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CONFESIONES TECNOLÓGICAS: LA SAGA POR NO QUEDAR REZAGADO Prof. Néstor L. Hernández Guzmán
CONFESIONES TECNOLÓGICAS: LA SAGA POR NO QUEDAR REZAGADO
Prof. Néstor L. Hernández Guzmán Profesor de Música Escuela Secundaria Universidad de Puerto Rico
Cuando me inicié como educador musical, en 1976, exhibía un alto dominio sobre diversas tecnologías utilizadas en la sala de clases como el tocadiscos (45, 78 y 33 rpm), la grabadora y reproductora de casetera, el teclado electrónico Casio (con ritmos y acompañamientos), el proyector vertical y el de 16 mm, entre otros aparatos. Sin embargo, la adaptación a las tecnologías emergentes no siempre se mantiene a tempo (en mi caso, moderato non troppo) lo cual aumenta la brecha tecno-generacional que puede llegar a ser fuente de incertidumbre y frustración. Es evidente que el impacto de los adelantos tecnológicos en diversas áreas relacionadas o aplicables a la actividad educativa ha sido, por demás, dramático. Aunque el amplio acceso a nuevas o más sofisticadas herramientas de información, comunicación y producción ofrece múltiples oportunidades a los actores en el escenario educativo, lo cierto es que, por diferentes motivos, muchos educadores se sienten inseguros o intimidados ante esta realidad.
Uno de los más evidentes es el aspecto generacional que define en mayor o menor grado las experiencias, expectativas y actitudes de las personas en el ámbito de la tecnología, según la disponibilidad, uso e impacto de ésta en sus años formativos. Otro, independientemente de la edad del individuo, es la limitación de oportunidades por motivos económicos o socio-culturales a conocer y utilizar los recursos tecnológicos populares y de nuevo cuño. Por supuesto, es innegable que el aparente confort de continuar el modus operandi en los enfoques y en las prácticas educativas en que nos formamos y acomodamos propiciaba un efecto de inercia que empañaba las lecturas en la mágica bola de cristal del ingenio y el progreso humano en los campos de la ciencia, la tecnología y la educación.
Sin embargo, y reflexionando en mi caso en particular, el glorioso (y ahora primitivo) Sputnik fue el pináculo tecnológico de la humanidad apenas 19 años, antes de iniciar mi carrera como educador musical en la Escuela Intermedia Rafael Cordero (Pda. 15, Santurce). Hoy, como maestro de música de la Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico (UHS), he tenido la oportunidad de aprender y crecer poco a poco en la literacia tecnológica, especialmente a través de los estudiantes que realizaron su práctica docente conmigo y los estudiantes en general con los que me he relacionado a través de los años. Un claro ejemplo de esta paulatina evolución personal fue la persistencia en utilizar la tecnología del lápiz y el papel de pentagrama como la herramienta fundamental en el proceso de creación y escritura musical en una amplia gama de expresiones, propósitos y conjuntos musicales. Varios cientos de lápices número 2 después, y con el estímulo de mi esposa, irónicamente, profesora de Tecnología Educativa y de mis estudiantes, decidí enfrentar y domesticar algunos programas electrónicos de notación musical, por lo menos a un nivel básico en que se proyectara más profesionalmente el producto de los impredecibles torbellinos de ideas que suelen asolar a los músicos y a los educadores musicales. Al cabo de varios años, utilizo Finale para estos trabajos, aunque confieso que consulto regularmente los tutoriales, así como a otras pacientes amistades dado que, por alguna extraña razón, mi alambrado o sistema operativo Néstor.53 fue diseñado e instalado para atender y entender procesos más sencillos y rutinarios.
de notación musical (Sibelius, Encore, entre otros) ofrecen la oportunidad de escuchar, alterar y refinar al momento el resultado o efectividad del proceso creativo. Sin embargo, mi formación y experiencias musicales me recuerdan la importancia de poseer y mantener unas destrezas indispensables de audición, imaginación y discriminación musical. Es decir, poseer la capacidad de la creación y registro musical a través de la escritura tradicional (lápiz y papel), especialmente cuando no tenemos un instrumento musical a la mano, cuando no hay servicio eléctrico o cuando estamos inspirados en un lejano paraje montañoso (sin computadora, por supuesto).
Band in a Box es otro programa de gran utilidad en la creación de acompañamientos y pistas para solistas o diversos tipos de conjuntos musicales. Su menú incluye una gran variedad de ritmos y variaciones armónicas y estilísticas que le imprimen un alto grado de calidad y “espontaneidad” a las piezas trabajadas en este programa. Aunque lo he utilizado en forma limitada, me propongo a explotar más esta herramienta para propiciar recursos variados, interesantes y eficientes en el estudio y montaje de piezas de las agrupaciones que generalmente atiende el Programa de Música (Rondalla, Coro y Coro de Campanas). Otro motivo importante para fomentar el uso de Band in a Box son las frecuentes peticiones de estudiantes particulares de presentar piezas (individual o colaborativamente) en actividades y proyectos asignados en otros cursos y materias. Muchas de estas piezas son creadas y ejecutadas por los propios estudiantes y, como especialista en el área, solicitan mi consejo y colaboración en estos asuntos.
Estos programas de notación, acompañamiento y composición musical pueden facilitar el aprendizaje de los estudiantes de las piezas estudiadas en clase. Mi experiencia es que muchos practicantes utilizan estas herramientas, no solo para sus proyectos particulares, sino como recursos educativos y de aprendizaje de aspectos teóricos y prácticos que estudian los alumnos que tienen a su cargo en su práctica docente. Ya sean escalas, ejercicios, tempo, dinámicas, figuras musicales y métrica, entre otros temas, estos y otros recursos han estado disponibles, generalmente, a través de los correose de los estudiantes y tienen el potencial de constituirse en un banco de datos e información que puede beneficiar a nuevos estudiantes en el ámbito de la educación musical.
Ocasionalmente he tenido estudiantes muy interesados en la creación y producción musical, quienes ya dominan diversas herramientas y programas de aplicación musical. Entre éstos, recuerdo a Mario Estrada, un estudiante del Programa de Música, quien compuso una pieza de música electrónica, cantante solista y Coro de Campanas titulada Magia, la cual se presentó con mucho éxito en uno de nuestros conciertos de primavera. Fue muy interesante la interacción con Mario en este proceso pues, indiscutiblemente, en muchos aspectos técnicos-musicales él fue el maestro y yo el aprendiz. Es menester reconocer que muchos estudiantes, ya sea por mayor interés en las novedades tecnológicas que marcan el paso de su generación u otras razones, se mantienen mejor que muchos ex-jóvenes en el conocimiento y manejo de nuevas tecnologías y de sus aplicaciones. Es necesario, aun para los profesores poco tecnológicos, poseer un sentido de humildad y curiosidad tecnológica que aprecie justamente el aprendizaje que resulta de la interacción con alumnos más versados en estas áreas especializadas. La mejor recompensa en este tipo de intercambio es la satisfacción y reciprocidad del estudiante que reconoce acertadamente el interés y agradecimiento del maestro-aprendiz como genuino.
Un fenómeno cibernético que ha impactado y democratizado significativamente la educación y la sociedad en general es la herramienta de video Youtube. Además de proveer una amplia gama de temas, permite que cualquier ciudadano interesado exhiba ante el mundo, dentro de ciertos límites razonables, sus propios vídeos, es decir, sus ideas, preferencias, logros e intereses personales. En nuestro caso, varios vídeos de presentaciones de nuestros estudiantes del Programa de Música han sido “subidos” a Youtube por los propios estudiantes (por ejemplo, http://www.youtube.com/watch?v=79249DItjlE) y hasta por miembros del público que grabaron y decidieron compartir estas experiencias músicoculturales con el mundo entero (por ejemplo, http://www.youtube.com/ watch?v=YW5GiemrMXk). Utilizamos Youtube en nuestras clases, especialmente en el curso requerido de apreciación musical que ofrecemos a estudiantes de séptimo y octavo grado. La supuesta apatía de
estos estudiantes por la música clásica se transmuta en ávido interés al presentarles ejemplos musicales en formatos muy originales (por ejemplo, un fragmento del primer movimiento de la Sinfonía #40 de Mozart: http://www.youtube.com/ watch?v=5oz6cnuU2_Y) y la representación mediante la animación computarizada que fortalece la comprensión de elementos físicos y acústicos como la organización de patrones rítmicos, la preparación a la ejecución, los timbres y los registros de los sonidos musicales (http://www.youtube.com/ watch?v=QStm3ZyzgY0&feature =related). Hasta agrupaciones corales pueden aprender y disfrutar la ejecución de efectos especiales como, por ejemplo, la imitación de la lluvia (http://www.youtube.com/ watch?v=yjbpwlqp5Qw). En términos educativos, ha sido un medio sin par para informar, motivar y educar a nuestros estudiantes.
Otro portal que ha impactado grandemente el ámbito educativo y a
amplios sectores de la sociedad interesados en conocer sobre los logros y conocimientos recientes y significativos del ser humano es ted.com. Como educador musical y maestro colaborador de estudiantes de práctica docente de la UPR y del Conservatorio de Música de Puerto Rico, recurro y utilizo frecuentemente con mis estudiantes presentaciones de expertos e innovadores en este portal, tanto en el tema musical como en otros de interés y aplicación general. La prevalencia universal de la escala pentatónica (http:// vimeo.com/5732745), la integración del fenómeno musical al malabarismo (http://www.ted.com/talks/michael_moschen_juggles_rhythm_ and_motion.html), la exuberancia musical inspirada por un joven y genial director orquestal venezolano (http://www.ted.com/talks/astonishing_performance_by_a_venezuelan_youth_orchestra_1.html) y el dominio técnico y expresivo de famosos directores de orquestas sinfónicas (http://www.ted.com/talks/ itay_talgam_lead_like_the_great_ Es necesario, aún para los profesores poco tecnológicos, poseer un sentido de humildad y curiosidad tecnológica que aprecie justamente el aprendizaje que resulta de la interacción con alumnos más versados en estas áreas especializadas. conductors.html) son sólo algunos ejemplos musicales de gran valor en la educación musical y en el desarrollo del aprecio por el sublime arte musical.
Entiendo que un genuino y placentero sentido de curiosidad intelectual del educador debe preceder, enriquecer y fundamentar la dimensión utilitaria de los diversos temas disponibles a través de estas herramientas tecnológicas. En todo caso, espero, con la ayuda de mis estudiantes y otras abnegadas personas, no quedar muy rezagado en la dinámica (r)evolución tecnológica en que se adivinan nuevas formas de vida e interrelaciones humanas. Sólo espero poder reciprocar compartiendo oportunamente conocimientos sobre viejas costumbres y tradiciones de estudio, ejecución, creación musical sin necesidad de electricidad y circuitos artificiales sofisticados. Y quien sabe, quizás se nos sean revelados finalmente los secretos tecnológicos a partir del 21 de diciembre de 2012.