CARTA DEVALORES

CARTA DE VALORES El itinerario 1. Mejorar la orientación En un complejo y diferenciado escenario socio económico y organizacional, ha aumentado substancialmente la demanda social de la orientación y se ha planteado una mayor conciencia del doble papel desempeñado por ésta para promover y fortalecer el potencial individual y el diseño de competencias, y en el apoyo y acompañamiento en los itinerarios que están vinculados a las necesidades específicas. Es necesario invertir en la coordinación entre servicios locales para crear un sistema integrado, que demostrará la capacidad de poner en común las experiencias derivadas de la educación, la formación profesional y los sectores de empleo, destacando el importante vínculo entre los servicios sociales y el sistema de bienestar.

2. Dirigir la compleja demanda de orientación La necesidad de diversificar las acciones de orientación para atender a las necesidades específicas del grupo de destinatarios ha contribuido a diseñar un escenario caracterizado por una pluralidad de prácticas y contextos donde se llevan a cabo las acciones. Se cree que la mejor forma de tratar esta complejidad es mediante un dispositivo de enlace de segundo nivel que brinde apoyo técnico a los servicios básicos y que sirva de conexión entre el nivel local y nacional (Foro) y, a través de éste, a nivel europeo (Red Euroguidance).

3. Reconocer la necesidad de innovación El análisis de la situación europea, que sirve como base para el diseño del proyecto GIRC (Guidance Innovation Relays Centres) ha permitido identificar los principales límites del sistema de orientación, que deben ser superados gracias al desarrollo del dispositivo de enlace: - La fragmentación de las competencias legislativas entre instituciones diferentes (incluso, para empezar, a nivel nacional, entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Trabajo); - La ausencia de normas de calidad que deben aplicarse a las actuaciones, dada la presencia y el número cada vez mayor de servicios de orientación/acciones proporcionadas; - El problema de la educación, formación y cualificación de los diferentes perfiles profesionales que operan en el campo; 3 - La falta de una cultura de evaluación aplicada a las prácticas de orientación.