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Mejores prácticas financieras para garantizar un equilibrio económico. Las consecuencias económicas del coronavirus (COVID -19) en la economía son muy dif íciles de predecir. ¿Cuánto tiempo más estará con nosotros? ¿Cuánto daño causará en la economía de las familias? No lo sabemos. Lo que sí está claro, es que, mientras tanto, hay que cuidar nuestras finanzas personales, con más esmero que en una situación normal. En este escenario de incertidumbre y ante la amenaza de una profunda recesión económica mundial, aquí proponemos algunos tips que pueden ayudarle a gestionar mejor sus finanzas personales en estos tiempos de crisis.
Protéjase. Ahora que está organizado y sigue un plan de crecimiento, debe asegurarse de estar financieramente seguro. Intente implementar estas opciones:
a. Construya un fondo de emergencia. Es un deber contar con uno, en lugar de hundirse en deudas cuando enfrenta un costo inesperado u otra crisis financiera. b. Verifique las coberturas de sus seguros. Estos ayudan a limitar sus gastos cuando surgen costos inesperados.
Organización. a. Un balance personal/familiar es indispensable. Hacer una lista de cada uno de sus activos (lo que posee) y los pasivos (lo que debe). Cuando haya reunido todas sus estadísticas, esto le dará una idea de su patrimonio neto. b. Prepara tu presupuesto de crisis. En tiempos de crisis resulta clave tener una buena planificación financiera. Ordenar la entrada y salida del dinero es crucial. No se puede controlar aquello que no se conoce, por lo tanto, la primera recomendación es preparar tu presupuesto familiar de crisis. Este presupuesto ha de ser una herramienta de trabajo que puedes elaborar fácilmente a partir de tus ingresos y gastos mensuales para prever y planificar tus finanzas personales. c. El presupuesto es una herramienta muy útil que te ayudará a tomar las riendas de tus finanzas y descartar conjeturas, ya que elimina el estrés que implica el no saber con exactitud cómo están tus cuentas y qué es lo que puedes permitirte gastar cada mes y cuáles gastos son innecesarios o prescindibles, para tener tu presupuesto equilibrado. d. No valen, suposiciones o rápidos cálculos mentales. Haz el presupuesto con datos concretos en blanco y negro, y muy detallados. Si no sabes cuánto gastas, dif ícilmente sabrás si ahorras o no, y en qué cantidad. Una vez elaborado tu presupuesto, podrás comprobar mes a mes si tus estimaciones se cumplen o hay desviaciones que debes corregir inmediato. El presupuesto debe hacerte sentir que controlas tu vida financiera. e. Puede usar una plantilla de presupuesto para ayudar a simplificar el proceso. Fundación ICEF le ofrece un Excel con fórmulas.
Priorice la reducción de su deuda. Hay que evitar el endeudamiento pidiendo créditos para comprar cosas que realmente no son necesarias o que, en el futuro, no nos darán la rentabilidad precisa. Según algunos expertos el total de las deudas contraídas nunca debe superar el 20 o 30% de todos los ingresos disponibles.
a. Sea consciente de no extenderse en exceso pagando intereses excesivos sobre el dinero que ha pedido prestado. b. Pruebe el método de bola de nieve u otra estrategia financiera para reducir sus tasas de interés. c. No contraigas nuevas deudas. Una vez que has cancelado tus deudas, evite tener nuevas, sobre todo si son de consumo (compra de ropa, aparatos electrónicos, diversión, etc.). d. Salir de deudas: MÉTODO “CASCADA” Paso 1 Haz un listado de todas tus deudas. Paso 2 Ordena las deudas de menor a mayor cuantía. Paso 3 Destina una parte del dinero que pre ahorras a ir pagando cada mes la deuda de menor cuantía hasta terminar de pagarla. Igual tienes que hablar con el banco para negociar estos pagos adelantados. Paso 4 Utiliza el dinero que se ha liberado de la deuda que ya no tienes que pagar para empezar a adelantar el pago de la siguiente deuda de la lista y sigue así hasta terminar con todas.
Defina sus objetivos financieros. Ahora que ha reunido todas las piezas para su base financiera, es hora de preguntarse qué quiere, tanto a corto como a largo plazo. Recuerde, sus objetivos deben ser INTELIGENTES: específicos, medibles, alcanzables, realistas y con plazos determinados. A continuación, se presentan algunos conceptos para ayudarlo a comenzar.