Revista Venezolana de Salud Pública 6(2) 2018.

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Vol. 6 No. 2 Julio – Diciembre 2018


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2) Julio – Diciembre 2018

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Comité Asesor Internacional

Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” Decanato de Ciencias de la Salud Programa de Medicina

Dr. Alfonso J. Rodríguez Morales

Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia

Comité Editorial

Dr. Oscar Daniel Salomón.

Instituto de Medicina Tropical, Argentina

Director Dr. Rafael Gásperi

Dra. Wendy Murillo

MSc. Luis Eduardo Traviezo Valles

Laboratorio de Virología. Escuela de Microbiología UNAH, Honduras

Editor Ejecutivo Dra. Joanna Santeliz

MSc. Gabriela Arévalo Pinzón, Fundación Instituto de Inmunología de Colombia FID

Editores de línea Dra. Sonia Cabré Dra. Mariálida Mujica

MSc. Reina Sánchez C Lcdo. Fernando R. Pérez L.

Dra. Ahimara Márquez Dra. Beatriz Sosa Dra. Joanna Santeliz

Indizaciones y Edición MSc. Luis E. Traviezo Valles

Editor Jefe

Versión On line

Dra. Mariela Montilva

Edición Dra. Joanna Santeliz MSc. Luis E. Traviezo Valles.

ISSN Nº:

Versión Impresa N⁰: 2343-5526 Versión Electrónica N⁰: 2343-5534

Rev Vzlana Sal Pub

Depósito Legal

Versión Impresa N⁰: pp201302LA4909 Versión Electrónica N⁰: ppi201302LA4910 http://bibvirtual.ucla.edu.ve/rvsp/

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AUTORIDADES Decano de Ciencias de la Salud Dr. José Francisco Guirnaldos Director Administrativo Dr. Nelson Loureiro Secretaria Docente Dra. Ana Jara Directora del Programa de Medicina Dra. Ahimara Márquez Directora del Programa de Enfermería Lcda. Belkis Andrade Coordinación de Investigación Lcda. Mireya Alejo

Portada: Castillos de Guayana, estado Bolívar, Venezuela Foto: Luis Traviezo

Contraportada: Campanario Iglesia de Santa Rosa, estado Lara, Venezuela Foto: Luis Traviezo

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TABLA DE CONTENIDO 1.

EDITORIAL.

Páginas

Joanna Santeliz

7 Artículos Originales

2.

ENTEROPARASITOSIS, INDICADORES EPIDEMIOLÓGICOS Y ESTADO NUTRICIONAL EN PREESCOLARES DE “COROPO”, ESTADO ARAGUA, VENEZUELA. 9-16. M Mata, E Marchán, R Ortega.

3.

FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR EN ADOLESCENTES A Duin, B Sosa, R Hernández, C Camacho, J Camacho.

4.

PATRONES DE SENSIBILIDAD DE CEPAS BACTERIANAS BARQUISIMETO, ESTADO LARA. ENERO - JUNIO 2017. P Altuve

17-25. AISLADAS

DE PACIENTES CON INFECCIÓN 27-33.

Imágenes en Salud Pública 5.

ENFERMERÍA UCLA, 40 PROMOCIONES DE ESFUERZOS E ILUSIONES L Traviezo

35-36.

Cartas al Editor 6.

DESNUTRICION Y CRISIS ALIMENTARIA EN LA ESPERANZA DE VIDA DE LOS VENEZOLANOS J Manzanarez, J Torrealba.

7.

TUBERCULOSIS EN VENEZUELA UN PROBLEMA CONSTANTE

G Sánchez, E Martínez.

39-39.

8.

NORMAS PARA LOS AUTORES

40-45.

9.

INDIZACIONES

37-37.

46-49.

5

URINARIA.


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Misión La Revista Venezolana de Salud Pública tiene la misión el generar, discutir y difundir investigaciones, conocimientos, documentos y demás información en Salud Pública, para que esté al alcance de profesionales y estudiantes de las Ciencias de la Salud y del público interesado en estos temas, a través de un planteamiento práctico, sencillo y atractivo, que permita llegar a un mayor número de usuarios, lo que servirá para la promoción de la salud.

Visión Ser una revista reconocida tanto nacionalmente como internacionalmente, que sea punto de referencias en Salud Pública y motivo de consulta constante de profesionales del área, logrando la inclusión en índices de calidad internacional, producto de un reconocimiento por cumplir con los estándares bibliométricos y cienciométricos internacionales.

Objetivo General Publicar artículos de investigación, artículos históricos, ensayos, sistematización de experiencias, imágenes en Salud Pública y cartas al Editor, que versen sobre la Salud Pública, especialmente sobre temas como la Parasitología, Microbiología, Medicina Rural, Medicina Urbana, Medicina Laboral, Historia de la Salud Pública, Medicina Laboral, Epidemiología, Gestión en Salud Pública, Promoción y Prevención en Salud, Vigilancia en Salud, Salud Ambiental y demás temas relacionados con la salud comunitaria.

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Editorial CIFRAS MÁS RECIENTES DE LA SUBALIMENTACIÓN EN VENEZUELA (Most recent data on malnutrition in Venezuela) Joanna Santeliz Casavilca Departamento de Ciencias Funcionales, Decanato de Ciencias de la Salud, Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, Barquisimeto, Venezuela. Correo electrónico: jsanteliz@ucla.edu.ve

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) representan un grupo de metas que conforman un plan acordado por todos los países del mundo con la finalidad de mejorar la calidad de vida de millones de personas que habitan en nuestro planeta. El segundo de estos objetivos, el cual está enmarcado dentro del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es el de “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”; este objetivo es comúnmente conocido como “HAMBRE CERO”. Es de acotar que en la actualidad más de 1.000 millones de personas a nivel mundial subsisten con menos de un dólar al día y 795 millones de personas sufren de desnutrición crónica siendo la población infantil la más severamente afectada. Durante las últimas dos décadas, el acelerado crecimiento económico trajo una disminución significativa en los niveles de subalimentación particularmente en regiones del Asia Central y Oriental, el Caribe y América Latina. Sin embargo, las últimas estimaciones indican una reversión de esta tendencia. En particular, en América Latina y el Caribe las estadísticas demuestran que para el año 2016, 42,5 millones de personas no disponían de los alimentos necesarios para cubrir sus demandas energéticas diarias lo cual representa un incremento en valores absolutos de 2,4 millones de personas o de un 6% con respecto al año anterior. Según la FAO, el estancamiento del crecimiento económico así como la persistencia de la desigualdad en el ingreso son en parte factores que obstaculizan la erradicación de la pobreza y el acceso adecuado a los alimentos por parte de las familias más vulnerables. Venezuela no escapa a esta realidad. A pesar de que para el año 2012 la FAO reconoció a nuestro país por su lucha a favor de la reducción de la pobreza y el hambre, las cifras al día de hoy no son muy alentadoras. Actualmente Venezuela representa uno de los países de la región con el alza más significativa en las cifras de prevalencia de subalimentación estimándose un incremento en ésta de 3,9% con respecto al trienio anterior lo cual indica un aumento en números absolutos de 1,3 millones de personas. En la actualidad 3,7 millones de personas viven subalimentadas en Venezuela lo cual representa un 11,7% de la población total del país. Estas cifras son en parte responsables del aumento observado en la prevalencia de subalimentación en toda América Latina en los últimos años. Si nuestro país continúa con esta tendencia, es difícil, por no decir imposible, que Venezuela cumpla con la meta de “HAMBRE CERO” para el año 2030. Es imperativo que el estado venezolano tome medidas urgentes para superar en forma conjunta tanto la pobreza como el hambre. Este es un mandato tanto de las instituciones internacionales de salud como de nuestra constitución la cual, de forma implícita, garantiza el derecho a la alimentación de todos los venezolanos.

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Artículo Original ENTEROPARASITOSIS, INDICADORES EPIDEMIOLÓGICOS Y ESTADO NUTRICIONAL EN PREESCOLARES DE “COROPO”, ESTADO ARAGUA, VENEZUELA 1 1

Mariela Mata Orozco, 1Elymar Marchán, 2Rafael Ortega Rondón

Laboratorio de Práctica Profesional de Parasitología, Departamento Clínico Integral, Escuela de Bioanálisis “Omaira Figueroa”, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo-Sede Aragua, Venezuela. 2Departamento de Pedagogía e Investigación, Instituto Pedagógico Rural “El Mácaro”, Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Correo: matamariela@gmail.com

RESUMEN Las enfermedades parasitarias afectan a millones de personas en el mundo, siendo más frecuentes en niños, y están estrechamen te vinculadas con la pobreza y otros factores socio-económicos. El objetivo del estudio fue establecer la relación entre enteroparasitosis, indicadores epidemiológicos y estado nutricional en preescolares de instituciones educativas del Sector Coropo, Aragua, Venezuela. Fueron evaluados 145 niños y sus heces analizadas mediante las técnicas de Solución Salina Fisiológica, Lugol, Kato, Faust, Baermann y Graham. La valoración nutricional se realizó a través de evaluación clínica e indicadores antropométricos, siendo los puntos de corte, Exceso: > p90; Normal: entre p10 y p90; déficit: <p10. La frecuencia de enteroparásitos fue 73,8%, con predominio de protozoarios (69,66%) sobre helmintos (21,38%). Las especies más frecuentes fueron: Blastocystis sp. (48,97%) y Enterobius vermicularis (20%). Al relacionar los indicadores epidemiológicos con los niños parasitados, no se observó asociación significativa (p>0,05). Sin embargo, se pudo apreciar que existe una asociación estadística significativa (p<0,05), entre el lavado de las manos antes de comer y des pués de ir al baño y presencia de enteroparásitos. Se obtuvo un alto porcentaje de normalidad en los indicadores antropométricos: Peso para la Edad 80%, Talla para la Edad 66,9%, Circunferencia Cefálica para la Edad 71,72% y Circunferencia Braquial para la Edad 82,76%, estos pueden estar influenciados por la existencia de un comedor, donde desayunan y almuerzan los niños que allí estudian. Se concluye que, a pesar de la elevada tasa de infección por enteroparásitos encontrada, la misma no afectó el estado nutricional de los niños evaluados. Palabras clave: enteroparásitos, estado nutricional, preescolares ENTEROPARASITES, EPIDEMIOLOGICAL INDICATORS AND NUTRITIONAL STATUS IN PRESCHOOLERS OF “COROPO”, ARAGUA STATE, VENEZUELA

ABSTRACT Parasitic diseases affect millions of people worldwide, most commonly in children, are closely linked to poverty and other socioeconomic factors. The study aimed to establish the relationship between intestinal parasites, and epidemiological and nutriti onal status in preschool educational institutions of the municipality Coropo, Aragua, Venezuela. We evaluated 145 children and their feces were analyzed using the techniques of physiological saline, Lugol, Kato, Faust, Baermann and Graham. Nutritional assessment was performed using clinical evaluation and anthropometric indicators, with the cut offs, excess: > p90; Normal: between p10 and p90; deficit: <p10. The frequency of intestinal parasites was 73.8% with predominance of protozoa (69.66%) on helminths (21.38%). The most frequent were: Blastocystis sp. (48.97%) and Enterobius vermicularis (20%). By linking epidemiological indicators with infected children, there was no significant association (p> 0.05). However, they observed a statistically significant association (p <0.05), washing hands before eating and after using the bathroom and the presence of intestinal parasites. We obtained a high percentage of normal in anthropometric indicators: Weight for the Age 80%, Size for Age 66.9%, Cephalic Circumference for the Age 71.72% and Brachial Circumference for the Age 82.76%, these can be influenced by the existence of a dining room where the children who study there have breakfast and lunch.. We conclude that despite the high rate of intestinal parasitic infections found, it did not affect the nutritional status of children tested. Key words: intestinal parasites, nutritional status, pre-school Recibido: 31/10/2018. Aprobado: 04/12/2018

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INTRODUCCIÓN Las enfermedades infecciosas, frecuentes en países tropicales y subtropicales, constituyen un importante problema de salud en humanos y animales. Tal es el caso de los enteroparásitos que afectan a más de un tercio de la población mundial 1. Se calcula que a nivel mundial existen cerca de 2000 millones de personas infectadas por parásitos intestinales en alguna etapa de su vida1,2. Las enteroparasitosis perjudican a todos los estratos sociales, pero predominan en las clases más bajas de la sociedad caracterizadas por tener escasos recursos económicos, deficiente saneamiento ambiental y hábitos higiénicos poco estructurados, que predisponen a enfermedades debilitantes agudas o crónicas causantes de estragos en la salud que merman la capacidad física e intelectual de los individuos, comprometiendo finalmente su productividad2-4. Existen otros factores condicionantes de las enteroparasitosis tales como deficiencia o ausencia de servicios básicos, precariedad de la vivienda, escasa o ninguna disponibilidad de agua potable, insuficiente cobertura de salud, bajo nivel de instrucción de la madre y hacinamiento2,5-7. En consecuencia todos los individuos se ven afectados por los enteroparásitos, sin embargo, los niños son los más vulnerables, debido a hábitos higiénicos poco consolidados, inmadurez inmunológica, condiciones de vida con escaso saneamiento ambiental, costumbres alimentarias (ingesta de comidas de expendios ambulantes), ausencia o escasa lactancia materna, entre otros5-9. Murray et al10 agrupan los factores socio epidemiológicos de la siguiente manera: de orden biológico (edad, sexo, factores genéticos, y nutricionales, entre otros), culturales (costumbres propias de las comunidades), económicos (bajos ingresos), geográficos (climas tropicales, subtropicales, húmedos, temperaturas altas y bajas, inundaciones o sequías) y sociales (hábitos higiénicos poco estructurados, inadecuada disposición de excretas y basuras, falta de conocimiento sobre los mecanismos de transmisión de las enteroparasitosis, fecalismo y migraciones). Estas infecciones por parásitos pueden transcurrir asintomáticas durante largos periodos de tiempo, pero también pueden llegar a provocar cuadros digestivos, incluso con severa repercusión sobre el crecimiento y desarrollo de los niños 2. Sin embargo, existe controversia en cuanto a si los daños que ocasionan influyen sobre el estado nutricional. La Organización Mundial de la Salud (OMS)11 aseveró que los parásitos intestinales pueden causar malnutrición en los niños y disminuir sus posibilidades de crecer, desarrollarse y aprender. Asimismo, los parásitos del tracto gastrointestinal tales como Trichuris trichiura, Ascaris lumbricoides y Giardia intestinalis pueden acelerar el tránsito intestinal y alterar el equilibrio de nitrógeno

por su excesiva pérdida por las heces ocasionando mala absorción, intolerancia a azúcares y vitaminas 12,13. Por su parte, los helmintos ocasionan desnutrición proteicocalórica, siendo los niños en edad preescolar los más vulnerables6,14. Cabe destacar que los parásitos intestinales pueden alterar negativamente la condición física, orgánica y cognitiva de los infantes, ocasionando grados variables de desnutrición, con disminución de la absorción de la vitamina A, la cual a su vez afecta el normal desarrollo de los niños disminuyendo la talla, el peso, el desarrollo psicomotor y el coeficiente intelectual 11-13,15. Tanto la predisposición a las enfermedades como los efectos de las parasitosis se ven agravadas por deficiencias nutricionales del hospedador16. En este sentido, el estado nutricional cumple un rol protagónico y se puede evaluar a partir de los signos clínicos de malnutrición, indicadores bioquímicos y valores antropométricos. Entre estos, la antropometría tiene ventaja, debido a que las mediciones corporales son sensibles a lo largo de todo el espectro de malnutrición, no son invasivas, de bajo costo y fáciles de realizar 17. La valoración nutricional es el reflejo del estado de salud de un individuo, la cual resulta del balance medido en tiempo, entre la ingesta, utilización de nutrientes y los requerimientos. Esta tiene como finalidad controlar el crecimiento y estado de nutrición del niño sano, identificando las alteraciones por exceso o defecto, distinguir el origen primario o secundario del trastorno y dar apoyo indicado y oportuno18,19. Los principales métodos de valoración para el estado nutricional incluyen las mediciones antropométricas y la obtención de las historias de la alimentación 20. Las medidas antropométricas además permiten valorar de manera indirecta el estado nutricional y contemplan la medida del peso, estatura, perímetro craneal y braquial entre otras variables físicas como indicadores indirectos del estado nutricional y salud. Otro aspecto a considerar es que en Venezuela, de acuerdo con investigaciones de la OMS y la Sociedad Venezolana de Infectología, hay poblaciones donde hasta el 80% de sus habitantes, tanto adultos como niños, tienen parásitos. Asimismo, existen estudios que señalan que los rangos de frecuencia de enteroparasitosis pueden variar entre 65,5% y 97% en diversas poblaciones infantiles 6,8,11,21. De acuerdo con estudios realizados por Devera et al6,8, en el estado Bolívar prevalecen los protozoarios sobre los helmintos. En este orden de ideas, el protozoario más frecuente en este estado fue Blastocystis sp. con rangos que oscilan entre 16,8% y 67,8%, seguido de Giardia intestinalis con 11,7% y 33,1% y Endolimax nana 1,1% y 11%; estos datos reflejan un ascenso en la estadística6,8,. Por su parte Jóhnycar et al9 en un trabajo que desarrollaron en Barquisimeto, encontraron como más prevalente los siguientes protozoarios: Blastocystis sp. (43,5%), Giardia intestinalis (33,3%) y Entamoeba histolytica (10,1%).


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En relación a los helmintos, en un estudio realizado en pobladores de localidades de Yurimaguas, Alto Amazonas, Loreto, Perú durante el año 2010, destacaron a Ascaris lumbricoides con 36,1% en la localidad 1 y 43,8% en la localidad 2 seguido de Trichuris trichiura con 8,3% y 19,7% en la primera y segunda localidad, respectivamente22. No obstante, Cueto et al23 reportaron como más frecuente a Enterobius vermicularis (83,7%), seguido de Ascaris lumbricoides (9,3%) y por último a Trichuris trichiura (7%). Los hallazgos pueden cambiar de una región a otra. Como ejemplo de esto tenemos que un trabajo realizado en niños y niñas menores de 12 años en Antioquia, Colombia, encontraron solo 3 niños con A. lumbricoides y uno con E. vermmicularis24. En Argentina, Cesani et al5 y Zonta et al25 han descrito a E. vermicularis como el helminto más prevalente en niños con rangos que oscilan entre 22,8% y 45,2% dependiendo de la zona estudiada y la técnica diagnóstica utilizada, siendo más sensible la de Graham o Cinta Adhesiva Transparente (C.A.T) 2. Como se ha dicho las parasitosis intestinales constituyen un problema de salud de índole multifactorial siendo las poblaciones rurales y periurbanas, dada su ubicación geográfica, las más sensibles 2,5-7. En este sentido, el presente trabajo se planteó establecer la relación entre enteroparasitosis, indicadores epidemiológicos y estado nutricional en preescolares de instituciones educativas públicas del Sector Coropo del municipio Francisco Linares Alcántara (FLA), estado Aragua, Venezuela.

MATERIALES Y MÉTODOS Se realizó un estudio de campo, descriptivo, epidemiológico, de corte transversal entre los meses de octubre y diciembre de 2015, correspondiente al período seco. La muestra quedó conformada por 145 niños, correspondiente a 36,25% de la población total de las instituciones educativas estudiadas. La selección de la muestra se hizo por muestreo aleatorio simple, tomando en consideración los siguientes criterios de inclusión: todo niño/a cuyo padre/madre o representante legal aceptó participar en el estudio, firmando el consentimiento informado26, todo niño/a que formaba parte de la comunidad estudiantil de las instituciones educativas mencionadas y no haber recibido tratamiento antiparasitario durante los últimos tres meses, ni tener alguna enfermedad metabólica o infecciosa que ocasione deficiencias nutricionales27. La valoración socio-económica y epidemiológica se realizó mediante una entrevista estructurada a la madre, padre o representante del niño en estudio, aplicando una encuesta diseñada, optimizada y validada por Docentes del Departamento de Parasitología de la Universidad de Carabobo, Sede Aragua (2004), quienes consideraron variables tales como profesión del jefe de la familia, nivel de instrucción de la

madre, condiciones de la vivienda, agua de consumo, disposición de excretas, desechos sólidos, entre otros. Para la valoración nutricional antropométrica, se obtuvo el peso corporal (kg) utilizando una balanza portátil (10 g de precisión), la talla (cm) con una cinta métrica (1 mm de precisión), igual que para la Circunferencia Cefálica (CC) y Braquial (CB). La edad se calculó con la fecha exacta de nacimiento del niño. Con los resultados se construyeron los siguientes indicadores de dimensión corporal: peso para la edad (P/E), talla para la edad (T/E), circunferencia cefálica para la edad (CC/E) y circunferencia braquial para la edad (CB/E) utilizando las tablas estandarizadas por la Fundación Centro de Estudios para el Crecimiento y Desarrollo de la Población Venezolana 28. La talla es el reflejo del crecimiento lineal alcanzado; sus deficiencias indican déficits acumulativos de salud o nutrición a largo plazo. El peso para la edad (P/E) es el reflejo de la masa corporal relacionado con la edad cronológica 27. Para el diagnóstico de déficit nutricional se consideró a todo niño o niña por debajo del percentil 10 (p > 10) según el indicador (P/E), (T/E), (CC/E) y (CB/E). Utilizando los mismos indicadores, se consideró normal todo valor por encima del percentil 10 y menor o igual al percentil 90 y exceso a todo valor por encima del percentil 90. Se recolectó una (1) muestra de heces por cada niño. Se utilizaron las técnicas directas de Solución Salina Fisiológica (SSF), Lugol, Kato, Faust, Baermann y Graham según el procedimiento descrito por Botero y Restrepo2. El análisis estadístico se realizó utilizando el programa STATA (StataCorp LP, 2012), versión 12. Los datos fueron descritos, validados, cruzados y analizados de acuerdo con variables del estudio. Para establecer la relación entre ellas, se utilizó la prueba no paramétrica de Chi cuadrado (x2). Para todos los análisis se empleó un nivel de significancia de p < 0,0529.

RESULTADOS De los 145 niños que participaron en la investigación, 71 fueron niñas (48,97%) y 74 niños (51,03%). La edad promedio fue de 4,8 años con un mínimo de 3 años y una edad máxima de 6 años. En la distribución por edad y género se observó el predominio de niños con 5 años (44,14%) para ambos géneros, seguidos por los de 4 años (30,34%). Al analizar los resultados obtenidos, se encontró un total de 73,8% (107/145) niños parasitados. Los monoparasitados (59,8%), predominaron sobre los poliparasitados (40,2%), siendo los protozoarios (69,66%) más frecuentes que los helmintos (21,38%). Las especies más prevalentes fueron Blastocystis sp. (48,97%), seguido de Giardia intestinalis (17,93%) (Figura 1) y de helmintos E. vermicularis.


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Con respecto a la frecuencia de parasitosis según edad y género, se pudo determinar que, de los 107 niños parasitados, 47,7% pertenecían al género masculino y 52,3% al femenino, siendo la razón de producto cruzado (OR) estimada 1,22 (IC: 95%, 0,542,74). Sin embargo, esta diferencia no fue estadísticamente significativa (x2=0,27; p=0,599) mientras que la frecuencia según edad resultó estadísticamente significativa (x2=8,06; p= 0,045). En cuanto a los valores antropométricos, 80% de los infantes estudiados (116/145) tuvo peso para la edad (P/E) normal, un 17,93% (26/145) con exceso y 2,07% (3/145) con bajo P/E. Por su parte, la talla para la edad (T/E) presentó el mismo comportamiento, fue normal en 66,9% (97/145) de los niños, alta en 28,97% (42/145) y baja en 4,14% (6/145) de los casos no resultando diferentes los valores para la circunferencia cefálica para la edad (CC/E) y circunferencia braquial para la edad (CB/E) (Figura 2). Se observó que al relacionar las parasitados y factores socioeconómicos y epidemiológicos, en su mayoría no existía una asociación estadísticamente significativa (p=0,2-0,9). Aunque al cruzar la variable parasitado con lavado de las manos antes de comer y después de ir al baño, se observó que existía una asociación estadísticamente significativa, x 2= 9,92; p= 0,007 (Tabla 1). Se evidenció que 82% (88/107) de los niños parasitados presentaron un peso normal para su edad, mientras que 16% (17/107) presentó exceso de peso para la edad y otro 2% (2/107) bajo de peso para la edad. De acuerdo con los resultados y al aplicar la prueba no paramétrica de x2, no se observaron diferencias estadísticamente significativas (x2= 1,28; p=0,52). Por otra parte, 65% (70/107) de los parasitados presentaron una talla normal para la edad, 30% (32/107) tenían una talla por encima de los valores referenciales para la edad, mientras que sólo 5% (5/107) presentaron baja talla para la edad. Dicha asociación no resultó estadísticamente significativa (x2= 0,54; p=0,73). En relación a la CC/E y CB/E, los resultados señalaron que 71% y 81% de los niños presentaron valores normales para su edad respectivamente y que la asociación entre sus valores y la presencia o ausencia de enteroparasitosis no fue estadisticamente significativa (x2=1,09; p=0,57 y x2=0,60; p=0,74). A pesar de la alta frecuencia de enteroparasitosis encontrada, no se detectó diferencia estadísticamente significativa en las diversas variables antropométricas analizadas y relacionadas con los niños con o sin parasitosis.

DISCUSIÓN Los resultados del presente estudio revelaron una elevada frecuencia de enteroparasitosis (73,8%) en los niños de las instituciones educativas estudiadas. También se demostró predominio de los monoparasitados sobre los poliparasitados. Diversos estudios, afirman que la elevada frecuencia de infecciones por parásitos intestinales representa un serio problema médico-social, que afecta a millones de personas en especial a las más pobres2,5-9. Se puede inferir que los niños estudiados están expuestos a contaminación oro-fecal y por consiguiente a un alto riesgo de infección, lo cual sugiere de que existen condiciones socioambientales (insuficiente control de aguas negras, disponibilidad de agua potable, presencia de vectores mecánicos, inadecuada disposición de desechos sólidos, e inadecuados hábitos higiénicos, consumo de alimentos en la calle, entre otros) que propician la aparición y/o permanencia de las diferentes especies parasitarias encontradas 2-5,7-9. Asimismo se observó predominio de infecciones por protozoarios (69,7%) sobre los helmintos (21,4%) resultados similares a los reportados por otros investigadores 6,8,21. Blastocystis sp. fue el protozoario más frecuente, lo que coincide con la generalidad de las investigaciones realizadas en los últimos años en diversos grupos de edades y tipos de poblaciones del mundo6,8,9, sin embargo, las diferencias de prevalencia encontradas entre países se puede atribuir a múltiples factores relacionados con el tipo de estudio, procedencia de la población estudiada, edad, características socio-demográficas21,30. Seguido en orden de frecuencia se encuentra G. intestinalis (17,9%) protozoario de patogenicidad conocida. La parasitosis producida por este agente es muy prevalente entre la población infantil, quizás por ser de fácil contagio a través del agua, alimentos y utensilios contaminados con materia fecal. Datos similares han sido evidenciado por diversos autores23. También se encontraron protozoarios comensales, siendo el más prevalente Endolimax nana (13,99%), coincidiendo estos resultados con los de otras investigaciones realizadas 21. La prevalencia de protozoarios intestinales comensales carece de importancia clínica, sin embargo, resulta un indicador epidemiológico de contaminación fecal de alimentos y agua de consumo2. En cuanto a la frecuencia de infecciones por helmintos, para A. lumbricoides fue de 4,83% y de 1,38% para T. trichiura, datos inferiores a los reportados por otros investigadores 6,8,21. Los motivos de la baja frecuencia pueden estar relacionados con el uso masivo de medicamentos, en especial el albendazol 2, producto de campañas de desparasitación que con cierta frecuencia se realizan en la zona.


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El estudio reveló la presencia de E. vermicularis, con una frecuencia de 20%, superior al 4% reportado por Tabares y González 24 e inferior al 47,1% encontrado por Cesani et al5 y 45,2% reportada por Zonta et al25. La elevada frecuencia encontrada estaría relacionada con las condiciones de hacinamiento en las cuales habitan los infantes estudiados y la técnica de diagnóstico usada2. Es conocido que las clases económicamente desfavorecidas son más propensas a adquirir enfermedades parasitarias del tracto gastrointestinal, lo que es corroborado con los hallazgos en la población infantil estudiada, donde la principal fuente de ingreso familiar provenía de un sueldo semanal, compatible con la remuneración de un obrero, lo cual se traduce en un salario mínimo. Del mismo modo, el grado de instrucción de los familiares es un factor que contribuye con la falta de conocimiento sobre las parasitosis 2,5-8,23,25. Con respecto a la correspondencia de los indicadores epidemiológicos y enteroparasitosis, se encontró una relación estadística significativa entre la variable hábitos higiénicos (lavado de manos antes de comer y después de ir al baño) y niños parasitados, datos que coinciden con los reportados por otros investigadores quienes señalan que existe una relación entre parasitismo e inadecuados hábitos higiénicos 2,5-7. En cuanto a la valoración nutricional antropométrica establecida por indicadores, en la muestra evaluada se obtuvo un alto porcentaje de valores normales (P/E 80%, T/E 66,9%, CC/E 71,72% y CB/E 82,76%). Esto puede estar influenciado por la existencia en el colegio de un sistema de alimentación (comedor) gubernamental donde desayunan y almuerzan los niños que allí estudian. Los hallazgos encontrados en este estudio, difieren de los reportados por otros investigadores 25,31 quienes han demostrado que existe una interrelación recíproca entre la presencia de parasitosis intestinales y el estado nutricional. Diversos estudios muestran que la desnutrición está relacionada con la falta de seguridad alimentaria, de tal manera que, si a los infantes se les brinda una adecuada alimentación, independientemente de la presencia o ausencia de parásitos, estos tendrán un crecimiento normal 5,7,12,14. Por esta razón, Infante et al32 encontraron que aquellos niños integrantes de familias en situación de riesgo social que asistían diariamente al comedor escolar, manifestaron una mejoría significativa de los diferentes parámetros antropométricos, inmunológicos y hematológicos evaluados por lo cual concluyeron que la dieta adecuada y balanceada en las escuelas además del impacto esperado en el estado nutricional de los niños, podría ser un factor protector en la homeostasis del sistema inmune y de la capacidad de generar respuestas de defensas contra los diversos agentes infecciosos.

CONCLUSIONES Se puede apreciar que los niños estudiados están expuestos a contaminación oro-fecal, señalando esto que existen condiciones socio-económicas y ambientales favorables para la adquisición de enteroparásitos. No se demostró relación entre enteroparasitosis y el estado nutricional de los niños evaluados. Estos resultados pudieran estar influenciados por la presencia de un programa gubernamental que garantiza el desayuno y el almuerzo de los niños que asisten a los preescolares del Sector Coropo. No obstante, se recomienda a los entes del gobierno local, regional y nacional respectivos promover, diseñar y poner en práctica políticas públicas que permitan mejorar las condiciones de saneamiento ambiental de los habitantes de la zona donde se realizó la investigación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1.

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Figura 1. Distribución porcentual de frecuencia de protozoarios en niños de instituciones educativas del Sector Coropo, municipio FLA, estado Aragua

Figura 2. Distribución porcentual del peso para la edad (P/E), talla para la edad (T/E), circunferencia cefálica para la edad (CC/E) y circunferencia braquial para la edad (CB/E) en niños de instituciones educativas del Sector Coropo, municipio FLA, estado Aragua

Tabla 1. Distribución porcentual de la relación entre enteroparasitosis y hábitos higiénicos de los niños de instituciones educativas del Sector Coropo, municipio FLA, estado Aragua


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Artículo Original FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR EN ADOLESCENTES 1

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Amanda Duin Balza, 1Beatriz Sosa-Canache, Rafael Hernández-Hernández, 2Carlos Camacho, 2Juan Carlos Camacho

Consulta de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular, Unidad de Farmacología Clínica, Decanato de Ciencias de la Salud, 1,2 Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, Barquisimeto-Lara, Venezuela. Correo: amandaduin@gmail.com

RESUMEN La exposición a factores de riesgo cardiovasculares (FRCV) durante la niñez y la adolescencia puede estar asociada con el desarrollo de la aterosclerosis en la vida adulta. El objetivo de la presente investigación fue evaluar los factores de riesgo cardiovascular en adolescentes, pertenecientes a dos instituciones de educación diversificada del Municipio Iribarren, Barquisimeto, estado Lara. Se trató de una investigación prospectiva, descriptiva, a través de la cual se determinaron parámetros clínicos y paraclínicos para evaluar los FRCV, como hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad, sobrepeso, sedentarismo y hábito tabáquico. El muestreo fue no probabilístico y estuvo conformado por 136 adolescentes. Se encontró como resultado que 38,97% de los adolescentes evaluados no presentaron ningún factor de riesgo cardiovascular y 61,09% presentaron un o más de factores de riesgo. De ellos, 80,95% presentaron un factor de riesgo, (11,90%) dos factores de riesgo (dislipidemia-obesidad o dislipidemia-cifras de presión arterial alta) y 7,15% más de tres factores de riesgo cardiovascular (dislipidemia-obesidad-cifras de presión arterial elevadas-sedentarismo). En el presente estudio se pudo establecer que los adolescentes presentaron factores de riesgo cardiovascular como dislipidemias, sobrepeso/obesidad, hipertensión arterial, inactividad física y tabaquismo. Se registró la presencia de antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular. En consecuencia, es necesario propiciar oportunidades de intervención en la prevención y control de enfermedad cardiovascular con acciones dirigidas a la promoción de la salud deben ser incorporadas nivel nacional y comunitario, a través campañas educativas de comunicación masivas dirigid as al tabaco, alimentación saludable y actividad física, tanto en padres como en niños y adolescentes. Palabras clave: obesidad, dislipidemia, hipertensión arterial, sedentarismo, adolescentes CARDIOVASCULAR RISK FACTORS IN ADOLESCENTS ABSTRACT Exposure to cardiovascular risk factors (CVRF) during childhood and adolescence may be associated with the development of atherosclerosis in adult life. The objective of the present investigation was to evaluate the cardiovascular risk factors in adolescents, belonging to two diversified education institutions of the Iribarren Municipality, Barquisimeto, Lara State. It was a prospective, descriptive investigation, through which clinical and paraclinical parameters were determined to evaluate CVRF, such as hyper tension, dyslipidemia, obesity, overweight, sedentary lifestyle and smoking. The sampling was non-probabilistic and consisted of 136 adolescents. It was found that 38.97% of the adolescents evaluated did not present any cardiovascular risk factor and 61.09% presented one or more risk factors. Of these, 80.95 %% presented a risk factor, 11.90%) two risk factors (dyslipidemia-obesity or dyslipidemia-high blood pressure figures) and 7.15% more than three cardiovascular risk factors (dyslipidemia -obesity-high blood pressure figures-sedentary lifestyle). In the present study it was possible to establish that adolescents presented cardiovascular risk factors such as dyslipidemia, overweight / obesity, hypertension, physical inactivity and smoking. The presence of a family history of cardiovascular disea se was recorded. Consequently, it is necessary to promote opportunities for intervention in the prevention and control of cardiovascular disease with actions aimed at health promotion must be incorporated at the national and community level, through mass communication educational campaigns aimed at tobacco, healthy eating and physical activity, both in parents and in children and adolescents. Key words: obesity, dyslipidemia, high blood pressure, sedentary lifestyle, adolescents

Recibido: 17/09/2018. Aprobado: 22/11/2018

Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional 17


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INTRODUCCIÓN Las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) constituyen un problema de Salud Pública ocupando el primer lugar entre las causas de muerte a nivel mundial. Se ha proyectado que para el 2020 las enfermedades no transmisibles que incluyen, las enfermedades cardiovasculares, tumores y lesiones, darán cuenta del 75% de todas las muertes en el mundo, y las muertes a causa de las enfermedades cardiovasculares aumentarán en 15 a 20%. Se considera que millones de personas en Latinoamérica presentan factores de riesgo cardiovasculares (FRCV) que no son comúnmente diagnósticos1. La identificación de los FRCV y su distribución en la población es de suma importancia dado que existen evidencias que al tomar acciones en contra de estos, el riesgo de ECV puede disminuir significativamente2. De allí, la Sociedad Venezolana de Hipertensión ha planteado que la modificación de algunos estilos de vida constituye un aspecto clave para la prevención de las ECV. Para lograr este objetivo es fundamental reconocer cuáles son los llamados FRCV. Mientras más factores de riesgo tienen un individuo, mayor es su probabilidad de sufrir un infarto o una enfermedad vascular cerebral3. La agrupación de FRCV ha sido bien establecida a través de los estudios epidemiológicos tanto en niños como en adultos. La exposición a FRCV durante la niñez y la adolescencia puede estar asociada con el desarrollo de la aterosclerosis en la vida adulta4. Los FRCV se dividen en dos grandes grupos: los que son modificables y los que no lo son. Los factores de riesgo modificables son aquellos que pueden ser corregidos o eliminados cuando se realiza cambios en el estilo de vida y/o el paciente reciba medicamentos específicos. Entre ellos, los tres más importantes son la hipertensión arterial (HTA), las dislipidemias, y el tabaquismo. No obstante, se debe considerar otros factores o enfermedades como la obesidad, el sedentarismo y la diabetes mellitus. La prevalencia de presión arterial elevada en la adultez indica que la enfermedad representa un problema de salud pública detectable a temprana edad. En tal sentido, la pre-hipertensión puede presentarse en los adolescentes, y constituye un riesgo claro para el establecimiento de hipertensión en la edad adulta, y en consecuencia de las ECV en etapas posteriores de la vida 5. Además, la HTA a su vez representa un factor de riesgo modificable para la enfermedad aterosclerótica. La hipertensión primaria en la niñez es generalmente hipertensión estadio 1, y está relacionada a una historia familiar positiva de HTA o de ECV. En tal sentido, uno de los parámetros más importantes a indagar en la evaluación del niño y del adolescente son los antecedentes familiares de HTA, que junto a los otros factores de riesgo cardiovasculares podrían determinan el desarrollo de la HTA esencial en el niño5. Los factores de riesgo para la enfermedad aterosclerótica en general, y en particular para la enfermedad arterial coronaria, son la elevación del colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL), el tabaquismo, la obesidad, la diabetes

mellitus y la hipertensión arterial. Estos factores de riesgo se han reconocido con mayor frecuencia en hijos de padres con enfermedad coronaria. Así los padres de los niños con factores de riesgo elevado, presentan una frecuencia aumentada de factores similares y enfermedad coronaria 2. Igualmente, el tabaquismo es otro factor de riesgo modificables para la enfermedad aterosclerótica como la aterosclerosis coronaria expresada a través de la angina de pecho, el infarto de miocardio y la muerte súbita, y la aterosclerosis de miembros inferiores, como la claudicación intermitente, que condiciona la necrosis y la consecuente amputación del miembro afectado. Asimismo, está relacionado con el aumento de riesgo de enfermedades cerebrovascular en los fumadores jóvenes 6. Por otra parte, el sedentarismo, relacionado con el estilo de vida de los adolescentes en la sociedad actual, implica una menor actividad física, que se inicia en la infancia, estableciéndose en la adolescencia, y teniendo su nivel más crítico en la edad adulta, favoreciendo el desarrollo de la obesidad y de la aparición de las ECV. De hecho, en numerosas investigaciones se relaciona el sedentarismo con el incremento de la obesidad, cuya prevalencia ha alcanzado niveles epidémicos actualmente7. En cuanto a los FRCV no modificables, son aquellos propios de cada persona, y no es posible revertirlos o eliminarlos, como por ejemplo, la edad, el sexo y la base genética. Asimismo, se ha establecido que a mayor edad aumenta el riesgo de padecer ECV, lo que se refleja en que aproximadamente cuatro de cada cinco personas que fallecen son mayores de 65 años 3. El estudio Cardiovascular Risk Factor Multiple Evaluation in Latin América (CARMELA) evaluó a 11.550 sujetos de ambos sexos, con edades comprendidas de 25 a 64 años, seleccionados probabilísticamente de la población general de siete grandes ciudades de Latinoamérica. Fue un estudio observacional y de corte transversal. Los objetivos fueron evaluar la prevalencia de HTA y otros FRCV en los individuos de esas ciudades. Se encontró, que la prevalencia de HTA fue de 13,4 a 44,2%, en la población de esas siete principales ciudades de Latinoamérica y, para Venezuela, y en particular Barquisimeto, la prevalencia de HTA, fue de 24,7%, a predominio del sexo masculino sobre el sexo femenino. En cuanto a la dislipidemia 81,7%, del hábito tabáquico 25,4%, de diabetes mellitus 6% y de la obesidad 25,15%8. La prevalencia de los FRCV fue evaluada en adolescentes de una población rural, Corrientes, de Argentina, y los autores encontraron una prevalencia de sobrepeso de 10% y de obesidad 1,8%. La prevalencia de HTA y del hábito de fumar fueron bajas. La actividad física semanal fue mayor en varones, mostrando que el sedentarismo como factor de riesgo no expresó relevancia en este estudio. Sin embargo, encontraron que la prevalencia de hipercolesterolemia fue 20,7%, sin diferencia significativa entre ambos sexos 9. En 1996 realizó un estudio para determinar la prevalencia de HTA en adolescentes en Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. La investigación se basó en la aplicación de una encuesta y la


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realización de examen físico que se efectuó en el domicilio de cada participante, reportaron que 76% de los participantes presentaron cifras de presión arterial normal, 79,2% normal alta y 19,7% alta. El 17% de las jóvenes refirieron consumo de alcohol, 5,8% manifestaron hábitos tabáquicos, 60,9% tenían antecedentes familiares de presión arterial elevada, y el 42,06% tenían antecedentes familiares de ECV10. En cuanto al estado nutricional se ha planteado que los infantes obesos tienen tres veces más probabilidad de desarrollar HTA que los no obesos, y además es más factible que los niños con HTA desciendan de familias con antecedentes de obesidad 11. En tal sentido, las tendencias seculares en la prehipertensión y la hipertensión en adolescentes han aumentado en congruencia con tendencias crecientes en la prevalencia de sobrepeso y obesidad y la correlación positiva entre el índice de masa corporal y la presión arterial en la adolescencia es moderado a fuerte en la mayoría estudios y más fuertes en los clasificados como sobrepeso u obesidad12. La Organización Mundial de la Salud sostiene que la identificación de estos factores de riesgo en niños aportaría una importante contribución a la prevención de la enfermedad cardiovascular en la adultez(13) y particularmente el sobrepeso y la obesidad 14. Se ha establecido una correlación entre el índice de masa corporal, la presión arterial sistólica y el perfil lipídico, y una fuerte asociación de estos factores con la extensión de lesiones de ateromas en la aorta y en las arterias coronarias 15. Muchos estudios han señalado que el proceso de ateroesclerosis comienza en la niñez. Se ha reportaron lesiones en aortas de niños y adolescentes, como estrías grasas y las identificaron como los principales factores de riesgos relacionados con el desarrollo de manifestaciones clínicas de ECV en niños y adolescentes. Estas lesiones promueven así la formación temprana de lesiones ateroescleróticas que actúan como precursores de las manifestaciones clínicas de ellos en la adultez16. En tal sentido, diferentes grupos de investigadores plantearon que durante la adolescencia se forman los “malos hábitos”, que llevan al establecimiento de factores de riesgos de ateroesclerosis y que estos factores tienden a mantenerse a lo largo del tiempo17,18. Con base a lo expuesto anteriormente, el objetivo de la presente investigación fue evaluar los factores de riesgo cardiovascular en adolescentes, pertenecientes a dos instituciones de educación diversificada del Municipio Iribarren, estado Lara, Venezuela. MATERIALES Y MÉTODOS Se trató de una investigación prospectiva, descriptiva, a través de la cual se determinaron los parámetros clínicos y paraclínicos necesarios para evaluar los factores de riesgo cardiovascular, como HTA, dislipidemia, obesidad, sobrepeso, sedentarismo y hábito tabáquico. El muestreo fue de tipo no probabilístico y estuvo conformado por 136 adolescentes de dos instituciones educativas del Municipio Iribarren, Unidad Educativa “Rafael Villavicencio” y Escuela Técnica Industrial

“Jacinto Lara”, Barquisimeto, Venezuela. Los criterios de inclusión fueron edades comprendidas entre 15 a 18 años, cualquier sexo, y la firma del consentimiento- asentamiento escrito por parte de los padres o representantes del participante y del adolescente. Se excluyeron adolescentes con diagnóstico de diabetes mellitus, hipertensión arterial o enfermedad cardiovascular. Previa autorización de la dirección del plantel, se efectuó una primera visita a cada unidad educativa con la finalidad de informar sobre el trabajo a realizar, solicitar el consentimientoasentamiento escrito y firmado. En una segunda visita, se procedió a realizar la recolección de los datos personales, los antecedentes personales patológicos pertinentes para el estudio, el examen funcional, los antecedentes familiares y se programó el día para la toma de una muestra sanguínea. En ese tercer encuentro se realizó una evaluación antropométrica (peso y talla), la medición de presión arterial (PA) y la toma de la muestra sanguínea para la determinación de glicemia, y perfil lipídico (colesterol total, HDL-colesterol, LDL-colesterol y triglicéridos). Una vez tomada la muestra se suministró un desayuno a cada participante del estudio. Las muestras sanguíneas fueron procesadas en el Laboratorio Clínico de la Unidad de Farmacología Clínica, Decanato de Ciencias de la Salud, UCLA. La medición del peso se realizó utilizando en una balanza graduada en kilogramos con su estadiómetro incorporado tipo Hamilton® con capacidad de 150 Kilogramos (kg). Los adolescentes fueron pesados con ropa ligera, sin calzado, en horas de la mañana y con ayunos de doce horas, y se registró el peso en kilogramo. La talla fue tomada en posición de pie, de espalda al estadiómetro graduado en metros y centímetro, sin calzado y se registró la medida en metros. Luego, se determinó el índice de masa corporal (IMC). La medición de la presión arterial se efectuó siguiendo los lineamientos estandarizados por la Sociedad Venezolana de Hipertensión3. La interpretación de los valores se realizó tomando como referencia las tablas de percentiles de presión arterial de acuerdo a la edad, el sexo y la talla. Los valores de presión arterial normal en los adolescentes se definieron como una presión arterial sistólica y diastólica igual o inferior al percentil 90; presión arterial normal alta o pre-hipertensión cuando los valores se ubicaban entre los percentiles 90 y 95 y la hipertensión arterial se definió como una presión arterial sistólica y diastólica igual o por encima del percentil 95, basado en National High Blood Pressure Education Program Working Group guidelines in an adolescent school-screening population5. La determinación de la glicemia se hizo mediante el método de la hexoquinasa/glucosa-6-fosfato deshidrogenasa y el valor normal considerado era menor de 110 mg/dl. En cuanto al perfil lipídico se utilizaron reactivos para colesterol total y colesterolHDL del tipo Chiron Diagnostic® y para la determinación de triglicéridos se utilizó un reactivo de triglicéridos GPO Chiron Diagnostic®. Se consideró como líneas directrices para


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interpretar los valores de colesterol total, de LDL-colesterol, HDL-colesterol y de triglicéridos en niños y adolescentes de 2 a 19 años de edad (Tabla 1), según la clasificación de cifras de lípidos en niños y adolescentes de 2 a 19 años 18-20. Los resultados obtenidos fueron analizados mediante frecuencias absolutas y porcentajes, representados en tablas y gráficos.

de la asignatura Educación Física, 107 (78,68%) la respuesta fue afirmativa y, la realizaban en la mayoría de los casos una vez a la semana y con una duración mayor a 90 minutos; mientras que 29 (21,32%) adolescentes lo negaron.

RESULTADOS

En el presente estudio se encontró que 38,97% de los adolescentes evaluados no presentaron ningún factor de riesgo cardiovascular y 61,03% más de un factor de riesgo; 80,95% adolescentes presentaron un factor de riesgo, 11,9% dos factores de riesgo (dislipidemia con obesidad o dislipidemia con cifras de presión arterial alta) y 6 (7,15%) más de tres factores de riesgo cardiovascular (dislipidemia, obesidad, cifras de presión arterial elevadas y sedentarismo). Esto difiere de lo reportado en un estudio15 donde 39% de los niños con sobrepeso (IMC ≥ 95th percentil) mostraron dos factores de riesgo y de ellos 65% dislipidemia. Mientras, en ese mismo estudio, 59% de los niños con obesidad (IMC ≥ 99th) presentaron dos factores de riesgo y de ellos 94% mostraron dislipidemia y 88% refirieron un adulto obeso en casa. En ese mismo sentido, para el año 2007 cerca del 4% de los niños en los EE.UU. se ubicaron en el percentil ≥ 99th de IMC y la prevalencia de sobrepeso fue de 11% para el grupo comprendido entre 5 y 17 años15. El Estudio de los Factores de Riesgo Cardiovascular en Adolescentes (ERICA) fue un estudio epidemiológico diseñado para determinar la prevalencia de hipertensión arterial y de otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular asociados en una población adolescente (n=1.056) comprendida entre los 10 y 17 años de edad. Los investigadores reportaron que 14,9% de los adolescentes presentaron cifras elevadas de presión arterial, incluyendo en este porcentaje tanto a los hipertensos como a los pre-hipertensos; una tercera parte de los adolescentes evaluados presentaron obesidad o sobrepeso. Igualmente, encontraron que 15,9% presentaron dislipemia y de estos 41% tenían sobrepeso u obesidad21. Al contrario de lo reportado en otro estudio donde los autores encontraron que 4,7% de adolescentes tenían dislipidemia y el 9,5% tenían obesidad22. A diferencia de los resultados reportados en los estudios antes mencionados21,22, en el presente estudio se encontró que 3 adolescentes tenían obesidad y de ellos 2 presentaron dislipidemia. Es necesario resaltar que la obesidad constituye una epidemia en las edades pediátricas y en la adolescencia. Así, en el año 2010, en Venezuela se registró una prevalencia de 14,52% de sobrepeso y 9,56% de obesidad en el grupo etario de 7 a 17 años, observándose una tendencia al aumento de sobrepeso en niños y niñas de 7 a 14 años 23. En el estudio ERICA, 13,3% de adolescentes presentaban obesidad y 18,7% sobrepeso. La hipertensión arterial (HTA) esencial es la principal causa de morbimortalidad en muchos países y se asocia al exceso de peso12. Se realizó un estudio en escolares obesos mexicanos y

Los 136 adolescentes evaluados tenían una edad promedio de 16,15 ± 0,88 años, distribuidos en 61,76% del sexo femenino, y 38,24 % del sexo masculino. Los valores de la presión arterial, e índice de masa corporal (IMC), de acuerdo al sexo, se presentan en la Tabla 1. Los promedios de presión arterial sistólica, diastólica y media, en posición sentada presentaron diferencias significativas al comparar ambos sexo, no así en el IMC. De los 136 adolescentes, 52 (38,97%) no presentaron ningún factor de riesgo cardiovascular, mientras 84 (61,03%) adolescentes presentaron uno o más factor de riesgo. En cuanto a la distribución de estos factores de riesgo, 68 (80,95%) adolescentes presentaron un factor de riesgo, 10 (11,90%) dos factores de riesgo, y 6 (7,15%) tres o más factores de riesgo cardiovascular. En la Tabla 2 se discrimina cuáles fueron los factores de riesgo y su frecuencia según uno, dos, tres o más factores de riesgo cardiovascular. En cuanto al IMC se observó que 116 (85,29%) de los adolescentes presentaron peso normal, 17 (12,50%) sobrepeso y 3 (2,21%) obesidad (Tabla 3). En relación a la presión arterial, 114 (83,82%) adolescentes presentaron cifras de presión arterial normal, 13 (9,56%) cifras de presión arterial normal alta o prehipertensión y 9 (6,63%) adolescentes presentaron hipertensión (Tabla 4). Con respecto al perfil lipídico, en la Tabla 5 se presenta los promedios y error estándar de los niveles séricos de colesterol total, HDL-colesterol, LDL-colesterol y triglicéridos. En cuanto al colesterol total, 6 (4,41%) adolescentes presentaron valores anormales, 6 (4,41%) mostraron HDL-colesterol bajo, 7 (5,88%) con LDL-colesterol anormal y en 2 (1,47%) adolescentes los triglicéridos mostraron valores por encima de lo normal, es decir, 21 (16,17%) adolescentes presentaron alguna alteración en el perfil lipídico. En correspondencia con los antecedentes familiares cardiovasculares como la enfermedad o muerte, antes de los 55 años en el hombre y 65 en la mujer, en familiares directos como padre, madre o hermanos; 95 (69,85%) adolescentes no refieron antecedente familiar, 4 (1,47%) lo desconoce y 37 (27,21%) adolescentes expresaron antecedentes de enfermedades cardiovasculares positivos. De ellos, 2 (1,47%) adolescentes manifestaron la muerte prematura por ECV del padre o la madre. En cuanto al hábito tabáquico, 116 (85,29%) adolescentes no fumaban, mientras que 20 (14,71%) adolescentes afirmaron fumar. En relación con la actividad física, al preguntarles a los adolescentes, si efectuaban alguna actividad física o deportiva, diferente a las realizadas en clases

DISCUSIÓN


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reportaron que 28,3% escolares obesos presentaron HTA y 5,7% pre-hipertensión24. Los adolescentes evaluados en este estudio exhibieron un aumento significativo de las cifras de presión arterial sistólica y diastólica, circunstancia que si permanece en el tiempo, aumentará la morbimortalidad al llegar a la adultez. Asimismo, las cifras de presión arterial se correlacionaron positivamente con el IMC. Igualmente, en el presente estudio se encontró que 88,03% de los adolescentes presentaron cifras de presión arterial normal, 9,56% pre-hipertensión y 4,41% hipertensión arterial. Estos resultados fueron similares a los hallazgos de una investigación donde participaron 199.853 niños y adolescentes de los cuales 81,9% fueron normotensos, 12,7% pre-hipertensión y 5,4% hipertensos. En este estudio, 10.848 niños tuvieron un nivel de cifras de presión arterial elevada confirmándose hipertensión en 3,8% luego de seguimiento de dos años de la presión arterial. El aumento de la edad y el IMC se asoció significativamente con pre-hipertensión y se confirmó la hipertensión (p= 0,001) 25. Sin embargo, estos resultados difieren de los encontrados por otros autores que reportaron 3,6% adolescentes hipertensos y 26% con pre-hipertensión26 y es similar a lo encontrado por otros autores que reportaron 3,5% de adolecentes con presión arterial elevada22. Asimismo se ha reportó una prevalencia de hipertensión arterial en adolescentes de 4% en un estudio realizado en España. Aunque la relación entre valores de presión arterial y enfermedad cardiovascular está establecida en el adulto, no existe una relación definida en los niños y adolescentes debido a que el desarrollo de complicaciones cardiovasculares se produce por una conjunción de los factores de riesgo y la edad27. Por su parte en el estudio ERICA 10,6% adolescentes resultaron hipertensos y 4,3% pre-hipertensos, resultados que difieren del presente estudio21. En relación con las dislipidemias en los adolescentes que participaron en el estudio, 16,17% adolescentes presentaron alguna alteración en el perfil lipídico. En tal sentido, el colesterol total se encontró elevado en 4,41% adolescentes y en valores limítrofes en 25% adolescentes. En relación con el HDL-colesterol, 4,41% adolescentes lo presentaron bajo y 20,59% en un nivel limítrofe. En cuanto al LDL-colesterol, 10,9% adolescentes mostraron valores limítrofes y 5,88% niveles anormales. Tales hallazgos son consistentes con lo reportado en la literatura, la cual plantea que el patrón de dislipidemia predominante en la infancia es un patrón combinado, que puede o no estar asociado con la obesidad, con valores anormales de triglicéridos, valores de normal a discretamente elevados de LDL-colesterol y reducción de la HDL-colesterol28. Por otro lado, estos hallazgos de dislipidemia pueden indicar la posibilidad de iniciar el desarrollo de la enfermedad arteriosclerótica o la predisposición a otras enfermedades cardiovasculares con el pasar de los años. Es importante resaltar que el LDL-colesterol tiene la particularidad de iniciar el proceso de inflamación y estrés oxidativo de la

pared vascular condicionando la formación de estrías grasas que a futuro serán las placas de ateromas 20,29. Los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares positivos constituyen un factor de riesgo cardiovasculares importante. En este estudio se encontró que 27,21% adolescentes reportaron antecedentes familiares de enfermadades cardiovascular. De ellos, 1,47% adolescentes declararon la muerte prematura del padre o madre por enfermedad cardiovascular antes de los 65 años. Estos factores de riesgo son identificables en los niños y adolescentes y a su vez son predictores de riesgo cardiovascular a futuro en la adultez. Asimismo, se ha establecido la asociación entre los niños y adolescentes, hijos de madres o padres que murieron a causa de una enfermedad cardiovascular, los cuales tienen una mayor probabilidad de que en algún momento de su vida tenga una enfermedad cardiovascular15. El estudio ERICA reportó que 12,6% de las madres y el 7,95% de los padres de los adolescentes que participaron era hipertensos 21. El hábito tabáquico es un factor de riesgo importante de presentar enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio, muerte súbita, enfermedades cerebrovasculares, vasculopatía periférica y aneurisma aórtico. Asimismo, el tabaquismo actúa de manera sinérgica con otros factores de riesgo como la hipertensión y las dislipidemias para incrementar el riesgo de enfermedad coronaria. En el presente estudio 14,71% de los adolescentes fumaban, hecho que les predispone a la aparición temprana de enfermedad coronaria. De modo similar, se realizó un estudio de la caracterización del hábito de fumar en un grupo de adolescentes y se encontró que 16,8% de los estudiantes fumaba, con alta incidencia en los adolescentes entre 14 y 15 años, a predomino del sexo masculino30. Sin embargo, en el estudio ERICA, solo el 1,6% de adolescentes refirieron el hábito tabáquico21. Diversos estudios han demostrado que el tabaquismo y la exposición al humo están frecuentemente asociados con enfermedades coronarias. Los fumadores pasivos tienen un riesgo incrementado de infarto de miocardio entre 25 y 35% 6. De allí la importancia de prevenir la exposición al humo del cigarrillo. El sedentarismo es otro de los principales factores de riesgo cardiovascular y es uno de los más frecuentes entre adolescentes. Sin embargo, en el presente estudio 78,68% de los adolescentes manifestaron realizar una actividad física semanal no relacionada con la escuela. A diferencia del estudio ERICA, 52,5% de los adolescentes no realizaban actividad física extraescolar21. De allí la diferencia entre una vida sedentaria y una activa, en el que la práctica constante de algún deporte o actividad física se asocia a una disminución de la morbilidad y la mortalidad por las enfermedades cardiovasculares en un 30% generándose una relación inversamente proporcional, a mayor actividad física menor incidencia de eventos cardiovasculares 7. En conclusión, en el presente estudio se pudo establecer que los adolescentes presentaron factores de riesgo cardiovascular como dislipidemias, sobrepeso/obesidad, HTA, inactividad física y tabaquismo. De igual manera se registró la presencia de


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antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular. En tal sentido, es necesario propiciar oportunidades de intervención en la prevención y control de enfermedad cardiovascular con acciones dirigidas a la promoción de la salud y deben ser incorporados niveles comunitarios y nacionales, a través campañas educativas de comunicación masivas dirigidas contra el tabaquismo, promocionar una alimentación saludable, realizar un control médico al menos anual y realizar de manera disciplinada alguna actividad física desde la infancia, estas acciones deben estar dirigidas tanto a padres como en niños y adolescentes. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. World Health Organization. Informer technical 916. Diet Nutrition and Prevention of Chronic Diseases. OMS, Ginebra. 2003. 2. Magnus P, Beaglehole R. The real contribution of the major risk factors to the coronary epidemics: time to end the “only-50%” myth. Arch Intern Med 2001; 161: 2657-2660. 3. Hernández- Hernández R, Armas de H MJ, Armas Padilla, MC, Cammaratta, R, López, N, López Riera J, et al. II Norma Venezolana para el tratamiento de la hipertensión arterial. Caracas: Sociedad Venezolana de Hipertensión 2009; 6-37. 4. Urbina E, Williams R, Alpert B, Collins R, Daniels S, Hayman L, et al. Noninvasive assessment of subclinical atherosclerosis in children and adolescents: recommendations for standard assessment for clinical research: a scientific statement from the American Heart Association. Hypertension 2009; 54(5): 919-950. 5. National High Blood Pressure Education Program Working Group on High Blood Pressure in Children and Adolescent. The Fourth Report on Diagnosis, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure in Children and Adolescent. Pediatrics 2008; 114(2): 555-576. 6. Andrés E, León M, Cordero A, Magallón R, Magán P, Luengo E, et al. Factores de riesgo cardiovascular y estilo de vida asociados a la aparición prematura de infarto agudo de miocardio. Rev Esp Cardiol 2011; 64 (6): 527-529. 7. Paredes Díaz R, Orraca Castillo, O, Marimón Torres E, Casanova Moreno M, González Valdés L. Influencia del sedentarismo y la dieta inadecuada en la salud de la población pinareña. Rev Ciencias Médicas 2014; 18(2):221230. 8. Hernández-Hernández R, Silva H, Velasco M, et al. CARMELA Study Investigators. Hypertension in seven Latin American cities: the Cardiovascular Risk Factor Multiple Evaluation in Latin America (CARMELA) study. J Hypertens 2010; 28(1): 24-34. 9. Martínez, CA., Ibáñez JO, Semenza de Roig Bustamante M. et al. Factores de riesgo cardiovascular en Adolescentes de una población rural. Medicina 2001; 61: 308 - 314. [serie en internet]. [02 de febrero 2016]. Disponible en:

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Artículo Original SENSIBILIDAD BACTERIANA EN PACIENTES CON INFECCIÓN URINARIA BARQUISIMETO, LARA. ENERO - JUNIO 2017 Pablo Altuve Sección de Microbiología, Departamento de Medicina Preventiva y Social. Decanato de Ciencias de la Salud, Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, Barquisimeto, Venezuela. Correo: pabloaltuve@gmail.com RESUMEN La infección urinaria es una entidad que frecuentemente presenta recurrencias, justificándose tratamientos sucesivos que pueden conducir a resistencia bacteriana, la cual se ha constituido en un problema de salud pública. El presente trabajo tiene como objetivo determinar los patrones de sensibilidad de cepas bacterianas aisladas de pacientes con infección urinaria leve en Barquisimeto, estado Lara, enero - julio de 2017. Esta investigación tiene un enfoque cuantitativo, de campo, de tipo experimental, de naturaleza descriptiva y transversal. El universo consistió en 715 pacientes con sospecha de infección urinaria, con consentimiento informado previo. La muestra seleccionada fue de 525 pacientes que acudieron al ambulatorio de la Cooperativa Cecosesola. Las muestras fueron procesadas según procedimientos del CLSI para cultivo y antibiograma. Los resultados fueron analizados con el programa Microsoft Excel 2010. En 33% (175) de las muestras se obtuvo crecimiento bacteriano. El género femenino predominó en 85% de las muestras analizadas. Los resultados obtenidos indican que las cepas bacterianas aisladas fueron Escherichia coli (75%), Enterobacter cloacae (10%), especies de Proteus (7%), Klebsiella pneumoniae (4%) y Pseudomonas aeruginosa (2%) y otros (2%) (Cocos Gram Positives y Candida spp). Las cepas de E. coli fueron sensibles en 85% a las quinolonas, 80% a los aminoglicósidos, 75% a nitrofurantoína, 50% a trimetoprimsulfa y solo 40% a la cefalexina. Los datos obtenidos indican que los antimicrobianos útiles en el tratamiento de infecciones del tracto urinario en la población bajo estudio son quinolonas, aminoglicósidos y nitrofurantoína como una tercera opción. Palabras clave: antibióticos, infección urinaria, resistencia bacteriana, urocultivo BACTERIAL SENSITIVITY IN PATIENTS WITH URINARY INFECTIONS BARQUISIMETO, LARA. JANUARY - JUNE 2017

ABSTRACT Urinary infections frequently presents recurrences, justifying repeated treatments that can lead to bacterial resistance, which has become a public health problem. The objective of this work is to determine the sensitivity patterns of bacterial strains isolated from patients with mild urinary tract infection in Barquisimeto, Lara state in the period January - July 2017. This is a quantitative, descriptive and transversal research. The universe consisted of 715 patients with suspected urinary infection. The sample selected was 525 patients who attended the clinic of the Cooperativa Cecosesola. Samples were processed according to CLSI procedures for culture and antibiogram. The results were analyzed with the Microsoft Excel 2010 program. In 33% (175) of the samples, bacterial growth was obtained. The female gender predominated in 85% of the samples analyzed. The results obtained indicated that the isolated bacterial strains were Escherichia coli (75%), Enterobacter cloacae (10%), Proteus species (7%), Klebsiella pneumoniae (4%), Pseudomonas aeruginosa (2%) and others (2%; cocos Gram Positives and Candida spp). 85% of the strains of E. coli were sensitive to quinolones, 80% to aminoglycosides, 75% to nitrofurantoin, 50% to trimethoprim sulfate and only 40% to cephalexin. The data obtained indicates that antimicrobials useful in the treatment of urinary tract infections in the study population are quinolones, aminoglycosides and nitrofurantoin as a third option. Key words: antibiotics, urinary infection, bacterial resistance, urine culture Recibido: 17/10/2018. Aprobado: 04/12/2018. Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional 27


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 INTRODUCCIÓN Las infecciones urinarias (IU) son comunes en todas las edades, pero afectan fundamentalmente a la población femenina, frecuentemente durante el embarazo y a la población en las edades extremas de la vida. En los pacientes pediátricos, la infección urinaria tiene importancia por su relación con las alteraciones estructurales de la vía urinaria, el deterioro de la función renal y la hipertensión, por lo que es la principal causa de insuficiencia renal crónica en los niños y resistencia bacteriana1. Según el Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria, se define IU, como “la presencia de microorganismos patógenos en el tracto urinario; esta puede ser asintomática o sintomática”2. La IU comprende un amplio espectro clínico que va desde la bacteriuria asintomática, IU leve con cistitis hasta la pielonefritis aguda complicada con sepsis. Dependiendo de la causa las IU, pueden presentar un curso recurrente, lo que implica aplicación de múltiples tratamientos y por lo tanto la aparición de resistencia bacteriana (RB) 3. La RB se define como la capacidad de un microorganismo para repeler el efecto de un medicamento antimicrobiano al que originalmente era vulnerable, de tal forma que los tratamientos convencionales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten, lo que incrementa el riesgo de propagación4. Así, la RB se ha constituido en un problema de salud pública por la cantidad de pacientes afectados, el costo que representa para los sistemas de salud, bien por la inversión en antibióticos y las complicaciones como hospitalizaciones prolongadas que incluso pueden conducir a la muerte5. En este apartado es importante afirmar que la RB es un fenómeno multifactorial que requiere un enfoque biológico, académico, epistemológico, investigativo, farmacológico, evolutivo, científico y social, ya que este fenómeno exige el entrecruzamiento de evidencias médicas, utilizando una construcción interdisciplinar e intercultural para abordar la complejidad y multidimensionalidad del tema en cuestión 6. La RB también está determinada por el uso y abuso que se hace de los antibióticos, bien por el modelo medicalizado que ejercen los galenos al prescribir antibióticos, que no están indicados para determinado agente infeccioso o bien los pacientes que también hacen lo propio al consumir antibióticos de manera innecesaria, a dosis incorrectas, o no cumplen los tratamientos por el costo o la escasez de los mismos. Este fenómeno se ha incrementado debido a la utilización de antimicrobianos, por ejemplo las prácticas inapropiadas para el control de las infecciones, las malas condiciones sanitarias y la manipulación inadecuada de alimentos que propician la propagación de la resistencia, o bien la aparición de cepas resistentes que es un fenómeno que ocurre cuando los microorganismos se reproducen de forma errónea o se intercambian características de resistencia o por selección natural al aplicar diferentes tratamientos7. En los últimos años se han producido avances significativos en el estudio de la patogenia de las IU que han permitido

determinar cambios sustanciales en los patrones de sensibilidad de los principales patógenos urinarios, con un incremento progresivo de las infecciones causadas por enterobacterias productoras de enzimas, por ejemplo enzimas Betalactamasas de espectro extendido, lo que ha condicionado cambios en el perfil de sensibilidad de las bacterias causantes de estas patologías8,9. Ahora bien, en nuestro entorno se complica más debido a la situación actual del país, ya que el alto índice de inflación afecta un sistema de salud ya colapsado, donde la prosecución de antibióticos por parte de los administradores de salud se hace cada día más difícil y los costos de los materiales/reactivos para el procesamiento de urocultivos son exorbitantes. Así, en este escenario es fundamental identificar los agentes causales de infección urinaria, determinar la sensibilidad de las cepas bacterianas a los antibióticos, y obtener información epidemiológica concerniente a la evolución de la RB y de esta manera conocer nuestra realidad circundante. En este contexto debemos mencionar la carencia de los laboratorios de microbiología en el sistema de salud público, tanto en el Hospital Antonio María Pineda, como en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga, de manera que aquellos pacientes que iniciaron con una IU leve, no pueden recibir respuesta a través de un urocultivo; estos pacientes son mal manejados con tratamientos empíricos que van a conducir a mayor resistencia bacteriana. Eventualmente estos pacientes podrían complicarse con una pielonefritis, e incluso con sepsis y finalmente ser ingresados en estos centros, por lo tanto, cuando requieren cualquier procedimiento microbiológico (bacteriológicos, urocultivos, hemocultivos, etc.), dichas muestras deben ser procesadas en laboratorios privados debido a la carencia de los materiales de laboratorios, así los demandantes no reciben respuesta del sistema de salud público, convirtiéndose esta situación en un problema de salud pública que puede afectar a un volumen considerable de población con consecuencias graves a grupos vulnerables de individuos. Además, en el ejercicio diario procesamos muestras de orina provenientes de pacientes ambulatorios y se observa con mucha frecuencia la identificación de cepas bacterianas con un amplio espectro de resistencia desde los antisépticos urinarios, quinolonas y otros medicamentos de administración parenteral como amikacina, gentamicina, cefalosporinas de III y IV generación e incluso los derivados de los carbapenem como meropenem e imipenem. De allí la importancia que tiene el presente trabajo de determinar los patrones de sensibilidad de cepas bacterianas aisladas de pacientes con infección urinaria leve, debido a la necesidad de los clínicos de indicar un tratamiento precoz y oportuno para prevenir las complicaciones como insuficiencia renal y RB. MATERIALES Y METODOS Esta investigación se enmarca dentro del enfoque cuantitativo, bajo una investigación de campo, de tipo experimental, retrospectivo, de carácter descriptivo, transversal. El universo


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 estuvo constituido por 725 pacientes con sospecha de infección urinaria leve, de las cuales 525 cumplieron con los criterios de inclusión, previo consentimiento informado. Los criterios de inclusión fueron: pacientes mayores de 15 años, con infección urinaria no complicada, no estar recibiendo tratamiento con antibióticos, con urocultivo positivo. La muestra seleccionada fueron 240 pacientes. A los microorganismos recuperados se les practicaron pruebas clásicas para la identificación de bacterias y las pruebas de susceptibilidad por el método de difusión con discos en agar (Kirby-Bauer), según procedimientos del CLSI10,11. Los resultados fueron analizados con el programa Microsoft Excel 2010. RESULTADOS Se evaluaron725 pacientes, de los cuales 525 cumplieron con los criterios de inclusión. Los resultados obtenidos fueron: en 33% (175) de las muestras se obtuvo crecimiento bacteriano y por lo tanto infección urinaria confirmada por urocultivo. El género femenino predominó en 85% de las muestras analizadas. Escherichia coli fue aislada en 75%, Enterobacter cloacae en un 10%, Proteus spp en 7%, Klebsiella pneumoniae en un 4% y Pseudomonas aeruginosa en 2% y en menor proporción (2%) otros microorganismos (Staphylococcus saprohyticcus y Cándida spp). E. coli fue la especie más frecuente, encontrandose en las cepas aisladas la siguiente sensibilidad: 85% son sensibles a las quinolonas, 80% a los aminoglicósidos, 75% a nitrofurantoina, 70% a trimetoprinsulfa y sólo 65% fueron sensibles a las cefalosporinas de primera generación. En el gráfico 1, se muestra la frecuencia de cepas bacterianas aisladas en pacientes con IU leve: Escherichia coli 75%, Enterobacter cloacae (10%), Proteus spp (7%), Klebsiella pneumoniae (4%), Pseudomonas aeruginosa (2%) y otros (2% Staphylococcus saprophyticus y Candida spp.) En el gráfico 2 se muestran los perfiles de sensibilidad de E. coli en pacientes con infección urinaria leve a quinolonas (85%), aminoglicósidos (80%), nitrofurantoina (78%), trimethoprim (75%) y cefalexina (70%). En el gráfico 3, se muestran los perfiles de sensibilidad a los antimicrobianos de Enterobacter cloacae en pacientes con infección urinaria leve a quinolonas (80%), aminoglicósidos (78%), nitrofurantoina (73%), Trimetoprin (75%) y Cefalexina (67%). En el gráfico 4, se muestran los patrones de sensibilidad a los antimicrobianos de Proteus spp. en pacientes con infección urinaria leve a quinolonas (78%), aminoglicósidos (76%), nitrofurantoina (70%), trimetoprin (73%) y cefalexina (61%). En el gráfico 5, se muestran los patrones de sensibilidad a los antimicrobianos de Klebsiella pneumoniae en pacientes con infección urinaria leve a quinolonas (78%), aminoglicósidos (76%), nitrofurantoina (70%), trimetoprin (73%) y cefalexina (61%). En el gráfico 6, se muestran los patrones de sensibilidad a los antimicrobianos de Pseudomonas aeruginosa en pacientes con infección urinaria leve a quinolonas (73%) y aminoglicósidos (75%).

DISCUSIÓN En la revisión bibliográfica desarrollada no existen investigaciones de reciente data sobre IU leve, de allí la relevancia del presente trabajo, por la información actualizada que aporta. Por supuesto, al tratarse de RB la importancia no es sólo para los pacientes, sino también las implicaciones que tiene para la salud pública. En principio, Escherichia coli fue el agente causal más frecuente (75%) de infecciones urinarias leves en este estudio. Otras investigaciones indican que las enterobacterias también predominaron como agentes etiológicos de las infecciones urinarias leves y dentro de ellas E. coli (75%). De la misma manera diferentes autores 8,12 reportaron resultados similares a los nuestros mientras que otros investigadores 1,13 reportaron a E. coli en un 67% y 56%, respectivamente. Otros agentes reportados en esta investigación fueron: Enterobacter cloacae (10%), especies del género Proteus (7%), Klebsiella pneumoniae (4%) y Pseudomonas aeruginosa (2%). El Programa Venezolano de Resistencia a los Antimicrobianos (Provenra)14 en 2007 reportó agentes como Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis, Pseudomonas aeruginosa, Enterobacter aerogenes y Enterobacter cloacae. Mientras que otros autores reportaron Escherichia coli en un 70%, Staphylococcus saprophyticus en 17%, Proteus spp. en 7%, Klebsiella spp. en un 4%, Enterococcus spp. en 0.7% y Pseudomonas aeruginosa en 0.7%15. Con respecto a los patrones de sensibilidad, las cepas de E. coli aisladas durante la exploración mostraron los siguientes patrones de sensibilidad: sensibles en 85% a las quinolonas, 80% a los aminoglicósidos, 75% nitrofurantoina, 65% para trimetoprin sulfa y sólo 60% a las cefalosporinas de primera generación; datos similares reportan 86% de sensibilidad de E. coli a norfloxacina y ciprofloxacino16 y 80% de sensibilidad a los aminoglicósidos17. Con respecto a la resistencia a quinolonas los aislamientos de E. coli en las IU poseen determinantes cromosómicamente codificados de resistencia a baja concentración de quinolonas. Estas mutaciones se consideran el primer paso en la vía evolutiva que produce resistencia a quinolonas. Por lo tanto, su evolución y diseminación podrían influir en el resultado de los tratamientos con quinolonas de la IU. Además, estudios previos respaldan la noción de que el pH bajo en la orina disminuye la susceptibilidad a la ciprofloxacina en infecciones por E. coli18. En esta investigación reportamos que 75% de las cepas de E. coli son sensibles a nitrofurantoina, semejante al 72% de sensibilidad reportado en Cuba19. En España reportaron que 90% de los agentes causales fueron sensibles a la nitrofurantoína16. Con relación a E. coli encontramos sensibilidad de 65% a trimetoprin sulfa y 60% a cefalosporinas de primera generación, a diferencia de la sensibilidad reportada en Cuba19. La reciente descripción de Enterobacterias con capacidad de producción de β-lactamasas de espectro expandido viene a complicar la situación del manejo de la IU sobre todo en E. coli


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 y Klebsiella pneumoniae, situación que se está encontrando en diferentes países incluido el nuestro. Estas enzimas son capaces de hidrolizar las cefalosporinas de amplio espectro y se encuentran frecuentemente en cepas procedentes de la comunidad20. En la tabla 1 se compara la sensibilidad de Escherichia coli en el año 2017 en Buenos Aires15, en el estado Carabobo21 y en el estado Lara (nuestra investigación). En forma general podemos afirmar que la sensibilidad en nuestro país es menor que la sensibilidad en Buenos Aires, observando gran diferencia con respecto a los niveles de sensibilidad para ciprofloxacina y trimetoprin sulfa, no obstante estas diferencias se acortan cuando se trata de aminoglicósidos, nitrofurantoina y cefalosporinas de primera generación. Con respecto a los datos de nuestro país, la sensibilidad a ciprofloxacina es muy diferente, siendo de 54% y 85% en Carabobo y Lara, respectivamente. Con relación a la amikacina es similar la sensibilidad para Carabobo (84%) y Lara (80%) mientras que la sensibilidad a nitrofurantoina en Carabobo es (84%) y en Lara (75%) y finalmente la sensibilidad para trimetoprin sulfa y cefalosporinas de primera generación es bastante baja para ambos estudios. Llama la atención la diferencia en los datos para algunos antimicrobianos en nuestro país, lo que sugiere la necesidad de estudios multicéntricos para llevar adelante investigaciones que permitan homogeneizar criterios y obtener información nacional al respecto para tomar medidas de prevención y control de la RB. En relación a la sensibilidad de Enterobacter cloacae, Proteus spp. y Klebsiella pneumoniae, en general podemos afirmar que poseen una sensibilidad a las quinolonas y aminoglicósidos en un rango de 75 a 80% respectivamente. Mientras que estos grupos bacterianos presentan una sensibilidad a nitrofurantoina en un rango entre 68% (Klebsiella), 70% (Proteus) y 73% (Enterobacter). Estas bacterias son sensibles a trimetoprin 75%, 73% y 68% según pertenezcan a Enterobacter spp., Proteus y Klebsiella pneumoniae. Ahora bien, la sensibilidad de estas bacterias disminuye considerablemente cuando utilizamos cefalosporinas de primera generación alcanzando sólo niveles de 53 al 58%. Finalmente, los patrones de sensibilidad de cepas bacterianas aisladas de pacientes con infección urinaria leve, en el estado de Lara en el lapso enero-junio 2017 indican que los antimicrobianos útiles en el tratamiento de IU leves son quinolonas, aminoglicósidos y nitrofurantoína como una tercera opción. En conclusión, la resistencia bacteriana se presenta no sólo con las bacterias aisladas de infecciones intrahospitalarias, sino también la observamos en muestras procedentes de la comunidad, lo que indica que la resistencia bacteriana es un fenómeno en ascenso que se ha convertido en un problema de salud pública y que requiere la atención de los órganos rectores en salud que permitan establecer programas de prevención y control del mismo, que involucre otros entes, tanto nacionales como internacionales como ministerio de salud, OPS y OMS, para obtener recursos que permitan la educación de la población

desde todos los niveles académicos existentes en nuestro país y la difusión en la población en general. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1. Pérez A, Peregrino L, Camacho M, Miranda M. (2014). Resistencia antimicrobiana de los uropatógenos aislados en un hospital pediátrico. RevMedInstMex Seguro Soc. [Internet]. 2014. Consultado [19.02.18]. 52(2):44-9. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/.pdf. 2. Soveuro. Primer Consenso Venezolano de Infección Urinaria. [Internet]. 2011. Consultado [06.03.18]. Disponible en:http://www.soveuro.org.ve/15/02/pdf. 3. Blanco V, Maya J, Correa A, Perenguez M, Muñoz J, Motoa G, et al. Prevalencia y factores de riesgo para infecciones del tracto urinario de inicio en la comunidad causadas por Escherichia coli productor de betalactamasas de espectro extendido en Colombia. EnfermInfeccMicrobiolClin. [Internet]. 2017. Consultado [10.03.18]. Nov: 34(9): 559–565.Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmarticles. 4. OMS. El primer informe mundial de la OMS sobre la resistencia a los antibióticos pone de manifiesto una grave amenaza para la salud pública en todo el mundo. [Internet]. 2014. Consultado [25.02.18]. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/2014/ . 5. CIET. Resistencia a antimicrobianos. Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales. Resistencia a antibióticos. Universidad de Costa Rica [Internet]. 2015. Consultado [22.05.18]. Disponible en: http://ciet.ucr.ac.cr/index.php. 6. Quizhpe A, Encalada L, Andrade D. Uso apropiado de antimicrobianos y resistencia bacteriana. [Internet]. ReAct - ActiononAntibioticResistance, ReAct Latinoamérica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de Cuenca y AFEME. Quito, Ecuador. [Internet]. 2014. Consultado [05.05.18]. p 4-9. Disponible en: https://www.reactgroup.org/. 7. Álvarez D, Garza-Mayén G, Vásquez-López R. Quinolonas. Perspectivas actuales y mecanismos de resistencia. Rev Chilena Infectol [Internet]. 2015. Consultado [21.05.18]; 32(5): 499-504. Disponible en: http://www.scielo.cl/pdf/rci/v32n5/.pdf 8. Alvarado Y, Alvarado J, Mejía G. Resistencia Bacteriana en Infecciones del Tracto Urinario de Origen Comunitario. “Avances en Enfermedades Infecciosas Guatemala [Internet]. 2016. Consultado [14.02.18]. 20 (01). Disponible en:” ISSN 2311-9659 9. Méndez Y, Caicedo E, Guio S, Fernández D, Urrutia J, Prieto A. Caracterización clínica de infecciones de vías urinarias producidas por enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido en


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Imágenes en Salud Pública ENFERMERÍA UCLA, 40 PROMOCIONES DE ESFUERZOS E ILUSIONES. (UCLA Nursing School, 40 Promotions of efforts and illusions). Luis Eduardo Traviezo Valles. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Sección de Parasitología Médica, UNIPARME. Barquisimeto, Venezuela. Correo: luisetraviezo@hotmail.com. La historia de la Enfermería en el estado Lara, Venezuela, comienza en el Hospital “La Caridad”, creado en 1918 (actualmente Museo de Barquisimeto), a donde llegaron de Francia Las Hermanas de la Caridad (Hermanas de San José de Tarbes) las cuales fueron solicitadas por el Dr. Luis Razetti, para convertirse en las Primeras Enfermeras del estado Lara 1, transcurrirían muchas décadas para que, por la importancia en la promoción de la salud en la región, se creara el Programa de Enfermería en el Decanato de Medicina de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, UCLA, en el mes de octubre de 1994 (en el 2019 se cumplen 25 años) luego de ser aprobado por el Consejo Nacional de Universidades (CNU) en enero de este mismo año, con lo cual el Decanato ampliaba su capacidad académica, por lo que, en el año 2008, pasa a denominarse Decanato de Ciencias de la Salud (CNU del 22/11/2007), egresando entre 1994 y el 2019, cuarenta Promociones de Técnicos Superiores Universitarios en Enfermería, de aquí, se tiene, que la primera promoción de Técnicos en Enfermería de la UCLA, egresó el 26 de noviembre de 1998 (Figura 1), eligiendo como epónimo a la Dra. María Gómez (primera Directora del Programa de Enfermería) siendo los Padrinos de esta naciente Promoción la Dra. Aida Torres, Lcda. Noris Zambrano, Lcda. Dilia Bohórquez y el Dr. Oswaldo Valdivia 2,3, 25 años después la XL Promoción de TSU en Enfermería UCLA (Figura 2), es apadrinada por la Dra. Milva Javitt, MSc. Ma Laura Lorenzo, Dra. Migdalis Giménez, Lcda. Dairi Díaz y Lcdo. Anyer Heredia, como epónimo el Prof. Luis Traviezo. Los Universitarios pertenecientes a esta XL Promoción histórica de Enfermería UCLA son: Aguirre Beatriz, Arroyo Brenda, Calles Andrea, Cárdenas Andrelis, Carrero Paola, Castillo Rosanny, Chirinos María, Escalona María, Escalona Maurimar, Gamero Amberlys, Gomes María, González Rosmil, González Massiel, Gutiérrez Anyeli, Huamanchumo Francely, Infante Karina, Lameda Inés, Osorio Nathaly, Pérez Darlys, Pérez Yolimar, Rodríguez María, Sarmiento Eduard, Suarez Pedro, Vargas Jusaima, Yajure Estefanía y Zambrano Isbely. En el año 2019, a 25 años de la creación de la Carrera de Enfermería de la UCLA, en sus bodas de plata, el Programa de Enfermería de la UCLA, sigue colocando, en alto, el compromiso de Docentes y estudiantes, en mantener una educación de calidad, humana, sistemática y con un alto sentido de pertenencia. Referencias Bibliográficas 1. Traviezo L. Las Hermanas de La Caridad Primeras Enfermeras de Barquisimeto. Rev Vzlana de Salud Pública. 2016. 4 (1):73-76. 2. Traviezo L. Dos mil doce, cincuenta años de la UCLA y del Decanato “Pablo Acosta Ortiz”. Salud, Arte y Cuidado. 2012. 5 (1): 91-96. 3. Francisco J. XIV Años del Programa de Enfermería de la UCLA, recuento histórico y Compromiso con el futuro. Salud. Arte y Cuidado. 2008. 1(1):47-48.

Recibido: 28/11/2018. Aprobado: 03/12/2018.

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Figura 1. Primera Promoción de TSU en Enfermería UCLA. Foto tomada el 26 de noviembre de 1998

Figura 2. “XL Promoción” de TSU en Enfermería UCLA. Foto tomada el 06 de noviembre del 2018

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DESNUTRICIÓN Y CRISIS ALIMENTARIA EN LA ESPERANZA DE VIDA DE LOS VENEZOLANOS

Carta al Editor

(Malnutrition and the food crisis on the hope of life of the Venezuelans) 1

Jean Píla de Manzanarez Motezuma, 2José Torrealba Gutiérrez 1

2

Unidad Educativa Colegio Andrés Bello, Barquisimeto, Venezuela. Grupo Médico Santa Ana, Barquisimeto, Venezuela. Correo: jpmanzanarezmotezuma@gmail.com

Sr. Editor: La desnutrición y la crisis alimentaria son hechos que afectan a la mayoría de personas que viven en Venezuela; dicha situación ha sido mencionada en esta revista en varias oportunidades a través de artículos de investigación, como un problema de salud pública. Por otra parte, la Organización Cáritas de Venezuela, estima que en nuestro país 280.000 niños podrían morir a causa de la desnutrición. En este sentido, los estudios revelan que durante el año 2017 fallecieron entre cinco y seis niños semanalmente por falta de alimentación, y que al menos 33% de la población infantil presentaba retardo en su crecimiento 1. Además, la desnutrición aumenta el riesgo de contraer infecciones, virus y bacterias, lo que conlleva a la aparición de diversas enfermedades típicas de personas deficientemente nutridas; entre ellas se encuentran las infecciones que en algunos casos, especialmente los niños amerita est ancias hospitalarias prolongadas que afectan su desarrollo psicomotor. Una es el Kwashiorkor, frecuente en bebes y niños que sufren una fuerte deficiencia de proteínas; sus consecuencias son diarrea, edema, daños en el hígado y falta de crecimiento. Por otra parte, el Marasmo es un tipo de desnutrición que se produce cuando la dieta de la persona es insuficiente tanto en calorías como en proteínas; los niños con esta desnutrición son muy delgados, con los ojos agrandados 2. De lo antes expuesto se pretende destacar que la desnutrición y la crisis alimentaria en Venezuela abarca una parte considerable de la población, la cual no posee los ingresos adecuados para alimentarse de una manera más apropiada. Para acabar con la desnutrición, según UNICEF, existen acciones importantes como: acceso a atención sanitaria, formación de madres y padres, alimento terapéutico, lactancia materna, acceso a agua potable y el saneamiento3. Es importante tomar en cuenta estas acciones para prevenir la desnutrición infantil en nuestro país, lo cual ayuda a evitar infecciones por bacterias y virus e incluso epidemias. Los padres deben tener en cuenta los alimentos que tengan a su alcance, y consultar cuales son más beneficiosos para combatir la desnutrición. Existen diferentes tipos de a limentos con bajos costos que un niño con desnutrición pueda ingerir, que contienen suficientes proteínas, vitaminas, carbohidratos y grasas necesarios para el niño; esto amerita un programa de divulgación de las bondades de diferentes tipos de alimentos. La lactancia materna es una de las formas más efectivas para acabar con la desnutrición; cuando el bebé no recibe la lactancia materna, la probabilidad de que muera a edad temprana se incrementa, ya que no recibe los suficientes nutrientes para desarrollarse completamente. El acceso al agua pota ble y el saneamiento adecuado juegan un papel importante en la nutrición infantil, ya que ayuda a prevenir las enfermedades infecciosa s que el niño pueda padecer3. Por lo tanto, se recomienda a los entes gubernamentales la definición de políticas, planes y la asignación de recursos especiales, inmediatos, para reducir el daño nutricional y procurar la rehabilitación de los niños con deficiencias. Referencias Bibliográficas 1. Organización Caritas de Venezuela. La Crisis de Venezuela en 2018. [consultado el 25 de Septiembre 2018]. Disponible en:https://www.caritas.org/2018/09/la-crisis-de-venezuela/?lang=es. 2. Furgiuele G. Desnutrición en el Servicio de Pediatría de un Hospital Universitario del Estado Carabobo. Octubre 2015-Marzo-2016. Universidad de Carabobo, Bárbula; 2016. 3. United Nations International Children's Emergency Fund (UNICEF).5 formas de acabar con la desnutrición infantil. [consultado el 23 de Septiembre 2018]. Disponible en:https://www.unicef.es/blog/5-formas-de-acabar-con-la-desnutricion-infantil.

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Carta al Editor TUBERCULOSIS EN VENEZUELA UN PROBLEMA CONSTANTE (Tuberculosis in Venezuela, a constant problem)

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Gerardo Sánchez Gutiérrez, 3Edgar Martínez Padilla.

Fundación NaWaraos, Unidad Quirúrgica Los Leones, Barquisimeto, estado Lara, 3Unidad Educativa Barragán de Chirinos, Barquisimeto, estado Lara. Correo: martinezedgar.cbc@gmail.com. Sr. Editor: En concordancia con el último editorial de la Revista Venezolana de Salud Pública 1 nos permitimos agregar que para el año 2018 la tuberculosis se perfila como una de las diez (10) principales causas de mortalidad en el mundo2 presentándose en Venezuela una tasa moderada de 26,1 por cada 100.000 habitantes. El estado Delta Amacuro representa una de las más altas casuísticas en Venezuela especialmente en las poblaciones indígenas como la etnia Warao donde se han conseguido prevalencias en niños de hasta 60% de tuberculosis pulmonar en poblaciones como San Francisco del Guayo en el Delta del Orinoco 3; también en indígenas de la Orinoquía colombiana se han presentado índices en ascenso de tuberculosis mayores al 1% de la población. Entre las principales causas de este incremento se encuentran el aumento de la resistencia del agente causal a los fármacos, el incremento en el número de casos d e pacientes con VIH, el debilitamiento de los programas de vigilancia epidemiológica, la presencia de casos de tuberculosis pulmonar no diagnosticada y no tratada, retardo enel diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la enfermedad, así como la persistencia de la desnutrición y el hacinamiento las cuales son expresiones de la vulnerabilidad económica en este grupo de pacientes 4. La tuberculosis es considerada la segunda causa de muerte a nivel global y la primera entre las enfermedades infecciosas 5. El18 de septiembre del 2017, la organización mundial de la salud (OMS) publicó el reporte global de tuberculosis donde se revela que en el año 2016 en Venezuela se registraron 10.952 casos de esta enfermedad 5, número de casos que ha ido creciendo en los últimos años. Para ese mismo año, Venezuela había notificado al organismo 8.592 casos, lo que evidenció que en apenas 12 meses, el número de infectados por tuberculosis se incrementó en un 28%, es decir, que existieron más de 2.400 casos en apenas un año 5.La incidencia de la tuberculosis también se vio reflejada en el último reporte del organismo adscrito a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tal que, para el año2016, la tasa de incidencia en Venezuela era de 32 por cada 100 mil habitantes. En el año 2017 esa proporción aumentó a 42 lo cual representa más de 10 mil casos notificados por Venezuela a la OMS los cuales corresponden en su mayoría a tuberculosis pulmonar;60% de los infectados también habían sido diagnosticados como portadores del virus de inmunodeficiencia humana, tal que, la tuberculosis figura entre las principales enfermedades oportunistas que afectan el organismo en este grupo de pacientes debido a la deficiencia del sistema inmunológico que produce la infección por este virus. Es por esta razón, que la ONU desarrolló una estrategia para poner fin a la tuberculosis y así, por primera vez, las Naciones Unidas enfatizan la importancia de esta enfermedad infecciosa. A todo esto se agregalo expresado por el presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (FEFARVEN), quien aseguró que el país vive una escasez de medicamentos que estimó en aproximadamente un 80%, de modo que de cada diez medicamentos sólo se pueden conseguir dos,por lo que propuso la creación de una comisión donde participen todos los sectores involucrados en el ramo de la salud con la finalidad de afrontar este grave problema6. En conclusión, la tuberculosis es una enfermedad causada por bacterias que se propagan por el aire de una persona a otra y, si no es tratada adecuadamente, puede ser mortal por lo que se necesita estar bien conscientes y mejor informados sobre esta patología que en muchas ocasiones sólo se manifiesta como una “gripe”, sin saber que puede tratarse de una terrible infección llamada “tuberculosis” 1-6. Referencias Bibliográficas 1. Santeliz Casavilca J. LA ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE SALUD Y VENEZUELA Revista Venezolana de Salud Pública. 2018. 5 (1) 7-7. 2. Elizalde E, Vásquez J, Del Cisne A. Conocimiento y actitudes sobre la tuberculosis pulmonar en pacientes y familiares que reciben tratamiento en el Centro de Salud Venezuela de la ciudad de Machala. 2018. En http://dspace.unl.edu.ec/handle/123456789/20660 3. Fernández C et al. Tuberculosis en menores de 15 años en la población Warao de Venezuela.Investigación Clínica. 2002. 43(1). 4. Sánchez Lerma L, Carrillo Franco J, Ochoa Bernal Y, Pérez-Gutiérrez N. Aproximación a la situación de la Tuberculosis pulmonar en comunidades indígenas del municipio Puerto Gaitán, Meta, Colombia. Rev Haban Cienc Méd [Internet]. 2018 [citado 30 octubre 2018];17(3):462-480. Disponible en: http://www.revhabanera.sld.cu/index.php/rhab/article/view/2255. 5. Efecto cocuyo, salud venezolana.Venezuela registró más de 10 mil casos de tuberculosis en 2017, según OMS http://efectococuyo.com/salud/venezuela-registro-mas-de-10-mil-casos-de-tuberculosis-en-2017-segun-oms/. 6. NCN en Venezuela hay 80 % de escasez de medicamentos: directivo farmacéutico Freddy Ceballos https://noticias.canalrcn.com/internacional-america/venezuela-hay-80-escasez-medicamentos-directivo-farmaceutico Recibido: 16/ 10/ 2018. Aprobado: 08/11/ 2018 Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional 39


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 NORMATIVA PARA PUBLICAR REVISTA VENEZOLANA DE SALUD PÚLICA La Revista Venezolana de Salud Pública es una publicación científica, arbitrada e indizada para la difusión de resultados de las investigaciones nacionales e internacionales realizadas en el campo de la salud pública y áreas afines. Su línea editorial se inscribe en la consideración de distintos enfoques epistemológicos y ontológicos a objeto de responder a la complejidad de los fenómenos relacionados con el objeto de investigación. Su propósito es crear escenarios para el desarrollo del pensamiento crítico en el campo de la salud pública sobre la base de la democratización del conocimiento, revalorizando la vinculación de la práctica de la investigación científica con la atención y resolución de los problemas socialmente relevantes. La Revista Venezolana de Salud Pública es una publicación periódica, semestral con un volumen y dos números (Enero y Julio) por año, en formato impreso y electrónico a través de la siguiente dirección web: http://bibmed.ucla.edu.ve/rvsp/ En la Revista Venezolana de Salud Pública se divide en ocho secciones: 1. Artículos originales: Estos artículos constituyen resultados originales de investigaciones sobre la salud pública y áreas afines, enfocados desde una visión compleja e interdisciplinaria. Se caracterizan por: a) Presentan hallazgos científicos de, investigaciones realizadas mediante trabajo de campo, encuestas, censos, casos clínicos. b) Ofrecen, por primera vez una interpretación teóri ca de estos u otros hallazgos, incrementando o reestructurando los conocimientos sobre un determinado saber. 2. Sistematización de Experiencias: estos artículos incluyen los resultados de investigaciones sobre los saberes producidos en una experiencia vivida, ya sea en la práctica docente, clínica, gerencial, comunitaria o de investigación, por diferentes sujetos, mediante la recopilación, análisis y valoración de sus acciones. 3. Ensayos: Constituyen escritos de reflexión crítica cuyo objetivo será estimular la discusión en temas de interés en salud pública (entre otros, políticas y sistemas de salud, equidad, servicios de salud, educación, ética) Debe estar apoyado en una adecuada, sufi ciente y actualizada documentación 4. Revisión: Son artículos que muestran el resultado de un análisis de información reciente, en un intento de sintetizar los resultados alcanzados sobre un tema determinado relacionado con la salud pública. La revisión puede realizarse siguiendo alguna de las metodologías aceptadas para tal propósito. 5. Reseña Crítica: Consisten en una síntesis comentada de una obra publicada; libros, revistas y otros tipos de publicaciones sobre algunos de los campos o temas de la salud pública, con el objeto de ofrecer una visión, interpretación y valoración personal del texto escogido, por parte de los investigadores. 6. Cartas al Editor: Son observaciones, críticas y sugerencias sobre lo publicado en la Revista Venezolana de Salud Pública o en otra revista científica, que no hayan sido publicados en ninguna revista o medio de comunicación. Las cartas al editor pueden tener múltiples propósitos entre los cuales pueden mencionarse: a) emitir un juicio crítico acerca de un hecho salud de dominio público; b) opinar acerca de algunos aspectos de la política editorial de la revista en cuestión; c) desarrollar, aclarar o explicar particularidades de un trabajo de investigación publicado recientemente en la revista; 7. Nota Histórica o semblanza: Se refieren al conocimiento de la evolución histórica de instituciones, enfermedades y/o eventos de relacionados con la salud pública, con el propósito sentar las bases para la comprensión de acontecimientos actuales. La nota histórica o semblanza también puede referirse a la historia de la vida de una persona y sus logros. Las notas históricas o semblanzas pueden también referirse a grupos y lugares, tratando de comprender un fenómeno de importancia simbólico-social. El eje de interés no es una persona sino un grupo y su relación o influencia en un lugar determinado. 8. Imágenes en Salud Pública: Este espacio estará destinado la publicación de documentos fotográficos relacionados con la salud pública. La recopilación de imágenes responderá a un tema específico desarrollado por el investigador(a), sustentado en una confiable, suficiente, y actualizada información.

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Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 Derechos legales y criterios generales de publicación La Revista Venezolana de Salud Pública se reserva todos los derechos de autor (copyright) de acuerdo con los términos de la legislación vigente. El material publicado en la revista podrá reproducirse total o parcialmente siempre y cuando se cuente con la autorización expresa, por escrito, y se cite la fuente. Las contribuciones deben ser originales e inéditas, escritas en español o inglés, y no podrán presentarse a ninguna otra revista mientras se encuentren sometidos a la consideración de la Revista Venezolana de Salud Pública. Podrán aceptarse trabajos completos publicados previamente en forma de resumen, o trabajos no publicados presentados en congr esos o seminarios. Cada trabajo se acompañará con una correspondencia del o los autor(es) en donde se especifique que no ha sido publicado previamente. Los artículos firmados son responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan la opinión de la revista o de la institución a la que este afiliada.

Criterios Específicos de Publicación y Proceso de Selección La Revista Venezolana de Salud Pública es bilingüe que publica artículos en español o en inglés, sobre temas de salud pública y áreas afines. La revista no realiza traducciones y sólo publica los trabajos en el idioma original (español o inglés) en el que se someten a evaluación. Como criterios de selección utiliza la idoneidad del tema para la revista solidez científica, originalidad, actualidad y opor tunidad de la información, así como también coherencia metodológica y acatamiento de normas bioéticas. Los trabajos que el Comité Editorial considera pertinentes se someten al proceso de revisión por pares, el cual implica: Una primera revisión, que queda en manos del Comité Editorial, en la que se determina la importancia, relevancia y profundidad del trabajo, si el manuscrito corresponde a la línea editorial, se apega a las normas de Revista Venezolana de Salud Pública y cu mple con los criterios generales de publicación. Una segunda revisión, que se encomienda a dos árbitros, expertos(as) en el campo objeto del estudio. Los árbitros evaluarán globalmente el contenido del artículo. Atendiendo a: la importancia del tema estudiado; la originalidad y validez del trabajo; el diseño y la metodología del estudio; relevancia de la discusión; la solidez de las interpretaciones y conclusiones; la organización interna del manus crito; la calidad de la forma: buena sintaxis, párrafos coherentes, ausencia de faltas gramaticales, y la adecuación a las normas de presentación. En caso de que los dictámenes emitidos sean contradictorios, se somete a consideración del Comité Editorial, o bien, se solicita una evaluación adicional. El dictamen puede ser de aceptación, rechazo, o condicionamiento a las modificaciones sugeridas por los árbitros. Toda decisión se comunica por escrito exclusivamente al autor de correspondencia, en un plazo de dos a tres meses a partir de la fecha en que se recibe el original. Si el trabajo resulta condicionado, la nueva versión deberá enviarse en el plazo que se le indique, pero en ningún caso podrá exceder de 30 días. Instrucciones para la Presentación de los Manuscritos Todos los manuscritos deberán enviarse en archivo electrónico, en formato de Word. Además deberá enviar su manuscrito impreso por duplicado, incluidos cuadro y figuras, en papel blanco tamaño carta (21 x 28 cm), en una sola cara, a espacio y medio, fuente Arial, tamaño 12, correo electrónico: rvsp@ucla.edu.ve El material debe ser colocado en un sobre manila y consignado en la siguiente dirección: Av. Libertador, con Av. Andrés Bello, detrás del Hospital Pediátrico, Agustín Zubillaga, Barquisimeto, Edo Lara. Venezuela. Apto. Postal 3001. Requisito indispensable que todo trabajo enviado sea acompañado de una correspondencia que indique lo siguiente: 1. Aprobación del contenido del trabajo (incluidos cuadros y figuras) y del orden de aparición de los autores, que se considerará definitivo sin excepción alguna. 2. Aceptación de la transferencia de los derechos de autor a la Revista Venezolana de Salud Pública, en caso de que se publique el trabajo. 3. Declaración de que se trata de un trabajo original que no ha sido publicado ni sometido simultáneamente para su publicación, total o parcialmente, por ellos mismos u otros autores, a otra revista o medio –impreso o electrónico– nacional o extranjero. 4. Nombre y firma del o los autores. 5. Título del trabajo.

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Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 Los autores deben conservar copia de todo el material enviado, ya que no se devolverá ningún artículo sometido a revisión, independientemente de que se publique o no. Todos los manuscritos deben contener: Página frontal (título, autores, adscripciones): Contiene título del trabajo (en español y en inglés, que no exceda las 15 palabras), los nombres completos de los autores, subrayado el apellido sin abreviaturas, sus grados académicos y su adscripción institucional; además, debe indicarse el responsable del ar tículo, así como su dirección, teléfono, fax y dirección electrónica. Resumen y palabras clave o descriptores (en inglés y español) Contiene los objetivos, diseño, metodología, resultados principales y conclusiones; además deberá ser redactado en español e inglés. El resumen no excederá las 250 palabras. En el resumen no se incluirá ninguna información o conclusión que no aparezca en el texto. Conviene redactarlo en tono impersonal, sin abreviaturas, remisiones al texto principal, notas al pie de página o referencias bibliográficas. Al final del resumen deben aparecer de 3 a 5 descriptores, que identifiquen el contenido del artículo. Se utilizarán como pal abras clave o descriptores únicamente aquellas que son aceptadas por bases de datos internacionales, las cuales pueden ser consul tadas en: http://dcs.bvs.br/e/homepagee.htm (descriptores en español), http://www.nlm.nih.gov/mesh/ (descriptores en inglés). Texto: El cual será estructurado según la exigencia de cada tipo de artículo. Agradecimientos (opcional) Referencias Cuadros y figuras (si los hubiere) Instrucciones Específicas para cada Tipo de Articulo: Los artículos originales: Tendrán una extensión máxima de 4.500 palabras o 15 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. Por lo general se dividen en los siguientes apartados: a) Introducción: Responde a la pregunta ¿Cuál es el problema? b) Materiales y métodos: Responde a la pregunta ¿Cómo se estudia el problema? En este apartado debe hacerse mención al consentimiento informado de los participantes en el estudio y de la autorización del comité de ética correspondiente. c) Resultados: Responde a la pregunta ¿Cuáles fueron los hallazgos? d) Discusión: Responde a la pregunta ¿Qué significan los hallazgos? Sistematización de Experiencia: Tendrán una extensión máxima de 4.500 palabras o 15 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. Por lo general se dividen en los siguientes apartados: a) Introducción: Contiene tema, objetivos, marco institucional, contexto de la experiencia, metodología de sistematización, caracterización de los actores del proceso. b) Desarrollo: cuerpo del texto con subtitulación interna, de acuerdo con los distintos momentos de la experiencia, de acuerdo con criterios cronológicos y/o temáticos. (Momento inicial. Intervención y situación actual) c) Conclusiones, recomendaciones y lecciones aprendidas. Ensayos: Su extensión será entre 10 y 12 páginas o 3.000 palabras, incluyendo todas las partes del artículo. El ensayo está estructurado de la siguiente forma: a) Introducción: Donde se expone la tesis central del ensayo. b) Desarrollo: Donde se presentan los distintos argumentos que apoyan o rechazan la tesis sustentada. Los argumentos presentados pueden ser propios o sustentados en otras fuentes de autoridad reconocida. c) Conclusión: Donde se comunica el alcance de lo expuesto, la relevancia del tema, importancia, beneficios y recomendaciones de líneas de análisis para posteriores escritos. 42 Es importante destacar que las tres componentes del ensayo no constituyen secciones subtituladas, en tal sentido el autor o autora debe exponer sus argumentos en un texto único.


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 Revisión: Su extensión será entre 8 y 10 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. La revisión se estructura de la siguiente forma: a) Introducción y objetivo del trabajo. b) Método de localización, selección y evaluación de estudios primarios. c) Desarrollo y discusión del tema. d) Conclusiones. Reseña Crítica: Su extensión será entre 5 y 8 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. La reseña crítica se estructura de la siguiente forma: a) Introducción: Se incluye la referencia bibliográfica del libro o artículo reseñado, un breve resumen de la obra. De acuerdo con el estilo del autor de la reseña, en esta parte se puede incorporar su opinión central o tesis. b) Desarrollo o cuerpo: Se presentan todos aquellos elementos contenidos en el libro o artículo que pueden servir para presentar las pruebas que sostendrán la opinión. Aquí se hace énfasis en los aciertos y deficiencias de la obra leída. c) Conclusión o cierre: es la redacción final, la cual condensa la opinión crítica frente al libro o artículo leído y, así, recomendarlo o advertir acerca del riesgo de leerlo. Cartas al Editor: La extensión máxima será de 500 palabras o 2,5 páginas, sin incluir autores ni referencias. Las cartas al editor no podrán ser firmadas por más de dos autores (as). Podrán incluir hasta tres referencias y un cuadro o una tabla si fuese necesario. Las cartas serán recibidas sólo cuando se refieran a material publicado en los dos números más recientes de la Revista Venezolana de Salud Pública. Nota Histórica o semblanza: La extensión máxima será entre 5 y ocho páginas. La nota histórica o semblanza se estructura de la siguiente forma: a) Introducción: Describe las instituciones, personajes, enfermedades y/o eventos de relacionados con la salud pública que será objeto de revisión histórica. Apunta en la dirección de generar interés a los lectores. b) Cuerpo: Se exponen los orígenes del objeto de revisión histórica. Se revisan antecedentes que hayan influido en el desarrollo del personaje, institución o tema vinculado a la salud pública. Es fundamental aportar nexos interesantes y hechos relevantes que lleven al lector a entender más al personaje, institución, y/o eventos de relacionados con la salud pública entre otras. c) Conclusiones: Donde se exponen elementos relevantes de la evolución histórica que forma parte del estudio. Salud Pública en Imágenes: La extensión máxima será entre 8 y 10 páginas. Pautas Generales para las Citas y Referencias La Revista Venezolana de Salud Pública, utiliza las pautas generales para citas y referencias, contendidas en el documento Re quisitos Uniformes para Preparar los Manuscritos que se Presentan a las Revistas Biomédicas(1) elaborado por el Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas (actualizado en febrero de 2006). Dichas pautas se conocen también como "normas Vancouver". Las citas textuales breves o extensas: La cita es una idea de un autor de un texto o documento que se utiliza para apoyar, corroborar o contrastar lo expresado. La cita textual breve, de menos de cinco líneas, se coloca entre comillas y el número correspondiente se coloca al final, después de las comillas y antes del signo de puntuación. La cita textual extensa es aquella mayor de cinco líneas. Se escribe sin comillas en renglón aparte, centrado con sangría de 4 espacios a cada lado, el tamaño de la letra será un punto menos que la del texto general (Arial, 11) el número de la cita se escribe al final, tal y como se hizo en la cita breve. Las notas aclaratorias se referirán a pie de página y se indicarán en el texto con números arábigos en superíndice. Las citas informales se refieren a las observaciones no publicadas tales como cartas, mensajes electrónicos, verbales y presentaciones en eventos. Estas observaciones se indicarán en el texto con asterisco (*) y colocar una nota al pie de página con la siguiente información: tipo de comunicación, nombre o institución, cargo, ciudad, fecha. Ejemplo: Comunicación personal de Darío Ramírez, Director del Seguro Social, Bogotá, 10 de Julio del 2012.


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 Consideraciones Generales sobre las Referencias: Siempre que sea posible hay que proporcionar a los lectores referencias directas a las fuentes originales de los conceptos, métodos y técnicas a los que se hace referencia en el texto y que provienen de investigaciones, estudios y experiencias anteriores. De las Citas de Referencias Sólo se aceptarán las citas para reforzar o apoyar una idea o hallazgo. Se incluyen sólo aquellas referencias consultadas directamente por el investigador, antes que hacer citas de cita (o segundas fuentes) Todas las referencias deben citarse en el texto con números consecutivos, entre paréntesis, preferiblemente utilizando superíndice, de la siguiente manera: "Se ha observado (3, 4) que..." O bien: "Varios autores (1-5) han señalado que..." Las referencias a artículos ya aceptados pero todavía no publicados deberían citarse con la especificación “en prensa” o “de próxima aparición”; los autores deberían obtener una autorización escrita para citar dichos artículos, así como la confirmación de qu e han sido aceptados para ser publicados. La información de los manuscritos que han sido presentados pero no han sido aceptados debería citarse en el texto como “observaciones no publicadas” con el permiso escrito de la fuente. Evitar citar una “comunicación personal” a menos que proporcione una información esencial no disponible en una fuente pública, y en este caso debe citarse en el texto, entre paréntesis, el nombre de la persona y la fecha de la comunicación. En los artículos científicos, los autores deberían obtener el permiso escrito y la confirmación de la exactitud de la propia fuente de una comunicación personal. Listado de Referencias: El listado de referencias se numerará consecutivamente según el orden de aparición de las citas en el texto. La lista de referencias o la bibliografía se agregará en hojas separadas, al final del manuscrito, y se ajustará a las normas que se describen a continuación. 1. Libros: Apellido e inicial del nombre de los autores; título del trabajo o capítulo; apellido e inicial del nombre de los editores; título del libro; edición; editorial; ciudad donde la obra fue publicada; año; páginas citadas (inicial-final). 2. Artículos de revistas. Es importante suministrar la siguiente información: autor(es), título del artículo (en su versión original sin traducir), Nombre de la revista en que este se publica; año; volumen (en números arábigos), número y páginas inicial y final. Toda la información se presentará en el lenguaje original del trabajo citado. 3. Artículos de Revistas on-line. Autor/es del artículo. Título del artículo. Nombre de la revista [Revista en línea]. También puede ponerse: [Revista on-line]. [Revista en Internet]. Año [fecha de consulta]; también puede ponerse: [acceso....]; [consultado...]; [citado...]; volumen (número): [Extensión/páginas -si la tuvieran-]. 4. Artículo de Periódico. · Autor. (Si tiene). Título del artículo. Nombre del periódico. (Completo) · Día, mes y año; Sección: (Si está identificada) Columna: (Si está identificada). Página. 5. Documentos legales.- Leyes, Decretos, Órdenes. Título de la ley, decreto, proyecto, etc. (Seguida de punto.) Nombre del Boletín Oficial (Seguido de coma) Número del boletín donde se publicó (Seguido de coma) Fecha de publicación. (Entre paréntesis, día-mes-año) Tablas e Ilustraciones (Figuras) Las tablas recogen la información de forma concisa y la presentan de forma eficiente; ofrecen también la información con los grados de detalle y precisión deseados. La inclusión de datos en tablas y no en el texto permite reducir la extensión del mismo. Imprimir las tablas a doble espacio en una hoja aparte. Numerar las tablas consecutivamente siguiendo el orden de la primera cita que aparece en el texto y asignarles un escueto título. No usar líneas horizontales ni verticales. Cada columna debe ir encabezada por un título breve o abreviado. Los autores deben colocar las explicaciones en notas a pie de tabla, no en el título. Explicar en notas a pie de tabla todas las abreviaturas no habituales. Deben ser colocados al final del trabajo, (Después de las referencias) en páginas aparte cada uno por separado y enviados como imágenes y en formato JPG. Las figuras serán diseñadas y fotografiadas en calidad profesional o bien presentadas como fotografías digitales. Presentadas en un formato determinado (por ejemplo, JPEG o GIF) que produzca imágenes de alta calidad en la versión web de la revista. Deben ser colocados al final del trabajo, (después de las referencias) en páginas aparte cada uno por separado. Para radiografías, escáneres y otras imágenes de técnicas diagnósticas, así como para fotografías de imágenes de muestras patológicas o microfotografías, enviar fotografías nítidas y brillantes en blanco y negro o en color, normalmente de 127 × 173 mm. En las leyendas de las figuras no deberían fa ltar títulos ni explicaciones, pero estas explicaciones no deben figurar en el interior de las ilustraciones. Las figuras deberían numerarse consecutivamente siguiendo el orden de primera aparición en el texto. Si se utiliza una figura ya publicada, debe mencionarse la fuente original y presentar la autorización escrita del propietario del copyright para reproducir el material. El permiso es necesario independientemente del autor o de la editorial, excepto en el caso de documentos de dominio público.


Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 6 (2). Julio – Diciembrer 2018 Unidades de Medida Las medidas de longitud, altura, peso y volumen deberían darse en unidades métricas (metro, kilogramo o litro) o en los múltiplos o submúltiplos decimales. Las temperaturas deberían expresarse en grados Celsius. La presión sanguínea debe medirse en milímetr os de mercurio, a menos que la revista especifique otras unidades. Abreviaturas y símbolos Usar solamente abreviaturas estándar; el uso de abreviaturas no estándar puede resultar extremadamente confuso para los lectores. Evitar el uso de abreviaturas en el título. La primera vez que se usa una abreviatura debería ir precedida por el término sin abreviar, a menos que sea una unidad de medida estándar. Referencias: (1) Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Requisitos de uniformidad para manuscritos enviados a revistas biomédicas: Ejemplos de referencia [Monografía en internet]. Maryland: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. (NLM) Institutos nacionales de Salud; [Actualizado el 27 de julio de 2010; consultado: 21 febrero 2011]. [9 p.]. Disponible en: http://www.metodo.uab.cat/docs

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Índices que incluyen a la Revista Venezolana de Salud Pública

1)

.EZB Electronic Journals Library.

2)

. Bibliothekssystem Universität Hamburg.

3)

. Pädagogische Hochschule Heidelberg.

4)

. Universität Des Saarlandes.

5)

. El Instituto de Investigaciones Biomédicas, de la Universidad de México.

6)

. Bibliothek Hochschule Hannover.

7)

. Fundación Ginebrina, Suiza.

8)

. Índice Mexicano de Revistas Biomédicas Latinoamericanas. IMBIOMED.

9)

. Max Planck Institute.

10)

. Green Pilot.

11)

. Universitats Bibliothk Leipzig

12)

.

TU Clausthal

13)

.

SLUB.

14)

.

Medicina 21.

15)

.

Goethe Universitat.

16)

.

Actualidad Iberoamericana (Chile).

17)

. UniversitätsBibliothek Heidelberg. 46


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18)

. Connecticut College - Trinity College- Wesleyan University.

19)

German Cancer Research Center.

20)

. Universitat Giessen.

21)

.

22) 23)

24)

Dirección de Bibliotecas de la UCLA.

.

Google Académico.

.

Directory of Research Journals Indexing.

Wissenschaftskolleg zu Berlín.

25) 26) 27) 28)

29)

Sjournals Index. World Cat. Dialnet Social Science Research Center Berlin.

Vufind.

30) Centro Nacional de Información en Ciencias Médicas. Cuba. 31)

Medien und Information Zentrum

32)

Directory of Abstract Indexing for Journals.

33)

Acreditación de Webs de Interés Sanitario en portales Médicos.

34)

FREE PDF s.


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35)

Research Gate (Puerta de Investigación).

36)

Index Scientific Journals

37)Biblioteca Virtual de Biotecnología de las Américas

38)Índice de Revista de Ciencia y Tecnología de Venezuela. REVENCYT. 39)

Biblioteca CCG UNAM.

40)

KAI, der Online – Katalog

41) 42) 43)

44)

45) 46) 47)

Research Bible Index. EZB - ZB MED / Medizinische Abteilung der USB Köln. Eurasian Scientific Journal Index

Scientific Indexing Services.

Journal Index. Cite Factor. Principado de Asturias.

48)

Hospital de La Paz.

49)

Universitat Vechta.

50)

Universitat Luneburg.

51)

Registro Nacional de Revistas Científicas. Gobierno de Venezuela.


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52)

Beluga. Catalogue of Hamburg Libraries

53)

Bielefeld Academic Search Engine

54)

Open Academic Journals Index

55)

56)

Hannover

Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico.

La Revista Venezolana de Salud Pública ya puede ser consultada en REDIB a través del link: https://www.redib.org/recursos/Serials/Record/oai_revista4296-revista-venezolana-salud-p%C3%BAblica

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