Cartas M3 D

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M3 D Las cartas perdidas de Mary Shelly Lengua y literatura

Ginebra , 18 de octubre de 17…

Querida familia Frankenstein: Les escribo esta carta para agradecerles por todos los momentos vividos. ¡No puedo creer lo que me está sucediendo! Acusada de un crimen atroz como asesinar al pequeño William. La verdad que estoy decepcionada de las autoridades por acusarme de tal hecho.

La angustia me invade en todo momento al saber qué tal acusación se crea cierta. ¿Seré acusada injustamente? Durante el juicio final, mi mente es constantemente irrumpida por el sentimiento de nostalgia y entonces, empiezo a recordar aquellos momentos, que vivimos juntos uno se destaca sobre los demás, aquel día en el parque. Donde la paz y tranquilidad abundaban, los niños jugaban apasionadamente, y sentíamos la brisa del viento en el rostro. Los niños disfrutaban de tocar la tierra fértil con los pies descalzos y ver como jugaban con los insectos que eran su principal motivo de diversión.

Por otro lado, si bien de joven siempre fuí una persona muy sincera y gentil tuve problemas como todo el mundo y ustedes saben nunca de cometer tal atrocidad. Sin embargo, mi abogado me aconsejó declararme culpable para reducir mi sentencia.

Sinceramente, espero que esto no sea un adiós sino un hasta pronto.

Gracias por tanto, Justine

Ginebra, 22 mayo de 17…

Querida familia Frankenstein:

Escribo esta carta para darles mi pésame por su pérdida, me gustaría que conozcan mi punto de vista, siento demasiada impotencia al no poder demostrarles que yo no soy culpable. Desde el día que recibí la noticia siento una tristeza enorme como si hubiese muerto alguien de mi familia.

A pesar de todo lo que están viviendo, quería que conozcan mi versión de lo sucedido. Comprendo que me culpen de la muerte de William porque es lo que las pruebas indican, aún así me siento traicionada porque yo siempre me sentí parte de la familia y siempre creí que teníamos mucha confianza. Lamento que nuestra relación haya terminado de esta forma.

Ustedes saben en el fondo de su corazón que jamás le haría daño a William.

Ahora lo único que me consuela son los momentos que pasamos juntos. Siempre recordaré aquella tarde en la que los rayos del sol iluminaban el jardín de la casa, el viento soplaba delicadamente y mientras disfrutábamos una bella tarde de juegos con William, sentíamos una sensación de calma y felicidad que nos envolvía como un suave abrazo. Disfruté esa tarde como si no hubiera un mañana. Ahora siento un vacío enorme en mi corazón, no tengo compañero con quién disfrutar mis tardes.

Espero que cuando reciban esta carta ya se haya descubierto al verdadero culpable y espero que nunca olviden el enorme cariño que le tengo a todos ustedes. Quería ofrecerles mis sinceras condolencias desde el fondo de mi corazón.

Hasta siempre, Justine.

Ginebra, 8 de agosto de 17…

Querido hijo:

Te escribo esta carta con el fin de hacerte saber cuánto te echamos de menos aquí, en Ginebra. La familia no está completa sin tu presencia, la casa se siente vacía.

Tus hermanos, Ernest y William son los que más sufren tu ausencia. William es el que más te echa de menos, entra a tu cuarto todas las noches con la esperanza de verte de nuevo. Me pide que le lea los cuentos que le relatabas antes de dormir. Por otro lado, Ernest ya es todo un adolecente. Está en el proceso de decidir qué carrera tomar. Le encantaría que estés aquí para ayudarte a decidir su futuro. Nos mata estar lejos tuyo y no poder compartir el día a día contigo. Ginebra sigue estando igual de hermosa del momento que te fuiste. La ciudad está repleta de flores, las rosas alegran el día de los ciudadanos. El canto de los pájaros anima el amanecer de cada mañana. El verano es como un abrazo cálido y energizante. Durante estos días, el aire se llena de una fragancia fresca y revitalizante. El sol se convierte en protagonista, pintando toda la ciudad con sus rayos dorados.

El cielo se convierte en un lienzo azul y las nubes lo decoran hermosamente. Las piscinas y el mar son refrescantes, invitando a los turistas y ciudadanos a echarse un baño. Desearía que estés aquí para disfrutar de todos estos placeres con nosotros.

La verdad hijo, la persona que más te extraña en esta familia soy yo. Tu ausencia se me hace eterna, como la profundidad del océano. Todas las noches recuerdo los momentos que disfrutamos antes de que viajes a Ingolstadt. Igualmente, me pone feliz tu éxito en tus estudios. Espero que aproveches al máximo esta oportunidad para ampliar tu inteligencia y crecer. No puedo esperar más el día en que vuelvas a tu hogar y volvamos a compartir momentos juntos.

Querido hijo, al escribirte, se me va la inquietud. Confío en recibir noticias tuyas a cambio. Te extrañamos.

Pellegrino, Magnoni y Montalbano

Alphonse Frankenstein

Quedo hijo:

CARTA PARA VICTOR

Ginebra, 11 de octubre de 17...

Te escribo esta carta porque te extraño y hace mucho que no tengo noticias tuyas. Tú ausencia me causa un dolor insoportable, como si estuviese en un infierno cada segundo sin tí. Parece que te fuiste hace un siglo cuando en realidad no te fuiste hace nada. En lo último que puedo pensar en estos días, es en el momento de nuestro reencuentro. Deseo que esa oportunidad llegue lo más pronto posible.

Lo único que me consuela son algunos de los recuerdos de tu infancia. Puedo acordarme cuando tenías apenas seis años y como te brillaban los ojos como el sol cuando me contabas tus brillantes ideas para el futuro. Todavía puedo recordar aquel día que nos sentamos a contemplar el paisaje y a hablar sobre la vida. Como rugían aquellas montañas llenas de belleza y como la nieve abrazaba sus puntas. Parecía como si ese paisaje estuviese hecho para nosotros. Espero con ansias tu respuesta

Tuqueridopadre,Alphonse

Firma:

ALPHONSE

Ginebra, 7 de enero 17…

Querido hijo : ¿Cómo estás pasando tus días? Aquí en Ginebra todos nos encontramos muy bien. Te escribo porque te extraño y porque no me llegaron las cartas que prometiste mandar.

Quiero saber cómo te está yendo con tus proyectos en la Universidad de Ciencias. Recuerdo cuando eras un niño feliz, curioso y apasionado por el misterio de la naturaleza. También pienso cuando leías los libros que te compraba sobre aquellos temas que tanto te interesan en el patio de nuestra casa. Esa tarde calurosa de verano, cuando compartimos momentos juntos viene a mi mente una y otra vez. Como extraño esos tiempos, cuando estábamos los dos juntos. Todavía el aroma de las hermosas rosas que había plantado tu madre siguen invadiendo el jardín.

Aquí, en Ginebra te extrañamos mucho, y nos preguntamos si pudiste forjar nuevas relaciones allí en la Universidad. Tenemos curiosidad, ¿Te seguís sintiendo igual de cómodo, a como lo estabas aquí? Si tienes algún problema no tengas miedo en escribirnos.

Desde la casa te mandamos muchos besos y abrazos. Te queremos mucho

Tu padre, Alfon
M3D

encuentresbien,teescriboestacartaparadecirte razón Pornohabercontadoconsusconsejoshe ción al Ártico en busca de conocimientos y alfindelmundomeresultóagotador.Tuveque rallegaramidestino.Despuésdevariosdías,una nochedecieloestrellado,apesardeldesgastedemitripulación,hemosllegadoal Ártico.Misexpectativasparahacermidescubrimientocientíficoeranaltascomolos maresdeaquellosdías

Misesperanzasacercadelosdescubrimientosqueharíaeran enormescomolamotivaciónqueteníaporhacerestaimprudenteaventura.¡El tiempoqueheperdido!pornoseguirlassabiaspalabrasquemehadadomi compañeroVíctor.Conlatripulaciónhemossufridomuchoapesardelmalclima,al llegaralfindelmundonohemosencontradonada.Hemosgastadotodasnuestras energíasendescubrirloquehabíaenÁrtico.Élmehabíadichoquelabúsqueda obsesivadelconocimientoylaambiciónporlaciencia,eranpeligrosos.

AdiósqueridaMargaret.T

mesesvoyaestarencasajuntoatiycompartiréy estaalocadaaventura.

artaFrankenstein Arkangel,2deenero17…
LucaKorukyRenzoPaganelli

Querido Alphonse:

Hace tiempo que no te escribo por el estado de tu hijo ya que no quiero preocuparte. Durante estos últimos días, he notado un cambio rotundo en la salud de Víctor.

Desde el primer día que llegué, vi que la apariencia de Víctor sufrió severos cambios; su rostro era blanco como la nieve, sus ojos rojos expresaban el cansancio debido a las largas noches en vela. Cada vez que habla conmigo, su voz se quiebra en mil pedazos.

Por otro lado, lo veo preocupado, con miedo a algo o a alguien. Su voz se escucha temblorosa y no sé como ayudarlo. Cuando le pregunto acerca de lo que le sucede, me ignora y cambia de tema. Además, tengo algunas ideas de lo que puede estar sucediendo, sin embargo, no puedo confirmar que sean ciertas. ¿Habrá desaprobado alguna materia? ¿Le estará afectando la distancia con su familia? Estas preguntas se repiten siempre en mi cabeza. Incluso, la responsabilidad que siento en este momento es como cargar sobre mis hombros el peso de mil gigantes, ya que soy el único que vela por su salud.

Sé que me está ocultando algo y no voy a detenerme hasta averiguarlo, es la única forma de ayudarlo. Cualquier noticia que descubra me comunicaré contigo.

Un abrazo, Henry

Ingolstadt, 3 de septiembre, 17…

Felix De Lacey:

No sabés quién soy, sin embargo, yo lo sé todo acerca de tu familia. Te escribo para hacerte saber que lo que está por pasar será culpa tuya y de tu familia. Nunca voy a poder olvidar aquel día en el que mis esperanzas de ser considerado uno de ustedes murieron.

Todo comenzó, cuando encontré refugio en su cobertizo Desde ahí, pude ver dentro de la cabaña por las rendijas que daban a la ventana Eventualmente, vivir esos momentos causó en mí, sentimientos que no tienen nombre. Por primera vez, me sentí parte de algo, tu familia, mantuve la esperanza de que, si me conocieran, se compadecieron de mí y aceptarían mi deformidad. Gracias a ustedes aprendí lo que era una familia, como leer, escribir y hablar fluidamente. Esa cabaña me daba vida. ¿Cómo pudo cambiar todo en un instante?

Llegó el día que decidí presentarme a tu padre, pero no salió como esperaba. Vos ya sabes lo que ocurrió después. Pero no todo el daño que me causó. Desde que fuí creado, fuí rechazado por mi apariencia. Ni siquiera ustedes pudieron aceptarme. Eso se sintió como un disparo al corazón. Durante días soñé ser parte de su familia perfecta Su cabaña se veía tan acogedora, el calor de la chimenea y las luces cálidas causaban en mí una sensación de armonía y familiaridad

De todo esto, aprendí que no se puede confiar en nadie. Todo lo que me hicieron sentir es algo que nadie podrá curar. Prepárate para lo que está por venir.

Hasta pronto

Berghain, 14 de Mayo de 17…
María Pociecha, Juana Fernandez Funes y Lola Mendez Vazquez de M3D.

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Cartas M3 D by Lucia Bermejo - Issuu