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Un círculo virtuoso en el que todos ganan

Premio Conciencia

Premio Conciencia

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A pesar de la pandemia, las empresas redoblaron la apuesta y, lejos de replegarse a esperar que pase la tormenta, siguieron trabajando en el desarrollo de proyectos innovadores para la construcción de un mundo más sostenible.

El 2020, un año atravesado por la crisis sanitaria, terminó con la entrega de una nueva camada de finalistas en la 9ª edición de los Premios Conciencia.

El año tuvo grandes obstáculos: las empresas debieron adaptarse rápidamente al trabajo remoto, algunas tuvieron que cerrar sus puertas y, a la crisis cambiaria e inflacionaria, se sumaron las consecuencias de las medidas de aislamiento. Sin embargo, la vocación por contribuir a una sociedad más inclusiva y sustentable se mantuvo intacta.

Los equipos de las diferentes empresas presentaron sus casos con impacto real y fueron evaluados en dos instancias por un Jurado multisectorial integrado por importantes instituciones. Entre ellas, la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), Banco Mundial, Ucema, Universidad Siglo 21, Fundación UADE, Eco Parque, Secretaria de Agroindustria, Ministerio de Economía y Finanzas y Universidad Del Salvador.

En el sitio dedicado al premio se encuentra la siguiente definición: “El Premio Conciencia reconoce a las empresas por sus acciones corporativas para generar un cambio positivo en el comportamiento de las personas en relación con la prevención del riesgo y la previsión de las consecuencias a futuro para lograr una sociedad más inclusiva y sustentable”. ¿Pero cuáles son los atributos que los proyectos deben reunir? ¿Y qué es lo que más valoran los jurados a la hora de calificar una campaña? En diálogo con NBS Bancos y Seguros, contaron qué tuvieron en cuenta para la selección y cuál es su opinión sobre los proyectos presentados.

Comunicación

Mariano Fernández Madero, director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Marketing (AAM), explicó que el proyecto es la base para competir, pero la clave es la capacidad de hacerle tomar conciencia a un mayor número de personas, acerca de algo que es importante para la sociedad en su conjunto.

En ese sentido, uno de los principales atributos que debe tener un caso es la capacidad de solucionar un problema a un segmento de la sociedad, en general personas desprotegidas o rezagadas, que no pueden hacerlo por sí mismas.

El segundo punto importante es darle difusión a ese proyecto para llegar a la mayor cantidad de gente posible. “Hay acciones muy buenas, pero si no se comunican se pierde el efecto multiplicador y de contagio de esas acciones, y la posibilidad de generar un ecosistema”, señaló.

En esa línea, para Fernández Madero el premio Conciencia es importante porque permite difundir esos proyectos y que tengan alcance público: “Ayuda a tomar conciencia de que existen problemáticas no resueltas, pero que también hay una solución para esos temas”.

Alineado al negocio

Los proyectos deben ser innovadores y además contribuir a la sociedad, generar un impacto en el entorno, coinciden los entrevistados. Yanina Budkin, oficial senior de Asuntos Externos del Banco Mundial, agregó que es fundamental que la

acción esté alineada con la misión de la empresa, pero que vaya más allá de una mirada a corto plazo y logre alcanzar una contribución social importante.

“Creo que hay un compromiso asumido. Equipos dentro de las compañías que dan lugar a la generación de estos proyectos. Las compañías tienen un rol central por la escala que tienen en cualquier país y por la posibilidad, además, de modificar su cadena de producción para mitigar el impacto en el medioambiente”, enfatizó.

En opinión de Budkin, no obstante, aquellos proyectos en los que se da un aporte del sector público y privado, logran ser más sostenibles y escalables a largo plazo.

“Es mucho lo que las empresas pueden hacer por sí solas, pero generar alianzas con otros actores de la sociedad, aunque sean dinámicas que probablemente lleven más trabajo, permite generar proyectos más grandes”, agregó.

Impacto

A la hora de seleccionar los casos se contempló la causa que las empresas estaban promocionando, la estrategia, la manera de llevarla a cabo y el impacto.

Sobre este último punto, Mary Teahan, past president del Consejo Publicitario Argentino y actual integrante del Comité Ejecutivo y Coordinadora de los Premios Obrar, destacó que cada vez es más habitual ver que las organizaciones desarrollan proyectos de sustentabilidad para concientizar al público. Sin embargo, estimó que no tiene sentido invertir recursos en acciones si no tienen potencial o la posibilidad de hacer la diferencia, ya sea en lo ambiental, social o económico.

El objetivo del premio es que las comunidades empresarias tomen conciencia de las cosas que tenemos que hacer como sociedad y la contribución que ellas pueden hacer. “Para mí fue importante ver el impacto de los proyectos que están desarrollando”, enfatizó.

En ese sentido, destacó la diversidad de los casos presentados y la composición del jurado integrado por representantes de todos los sectores: “Me gustó mucho la impronta de este grupo desinteresado, sin vínculo con ninguna compañía, formado por universidades, organismos de gobierno y tercer sector, buscando los mejores trabajos”.

Para que el proyecto no quede en una cuestión meramente declarativa es clave medir el impacto, agregó Pablo Cortínez, economista, especialista en Finanzas Sostenibles en Fundación Vida Silvestre. Y explicó que, en ese sentido, cuantificar el resultado, en la medida de lo posible, permite saber la huella real que tiene esa acción y también conocer su evolución comparada con otros períodos.

Sobre el premio, resaltó que “la elección fue difícil porque los proyectos presentados por las compañías fueron variados, competitivos y la gente que trabajó en ellos está muy consustanciada y comprometida con los temas en los que participa”.

Rol de las empresas

Que las empresas tienen una gran responsabilidad para contribuir en la concreción de un mundo más sustentable, no es una novedad. Estos premios y las compañías que participan con sus casos son un reflejo de esta preocupación.

No obstante, es urgente asumir el desafío de generar un cambio en las matrices de producción y consumo, que vaya en línea con los compromisos para la reducción de emisiones, no sólo para generar un impacto real en el entorno en el que se desarrollan las empresas, sino porque las que no lo hagan, podrán tener dificultades, en algunos casos, para acceder y hacer negocios con otros mercados del mundo.

La situación macroeconómica, muchas veces genera que las compañías argentinas posterguen estas decisiones. En ese sentido, Budkin opinó. “En contextos económicos tan difíciles, muchas veces los temas vinculados al cuidado del medioambiente no son prioritarios. Sin embargo, creo es una agenda urgente promover un consumo más orgánico, reciclable y renovable”.

Para Fernández Madero, otro de los beneficios de generar un premio como Conciencia, que cada año difunde los proyectos ganadores, es que las iniciativas toman estado público y se genera un rebote mediático. Así se produce un efecto de contagio.

Y ejemplifica: a una automotriz le llega la información de que otra, que es su competidora principal, gana por algún proyecto que está desarrollando. Inevitablemente la pone en situación de revisar qué está haciendo como empresa, la lleva a plantearse aumentar el presupuesto de su área de responsabilidad social empresaria (RSE) o simplemente, le da un ejemplo sobre cómo mejorar algún proceso.

“Es un ciclo virtuoso. El premio Conciencia creció mucho a lo largo de estos diez años y cada vez incluye más empresas y categorías distintas. Es importante que las compañías tomen conciencia del valor multiplicador que tienen sus acciones, sobre todo las grandes que tienen un mayor poder de fuego y comunicación”, enfatizó.

De acuerdo con su colega, Teahan destacó la importancia de que las comunidades empresarias sean conscientes de las cosas que tenemos que hacer como sociedad. No obstante, advirtió que “Argentina todavía está en el paradigma de RSE y es importante pasar a un nuevo esquema donde hacer bien a la comunidad, no es una cosa más que agrego en mi plan de empresa, sino que es parte de mi empresa”.

Próximo año

Ya comenzó la inscripción para la próxima edición, la décima. Pueden participar todas las empresas que tengan campañas que realizan un aporte singular para lograr una mejor calidad de vida en las distintas comunidades, hábitats y organizaciones; y que promuevan la toma de conciencia y generen impacto positivo en las siguientes temáticas: Sustentabilidad y ambiente, Inclusión y empleo, Educación y cultura, Infancia y seguridad, Prevención y protección, Voluntariado y comunidad.

Entre julio y septiembre serán las tutorías y presentación escrita. En septiembre también se definirán los finalistas de la primera etapa evaluatoria. En octubre, las defensas orales de casos finalistas y en diciembre, será el cierre y la premiación.

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