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LA NEUROCIENCIA DELBAILE:UNA COMUNICACIÓN ENTREEL CUERPOYLA MENTE

Por: Valeria Santos Dávila

El baile, aparte de ser un medio de entretenimiento, es una actividad física que estimula la mente y el cuerpo para su debido desarrollo La interrelación entre la danza y ambos conceptos influye en las emociones, conductas y salud del ser humano de tal manera que la ciencia ha tenido que estudiar la neurociencia del baile.

“La neurociencia es el estudio del sistema nervioso. El sistema nervioso está compuesto por el cerebro, la médula espinal y las redes de células nerviosas sensitivas o motoras, llamadas neuronas, en todo el cuerpo. El objetivo de la neurociencia es comprender cómo funciona el sistema nervioso para producir y regular emociones, pensamientos, conductas y funciones corporales básicas, incluidas la respiración y mantener el latido del corazón”, define el National Institute of Health (NIH).

Partiendo de la previa definición, la neurociancia del baile es el estudio de cómo el sistema nervioso y cerebral se transforma al bailar, influenciando en la conducta y emociones del ser humano

Según la Asociación Neurociencia Aplicada Barcelona (A.N.A BCN), “desde una perspectiva química, el movimiento sincronizado con la música aumenta la producción de endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad», lo que nos hace sentir bien. Además, ayuda a canalizar la adrenalina y a reducir el estrés”.

De igual forma. La A.N.A BCN establece que el baile trabaja con cuatro elementos: ejercicio físico, música, creatividad y la interacción social. La correlación entre los cuatro términos incentiva mejoras en los niveles de energía, confianza, autoestima y habilidades sociales Asimismo, la organización añade que la danza ayuda a las personas con: depresión, estrés, ansiedad, angustia y otras condiciones de carácter emocional y conductual.

“Una bailarina al aprender neurociencia puede mejorar su estado de ánimo, su atención, la concentración, hacer frente al estrés, aumentar la percepción de sus sentidos y a su vez crear más coreografías”, indica un artículo de Estudios Contemplativos trabajados por la bailarina y neuropsicóloga Koncha Pinós Pey.

Además, la danza influye en la retención de memorias y recuerdos, un beneficio ideal para las personas mayores. Según el referenciado artículo “la danza no es sólo un ejercicio físico, sino que genera nuevas neuronas (neurogénesis) y sus correspondientes conexiones. Estas conexiones son las responsables de adquirir el conocimiento, el pensamiento y la acción. La danza estimula la vibración del factor neurotrópico de proteínas derivadas del cerebro; este promueve el crecimiento, el mantenimiento y la plasticidad de las neuronas, imprescindible para el aprendizaje y la memoria”.

Si somos algo más técnicos, la actividad física aumenta las conexiones neuronales y el tamaño de ciertas áreas cerebrales como la corteza, ínsula, cuerpo calloso y zona sensoriomotora. “Estas áreas desempeñan funciones relacionadas con la atención, la regulación emocional o el control de nuestro cuerpo en el espacio”, informa la fundación española Pascual Maragall. En síntesis, el baile es un tipo de ejercicio capaz de fortalecer el cuerpo humano de muchas maneras. Estén conscientes o no de sus beneficios, quienes bailan están nutriendo su memoria, emociones, equilibrio, fuerza, salud cardiovascular, creatividad y vida social. Cada factor es crucial para que las personas prolonguen su tiempo de vida y vivan la misma de una manera saludable

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