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RECORRIENDO EL CAIMÁN
CIENFUEGOS
LA CIUDAD MARINA QUE DEBES DESCUBRIR
Una de las ciudades más enigmáticas de la caribeña isla de Cuba es, sin duda, Cienfuegos. La belleza única de la Perla del Sur, como es conocida esta villa colonial, la convierte en uno de los destinos más visitados del país y en un lugar al que siempre querrás regresar. Llena del misticismo propio de una isla en la que el realismo mágico caribeño encuentra su origen, Cienfuegos alberga leyendas tan singulares como la de la Dama Azul, el fantasma de Doña Leonor de Cárdenas que recorre en las noches la fortaleza del Castillo de Jagua, y el de la hermosa Mari Lope, la joven convertida en flor que murió, indomable, a manos de un pirata. Cada una de estas leyendas refleja el espíritu de la ancestral ciudad, en la que el mar se convierte en el protagonista de su historia.
Cienfuegos

The sea city you must discover
One of the most enigmatic cities on the Caribbean island of Cuba is undoubtedly Cienfuegos. The unique beauty of the Pearl of the South, as this colonial town is known, makes it one of the country's most visited destinations and a place you will always want to return to. Filled with the mysticism of an island where Caribbean magical realism has its origins, Cienfuegos is home to such unique legends as that of the Blue Lady, the ghost of Doña Leonor de Cárdenas who haunts the Castillo de Jagua fortress at night, and that of the beautiful Mari Lope, the young woman turned into a flower that dies untamed at the hands of a pirate. Each of these legends reflects the spirit of an ancestral city where the sea becomes the protagonist of its history.

La villa de Cienfuegos fue fundada en 1819 y, desde su origen, se caracterizó por una cultura y arquitectura francesas, lo que la diferencia inmediatamente de las otras villas fundacionales cubanas. Esta característica se debe a que el teniente coronel Louis Du Clouet, colono francés al servicio de la corona, se enamoró de la zona que rodea la bahía y pidió permiso al Gobernador de la isla para fundar un nuevo asentamiento. Bajo el nombre de Fernandina de Jagua nace la ciudad, un homenaje al rey Fernando VII y al cacicazgo aborigen local. Diez años después, la Fernandina sería nombrada Villa y cambiaría su nombre a Cienfuegos. Una de las principales características de la urbe son sus calles cuadriculadas y perfectamente alineadas, rodeadas de edificios neoclásicos de una belleza impactante. A los que recorren las calles cienfuegueras no les es difícil enamorarse de una ciudad que sorprende en cada esquina con la muestra de una cultura profundamente arraigada. La vista abrumadora que regala el Paseo del Prado es incomparable. Considerada la avenida más larga del país, la calle es una muestra de lo más impactante de la arquitectura local que se levanta a tu alrededor con estilos mudéjar, gótico, bizantino y barroco, en un abanico ecléctico que llega hasta las hermosas aguas de la bahía. Una vez frente al mar es más fácil comprender las razones por las que Cienfuegos atrapa a sus visitantes. La mezcla perfecta entre la vida marina y la cosmopolita que se puede experimentar en esta ciudad resulta de un atractivo innegable y se respira en cada movimiento, comida criolla y anécdota que podamos escuchar. Una de las figuras más famosas de esta villa es Benny Moré, el Bárbaro del Ritmo, quien recibe a los visitantes en medio del Paseo y les da la bienvenida a la ciudad que más le gustó a él. Desde el Boulevard, el Palacio de Valle y la Catedral de Cienfuegos, hasta el Malecón, el Palacio Ferrer y el Teatro Tomás Terry, recorrer las calles cienfuegueras es descubrir, a cada paso, la poderosa historia cultural de una de las más deslumbrantes urbes cubanas.


Founded in 1819, the village of Cienfuegos has been characterised by its French culture and architecture, which immediately sets it apart from other Cuban foundational villages. This characteristic is attributed to Lieutenant Colonel Louis Du Clouet, a French colonist in the service of the Crown, who fell in love with the surrounding area of the bay and asked the Governor of the island permission to establish a new settlement. The city was born under the name of Fernandina de Jagua, a tribute to King Ferdinand VII and the local aboriginal chieftainship. Ten years later, Fernandina was named Villa and became Cienfuegos. One of the city's main features is its perfectly aligned grid-like streets, surrounded by neoclassical buildings of striking beauty. Those who walk the streets of Cienfuegos will easily fall in love with a city that surprises at every corner with the sample of a deeply rooted culture. The breathtaking views along the Paseo del Prado are unmatched. Considered the longest avenue in the country, this street is a sample of the most striking local architecture that rises around you in an eclectic array of Mudejar, Gothic, Byzantine and Baroque styles, stretching down to the beautiful waters of the harbor. Once in front of the sea, it is easier to understand what makes Cienfuegos so attractive to visitors. The perfect mix of sea and cosmopolitan life that can be experienced in this city is undeniably attractive and it can be felt in every movement, Creole food and anecdote that can be heard. One of the most famous personalities of this village is Benny Moré, the Bárbaro del Ritmo, who greets visitors in the middle of the Paseo and welcomes them to the city he liked the most. From the Boulevard, the Palacio de Valle and the Cienfuegos Cathedral, to the Malecón, the Ferrer Palace and the Tomás Terry Theater, to walk the streets of Cienfuegos is to discover at every step the powerful cultural history of one of Cuba's most dazzling cities.
