Pedro Canivell Arzú dio inicio al Taller-Escuela de Escultura en Piedra en Santa Catarina Palopó, en Atitlán, a raíz del descubrimiento de las piedras que trabajaban los Mayas prehispánicos en los sitios arqueológicos alrededor y en el fondo del lago, y notó que Macario Cumes, que trabajaba en su jardín, grababa las piedras que encontraba ahí, por lo que decidió devolver a los descendientes de los Mayas que viven ancestralmente en los pueblos que rodean este impresionante accidente hidrográfico de Guatemala, el eco que con aquellos cinceles de pedernal y madera, sus antepasados lograron sobre las piedras con las que elaboraron estelas y la arquitectura de sus ciudades. Con la colaboración de artistas de la talla del Maestro David Ordóñez Lacayo y la participación de la directora del “Colectivo Cinceles”, Beverley Rowley y una de sus connotadas alumnas, Susana Noguera, colaboran en el desarrollo y aprendizaje del grupo con nuevas tecnologías.