En envase azul o rojo:
La “medicina amarga” continúa Ganó quien ganó, y el pueblo perdió El MST lo advirtió. A menos de cien días de haber comenzado su primer (y seguramente último) cuatrenio, el gobierno de Alejandro García Padilla ha disipado toda duda en cuanto a quienes venía a servir. Utilizando como excusa la degradación de los bonos del ELA por las casas acreditadoras (controladas por empresarios que se benefician de la privatización), el gobierno PPD ha demostrado que está igual de entregado a los intereses de los ricos que el PNP.
Estrellaron el avión La venta del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín ya ha producido despidos, y próximamente el encarecimiento y empeoramiento de los servicios, así como el colapso de los aeropuertos regionales. Sin embargo, la determinación y el coraje del pueblo han rendido frutos: se logró en una masiva manifestación retar el cerco de la policía para detener el aeropuerto por varias horas, dejándole saber a los privatizadores que se habían comprado tremendo problema. El MST ha llamado a no rendirnos y a seguir organizándonos en nuestras comunidades y talleres de trabajo, para luchar hasta revertir ese chanchullo.
Ahora vienen por tu re.ro Ahora el gobierno de los ricos quiere pasarle el rolo a los sistema de retiro de las y los empleados públicos. Entre estos, el Sistema de Retiro Central (SRC) se encuentra en un estado de quiebra, como resultado de una criminalmente corrupta emisión de bonos en el 2008, recomendada, efectuada y comprada por el gigante bancario UBS. Pretenden pasarle la cuenta a las y los empleados, aumentando la edad de retiro y la aportación del empleado, y utilizando los ahorros acumulados para ocultar sus manejos fraudulentos. A estos mismos colmillús se le quiere servir en bandeja de plata los demás sistemas de retiro, fusionándolos para convertirlos en cuentas de inversión privadas (como ya se hizo con parte del SRC desde el 2000) para jugar a la ruleta con nuestro dinero, sin garantía de que quede algo cuando más lo necesitemos. Esta amenaza es especialmente preocupante para el magisterio, compuesto principalmente por mujeres trabajadoras, pues contrario a las y los demás empleados públicos, no acumulan seguro social federal.