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Homenaje a los maestros: Feliz día del Maestro. Pág
from We Are CPB
FELIZ DÍA DEL -MAESTRO-
Ser maestra es el sueño cumplido de mi niñez. Cuando era pequeña sabía que quería dedicar mi vida a enseñar a niños y convivir con ellos en diversas facetas, gracias a Dios y a mi familia lo pude lograr. Estos años trabajando en el Peruano Británico han sido increíbles; el tiempo pasó volando, hemos vivido diversas aventuras y experiencias retadoras, pero a la vez muy enriquecedoras. Los últimos meses han sido de grandes desafíos tanto para maestros como para estudiantes; sin embargo, estamos saliendo adelante gracias al empeño y las ganas de hacer las cosas bien. Los alumnos han asumido la nueva forma de aprender de la mejor manera y demuestran día a día que todo se puede con esfuerzo, positivismo y cariño. Tengo fe que pronto retornaremos a las aulas y lo haremos fortalecidos; valorando mucho más, el estar juntos nuevamente. Miss Carmen Murillo
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Encontrar las palabras para agradecerle a nuestros maestros y maestras por todo lo que han hecho por nosotros resulta complicado. Un maestro no solo nos enseña matemáticas o literatura, sino también nos marcan la vida. Sabemos que estos últimos años han sido desafiantes por lo que queremos expresarles nuestro agradecimiento por su paciencia, comprensión y empatía. Ser un profesor es uno de los trabajos más importantes, ya que nos guía en este camino llamado vida. Querido profesor/a, gracias por dedicar la mayor parte de tu tiempo a estudiar y enseñar. Por valorar el esfuerzo y lo positivo de cada uno. Por orientarnos y enseñarnos de corazón a ser mejores personas y futuros profesionales. ¡Feliz día!
TESTIMONIOs:
Miss Lucía Mesones
El año 1991 es muy especial para mí. Llegué a trabajar al Peruano Británico para ser maestra del Primer Grado; reemplacé a una profesora que se acababa de jubilar. Me dieron la libertad de enseñar con la metodología que creyera conveniente. Pensé en permanecer en el colegio por un máximo de dos años y sin darme cuenta, son treinta. Cuando cursé mis estudios, una frase de Santa Magdalena Sofía Barat quedó grabada en mí: “Los tiempos cambian y tenemos que cambiar con ellos”. Y vaya que cambiaron, la forma de educar ha cambiado, para bien.
A lo largo de estos años, muchos elementos han contribuido a que pueda ser una mejor maestra y una mejor persona: profesores y psicólogos, que llegaron desde otros colegios, desde otros países e incluso, otros continentes, con metodologías completamente distintas a la mía; algunos permaneciendo por largos años en el colegio y otros por lapsos muy cortos; profesores que llegaron como asistentes a hacer sus primeras prácticas y compartir con mucha ilusión, las nuevas tendencias en educación; el personal administrativo y de servicio, de quienes aprendí a ser más paciente, servicial y tolerante; los padres de familia, que me continúan enseñando lo que es la confianza, al confiarnos a nosotros la educación de los seres más valiosos en sus vidas; pero en especial, de mis propios alumnos, que encendieron una luz en mí y continúan iluminando mi vida. Otro elemento importante ha sido una constante capacitación, debido a que uno nunca deja de aprender. También, la lectura, que nos lleva a mundos maravillosos y que ha ayudado a mi avance personal y profesional. Por último, mi familia que siempre está para apoyarme. Después de todo lo explicado, no me imagino momentos más felices, fuera de los familiares, que escuchar el barullo o risitas a la hora de recreo; el encontrarme con algún exalumno y me diga “Miss Lucía, todavía sigo tocando las piezas que aprendimos en el taller de flauta”; entre otras cosas, es a esa magia a la que me refiero, del aprender juntos, superar retos y enfrentar la vida de una manera positiva y tal vez, por qué no, musical. Algunos me preguntan: -¿Cómo puedes seguir haciendo lo mismo? La respuesta es muy simple… nunca ha sido lo mismo. No me refiero a las nuevas tendencias en educación; a pasar de clases presenciales a las aulas virtuales; o al boom tecnológico que ha enriquecido enormemente los recursos educativos, siendo una fuente inagotable para el desarrollo de la creatividad. Me refiero a cada estudiante, a cada niño único y maravilloso que llega a compartir su vida contigo y transforma este viaje en algo muy especial.
