Fiscalidad de bitcoin

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umario parte I . i ntroduCC ión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 I. Bitcoin, una pequeña victoria en la gran batalla por la libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 A) El agotamiento de un modelo económico y financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 B) La extensión de las tecnologías de información y comunicación 22 C) El desarrollo de la criptografía . . . . . . . . . . 25 D) El avance de las ideas de la Libertad . . . . . . . 31 II. Tecnología y dinero. Acerca de blockchain y las criptomonedas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 Operativa con criptomonedas . . . . . . . . . . . . . 52 Criptodivisas alternativas («altcoins»): Forks, Stablecoins y CBDC . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 Stablecoins . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Las monedas fiduciarias digitales o CBDC 61 parte ii . h aC ia una de F iniC ión J urídiC o - tributaria de las C riptoMonedas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65 parte III C ontabilizaC ión Y F is C alidad pr ÁC tiC a de las C riptoMonedas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 I. Contabilidad de las criptomonedas y otros criptoactivos 79
s
8 / Ana Cediel / Emilio V. Pérez Pombo I.a. Contabilización de las criptomonedas. . . . . . . 80 I.b. Contabilidad de los tokens (criptoactivos) . . . . 91 II. Fiscalidad de las criptomonedas 95 V.a. ¿Imposición indirecta? . . . . . . . . . . . . . . 99 V.b. ¿Imposición directa? . . . . . . . . . . . . . . . 121 V.c. Algunos apuntes finales . . . . . . . . . . . . . 162 III. Apuntes iniciales sobre la fiscalidad de los criptoactivos (tokens) . . . . . . . . . . . . . . . . . 180 parte IV a pliC aC ión de los tributos en el C aso de las C riptoMonedas: gestión Y re C audaC ión . . . . . . . . . . 189 A. La Ley general tributaria y las criptomonedas 189 B. Actuaciones comunes en la aplicación de los tributos a las criptomonedas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 b.1. El procedimiento 198 b.2. Documentación, liquidación y medios de prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206 C. La aplicación de los tributos en el caso de las criptomonedas 222 c.1. La gestión tributaria en el caso de las criptomonedas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223 c.2. La inspección en el caso de las criptomonedas . . 235 D. Actuaciones y procedimiento de recaudación en el caso de las criptomonedas . . . . . . . . . . . . . 238 d.1. Ingreso del tributo mediante el pago voluntario: el pago de la deuda tributaria en el caso de los activos virtuales . . . . . . . . . . . . . . . . . 243 d.2. Entrega de criptomonedas para extinguir la deuda tributaria . . . . . . . . . . . . . . . . . 249 d.3. El procedimiento de apremio y el embargo en el caso de las criptomonedas . . . . . . . . . 260 parte v. h aC ia el M etaverso . . . . . . . . . . . . . . . . 267 parte vi. C onC lusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
Fiscalidad de Bitcoin, monedas virtuales y tokens / 9 e pílogo. una últi M a re F lexión personal . . . . . . . . . 283 b ibliogra F ía Y do C u M entaC ión 287

Parte I i ntroducción

I. BITCOIN, UNA PEQUEÑA VICTORIA EN LA GRAN BATALLA POR LA LIBERTAD

El 1 de noviembre de 2008, un tal Satoshi Nakamoto1 publicaba de forma abierta un paper o reseña con el título « Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System» en virtud del cual, presenta una alternativa financiera y económica basada en la creación y el uso generalizado de monedas electrónicas que con el respaldo de las técnicas de criptografía garanticen los pagos en las transacciones económicas. Como el mismo autor pone de relieve en su documento, « a pesar de que el sistema funciona suficientemente bien en la mayor parte de las transacciones, sufre la debilidad inherente al modelo basado en confianza.»

A pesar de la popularidad y notoriedad de Bitcoin en nuestras sociedades, sigue siendo una gran incógnita qué nos deparará el futuro, si logrará extender su uso, normalizarse y ser reconocido como instrumento de pago y/o reserva de valor. Desconocemos cómo evolucionará la tecnología y los nuevos desarrollos digitales, si los criptoactivos conseguirán transformar la titularidad y transmisión de bienes y derechos, o si las

1. NAKAMOTO, Satoshi. «Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Usuario-a-Usuario.» https://bitcoin.org/files/bitcoin-paper/bitcoin_es_latam.pdf

finanzas descentralizadas logarán desplazar la industria financiera tradicional. Dudas y más dudas.

En cualquier caso, aunque Bitcoin quedase en desuso, su irrupción ha supuesto un hito técnico en nuestra evolución humana, de la misma forma que la imprenta de Gutemberg propició la acumulación y difusión del conocimiento.

Bitcoin no es un mero instrumento financiero o una simple innovación tecnológica para el intercambio de valor entre personas, sino que, trae consigo una auténtica revolución de la acción humana, otra forma de pensar, una visión sobre las relaciones sociales, una comprensión de las polis . Todo lo que tiene de novedoso lo tiene de ancestral, todo lo que resulta de intangible y de técnica, lo tiene de humano y de retorno a la naturaleza social de los hombres y mujeres.

Ahora bien, Bitcoin y las ramas que se derivan no son fruto del azar o un suceso fortuito. Al contrario, son la síntesis y el resultado de la convergencia de distintos factores o elementos en un momento determinado. En particular,

el agotamiento de un modelo económico y financiero, la extensión de las tecnologías de información y comunicación,

— el desarrollo de la criptografía, y el avance de las ideas de la Libertad.

Si bien habitualmente se presenta a Bitcoin como el punto de partida o hito de la mal denominada industria criptográfica y los nuevos desarrollos tecnológicos de la Web 3.0, incluso en la transformación de Internet, como se expondrá a continuación, entendemos que Bitcoin es la culminación de ideas y trabajos, en un momento especialmente único y singular, como propuesta para una completa transformación económica, política y social.

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A)

El agotamiento de un modelo económico y financiero

El 15 de septiembre de 2008, en plena efervescencia de la crisis económica y financiera, presenciamos, en directo, como una de las grandes firmas de banca de inversión del mundo y emblema del sistema financiero tradicional, Lehman Brothers, se derrumbaba completamente y desaparecía de forma abrupta. Tras el estallido, en octubre de 2007, de la crisis de las hipotecas subprime, muchas corporaciones y negocios desaparecían, los mercados se desplomaban y los números rojos inundaban las cuentas de resultados empresariales. A su vez, millones de particulares padecían el rigor de la crisis, ahogados en deudas y con inversiones inmobiliarias y financieras ruinosas tras una etapa de «exuberancia irracional» de los mercados y expansión desorbitada.

Con la crisis iniciada a finales de 2007, el sistema financiero colapsó y todos, sin excepción, contemplamos atónitos como los distintos mecanismos de control y garantía habían fallado.

La crisis económica del año 2007 no era espontánea o sobrevenida, no debería entrar dentro de la categoría de «cisne negro», aquel suceso improbable e imprevisible definido por Nassim Taleb, sino que trae causa en el propio diseño del modelo económico y financiero existente. En particular, la confianza del sistema se sustentaba (y sustenta) en la existencia de ciertas instituciones e intermediarios que trataban de garantizar el buen funcionamiento de los mercados y las relaciones interpersonales. Por ejemplo, los Bancos Centrales tienen como función esencial, aparte de la definición y ejecución de la política monetaria, proporcionar estabilidad al sistema (tipos de interés y precios) y respaldar la moneda oficial.

Sin embargo, en los años anteriores a la crisis, los distintos agentes económicos (consumidores, usuarios, comerciales, bancos, etc.), con la negligencia culpable de los reguladores y supervisores, se dejaron llevar por la euforia del momento, sin atender a los propios controles personales y morales, comportándose de forma imprudente y con una deficiente valoración de los riesgos.

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Las caducas recetas monetarias de estímulo del gasto y del consumo gracias a una expansión monetaria indefinida, bien sea a través de la intervención pública directa y/o con rebajas en los impuestos y tipos de interés, contribuyeron a crear la ilusión de superar los efectos de los ciclos económicos. De hecho, tras la quiebra del sistema de Bretton Woods y el fin de las paridades fijas, el constante y creciente flujo de dinero creado por los bancos centrales se desligó del subyacente productivo, de la economía real, condicionando las decisiones económicas individuales, al incentivar el consumo frente al ahorro y la inversión.

Ese entorno de euforia económica, de expansión desmedida del consumo y de la inversión especulativa, tanto en el sector privado como el público, sólo era posible gracias a unas instituciones financieras que, ávidas de crecimiento y obtención de beneficios ilimitados, se comportaron como cualquier tabernero sin escrúpulos, animando a sus clientes a la ingesta de bebidas alcohólicas sin freno, ignorando todas las señas de degeneración de la gran juerga. Ronda tras ronda, hasta el derrumbe final.

Como ya se ha apuntado, la intervención pública en los mercados monetarios no es neutral, interfiere en las decisiones individuales. Los excedentes de liquidez y una reducción artificial del coste del dinero propician la imprudencia y distorsionan la percepción a la población acerca de su realidad y su capacidad económica, produciendo sesgos en la asunción de riesgos. Por ejemplo, la adquisición de una vivienda por un valor muy superior a la capacidad real de ahorro, partiendo de la errónea premisa de que el precio de la vivienda seguirá creciendo de forma sostenida en el tiempo y, además, en una potencial mejora de ingresos futuros, animan a asumir un endeudamiento presente por encima de las capacidades reales de pago.

Pues bien, la flexibilización de la concesión de crédito y el desenfreno financiero fueron conscientemente ignorados por la mayoría de las instituciones políticas y económicas, bancos centrales, entidades de supervisión y control, etc. En parte,

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nadie quería asumir la condición de aguafiestas pese a las continuas alertas del descontrol existente. No sólo carecieron de la valentía y la decencia de exigir una mínima prudencia e imponer una cierta racionalidad, sino que, optaron por mirar a otro lado 2, para aprovechar a su favor el extraordinario ciclo de expansión económica.

En definitiva, tras unos meses de gran incertidumbre, en septiembre de 2008 descubrimos que el mundo de ayer desaparecía y abruptamente aparecía un nuevo escenario inédito y desconocido. Las instituciones políticas y económicas, y en especial, aquellas vinculadas al sector financiero, perdieron su credibilidad y la confianza de los agentes económicos. La confianza, el elemento clave para el correcto funcionamiento de los mercados y del intercambio libre entre personas, se derrumbó y, aún hoy, no se ha recuperado. A consecuencia de ello, las relaciones económicas se vieron sensiblemente afectadas, extendiendo los daños y perjuicios al conjunto de la población.

Precisamente, en este turbulento contexto, Bitcoin se presenta como alternativa para superar los problemas de confianza. A grandes rasgos, la propuesta consiste en construir un sistema monetario adicional que no dependa de terceros de confianza, sino que, a partir de la tecnología existente y la crip-

2. El pasado 10 de octubre de 2022 se publicó la concesión del Nobel de Economía, entre otros, a Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos entre 2006 y 2014, entre otras razones, porque sus estudios contribuyeron a «comprender mejor el rol de los bancos centrales en la economía, y particularmente, durante la crisis financiera.» Para cualquier observador crítico, resulta sorprendente la concesión del citado reconocimiento a una persona que, no sólo no supo detener o anticipar la crisis financiera, sino que, tras el estallido de la burbuja financiera, en lugar de sanear el sistema y apoyar su transformación, asumiendo los costes que ello supone, optó por un nuevo ciclo de expansión monetaria sin precedentes (Quantitative Easing) reduciendo los tipos de interés al 0%. Al final, como puede comprobarse en la actualidad, lo único que se ha logrado es postergar en el tiempo el fracaso del sistema monetario actual. Para la posterioridad, queda su afirmación, en diciembre de 2007, de que «No espero problemas de solvencia entre las grandes entidades financieras».

tografía, se dote de la seguridad y fiabilidad necesaria para la realización de transacciones directas entre personas ( peer-topeer):

«Lo que se necesita es un sistema de pagos electrónicos que esté basado en pruebas criptográficas en vez de en confianza, permitiendo a las dos partes interesadas realizar transacciones directamente sin la necesidad de un tercero confiable.»3

Bitcoin es una alternativa monetaria y financiera que no depende ni está bajo supervisión de ninguna institución humana. Se sustenta en que el propio sistema sea, en sí mismo, seguro, fiable y confiable. Como se verá más adelante, en el pensamiento del creador y del colectivo original vinculado a Bitcoin, subyace una sana desconfianza en los Gobiernos e instituciones humanas, simplemente, porque el hombre, por naturaleza, es vulnerable al error y, además, susceptible de corrupción.

La Historia nos evidencia que los Gobiernos acaban abusando de la confianza de sus gobernados y tienden a hacer un uso inadecuado y/o abusivo de los medios e instrumentos de gobierno. En política monetaria, desde tiempos inmemoriales, los poderes no han dudado en servirse de la depreciación del valor intrínseco de la moneda y una artificiosa emisión de dinero para financiar sus desmedidos gastos señoriales y/o públicos, así como para la compra de favores y fidelidades.

De hecho, algunos de los teóricos de la denominada Escuela de Salamanca del Siglo xvi y xvii , como Juan de Mariana, Diego de Covarrubias o Martín de Azpilicueta, analizaron y expusieron el carácter distorsionador de la inflación en la economía real y sus funestas consecuencias para la población.

En particular, en el 1609, el padre jesuita Juan de Mariana publicaba su conocido « Tratado y discurso sobre la moneda de

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3. NAKAMOTO, Satoshi. «Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Usuario-a-Usuario.». Introducción.

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vellón» en el cual denunciaba y ponía en evidencia las prácticas de la Casa de Austria, bien sea reduciendo el contenido del metal noble de las monedas (envilecimiento) como el abuso del señoreaje (beneficio fiscal por acuñar una moneda), para financiar los gastos del incipiente Estado y su administración. Con gran agudeza, Juan de Mariana vislumbra la correlación entre el incremento de la masa monetaria en circulación y un aumento general de los precios, con el consiguiente empobrecimiento de la población.

«(…) si el príncipe no es señor, sino administrador de los bienes particulares, ni por este camino  [impuestos] ni por otro les podrá tomar partes de sus haciendas, como se hace todas las veces que se baja la moneda, pues le dan por más lo que vale menos y si el príncipe no puede echar pechos contra la voluntad de sus vasallos ni hacer estanques de las mercaderías, tampoco podrá hacerlo por este camino [vía inflación], porque todo es uno y todo es quitar a los del pueblo sus bienes por más que se les disfrace con dar más valor legal al metal de lo que vale en sí mismo.»

Aunque de forma rudimentaria, Juan de Mariana constata que esta mala praxis tiene una causa primera, el derroche público, la ausencia de la debida prudencia en el gasto público 4 .

Tal es así, que se sirve ofrecer al monarca reinante algunas recomendaciones (avisos), entre las cuales,

4. Como cabría imaginar, esta denuncia pública no fue bien acogida por los gobernantes y tras su publicación en 1609, de forma inmediata, la Inquisición interrogó y apresó al padre Juan de Mariana, a instancias, presuntamente, del valido real de Felipe III, el Duque de Lerma, al que se alude en el texto. Tras el cautiverio y el correspondiente proceso judicial, gracias al aprecio que por él sentía el monarca, fue liberado, si bien, estuvo recluido alrededor de un año y, en los años sucesivos, hasta su defunción, abandonó sus escritos sobre cuestiones políticas y económicas y se centró en el ámbito histórico y/o religioso. Mientras el autor era, más o menos, liberado, su libro (junto con otras de sus obras, en especial, su gran tratado de economía política que escribió en 1605, «De Rege et Regis Institutione») se incluyó en los índices de libros prohibidos por la Inquisición y fueron decisivamente perseguidos por toda Europa.

«El primero será que el gasto de la casa real se podría estrechar algún tanto, que lo moderado, gastado con orden, luce más y representa mayor majestad que lo superfluo sin él. (…) La segunda traza sería que el rey, nuestro señor, se acortase en las mercedes; (…) que no hay en el mundo reino que tenga tantos premios públicos, encomiendas, pensiones, beneficios y oficios; con distribuirlos bien y con orden, se podría ahorrar de tocar tanto en la hacienda real o en otros arbitrios de que se podrán sacar ayudas de dineros.»

Como vemos, la existencia y persistencia de déficits de financiación de los gastos públicos son el origen y fuente de intervenciones en los mercados monetarios y financieros, a fin de obtener, de forma indirecta, ingresos adicionales sin afrontar el desgaste o impopularidad de un aumento de la recaudación tributaria directa.

Recientemente, Thomas Sowell definía la inflación como ese tributo masivo en virtud del cual los Gobiernos roban de forma silenciosa a la población:

« La inflación no es solamente un impuesto oculto, también es un impuesto masivo . Un gobierno puede anunciar que no aumentará los impuestos, o que sólo aumentarán para «los ricos» —como sea que éstos sean definidos—, pero al crear inflación el gobierno transfiere parte de la riqueza de todo el que tenga dinero, es decir, absorbe la riqueza de personas ubicadas en un amplio rango de ingresos y riqueza, desde los más ricos hasta los más pobres. En la medida en que los ricos tengan invertida su riqueza en acciones, bienes raíz u otros activos intangibles cuyo valor aumenta junto con la inflación, puede que logren eludir una parte de este impuesto de facto, a diferencia de la gente de ingresos más bajos que seguramente no podrá eludirlo» 5

5. SOWELL, Thomas, «Economía básica. Un manual de economía escrito desde el sentido común» Editorial Deusto. Madrid. 2013.
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