menos peligrosa por su nivel de consumo, se da en el campo de la llamada cocina moderna, siendo uno de sus principales defensores el famoso chef Ferran Adriá. Parece difícil poner de acuerdo a todas las partes sobre la bondad o perjuicio de esta práctica de verano, pero, para hacer una evaluación objetiva, en ningún caso debería buscarse justificación a la extracción, en el complemento económico a la actividad de los marineros. Más bien deberá considerarse los posibles perjuicios en los fondos marinos y su consiguiente repercusión negativa para el futuro de la actividad pesquera. Un

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simple análisis visual de la entrada en el puerto de cada barco diariamente, con 3,5 toneladas de ocle de media (según datos oficiales), no parece dar mucha tranquilidad sobre la bondad de esta práctica. Si es cierto, como parece, que el desarrollo de las pequeñas especies, tiene su acomodo en este tipo de praderas, no nos extrañe que a la vuelta de un tiempo, todos los beneficios, más aparentes que reales, que reparte actualmente esta actividad y que los patrones mayores de las distintas cofradías asturianas valoran muy positivamente, puedan volverse en su contra. La faena pescadora se encoge en el verano y esto tiene trascendencia para todos, los marineros, y el resto de la cadena de valor. Candás, sin actividad marinera, pierde el sentido de la orientación. No es posible comprender este destino, como tampoco se explica un puerto de esa magnitud sin actividad pesquera. No creo que la importante inversión hecha hace pocos años en la remodelación del muelle, tuviese como fin la de acoger la entrada de barcos con ocle, (y mucho menos, la de destinarlo a aparcamiento de coches). Muy al contrario, la justificación, fue el desarrollo de esta actividad en las mejores condiciones posibles para asegurarle el futuro de la pesca y de los pescadores. El verano pasado, fui testigo de un hecho curioso por insólito: la rula, apareció varios días sin pescado, en pleno mes de agosto, por la dedicación de los barcos a la recogida de ocle. Esos mismos días a medianoche, en otra curiosa situación, estaban las gaviotas buscando comida por la Baragaña. Después de haber sido la lonja candasina una de las principales precursores,

junto con la de Tazones, de la venta directa, eliminando la intermediación para generar mayores márgenes de venta, que, por otro lado, bien se merecen, llegan a la determinación que tienen que cerrar en verano para asegurar los ingresos. La pesca es para Candás una actividad que, aparte de su especificidad comercial, integra al pueblo con su trabajo tradicional. Es triste ver romperse este ciclo, aunque sea de forma temporal. En los últimos años va aumentando el alejamiento paulatino del pueblo hacia la mar, identificando el puerto más como un lugar de recreo que como el centro de la actividad tradicional. Nadie es ajeno al sacrificio personal y económico que supone una actividad como la que desarrollan los marineros. La costa asturiana tiene 300 kilómetros, lo que representa una magnitud importante, dada la dimensión de la región. Pero además, es una de las costas más ricas (en su doble acepción) en un pescado que destaca por su gusto, aunque no hayamos sido capaces, desgraciadamente, de transmitirlo bien. Como lo hace Galicia, por ejemplo, que protege su costa y rías y con ello a los que viven de ellas, erigiéndose en todo el país como la cuna del marisco, a pesar de no superar en calidad al que se pesca en la costa asturiana. No hay sensibilidad hacia la costa y eso se desprende de la poca valoración que se da a nuestro pescado y a nuestros pescadores. Mientras se desvíe la atención de los marineros hacia otras tareas que no les son propias, se estará dando píe a que otras regiones nos pasen por delante. La diversificación de actividad no está justificada cuando te distrae de trabajar en lo que realmente conoces, en lo

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asegurarse los ingresos. Sería conveniente, que su actividad principal, la que dominan, la que podría garantizar un sostenimiento futuro de las praderas marinas y los caladeros, fuese suficientemente rentable para que no tuvieran que buscar complementos que pueden hipotecar su futuro. Igual que es razonable que aspiren a tener, como mínimo, los cupos de pesca proporcionales con otras comunidades. Hay que poner en valor la actividad pesquera local, como signo de calidad y también como signo de identidad. Candás ha perdido mucha actividad pesquera, porque seguramente ha habido razones para ello. Esto nos debe enseñar que los problemas se solucionan cuando hay disposición y medios. Los marineros por sí solos no pueden hacer frente a esto, hay que ayudarlos porque con esta deriva se puede acabar con una tradición de siglos. Al menos, que tengan las mismas posibilidades que los del resto de comunidades. Un puerto que marcaba los precios de referencia en todo el norte costero no puede tener a sus marineros dedicados al ocle para salvar económicamente la campaña. Si la pesca se acaba, que no empiece por Candás. Los ilustres marineros candasinos que faenaban en sus barcos con grandeza por todo el norte costero, no tendrían ninguna duda en cuanto a responder si ¿Ocle o pesca?

que te aporta el negocio ahora y también, pretendidamente, en el futuro. Si se promueve que los pescadores se dediquen en verano al ocle, se estarán provocando a si mismos dos perjuicios: detrayendo trabajo de su función primordial, ayudando a que otras comunidades próximas avancen más en la actividad, con la lógica desventaja; y a deteriorar las praderas marinas, que son los garantes de su futuro trabajo. De seguir con esta dinámica parecen peligrar los mejores caladeros de España, lo digo sin pasión, aunque con todo el sentimiento. Es evidente que nos gusta comer pescado de aquí, y la realidad es que cada vez comemos menos. Los oricios vienen de Galicia (¿por qué allí sí?), los bocartes de Santoña (con lo buenos que eran los de la higüera), tenemos que importar sardinas para el verano, cuando creamos un Festival en agosto por la abundancia en nuestras costas (quien no recuerda las de la barique), los bonitos vienen del país vasco, los besugos vienen de tan lejos que ya no hay besugueres en las cases, … Con la industria conservera que tuvo Candás, es asombroso ver como Cantabria lidera la conserva de anchoa. Los barcos de los marineros de Candás fueron construidos para la pesca, pero no hay que cargar el peso sobre ellos porque los dediquen al ocle. Lo hacen para

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CHERES QUINTÍN

Si supiera escribir poemas Ay si supiera escribir poemas, el más bello sería para esta villa marinera de calles estrechas y empinadas, empapadas de relente y salitre.

Al olor de café recién hecho, al mozo adolescente de cantarina voz llamando a los hombres para ir a faenar a la mar.

A la silueta del pescador con el balde al hombro y su boina desteñida por los años fundiéndose con la neblina.

A las rederas de hábiles manos, repasando con esmero los desgarros de viejas redes. A las sardineras cantando el pescado con alegre son.

A las mujeres de la bodega trabajando laboriosas y cantando viejas canciones que hacía más llevadera la dureza de aquellos tiempos que les tocó vivir.

A la hermosa fuente de Santarua y antiguo lavadero, testigo mudo de miles de historias que las mujeres contaban mientras lavaban su ropa.

A los osados delfines que intentaron privar del sustento legítimo de los pescadores pero que fueron juzgados y el veredicto favoreció al pueblo y nunca más se les vio por estas costas.

A las marañuelas, dulce casi divino, icono del pueblo de Candás.

A un Cristo rescatado en los mares del norte por nuestros marineros que hoy lo veneran en su iglesia parroquial.

Y sobre todo a sus gentes, trabajadoras y alegres, y a la retranca que aún conservan y que caracteriza a los pueblos marineros. Ay si yo supiera escribir poemas…

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JESÚS JERÓNIMO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

JOVELLANOS Y LA FIESTA DEL

Cristo de Candás En el tiempo libre que le dejan los viajes que entre 1790 y 1797 realiza por Asturias o desde el Principado por el norte de España durante su disimulado destierro en Gijón, Jovellanos se acerca varias veces a Candás. Unas lo hace al figurar la villa marinera en el itinerario de alguno de sus recorridos, desviándose en ocasiones intencionadamente para pasar por la capital del concejo de Carreño. Otras, en cambio, la visita y estancia de Jovellanos en Candás viene motivada por la fiesta del Cristo. Aunque Jovellanos se muestre muy crítico con determinadas formas de religiosidad popular, también respeta la fe y sinceridad de sus devotos. Así no solo no tiene inconveniente en venir cargado de medallas de los santuarios que visita, repartiéndolas entre amigos y conocidos, sino que él mismo encarga novenas y es asiduo a la romería del Cristo de Candás. Más aún, una de las estampas del Cristo de Candás que en 1805 hizo grabar su amigo don Carlos González de Posada presidirá, junto a otras láminas e imágenes religiosas, su dormitorio en el castillo de Bellver durante el cautiverio de Mallorca entre 1801 y 1808. Al tiempo que en carta del 27 de octubre de 1792 Jovellanos felicita a González de Posada, que acaba de tomar posesión de una canonjía en la catedral de Tarragona, le cuenta que había estado en la fiesta del

Candás, donde comió “muy agradablemente” con su tío Francisco Menéndez y Rodríguez-Solís y su primo Benito Antonio de la Ahúja Manuel, ambos sacerdotes candasinos. Aunque el día fue, en palabras de Jovellanos, “muy divertido”, se vio en cierto modo empañado por un incidente con la autoridad local. La ocasión la proporcionó la decisión del juez de deshacer en plena romería la que don Gaspar considera “más magnífica danza de hombres que había visto yo en mi vida”. Jovellanos no solo manifestó al juez su desaprobación sino que, sin atender sus disculpas, le dejó “con la palabra en la boca”. A las alegaciones del regidor, que justificó la medida adoptada por “el temor de los palos, a que decía venir dispuestos los vecinos de los concejos inmediatos”, Jovellanos contrapuso la idea de que el mantenimiento del orden público no solo dependía de las prohibiciones, pues “cuando la justicia era vigilante y humana, el pueblo ---le advierte don Gaspar--- era manso y tranquilo”. En 1793 a la vuelta de un viaje a Luanco Jovellanos no pudo llegar, a causa de un tiempo “tan cruel” que impedía montar a caballo, a Candás para la fiesta del Cristo. Pero, como se deduce de una carta a González de Posada, el 16 de septiembre está en “la romería de Candás”, donde, con sus acompañantes oye misa y hace una visita a los parientes de su amigo, que en este caso se saldó con “un refrigerio malagueño”.

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En cambio, no llega a realizar Jovellanos la visita que proyecta en septiembre de 1795. Ahora se trataba de cumplir la promesa al Cristo que había hecho Gertrudis del Busto, la mujer de su hermano Francisco de Paula, con quienes don Gaspar vivía en la casa familiar de los Jovellanos en Gijón. Como el mismo don Gaspar escribe en su Diario, fue una enfermedad de su cuñada la que en esta ocasión frustró el viaje a Candás. Jovellanos vuelve a Candás el 13 de septiembre de 1796. Esta vez en compañía de su cuñada Gertrudis y su nueva doncella, Agustina Toral, el capitán Juan Acebedo y el criado de Jovellanos Nicolás Armayor. En una “excelente tarde” la expedición, a la que en Carrió se le unieron los parientes de Jovellanos de la familia del conde de Peñalba, llegó a Candás a las cinco y media de la tarde y se alojó en la casa de Muñiz. Después de cenar, don Gaspar asiste en compañía de Benito de la Ahuja, a los fuegos, que Jovellanos califica en la anotación de su Diario del 13 de septiembre de 1796 de “muchos y buenos”. La noche, “bellísima” en palabras de don Gaspar, no puede ser mejor: “hierve la gente; […]; hay buena música del batallón provincial”. Por si fuera poco, el botánico Benito Pérez de Valdés, que también les acompaña, “habla toda la noche” y, de vuelta a casa, todavía Benito de la Ahuja, que había sido párroco en Gozón, lee “una letrilla irónica contra los proyectos de Luanco”. El 14 de septiembre amaneció tan bueno como la víspera y Jovellanos acudió a los diferentes momentos de la fiesta. Primero la visita al Cristo, que hubo de ser

sustituida por la asistencia a la celebración religiosa del día en la residencia de sus anfitriones, pues, como anota en el Diario don Gaspar: “No hay entrar en la iglesia; se suspenden las misas del camarín; inaccesibles las escaleras; oímos misa en casa, que tiene buena capilla con fundación para las de doce”. Lo mismo ocurre en el “paseo por la romería”, que Jovellanos describe con detalle, destacando en medio de la “increíble concurrencia” la presencia de “mucha gente fina y señoritas: las de [Juan de] Centi [Miravalles], de Meres, [que habían llegado andando desde Gijón el día 12], de Torre, la de Pumarino, de Avilés, la de Olarria y Vallamil; de acá, la Victoria Rocandio y las de Jove”. Por la tarde, después de comer, Jovellanos sale “a caballo a las cuatro”. Entre sus acompañantes, “los de Peñalba al paso”. Al llegar al río Aboño les “alcanzan y pasan---anota Jovellanos---las gentes de aquí” y en Jove se les une el general [Francisco Fernández] Vallejo hasta llegar a Gijón, donde con “mucha gente en tertulia”, muy del gusto de don Gaspar, termina el día de fiesta. Ocupado en el viaje que entre agosto y octubre de 1797 hace a La Cavada, Jovellanos no irá ese año al Cristo. Tampoco fue en 1798, año que, como ministro de Gracia y Justicia, pasa en Madrid. Aunque de nuevo en Gijón tras abandonar el cargo en octubre Jovellanos no deja de interesarse, a instancias sobre todo de González de Posada, por las cosas de Candás y de los asuntos relacionados con el santuario, no parece que don Gaspar haya vuelto a la fiesta del Cristo.

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EDUARDO ROMÁN GARCÍA

POR UN LUGAR DE ENSUEÑO, PRIMOR Y QUIETUD

El Areo Acompañados de Bueres y de Carmen con la duda de con perros o sin estos pues el calor se vio tan elevado que Erun decidió por ello lo adecuado, llevarnos sólo a Kiwi sin molestos.

En el mes de septiembre fue dispuesto el hacer un camino no muy largo, que legalmente no ha sido computado y parte de Texera con Gerardo al lado. Hoy en poesía no se hace tan amargo.

Que tiene por costumbre estando libre si encuentra puerta abierta entrar al trapo, o asustar a ciclistas si enojado para ello siempre atado a nuestro lado, ¡y qué no decir si encuentra un gato!

Una pequeña cuesta en el inicio es el aperitivo, sirva el vocablo para quien la subida no ha cursado y a la ocasión se ha visto obligado con otra que hallaremos en San Pablo.

Las mochilas repletas de agua clara y alguna vianda por no decir bocatas fueron el lastre que asimos obligados y el bastón, sin prescripción cogimos acodado junto a las ganas de andar sin mediar catas.

Por Guimarán en ruta hacia el Areo y retornando por el Valle falda abajo, varias son las musas que ellas han insuflado, la del Monte de los Dólmenes ya tratado o la lápida que en el Valle fue relajo.

A sus pies desde Ambás a Pervera Guimarán y el Valle se desmarcan y el paisaje tantas veces contemplado si tienes que orientarlo es dulce, con agrado hasta el horizonte que el mar enmarca.

Poesías éstas, que unidas a otras muchas en un ordenador tienen su espacio y hablan de lo mucho que el lugar ha dado, algunas ya salieron, El Faro ha publicado, otras aún duermen en “Word” su tiempo lacio.

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En el dolmen de San pablo siendo Bueres en el tema autodidacta, hacemos un reposo comentado sobre un árbol y su liquen orientado, pues su época en las COES lo delatan.

Recuerdo el primer día con Marino haber fotografiado esta estampa y Milín de Pepemilio en pie a su lado donde se ve el dolmen arriba mencionado, y del montículo y la foto no hay constancia. Después de aligerar el grato peso, en el área recreativa en explanada, tanto del agua y de bocatas con agrado y de fruta para el gaznate resecado proseguimos nuestra ruta en la llanada.

En el cerro de los Llanos observamos la planta bien visible de otro dolmen y restos no muy lejos destrozados junto a diversos arbolitos bien plantados por Delfino, que así quiso sin su nombre. Dejando la refrescante Peña el Carro, mirador natural en lo más alto con la última visión de lo ya andado mas también de lo que resta es obligado, y a la mente le vino un sobresalto. Con los trece kilómetros andados aún cavilábamos seguir paseo con pensamiento anaeróbico ofuscado y acierto por alguien apuntado nos dio la luz y se cambió el deseo. Y ya de vuelta sentados a una mesa degustamos los restos con amarra en un espacio por sí refrigerado con adornos para ello preparado, acompañados de voces y guitarra.

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MARÍA JOSEFA SANZ FUENTES

LA FORTUNA DE UN GALLEGO AFINCADO EN CANDÁS A COMIENZOS DEL SIGLO XVII:

Miguel de Mendaño. Candás, a lo largo de su historia, ha sido siempre un lugar de acogida para personas que acudían a ella desde otros lugares de Asturias o desde otras partes, fundamentalmente de la zona costera del Cantábrico, personas que acababan avecindándose y enraizando su familia en la villa. Ya el pasado año, en mi colaboración al Porfolio, tuve ocasión de hablar del caso de una familia procedente de Zarautz, en el País Vasco. Ahora voy a hablar de una familia gallega, de apellido Mendaño o Avendaño, ya que de ambas formas aparece su apellido escrito en el documento que he utilizado para trazar estas líneas. Es a través del testamento de Miguel de Mendaño, otorgado en Candás el 10 de enero de 1620, como he podido reconstruir su familia, ya que no fue él el único en llegar a nuestra villa. No sabemos si llegó junto a sus padres, pero sí que una hermana echó también raíces en ella, ya que entre los personajes más presentes en el testamento está su sobrino Juan de Prendes Mendaño, cura a la sazón; por su primer apellido, Prendes podemos constatar el afincamiento familiar en Candás. Cuando Miguel va a contraer matrimonio en su juventud, lo hace con Catalina Fernández Alegre. Ambos eran solteros y por lo que aportan al matrimonio podemos conocer cuál era la ocupación esencial de Miguel, ya que trae consigo tres redes “fitas” y cuatro

“mayeras” valoradas en conjunto en 12 ducados, la mitad de un barco nuevo, del que es copropietario con Diego de Miranda, con la mitad de los aparejos, valorado todo también en 12 ducados, la octava parte de un batel con sus aparejos, valorada su parte en otros 12 ducados, 300 brazas de cordeles “aguisados” para llevar a la mar, valorados en 30 reales, más 200 reales en dinero y una “cama de ropa” en la que dormía. Su mujer, Catalina, no se queda atrás, y aporta, junto con la acostumbrada “cama de ropa” y ajuar (sábanos, sábanas, tocas y otras ropas), una “casecica”, parte de una casa en La Gabiana, junto a la Ribera, que valía 4.000 maravedís, un hórreo y una red nueva. Así que el punto de partida de la vida del matrimonio Mendaño-Fernández apunta a la de un armador dedicado a la pesca, con intereses en dos embarcaciones, cuya mujer aporta fundamentalmente bienes inmuebles. Pero es también durante este matrimonio cuando van a consolidar su posición económica y social mediante la adquisición de ciertos bienes fundiarios y la entrada en lo que podríamos llamar la industria y el comercio. Porque es cierto que emplean su dinero en adquirir propiedades rústicas en Gozón, entre las que nos encontramos con prados en Los Toscos y en La Estante en la vega de Gozón, en el Fondil, junto a la iglesia

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de Cardo, tierras en Banzoleo y en la Vega de Gozón, castañedos en Ladredo y en La Ren, mientras que en Carreño también adquieren una tierra en Peñafiera en Yavio y un solar por encima de la Puente nueva en Candás. Como inversión adquieren la mitad de un oficio de regimiento en Gozón y otro oficio de regimiento, en este caso completo, en Carreño, que posteriormente arrendarán. En cuanto a otro tipo de inversiones, crea una compañía comercial con Juan de Deva y Alonso de Overo, para traer grano panificable desde Navarra y Álava a través del puerto de San Sebastián, dada la escasez y los altos precios que hay en Asturias, y también participa en otras dos compañías, una dedicada a la compraventa de besugos y la otra al escabeche de este pescado, participadas por sus yernos, así como a la crianza de ganado vacuno en comuña, es decir a medias, en el Ferrero. De este matrimonio nacieron dos hijas. La mayor, Ma-

ría de Mendaño, casó con Juan de la Riba, quienes tuvieron un hijo, Miguel de la Riba. La segunda de nombre Catalina como su madre, casó con Santiago García y tuvo también un hijo, Jusepe o José García, de los que luego hablaremos. Pero Miguel de Mendaña continúa, mientras estuvo viudo, el ritmo de compras que mantuvo durante su matrimonio. En ese tiempo adquiere, entre otras cosas de menor importancia, la mitad que le faltaba de la casa de La Gabiana en 42 ducados, un solar en el Caleyo, un castañedo en Rendaliego y la mitad de una rapeta. Poco tiempo después Miguel de Mendaño contrae matrimonio por segunda vez, con otra mujer llamada también Catalina, de apellido Rodríguez. En este caso la dote de la mujer no aporta bienes inmuebles ni ajuares, sino una importante cantidad de dinero: 46 piezas de oro de cuarto y 1 corona.

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No sabemos de qué familia procedía Catalina Rodríguez, pero sí podemos apreciar que los objetivos de Miguel cambian. Si bien al principio sigue invirtiendo en bienes raíces, entre ellos el molín de Promadonga, nuestro querido molín, y tierras en Noval, Castiello y La Cavada, pronto se dedica a vender parte de las propiedades adquiridas en el primer matrimonio para invertirlas en censos, es decir, en préstamos a otros vecinos por los que obtenía rentas, muchas de ellas pagaderas en fanegas de cereal, trigo o escanda, lo que le permitía seguir negociando, como había hecho con el pan traído desde San Sebastián. Es un enfoque completamente diferente, lo que nos hace aventurar que Catalina Rodríguez procedía de una familia lejana al mundo de la mar y dedicada a la obtención de rentas agrarias.

Gracias al testamento podemos conocer las devociones de Miguel de Mendaña, que no son otras que Santa Catalina, advocación cuyo nombre llevan sus dos mujeres y una de sus hijas, y San Miguel, su propio santo patrón, lo que le hizo vincularse a la Cofradía de las Ánimas del Purgatorio de la parroquia de San Félix, para la que funda unas misas de las que quedan encargados su hija Catalina y su nieto José, su predilecto, al que mejora en tercio y remanente de quinto en su herencia, siendo usufructuaria mientras viva su madre; para la realización de esas misas deja ciertos bienes, pero excluye de esa obligación la casa de La Gabiana, que quiere que sea la residencia familiar. También además encarga misas por su alma en Santa María del Rey Casto en Oviedo, en Santa María de Piedeloro, en Santa María de Raíces, es decir la virgen de la Merced, y en Santo Adriano, santuario muy conocido del concejo de Castrillón; un total de 10 misas por cada una de las cuales abonarán sus herederos 2 reales. Miguel de Mendaño otorga testamento, estando enfermo, ante Juan de Valdés, notario púbico en Candás. En el momento de su muerte, su hija María ya ha fallecido, siendo por lo tanto sus herederos su hija Catalina, y sus nietos Miguel y José. Deja la elección de su sepultura, dentro de la parroquia de San Félix, en manos de su dos yernos, Juan de la Riba y Santiago García, a los que había asociado a algunos de sus negocios, y de su sobrino cura, Juan de Prendes Mendaño. Y lo que queda claro es que el segundo matrimonio de Miguel de Mendaño no fue especialmente sentido, ya que en algo tan normal como es la ofrenda u oblada que se ha de llevar al altar en los oficios de difuntos, el propio Miguel encarga a su hija Catalina su realización, porque su mujer seguramente estará fuera de Candás. En fin, de un hombre dedicado a la pesca a un rentista, esta fue la evolución económica de Miguel de Mendaño a lo largo de su vida candasina.

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MANDY VELASCO

XXII CONCURSO INTERNACIONAL DE FOTOGRAFÍA DIGITAL

La Mina y La Mar El jurado del Concurso Fotográfico “La Mina y la Mar” se reunió el pasado 3 de diciembre de 2019 para seleccionar los trabajos recibidos y valorar las 35 mejores fotografía. Luego decidir las 4 premiadas y con las 31 restantes preparar una exposición que se hará itinerante por varios municipios del Principado. Los miembros del jurado con las fotografías premiadas :

De izquierda a derecha: Armando Velasco (Mandy) (colaborador de la Sociedad), Juan Grela (Fotógrafo profesional), Juan Luis Hevia (fotógrafo profesiona), Juan José Vega (Presidente de la Sociedad), María del Pilar (Secretaria), Alain José Fernández (Gerente del Teatro Prendes de Candás), Eduardo Parra (Responsable de imagen del Ilmo. Ayto de Langreo) y Jerome Muñoz (profesor del CIFP de Comunicación, Imagen y Sonido. de Langreo.

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En esta cara del tríptico, además de las fotografías premiadas, está el calendario de las exposiciones que recorrerán varias poblaciones del Princcipado a lo largo del año 2020.

Lo completan los logotipos de las entidades que patrocinan y colaboran en este concurso. En la fotografía de abajo las fotgrafías seleccionadas con las que se harán las exposiciones.

El Ochote Langreano abrió los actos interpretando unas canciones de su amplio repertorio La entrega de premios se llevó a cabo durante los actos del pregón de las Jornadas Gastronómicas de “Su Excelencia la Fabada”. Celebrado el 13 de diciembre de 2019 en el Nuevo Teatro de La Felguera. En la fotografía la secretaria del jurado y directiva de la Sociedad Dª María del Pilar Pérez da lectura al acta . En la pantalla, la fotografía del Jurado con las fotos premiadas.

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1/ La Alcaldesa del Ilmo. Ayuntamiento de Langreo Dª Carmen Arbesú hace entrega del trofeo a la mejor fotografía realizada en Asturias. Lo recoge Dª Silvia Marchena en representación del ganador D. Óscar Chamorro. 2/ El Director de la oficina del Banco Sabadell Herrero de La Felguera D. Ángel García hace entrega del importe del Primer Premio al Presidente de la Sociedad D. Juan José Vega al no estar presente el ganador del premio. 3/ El exdirectivo y ahora colaborador D. Armando Velasco (Mandy), hace entrega del Tercer Premio en nombre de la Sociedad de Festejos y Cultura San Pedro a la ganadora Dª Silvia Marchena El Segundo Premio que patrocina Caja Rural se le enviará al ganador D. Miguel Planells a través de una transferencia bancaria. La entrega de premios se llevaron a cabo en el escenario del Nuevo Teatro de La Felguera. 4/ Panorámica de la clausura del Pregón de la Fabada en la que están presentes la Reina y Damas de las Fiestas de San Pedro, la Alcaldesa del Ilmo. Ayuntamiento de Langreo, Pregonero, Galardón de la Pota de Oro al restaurante “La Panera” Premiados, Patrocinadores, Directiva,y Colaboradores .

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La primera exposición se presentó en el Salón de la Sociedad del 13 de diciembre de 2019 al 20 de enero de 2020

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Toda una Vida

Las cosas y las obras que no están escritas se hallan recubiertas de tinieblas y entregadas al sepulcro sin memoria; en cambio, aquellas que fueron escritas se hallan como vivificadas.

Bunin

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Florentino

Álvarez García TINO

Texto e impresión digital José Marcelino García y Tito Aramendi.

En la casa pegada a la escuela de Ramón de Xuan, casa que era de Joaquín de Josefina, y que luego donaría a la Iglesia parroquial de san Felix, nació el 9 de diciembre del año 1928(tiempo de chicharrón, besugo y palometa) Florentino Álvarez García (Tino), hijo de Anselmo, natural de Candás, de la familia de los “Joacones”, y de María, nacida en Perlora, en el barrio conocido como el Monte, por estar situado “arribona” de la fuente los Ángeles. Habla Tino, grava Tito y yo apunto, y nos dice que fue a la escuela de Ramón de Xuan, y que allí aprendió sobre todo la doctrina, con D. Jacobo Campuzano, también, un cura, comenta, que pegaba mucho. Doctrina a todas horas: en la escuela, en la propia casa de D. Jacobo y en el cabildo de la Iglesia. Hice la primera comunión en la iglesia parroquial –todavía no la habían tirado-. Me dio la comunión D. Florentino Álvarez Bobes, que se murió al poco de terminar la guerra. Yo tenía 8 años cuando estalló la guerra civil, y la escuela de Ramón de Xuan se cerró. Entonces todos los rapacinos fuimos para la escuela pública. Llegué hasta el 4º grado con 12 años, y a los 14 fui rapaz de barco en el barco llamado “La Paz” de Alfonso Albo, que era el amo de Candás. De la guerra me acuerdo que íbamos a San Antonio a ver tirar cañonazos sobre Gijón al Cervera y al Velasco. El Ciscar era un barco de los rojos dentro del puerto del Musel. Me acuerdo, y no puedo por menos de sonreírme, que íbamos a enterrar a un músico llamado Sansín, y cuando empezaron los cañonazos todos echamos a correr dejando la caja del muerto frente a la entrada del cementerio. Mis dos hermanas, Marina y Anita. marcharon en un barco para Francia. La casa de Genarín, (el actual Ayuntamiento) era el lugar donde se interrogaba a la gente Mi abuela materna, Amelia, era de Perlora. Allí está enterrada. Me acuerdo de mi padre con una vela en-

cendida detrás de la caja de mi abuela camino del cementerio. Eran otros tiempos Mi padre era marinero de altura, un hombre que pasaba el día haciendo cuentas. Marinero en el “Marujina”, un barco de Avilés mandado por Avelino Palmeiro. Murió a los 56 años de asma. Fuimos seis hermanos (tres hermanas y tres hermanos). Yo fui el último. Mi madre fue algo a la fábrica de Herrero, pero casi todos los días iba a casa de su madre a trabajar la tierra y a cuidar del “ganao”. Había seis vaques y un caballo. Yo iba muchas veces a comer a casa de mi abuela berces, pero no me gustaba el compango. Lo que sí me gustaba era ir a caballo camino del molín. Mi madre murió

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también relativamente joven, tenía 66 años. Murió de cáncer cuando ya estábamos todos casados. Sintiendo la emoción de los recuerdos, Tino hace una pausa… y continúa: Como ya dije, Alfonso Albo era el amo de Candás. A mí me quería mucho. Empecé a trabar en su fábrica. Ganaba 28 pesetas a la semana. Salía de la fábrica e iba a clase para aprender mecánica. Entonces cambié de trabajo porque 28 pesetas me parecían poco. Y fui pa la mar con Anselmo Cagüete, el abuelo de Matias. Tenía 15 años y me enrolé de marinero. Luego, a los 16 años, empecé al chicharrón, de fogonero, con mi hermano Guillermo. Saqué el título de maquinista yendo a Gijón a estudiar. Le caí muy bien a D. Amador, el comandante, que era el que nos hacia los exámenes. Van dando los cuartos y las medias en el reloj de la torre de la iglesia, y Tino recuerda, como si fuera ayer, que no hizo la mili por ser hijo de viuda, y que empezó a ir a bonito con el “Canano”. Cinco años a bonito, a Irlanda. Fui también a las, a 130 millas, 18 días en la mar. Tardábamos 4 días en llegar al caladero. Y cinco años a la pareja. En total 10 años a la altura y 1 año a galdiar. Y dejé la mar para trabajar con Portanet, de oficial. Éramos cuatro paisanos: Julián, Ramón, Luis y yo; y también Pepe Rabitos antes de marchar para Méjico. Ganaba 210 pesetas a la semana. A mi mujer, Pilar, la conocía ya del catecismo. Empecé a cortejar a los 18 años. Era también pinche del Teatro Apolo. El operador era el padre del Pepe el moreno, hijo de Lucia, que se llamaba también Pepe el moreno. La entrada valía 50 y 80 céntimos. Me acuerdo mucho

de “Lo que el viento se llevó”, “Guadalcanal” “Rebeca”. Yo aprendía los trailes de memoria. Me acuerdo de aquel dialogo que decía: “Qué tal el elemento femenino, ahí en la isla?... ¿A qué se refiere usted? A las relaciones amorosas, estúpidos”. Por allí estaba Ramón el Con, Flora, Olvido, Manolo… En el teatro Apolo, por las fiestas del Cristo, venía el Presi y la Compañía Asturiana, con Rosario Trabanco, y muchos años venían varietés. Así fui compaginando La fábrica de Portanet y el cine como operador. Yo inauguré el Teatro Prendes. ¡Qué tiempos aquellos! Entonces ENSIDESA empezaba a necesitar gente, y el año 1969 entré con la matrícula 16.696. Me metió Genaro el Xurro, como a tantos de Candás, lo mismo que hizo Amador Mori en UNINSA. Estuve en Mantenimiento, pero sufrí un accidente y estuve de vigilante durante 6 años y me jubilé con 56. Tito Aramendi, que graba la conversación, apaga la cámara y hacemos un receso. El ruido de la calle se cuela por la ventana abierta. Candás es ahora otro, pero estos recuerdos de Tino nos llegan con la fuerza para entender que todo pasa, como las olas de la mar. Retoma Tino la palabra y dice que cortejó 3 años con Pilar, y que los casó D. José Muniello. -Comimos la boda en el Dioni y fuimos a Olloniego de viaje de novios, a casa de mi hermana Antonia, casada con un peón caminero. Yo aproveché para ir a ver jugar al Oviedo con el Real Madrid. Ganó el Madrid 3-2. Pilar fue a visitar a Kike al hospital, que estaba herido de una pierna de la que quedó cojo para siempre. Cuando regresamos de viaje de novios fuimos a vivir

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con Teresa, la hermana mayor de Pilar, en Santolaya, en la casa que es hoy el Ayuntamiento, en la parte que era de Fermina y Angelina Calleja, donde también vivía Cañada y Silva, al lado de los padres de Pilar, que eran Pepa y Manolo Corvera, conocido como “Cuetiro”. Allí vivía también Concha, hermana de Pepa. Toda la vida las vi adobando redes, y a Cuetiro saliendo a la mar al tresmayo. Pero antes, Cuetiro navego mucho, llegando hasta Nueva York. Presumía de saber muchas palabras en inglés-. -Quedé viudo demasiado pronto, pero tuvimos dos hijos: Mª del Socorro, que vive en Gijón, y Luis Anselmo, que reside aquí en Candás. Y tengo una flor de nietos y biznietos: Daniel, Pablo, Silvia, Marina, Hugo, Alejandro y Sergio. Creo que mereció la pena vivir para ver esa cosecha. Tengo 92 años más o menos, pero hasta los 88 estuve faenando con Panín al calamar. Un día pesqué 10 docenas de calamares. Y en otra ocasión entre Barra y yo, cogimos 210 chipirones, 60 grandes y 4 bolsadas. Ahora, aunque me encuentro bien, estoy un poco gordo, y ya la mar la contemplo con el pensamiento. Pero el práctico, para conducirme al otro puerto, puede esperar.

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ESPOSOS

Manuel Ovidio

García Rodríguez

y María de los Ángeles Menéndez Cuervo. Texto e impresión digital: José Marcelino García y Tito Aramendi.

Lo primero que sorprende al llegar a esta casa situada en la parte alta de Candás son sus paredes llenas de preciosos cuadros marineros dibujados a todo color por Ovidio. Es, como digo, un piso alto a donde entra el sol y por el que se ven retazos de mar y monte. En ella viven Ovidio Y Ángeles, esposos, padres y abuelos. Tito Aramendi pone a funcionar su cámara en una salita llena de retratos y recuerdos para gravar la entrevista. Ovidio, poco hablador, da a Ángeles, su mujer, la palabra y nos dice que ella nació en 1936, en la calle san Antonio, y que es hija de Ángeles, la Joacona, adobado-

ra de redes, y de Jesús, de la familia de la Gafura, padres de una familia numerosa: Suso, Justo, que murió a los dos meses de nacer, Consuelo, Joaquín, muerto de pulmonía, Mª del Carmen. Todos conocieron la guerra civil, menos yo, que nací cuando estalló y no me acuerdo de nada. Pasado unos años, mi güela me contaba de que, primero unos y después otros, venían a buscar a la gente a casa para detenerlos. Y de un hermano mío que era de izquierdas, fontanero del Ayuntamiento, que se había matado él mismo cuando lo detuvieron. Lo trajeron arrastras desde Perlora donde estaba escondido; sin embargo-continua Ángeles- mi padre era de José Antonio Primo de Rivera, dueño del barco San Telmo, y tuvo que ir a esconderse a Cudillero, en casa de unos amigos. Luego volvió a Candás, pero la muerte de su hermano, que era de derechas y la de su hijo, que era de izquierdas, le agravó una enfermedad que tenía crónica y se murió. Era primo carnal del Padre Menéndez, y cuando venía a Candás comía buenas merluzas en nuestra casa. Mi padre era mucho de la Iglesia. Llevaba los santos en Semana Santa y comulgaba por Pascua a las 6 de la mañana. Se hace una pausa, y enseguida invitamos a Manuel Ovidio, que permanecía en silencio escuchando a su esposa, que nos hablara algo de su vida. Despacio, va diciendo que nació el año 1930, en la casa grande de Crista. Mi madre se llamaba Evangelina, de la familia de los Cumbres (Cumbre era mi güelo). Mi padre era hijo de la Machimana y mandaba una motora de bajura que era de los de Estrada. Fuimos 5 hermanos: Jesús, Josefina, yo, el 84

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tercero, y Eduardo y Silvino. En aquel tiempo pasábamos muchas necesidades. Moría mucha gente del pulmón. Yo fui a la escuela pública, pero sólo llegué al 3º grado porque a los 13 años ya empecé a ir a la mar con Pirulo, luego con Gerardo el Pelón, con Manolo Candás y Manolo el Coxo. Después pasé con el Panchita, de los Orbegozo; y como tantos marineros candasinos dejé la mar para entrar en la UNINSA. Me metió Amador, que era primo de mi madre. Dejamos a Ovidio descansar un poco y volvemos a preguntarle a Ángeles, que no ha quitado ojo a su marido mientras hablaba. Tito, enfoca la cámara y la Joacona nos dice que fue a la escuela de Pina y también a la Pública, pero –continua- a los 16 años empecé en la fábrica de Portanet, con José Ángel y Alfredo el de Puma, que eran oficinistas. Era una fábrica en la que se trabajaba muy bien. Enseguida conocí a Manolo en el baile de Ñudro (el Palermo) y en el de la Nozaleda. Cortejamos unos 2 años y nos casó D. José Muniello. Yo tenía 19 años y Manolo 24. Fuimos de viaje de novios a Avilés al otro día de casarnos. Un viaje muy corto, porque Manolo tuvo que ir enseguida pa la mar. Cosas de la vida de entonces; era el año 1955. En la fábrica trabajé de estripadora y también de empacadora. En aquel tiempo del bocarte, lo salábamos en el suelo a base de echarle sal de unos sacos. Después de unos años, cuando cerró Portanet dejé la fábrica por enfermedad. Al preguntar Manuel Ovidio por los hermosos cuadros que vemos en las paredes, se levanta con dificultad (tiene problemas en los pies) y nos los va enseñando como si fuera un cicerone. Yo le pregunto: ¿Quién los pinto…? Entonces, Manolo, con timidez, nos dice que cuando iba a la escuela pintaba caballos sin mirar para nada, y que cuando venía el Inspector se quedaba asustado de lo bien que dibujaba. Los cuadros los he pintado yo. Todo lo que pinto me sale de la cabeza. Son cuadros con escenas de mar y barcos, de paisajes y sitios de Candás. Luego, dice: “Me quemó mucho el sol de la mar. Ando mal de los pies y llevo tomando Sintrón desde hace más de 10 años. Al respeto, recuerdo que cuando yo tenía 72 años fui al Hospital de Jove a que me miraran las varices.” “¿Cuántos años tiene usted?”, me pregunto el, médico, yo le respondí que 72. En toces, el médico dijo: Pues ya vivió bastante”. Ese médico debía tener poco ojo clínico, pues ya tengo 90 y espero seguir un cachín más. Tenemos dos hijos Victor y Marián. Y tres nietos Alejandro, Victor y Álvaro. Sigue Tito enfocando, y pregunto a Ovidio qué le parece esta vida. Se queda un poco pensativo, pero enseguida dice que esta vida de ahora es mucho mejor que la de antes, que hay menos diferencias entre la gente. De las fiestas del Cristo recuerdo que llegábamos muy 85

machacaos de la mar. Era la fiesta de los borrachos. Bebíamos vino a lo bobo. Estábamos muertos de fame y nadie pedía un bocadillo o una tapa. Todo era vino. Pero entonces había mucha gente simpática en Candás. Castor, Redondo, el Gordo de Anacleta, la Manca, María Robustiana, Corsino, la Egüa, Juari, Tanín el biesco… y un montón más de muyeres y homes. Redondo y yo andábamos en un barco de Avilés y Jesús, que era el patrón, me mandaba ir a buscar a Redondo por los bares de Avilés para llevarlo a bordo y sacar el pescao de la nevera. Yo apreciaba mucho a Redondo, y cuando lo encontraba y le decía que estaba borracho, siempre me contestaba los mismo…: ¿quién está borracho?, borracho estarás tú. Era un hombre genial y buena persona. Cantaba muchas veces a su hermana Pilar aquello de: “Tú me quisiste/y les perres del bonito no sé dónde las metiste/Tú me adoraste/ y les perres del bocarte/ todas me las malgastaste”. La verdad es quisiera volver a repetir la vida con mi mujer al lado a la que siempre quise y traté bien. Pero no tengo miedo morir. Ya están casi todos allá. Los nietos vienen todos los domingos a vernos. Mi mujer sigue teniendo las amigas de toda la vida: Ika la del Voldreo, Tere la de Jesusa, Carmina la Machina... Y así vamos remando hasta que (como decía Viña) el Cristo de Candás nos llame pa la mar, pero sin prisa. FIN

El Club de los Poetas Muertos El hombre debería escuchar un poco de música, leer un poco de poesía y ver una bella pintura todos los días de su vida a fin de que las preocupaciones mundanas no destruyan el sentido de la belleza que Dios ha implantado en el alma humana.

Goethe

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II Pisa el artista el tablón elevado, erguido y en genialidad constante, y el acto se perfila en cada instante

A la llegada del Cristo a Candás

airón de sentimiento coloreado. Historia y músculo en el clamor templado de rudos marineros de mirar radiante; esplendor en el puerto y espectante el pueblo a la orilla de la mar pasmado.

en la intuición de Alfredo Menéndez

Surgió la barca y el velamen... Trance

JOSÉ ANGEL ALONSO JESUS Septiembre, 1987

del arte sometido al sentimiento. -Misterio de dedos, colores y pinceles.-

TRES SONETOS

Y el Cristo, afianzado al noble alcance de brazos adiestrados al evento,

es bajado de los húmedos careles.

Sobre la pared, tratada conveniente, fiesta de dedos, pinceles y amores, alto andamiaje para colgar colores y un corazón, sobre el tablón, latente. El panel del Santuario complaciente, descubre balbuceos y esplendores; se van trasnfigurando sus labores

III

al aliento del arte dócilmente.

¡Ya tienes, pintor, tu aliento concluido! Suelta dedos y pinceles del quehacer logrado,

Y así, por inquietada inspiración

Contempla tu obra, el andamio retirado,

que trasciende sin proyectos pergeñados,

y dinos quién tu mano ha conducido!

fuego en la ilusión y el encanto listo, el pintor va transportando la oración

La luz muestra el trabajo esclarecido,

de dedos y pinceles hermandos

y el alma arde en el crisol soñado.

que alumbran con unción la faz del Cristo.

¡Dinos, pintor, qué mano te ha ayudado a cumplir el misterio revivido! Cristo hallado fue sobre el mar lejano por barco ballenero candasino; tú intuíste el pasmo de su arribada. Dinos, pintor, ¿quién adiestró tu mano? ¿quién te llevó al final de tu camino?... ¡La fuerza de tu fe enamorada! 93

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Fábules, Teatru y Romances Antón de Marireguera

¿Y qué más me decís? Acabá lluego, que tengo qué facer, yo vos lo ruego.

Muyer: A veces para min, otres se xira, otres, caído el rabo...

MUYER: Pedro Suare, allí hai ña mio quintana una figar mui guapa y mui trempana, y habiendo otres allí más que lla mía, ñon se quita de nuichi ñin de día un estornín, el cual ye tan porfiado que ño hai figo que ño esté espicotado.

Ensalm.: Tené punto. ¿Ñon vos dixe que era aire de defunto? Porque el bon estornín para ser fino ha ser tieso de rabo como un pino. Y isi estornín fatal que tanto grita ye lla alma de vuestra madre Malgarita que ñon terná descanso ñin fogura en Pulgatorio ñin la sepoltura fasta que el sábado con quéstá anterrada se podrezca tudu, sin que quede ñada. Mas, porque non vos cause tanta llercia, tomaréis nueve táramos de berza, tres granos de cebada, tres de trigo y désa tal figar el miyor figo un poco dúna estola, de llechuga montés lla fueya sola, un poco de lla calla de cretura, en el llibro de partos y pezpartos.

ENSALM.: Eso, en verdá, que no me plasma cosa: será lla vuestra fruta más sabrosa, mas, sin embargo, déso yo barrunto que señales con dáire de defunto, que, como vuestra madre está yá muerta, quizá verná pedivos una ofierta. El sábadu con que la embolobrastéis ¿a quéra de cañamo? MUYER: Acertastéis.

ENSALM.: ¡Conque todo esto pasa!

Signo, huella y memoria “Los hombres salen a la mar por la mañana o a medianoche, según la estación, y regresan a la tarde;

las mujeres se ocupan de llevar el pescado a las villas inmediatas o en freírlo para escabeche en las fábricas;

en tejer y remendar las redes, coser las velas y en los demás quehaceres domésticos” (De “José”, la novela de Armando Palacio Valdés Valdés)