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Respuestas a Maquiavelo
10 . ° grado
Maquiavelo se equivoca
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“Un príncipe de estos tiempos, a quien no es oportuno nombrar, jamás predica otra cosa que concordia y buena fe; y es enemigo acérrimo de ambas, ya que, si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras.” (Maquiavelo 91)
Maquiavelo se equivoca en cuanto a que un príncipe debería predicar concordia y buena fe, pero ser enemigo de ambas también. Él dice que un príncipe perdería su poder y sus tierras si practica virtudes como la concordia y buena fe todo el tiempo, y que debería estar preparado para irse al otro extremo (crueldad y terror). Yo estoy en desacuerdo con esto, porque aparentar y ejercer ser buena persona pero volverse terrible cuando las circunstancias cambian es ser un hipócrita. Un buen príncipe debería mantenerse sólido sobre sus valores morales y virtudes a pesar de los tiempos difíciles.
Por Margarita Gauto
Juzgando a Maquiavelo
“Digamos primero que hay dos maneras de combatir: una, con las leyes; otra, con la fuerza. La primera es distintiva del hombre; la segunda, de la bestia. Pero como a menudo la primera no basta, es forzoso recurrir a la segunda. Un príncipe debe saber entonces comportarse como bestia y como hombre.” (Maquiavelo 88)
Maquiavelo dice la verdad al mencionar que un príncipe debe recurrir a la fuerza cuando la ley no es suficiente. Yo creo que la mayoría del tiempo, el buen líder sí debería usar las leyes a su beneficio no solamente para controlar al Estado y a los ciudadanos sino también para combatir y defenderse. Pero como vimos varias veces en el pasado y como dice Maquiavelo, la ley no siempre basta. Entonces, hay que usar la fuerza, conocida como “la bestia” según este autor. Como explica Maquiavelo, el buen príncipe es aquel que sabe usar ambas cosas a su beneficio. Yo no podría estar más de acuerdo con esta idea y entiendo que la ley y la fuerza van juntos. ¿Cuál es el punto de seguir las leyes si no sabes usar la fuerza y luego te derrotan? Personalmente no estoy de acuerdo con usar la violencia para conseguir lo que se quiere, pero sé que un buen líder debe adaptarse a las diferentes circunstancias sin miedo. Por eso, estoy de acuerdo con esta idea.
Por María Storm
Maquiavelo se equivoca
“Surge de esto una cuestión: si vale más ser amado que temido, o temido que amado. Nada mejor que ser ambas cosas a la vez; pero puesto que es difícil reunirlas y que siempre ha de faltar una, declaro que es más seguro ser temido que amado.” (Maquiavelo 84)
Maquiavelo se equivoca cuando dice que es mejor ser temido que amado. Creo que uno de los fundamentos más importantes para ser un líder es ser respetado y amado ya que de dicho modo los ciudadanos procederán a seguir las leyes y hacer lo correcto. Si un líder es temido, no tendrá un gobierno estable ni será querido por los ciudadanos. Creo firmemente que es mejor tener respeto por ambos lados, líder hacia los ciudadanos y viceversa. Ser amado no significa hacer ni decir todo lo que los ciudadanos quieran escuchar pero en mi opinión esto refleja cómo es un líder ya que si dice la verdad, hace lo correcto y trata bien a los demás, será amado por muchos. En cambio, si un líder es mentiroso, temido y malvado los ciudadanos tendrán miedo de expresar sus voces. Un líder tiene que permitir que sus ciudadanos puedan tener una voz y yo creo que con temor en el medio eso no sería posible.
Por Fiorella Santacruz
Maquiavelo está en lo correcto
“El hombre cauto fracasa cada vez que es preciso ser impetuoso. Que si cambiase de conducta junto con las circunstancias, no cambiaría su fortuna.” (Maquiavelo 129)
Maquiavelo era un hombre de ideas controversiales, pero muy bien pensadas y estudiadas. Esta cita suya es un ejemplo perfecto de esto, con la que estoy completamente de acuerdo. Él argumenta que en la mayoría de los casos, es mejor ser atrevido en vez de precavido. El hombre que es demasiado cauto en una situación de desesperación donde requiere ser atrevido, está destinado a fracasar y perder su fortuna. En la posición de un príncipe hay que estar preparado para enfrentar problemas con impetuosidad, ya que si un líder trata de ser cauto en una situación donde su reino está bajo fuego, probablemente fracase y pierda mucha de su fortuna. Pero si se enfrenta a las circunstancias cara a cara y demuestra que es capaz de manejar toda situación, incluso con la fuerza, gana gran ventaja al ser intimidante y producir respeto. Estoy completamente de acuerdo con Maquiavelo cuando dice “que es preferible ser impetuoso y no cauto,” porque para mantener la fortuna un príncipe no se debe dejar dominar.
Por Kevin Trajkovski
Maquiavelo: Parecer es Ser
"No es preciso que un príncipe posea todas las virtudes citadas; pero es indispensable que aparente poseerlas. Aun me atreveré a decir que el tenerlas y practicarlas siempre es perjudicial, y el aparentar tenerlas, útil." (Maquiavelo 90).
Maquiavelo tiene razón al explicar cómo un príncipe debe aparentar tener ciertas virtudes cuando en realidad no debería poseerlas. Según mis creencias, cuando hay cierta virtud o actitud que estamos tratando de implementar en nuestra personalidad, siempre se empieza por fingir, que es nuestra naturaleza. Al engañar y practicar tener cierta virtud, luego se irá incorporando en nuestra actitud de manera inconsciente. Por ejemplo: Yo quiero ser más amable, entonces decido saludar a todos que se me crucen en el trabajo. Al principio hay que aparentar y fingir que hago esta acción naturalmente, pero con el tiempo, estas acciones fingidas que me llevan a ser amable, voy a convertirlas en parte de mi persona.
Para un príncipe, es imposible poseer todas las virtudes que consideramos buenas y que debería tener, así que aparentar es el único remedio para que en el ojo de su pueblo parezca fuerte y óptimo. En conclusión, un príncipe debe ser digno en el arte de aparentar, para luego poder adquirir como propias ciertas virtudes.
Por Camila Heberling.
Maquiavelo se equivoca .
“Por lo tanto, es más prudente contentarse con el tilde de tacaño, que implica una vergüenza sin odio, que, por ganar fama de pródigo, incurrir en el de expoliador, que implica una vergüenza con odio.” (Maquiavelo 82)
En este caso Maquiavelo se equivoca en que el príncipe tenga una tilde de tacaño. En mi opinión el príncipe no debería permitir que se le vea como tacaño, porque si se le ve de esta forma también puede implicar que el príncipe o gobernante no gasta lo suficiente y eso a veces puede ser malo. Un príncipe o gobernante tiene que mostrar en qué realiza sus gastos y tomar la decisión de dónde gastar de forma sensata y que beneficie al pueblo y al Estado. Porque para qué sirve tener recursos y no gastarlos, cuando se puede invertir el dinero de forma sensata y transparente de tal forma a no ser visto como tacaño.
Por Ana Ricci.