Recital de poesía

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Recital de Poesía Colegio Mayor Ayete - 8 de noviembre de 2016

RECITAL DE POESÍA

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Los milagros existen, pero nunca suceden. Obedece a la Musa, pero no te fíes de ella. No hay genio más seguro que la falta de genio. Si quieres que tus sueños se cumplan, no te duermas. Miguel d’Ors

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Índice Inicio musical Introducción 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

La verdad transformante Juan Flaquer Aylan vive Juan Flaquer La Poesía de la Oruga Diana Celedon Poesía para Mi Papá Dario Brillembourg Hernández Oda a mi luz Diana Celedon y Maria Fernanda Suazo De Teresa a Jesús Francisco Marín Admirada Luna Sonia Ansa

Descanso 8. Poema Fernando Ruiz 9. Poema Alejandra Ariza 10. La vida correcta Jordi Oliva 11. Al Tilo que se deshoja lentamente, hoy martes, ( de noviembre entre Ayete y Lazkano Rafael Hernández Urigüen 12. Soñando II Javier Biera 13. Dijo un artista una vez… José Ignacio Terrés 14. El patio de vecinas Gloria Galicia Balboa y Patricia Amat 15. El miedo nos devolverá lo nuestro Manuel de Benavides

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Introducción Es difícil tratar de expresar lo que uno desea, sufre o piensa. Aunque la ilusión sea plena y no podamos contener esa idea en nosotros, aun así, siempre es complicado hablar de lo intangible. Nadie habla de poesía en su casa con sus amigos cuando la televisión está encendida, ni qué decir en un bar invadido de conversaciones y música, o en la misma calle entre el ruido de los coches y el ajetreo de la vida. Cuando tratamos de describir a alguien todo el mundo comienza diciendo rasgos característicos, sus aficiones, dónde trabaja, alguno se aventura a hablar de su futuro, cualquiera comenta sobre su pasado. En cambio, si te preguntan a ti en qué eres bueno, lo más probable es que tengas que pensar un poco. Si la pregunta va sobre qué quieres hacer con tu tiempo, cuanto más tienes menos sabes. Mas, si la cuestión va sobre a quién amas o cómo querrías que fuese tu amor… nunca existe respuesta, y si crees tenerla, seguramente no sea el amor que en el fondo anhelas. Es aquí donde nace la poesía, de la necesidad. Una necesidad fundada en uno mismo, en el conocimiento propio, en la búsqueda de los sueños… La necesidad de explicar cosas imposibles, de comprenderlas e, incluso, de realizarlas. Un poeta es una persona que ha sabido tomar perspectiva de sí mismo desde sí mismo, desde su interior y cuando lo consigue, es invencible. Las personas que recogen aquí sus poemas han sabido hacerlo, pero piensa que tú también eres capaz, solo tienes que tener preguntas sin respuesta. Javier Biera Presidente del Ateneo de Poetas del Colegio Mayor Ayete

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La verdad transformante Eres como una piedra y no lo sabes. No lo sabes porque no preguntas. No preguntas porque temes la verdad. Esa verdad que te muestra quién y cómo eres. Pero esa piedra puede ser ablandada, Transformada en un corazón Sensible y valeroso por la misma verdad que tú temes.

Juan Flaquer

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Aylan vive Sólo tu vida duró tres cortos años medida por el devenir de las olas. Ya en la orilla, tumbado boca abajo, parece que decías ¿Por qué tan corta? ¿Por qué tan corta?, parece que decías de la mano de tu madre y de tu hermano, cuando juntos, hacia el Dios de toda vida, comenzaste a sentir un tierno abrazo. Un abrazo indescriptible, inenarrable, una mirada de ternura encantadora, una oferta de vida interminable, una segura alegría a toda hora. Aunque corta, tu vida no fue en vano, pues removiste a tantos corazones que llegaron a entender ser inhumano no ayudar a quien huye con razones.

Juan Flaquer

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La Poesía de la Oruga Se quedan vacíos los cruces. Se acaban los últimos dulces. Se apagan las luces Se encienden los sueños. Se evocan los recuerdos. Se temen los miedos. Se añoran los amados. Se encienden los sueños. Se cuela el brillo del cielo. Se reflejan estrellas en el suelo. Se emprende ya el vuelo. Se encienden los sueños. Se escucha el horrible estruendo. Se pone un pie en el suelo. (Pausa dramática, levanta la ceja) Se abren los libros de aburrimiento. Se muere uno de sueño. Diana Celedon

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Poesía para Mi Papá Vengo al mar a pensar A veces por un querer volver atrás Escuchar ese ligero ruido del agua En el que logro sus voces escuchar. Ayer no es como el hoy y el hoy no es como el mañana, El tiempo es una cuestión teórica No tiene profundidad Ni sonrisas en su boca. Por eso cuando recuerdo que quiero volver a atrás, Buscar a mi gente y de mi familia estar, Sentirlos cada día en la sala de estar, Día tras día, soñar y luchar. Pero entonces pienso y me pregunto, por que retroceder en vez de avanzar? Momentos felices son todos, incluso en el más allá Solo no estoy, y nunca lo estaré jamás. Tiempo y espacio son relativos, Distancias que se acercan o separan, Nada de eso me vale un cojón Cuando tengo a una familia que ama con el Corazón Eso si no es relativo, Es algo que no tiene limites Poderes sobrenaturales Afortunado para el que sabe.

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Feliz ayer, hoy y mañana Todas forman parte de la Historia Una en el que cada día es diferente, Y el libro se hace mas interesante. La soledad me ha hecho aprender Cada día es un volver a nacer. Sentirte especial por quien eres y lo que tienes, Saber que tienes algo de comer Volver a empezar para esta vez sí hacer Eso que te preocupaba y faltó ayer Mañana será otro día Días como hoy me hacen sentir vivo Expresar verdaderamente el sentido De lo que importa y no importa Del querer y el comprender. Lejos, cerca, caliente o frío No importa la distancia ni el tiempo Solo saber que cuentan conmigo Para mi todos están al lado mío Basta con cerrar los ojos y escuchar en silencio Profundo en mi ser ustedes están dentro Pienso y luego existo Eso dicen los inteligentes Yo pienso y siento su calor No importa nada más.

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Ingrata la gente que no aprecia Día tras día poder ver el Sol Saber que se mantiene vivo ese calor, De una familia sencilla y humilde Mas nada necesito yo. Volvemos a lo mismo: Tanto es poco, y poco es mucho, Relativamente es todo acerca de perspectiva. No necesito más que un motivo Para entender que nada tiene sentido. Sólo una cosa sé Y es que hoy es tu cumpleaños Otro día más para el libro de la Vida De aquí te mando un beso y un abrazo Bendiciones Pa, hoy duermo en tu regazo. Dario Alberto Brillembourg Hernández

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Oda a mi luz Me despierta en la mañana un hermoso resplandor. Abro la ventana, definitivamente no es el Sol. Es una luz que me ciega, si calor no se niega. Me despierta en la mañana la luz de Patri Amat Pons.

Diana Celedon y Maria Fernanda Suazo

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De Teresa a Jesús Al contemplar tus ojos me veo en ti, tal como soy,
 con sombras y luces. Rindiendo mi amor a tu luz, haciendo divino lo humano dejándome vencer por tu amor en la negra sombra del pecado Sigo mirándome en tus ojos, y remonto incansable el vuelo que me lleve a tu mirar eterno donde, ya sin sombras, todo luz, sigue venciendo tu amor, sigo, en tu amor, creciendo, sigue mi amor, por ti, cautivado Quien deja todo, todo lo encuentra. Quien ama con todo, todo lo goza. Porque quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta. Francisco Marín

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Admirada luna ¡Oh Luna! Coqueta y femenina. ¡Hada de sueños! ¡Duende de mis fantasías! Nostálgica y romántica, que a los amantes encandilas. Cuando salgo a saludarte cada noche a mi ventana, tu sonrisa me acompaña; me traes emociones y recuerdos de nostalgia De noche te impregnas de escarcha y te retiras al alba. Unas invisible, y otras llena, Tan pronto creces como menguas. Te abres o te cierras. Tus fases y eclipses me fascinan. ¡Mágica y misteriosa! ¿De qué mago aprendiste tanta magia? Influyes en las mareas; las cosechas y los arados. En unos sitios venerada y en otros admirada. Eres la gran luminaria que cada rincón de noche iluminas. ¡Siempre tan resplandeciente y esbelta! Dime hermosa, ¿para quién vas tan engalanada? Es acaso ¿para algún astro? O quizás ¿será algún planeta?

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Dame tu mano y viajaremos juntas rodeadas de miles de estrellas. Me contarás tus romances y me desvelarás tus secretos. Tus noches de amor y tus devaneos. Divisaremos juntas el infinito; y la grandeza del cosmos que alguien ha creado. Traspasaremos las densas nubes de algodón o las nítidas turquesas. Y me dirás dónde está el cielo. ¡Sí! Quiero rodearlo con mis brazos. Tocarlo con mis dedos. Y poner mis labios en ese retazo, donde tengo mis afectos. ¡ESTE SERÍA EL MAYOR DE MIS ANHELOS! Sonia Ansa

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Poema ¿Quien viviría sin mí?
 Todos...
 y todos seguirían igual.
 Me lloraría una noche el rocío 
 y una semana las nubes;
 los hombres, dos poemas
 y para el desgarro 
 de mis padres no habría palabras.
 Pero aun todo eso pasaría:
 las aguas volverían a su cauce,
 se harían canciones alegres
 y las heridas serían cicatrices. ¿Quien viviría sin mí? 
 Sólo yo...
 Sólo yo y esta alma
 que no está terminada.
 Y subiría amorfo a Tu presencia
 rogándote por días de bondad
 pero Tus llagas testifican
 que ellas me lloraron Tu sangre,
 para que la belleza que anhelo
 justamente la encontrara
 aquí donde la vida cambia
 y las almas olvidan... Donde el amor es ahora
 porque el ahora es aquí eternidad. Fernando Ruiz

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Poema Parece que mi cerebro lo aplasta un ladrillo. La luz me ciega atravesando el visillo. Me siento como en Saturno y su anillo. Hoy no me puedo levantar. La alarma golpea mis oídos. La luz azota mis ojos dormidos. El frío remata a mis sentidos. Hoy no me puedo levantar. Es lunes, qué tragedia. Ni siquiera encuentro mi otra media. La semana me cae cual enciclopedia. Hoy no me puedo levantar. Querer es poder. La voluntad hay que ejercer. No olvidar esa sonrisa poner. Hoy no me quiero adormecer. Alejandra Ariza

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La vida correcta En las copas amarillas de los árboles de otoño los jilgueros se pelean por los besos de la luna, las hormigas se susurran los secretos de las hojas. Los adultos abrigados pasean hoy sus perros sólo piensan, si lo hacen, en su dulce paseo vespertino, no deben mirar atrás no pueden con el silencio porque ayer sus hijos muertos gritaron sin hablar. Nadie escucha hoy, su canto lacrimoso, son mil vidas olvidadas, mil almas que centellean al ocaso de la playa mesadas por el mar. No tienen hijos, los sucios, pero tienen perros limpios, lucen gafas imponentes retan al sol con sus ojos, lucen fabulosos aparatos celebran bodas fastuosas, se creen faraones dorados

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y son esclavos de esclavos y siempre viven, sin más, la puta vida correcta. Esa vida que por dinero le hacen lo que desean, la usan, la venden y la tiran, inexorablemente, esos correctos, al abismo del suicidio asistido. Sin embargo, los jilgueros siguen cantando y se siguen peleando por beber del rocío, las hormigas siguen trajinando sus hojitas y en sus trabajos descubro un secreto, a veces me apetece vivir, sin más, la vida correcta. Jordi Oliva

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Al Tilo que se deshoja lentamente, hoy martes, ( de noviembre entre Ayete y Lazkano Buenas noches: os confieso que cada alba, camino de la primera Misa, me encuentro más conmovido y turbado por la elocuencia de un árbol. ¿Os importa que lo cuente? ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. Te deshojas, alfombrando de amarillo la acera, lenta, pausada, discretamente en la esquina luminosa donde convergen los paseos de Lazkano y Ayete. ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. Permites hollar blando y desprendes los aromas que evocan ese otoño casi eterno a los pasos sigilosos de los hombres, las mujeres y los niños bulliciosos dirigiéndose al invierno. ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. En contraste con los árboles que desprenden hojas secas ¡Qué distinto su sonido! Ellas caen desde los plátanos provocando estrepitosos chasquidos. ¡Cuántos tontos sobresaltos, atávicos temores!, a los que de noche avanzan pisando desprevenidos.

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Su corazón se altera en supersticioso Halloween surgen antiguos fantasmas y huyen despavoridos. ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. Tú, mi tilo de la esquina fuente de paz, humildad y elegancia que en primavera regalas tus flores de penetrante fragancia. Las mismas que los neuróticos ingieren como infusiones para atajar los insomnios y calmar sus corazones. ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. Pero, ¡Ay!, árbol querido mientras tú de ti mismo desprendes tus adornos y apariencias nuestro tiempo sigue en guerra, mundial Tercera, según Francisco, y a plazos; porque el viejo orgullo humano, los odios, ambiciones, injusticias, y violencias maltratan a los más débiles, aniquilan vidas humanas reducen lo bello a pedazos. ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. Mi árbol noble, necesitamos la paz en Siria, Irak; y los niños aplastados por las bombas levantan sus gritos denunciando genocidios.

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Ya basta de oídos sordos, de intereses bastardos, dejemos las cobardías y acudamos poniendo en primera línea coalición de corazones. No van a salvar sus vidas ni Hillary la abortista ni Donald xenófobo histriónico ni Europa con sus suicidios. Aprendamos de tí, tilo, a entregarnos día a día desprendiéndonos de todo y alfombrando nuevos suelos que permitan liberarse a las esclavas naciones. ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. Tilo, amigo, déjame que te trasplante, aunque sea unos días, al Congreso de los Diputados para que sus señorías descubran en tus ramas y en tus hojas entregadas, que el bien común no se obtiene con pataleos, bravatas, insultos, inculpaciones, ni de rufianes reproches, sino con la humilde vida que se entrega día a día desprendiéndose en mil flores y palabras verdaderas sosegadas…, alfombrando los caminos con las hojas de un trabajo silencioso que facilite a los débiles amanecer de sus noches. ¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. Tilo bello en tu desgaste, al mirar tus ramas altas y esas hojas en declive pido al que te creó que me mueva a desprenderme de mi ego y de mi vida, de los éxitos y planes para salir de mí mismo, alfombrando el duro suelo a quien ayuda me pida.

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¡Hola, Kaixo, hello, hallo, tilo hermano!: te me entregas generoso entre Ayete y Lazkano. ¡Gracias, Eskerrik asko, ahora y siempre por donarte hasta la muerte! Rafael Hernández Urigüen

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Soñando II Ojalá fuese un sueño, que estando dormido esa pesadilla me cubriera oscureciéndome por dentro. Ojalá fuese mi imaginación la que urdiera cruel condena a este hombre que vaga por el desierto. Ojalá fuese ayer cuando la derrota llamara a la puerta de mi vida destruyendo mi fortaleza.

Cómo no el miedo me susurraría mientras me abrazaba: "mírate, solo uno más". ¿Hay acaso algo peor que un sueño convertido en pesadilla? ¿Que hacer cuando no tienes unos brazos donde agarrarte, nadie que te asista? Nada...

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Miras atrás - más atrás, mucho más atrás esos ojos soñadores de niño y lloras de alegría. Javier Biera

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Dijo un artista una vez… Dijo un artista una vez que la música es el arte del bien combinar los sonidos con el tiempo. Entonces, dime tú, niña: ¿qué eres cuando cantas? ¿Cómo transmites lo que sientes? Dime, en fin, cómo cantas. Pero dímelo cantando… José Ignacio Terrés

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El patio de vecinas Sucedió en el patio de vecinas. La niebla no dejaba ver las colinas. Pronto parecería un campo de minas. De la curiosidad a la perdición. Quién es ella, no se sabe. Pero parece que ha hecho algo grave. Bajaron la voz, eso fue clave. De la curiosidad a la perdición. La historia cada vez era más enrevesada. Tenían la lengua muy desatada. La verdad ya quedaba desdibujada. De la curiosidad a la perdición. Más que palabras parecían cuchillos. Al hablar no se les caían los anillos. Malgastaban el tiempo en esos banquillos. De la curiosidad a la perdición. Los dos hombres seguían ahí sentados. Sin darse cuenta de que habían sido pillados. No! No hay que cotillear chicos malvados! Eso es de suricatos. Gloria Galicia Balboa y Patricia Amat

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El miedo nos devolverá lo nuestro El miedo nos devolverá lo que nos quitó, tornará en polvo y sal el tiempo y nos cubrirá de luz. Instante eterno en el recuerdo. Viviremos entonces de él, del descaro y terror en el cuerpo. Un látigo amenazador, el constante vibrar en los huesos y latidos fríos del corazón, inmutable tambor de hielo, se unirán al desgarrador alarido, del Reino ya himno y sosiego. Se perderá la paz entonces y el equilibrio caerá en el reto. Morirá por siempre. Por siempre… Triunfará, pues, el que era reo, que sin penas ni dudas, luchó sin descanso por su sueño: Vivir Manuel de Benavides

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