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MARÍA, “CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA”

Editorial

En la Letanía del Rosario nos dirigimos a María con esta expresión “causa de nuestra alegría”. Toda la vida de María encontró la fuente de su alegría en el Señor. Y Ella misma sabe compartir esa alegría con su prima Isabel y con el Niño que lleva en el seno, con los recién casados a quienes les consigue un buen vino. Y así podríamos seguir, en diversos momentos de su vida, pues está llena de gracia y es la Madre de Aquel que es fuente de Alegría: Jesús.

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Partiendo de nuestra realidad que he venido observando en mi vida (desde seminarista siempre que venía a la ciudad no dejaba de visitar a La Virgen en su santuario) y particularmente en estos últimos años que he estado sirviendo en mi ministerio sacerdotal en este Santuario mariano, las personas que llegan a visitar a nuestra Madre tienen un rasgo común: se notan alegres, puede ser que lleguen cansadas o enfermas, pero al mirar a La Virgen de inmediato se dibuja la sonrisa en su rostro, irradian felicidad y amor. Y no puede ser de otra manera, pues están ante la presencia de la Madre; Ella es cariño, amor, la llena de gracia, de esperanza. Es hermosa, dulce y tierna, se siente su presencia, su mirada, su abrazo maternal.

Le traen flores variadas y bellas, música de mariachi y también de banda, danzas multicolores, elevan cánticos y oraciones, expresando su alegría de tener una Madre así, alegría que se contagia. Gracias María por ser “la causa de nuestra alegría”, y aún más, cuando nos enseñas hacer lo que tu divino Hijo espera de nosotros. Escuchar a Jesús y hacer su voluntad es principio y fuente de alegría y felicidad.

Alborada 2023

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