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Asociación Trabajadorxs del Estado Seccional Rosario
A las políticas lesivas respondimos con plenarios, asambleas y movilización. Un hito fue la enorme marcha en la ciudad de Santa Fe a fines de agosto, que terminó empujando el paro provincial de ATE, cuando nuestra dirección provincial era la única de toda la administración pública central que no lo había dictaminado. También marcaron la historia de la ciudad las grandes movilizaciones y concentraciones frente a Gobernación, junto a la docencia pública y privada y les profesionales de la salud. Los meses de septiembre y octubre quedarán en nuestro recuerdo como las mayores expresiones de la pelea unitaria en el primer año que, con menos restricciones sanitarias, pudimos encontrarnos masivamente en las calles.

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Luchas, logros y movilización
Con intensas batallas en cada sector y el compromiso inquebrantable de la Seccional, logramos el avance de reuniones jurisdiccionales; la efectivización de los contratos en Niñez; el pase a planta permanente a 1260 agentes del Ministerio de Salud que tenían carácter de interinos/as; el Decreto Nº 895 que concretó el pase a planta permanente de 316 trabajadorxs del mismo área; la titularización en el sector Educación –con una divulgación muy desprolija del Gobierno-; la reincorporación de 52 compañerxs en el Hospital Eva Perón de Baigorria; la prórroga de contratos Covid mediante el Decreto Nº 1100; la reincorporación de la delegada de ATE en Anses, injustamente despedida hace 3 años; el inicio de debate del Convenio Colectivo en Fabricaciones Militares, donde también se cumplió por primera vez el cupo laboral trans; la licencia por maternidad incluso para el personal precarizado de PAMI Rosario; el pase a planta de 50 trabajadorxs del Aeropuerto Internacional de Rosario; y la primera jurisdiccional en ése área con equidad de género.
Todos estos pasos nos llenan de orgullo porque significaron un cambio en la vida de personas que cada día sostienen lo público. Lo hicimos planteando la transversalidad de la perspectiva de géneros y en defensa de los derechos humanos (ver secciones aparte).
Cada logro nos dio fuerzas para sostener, desde febrero, el reclamo por paritarias dignas y la definición democrática de las bases–ante lo que el Consejo Directivo Provincial de ATE hizo oídos sordos- , para marchar en reiteradas ocasiones contra el Fondo Monetario Internacional y el ajuste, para seguir denunciando en diversas áreas las políticas de hambre con salarios miserables y debates de aumentos porcentuales que no resuelven la injusta distribución del ingreso. Fue una etapa de fuerte organización en el sector salud (ver aparte). Con la insignia del extendido conflicto en el SAMCO Anselmo Gamen de
Villa Gobernador Gálvez por su reconocimiento como Hospital, la pelea de los móviles del Departamento de Bioquímica del Sistema de Emergencias y Traslados, del Hospital Geriátrico Provincial, de los vacunatorios, entre otros, cerramos diciembre con un importante plenario regional en Acebal. También realizamos un imponente homenaje frente al Nodo en el Día Mundial de la Salud, el 7 de Abril.
A nivel municipal hubo gran actividad, con epicentro en la generación de unidades que permitieron ámbitos de articulación de diversos sindicatos mediante la Mesa de Unidad Sindical. La misma fue un proceso de acumulación con más de 25 delegades elegidos entre todas las secretarías y con un reconocimiento de nuestra labor gremial.
Ya en abril, una decena de sectores de ese estamento estatal había realizado un nutrido plenario para debatir líneas de acción. Durante todo el año se dieron diversas peleas y se denunciaron las condiciones laborales, salariales y los mecanismos de definición de las paritarias de les municipales. Y, por supuesto, avanzamos en nuestra pelea histórica por el reconocimiento formal de ATE en el Municipio y la aplicación de los descuentos correspondientes.




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El desafío es seguir avanzando en este camino de autonomía de todos los partidos políticos, unidad de clase y de acción, coherencia en las prácticas, perspectiva de géneros y multiplicación del sindicato en cada lugar de trabajo”, sintetizó la Secretaria General, Lorena Almirón.
Mención aparte merece
Participamos de dos instancias provinciales de definición: el XXIX Congreso y el plenario de septiembre por paritarias. De ambos nos trajimos una dosis importante de indignación y destrato de las autoridades provinciales, que ni siquiera respetaron la representatividad política y territorial de quienes dirigimos la Seccional más grande del país después de CABA.

En el primer episodio paritario durante marzo, con reuniones realizadas únicamente con militantes de la Verde y Blanca y seccionales afines, y sin convocar a Asamblea Provincial, el Consejo Directivo Provincial de ATE Santa Fe aceptó la propuesta salarial.

Durante el Congreso Provincial, fuimos agredides verbal y físicamente al intentar llevar la voz de les trabajadores de la Seccional Rosario. La violencia política expresada en la máxima instancia de definición de la ATE en Santa Fe, fue repudiable.

El desconocimiento a las autoridades locales democráticamente electas se repitió en el plenario provincial de septiembre, donde extraña- mente se dijo que no se votaba si aceptar o no, sino si se validaban los informes que se daban. Un eufemismo sin precedentes que mostró nuevamente a una dirección sindical hablando con los de su agrupación, sin disponibilidad al debate fraterno, bloqueando el micrófono a algunas delegaciones, sin denunciar la extorsión gubernamental de descontar días de paro si no se aceptaba. Y con un discurso algo desvariado sobre ‘la felicidad’ de quienes cobran sueldos de miseria.
Por eso, fue claro el descontento mostrado por los propios y ajenos que ovacionaron el planteo de la Seccional Rosario en voz de su Secretaria General, Lorena Almirón: “repudiamos la actitud del gobierno provincial con los descuentos de los días de paro, porque eso realmente condicionó lo que se dijo en esta asamblea. Seguramente la votación de los compañeros de la provincia (transmitida por una pantalla, con resultados sin comprobación posible) hubiera sido distinta”.