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COMERCIO E INDUSTRIA/ENERO-FEBRERO 2014
¿CRISIS EN EL SISTEMA DE PENSIONES SALVADOREÑO? Durante los últimos meses se han estado publicando noticias en diversos medios de comunicación, en las que se plantea el Sistema de Pensiones está en crisis, que existe una deuda muy grande y se anuncia el estudio de diferentes propuestas de reforma, creando un clima de incertidumbre y duda en los trabajadores, en el sentido de que no saben cómo una eventual reforma pudiera afectarles sus derechos. Como esas publicaciones por lo general no ahondan en detalles, muchas personas se quedan dudando sobre el origen y la magnitud de los problemas que se destacan y también de cómo se piensa solventarlos.
EL SISTEMA DE PENSIONES ACTUAL NO ESTÁ EN CRISIS El Sistema de Pensiones que inició operaciones en El Salvador en abril de 1998 y al que se encuentran afiliados más de 2.3 millones de personas no está en crisis. El Sistema es totalmente sostenible, debido a que el pago de pensiones y demás beneficios que la Ley establece como derechos de los
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trabajadores, se cubren con el ahorro que ellos mismos van construyendo en el tiempo. Dicho ahorro es producto de las cotizaciones que trabajadores y empleadores realizan y que se destinan a una cuenta a nombre de cada trabajador, en la que se depositan los aportes y cuyo saldo va creciendo en el tiempo, producto de la inversión de este dinero. En ese sentido, en este Sistema el pago de beneficios se respalda con ahorros privados, los cuales a la fecha suman más de US$ 7,300 millones. Pero si el Sistema de Pensiones actualmente en operaciones no está en crisis, ¿cómo explicarse las declaraciones que apuntan a la existencia de un grave problema por el pago de pensiones? La respuesta a esta interrogante se encuentra en el antiguo Sistema de Pensiones. Es el sistema de pensiones anterior el que está en crisis. Este Sistema, administrado por el ISSS e INPEP desde 1969 y 1975, respectivamente, se comprometió a pagar a los cerca de 570,000 trabajadores que cotizaron a dichas Instituciones, pensiones y otros beneficios por un monto muy superior a los recursos que contaban para hacer frente
al pago de dichas pensiones. Es decir, en ese sistema, llamado de reparto, se cotizaba muy poco y a cambio, el Estado prometía pensiones muy altas, sin tener en cuenta lo que entraba de ingresos producto de las cotizaciones. Estos Institutos en sus cerca de 25 años de operaciones, acumularon reservas de sólo US $343 Millones para respaldar el pago de las prestaciones a las que la Ley daba derecho a los trabajadores, las cuales sumaban más de US$ 11,000 millones, es decir que el dinero con el que estos Institutos contaban sólo cubría $ 3 de cada $ 100 necesarios para pagar las pensiones de sus afiliados.
LA DEUDA DE PENSIONES En el 2002, las reservas de los institutos públicos, ISSS y el INPEP, se agotaron y al no contar con recursos propios suficientes para el pago de sus obligaciones, el Estado asumió la responsabilidad de financiar el pago de estas, con lo que también asumió la deuda de pensiones a la que hacen referencia los medios de comunicación. Al momento en que se llevó a cabo la reforma