COLABORACIÓN ESPECIAL Sinergias, la clave para el desarrollo de cadenas productivas de la electromovilidad en México y de tecnología propia

Félix Loyola Investigador y Jefe de Proyectos INEEL

Ulises Cano Investigador y líder del Grupo de Electromovilidad INEEL

Sinergias, la clave para el desarrollo de cadenas productivas de la electromovilidad en México y de tecnología propia

Litio ¿el detonante?

Los tiempos actuales y la masa crítica

En relación a la cadena de valor del litio y la electromovilidad, que parte desde la exploración y la actividad minera, alcanzando eslabones relacionados con la fabricación de sistemas de baterías ion-litio y su integración en vehículos eléctricos, podemos decir que las condiciones que prevalecen en este momento en México son únicas: se cuenta con un decreto por el que la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio quedan exclusivamente a cargo del Estado, que si bien para muchos aún es tema de debate, lo cierto es que hoy representa una base o dato que debe considerarse en las ecuaciones de los tomadores de decisiones en el tema del litio y de la electromovilidad en México.

Existen también grupos de trabajo que han colaborado en el desarrollo de planes estratégicos e integrales de interés nacional sobre electromovilidad, cuyas actividades en general se relacionan con la organización de simposios sobre el tema, la ejecución de proyectos de desarrollo tecnológico, implementación de pilotos, sesiones técnicas, webinars y seminarios especializados, así como coordinación y creación de nuevas redes de colaboración, etcétera, entre ellos:

• El Mapa de Ruta Tecnológica en Movilidad

Sustentable-SENER-IMP (por publicarse). • La Estrategia Nacional de Movilidad EléctricaSEMARNAT (por publicarse). • Diversas redes de colaboración integradas por la academia, centros de investigación y desarrollo tecnológico, gobierno, iniciativa privada y sociedad en general, entre ellas la Alianza para la Industria del Transporte Eléctrico Avanzado en México (ApTA), la Alianza por la Electromovilidad en México (AEM), la Red Innovación y Trabajo en la Industria Automotriz Mexicana (ITIAM), la Red de Almacenamiento de Energía y la recién creada Sección XV de

Electromovilidad de CANAME. Asimismo, existe una intensa actividad por parte de las empresas privadas, nacionales y transnacionales, tanto de las grandes como de las startups, haciendo inversiones en toda la cadena de valor, desde la importación de productos terminados para su comercialización, hasta la instalación de plantas productivas como las armadoras de vehículos eléctricos de diferentes tamaños y aplicaciones, algunas de ellas con contenido nacional considerable y quizá una de las que pueden jugar un papel determinante, ya que está declarado el interés general en el tema por parte de las dependencias de gobierno a nivel municipal, estatal y nacional, sin dejar de señalar el gran debate vivido a nivel legislativo con relación al litio y la constante actividad que las confederaciones estatales de pequeños mineros están llevando a cabo para alcanzar su integración nacional.

En resumen, tenemos la masa crítica mínima requerida en todo el ecosistema en el que se encuentran inmersas la cadena de valor del litio y la electromovilidad, para plantear el proyecto integral de nivel nacional que más convenga a la sociedad mexicana, a la economía del país y al medio ambiente, el reto será conciliar los intereses de los diversos actores de este ecosistema.

Como partes esenciales de este ecosistema del litio y de la electromovilidad, tenemos en nuestras manos no sólo la oportunidad, la necesidad y la urgencia de crear sinergias, sino la obligación moral y el compromiso de hacerlo. Y esto se puede hacer bajo una visión global e integral en donde converjan los intereses de todos. El desafío es contar con un hilo conductor o columna vertebral del proyecto de orden nacional, que sirva como base o referencia para definir los papeles que deben jugar cada uno de los actores o áreas de trabajo pertenecientes a este ecosistema.

Dada la corta ventana de tiempo que se tiene para actuar en el tema de interés, este hilo conductor puede estar basado en la cadena de valor económico del litio y sus aplicaciones, es decir, consistiría en definir proyectos de construcción de plantas productivas asociadas a sus diferentes eslabones y empleando tecnologías actualmente disponibles, arrancando en el sector primario y terminando en la fabricación de paquetes y sistemas de baterías para diversas aplicaciones, como su integración en vehículos eléctricos.

Esta columna vertebral, además de permitir contar en el corto plazo con productos terminados, en su función de referencia permitirá definir y conducir las actividades que correspondan a otros actores clave asociados a la investigación y desarrollo tecnológico, la formación de recursos humanos, la infraestructura de la calidad, la gobernanza, los relacionados con el financiamiento, la inversión y los mercados nacionales e internacionales, entre otros.

Todos caminando con el objetivo general e integral de llevar a cabo de manera gradual la apropiación tecnológica, el desarrollo de tecnología propia y con ello la disminución de la dependencia tanto en este rubro como en la parte energética, así como el fomento de la economía nacional asociada a la cadena de valor del litio y la electromovilidad. Así que la pregunta es: ¿asumiremos el reto?