Aire nuestro, n. 19 by Biblioteca Municipal de Burgos

BIBLIOTECAS MUNICIPALES DE BURGOS INSTITUTO MUNICIPAL DE CULTURA Y TURISMO

Teatro Principal 1997 - 2017

índice

RED DE BIBLIOTECAS MUNICIPALES DE BURGOS:

Pág.

Nuestras palabras

Una segunda edad de oro del Teatro Principal

Desde dentro

Todavía en mi sueño

Entrevista: Jose María Pérez, Peridis Un hombre del renacimiento apasionado por el medievo 11 Teatro Principal y biblioteca Bibliografía del Teatro Principal

Noticias breves

BIBLIOTECA GONZALO DE BERCEO C/ Pedro Alfaro, s/n. Tel. 947 288 880 BIBLIOTECA TEATRO PRINCIPAL P.º del Espolón s/n. Tel. 947 288 873 BIBLIOTECA Mª TERESA DE LEÓN Plza. Sierra Nevada, 6 Tel. 947 481 428 BIBLIOTECA MIGUEL DE CERVANTES C/ Serramagna, 10 Tel. 947 288 893

DIRECTOR Juan Carlos Pérez Manrique

EQUIPO DE REDACCIÓN Carmen de Diego José Juan Jiménez Juan Carlos Pérez Florinda Pérez José Ignacio Prusiel Pilar Santamaría Amalia Trujillo

COLABORADORES Ignacio Javier de Miguel Gallo Alex Grijelmo José Frenández Alonso José María Pérez, Peridis

N.º 19. Septiembre 2017 IMPRESIÓN Y MAQUETACIÓN:

Ayuntamiento de Burgos

Instituto Municipal de Cultura y Turismo Biblioteca Municipal biblioteca.aytoburgos.es

imprentasantos Dep. Legal: BU-288/2007 I.S.S.N.: 1888-0614

quiénes somos

COORDINACIÓN Pilar Santamaría Santamaría

NUESTRAS PALABRAS

Aire y luz me proponen Me regalan Vida difícil en difícil mundo. Yo acepto, sí, respiro con vosotros. Jorge Guillén

“El empeño protagonizado por distintos colectivos y por tantas personas para la recuperación del Teatro Principal como centro cultural no fue una lucha estéril. Todo lo contrario. Su sola presencia es una seña, un símbolo para superar la desolación. Uno siente el corazón y el carácter de la ciudad cuando en el atardecer de cualquier día presencia allí la agitación del fluir de gente hacia una función, hacia la biblioteca, hacia las charlas, debates y presentaciones de libros, hacia las exposiciones…En muchas ocasiones, además, varias de esas actividades y servicios funcionan al mismo tiempo; pero no hay extravío posible, solo emoción”.

SEPTIEMBRE 2017

UNA SEGUNDA EDAD DE ORO

DEL TEATRO PRINCIPAL DE BURGOS

POR IGNACIO JAVIER DE MIGUEL GALLO

El viernes 7 de julio de 2017 se celebran veinte años del momento en el que el Maestro Rafael Frühbeck de Burgos -vestido con su chaqué, batuta en mano- salía por primera vez del camerino número uno y accedía al escenario del renovado Teatro Principal de Burgos, para dirigir la Novena Sinfonía de Beethoven que iba a ser interpretada por la Orquesta Sinfónica de Madrid, el Orfeón Donostiarra y un escogido elenco de prestigiosas voces solistas del panorama internacional. Los acordes del compositor alemán y los versos de Schiller que se iban a entonar eran un excepcional 2

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programa para un excepcional momento: “Freude, schöner Götterfunken,/ Tochter aus Elysium,/ Wir betreten feuertrunken,/ Himmlische, dein Heiligtum!” (“¡Alegría, hermoso destello de los dioses,/ hija del Elíseo!/ ¡Ebrios de entusiasmo entramos,/ diosa celestial, en tu santuario!”). Porque era alegría y entusiasmo lo que respiraba la mayor parte de los burgaleses ese lunes 7 de julio de 1997 ante la reapertura de su Teatro Principal, tras 51 años de cierre y ruina. Además, el día quería unirse a la celebración con un tiempo espléndido, tras diez días de fiestas mayores en que la lluvia y el frío habían

sido las notas dominantes, solo rotas (afortunadamente rotas) por la satisfacción que produjo la otra noticia que más esperaban los burgaleses desde hacía ya demasiado tiempo, la liberación de José Antonio Ortega Lara de su secuestro. Un poco más de medio siglo había pasado desde que el Ayuntamiento decretara el cierre del Teatro a finales de agosto de 1946, quizá por falta de recursos económicos para su mantenimiento, quizá por las presiones de los propietarios de los teatros privados existentes en la ciudad, quizá por ambas cosas. Desde esa fecha, el emblemático edificio entró en un inexorable proceso de abandono y ruina, que se acentuó a partir de finales de los años setenta, si bien es verdad que, en todos esos años, su vestíbulo se siguió usando esporádicamente para celebrar exposiciones de artistas burgaleses y tómbolas benéficas, que la sociedad Salón de Recreo siguió con su actividad habitual en sus dependencias hasta 1975, que algunos de los bajos del edificio en el Paseo del Espolón se siguieron usando durante decenios por algunas firmas comerciales (el último negocio en desaparecer fue la recordada barbería de El Fígaro) y que la cafetería de los bajos del Polisón estuvo abierta casi hasta el comienzo de las obras de rehabilitación. Los burgaleses más mayores que habían tenido la oportunidad de disfrutar (ya fuera en los palcos, en el patio o en el paraíso, dependiendo de sus recursos económicos) de algunos actos sociales, de muchas veladas teatrales (protagonizadas por doña María Guerrero o Fernando Díaz de Mendoza, Margarita Xirgu, Antonio Vico, Enrique Rambal, Enrique Borrás, Lola Membrives, los actores de La Barraca, Pepe Isbert, Carmen Prendes, Ricardo Calvo, María Fernanda Ladrón de Gue-

vara, Rafael Rivelles, Paco Martínez Soria, Aurora Redondo, Valeriano León, Mariano Ozores, Carlos Lemos, Ismael Merlo, Ana Mariscal…) y musicales (en sesiones de las compañías líricas del Liceo de Barcelona, del Teatro de la Zarzuela de Madrid o del Maestro Pablo Sorozábal, de los barítonos Luis Sagi Vela y Plácido Domingo padre, del pianista Arthur Rubinstein, de los guitarristas Regino Sainz de la Maza o Andrés Segovia, de las artistas Pastora Imperio, Raquel Meller, Celia Gámez o Conchita Piquer, del cantante Juanito Valderrama, del guitarrista flamenco Niño Sabicas y del Orfeón Burgalés…, especialmente el último concierto del Orfeón que dirigió el llorado Maestro Antonio José pocas semanas antes de su detención y asesinato tras el Alzamiento) veían con tristeza cómo se iba deteriorando el lugar donde habían entretenido su tiempo libre y habían tenido roce con las obras artísticas más valoradas del momento, algunas de las cuales ya habían pasado a formar parte del canon de la historia del arte. Los más jóvenes, que no habían conocido su esplendor pero habían oído hablar de él, veían con resignación la decadencia de ese gran edificio (uno de los tres más emblemáticos del siglo XIX, junto con los palacios de la Diputación y de la Audiencia) ubicado en pleno centro urbano, que era la puerta de entrada al concurridísimo Paseo del Espolón, y en una plaza por donde necesariamente pasaba todo el tráfico rodado de la ciudad; situado casi en el medio del nuevo eje viario que el Burgos decimonónico había creado en la margen derecha del río Arlanzón, tras derribar el lienzo sur de la muralla y urbanizar la ribera del río. En esos años de cierre y abandono se sucedieron ideas y proyectos (ocurrencias, las más de las veces) para el edificio o para el solar que quedaría libre tras su demolición… Sin embargo, en los primeros años de la democracia, un puñado de burgaleses (algunos de nombres no reconocibles públicamente, otros socialmente algo más famosos), agrupaciones artísticas y culturales de la ciudad cambiaron la tristeza y resignación por un movimiento reivindicativo para que se recuperara el Teatro Principal como lo que indicaba su nombre: un “teatro principal”; ah, ¡y de gestión pública! Pero no será hasta 1994 cuando el Ayuntamiento de Burgos, presidido por Valentín Niño, apruebe en firme la recuperación del edificio para que vuelva a ser teatro. Apoyado en la naciente Universidad de Burgos y en el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, el proSEPTIEMBRE 2017

yecto se le encarga al arquitecto José María Pérez Peridis, que sería el encargado de redactarlo y de dirigir las obras. Y así llegamos al 19 de mayo de 1995, día en que comenzaron oficialmente las obras de rehabilitación con un sencillo acto en el ruinoso patio del teatro al que estuvieron invitados numerosos burgaleses relacionados con el mundillo de la cultura; sencillo acto, pero cargado de una gran emotividad para los allí presentes, presentado por Yolanda Rueda y en el que intervinieron el Alcalde Valentín Niño, Peridis, el director de la Escuela Municipal de Teatro Fernando Quintana con unos versos de Calderón y los músicos de la Orquesta de RTVE Anselmo Serna (organista burgalés) y Enrique Rioja (trompa) con obras de Bach y Mozart. Dos años y 49 días después, los muros del Teatro Principal escucharían, cantados con música de Beethoven, los versos de Schiller: “Freude, schöner Götterfunken,/ Tochter aus Elysium,/ Wir betreten feuertrunken,/ Himmlische, dein Heiligtum!”

(muchos de ellos burgaleses) han mostrado sus creaciones en las diferentes salas; la biblioteca del teatro es reconocida a nivel nacional por sus fondos bibliográficos y audiovisuales sobre artes escénicas… Veinte años en los que el Teatro Principal ha sido (y sigue siendo) el referente cultural más importante de la ciudad de Burgos debido a su vitalidad. Veinte años en que la vida del edificio ha estado gestionada por el Instituto Municipal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Burgos (IMC), con sus sucesivos concejales presidentes al frente. Veinte años en los que todos los trabajadores del IMC (desde el personal de mantenimiento, los conserjes, el personal de administración general, los técnicos de administración especial y el personal de la biblioteca, hasta el gerente, cargo desempeñado la mayor parte de estos años por Ignacio González de Santiago), a los que hay que sumar el personal de empresas externas que prestan sus servicios en él, han cuidado al edificio y sus usuarios con especial consideración.

Y ya han pasado veinte años en los que el Teatro Principal de Burgos ha vivido una segunda edad de oro, que desmiente a los que menospreciaban al edificio y a la utilidad de su rehabilitación y que reafirma a los burgaleses que defendían y añoraban su restauración como centro vital de la cultura de la ciudad y que reafirma la acertada decisión de recuperarlo tomada por el Ayuntamiento. Centenares de miles de personas han pasado en estos veinte años por el teatro, por su biblioteca, por su sala de exposiciones, por sus salas de conferencias y de reuniones; centenares de artistas

Por todo ello, bien puede decirse que, en estos veinte años, se ha hecho realidad el lema con el que se reabrieron las puertas del Teatro Principal de Burgos el 7 de julio de 1997: “Un Teatro de todos. Un Teatro para todos”.

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NOTA. Para tener una visión completa de la historia del Teatro Principal hasta 2007, puede consultarse la siguiente obra: Juan Ruiz Carcedo e Ignacio Javier de Miguel, El Teatro Principal de Burgos, Burgos, Ayuntamiento de Burgos, 2008.

POR ÁLEX GRIJELMO

Desde dentro

Visión ilusionada del Teatro Principal

El teatro Principal de Burgos me parece el teatro perfecto. En primer lugar, porque existe gracias a que los burgaleses lo aman. La lucha ciudadana defendió este edificio en los años noventa contra los poderes locales de la época que pretendían destruirlo para que su solar albergara unas oficinas municipales. Se evitó así que el recinto al que antaño acudían los burgaleses para disfrutar libremente de un espectáculo se convirtiera en el lugar adonde irían por obligación para resolver tediosas gestiones; se impidió que en el lugar en el que se situaba Antonio José para dirigir la orquesta se estableciera un concejal con amplio despacho dotado de secretaría; y, en definitiva, que donde antes se creaba arte se generase luego burocracia. El caso es que, gracias a aquella lucha popular, el edificio de la plaza de Mío Cid no forma parte de los numerosos inmuebles emprendidos para satisfacción de constructores y políticos con provecho de listillos que pasaban por ahí. Al contrario. Sus paredes han mantenido el espíritu de aquel viejo escenario inaugurado en 1858, y, si uno les acerca el oído, en ellas se perciben todavía los ecos de alguna zarzuela y las resonancias de la Sonata castellana.

El edificio se levantó cuando nuestros abuelos ni siquiera habían nacido, y vivió una época de esplendor que culturizó a miles de burgaleses, refinó sus gustos y alentó la convivencia y la tolerancia como sólo pueden hacerlo la música, el cine y el teatro. Por allí desfilaron las mejores artes escénicas: ópera, zarzuela, revista, sinfonías… Y los mejores artistas. Eran tiempos de libertad. Pero en los años cuarenta del siglo XX sufrió el abandono de los políticos locales, que sucumbieron a las presiones de algunos de los dueños de cines y teatros de la ciudad. Estos empresarios ventajistas no deseaban rivalizar con los precios populares del teatro municipal, sino un oligopolio bien controlado con prácticas que hoy en día vulnerarían todas las leyes de defensa de la competencia. Y así quedó nuestro teatro, en estado de coma profundo. Entre unos y otros, lo pusieron en el corredor de la muerte.

Pero además de todo eso, sus pilares decimonónicos albergan unas instalaciones que responden a las más exigentes necesidades de un teatro moderno.

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En él estuvo, como los presos condenados a la pena capital en Estados Unidos: viviendo una vida sin vida; cerrado desde 1946, para que una generación entera de burgaleses se perdiera este bien del patrimonio común. Quién sabe si el viejo espíritu que alumbró el teatro Principal para ponerlo al servicio de los burgaleses sólo sabía vivir en libertad. La dictadura lo encerró entre agresiones y abandono, pero con la democracia halló el aire necesario para salir de su condena. Una vez que pasó la dictadura de Franco, el albor democrático hizo aflorar en Burgos decenas de grupos culturales: de danza, de música, de teatro, de mimo… Ellos pusieron el grano para que toda la ciudad regara las reivindicaciones y más tarde recogiera la cosecha: un teatro digno, renovado, ampliado; y, sobre todo, con programación estable y coherente. El colegio de arquitectos desempeñó un papel fundamental en aquel proceso; primero, con la denuncia sobre la situación del inmueble; después, con sus propuestas de rehabilitación. Y también adquirieron fundamental importancia algunas entidades culturales, sociales y políticas como el Instituto Regional de Castilla y León, la Alianza Regional de Castilla y León o Comunidad Castellana; la agrupación de mimo El Colacho, los conjuntos de música tradicional Yesca, Orégano, Tierra Fértil, La Caneca, Trovadores de Castilla…; el grupo de música antigua Antonio de Cabezón; las danzas castellanas Justo del Río, Gavilla, Tierras del Cid o Estampas Burgalesas; entidades escénicas como Alfoz, Babaluna, La Hormiga; y algunos artistas a título individual, como el cantautor Chema Manrique y los músicos Javier Iturralde, Miguel Ángel Palacios, Salvador Vega, Miguel Zárate…, o los pintores José Carazo, Román García... La lucha entusiasta de todos ellos, por procedimientos legales y también políticos (con el apoyo del PSOE y del PCE), logró que el inmueble fuese declarado de interés cultural. La rehabilitación del teatro, encargada al arquitecto José María Pérez, Peridis, especialista en estos trabajos, nos permitió finalmente recuperarlo para la misión con que fue concebido. 6

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Nunca olvidaré el gran día feliz en que pude disfrutar del teatro desde sus adentros, ya terminado. El 26 de octubre de 1997 tuve la suerte de actuar en su escenario junto con el resto de los integrantes de Orégano, conjunto de música tradicional del que formo parte desde 1976, y con los grupos burgaleses Yesca y La Chistera Negra. Pude así incorporar el segundo motivo de que me parezca el teatro perfecto. Todo se había diseñado o rediseñado allí dentro con mimo y conocimiento: los camerinos, la sala de ensayo, las tramoyas, las candilejas, el proscenio, el trascenio, el telar, las bambalinas que cuelgan de él, los bastidores, la escena, la chácena, la platea, los palcos, el puente de tramoyas o la galería sobre el peine, la boca de escenario, la capilla (ese lugar donde se preparan las escenografías), los hombros (o espacios laterales), las taquillas, las butacas de platea, de entresuelo, los asientos de los palcos, del paraíso o “gallinero”… Sin olvidar entre la dotación del teatro un magnífico piano Steinway gran cola, que casi toca solo.

En tal fecha del otoño de 1997 pudimos cantar en ese escenario la canción El teatro Principal, que habíamos compuesto en 1982 para reivindicar su rehabilitación. Y lo hicimos ahora con otra letra: unas rimas que contaban el triunfo de aquella lucha incruenta. Y nos unimos en ese cántico alegre los tres grupos, felices tras haber participado en ella. En efecto, el teatro por dentro da facilidades al artista para todo, y le atiende con delicadeza. Diseñado con funcionalidad, se puede acceder fácilmente al escenario con bártulos abultados por una cómoda puerta lateral (la que da al río) tras haber llegado hasta ella en coche o furgoneta (eso sí, con permiso de la autoridad). Los palcos más próximos al proscenio, que se asoman a él desde un lateral, permiten que las

personas que participan de la función puedan seguirla desde ellos en los momentos en que no han de tener presencia escénica, si bien se dispone también de un circuito cerrado de televisión que sirve las imágenes a la zona de camerinos. El trascenio cuenta con espacios amplios, que permiten mostrar imágenes mediante retroproyector en la pantalla de fondo; y facilita también que los artistas se muevan por él desde un lado de la escena al otro. Un tercer factor de relieve consiste en la distribución de los espectadores. El diseño del teatro facilita que el artista se sienta arropado incluso si sólo se ha conseguido llenar un quinto del aforo. El patio de butacas reúne apenas 160 localidades, y por tanto no resulta muy difícil que muestre un buen aspecto incluso si no se ha vendido al completo. La presencia de público en la platea y los palcos obsequia al actor o al músico una imagen de gente volcada hacia el escenario, asomada desde distintas alturas, como en uno de aquellos viejos corrales de comedias (o corralas). Esa zona más próxima a las tablas reúne casi 400 asientos, mientras que los pisos intermedios suman 198. El arquitecto acertó (a mi entender) con la ampliación del paraíso o gallinero, que no existía en el diseño original. Esta parte acoge 198 localidades, que llevan el aforo total a 826 asientos útiles (si se excluyen los de visibilidad escasa). Un aforo así pone al teatro burgalés en el circuito de grandes recintos, lo convierte en un escenario atractivo para muchos artistas que renuncia-

rían probablemente a espacios más reducidos y, por tanto, con menos capacidad recaudatoria. Ese formato de nuestro teatro permite además programar espectáculos para niños en los que no sea necesario sino llenar apenas unas localidades muy cercanas a la escena; y al mismo tiempo la actuación de grandes artistas que atraen a centenares de personas. Y favorece asimismo el establecimiento de distintos precios populares para las localidades más alejadas, sin que ello vaya en desmedro de la acústica correcta. Porque ahí reside otra de las ventajas del teatro: su buena sonoridad. Cuando uno está en el escenario y el grupo interpreta una canción lenta, con mensaje, que busca la emoción del público más que su algarabía, el silencio se percibe como un ingrediente más de la música. Y si las voces y los instrumentos buscan el ánimo y el baile, las palmas o los estribillos coreados llegan a los artistas con claridad, sumándose a los decibelios mesurados que proyectan las columnas de sonido. Pocos espectáculos más emocionantes he tenido a la vista que el Teatro Principal en su esplendor visto desde las tablas. Ya sea vacío, para ensayar, ya fuera lleno, para disfrutar. Su típico aspecto de caja de bombones, o tal vez de caja de música, nos puede transportar además al viejo Burgos que lo vio nacer, a la memoria recreada de los bisabuelos que no conocimos y a los abuelos y a los padres que lo vieron declinar. Nosotros hemos asistido a su resurrección. Las canciones, las palabras, el arte, serán ya para siempre su alimento.

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POR JOSÉ FERNÁNDEZ ALONSO (JEFE DE SALA)

...todavía en mi sueño Si, aunque parezca una metáfora, así es como me siento desde que en 1975 entré en la Escuela de Mimo “El Colacho”, allí aprendí las primeras nociones de lo que es el arte en su totalidad. Desde ese lugar, con algunas leves nociones, partimos a ver que era, que pasaba por ahí. Todavía recuerdo los locales de la calle Sanz Pastor, ellos me sirvieron para conocer a mis amigos y compañeros, los que después fueron tan importantes en mi vida, Jesús, Álvaro, Juan Luis, Chemita y un sinfín de personas que formaron parte de las primeras aportaciones y dudas hacia todo tipo de expresiones culturales y sociales. Todo esto, claro está, aderezado y conducido por una estimable persona, moderna y capaz para su tiempo, como fue José María González Marrón. Y detallo esto así, porque la relación de ello con mi sueño es para mí fundamental. Cuando ya nos sentimos bastante preparados, después de un tiempo, decidimos crear dos agrupaciones importantes, o eso sentíamos, en la ciudad de Burgos, ellas fueron “Galinche” y al tiempo Babaluna. Estos dos grupos de teatro se organizaban sobre la base del teatro gestual, porque veníamos del Mimo, aunque incorporábamos diálogos, y sobre todo,

mucha creatividad y color. Con ellos hicimos los primeros muñecones grandes, de casi dos metros de altura, que nos sirvieron para salir en las primeras cabalgatas. En el año 1982 colaboramos con la primera recogida de firmas y el festival, en favor de las movilizaciones ciudadanas bajo el lema “Salvemos el Teatro Principal” para que no fuera sede del Ayuntamiento, y se recuperara para ser lo que hoy es. Allí fueron mis primeras connotaciones afectivas de lo que luego se convertiría en “mi sueño”, esos días fueron donde comencé a sentir plasmado y un poco más seguro de ese sueño, y sobre todo, que quería continuar soñando. Todas aquellas protestas tuvieron su pequeña repercusión en la sociedad y sobre todo sirvieron para que muchas personas tomaran conciencia, de que ese edificio podía ser el espacio más importante en la vida de artistas, público, trabajadores de las artes escénicas etc. Estábamos en lo cierto, aún es. Fue a través del Ayuntamiento de Burgos, donde aprendí el oficio de trabajador del otro lado del escenario, primero con Doña Ana Parra y después con Ignacio de Miguel, gran amigo y compañero, en aquellas famosas Otoñadas y Primaveras Culturales. En aquella época, sin el Principal, trabajábamos con el antiguo “Gran Teatro”, aún recuerdo a muchas personas, como Mateo, el maquinista, todo un especialista del manejo de los entramados teatrales, a su gerente Don Fernando Arias…. y mientras tanto yo seguía soñando, y aprendiendo, y cada vez más ese sueño se iría concretando, porque era más tangible su rehabilitación.

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No todo fueron rosas, a veces se presentaban ciertas pesadillas, como aquella que la Dirección General de Bellas Artes se opusiera a toda acción sobre el Teatro, obviamente que no significara su destrucción. En 1985 la Junta de Castilla y León lo declaraba, gracias a la presión de buena parte de la población burgalesa, Monumento Histórico Artístico. Por fin, después de muchos años de discusión, cosa que yo nunca entendí, entra dentro del Programa de Rehabilitación de Teatros de Titularidad Pública. Llega el año 1995, un 19 de Mayo, el acto inaugural de la rehabilitación, en el que con un optimismo maravilloso ya estaba allí, dentro, en esas ruinas ontológicas y un poco deprimentes, preguntándome ¿cómo se pudo llegar a esa situación? ¡Tenía que haber sido tan bonito! A pesar de todo ese tiempo maltratado se le notaba su belleza… pero ahora estaba en ruinas… Aún recuerdo la voz potente de Fernando Quintana recitando unos versos de “El Gran Teatro del Mundo”, los músicos, suena el himno a Burgos, y es cantado por todos al unísono, y si, en ese lugar mágico, donde la promesa comenzaba a cumplirse. Las obras comenzaron y yo pasaba, durante dos años, día a día, era como si esa construcción fuera parte de algo mío, me preguntaba ¿quedara bien?, ¿estará todo a tiempo?... y mil cosas más…. Al fin en 1997 llegaba el día, gracias al trabajo del Excmo. Ayuntamiento, personificado en la figura del concejal D. José Sagredo, para mi parte vital del impulso de apertura y funcionamiento en los primeros años. El me llevó unos días antes de su apertura a ver las obras. Todos los oficios trabajando rápidamente, la consigna en esos días fue, ¡Tenemos que llegar! ¡Todo magistral! ¡Todo excelente, ideas, espacios, materiales! ¡Y volvía a tener su antiguo esplendor!

Yo no pude estar en la inauguración por causas que no quiero ni recordar, y no formé parte de todos esos días de ensueño generalizado, pero sí recuerdo una pesadilla que tuve como espectador, viendo a Rafael Álvarez “El Brujo” en “El Avaro” de Molière. Estaba yo en el cuarto piso o Paraíso, pues las “buenas” localidades se habían agotado -unas, ¡1046 ¡-, y es en un momento de la actuación, en que “El Brujo” como personaje baja al patio y dice “a mí me han robado” y desde el Paraíso, donde yo estaba, unas voces replican , “¡y a nosotros también!”. La verdad es que, en un teatro en forma de herradura, en los laterales se pierde visión y cuanto más arriba peor visibilidad, eso pasa en todos los teatros isabelinos del mundo pero descubrirlo ese día fue impactante. A partir del mes de septiembre de ese año comencé mi trabajo, “un sueño” hecho realidad, como jefe de sala y con la empresa MIMAR llevando aspectos técnicos, estaban como directores de la misma, Pablo y Ernesto, con ellos también trabajé y aprendí en el Gran Teatro la conducción de una sala teatral. El sueño era a veces muy agotador, había que hacer las entradas a mano, una a una y muy primitivamente, recuerdo a veces seis personas con sellos trabajando al unísono, y después en taquillas el primer día de venta había unas colas que ponían los pelos de punta ¡y claro! todos querían butaca de patio y solo había 154 asientos…¡¡Buuuff!!. Un sueño con pequeños momentos de pesadillas en forma de reclamaciones, digamos, muchísimas en un principio, porque las entradas cuando se hacían a mano no ponían nada por detrás, y el público aun no tenía el hábito de llegar puntual, y como nada decían de ello…, ni tampoco decían que en los conciertos no puedes entrar cuando quieras, etc. pero sobre todo reclamaciones de visibilidad, empezamos con 1046 butacas, y lo real y óptimo hoy son 777 butacas. Pero era una maravilla, ¡que sueño!, ¡el más bonito!, ¡cuánto aprendizaje! Y seguimos, un talismán enérgico lo impulsaba casi todo, ayudado por el coordinador cultural Ignacio de Miguel y Martita Sainz con sus campañas escolares, creando espectadores y recreando cultura. El sistema de venta de entradas informático, allá por el año 1999, llega para quedarse. En el año 2000, el teatro era utilizado casi diariamente, programaciones municipales, festivales, SEPTIEMBRE 2017

actos privados, congresos, era una locura constante de trabajo, pero yo feliz, muy feliz, así se pasan los años y el teatro sigue cumpliendo no solo su función artística sino la cultural ya que contábamos con la sala Polisón, el Salón Rojo, la Biblioteca y la Sala de Exposiciones. Era y es para Burgos como un gran ateneo cultural. En él realicé las visitas para casi 13.000 burgaleses, un placer enseñarles el teatro, la sala de ensayos -para mí una de las cosas nuevas más acertadas junto a la terraza que circunda la parte alta del edificio, maravilloso mirador del paseo y la Catedral-. Con el paso del tiempo las cosas iban cambiando pero su renovación es muy mágica y hoy día gracias a José Luis Palma, jefe de mantenimiento, mi compañero y amigo desde hace 20 años. Todavía me acuerdo cuando él diciéndome y yo apuntando, rellenamos 30 folios con fallos de obras, de allí le quedó el apodo “Súper Pal”, el infalible. Un nuevo Coordinador Cultural llegó, Ignacio González, ser humano transparente como un cristal, emprendedor, trabajador y para mí, peldaño de subida en la vida de mi sueño, los primeros días hablábamos mucho de teatro, yo le decía cosas que sabía y él me aportaba cosas que yo necesitaba. El punto mágico, donde mi ensueño coincide con el trabajo, han sido los artistas, todos los que han pasado, y cuantas anécdotas… como la de Paco Rabal que tenía tanta fiebre el día de la representación que no quería quitar su coche aparcado en la “famosa” puerta de artistas, hasta no terminar de actuar, ese día los policías municipa-

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les se lo llevaron y acto seguido lo tuvieron que traer porque él si no, no salía al escenario, ¡Por ese lugar ha habido eternas discusiones con la policía local!. O a aquella vez que Don José Luis Coll se cayó en un pequeño desnivel del montacargas porque ya no veía bien, o en la que el conjunto musical portugués Madre Deus necesitaba sopa caliente y buen vino para calentar la voz, e hicimos venir a los camareros con soperas desde el Restaurante Ojeda. ¡Como olvidar a Carlos Cano! que nos cantó un año antes de morir, o a la Vieja Trova Santiaguera sentados en los sillones de camerinos con una botella de roncito y una larga cola de espectadores a la espera de sus autógrafos, o la señora del canto María Dolores Pradera repartiendo besos de simpatía a todo el personal del teatro desde el momento que llegaba, a Pablo Milanés pidiendo un gran catering que debía tener uvas… ¡¡en febrero!! Y tantos artistas que no puedo enumerar, actuaciones antológicas que no tengo palabras para describir, es esta época el origen donde comienza el ensueño y en la que aún me encuentro todavía. Seguramente se me olvidaran muchas cosas, siempre pasa, pido disculpas, pero los recuerdos y la dinámica del teatro más vívidos están escritos, con pequeñas o grandes diferencias, como decía Calderón de la Barca: ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

POR FLORINDA PÉREZ Y JOSÉ IGNACIO PRUSIEL

josé maría pérez, Peridis Un hombre del Renacimiento apasionado por el Medievo

José María Pérez, Peridis (1941, Cabezón de Liébana, Cantabria) La carrera de Peridis tiene tantas facetas que es casi inabarcable. Arquitecto. Caricaturista de la vida política durante más de tres décadas. Presidente (hasta este junio) de la Fundación Santa María la Real de Patrimonio Histórico. Director del programa de televisión Las claves del Románico. Codirector de una joya como es la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica. Así como autor de varios libros, entre ellos las novelas Esperando al rey, La maldición de la reina Leonor y, el más reciente de este mismo año, Hasta una ruina puede ser una esperanza. Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo. Título que tomó de una frase que pronunció Unamuno en una visita a las ruinas del convento hacia 1921. El libro cuenta la historia y las vicisitudes del monasterio a lo largo de los siglos y la historia de su recuperación en un relato ameno e instructivo. En definitiva, toda una vida la de Peridis, marcada por su pasión por nuestro patrimonio, que tan bien sabe transmitir. Tras una intensa lucha popular el Teatro Principal conservó su uso cultural frente al destino que el Ayuntamiento le tenía preparado como oficinas municipales. ¿Supuso un reto el encargo de rehabilitar un edificio en ruinas tras 51 años de abandono?

Efectivamente era un reto, pero un reto maravilloso. Todavía había resistencias y había grandes dificultades que superar. La suerte fue contar con un alcalde, Valentín Niño, ilusionado y dispuesto a llevar a cabo la obra, con un rector, Fernando Tejerina, que era muy competente y muy flexible, una ciudad que estaba deseando recuperar el teatro, un edifico extraordinario y muy bien emplazado que a pesar de sus enormes lesiones estaba prácticamente entero, una empresa competente volcada de lleno en la obra, y una ayuda inesperada en la persona de Juan Ruiz Carcedo que se integró perfectamente en el equipo técnico y realizó grandes aportaciones a la obra por su conocimiento de los entresijos de las instituciones burgalesas. ¿Cuál fue el mayor obstáculo con el que tropezó durante los 2 años y 49 días que duraron las obras? La adaptación del programa de necesidades que conllevó la reducción de espacios de la biblioteca de la Universidad de Burgos cuando ésta dejó de depender de la de Valladolid. La biblioteca del Teatro recibe a lectores, amantes del teatro y estudiantes a diario. Sin duda, su creación fue una excelente manera de acercar el edificio al público. Y hablando de bibliotecas, ¿hay alguna que haya tenido una especial significación para usted? SEPTIEMBRE 2017

Da gusto ver el trajín y la utilidad que tiene el edificio porque está lleno de vida a todas horas. Creo que dimos satisfacción a muchas de las necesidades culturales que tenía la ciudad y la de un gran teatro y una biblioteca céntrica no era la menor de ellas. En realidad la biblioteca está dentro de un espacio sobrante porque su volumen nos permitió albergar la caja escénica y que esta no rompiera la armonía y la simetría del edificio. La implantación de una biblioteca en lo alto del Alcázar de Toledo fue emocionante. Su éxito ha sido extraordinario como gran biblioteca de Castilla la Mancha por lo que significa y porque ha llegado a tener más de 70.000 socios. Los proyectos llevados a cabo, durante ya 40 años, a través de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico (de la que es su alma mater), no se quedan solo en el estudio y conservación del patrimonio sino que buscan el desarrollo de su entorno, normalmente el medio rural ¿De qué forma puede contribuir el patrimonio a lograr tal objetivo?

trabajo ya está salvado porque encuentra una red de amigos que hacen lo mismo por él. Los campos que abarca parecen inagotables. Sus novelas, Esperando al rey (premio Alfonso X el Sabio de novela histórica) y La maldición de la reina Leonor, ¿le deben algo a la imaginación de aquel niño que jugaba entre las ruinas del convento de Aguilar de Campoo? ¿Tiene intención de continuar con este género? Algo tiene uno que hacer a medida que pasan los años. Se lo deben todo a la curiosidad de aquel niño que quiere contar la vida y la historia a su manera. Ya voy por la mitad de la siguiente. He comprobado que me gusta escribir para “deleitar aprovechando” y disfruto mucho con ello. En un acto de generosidad ha donado su legado de dibujos a la BNE. ¿Ha sido la vida a su vez generosa con Ud.? Somos lo que hacemos y tenemos lo que damos. La vida me ha dado muchísimo y también algunas desgracias irreparables pero hay que aceptar todo lo que la existencia conlleva. Arquitecto, dibujante humorista, escritor, presentador, comunicador… ¿Hay alguna de estas facetas con la que se identifique en mayor medida?

Desde el año 1977 que comenzamos con la Asociación de Amigos de Santa María la Real, nos dimos cuenta de que el patrimonio no sólo era una importantísima seña de identidad que estábamos obligados a conservar, sino que también era una gran riqueza, una fuente de empleo y un factor de desarrollo para luchar contra la despoblación. Pero para todo ello era preciso añadirle valor dándole vida. En esta época de crisis su faceta como emprendedor social es encomiable. Aquellas Escuelas Taller que promovió para restaurar el patrimonio abren camino a un proyecto ambicioso y no muy conocido todavía, las Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento Solidario. Nos podría decir brevemente en qué consisten. Las Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario son equipos de desempleados voluntarios, visibles, activos y solidarios que coordinados por un profesional adecuado se trabajan juntos a diario para mejorar su empleabilidad y buscar trabajo todos para todos. Forman parte de la economía colaborativa. Un desempleado que se levanta todas las mañanas para ayudar a otros a encontrar 12

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Yo creo que unas actividades apoyan a otras y entre todas se enriquecen y se complementan. La personalidad es indivisible pero también es poliédrica. Quizás la que más me ha ayudado socialmente y más puertas me ha abierto es la de humorista. La suerte de estar en El País desde el primer número. Con tanta actividad y tan variada nos preguntamos cómo será un día normal en la vida de Peridis. ¿En qué proyectos está ahora embebido y que otros tiene en mente? Hoy por ejemplo, sería un día normal si encontrara un rato para escribir unas páginas de mi tercera novela, sin que otras obligaciones, actividades, compromisos o sorpresas me distrajeran de esa tarea que necesita una cierta disciplina para no perder la inspiración o el hilo de la narración. Aparte de este, ahora mismo el mayor reto que tengo por delante es acabar la Enciclopedia del Románico de la Península Ibérica y conseguir patrocinios para ello.

POR JUAN CARLOS PÉREZ MANRIQUE

Teatro Principal

y BIBLIOTECA Libro y biblioteca siempre formaron parte del perfil del Teatro Principal. Ubicada en el Salón de Recreo desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta finales de 1974, estuvo una excelente Biblioteca cuya colección (hoy, al igual que su mobiliario, conservada en la Biblioteca Municipal de Aranda de Duero) que se incrementaba constantemente con títulos bibliográficos y cabeceras de prensa y revistas capaces en cada momento de cubrir las expectativas y deseo de apariencia del grupo social al que atendía y la sostenía. Y en el contexto de los años 30 del pasado siglo en el que el desarrollo de la lectura era considerado clave como instrumento para el progreso social y el remedio de los males del país, también se puso en funcionamiento, en la planta baja del edificio, una Biblioteca Popular que se inauguró el 23 de abril de 1931 poniendo a disposición del público 1550 volúmenes y “3 mesas en las que se podían acomodar alrededor de 40 lectores”. Obras locales, religiosas, clásicos o títulos de Baroja, Scott, Verne, Dumas o Salgari conformaron lo fundamental de una colección a la que, durante los años de la república (después fue relegada al olvido total en los presupuestos municipales), accedió fundamentalmente población estudiantil, con edad entre 12 y 25 años y masculina en su 95%.

parte de la población con un nivel educativo ya que permite realmente acceder a la lectura para satisfacer a amplios sectores de la población, no lo veremos hasta el último tramo del siglo pasado. Y es en octubre de 1997, casi tres meses después de la inauguración del recuperado Teatro Principal, cuando se puso en funcionamiento la Biblioteca que se ubica en la cuarta planta del edificio y que tras la “Gonzalo de Berceo”, abierta en 1994, empezaba a conformar el mapa de lectura pública actual integrado por cuatro bibliotecas municipales del IMC, otras cinco ubicadas en distintos centros cívicos y la Biblioteca Pública Provincial. La Biblioteca del Teatro inicialmente, y hasta

No fue hasta mucho después cuando la Biblioteca pasa a ser concebida como un equipamiento no solo educativo sino también de información y de ocio para toda la sociedad, es decir, capaz de poder atender a la mayor SEPTIEMBRE 2017

comienzos del siguiente año en que amplió su horario a toda la jornada, ofreció servicios bibliotecarios solo en horario de tarde y para atender necesidades culturales, de formación, información y ocio del público adulto al no existir un espacio adecuado para público infantil y estar próxima la Biblioteca Provincial que, aunque con dificultades de espacio también en esos momentos, disponía de recursos para cubrir las necesidades de todos aquellos pequeños que sueñan también en los libros.

En sus alrededor de 500 m² cuenta con 176 puestos de lectura y ofrece servicios bibliotecarios (aparte de los que se realizan a través de la web) de información, consulta, préstamo y reprografía en sus secciones de libros, prensa, audiovisuales y biblioteca electrónica. A ellos tienen acceso cualquier ciudadano titular de una tarjeta de usuario de la Red de Bibliotecas de Castilla y León. Y si por razones de espacio no se han llevado a cabo hasta ahora diferentes actividades culturales (las que por otra parte, sí se realizan en otros espacios del edificio) existe el proyecto de poder acondicionar alguna de las zonas de la sala para poder celebrar allí proyecciones, reuniones, clubs de lectura y debates con la voluntad de ahondar en la función de la biblioteca como espacio de debate y convivencia también. En la actualidad el fondo de la Biblioteca del Teatro Principal lo conforma algo más de 25.000 documentos de los que 17.000 son libros, 2.000 cds de audio y 6.000 cds de video. Se reciben 187 títulos de revistas y 12 periódicos diarios. E igual14

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mente forman parte de la colección más de 2.000 mapas topográficos que abarcan la mayor parte del territorio nacional. Títulos actuales, obras de autores locales y obras más solicitadas/vendidas en espacios comerciales, constituye lo fundamental de lo que diariamente pasa a formar parte de la colección. Pero sobre todo todas aquellas publicaciones que tienen que ver con las artes escénicas y en especial el teatro. Porque se trata de una biblioteca especializada en eso, en teatro, no solo provocado de alguna forma por el lugar en el que está localizada sino también por la importancia, el interés y el valor que ese tema tiene en si mismo. Fondo de teatro, que se amplia continuamente con lo que periódicamente viene publicándose de la materia y del que forman parte, además, las colecciones que en su día donaron González Marrón o Juan José Ruiz Rojo además de los ejemplares adquiridos del fondo antiguo de la librería La Avispa entre los que se encuentran algunas ediciones especiales y con autógrafos de diferentes autores y actores... En estos momentos, sin tener en cuenta lo pendiente de catalogación, la colección se conforma así:

MATERIAS DE TEATRO

MATERIA

Nº DE EJEMPLARES

Diccionarios, catálogos, enciclopedias, anuarios…

Edificios

58 18

Historia y sociología del teatro

288

Crítica

420

Teoría y técnica teatral

310

Textos teatrales

Danza. Baile.

2.958 34

Biografías

109

Guiones de cine

Teoría y técnica teatral infantil

Textos teatrales infantiles

293

Fondo Teatro González Marrón

400

TOTAL 4.938

* 8 libros van acompañados con material anejo: 2 CD, 4 CD-R, 1 DVD, 1 DVD-R * Los Fondos procedentes de la Avispa y donación Juan José Ruiz Rojo están pendientes de catalogación.

La Biblioteca del Teatro es querida y muy visitada por los ciudadanos si tenemos en cuenta que fueron alrededor de 120.000 visitas las que se registraron el año pasado y cerca de 3 millones las registradas a lo largo de sus 20 años; o que en los últimos 10 años son cerca de 180.000 los préstamos efectuados, 85.000 las sesiones de conexión a internet realizadas en pcs, de uso público y más de 100.000 las de conexión wifi.

Nuestro agradecimiento a todos los que han utilizado y utilizan esta instalación en la que ojalá hayan encontrado respuestas, pero en la que también se hayan formulado muchas preguntas de las que conducen a revisar y reconsiderar la vida para engrandecerla. Y el reconocimiento obligado y sincero para todos los bibliotecarios que en esta biblioteca han desarrollado y realizan tan profesionalmente su trabajo, así como a todos los que han colaborado y colaboran en su funcionamiento y mantenimiento.

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POR PILAR SANTAMARÍA SANTAMARÍA

bibliografía del Teatro Principal

El Teatro Principal o Cien años de historia del teatro en Burgos: artículos de la serie “Monografías burgalesas” publicados en “Diario de Burgos” del 5 de abril de 1970 a 30 de mayo de 1971. LUIS ALBERDI ELOLA. (Ayuntamiento de Burgos. 1979) La historia del Teatro Principal que se presenta – a los ciento doce años de su inauguración (primer domingo de abril de 1858)- en este libro, es el fruto de varios años de investigación y consulta de todas las actas municipales, secciones administrativas e histórica y legajos y expedientes y documentos, clasificados o no existentes en el Archivo Municipal. La historia se divide en tres partes: la primera dedicada a las vicisitudes del edificio-teatro; la segunda, al “mundo” del teatro principal y la tercera, al correspondiente y rico anecdotario del mismo. Signatura: CL-792 ALB tea (insertar bibliografia 5) Libros burgaleses de memorias y noticias. Publicados y anotados por ELOY GARCÍA DE QUEVEDO. (Imprenta del “Monte Carmelo”. 1931) Los libros de memorias, anales, avisos o diarios, en que personas curiosas fueron recogiendo los sucesos que presenciaron, son una fuente inestimable para la historia, especialmente en tiempos anteriores a la difusión de la prensa periódica y una mina de noticias menudas que pueden servirnos para conocer la verdadera fisonomía de ciudades y pueblos y la manera de ser de nuestros antepasados. Signatura: CL-94 lib (insertar libros burgaleses..) El Salón de recreo de Burgos: cien años de una vida social, rectilínea, amable y eficiente. ISMAEL GARCÍA RÁMILA. (1975) El Salón de Recreo fue una de las más emblemáticas sociedades recreativas de la burguesía local, instalada en el teatro isabelino desde 1958. Signatura: CL-06 GARC sal El Teatro Principal. JUAN RUIZ CARCEDO. (1998) Obra publicada un año después de la reinauguración del Teatro Principal el 7 de julio de 1997, con la asistencia de S.A.R. la Infanta Cristina. “…Y pues que ya tengo Todo el aparato junto, ¡venid, mortales, venid a adornaros cada uno para que representéis en el teatro del mundo!” (Calderón de la Barca: “El gran teatro del mundo”)

Signatura: CL-79 RUI tea (insertar TP2)

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El Teatro Principal de Burgos. JUAN RUIZ CARCEDO, IGNACIO J. DE MIGUEL GALLO y JOSÉ MARÍA PÉREZ GONZÁLEZ. (Instituto Municipal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Burgos, 2008). De gran utilidad para un mejor conocimiento de la cotidianeidad de nuestra pequeña historia, los contenidos de este libro nos sitúan en el “salón principal” de la ciudad, el lugar donde se vestían las galas en tiempos no demasiado lejanos y hoy se concurre para contemplar las más recientes realizaciones o las ceremonias de relevancia. Está dedicado a Valentín Niño Aragón, Alcalde de Burgos (1992-1999) y a cuantos hicieron posible el milagro de la recuperación del Teatro Principal. Signatura: CL-72 RUI tea Actividades dramáticas en el Teatro Principal de Burgos: 1858-1946 CÉSAR ANTONIO ARCHAGA MARTÍNEZ. (Ayuntamiento de Burgos.1997) Es una obra de extraordinario valor: en la futura historia de Teatro Español no hay duda de que Burgos estará perfectamente representada y este estudio ayudará a comprender todas las diversas facetas dentro de la evolución de la dramaturgia española. Burgos tuvo el privilegio de ver, de oir, de gustar, de aplaudir- y aún de silbar- que de todo hubo en la parcela teatral- a los grandes autores y actores. Burgos siguió, puntualmente, las corrientes del teatro romántico, idealista, realista, simbólico, modernista, político, trágico y sainetesco: oyó la Zarzuela chica y grande, la Opereta, la Ópera y la Revista. La historia del Teatro Principal de Burgos forma parte importante de la historia del teatro Español. Signatura: CL-792 ARC act (insertar bibliografia 3) Muerte y resurrección del Teatro Principal (1946-1997). JOSÉ Mª CHOMÓN y MIGUEL CALVO. (1997) Esta es la historia de un teatro cerrado, moribundo, casi muerto de puertas para adentro pero siempre vivo en la memoria de los ciudadanos de Burgos. Excusa de enfrentamientos políticos, algunos intentaron su completa desaparición, otros pretendieron reconvertirlo en negocio rentable o se empeñaron en destinarlo a usos burocráticos, traicionando el espíritu con el que fue levantado con el dinero de los burgaleses. Después de 51 años plagados de contradicciones e indecisiones, su resurrección fue decidida por el Alcade de la ciudad,Valentín Niño Aragón. Signatura: CL-792 CHO mue El Teatro Principal de Burgos. JUAN RUIZ CARCEDO, textos y documentación; proyecto de rehabilitación: JOSÉ MARÍA PÉREZ GONZÁLEZ (Peridis). (Constructora San José. 1997) Este libro, memoria escrita y gráfica de los principales aconteceres del Teatro y su restauración, fue editado con motivo de la finalización de los trabajos de rehabilitación según proyecto del arquitecto José María Pérez González (Peridis). Del compromiso que la constructora San José tiene con la Cultura nace este libro, consciente de la alegría que para la Ciudad supuso ver, después de tantos años de abandono y ruina, recuperado el Teatro para las artes escénicas. Signatura: CL-72 tea (insertar bibliografia 1)

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ARTíCULOS 150 años de una obra principal : el Teatro Principal nació el 4 de abril de 1858 y entonces era lugar de encuentro de la burguesía En: Diario de Burgos, ISSN 1576-5261. Burgos: Diario de Burgos. N. 37068 (30/03/2008), 22-23 Signatura: BU-PER 67 Coincidiendo con la decadencia : el Teatro Principal . LUIS ANGEL DE LA VIUDA. En: Diario de Burgos, ISSN 1576-5261. Burgos: Diario de Burgos. N. 36646 (29/01/2007), p. 88 ; n. 36653 (05/02/2007), p. 88; n. 36660 (12/02/2007), p.88 . Sección: “Burgos en la memoria” Signatura: BU-PER 67 Ocio y sociabiblidad lejos de la inhóspita casa En “ Memorias y melancolía de cualquier tiempo pasado : Burgos y los burgaleses en el primer tercio del siglo XX. JUAN CARLOS PÉREZ MANRIQUE. (Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, Institución Fernán González. 2014). Signatura: CL-94 PER mem (insertar

programas y folletos Homenaje al maestro Rafael Frühbeck de Burgos con motivo de la entrega de la medalla de oro del Teatro Principal : concierto (Instituto Municipal de Cultura. 1999) Programa del concierto ofrecido en el Teatro Principal el 13 de julio de 1999 en el que se interpretaron las siguientes piezas: Concierto nº 3 para piano y orquesta y Sinfonía nº 7 / de Beethoven. Signatura: BI-10894-23

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Teatro Principal. Burgos. Programa general de reapertura del 7 al 15 de Julio de 1997. Un teatro de todos, un teatro para todos. (Ayuntamiento de Burgos.1997) Signatura: BI-7192 Teatro principal de Burgos : solemne acto oficial de reapertura bajo la presidencia de Su Alteza Real La Infanta Doña Cristina: novena sinfonía en re menor / de Beethoven. (Ayuntamiento de Burgos.1997) Signatura: BI-10573 Teatro principal. (Ayuntamiento de Burgos.19-?) Folleto informativo, con una breve historia de su rehabilitación y servicios que en él se encuentran. Signatura: D-18/28 Teatro principal de Burgos (Instituto Municipal de Cultura y Turismo. 2010?) Se trata de un folleto informativo. Signatura: BI-12144-23

conferencias La francmasonería, crimen de lesa patria (Conferencia pronunciada en el Teatro Principal, de Burgos, el dia 1º de noviembre de 1936). JOAN TUSQUETS I TERRATS (Ediciones Antisectarias. 1936) Signatura: BI-1563 Literatura colonial. Conferencia desarrollada el día 14 de noviembre de 1925, por iniciativa del Ateneo de Burgos, en el teatro principal de dicha ciudad. JOSÉ DE GARDOQUI. ( Rafael Y. de Aldecoa. 1925) Signatura: BI-5705

videos Teatro principal de Burgos: una ilusión recuperada. (Ayuntamiento. 199-) Signatura: 72 tea

POR CARMEN DE DIEGO PINTADO

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Las bibliotecas públicas de Castilla y León logran dar más visibilidad a sus colecciones incorporado las portadas de los libros en la página inicial de su catálogo online (OPAC). Así actúa como escaparate en el que, con un primer golpe de vista, podemos encontrar el libro que buscamos y también el que no buscamos pero que salta a nuestra vista, atraídos por la imagen que nos parece sugerente. Gallego García, Laura (1977-) Héroes por casualidad / Laura Gallego, ilustración, José Luis Navarro. Editorial: Madrid : Bruño, D.L. 2016. Descripción física: 168 p. : il. col. ; 22 cm. ISBN: 978-84-696-0476-2

Vásquez, Juan Gabriel (1973-) La forma de las ruinas / Juan Gabriel Vásquez. (2016) Edición: 1ª ed. Editorial: Madrid : Alfaguara, 2016. Descripción física: 547 p., [4] h ; 24 cm. ISBN: 978-84-204-1949-7

Barreau, Nicolas (1980-) París es siempre una buena idea / Nicolás Barreau; traducción de Carmen Bas Álvarez. Edición: 1ª ed. Editorial: Barcelona: Espasa, 2016. Descripción física: 308 p. ; 23 cm. ISBN: 978-84-670-4649-6

León, Miguel de (1956-) Los amores perdidos / Miguel de León. Edición: 1ª ed. Editorial: Barcelona: Plaza & Janes, 2016. Descripción física: 617 p. ; 24 cm. ISBN: 978-84-01-01589-2

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