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MAYO: TRADICIÓN DE FE Y AGRADECIMIENTO.
Por Pbro.Javier Hernández Sánchez.
Enmayo, San Juan de los Lagos se viste de fiesta para celebrar a su patrona, la Virgen de San Juan. Cada día, los devotos le cantan las mañanitas, le llevan flores y perfume, y bailan con mojigangas alrededor de la plaza. Así es como este pueblo jalisciense le demuestra su amor y gratitud a la Madre de Dios.
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Honrar a la Virgen en mayo puede ser una tradición centenaria que se remonte al siglo XVIII, cuando este santuario empezó a albergar la imagen milagrosa de la Virgen. Porque la fiesta de la Inmaculada se había vuelto feria nacional; las fiestas de La Candelaria, nacidas en 1885, eran del Bajío y el centro de México; la quincena de la Asunción era la fiesta local de los sanjuanenses, con desfile de romanos inicial y carros alegóricos los tres últimos días, peregrinaciones diarias, y procesión con la Imagen el 15 de agosto, pero a partir de la Coronación Pontificia de la imagen en 1904, también fue avasallada por los peregrinos de fuera. Fue entonces cuando el mes de mayo se formalizó como la fiesta de los sanjuanenses, dónde aprovechan, con menor flujo de peregrinos que en otros meses, para venir peregrinando por gremios y el ofrecimiento de flores de las niñas.
Durante todo el mes, las actividades comenzaban muy temprano. A las seis de la mañana, la puerta principal de la Catedral estaba cerrada, pero las campanas sonaban a vuelo y los fieles esperaban cantando las Mañanitas de la Virgen de San Juan. Después de quince minutos de alabanzas marianas, el reloj marcaba el cuarto de hora y las puertas se abrían. Entonces, los devotos entraban apresurados, muchos de ellos de rodillas, para asistir a la primera misa, esta es ofrecida por las familias donantes del día, y originalmente la visita de las parroquias de la ciudad los sábados. Vale la pena mencionar que las familias se encargan de adornar el retablo con adornos de flor de hilo. Estos adornos constantemente se están cambiando.
La siguiente misa de la fiesta era a las 10:30 de la mañana, llegaban los gremios y las personas llevan las flores a la Virgen, flores que los niños vuelven a presentar por la tarde en el rosario de las 5:30 de la tarde. A las 7:00 p.m., grandes mojigangas conocidas como “monos (cabezones)” por los sanjuanenses, son llevados a la plaza principal para utilizarlos como instrumentos de festividad, pues jóvenes los hicieron bailar dando tres veces vuelta a la plaza al ritmo musical de la Banda de los Ramírez y de muchos niños que llevan sus propios “monos” que ellos mismos, ayudados de su familia, confeccionan.

Así son las fiestas de mayo en San Juan de los Lagos, una muestra de fe, devoción y alegría que se renueva cada año para manifestar que, los fieles de San Juan, están agradecidos, y que también quieren aprovechar una oportunidad para mostrar su amor por Nuestra Madre.


Los sacerdotes que trabajamos en catedral agradecemos a todas las personas que participan con su presencia y su colaboración para la solemnización del mes de mayo, que en este año notamos que creció en número de fieles y en fervor. Que la Santísima Virgen mantenga la fe y la vida cristiana en esta compleja ciudad cosmopolita en constante transformación.
