

El planeta Tierra estaba en graves problemas.
Los humanos ya tenían que utilizar cascos de astronautas con oxígeno, debido a la contaminación de todo el planeta.

Los que estaban más en peligro eran los animales y la naturaleza.

Por suerte, los científicos Nicolasmico e Inesmica habían descubierto una solución.
Había una nave que traía siete huevos que podían ser la solución para salvar el planeta Tierra.

Los huevos estaban a punto de nacer.
Los científicos estaban listos para recibir a la nave, y de esa manera, poder hablar con las criaturas para que nos pudieran ayudar.

Una noche llena de estrellas, se abrió el primer huevo.
Del huevo nació una criatura peculiar y amistosa, que rápidamente se estiró y parecía un ciempiés de agua y fuego.
Hablaba un poco raro:
—Hola, queguidos amiguos, mi nombre es CLACRUN. Yo tengo la misión de limpiar su aire y purificaglo para que sus familias, plantas y animales puedan respirar aire puro de nuevo.

Rápidamente salió una burbuja que lo absorbió, y cada uno de sus pies se convirtieron en mangueras de agua que volaron alrededor del planeta, apagando todos los incendios que estaban terminando con nuestros bosques. Y después, de sus cien pies salieron chispas de fuego, que en el aire se transformaban en bolas de oxígeno que alimentaban la Tierra con aire puro.
