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teoría módulo habitativo

Teoría módulo habitativo J.M. Montaner, Z. Muxi, D. H, Falagán

Para un correcto desarrollo de unidades habitativas que permitan la correcta organización de diferentes áreas funcionales y en las cuales puedan plantearse distintos modos de uso, estudiamos la teoría de Muxi, Montaner y Falagan sobre los espacios mínimos de habitabilidad y apropiación de los mismos. Esta teoría confirma que: “La superficie de las viviendas estará definida por múltiplos de un módulo de 9 m2, medida mínima que permite la correcta organización de diferentes áreas funcionales. Para llegar a esta conclusión se han trabajado y estudiado módulos de diferente tamaño; según se enseña en el diagrama, se ha resuelto que se puede dar respuesta a las agrupaciones de mobiliario más comunes en 9 m2 si es posible inscribir un círculo con un diámetro mínimo de 2,80 m”

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Herramientas para habitar el presente. La vivienda del siglo XXI.

J.M. Montaner, Z. Muxi, D. H, Falagán

adaptación módulo habitativo J.M. Montaner, Z. Muxi, D. H, Falagán

Entendemos que el modo de vida contemporáneo exige ciertas condiciones espaciales, como habitaciones independientes, de cierto tamaño para poder estudiar, estar con amigos y parejas y, de manera imprescindible, poder trabajar desde el lugar de residencia. Para ello, creemos que la solución para afrontar la diversidad necesaria de tipos de viviendas radica en desarrollar mecanismos de flexibilidad. La primera regla de la flexibilidad es la existencia de ámbitos con la mínima jerarquía posible, es decir, de tamaños semejantes, de manera que cada grupo de convivencia pueda apropiárselos de manera singular. Partiendo desde la cuestión tecnológica que define la modulación en su lógica métrica y estructural, reflexionamos sobre la cuestión de la apropiación de los espacios y potenciación diferenciada e individualizada de los mismos por parte de sus habitantes, como plantean Falagán, Muxi y Montaner, y aseguramos siempre los mínimos de habitabilidad sin definir piezas con funciones determinadas ni asignando nombres únicos. De este modo, llamamos a estas combinaciones: unidades habitativas y unidades de uso común.

“Formular una revisión de los criterios de diseño de la vivienda para el siglo XXI implica reflejar, fundamentalmente, la conciencia del cambio social producido en las últimas décadas y el hecho que la industria de la construcción lejos está de dar una respuesta acorde a los tiempos en que nos toca actuar. La composición de los hogares no es uniforme, ni en la vida de un ser humano en particular, ni en el conjunto de la sociedad. Diferentes agrupaciones de convivencia hacen anticuada la concepción de ‹familia nuclear› como componente mayoritario y, por ello, la vivienda ha de proyectarse con respuestas de máxima ambigüedad y versatilidad funcional, de manera que pueda cobijar la enorme variedad de modos de vida y permitir una mayor capacidad de transformación, con costos mínimos, tanto económicos como técnicos»

*Montaner, J.M. y Muxi, Z. Reflexiones para proyectar viviendas del siglo XXI. Urbes for all, urbesforall.com, 2010 An Exhibition for Modern Living. Saul Steinberg

Pensar en la vivienda de principios del siglo XXI significa replantear lo establecido hasta el momento. Apostando por modelos más comunitarios, basados en compartir espacios y equipamientos, los agrupamientos de cada conjunto se componen por la combinación de unidades habitativas que se vinculan a una unidad de uso común. Más allá de la mera denominación funcional de los espacios, la vivienda debe permitir la realización de una innumerable cantidad de tareas. Esta estrategia de disposición nos permite diferenciar los usos y conjugar lo individual y lo colectivo. Vivir juntos e independientemente a la vez.

En las unidades habitativas se desarrollan los usos que requieren de ámbitos más privados, mientras que en las unidades de uso comunitario ocurren las tareas colectivas como pueden ser cocinar, comer, lavar, estar, jugar. CORTE C-C (CONJUNTO) A continuación, desarrollamos las unidades habitativas y las unidades de uso común mostrando la versatilidad de uso de estos espacios. Creamos distintos escenarios que representan diversas circunstancias de la vida cotidiana en un mismo espacio, demostrando de esta forma la adaptabilidad de los mismos. 2.08 agrupamiento unidad habitativa + unidad habitativa uso común

CORTE A-A (4 PERSONAS)