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Jorge Luis Borges y la desestabilización de la realidad
Giovanna Brozzón - Vitoria Cunha - 12 . ° grado
El famoso cuentista Jorge Luis Borges usa diferentes elementos para darle más complejidad y significado a sus historias. Sus cuentos, al leerlos, parecen reales, pero siempre tienen algún elemento que desestabiliza esta realidad. Muchas veces es usando el tiempo y el destino como un laberinto que el hombre no sabe navegar. Es decir, al leer uno de sus cuentos, uno pierde la noción de si lo que está leyendo es realidad o no, como es el caso del cuento “El sur”, y a veces nos hace dudar de nuestra propia realidad, como ocurre en “Tema del traidor y del héroe”. En ambos cuentos, mediante el uso del doble, del concepto del destino, y el uso del tiempo y espacio, Borges logra desafiar los límites de la realidad y el tiempo.
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El doble es cuando se crea el desdoblamiento en un personaje o concepto. Es cuando dentro de uno en realidad existen dos; como una persona mirándose al espejo—una representación que a Borges le encantaba emplear. En “El sur”, tenemos el Dahlmann de antepasados alemanes religiosos que yace en su lecho de muerte por una septicemia en el hospital, y el Dahlmann de antepasados argentinos guerreros que se enfrenta a la muerte en un duelo de cuchillos en una llanura del sur de Argentina. “Mañana me despertaré en la estancia, pensaba, y era como si a un tiempo fuera dos hombres: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y
el otro, encarcelado en un sanatorio sujeto a metódicas servidumbres” (“El sur” 3). El Dahlmann alemán es uno que no ha hecho nada heroico en su vida. En realidad, aunque Dahlmann “se sentía hondamente argentino” (“El sur” 1), él era mucho más parecido a sus antepasados alemanes por este hecho. Como él no podía, ni quería, morir una muerte de tan poco orgullo, Dahlmann se empieza a imaginar que va en un tren al sur del pasado—“La soledad era perfecta y tal vez hostil, y Dahlmann pudo sospechar que viajaba al pasado y no al Sur” (“El sur” 3). Esto trae también la dimensión fantástica al cuento ya que hace que la persona dude cuál Dahlmann es el real, el del duelo o el del sanatorio, el alemán o el argentino—aunque podemos inferir que el viaje al sur es una alucinación, esta duda si existe en el lector y está presente en gran parte del texto. Existen detalles específicos—cómo él no sentía el pelo del gato, el tren que cambiaba, cómo él sentía que viajaba al pasado, el mozo del almacén que al final sabía su nombre—que nos hacen notar que el viaje no es la realidad. Este doble es lo que causa que estos límites de la realidad se distorsionen, e incluso, desestabiliza el sentido del tiempo ya que existen dos planos que pasan en simultáneo. Como dice una traductora eslovena, Marjeta Drobnič, en el cuento “los lectores podemos vivir dos realidades a la vez, que no se enfrentan destruyéndose una a otra, sino que, en una simbiosis muy fructuosa, transcurren paralelamente” (Drobnič 1). En su otro cuento, “Tema del traidor y del héroe”, vemos un desdoblamiento en el hecho que una persona puede ser traidor y héroe al mismo tiempo. El héroe de la historia, el irlandes Kilpatrick, tiene estas dos caras al mismo tiempo. Su descendiente, Ryan, cuando investiga su historia, se entera de esto, que esa persona tan importante en la historia de Irlanda y en su vida en realidad es un traidor, y no tiene idea de qué hacer. Decide publicar que Kilpatrick en realidad es un héroe e ignora las acciones negativas del mismo. Dependiendo de quien lo mire y de qué ángulo, la persona tendrá una visión diferente de Kilpatrick. Esto hace que las líneas entre la ficción y la realidad se vuelvan más borrosas, ya que si uno busca mucho, se va a dar cuenta de que Kilpatrick fue un traidor pero convertido en héroe, mártir, ya que “Nolan propuso un plan que hizo de la ejecución del traidor un instrumento para la emancipación de la patria” (“Tema del traidor y del héroe” 2). “Sugirió que el condenado muriera a manos de un asesino desconocido, en circunstancias deliberadamente dramáticas, que se grabaran en la imaginación popular y que apresuraran la rebelión. Kilpatrick juró colaborar en ese proyecto, que le daba ocasión de redimirse y que rubricaría su muerte” (“Tema del traidor y del héroe” 2-3). Como lectores, nosotros sí tenemos manejo de la realidad y la ficción gracias al narrador en tercera persona, pero la gente de Irlanda que vive la historia de Kilpatrick no sabe esta diferencia. La historia que Nolan inventa y la que Ryan descubre muestra las dos caras del héroe irlandes, pero ésta no es expuesta al público ya que Ryan, por orgullo o patriotismo, “publica un libro dedicado a la gloria del héroe” (“Tema del traidor y del héroe” 3) así sumando a la desestabilización de la realidad para el público y al doble del héroe y del traidor.
Borges también habla de un destino que ya está escrito en ambos cuentos. En “El sur”, el destino incluso tiene una personificación dentro de la historia en la forma del gaucho viejo del almacén. Cuando Dahlmann viaja al sur, al pasado, él se encuentra con un gaucho viejo que incluso llevaba puesto el atuendo clásico— “la vincha, el poncho de bayeta, el largo chiripá y la bota de potro… gauchos de ésos ya no quedan más que en el Sur” (“El sur” 4). Cuando los jóvenes que estaban molestando a Dahlmann lo invitan a un duelo, él dice no poder participar porque no tiene un cuchillo—algo que resulta ser una ventaja porque no sabría qué hacer con uno. Sin embargo, este gaucho viejo le tira un cuchillo y al agacharse para agarrarlo, Dahlmann sella su destino de luchar
ya que no puede desistir porque perderá su honor. “Desde un rincón el viejo gaucho estático, en el que Dahlmann vio una cifra del Sur (del Sur que era suyo), le tiró una daga desnuda que vino a caer a sus pies. Era como si el Sur hubiera resuelto que Dahlmann aceptara el duelo” (“El sur” 5). Este gaucho viejo simboliza ese destino que ya le está esperando. El gaucho estaba esperando para pasarle el cuchillo y que así él pueda morir una muerte de honor, una muerte argentina guerrera, y no una muerte vergonzosa, poco heroica, en el hospital, por una infección. El destino le impone la manera de morir ya que “el arma, en su mano torpe, no serviría para defenderlo, sino para justificar que lo mataran” (“El sur” 5). Solamente con esta muerte él puede morir en paz, porque si no, no podría decir que “se sentía hondamente argentino” (“El sur” 1). Existe algo similar en “Tema del traidor y del héroe”, esta idea de un destino premeditado. Sin embargo, en este caso, es explorada mediante un concepto clásico de Borges que es el círculo. En el cuento, Borges dice que el destino es algo que se repite, y que las historias son “laberintos circulares” (“Tema del traidor y del héroe” 2). Se dice que el destino del héroe Kilpatrick estaba previsto ya que la historia de Julio Cesar era igual a la de éste. El mundo es como un círculo perfecto donde la historia se repite una y otra vez. “Piensa en la transmigración de las almas, doctrina que da horror a las letras célticas y que el propio César atribuyó a los druidas británicos; piensa que antes de ser Fergus Kilpatrick, Fergus Kilpatrick fue Julio César. De esos laberintos circulares lo salva una curiosa comprobación, una comprobación que luego lo abisma en otros laberintos más inextricables y heterogéneos: ciertas palabras de un mendigo que conversó con Fergus Kilpatrick en día de su muerte, fueron prefiguradas por Shakespeare, en la tragedia de Macbeth. Que la historia hubiera copiado a la historia ya era suficientemente pasmoso; que la historia copie a la literatura es inconcebible…” (“Tema del traidor y del héroe” 2). Se da esta idea de destino claramente ya que se dice que la muerte de Kilpatrick estaba prevista porque la predijo la muerte de Julio Cesar, e incluso la muerte de Kilpatrick predice la de Lincoln… De igual manera, el hecho de que Ryan elija escribir sobre su antepasado como un héroe y no un traidor “tal vez, estaba previsto” (“Tema del traidor y del héroe” 3) según Borges. La idea de un destino premeditado, de un destino circular agrega a lo fantástico del cuento porque nos hace dudar si esto en realidad es real, o si es mera coincidencia.
También debemos considerar, en ambos cuentos, el uso del tiempo y el espacio y cómo estos contribuyen a la desestabilización de la realidad. En el cuento “El sur”, el tiempo y el espacio son muy importantes para la historia ya que mucha gente piensa que esta es una de las historias en la cual Borges usa su propia vida y la implementa en la historia. Ambos Borges y Dahlmann son de ascendencia gaucha y extranjera al mismo tiempo. Para Borges, la historia argentina era un asunto de familia, un conflicto que se equiparaba a la tensión familiar entre la civilización (representada por la cultura letrada que heredó de su padre), y la barbarie del linaje de su madre (que era sinónimo de acción y de lucha). El viaje al Sur se carga con este trasfondo e implica, para Dahlmann, recuperar esa conexión con su abuelo, demostrando que tanto Borges como Dahlmann tenían un desdoblamiento en sus personas. Otra conexión que se podría hacer entre Dahlmann y Borges es que Borges también sufre una septicemia. El sanatorio, el espacio del cuento, también es importante porque sino fuera por ese espacio no hubiera pasado la alucinación en sí que es el elemento más importante de la historia. “-Señor Dahlmann, no les haga caso a esos mozos, que están medio alegres. Dahlmann no se extrañó de que el otro, ahora, lo conociera” (4). Como este señor del almacén sabe, de repente, su nombre cuando antes no lo conocía demuestra que Dahlmann seguía en el hospital y que todo era una alucinación, y de esto se trata el cuento entero—de esta
distorsión de la realidad. El tiempo y el espacio se revelan en dos planos simultáneos, el sanatorio y el viaje al sur. Esta distorsión de la realidad se da al proponer este espacio alucinando y soñado como un posible espacio real. En el cuento “Tema del traidor y del héroe”, el espacio y el tiempo también son importantes pero de una manera diferente. Ambos son importantes ya que toda la historia se basa en ellos. “La acción transcurre en un país oprimido y tenaz: Polonia, Irlanda, La república de Venecia, algún estado sudamericano o balcánico... Ha transcurrido, mejor dicho, pues aunque el narrador es contemporáneo, la historia referida por él ocurrió al promediar o al empezar el siglo XIX” (1). El narrador tiene que viajar en el tiempo y elegir un lugar específicamente “oprimido y tenaz” donde pueda ocurrir el relato que él va contar. Esto significa que la historia no podía ejecutarse en el tiempo y el espacio del narrador porque no tenían las características específicas que se necesitaban para la ejecución de la historia. También es muy importante el tiempo de la historia ya que se elige específicamente para poder hacer las comparaciones y que sean relevantes para el personaje principal. Se compara la historia del héroe Kilpatrick con la del Julio César de Shakespeare. Un ejemplo es cuando dice: “Ryan indaga que en 1814, James Alexander Nolan, el más antiguo de los compañeros del héroe, había traducido al gaélico los principales dramas de Shakespeare; entre ellos, Julio César.” (2). Esos paralelismos, entre otros, de la historia de César y de la historia de un conspirador irlandés inducen a Ryan a suponer una secreta forma en la que el tiempo se repite—un dibujo de líneas que se repiten. Es por esto mismo que la importancia del tiempo y espacio no es la misma que en el cuento “El sur”. Ya que lo que le pasa a Kilpatrick le pasó a muchos otros antes, se podría inferir que hay varios tiempos y espacios que se podrían usar para el cuento, a diferencia de “El sur” donde el tiempo y espacio elegidos son esenciales para que transcurra la historia.
En ambos “El sur” y “Tema del traidor y del héroe” Borges logra desafiar los límites de la realidad y el tiempo al jugar con los conceptos del destino, el doble y el tiempo y el espacio. Borges usa estos elementos para darle más profundidad a sus historias, para contar varias historias en una. Es como Ricardo Piglia dice “un cuento siempre cuenta dos historias. El arte del cuentista consiste en saber cifrar la historia 2 en los intersticios de la historia 1. Un relato visible esconde un relato secreto” (García 2). Esta es una de las características que hace que los cuentos de Borges se destaquen, y si no fuera por los elementos listados anteriormente, él no podría lograr esto. Los cuentos de Borges se vuelven obras maestras literarias ya que dejan al lector dudando sobre la realidad e incluso cuentan una historia que puede ser repetida, o dos historias en simultáneo (cosa que no parece ser posible hasta que uno lee un cuento de Borges). Para entender a Borges, debemos explorar estos tres elementos profundamente y solo entonces podremos captar qué es lo que el cuentista pretende que leamos, y cómo logra desestabilizar la realidad con pequeñas claves como el destino, el doble, y el tiempo y el espacio.
BiBliogrAfíA
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