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C.E.P. Peruano Chino Juan XXIII

Revista Digital

LA GRATITUD DE MONSEÑOR PACHI

CONMEMORANDO LOS 23 AÑOS DE ORDENACIÓN EPISCOPAL, MONSEÑOR ADRIANO TOMASI REVIVE CON EMOCIÓN LAS ETAPAS MÁS SIGNIFICATIVAS DE SU VIDA

ÍNDICE

04 HONOR Y LIDERAZGO

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LA GRATITUD DE MONSEÑOR PACHI

28 FOTOENSAYO: 63° ANIVERSARIO

36 EXALUMNA: PIERINA ANAVE

Directora

Jennifer Paján Lan

Administrador General

Raúl Sánchez

Comité Editorial

Lourdes Chiok

Milagritos Franco

Editor General

Andrés Talavera

Editor Fotográfico

Sanyin Wu

Diseño y Diagramación

Melissa Siles

Retoque Fotográfico

John Cerquin

Redacción Alejandra Garboza

Fotografía

Rafael Iriarte, Mario Zapata

Y VAN 61 AÑOS DE SERVICIO PASTORAL

Querida Familia Juan XXIII

Tras casi medio año cumplido, hacemos una pausa para recordar y admirar todo lo vivido en estos últimos meses. Sin lugar a dudas, un acontecimiento sumamente importante ha sido la celebración de los 61 años de vida sacerdotal de nuestro querido Monseñor Pachi. Imaginar su llegada al Perú y los ojos llenos de esperanza de nuestro fundador, Monseñor Ferruccio, al recibirlo, nos llena de emoción. Ese encuentro, cargado de sentimientos, se ha convertido en nuestro sólido elemento de fundación.

De la misma manera, esa imagen la llevamos al presente, repitiendo el mismo sentimiento entre Padre Pachi y Padre Eduardo. ¿No es acaso una encomienda llena de amor, servicio, espiritualidad y responsabilidad para una comunidad educativa que se siente familia y se adhiere porque nos da

genuina respuesta a nuestras necesidades y deseo de ser mejores personas cada día?

¿Cómo respondemos todos nosotros?, dejándonos atrapar por el sentir y modo J23, buscando que la frase “Paz y Bien” llegue a concretarse en acciones de respeto a la diversidad y etnoculturalidad, minoridad, acogida, solidaridad, esfuerzo compartido y buenos sentimientos.

Bendecidos 61 años de vida sacerdotal, querido Padre Pachi.

Miss Jennifer Paján

HONOR Y LIDERAZGO

CADA ESTUDIANTE QUE HA SOÑADO CON CARGAR LA BANDERA, COMANDAR LOS PASOS FIRMES DE SUS COMPAÑEROS Y REPRESENTAR AL COLEGIO CON ORGULLO, SABE QUE FORMAR PARTE DE LA ESCOLTA ES UNA GRAN RESPONSABILIDAD. EN JUAN XXIII, SER BRIGADIER NO SOLO IMPLICA DISCIPLINA Y COMPROMISO, SINO TAMBIÉN ENCARNAR

LOS VALORES QUE INSPIRAN A TODA LA COMUNIDAD EDUCATIVA. FREDDY MAS Y JIAYI HUANG, BRIGADIERES DE LA ESCOLTA 2025, NOS COMPARTEN CÓMO ESTA EXPERIENCIA HA MARCADO UN ANTES Y UN DESPUÉS EN SU VIDA ESCOLAR.

ESCRIBE ALEJANDRA GARBOZA

Cada año, nuestro colegio renueva una de sus tradiciones más emblemáticas: la presentación oficial de su escolta estudiantil. Este acto no solo simboliza la continuidad de los valores institucionales, sino también el reconocimiento al esfuerzo, la disciplina y el liderazgo de sus estudiantes. En la edición 2025, dos nombres destacan por su entrega y compromiso: Freddy Mas y Jiayi Huang, brigadieres de la escolta masculina y femenina, respectivamente. Ambos vivieron este nombramiento como una experiencia profundamente significati-

va. «Ser parte de la escolta y, en especial, ser brigadier, es un gran honor. Representar al colegio, ser su imagen en las formaciones, cargar la bandera de mi querido Perú y comandar a la escolta es una sensación increíble», expresa Freddy con orgullo. Por su parte, Jiayi comparte una emoción similar: «Es un honor muy grande. Me siento muy agradecida por la oportunidad que me ha dado el colegio, es fruto de todo el esfuerzo».

La ceremonia de cambio de escolta, realizada en diciembre de 2024, fue un

momento de solemnidad y emoción. Un evento que representa «honor y orgullo», y marca el traspaso simbólico del liderazgo de una promoción a otra. Para Freddy y Jiayi, sin embargo, este liderazgo va mucho más allá del acto simbólico: implica ser un referente permanente para los compañeros más jóvenes. «Es una gran responsabilidad ser el ejemplo de los ‘hermanos menores’ —expresión con la que se refieren a los estudiantes de grados menores—. En lo personal, mi prima está en Inicial y siempre que me ve se emociona. Eso me motiva a actuar con responsabilidad y dar lo mejor de mí», comenta Freddy. Jiayi, con ternura, recuerda cómo los niños pequeños imitan a la escolta en las formaciones: «Es muy bonito ver cómo los de niños de inicial marchan con

nosotros e intentan cantar el himno nacional más fuerte que nosotros. Es especial ver que ahora nosotros somos el ejemplo». El proceso para llegar a ser brigadier es exigente. Comienza con una preselección entre los estudiantes de cuarto de secundaria, seguida por una evaluación de perfil, liderazgo y dominio de comandos. «Todos rotamos dirigiendo la escolta, haciendo gritos y comandos. Las autoridades nos observaban y, basándonos en eso, junto con las recomendaciones del profesor Alex, toman la decisión final», explica Freddy. Jiayi añade que incluso los compañeros de la escolta anterior participaron escribiendo sugerencias sobre quiénes podrían asumir el rol de brigadier.

El anuncio oficial de que eran brigadieres fue un momento inolvidable para ambos.

Freddy lo vivió como un sueño cumplido: «Desde pequeño quería ser brigadier, pero no me imaginaba lograrlo. Cuando me lo dijeron fue increíble». Jiayi, en cambio, confiesa que no lo esperaba: «No soy tan alta, y normalmente los brigadieres están al frente y son los más altos. Pensé que no tenía muchas posibilidades, pero mis compañeros me alentaron a creer en mí. Eso fue clave».

Hoy, como brigadieres, ambos estudiantes asumen su rol con humildad y determinación. Además, coinciden en que este

cargo representa no solo una distinción, sino una oportunidad de crecimiento personal. Su mensaje para las futuras generaciones es claro: «Confíen en ustedes mismos. Cada uno conoce sus capacidades. Con esfuerzo y empeño, todo es posible».

En el colegio Juan XXIII, la escolta no solo representa orden y disciplina, es, ante todo, un símbolo vivo del espíritu de comunidad, de liderazgo en acción y del orgullo de formar parte de una institución que forma líderes con valores.

QUIEREN DEJAR

CONOCE A LOS NUEVOS INTEGRANTES DEL CONSEJO ESTUDIANTIL TRAVÉS DE PROPUESTAS Y UN GRAN SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD, VIDA DE LOS ESTUDIANTES, MAESTROS Y PERSONAL ADMINISTRATIVO

DEJAR SU HUELLA

ESTUDIANTIL 2025 EN JUAN XXIII. OCHO JÓVENES QUE, A RESPONSABILIDAD, BUSCARÁN POTENCIAR LA CALIDAD DE ADMINISTRATIVO DENTRO DEL COLEGIO.

1. NICOLE ZEGARRA (PRESIDENTA)

«Mi tarea es la de gestionar los proyectos con los profesores, como la “Feria de Ciencias” del hermano menor con el hermano mayor, una actividad con la que buscamos impulsar el área de ciencias en los más pequeños y que esperamos se pueda realizar en el tercer bimestre. También me encargo de delegar tareas, gestionar eventos, organizar a los chicos para hacer manualidades u otras actividades, manteniendo siempre la coordinación con el profesor Arturo sobre las distintas actividades del colegio. Particularmente, uno de los eventos que considero de los más importantes este año es el del Día del Maestro, fecha en la que nos vamos a encargar de dejarles a nuestros profesores un lindo recuerdo como promoción antes de finalizar nuestro año».

2. FREDY MAS CONTRERAS (VOCAL

DE ECOLOGÍA)

«Tengo como responsabilidad hacer valer y cumplir con las

iniciativas ecológicas que propone el colegio hacia el alumnado; apoyarlas y proponer otras por nuestra parte que, como consejo, buscaremos desarrollar. Esto con el objetivo de cuidar el medioambiente, mejorar la infraestructura del colegio y la calidad de vida de los estudiantes. Como primer paso, iniciamos un convenio con Aniquem, una empresa que, a través del reciclaje, ayuda a niños con quemaduras. Esta iniciativa se está cumpliendo con la ayuda de los vocales ecológicos de cada salón y, por supuesto, del Consejo Estudiantil».

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3. JOAQUÍN TORRES GÁLVEZ (VOCAL DE PASTORAL)

«Por un lado están las tareas compartidas que realizamos, como la planificación de actividades y la propuesta ante los directivos del colegio; y, a la par, están las responsabilidades propias de mi cargo, que son mantener contacto con el Área de Religión, coordinar con las diferentes autoridades, como Padre ‘Pa-

chi’ y el Padre Eduardo, sobre actividades de ayuda humanitaria y servicio comunitario, o coordinar los retiros espirituales de cada grado».

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4.

LUCIANA ALVITES MONTOYA (VOCAL DE ACTIVIDADES)

«Mi tarea recae en proponer actividades que se puedan realizar a lo largo del año, además de apoyar en la planificación y organización de eventos en el colegio. Para ello, es necesario dialogar con los distintos profesores encargados de las actividades y con el profesor Arturo, para ver cuáles de nuestras propuestas son óptimas a realizar y la forma más viables de llevarlas a cabo».

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5. VIVIANA GARCÍA CHÁVEZ (SECRETARIA)

«Mi primera tarea es la de apoyar a la Presidenta con sus ideas, además de aportar con algunas propias. Sin embargo, dentro del consejo nos ayudamos todos en la logística, pues si bien cada uno tiene un cargo a su nombre, lo principal es ayudarnos mutuamente. Disfruto mucho nuestras reuniones en las que exponemos y debatimos las propuestas para este año».

6. ELISA CHEN CAO (SUBVOCAL DE ECOLOGÍA)

«Mi tarea es incentivar a los estudiantes, docentes y personal administrativo del colegio a concientizarnos sobre la importancia del medio ambiente y cómo podemos ser

afectados si no lo cuidamos de manera responsable. Por otro lado, una de nuestras actividades como consejo fue la de apoyar la iniciativa de reciclaje de papel colocando una caja en cada salón; mientras que esperamos desarrollar más adelante nuestra “Obra de chapas”, que tiene como meta reciclar distintas chapas para luego hacer cuadros con ellas y decorar el colegio.

7. LIXUE CHUI MACEDO (SUBVOCAL DE PASTORAL)

«Mi objetivo es el de brindar ideas o aportar a las propuestas que propone y desarrolla mi vocal, Joaquín Torres. Además, como parte del consejo, he participado en diversas actividades, ayudando por ejemplo con manualidades por el Día de la Madre o en la colecta por Tierra Santa».

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8. FACUNDO LAMAS BELLOTA (SUBVOCAL DE ACTIVIDADES)

«Mi tarea es la de gestionar la logística de todos los eventos en el colegio, como los que hemos celebrado en esta primera parte del año: el Día de la Madre, los días festivos y nuestra gymkhana de Desafíos de Matemáticos. Ahora nos tenemos que preparar para próximos eventos, como el Día del Padre, el Día del Maestro y las actividades que podamos desarrollar dentro de nuestro plan de propuestas como consejo»

JUVENTUD

FRANCISCANA: FE QUE TRANSFORMA Y UNE CORAZONES

EN JUAN XXIII, LA FE SE VIVE EN COMUNIDAD Y CON ALEGRÍA. LA JUVENTUD FRANCISCANA (JUFRA) ES UN ESPACIO DONDE LOS ESTUDIANTES DESCUBREN EL VALOR DE SERVIR, REFLEXIONAR Y CAMINAR JUNTO A DIOS. YVANA SÁNCHEZ Y DAVID CORNEJO, ALUMNOS DE QUINTO DE SECUNDARIA, COMPARTEN CÓMO ESTA EXPERIENCIA HA MARCADO SU VIDA Y FORTALECIDO SU FE.

ESCRIBE ALEJANDRA GARBOZA

En nuestro colegio, la pastoral no es solo una actividad complementaria, por el contrario, es un camino de transformación personal y comunitaria. Uno de los espacios donde esta vivencia espiritual cobra vida es en Juventud Franciscana (JUFRA), un grupo pastoral animado por el carisma de San Francisco de Asís, que congrega a estudiantes dispuestos a vivir su fe desde el servicio, la humildad y el amor al prójimo.

«La JUFRA es una organización juvenil en la que los voluntarios viven su fe al modo de San Francisco de Asís. Todos ellos son muy comprometidos», explica el profesor Manuel Angulo, coordinador del grupo. Su labor, sostenida con entusiasmo y profundidad, ha marcado la vida de muchos estudiantes a lo largo de los años.

Una de ellas es Yvana Sánchez, estudiante de quinto de secundaria, quien comenzó su

camino en la Niñez Franciscana (NIFRA) a los 12 años. «Desde pequeña me formaron en la solidaridad, en ayudar a los demás. Cuando llegué a secundaria, me incorporé a la JUFRA. Fue el profesor Manuel quien, con alegría, me ayudó a cultivar mi espiritualidad», recuerda. Yvana no solo participa, sino que acompaña activamente los retiros de estudiantes menores, donde, según sus palabras, vuelve a encontrarse con Dios en cada actividad y en cada sonrisa. «Los retiros son espacios donde, aunque uno vaya a servir, también recibe. Encuentro mensajes que me llegan justo cuando más los necesito. A veces paso por momentos difíciles y ahí encuentro respuestas. Dios me habla a través de los demás», afirma emocionada. Su testimonio está marcado por una fe consolidada que, dice, llevará con ella más allá del colegio. «Ya no

tendré un profesor que me recuerde que Dios está ahí, pero esa conexión ya es mía. Está consolidada. Dios es mi mejor amigo».

Yvana participará este año del Jubileo de la Juventud, evento que será parte del Jubileo Universal que se celebra cada 25 años. Este año, bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”, jóvenes de diferentes partes del mundo llegarán a Roma del 28 de julio al 3 de agosto para reflexionar y participar de manera activa en la vida de la Iglesia, una experiencia espiritual a la que accedió contra todo pronóstico.

«Lloré de emoción, sentí que Dios me regalaba ese espacio. Él siempre me manda ángeles en forma de personas», dice.

Por su parte, David Cornejo, también de quinto de secundaria, se integró a la JUFRA en 2024 tras un deseo profundo de participar en retiros espirituales. «Desde tercero de secundaria quería ingresar, cuando lo logré, me sentí feliz de encontrar otros jóvenes que querían vivir su fe con autenticidad. En la JUFRA he descubierto lo importante que es ayudar al prójimo y cómo eso refleja el mensaje de Jesús».

Para David, la JUFRA ha sido clave en su proceso de confirmación y en su re-

afirmación como católico. «Me ha ayudado a profundizar mi fe. Es triste que muchas veces se ataque a la Iglesia sin conocer su verdadera misión. Pero yo sé que Jesús fundó su Iglesia en Pedro y que esa sucesión apostólica mantiene viva la fe. Yo no tengo miedo de enfrentar los retos del mundo moderno. Como dice el Evangelio: ‘No temáis, porque yo ya he vencido al mundo’».

Ambos jóvenes coinciden en que, al dejar el colegio, la experiencia vivida en la JUFRA no termina: se transforma. «Mi relación con Dios no cambia, dice David. Él me ama con un amor sereno, que me da paz. Es un vín-

culo que no se rompe, es mi raíz». Yvana, por su parte, deja un mensaje a quienes recién inician este camino: «No se rindan si pasan por crisis de fe. Todos las tenemos, pero sigan buscando, Dios siempre está ahí. No hay nada más hermoso que ayudar a los demás. Él te recompensa, te habla, solo tienes que estar atento».

En un mundo que a veces empuja al individualismo, experiencias como las de Yvana y David nos recuerdan que la fe vivida en comunidad, con alegría y servicio, puede ser una fuente de esperanza, sentido y transformación.

ANDRÉ VELÁSQUEZ

EL TALENTO QUE BRILLA EN EL WUSHU

ANDRÉ VELÁSQUEZ LE HA DEDICADO MÁS DE UNA DÉCADA A LA PRÁCTICA

DEL WUSHU. HOY, CON MEDALLAS INTERNACIONALES Y UN RECIENTE RECONOCIMIENTO DE LA FEDERACIÓN PERUANA DE KUNG FU, REGRESÓ AL COLEGIO PARA FORMAR A LAS NUEVAS GENERACIONES.

Cuando André Velásquez ingresó al taller de Wushu del colegio, con apenas seis años, no imaginaba que ese primer contacto con el arte marcial chino marcaría el rumbo de su vida. «El taller solo aceptaba a niños de tercer grado de primaria, pero insistí tanto que me dieron una semana de prueba», recuerda entre risas. Fue el inicio de una trayectoria de esfuerzo, constancia y triunfos que hoy lo colocan como uno de los referentes del wushu en el Perú. André, exalumno del colegio, comenzó compitiendo en mini torneos escolares y fue escalando progresivamente hasta integrar el grupo de alto rendimiento. A los doce años ya participaba en campeonatos nacionales y, en 2005, clasificó a su primer Sudamericano en Buenos Aires, en el que obtuvo dos medallas de oro y una de plata. «Fue mi primera experiencia internacional y me hizo tomar conciencia de lo que significaba representar al Perú», comenta.

Desde entonces, su carrera no ha dejado de crecer. Participó en campeonatos panamericanos, mundiales y bolivarianos, enfrentando a atletas de élite de otros países. Entre sus recuerdos más significativos, está el Mundial de Kung Fu en China (2018), al que asistió junto a otros exalumnos del colegio. «Fue una experiencia muy especial, pues viajamos como equipo y nos fue muy bien», destaca. Tras terminar el colegio, André postergó su ingreso a la universidad para dedicarse un año por completo al wushu, con la intención de cerrar su etapa como competidor. Sin embargo, las circunstancias y la pasión lo llevaron a mantenerse activo en el deporte, incluso durante sus estudios superiores. «Después de tantos años, el wushu ya no es solo un deporte; forma parte de mi vida», afirma.

Ese compromiso se ha visto recientemente

ESCRIBE

recompensado con un reconocimiento oficial por parte de la Federación Peruana de Kung Fu, tras haber obtenido los puntajes más altos en el último campeonato nacional. «Es la primera vez que la federación hace un reconocimiento así, lo que nos motiva aún más a seguir esforzándonos», señala. Actualmente, André está de vuelta en el colegio, esta vez como entrenador del taller de wushu. «Es una experiencia muy linda. Me siento como un hermano mayor para los chicos. Muchos me han visto competir y ahora entrenan conmigo», dice con emoción.

Para André, volver al colegio en este nuevo rol es cerrar un círculo. «Siempre tuve pendiente compartir mi experiencia con los más jóvenes, y hacerlo aquí, en el colegio que me formó, es muy especial», finaliza.

MARIO RIVAS

50 AÑOS DE VOCACIÓN, DISCIPLINA Y DEPORTE EN JUAN XXIII

DURANTE MÁS DE CINCO DÉCADAS, MARIO RIVAS FUE MUCHO MÁS QUE

UN MAESTRO EN JUAN XXIII: FUE MENTOR, FORMADOR DE GENERACIONES Y EL GRAN IMPULSOR DEL DEPORTE EN NUESTRA ESCUELA. SU HISTORIA ES UN TESTIMONIO DE VOCACIÓN, ENTREGA Y PASIÓN POR LA EDUCACIÓN.

ESCRIBE ALEJANDRA GARBOZA FOTO CHRISTIAN RUIZ

Con voz serena y memoria precisa, Mario Rivas rememora sus cinco décadas dedicadas al colegio Juan XXIII, donde ingresó como joven maestro de primaria en 1968 y se despidió como subdirector y referente indiscutible del deporte escolar. «Fueron cincuenta largos, pero lindos años», dice con orgullo, quien transformó aulas y canchas en escenarios de

formación académica y personal. Mario llegó al colegio cuando aún estaba a cargo de las Madres de la Caridad de Cincinnati. Entró como profesor de segundo grado, pero pronto su capacidad organizativa y su dedicación lo impulsaron hacia cargos mayores: coordinador de Primaria, luego de Inicial y Primaria, hasta convertirse en

subdirector. «Me entregué por completo al colegio. Estaba desde temprano, planificaba todas las actividades con anticipación y me involucraba directamente en cada una», recuerda.

Su vínculo con los alumnos no se limitó al aula, pues fue también un impulsor incansable del deporte en la institución. Su amor por el vóley, nacido en Ica y consolidado en equipos nacionales como Vamos Peerless, lo llevó a introducir esta disciplina de manera formal en el colegio en la década del setenta. «Le

propuse al padre “Pachi” entrenar vóley. Él me advirtió que no había mucho talento, pero aceptó. Contra todo pronóstico, fuimos campeones nacionales en el primer torneo escolar», cuenta con entusiasmo. Ese fue el primero de cuatro campeonatos consecutivos, un tetracampeonato que cimentó al Juan XXIII como una potencia en el vóley y en el deporte escolar.

Sin embargo, el legado de Mario no se limita al vóley. También promovió el tenis de mesa —disciplina en la que el colegio mantiene

«NO ÉRAMOS CAMPEONES POR SER ESTRELLAS, SINO PORQUE ENTRENÁBAMOS

MÁS QUE LOS DEMÁS, DE LUNES A SÁBADO»

hasta la fecha a representantes en la selección nacional— y apoyó el atletismo y la natación. Entre sus alumnos, varios llegaron a integrar selecciones peruanas juveniles e incluso internacionales, como Francisco

“Pancho” Chía, quien representó al país en un sudamericano en Brasil y luego continuó su carrera en Estados Unidos.

La clave del éxito, sostiene nuestro querido Mario, fue siempre el trabajo. «No éramos campeones por ser estrellas, sino porque entrenábamos más que los demás, de lunes a sábado», asegura. Su metodología se enfocaba en los fundamentos: defensa, saque y antebrazo. «Eso marca la diferencia en el juego y en la formación», explica. Consciente de que todo ciclo tiene un final, Rivas decidió retirarse hace cinco años.

«Me dio mucha pena, pero uno debe saber cuándo colgar las zapatillas. Hay que dejar espacio para los que vienen con nuevas fuerzas», reflexiona. Aunque no asiste con la frecuencia que quisiera, sigue vinculado al colegio y es recibido con cariño por profesores y exalumnos que lo recuerdan como una figura emblemática.

«Yo soy Juan XXIII en cualquier circunstancia», afirma. Y así lo sienten todos en el colegio que ayudó a construir desde sus cimientos educativos y deportivos. Su historia es testimonio de una vida consagrada a la enseñanza, la disciplina y el ejemplo.

LA GRATITUD DE MONSEÑOR PACHI

CONMEMORANDO LOS 23 AÑOS DE ORDENACIÓN EPISCOPAL, MONSEÑOR ADRIANO

TOMASI, O COMO CARIÑOSAMENTE LE DICEN, PADRE «PACHI», REVIVE CON EMOCIÓN LAS

ETAPAS MÁS SIGNIFICATIVAS DE SU VIDA EN

UNA ENTREVISTA CON LOS ALUMNOS DE 5º DE SECUNDARIA DE NUESTRO COLEGIO.

FOTOS SANYIN WU

Desde su niñez en Trento, pasando por sus años en Hong Kong, hasta su labor como obispo auxiliar en Lima, cada experiencia ha sido un aprendizaje para Monseñor Adriano Tomasi, o mejor conocido en Juan XXIII como: Padre «Pachi». Es así que en una entrevista íntima, realizada por cinco estudiantes de 5º de Secundaria, Monseñor compartió no solo recuerdos, sino también mensajes marcados por humildad, fe y servicio.

En estos 23 años de ordenación episcopal, ¿cuál es la mayor enseñanza que podría compartirnos?

No es fácil para mí decir solamente una enseñanza. Sobre todo por los 17 años que fui auxiliar de Lima, tuve que aprender muchas cosas. Por ejemplo, he conocido de cerca la pobreza del Cerro San Cristóbal, los hospitales donde había tantos enfermos. Después conocí zonas como el Agustino o Manchay; todo esto ha sido para mí un aprendizaje muy grande, que me ha llevado a agradecer a Dios de poder tener aquí mi casa, mi escuela, el Juan XXIII, y seguir adelante como franciscano y como obispo. Esta sería quizás la primera y gran enseñanza. Como sabemos, usted vivió su niñez en Trento. ¿Podría contarnos un poquito de esto?

Trento es la ciudad, la capital donde he vivido. Pero yo nací en un pueblito a 10

kilómetros de Trento. Estábamos allí escondidos con la familia por la guerra. Papá iba a la guerra y volvía a casa. En ese entonces éramos muy pobres, pero también muy felices porque nos sentíamos amados. Por ejemplo, ahora que veo Juan XXIII tan grande, tan bonito, pienso en mi escuela. Éramos unos 50 alumnos de diferentes grados de primaria, todos en un mismo salón, todos con una misma maestra; aprendíamos lo que podíamos, pero éramos muy felices. Después tuve la bendición, justamente porque la familia era muy pobre, que cuando yo pedí estudiar en la secundaria, mi maestra Lidia, maestra de primaria que tanto recuerdo, me hizo entrar al colegio seminario de los franciscanos. Ahí pude estudiar sin pagar y tener toda la vida que tengo ahora.

Conocemos que usted residió en Hong Kong en los años 60, ¿nos podría contar cuáles fueron los principales aprendizajes que obtuvo de allá?

Yo tenía entre 25 y 27 años, era muy joven y la principal tarea era aprender el cantonés. Entonces iba a la universidad y estudiaba. Me acuerdo de que solo nos dejaban hablar inglés una hora a la semana. Yo estaba completamente desubicado las primeras clases, la maestra entraba y nos decía “wǒ” (mientras se señalaba el rostro), y yo pensé que eso

significaba nariz, cuando en realidad era para mencionar a uno mismo: «yo». Pero tuve grandes amigos allá, y así aprendí a conocer que el mundo era más grande y más hermoso que mi Trento querido.

¿Quién lo motivó o quién lo inspiró a seguir este camino de ser sacerdote?

Pienso que ha sido el Señor, porque a mí me gustó. A veces me preguntan cómo es que desde muy joven sentiste la vocación a ser franciscano, a ser sacerdote, y yo digo: «he leído que Messi comenzó a los cuatro años a jugar fútbol, Cristiano Ronaldo, a los tres años, ya quería ser futbolista. Entonces, cómo no ser amigo de Jesús desde pequeño». Esa quizás fue la motivación, además de la fe de mi papá, mi mamá, de todos aquellos con los vivía. Pero después también he encontrado personas que me han llenado de alegría y bendiciones. Por ejemplo, aquí estoy con el Cardenal Ratzinger (señala la fotografía que tiene en su oficina con el Papa Benedicto XVI), que realmente era un santo. He estado mano a mano con el Papa San Juan Pablo II; pude estar con él cuando estuvo enfermo. También he estado con el Papa Pablo VI, que ahora es santo; incluso pude

celebrar una misa con él. En fin, he tenido tantas alegrías, tantas cosas, y agradezco a Dios por todo lo que me ha dado.

El 7 de abril de 2002, el Papa Juan Pablo II nombró a Monseñor Adriano Tomasi obispo titular de Obbi y auxiliar de la Arquidiócesis de Lima. Aunque confesó no sentirse del todo preparado, aceptó el encargo con la misma vocación que lo llevó al sacerdocio. Durante su episcopado, también fue vicepresidente de Cáritas de Lima y estuvo al frente de las Vicarías Episcopales II y IV hasta su jubilación. Hoy, a sus 86 años, y con 61 de vida sacerdotal, Monseñor «Pachi» sigue irradiando gratitud, ternura y una fe inquebrantable que inspira a nuevas generaciones a buscar una sociedad más justa y solidaria. Además, nos deja una lección clara: vivir con humildad, servir con alegría y agradecer siempre. Su historia no solo honra su compromiso religioso, sino también su profundo amor por los otros. ¡Feliz aniversario, Padre «Pachi»!

EL PRIMER EJEMPLO

EN EL MARCO DE UNAS NUEVAS OLIMPADRES EN JUAN XXIII, CONVERSAMOS CON PADRES DE FAMILIA QUE, ADEMÁS DE COMPETIR, REPRESENTAN LOS VALORES DE NUESTRA INSTITUCIÓN JORNADA TRAS JORNADA. JUNTOS, DIERON RESPUESTA A UNA INTERROGANTE CON LA QUE BUSCAMOS DARLE SENTIDO A ESTE EVENTO: ¿CÓMO REPERCUTE ESTA FIESTA DEPORTIVA EN NUESTROS ESTUDIANTES?

JAIME SAMANEZ SILVA -

1° DE PRIMARIA

En su segunda Olimpadre consecutiva, Jaime representa a su promoción en tenis de mesa, fulbito, atletismo y natación.

«En este evento enseñas a tus hijos, no solo con palabras sino con el ejemplo, que el deporte es salud y equilibrio emocional. Además, ellos se divierten, participan cada semana, a veces forman parte de los entrenamientos y al final ven el resultado del esfuerzo colectivo que damos en las pocas horas que tenemos».

MARI ESPINOZA -

2° DE PRIMARIA

Mari forma parte del colegio desde el año 2008, cuando ingresó su hijo mayor. En aquella primera etapa, participó en seis Olimpadres; ahora, en su segunda etapa, retomó su participación y ya va por su segundo torneo, representando a los tigres azules en básquet y natación.

«Una de las cosas que les decimos a las familias de la promoción para motivar la participación es que nos convertimos en ejemplos de perseverancia en el entrenamiento, del juego

de limpio en competencia. Y que nuestros hijos nos vean, que aprendan de nosotros a ganar y a saber perder. Que no piensen que los hijos no nos ven, ellos ven todo, observan nuestras actitudes y comentarios. Una Olimpadre ayuda a que nuestros hijos también se formen en el deporte, en el trabajo en equipo y el respeto mutuo»

ALEX SEGURA3° DE PRIMARIA

En su tercera Olimpadre, representa a los bueyes morados en básquet y vóley.

«Es importante porque lo que buscamos es integrarnos como una nueva familia, y esto repercute positivamente en los niños porque nos ven como ejemplo de competencia, de entrega, de ganas, pundonor y de fair play. Además, notan que el deporte es una conducta sana que no solo lleva al mejoramiento de cuerpo, sino de espíritu de las personas».

LESLIE RAMIREZ4° DE PRIMARIA

En su cuarta Olimpadre, Leslie es una deportista multifacética para la promoción, compitiendo en casi todos los deportes, menos natación y tenis de mesa.

«Aquí se nota la confraternidad entre todos. Además, nuestros hijos tienen el espacio para jugar, nos ven participar y les gusta mucho. Mi hijo viene todos sábados con nosotros»

LESLIE TUESTA6° DE PRIMARIA

Esta es su Olimpadre número quince. En vóley, atletismo, básquet y natación, disciplinas en las que compite, ella cuenta con la experiencia necesaria.

«Son años importantes en los que demostramos a nuestros hijos la capacidad de organización que deben tener cuando pasen a 1° de secundaria y tengan que organizar sus propias olimpiadas. Si ellos ven como sus padres se organizaron, van a replicar lo que han visto».

JORGE LUIS MEJIA5° DE PRIMARIA

Compitiendo en su cuarta Olimpadre representando al color verde, este año demuestra todo su potencial en básquet, vóley y salto largo. Algunos padres de familia que no llegan a participar del Olimpadres creen que esto es una manera de recreo, pero va más allá.

Se trata de conocernos también nosotros como padres, integrarnos más, y que si un chico va a la casa de otro compañero, nosotros ya sabemos en la casa de qué padres se están quedando. Esto va más allá de una competencia».

ERNESTO SERPAEXPADRES

Forma parte de las Olimpadres desde 1998. Ha pasado por todos los deportes e incluso tuvo la oportunidad de ser parte del Comité de Deportes y se conoce el reglamento de arriba a abajo. «Tienen una serie de valores franciscanos como la confraternidad y la unión. Y lo que encontré aquí fue justo eso: la confraternidad. Nos reconocemos incluso en la calle.»

COMU NIDAD SIEMPRE EN

LAS IMÁGENES DE ESTE ANIVERSARIO RETRATAN MÁS QUE UNA CELEBRACIÓN: SON UNA AFIRMACIÓN VISUAL DE LO QUE SIGNIFICA SER PARTE DE JUAN XXIII. A TRAVÉS DE MISAS COMPARTIDAS, DANZAS TRADICIONALES, JUEGOS ENTRE GENERACIONES, EXPOSICIONES CREATIVAS Y ESPECTÁCULOS ARTÍSTICOS, LA COMUNIDAD ENTERA —ESTUDIANTES, DOCENTES, FAMILIAS Y COLABORADORES— SE UNIÓ PARA CONMEMORAR 63 AÑOS DE UNA MISIÓN EDUCATIVA CIMENTADA EN LA CULTURA Y LOS VALORES. ESTE ENSAYO FOTOGRÁFICO RECOGE LA VITALIDAD Y EL ESPÍRITU QUE NOS DEFINEN, EN UNA FIESTA QUE FUE, A LA VEZ, MEMORIA Y PRESENTE.

FOTOS SANYIN WU

PIERINA ANAVE MULTITASK EN EL STREAMING

¿CÓMO ES QUE NUESTRA EXALUMNA SE UNIÓ A UNO DE LOS PROGRAMAS EN STREAMING CON MAYOR ALCANCE EN EL PAÍS Y EN EL PROCESO SUPERÓ SUS PROPIOS TEMORES?

Pierina Anave pertenece a ese grupo de millennials que vivió la secundaria lejos de la televisión. Para ella, el contenido que esta ofrecía era repetitivo, como si nada hubiera cambiado desde su niñez frente a la pantalla. Además, tenía claro que quería seguir una carrera que le permitiera hacer cosas fuera de lo común. En el colegio, si le pedían un trabajo, ella buscaba darle un giro creativo o entregaba más de lo solicitado. No era rebeldía, lo que buscaba era un diferencial. Años después, ingresó a la carrera de audiovisuales, aunque en el camino migró a la publicidad. ¿Y el diferencial? Hoy es ejecutiva comercial en Roro Network, el canal que ha revolucionado la era del streaming en el Perú.

Su ingreso fue casi fortuito. Pierina y Carlos Orozco, creador del canal, son amigos desde la universidad. Ella seguía, casi como una televidente, cada uno de sus proyectos: Moloko Podcast, La Ventana o los inicios de OUKE. Por su parte, Pierina se dedicaba a su propia agencia digital, la cual dejó en 2023 para trabajar como freelance. Sin embargo, con el paso de los meses, entendió que el trabajo remoto constante no era para ella. Necesitaba una razón para salir de casa.

El primer contacto laboral entre ambos llegó tras responder una historia en Instagram, donde Carlos buscaba una asistente de producción. «Ya pues, llámame», le escribió. Un poco en broma, un poco en serio.

ESCRIBE ANDRÉS TALAVERA FOTO MARIO ZAPATA

Carlos aclaró que se trataba de un puesto junior, pero pocos días después le ofreció un nuevo reto. «Me llamó y me dijo que al día siguiente tenían un programa llamado King Donatello, enfocado en apuestas deportivas. Me dijo: ‘Necesito a alguien que me ayude, porque este programa tiene muchos recursos visuales y ahorita no tengo manos para todo eso’», recuerda. Ella respondió: «No te preocupes, yo te ayudo». Así, llegó al día siguiente a las nueve de la mañana y enfrentó su primer gran reto: la inmediatez del streaming. Sin mayor tiempo para acomodarse, recibió algunas indicaciones y el material editable de los auspiciadores. Aun así, el programa salió bien, y su desempeño le valió una nueva propuesta al día siguiente: convertirse en productora.

En ese nuevo rol, la misión fue doble. Debía gestionar invitados, armar la pauta y organizar la presencia de marcas en el set para Nadie Se Salva, conducido por Gabriel Calvo, Jhovan Tomasevich y Pablo Saldarriaga, y para OUKE, con Orozco, Macla Yamada y Daniel Marquina.

A los pocos días, su rutina ya estaba diseñada: llegar por la mañana, organizar el programa, verificar detalles con los invitados y coordinar cada paso antes del en vivo. «Es full adrenalina. Hay que estar atenta a lo que dicen, a lo que viene, a las menciones de marcas, a recibir al invitado.

Incluso, si en la mesa de conducción no se están tocando ciertos temas, es mi tarea insertarlos en la conversación. También hay una responsabilidad editorial», comenta. «Creo que lo más retador ha sido manejar la presión de tener diez mil o veinte mil personas viéndote en vivo de lunes a viernes. Es una presión muy fuerte», recuerda. Además, Pierina debió salir de su zona de confort y dejar que su opinión también se escuche frente a esos miles de seguidores. «La Roro Network, más allá del entretenimiento, tiene un enfoque crítico y de preocupación social. Tocamos temas de la realidad nacional o política, y si bien lo hacemos desde el humor en muchos momentos, lo que buscamos es generar conciencia», agrega. «Yo, en mis veintes, jamás imaginé mencionar a un político o pensar en por quién votar. Hoy entiendo que es fundamental».

Nuevo puesto y el futuro

El 2025 trajo nuevos desafíos para Pierina. Asumió el cargo de ejecutiva comercial, lo que significó un giro importante en su carrera: ahora gestiona marcas, desarrolla alianzas estratégicas y sigue colaborando en la producción de eventos dentro del canal. Desde su nueva posición, entiende que el streaming, aunque ya consolidado como medio de entretenimiento, aún es un terreno poco explorado por muchas marcas en términos de inversión publicitaria.

«Estamos en una etapa en la que las agencias —ya sean de medios, publicidad o influencers— y los clientes recién están comenzando a adaptarse a esta nueva forma de anunciar», explica. Sin embargo, se muestra optimista. Sabe que el futuro está del lado de quienes se atreven a innovar.

El canal también ha evolucionado junto a ella: nuevos programas, nuevos talentos, pero con un valor que se mantiene intacto desde el inicio: la confraternidad. «Creo que la clave está en el trato con las personas, en las formas, en la horizontalidad. Acá se fomenta mucho el abrazo. En ningún otro trabajo me ha pasado que llegue y la gente me reciba con un abrazo. Y eso me encanta. Me siento feliz, querida y valorada», afirma.

Para Pierina, construir amistades sólidas ha sido clave, y ese valor lo vivió desde su etapa escolar. «Uno de los lugares en los que mejor me he sentido fue el cole. Porque tú creces con tus amigos desde chicos. Nuestro colegio fomenta justamente eso: el crecimiento desde Inicial o primero de primaria hasta el último día de secundaria. Es como tu pequeña familia, ¿no?», recuerda.

Ahora, desde su nuevo cargo, observa cómo surgen nuevos canales, voces y formatos. Sabe que la competencia es necesaria y positiva. Que con más opciones, la industria se fortalece. Pero también sabe que, en ese contexto, lo más importante es no perder su esencia: volver a diferenciarse. Y diferenciarse, sin duda, es lo suyo.

http://www.juan23.edu.pe

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