Ramírez, Val & Musso | Magia negra

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M A G I A

N E G R A


FUNDACIÓN OSDE CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

ESPACIO DE ARTE FUNDACIÓN OSDE C.A.B.A.

PRESIDENTE Tomás Sánchez de Bustamante

COORDINACIÓN DE ARTE María Teresa Constantin

SECRETARIO Omar Bagnoli

GESTIÓN DE PRODUCCIÓN Betina Carbonari

PROSECRETARIO Héctor Pérez

PRODUCCIÓN Micaela Bianco Carolina Cuervo Javier González Tatiana Kohan Nadina Maggi Susana Nieto Gabriela Vicente Irrazábal

TESORERO Carlos Fernández PROTESORERO Aldo Dalchiele VOCALES Víctor Hugo Cipolla Alejandro Condomí Alcorta Horacio Dillon Luis Fontana Julio Olmedo Jorge Saumell Ciro Scotti

EXPOSICIÓN Y CATÁLOGO

AUTORIDADES FILIAL ROSARIO

ASISTENCIA Carla Labastié (Rosario) Susana Nieto (C.A.B.A.)

APODERADOS Antenor Ellena Raimundo González Marcelo Romano Roberto Terré REPRESENTANTES Francisco Ridley Juan Carlos Stein GERENTE Daniel Peppe

CURADURÍA Y TEXTO María Laura Carrascal GESTIÓN DE PRODUCCIÓN Janina Aragno (Rosario) Betina Carbonari (C.A.B.A.)

DISEÑO GRÁFICO Ángela Pilotti (Rosario) Oscar Rodríguez (C.A.B.A.) CORRECCIÓN DE TEXTOS Gilda Di Crosta

AGRADECIMIENTOS La Fundación OSDE y la curadora agradecen especialmente a: Luciana Val, Franco Musso, Pablo Ramírez y Gonzalo Barbadillo –el cuarto “mago”–, cuya contribución fue esencial en el desarrollo de la exposición. Guadalupe Gaona, Martín Irizar, Paloma Kon, Mechi Machado, Mary Monti, Carla Rodríguez, Staff Ramírez, Staff Val&Musso: Sergio Claudio, Lucía Correa, Gaspar Curetti, Babun Feroz, Gus Goncalves, Alan Roskyn, Matías Tarsitanne y Ivana Torre Val. Jazmín Calcarami y JC/Agency, Estudio Brandt Maculan, Facu Díaz, Ale Granado, Vero Momenti, y PennyNail. Carlo, Fahoma, Portolano, Rossi&Carusso. Melina Gesto, Romina Lanaro y Mariana Schurink. Lorena Ceriscioli/Lo Management y su staff: Roció Aschieri, Flor Alonso, Juan Pablo Barbadillo, Mateo Birkner, Inti Botas, Zoe Dzugala, Federico Espejo, Melisa Garat, Emilia Micheloud, Ariel Prubner, Mía Quinn, Santiago Robledo Pagés, Lali Rossi, Ramiro Tristán, Guillermina Villa Simón, Yanina Vitorgan, Valentina Wende y Nadia Wetsche. Victoria Lescano, Felisa Pinto y Ana Torrejón –madrina de este proyecto–.

DISEÑO DE MONTAJE María Laura Carrascal Luciana Val Franco Musso Pablo Ramírez Gonzalo Barbadillo MONTAJE Enrique Amoroso (Rosario) Cristián Grignolio (Rosario) Nicolás Boni (Rosario) Horacio Vega (C.A.B.A.)

Fundación OSDE Ciudad Autónoma de Buenos Aires Septiembre 2015

ESPACIO DE ARTE - FUNDACIÓN OSDE (ROSARIO) Bv. Oroño 973, 4° y 5° piso Ciudad de Rosario - Santa Fe Tel: 0810-555-6733 ESPACIO DE ARTE - FUNDACIÓN OSDE (C.A.B.A.) Suipacha 658 1° - Ciudad Autónoma de Buenos Aires Tel / Fax: (54-11) 4328-3287/6558/3228 espaciodeartefundacion@osde.com.ar www.artefundacionosde.com.ar

Todos los derechos reservados © Fundación OSDE, 2015 Leandro N. Alem 1067, Piso 9 (C1001AAF) Ciudad Autónoma de Buenos Aires República Argentina. Queda prohibida su reproducción por cualquier medio de forma total o parcial sin la previa autorización por escrito de Fundación OSDE. ISBN 978-987-9358-93-1 Hecho el depósito que previene la ley 11.723 Impreso en la Argentina. Carrascal, Maria Laura Magia Negra, Pablo Ramírez, Luciana Val y Franco Musso / Maria Laura Carrascal. - 1a ed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Fundación OSDE, 2015. 100 p. ; 22 x 15 cm. ISBN 978-987-9358-93-1 1. Catálogo de Arte Argentino. I. Título. CDD 708


M A G I A

N E G R A

DEL 22 DE SEPTIEMBRE AL 29 DE NOVIEMBRE DE 2015, ROSARIO DEL 25 DE FEBRERO AL 30 DE ABRIL DE 2016, BUENOS AIRES


RAMÍREZ - val&musso M A G I A

N E G R A

María Laura Carrascal

“We’ll always have Paris” quizás sea la frase más famosa de la historia del cine.1 No es casual ya que remite a la fascinación que esta ciudad continúa ejerciendo en el imaginario colectivo, convirtiéndose en un mito actualizado por creadores contemporáneos que orientan sus miradas hacia uno de los espacios más atractivos en los que se desarrolló el modernismo cultural. En las primeras décadas del siglo XX, se produjeron fructíferos intercambios resultado de una visión expandida que alcanzó a todas las manifestaciones culturales: pintura, escultura, fotografía y grabado, diseño de indumentaria, industrial y gráfico, arquitectura, mobiliario y escenografía, literatura, música y danza. Por otro lado, creadores de diversas geografías convergieron en la gran metrópolis francesa enriqueciendo las producciones culturales al dotarlas de un carácter universal. De esa forma, el modernismo estético se convirtió en una lengua franca que trascendió las fronteras llegando a las regiones más lejanas. Pablo Ramírez, Luciana Val y Franco Musso comparten ese idioma y lo actualizan a través de una mirada selectiva que recupera ciertos tramos de la historia. En el pasado encuentran inspiración para sus trabajos en los que construyen un diálogo entre las piezas indumentarias y los espacios que las contienen. Sus creaciones componen un conjunto de ilustraciones que configuran un relato –a modo de sutil manifiesto–, donde apuestan a la exaltación de una belleza clásica y perturbadora al mismo tiempo. Un enfoque que implica una posición altiva frente a corrientes de análisis guiadas por parámetros jerárquicos que se detienen en la especificidad del soporte sin advertir las cualidades

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Corresponde al film Casablanca (Michael Curtiz, 1942) y alude al idilio vivido por los protagonistas en la capital francesa antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.


narrativas de una obra artística en relación a su espacio y su tiempo.2 Seguir pensando en el arte desde la noción de autonomía, restándole valor a las manifestaciones que comulgan con la vida cotidiana, es desconocer el legado modernista que se caracterizó por la pluralidad estética y los cruces interdisciplinarios. Hoy ya no se trata de preguntar ¿qué es el arte? sino ¿cuándo hay arte?3

PA RÍS

F UE

AYER

Durante los siglos XIX y XX, la plástica y el diseño de indumentaria tuvieron en la capital francesa un campo fértil del que surgieron ejemplos representativos del rol protagónico de la burguesía en el entramado cultural de la época. Charles Baudelaire fue uno de los primeros intelectuales en reflexionar sobre las manifestaciones vinculadas a la representación de las costumbres de moda, aludiendo a obras que eran capaces de resumir cabalmente la moral y estética de su tiempo. El análisis del escritor recala en el diálogo fructífero entre pasado y presente para una configuración de lo bello: Es esta una buena ocasión, en verdad, para establecer una teoría racional e histórica de lo bello, por oposición a la teoría de lo bello único y absoluto; para mostrar que lo bello es siempre, inevitablemente, de una doble composición, aunque la impresión que produce sea una. […] Lo bello está hecho de un elemento eterno, invariable, cuya cantidad es excesivamente difícil de determinar, y de un elemento relativo, circunstancial, que será, si se quiere, por alternativa o simultáneamente, la época, la moda, la moral, la pasión. Sin ese segundo elemento, que es como la envoltura divertida, centelleante, aperitiva, del dulce divino, el primer elemento sería indigerible, inapreciable, no adaptado y no apropiado a la naturaleza humana. Desafío a que se descubra una muestra cualquiera de belleza que no contenga esos dos elementos. […] El pasado, aun conservando lo excitante del fantasma, recobrará la luz y el movimiento de la vida, y se hará presente.4

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Al respecto, cfr. Huyssen, Andreas, Después de la gran división. Modernismo, cultura de masas, posmodernismo, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2002 y Danto, Arthur C., Después del fin del arte: el arte contemporáneo y el linde de la historia, Buenos Aires, Paidós, 2009. Del mismo autor, El abuso de la belleza: la estética y el concepto de arte, Buenos Aires, Paidós, 2008. Michaud, Yves, El arte en estado gaseoso, México, Fondo de Cultura Económica, 2007, p. 93. Baudelaire, Charles, “El pintor de la vida moderna” en Honoré de Balzac et al., El gran libro del dandismo, Buenos Aires, Mardulce, 2013, pp. 205 y 206. Este texto surge de las reflexiones que Baudelaire realizó acerca del dibujante y acuarelista Constantin Guys, conocido por sus ilustraciones de moda y de escenas de la vida mundana protagonizadas por la burguesía durante el Segundo Imperio.

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El vaivén entre la moda y la fotografía, la luz y la sombra, el pasado y el presente, el color y su ausencia guían las obras reunidas en Magia Negra,5 un recorte en la producción de Pablo Ramírez, Luciana Val y Franco Musso. Estos creadores comparten una visión estética, conceptual y técnica de abordar su trabajo a partir de coincidencias que se remontan en el tiempo. En la infancia surge en ellos el deseo de expresarse a través del dibujo y la pulsión de la línea los guía en su etapa de formación, llegando al presente. Por otro lado, París también resulta un referente insoslayable en sus recorridos ya sea por aspectos simbólicos, cuestiones disciplinares o por los avatares propios de sus historias de vida.

VAL Y MUSSO EN EL SALÓN ROSA Luciana Val y Franco Musso se conocieron estudiando en la Escuela de Bellas Artes “Manuel Belgrano” donde habían ingresado en años diferentes pero por motivos similares: dibujaban desde chicos y habían manifestado tempranamente su atracción por las disciplinas artísticas. En ese espacio adquirieron las herramientas visuales con las que abordaron luego el campo de la fotografía que, paradójicamente, no era objeto de estudio en los programas curriculares de la escuela por lo que debieron emprender una formación autodidacta. Este medio llegó indirectamente, cuando Luciana Val cursaba los últimos años de la escuela e integró un colectivo con otras compañeras con las que realizaban instalaciones que incluían proyecciones y pintura y donde la fotografía se convirtió en una herramienta más. En 1997, la producción de Luciana se perfiló hacia la moda cuando, imprevistamente, Franco inició una carrera como modelo. Hacía siete años que se conocían y cuatro que vivían en pareja cuando, luego de hacer algunas fotos para firmas locales, Musso fue convocado a viajar a Europa donde desfiló y protagonizó innumerables campañas de prestigiosas firmas internacionales. A partir de allí, ambos se contactaron con el mundo de la moda conjugando vida y profesión, convirtiéndose en una dupla artística que transita el camino iniciado por muchas parejas en el ámbito de las vanguardias históricas.6

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La exposición toma el nombre de la novela publicada a fines de los años veinte por el diplomático, novelista, poeta y dramaturgo francés Paul Morand, quien narra el inquietante atractivo que ejerce el mundo negro sobre el mundo blanco.

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La diversidad con la que se tramaron estos vínculos en el devenir vanguardista es explorado en Chadwick, Whitney y De Courtivron, Isabelle, Los otros importantes: Creatividad y relaciones íntimas, Madrid, Cátedra, 1994.


A partir de esa oportunidad laboral que se le ofreció a Musso, empezaron a viajar asiduamente a París y Luciana continuó su labor fotográfica, realizando fotos de modelos para el armado de portfolios como una forma de ganarse la vida. Mientras tanto, Franco se encontraba detrás de la lente de reconocidos fotógrafos de moda pero, como posar lo aburría terriblemente porque “no había nada que hacer más que estar parado. La única forma de divertirme era viendo lo que pasaba alrededor y me fui interesando cada vez más, por eso preguntaba todo lo que podía en cada sesión”.7 En sus primeras experiencias fotográficas, Musso acudió a las naturalezas muertas, un tópico clásico de la historia del arte al que recurrieron muchos creadores a la hora de experimentar, que le sirvió para jugar con las formas y la iluminación. Estos elementos le interesaron desde siempre y respondían a su afinidad con la escultura y el dibujo de volumen de sus años de estudio, complementándose con la relación que Luciana siempre tuvo con el color. Combinación que los llevó a fusionar su trabajo porque, desde el principio, opinaron sobre lo que hacía el otro mientras se asistían mutuamente y, de esta manera, generaron una dinámica donde cada uno aporta lo suyo. Otro aspecto fundamental en sus creaciones se vincula a la evidente sugestión de las tendencias operantes en el período de entreguerras: abstracción, surrealismo y nuevas formas de la figuración, variables presentes en sus obras. La sintonía con los fotógrafos que funcionan como faros de su producción surgió de un modo en el que, guiados por el deseo, revisaban durante horas ediciones impresas en librerías y bibliotecas de París. A pesar de que ya contaban con alguna experiencia en la fotografía de moda, los Val & Musso conocieron en la capital francesa a los grandes nombres que contribuyeron a su estilo: Hicimos nuestra propia escuela descubriendo artistas y fotógrafos en los libros que consultábamos, haciendo un recorrido por los creadores que más nos gustaban. Desde un comienzo, nos atrajeron los más efectistas que son Horst y Hoyningen-Huene, también Cecil Beaton y Man Ray, que es más experimental. Nos acercamos a ellos porque expresan algo de nuestro gusto personal que nos guió en las elecciones que hicimos, reafirmando afinidades internas que poseíamos previamente.8

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Entrevista personal a Franco Musso, 27/04/2015. Desde sus inicios demostró su afinidad por la fotografía y, al mismo tiempo, un alto grado de conciencia sobre la fugacidad de la profesión que se le había presentado. Cuestiones que la prensa registraba al decir que: “Indagando los gustos personales de Franco, confiesa su sueño de llegar a fotógrafo” porque “para él, el modelaje es un oficio como cualquier otro: ‘La cosa está planeada para que dure un tiempo equis y, un día, a otra cosa’.”. Arderius, Victoria, “De mendigo a millonario”, Revista Viva, Clarín, Buenos Aires, 19/10/1997, p. 54. Entrevista personal a Luciana Val y Franco Musso, 27/04/2015.

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Las biografías de George Hoyningen-Huene, Horst P. Horst, Cecil Beaton y Man Ray comparten cruces disciplinares propiciados por el clima de la época. Hoyningen-Huene comenzó en el ámbito de la ilustración de moda. Había llegado a Francia escapando de la Revolución Rusa con su familia y asistió al taller del pintor cubista André Lhote, lugar en donde formó una mirada constructiva con la que abordó la fotografía y en la que incluyó escenografías sumamente cuidadas.9 Horst provenía de Alemania con el propósito de estudiar arquitectura con Le Corbusier pero se convirtió en asistente de Hoyningen-Huene y terminó dedicándose a la misma profesión. Su principal aporte fue “el especial uso del color negro en sus trabajos, la forma de destacarlo e iluminarlo y el uso de las formas geométricas y arquitectónicas en sus fondos”.10 Man Ray “se ganaba la vida mediante fotos del mundo de la moda y retratos de la alta sociedad excepcionales, ampliando los límites del medio como ningún otro artista lo había hecho”11 y Beaton fue ilustrador, escritor, vestuarista de cine y fotógrafo que se destacó, entre otras cosas, por “el romanticismo de los fondos y la puesta en escena con soportes exóticos, como gran cantidad de flores, pantallas y gasas plegadas”.12 En las imágenes de los Val & Musso, pueden identificarse claramente estas referencias que le imprimen al trabajo un clima de elegancia intemporal, un dramatismo y una extrañeza donde el presente dialoga con las tendencias de entreguerras. El fenómeno del rappel à l’ordre encontró una amplia gama de variantes desplegadas en el postcubismo y el purismo francés, la metafísica y el Novecento italiano, el realismo mágico y la nueva objetividad alemana. Manifestaciones que transitaron la preocupación por reconstruir las formas luego de las dislocaciones del lenguaje, propias de las primeras vanguardias.13 En diálogo con estos creadores históricos que generaron maravillosos retratos de época, los argentinos irrumpieron en París con una mirada delineada por el arte en su cruce con la vida cotidiana y, en sintonía con esa coyuntura histórica, trascendieron su autonomía compartiendo preocupaciones similares. De esta manera, la mirada de los Val & Musso se dirigió hacia disciplinas como la arquitectura, la gráfica, el diseño industrial y el cine como 9

Janet Flanner, cronista para The New Yorker y privilegiada testigo de la época, recordaba una decoración mural en el restaurante La Quatrième République donde el creador ruso “había pintado una serie de escalones falsos con un diseño cubista, algo muy impresionante como lección de distorsión abstracta”. Flanner, Janet, París fue ayer. 1925-1939, Barcelona, Grijalbo, 1974, p. 17.

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Angeletti, Norberto y Oliva, Alberto, In Vogue. La historia en imágenes de la revista de moda más famosa del mundo, Barcelona, Sol 90, 2011, p. 77.

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Walther, Ingo F. (ed.), “El mundo material en el punto de mira: la ‘Nueva Objetividad’”, en Arte del siglo XX, Köln, Taschen, 2005, p. 645.

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Angeletti, Norberto y Oliva, Alberto, op. cit., p. 72. Cfr. Fer, Briony, Batchelor, David y Wood, Paul, Realismo, Racionalismo y Surrealismo. El arte de entreguerras (1914-1945), Madrid, Akal, 1999.


reservorios de inspiración. Por ese estilo comenzaron a ser reconocidos en Argentina pero la crisis política de 2001, y sus consecuencias económicas y sociales, los llevó a plantearse con seriedad la decisión de abandonar el país para instalarse definitivamente en París. Una inquietud que tenían previamente porque eran concientes que trabajar afuera, y probarse allí, “iba a ser la posibilidad de evolucionar ya que acá no había muchas oportunidades de crecer profesionalmente”.14 Un día antes de partir realizaron con Pablo Ramírez su primera colaboración que resultó una experiencia de gran significación porque materializaba las consecuencias de la debacle social acontecida. Durante una jornada agobiante de febrero los Val & Musso registraron la colección Patria en su pequeño departamento-estudio, desarmado casi por completo, y que Ramírez recuerda como: Un momento en que los amigos se fueron, y la sensación era que los que nos quedamos estábamos haciendo patria. El himno, la bandera, eran lo que la Patria significaba para mí cuando era chico, y quise recrear eso en tapados sanmartinianos hechos en denim, gorros frigios y escarapelas.15

Conmovido, el diseñador recuerda a Franco “en su doble rol de modelo y asistente de Luciana”,16 protagonizando junto a Mariana Schurink, Patria, la campaña otoño-invierno de 2002. Ataviados con prendas inspiradas en los próceres fundadores del Estado Argentino, Musso y Schurink –una de las parejas de modelos más representativas de la época–, posan estoicamente en una de las postales que pronosticó el desafío enfrentado por el país durante esos años dramáticos. Al día siguiente los Val & Musso partieron rumbo a París y, al llegar, advirtieron que las producciones fotográficas que llevaban no alcanzaban la cota de calidad exigida en los circuitos internacionales y tuvieron que rehacerlas en su totalidad. Recién en 2003 pudieron contar con el nuevo material y se acercaron a algunas revistas independientes y a managers de fotógrafos, un periplo corto en el que comenzaron a notar que luego de ver sus imágenes los empezaban a reconocer por su estilo. Sin tener mucha conciencia de lo que significaba, se presentaron en la convocatoria del 19º Festival Internacional de Moda y Fotografía de Hyères, uno de los concursos más prestigiosos del mundo celebrado anualmente en la Villa Noailles. Esta residencia perteneció a quienes fueron una de las parejas más activas en la promoción del modernismo cultural: Marie-Laure y Charles de Noailles:

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Entrevista personal a Luciana Val y Franco Musso, 27/04/2015.

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Ramírez, Pablo, “Mis mujeres”, Harper’s Bazaar, Buenos Aires, mayo de 2012, p. 157.

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Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.

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Se encuentra tan sólo a media hora de Marsella y está abierta al público, restaurada y convertida en pequeño centro cultural donde en ocasiones se realizan desfiles de moda y exposiciones. “Cuando el pasado no ilumina ya el futuro, el espíritu camina entre tinieblas”, reza el folleto que se le da al visitante, abogando por la conservación del patrimonio.17

El Festival que se realiza allí todos los años retoma la preocupación de los Noailles y está dirigido a impulsar las carreras de nóveles creadores que continúan el legado multidiscplinar que los vizcondes propiciaron en su tiempo. En su casa podían confluir en el mismo día los músicos Francis Poulenc y Georges Auric, el cineasta Luis Buñuel y el escultor Alberto Giacometti. Además, cabe resaltar que los Noailles fueron grandes mecenas y financiaron, entre otras cosas, L’age d’or de Buñuel y compraron Le jeu lugubre a Dalí. Como muchos de esos creadores, luego consagrados históricamente, Luciana Val y Franco Musso necesitaban un impulso para seguir desarrollando su producción y decidieron enviar al Festival un conjunto de diez imágenes con una fuerte impronta surrealista. Máscaras, pequeñas figuras decorativas, espejos, relojes, cabezas y brazos de maniquíes fueron parte del compendio vanguardista que citaban y con el cual compartían “puestas en escena desconcertantes: perspectivas metafísicas, juegos de espejos o simulacros enigmáticos”.18 En los primeros meses de 2004, se enteraron de que habían sido seleccionados y estallaron de alegría “porque estar entre los diez elegidos ya te abre muchas puertas”19 pero nunca pensaron que iban a ganar, sobre todo Luciana que sentía que representaban “la cuota latinoamericana”. Por eso la sorpresa fue mayúscula cuando, en medio de egresados de las escuelas más prestigiosas de Europa, los anunciaron triunfadores: “no lo podíamos creer, nos descolocó”.20 Además de lo que significaba este reconocimiento, para ambos tenía mucho peso simbólico el lugar en el que se produjo esta experiencia: una construcción de Robert MalletStevens, precursor del modernismo arquitectónico y uno de los preferidos de la pareja argentina. Los motivos de esta predilección seguramente responden al significado de esta edificación en sus aspectos simbólicos y estéticos ya que Mallet-Stevens, que había experimentado como otros creadores de vanguardia en escenografías modernistas de películas como L‘Inhumaine (1924) de Marcel L’Herbier, pudo concretar su primera obra arquitectónica con el pedido de los Noailles. En la vivienda integró 17

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Comablia, Victoria, “Marie Laure de Noailles”, El País, Madrid, 08/08/2004. En línea: http://elpais. com/diario/2004/08/08/catalunya/1091927240_850215.html. Última visita: 30/06/2015.

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Baudot, François, Moda y Surrealismo, Madrid, Kliczkowski, 2002, p. 17.

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Entrevista personal a Luciana Val y Franco Musso, 27/04/2015.

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elementos decorativos de Henri Laurens, Theo van Doesburg, el primer jardín cubista concebido por Gabriel Guévrekian y fue inmortalizada en el film Bíceps et Bijoux (1927) de Jacques Manuel y en Les mystères du château du Dé (1929) de Man Ray.21 Como si emprendieran un viaje en el tiempo los Val & Musso tuvieron la oportunidad de conocer sectores vedados al público general: Recorrimos todos los espacios y rincones sabiendo las historias que se desarrollaron entre esas paredes, donde los Noailles recibieron y apoyaron a varios de los artistas más significativos de vanguardia. Estar en ese lugar representaba para nosotros la materialización de un mundo fantástico y exponer ahí, ni hablar.22

Fue en el Salón de la Villa Noailles donde los fotógrafos argentinos se consagraron internacionalmente con sus composiciones surrealistas, de una paleta cromática sutilmente desaturada, en diálogo con las paredes rosa poudre que les dieron la bienvenida a la historia de la fotografía.23

RAMÍREZ DE NEGRO Cual alquimista de la antigüedad, Pablo Ramírez transformó el dibujo en oxígeno para respirar a través de sus formas el aire de Navarro, su ciudad natal. La atmósfera de una pequeña localidad de la provincia de Buenos Aires se tornaba enrarecida para un niño desvelado tempranamente por materializar prendas y accesorios del atavío femenino. Se la pasaba el día dibujando y no había superficie que le ofreciera resistencia: “todos mis libros del colegio estaban dibujados y mi único problema de conducta fue que las líneas de lápiz se extendían sobre los bancos, los pupitres y me tenía que quedar a borrarlos”.24 Sus intereses diferían notablemente del común de sus compañeros y, para que no se quedara solo en su casa mirando televisión, dibujando

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Los cruces entre creadores de diversas disciplinas y sus vínculos con la moda en este período son abordados por Lourdes Cerrillo Rubio en el capítulo “La creación de los cánones estilísticos modernos”, en La moda moderna. Génesis de un arte nuevo, Madrid, Siruela, 2010, pp. 105-133. Entrevista personal a Luciana Val y Franco Musso, 27/04/2015. A partir de allí fueron contactados por agencias reconocidas de Europa y comenzaron a realizar campañas para las firmas más prestigiosas del mundo como Dior Joaillerie. Una propuesta que llegó de la mano de Thomas Lenthal –director creativo que había formado parte del jurado en Hyères–, y que fue muy importante para los Val & Musso “porque hay muy poca gente en lugares importantes que toma riesgos y él nos puso en un lugar destacado, de privilegio. Se arriesgó por nosotros al darnos esa campaña y nos abrió las puertas de Numéro donde colaboramos por muchos años”. (Ibíd.). Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.

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o leyendo, su padre lo llevaba al taller mecánico que poseía. En principio, este espacio no parecería propicio para alguien con intereses tan distantes pero el pequeño Ramírez se las ingeniaba e invadía con dibujos de mujeres, vestidos, tacos y maquillajes los talonarios de facturas. Luego del reto correspondiente, se le ordenaba organizar diversos elementos del taller: “desde chico me gusta el orden pero en algún momento me distraía y empezaba a dibujar con aceite en el piso o, con el dedo, surcaba la fina capa de polvo que se depositaba sobre los autos y todo era ‘siluetas, taco y corsé’”.25 El cine y la danza también le ofrecían puntos de fuga hacia universos distantes de su ciudad natal y resultan fundamentales para entender el modo en que este diseñador de indumentaria fue configurando su estética. En este sentido, las películas de Busby Berkeley tienen un lugar destacado en sus recuerdos a partir de sus famosos musicales basados en complejas coreografías que reunían un gran número de bailarinas, generando efectos caleidoscópicos de gran hipnotismo. Esos despliegues de fantasía que caracterizaron al cine de oro funcionaron para el futuro creador como un refugio y, bajo la luz irradiada por la pantalla de televisión que repetía películas protagonizadas por estrellas como Rita Hayworth, Bette Davis, Greta Garbo, Marlene Dietrich, Fred Astaire y Ginger Rogers, delineó su imaginario. Esos films estructuraron su mirada: “todo lo que veía me lo imaginaba como en una toma cinematográfica de las películas de Hollywood de los años 30 y 40”.26 Una perspectiva que le fue útil a la hora de transitar diversos espacios, uno de ellos ligado a la danza en una escuela que se abrió en Navarro y a la que asistió brevemente. Ante la negativa de su padre, Ramírez dejó de bailar pero permaneció como oyente en la clase que tomaba su hermana y, gradualmente, se fue involucrando desde otro lugar cuando empezó a encargarse de las escenografías de fin de año y a colaborar con los vestuarios.27 Entre sus recuerdos de infancia surge el impacto que le producían, por diversos motivos, las tiendas de moda que frecuentaba acompañando a su madre: “El Barato Argentino era la más cara de Navarro –resulta gracioso que tuviera ese nombre– y estaba llena de maniquíes hiperrealistas a los que les tenía pánico”.28 Ese rechazo distaba de la

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Actividades que reiteró en la escuela secundaria donde era el único varón –años después ingresaron otros– en un curso de treinta y seis mujeres. Emulando a su admirado Busby Berkeley, emprendió la organización de los actos de fin de año encargándose de las luces, la música, el vestuario y las coreografías de todos los cursos. Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.


experiencia agradable vivida en Casa Totó, una tienda más pequeña donde su dueña –una señora elegante– aconsejaba a sus clientas dándoles un trato más exclusivo y donde lo dejaban elegir cosas para su madre. La afinidad que siempre evidenció por la estética lo llevó a pensar desde pequeño en estudiar bellas artes pero no se imaginaba cómo podía traducir laboralmente esa carrera.29 Su afán por la lectura le dio la respuesta y pergeñó una estrategia: siendo profesor de literatura podría costear su formación artística. Finalmente, no necesitó ponerla en práctica porque en 1987, cuando cursaba el tercer año de la escuela secundaria, una noticia que leyó en la prensa modificó su destino: la empresa Alpargatas lanzaba el concurso Tela y Talento. A pesar de no cumplir los requisitos estipulados, envió una carpeta y cuando la fue a retirar le explicaron que no había quedado seleccionado porque era menor de edad pero le dijeron: “creemos que tenés que seguir por este camino porque está muy bien”.30 Esa devolución lo impulsó a presentarse en las sucesivas ediciones y, aunque seguía siendo menor de edad, podía asistir a las presentaciones como invitado. Dos años después de su primer acercamiento formal al diseño de moda, y en el tramo final de la escuela secundaria, otro artículo periodístico reafirmó su camino cuando leyó en La Nación que el diseñador Manuel Lamarca y la periodista Felisa Pinto estaban creando la carrera de indumentaria y esgrimió decididamente: “listo, ya está, tengo donde estudiar”.31 En 1990 se instaló en la ciudad de Buenos Aires y comenzó a cursar Diseño de Indumentaria y Textil en la UBA, carrera que no concluyó. Ya contaba con la edad suficiente para participar en Tela y Talento pero el concurso se suspendió imprevistamente hasta 1993, año en el que no pudo presentarse porque coincidió con la muerte de su padre. Este hecho fue desencadenante porque puso en riesgo su estadía en la ciudad ya que si no conseguía trabajo debía volver a Navarro. Emprendió una intensa búsqueda laboral sin resultados y, ante la nueva edición de Tela y Talento en 1994, sentenció: “en ese lugar voy a conseguir trabajo”. Fue tal la determinación con la que Ramírez se presentó al concurso que todo se fue dando de una manera que consideraba predecible e iba recibiendo las novedades de cada instancia con una certeza que todavía añora. Había sido uno de los seleccionados entre quinientos aspirantes y presentó una colección de tres conjuntos revisando el

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El rol desempeñado por algunas mujeres en su infancia fue determinante: “En Las Marianas, un pueblo cercano a Navarro, vivía mi madrina que era profesora de piano y de pintura y, aunque no me enseñó nada, fue una inspiración, un modelo a seguir. También tenía una tía maestra que estudiaba Bellas Artes y vivía en Neuquén. La visité en dos ocasiones y me dio la oportunidad de pintar cuando la acompañaba al taller”. (Ibíd.).

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jumper en diseños que remitían a las tipologías de uniformes escolares pero confeccionados con una tela vinculada históricamente a la rebeldía juvenil: “si el uniforme de los jóvenes era el jean, por qué no subvertir el orden de los atuendos de colegios católicos, con versiones de denim oscuro, gastado o roto de acuerdo con la personalidad del usuario”.32 Con esas versiones revisadas de los uniformes escolares ganó la 1º Mención, un premio que consistía en una pasantía en la fábrica organizadora del certamen y –como reconocimiento fuera de concurso– un trabajo de tres meses en una consultora de diseño en París. Los dueños, dos franceses que integraban el jurado, crearon especialmente este premio que le permitió al joven diseñador conocer Europa y trabajar en el desarrollo de productos para grandes firmas internacionales en la tradicional capital de la moda femenina.33 Cuando retornó al país comenzó a trabajar para varias marcas y, en ese periplo, advirtió un grave problema de la moda argentina fundado en la poca importancia otorgada al concepto de identidad. Esta preocupación coincidió con un viaje que realizó a Nueva York en 1999 con la intención de probar suerte y fue allí, armando un portfolio, cuando surgieron sus primeras siluetas negras que se convirtieron en la génesis de su estilo. Luego de vivir tres meses en Estados Unidos retornó al país y en otro certamen consiguió el gran espaldarazo que lo ubicó en las primeras filas del diseño local, un lugar que todavía ocupa. En Diseñador del 2000, fueron convocados un grupo considerable de diseñadores, entre los que se hallaban nombres reconocidos y otros que recién se iniciaban en el métier, a presentar sus creaciones en una imponente pasarela al aire libre. Luego del desfile se organizó una subasta a beneficio en el Centro Cultural Recoleta con todos los diseños del concurso y, ante la mirada atónita de Ramírez, su primer conjunto negro –una polera, un pantalón y un tapado largo de cuero– alcanzó una cifra récord. La sorpresa se acrecentó cuando Dolores Navarro Ocampo, una de las personas más comprometidas con la difusión del diseño argentino, lo invitó a participar del ciclo Grandes Colecciones que también organizaba. El gran debut del diseñador fue en el invierno de 2000 cuando presentó Casta, su colección inicial basada en “las siluetas monocromáticas de las hermanas Misioneras de la Divina Misericordia, la congregación de monjitas de Navarro donde estudió”.34 A partir de ese momento forjó un

14

32

Lescano, Victoria, “Misioneras góticas”, Suplemento Las 12, Página/12, Buenos Aires, 11/08/2000, s/p.

33

En principio sólo habían pensado en comprarle la colección pero a instancias de Alicia Lenta – productora del concurso–, delinearon esta idea. Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.

34

Lescano, Victoria, Followers of Fashion. Falso Diccionario de la Moda, Buenos Aires, Interzona, 2004, p. 43.


estilo austero, constructivo y elegante vinculado con la síntesis: Cuando empecé me di cuenta que quería trabajar con las formas, con la silueta, estilizando y favoreciendo el cuerpo femenino. El negro no permite distracción porque se percibe como una forma pura, escultural y también tiene que ver con lo teatral. Es un color dramático y tan versátil que de negro se puede ser monja o puta, la dueña de casa o la sirvienta y todo eso lo carga quien lo lleva puesto. Está ligado a lo atemporal y universal y me interesa porque puede ser usado por cualquiera y combinado como sea.35

Esa ductilidad es reconocida por las mujeres que eligen a Ramírez, quienes se desplazan sinuosamente entre el presente y el pasado, respondiendo a una concepción de lo femenino atravesada por la tradición y la modernidad, una dialéctica que resulta atractiva por la tensión de estos términos. En sus diseños confluyen preocupaciones transitadas por creadores históricos entre los que pueden citarse a Coco Chanel, Christian Dior y Cristóbal Balenciaga, representantes de estéticas definidas y, en algunos casos, francamente irreconciliables. De Chanel se puede advertir la referencia del binomio blanco/negro, ligado a su preocupación por delinear un estilo intemporal y versátil: “las mujeres –observaba la diseñadora– piensan en todos los colores, salvo en la ausencia de color. He dicho que el negro lo tenía todo. El blanco también. Son de una belleza absoluta. Es la armonía”.36 La mirada nostálgica de Ramírez remite a la silueta curvilínea y elegante de Dior, encargada de restituir el clima de un pasado añorado luego de la Segunda Guerra Mundial donde “la nueva moda es el signo de la felicidad recuperada”.37 Por último, el cuidado otorgado por Balenciaga a la confección y la concepción escultórica del vestir se conjugan con la presencia del negro en sus creaciones inspiradas en la nobleza, el catolicismo y los sectores populares de España.38 Por todo ello, el “estilo Ramírez” oscila entre conceptos que parecerían distantes pero que combina magistralmente, materializando diseños clásicos no exentos de misterio. Quizás, el enigma se relacione con la forma en que cita libremente la tradición de la Alta Costura39 y las referencias provenientes del mundo popular. La preeminencia del color

35

Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.

36

Leymarie, Jean, Chanel, Barcelona, Destino, 1988, p. 122.

37

Pochna, Marie-France, Dior, Barcelona, Polígrafa, 1997, p. 9.

38

Cfr. Arzalluz, Miren, Cristóbal Balenciaga. La forja del Maestro (1895-1936), Donostia-San Sebastián, Nerea, 2010.

39

La Alta Costura nació formalmente en París a mediados del siglo XIX pero sus orígenes se remontan al reinado de Luis XIV. Cfr. De Jean, Joan, La esencia del estilo. Historia de la invención de la moda y el lujo contemporáneo, Donostia-San Sebastián, Nerea, 2008.

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negro, los acentos en blanco y eventuales incursiones monocromáticas configuran sus herramientas básicas a la hora de narrar historias a través de sus colecciones: Muchas veces me crucé con mujeres y elogié lo que vestían, luego me sorprendí cuando me contestaron que llevaban diseños míos y me encanta no haberlos reconocido porque significa que la persona se los apropió y que ya no me pertenecen. No me gusta la idea de disfrazar a la gente porque disfruto de la individualidad. Considero que la moda es comunicación y con ella cuento historias pero, además, pienso en mis prendas como letras y palabras que permiten a quien las usa escribir su propio relato.40

I N S TA N TÁ N E A S D E U N A M O D A M O D E R N A Entre los siglos XIX y XX se produjo una ruptura de escala en la maquinaria comunicacional cuando trascendió la propiedad individual convirtiéndose en mercancía para las masas y, de este modo, impactó en la cultura visual que comenzó a analizarse en su tensión con los medios y su carácter polivalente. La confluencia entre fotógrafos y diseñadores dio como resultado un friso en el que es posible analizar estas preocupaciones que llegan al presente porque “la moda ofrece a la fugacidad del instante la posibilidad de materializarse de alguna manera en el devenir del tiempo; la fotografía muestra ese instante en un pasado irrecuperable”.41 Es así que la ambigüedad inherente al fenómeno de la moda, instituido como un presente potenciado por su inmediata caducidad, constituye su movilidad porque “está siempre en la divisoria de las aguas que van a lo pasado y a lo futuro, y, merced a ello, nos proporciona durante su vigencia una sensación de actualidad más fuerte que casi todas las demás cosas”.42 Muchos años después, y ante la copiosa presencia de revistas, Roland Barthes publicó El sistema de la moda, un trabajo que dio cuenta del auge de estas publicaciones

40

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Casta, Tango, Poesía, Patria, Pueblo, Snob, Bodas, Fatal y Fiesta conforman el tramo inicial de su carrera, demostrando su gusto por la literatura, una afinidad también materializada en la obra que realizó junto a Lucrecia Martel para la colección Ten piedad (2007), que luego se convirtió en el audio de su web. Se trata de una obra conceptual resuelta de manera eficaz por Martel y Ramírez, e interpretada con gran dramatismo por Marilú Marini. Surgió de la aversión que el diseñador siente por el verano y “narra la historia de una chica que, abandonada por el novio, se quiere matar pero termina metiéndose en un convento. En ese recorrido repite en forma de letanías el nombre de prendas, colores y materiales usados en la colección”. Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.

41

Walther, Ingo F. (ed.), “Una relación fructífera: la moda y la fotografía”, op. cit., p. 650.

42

Simmel, Georg, Cultura femenina y otros ensayos, Buenos Aires, Espasa Calpe, 1946, p. 136.


como productoras de múltiples sentidos.43 Su análisis se detuvo en el discurso escrito y no en el fotográfico, al que sí le dedicó una reflexión especial que se detiene en el poder que ostenta su “doble posición conjunta: de realidad y de pasado” que no permite negar que “la cosa haya estado allí”.44 Esta conjunción de presente y pasado resume paradigmáticamente la alianza estratégica que la fotografía y la moda establecieron a lo largo de los años y representa el instrumento de expresión visual idóneo en el que Luciana Val, Franco Musso y Pablo Ramírez se complementan. El estreno en 2010 del film Alicia en el país de las maravillas, dirigida por Tim Burton, fue la ocasión en la que estos creadores se reencontraron profesionalmente luego de su primer trabajo en conjunto.45 Casi una década atrás se habían reunido para registrar la colección Patria, el día antes del periplo que llevó a los Val & Musso a vivir en París. El contacto nunca se había perdido porque durante los ocho años que los fotógrafos vivieron en la capital francesa realizaron frecuentes visitas al país donde se encontraban con amigos y compañeros de la profesión. Hacia 2008, y a partir de la sólida posición alcanzada internacionalmente, pensaron en volver a Buenos Aires.46 Finalmente, y por esas cosas del azar, estrenaron su casa-estudio fotografiando las creaciones de Ramírez, quien compartió con ellos esos momentos tan significativos que fueron su partida y su llegada. A partir de allí, iniciaron juntos una serie de colaboraciones fundadas en el mismo idioma estético: Una de las cosas que más nos une –sostiene el diseñador– se relaciona con la elegancia. La elegancia de la síntesis representada por la armonía, el equilibrio y la simetría; elementos que representa la belleza clásica. Por eso también admiro el trabajo de Horst, Beaton y Hoyningen-Huene.47

En respuesta a ello, la pareja de fotógrafos señala una coincidencia referida a la configuración de la imagen personal donde el negro es el 43

44

“En una sociedad como la nuestra, en la que mitos y ritos han adquirido la forma de razón, es decir en definitiva de una palabra, el lenguaje humano no es sólo el modelo del sentido, sino también su fundamento”. Barthes, Roland, El sistema de la moda, Barcelona, Gustavo Gili, 1978, p. 13. Barthes, Roland, La cámara lúcida, Barcelona, Paidós, 1998, p. 136.

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El proyecto que los reunió incluyó también a la diseñadora Vero Ivaldi y acompañaba el lanzamiento comercial de la película en Argentina. Las imágenes creadas se exhibieron durante la semana de la moda de Buenos Aires (BAFWEEK primavera-verano 2011) y luego se remataron a beneficio de la Fundación Make a Wish.

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Frente a la nutrida agenda que llevan sus agentes en el extranjero, instalarse en el país les permitió tener más control de su tiempo para emprender proyectos personales como la muestra que protagonizaron el año pasado en la Galerie Madé de París. Son imágenes que “ilustran el ‘lado B’ de nuestros trabajos, reflejan esos pequeños momentos en que vemos algo y lo fotografiamos, así como también documentan algunos decorados que usamos en las campañas de moda”. Lescano, Victoria, “Val & Musso’s surrealistic atlas”, Luciana Val & Franco Musso: Lullaby, Paris, Galerie Madé, 2014, p. 2.

47

Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.

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único color que tiene cabida en las prendas que visten. Una decisión que se inscribe en la tradición de artistas que reflexionaron sobre su auto-representación, un fenómeno que se trasladó al ámbito de la moda a mediados del siglo XIX con el surgimiento de la figura del diseñador.48 Esta elección responde al lugar emblemático que alcanzó este color en el marco de la modernidad donde se asoció al diseño porque “el negro es a la vez moderno, creativo, serio y dominante”.49 Aspectos que también dialogan con la afinidad que sienten por el cine clásico donde la luz juega un rol fundamental, desde la iluminación sutil propiciada en Hollywood –afín a Ramírez–, a la radicalidad en los contrastes ejercida por directores como Buñuel, Cocteau y Fritz Lang a la que adhieren fervientemente los Val & Musso. Por diferentes motivos, esta disciplina constituye una gran inspiración en sus procesos de creación en el que las imágenes conforman una suerte de storyboard, escenas de un relato que será interpretado por el espectador: Muchas de las series surgen de la necesidad de hacer algo más parecido a una instalación que a una fotografía de moda aunque después se transforme en eso. Se nos ocurre primero un espacio, una situación y después la moda es una excusa para pensar en quién podría vivir en ese espacio, qué mujer lo habitaría. Si la propuesta surge de un diseñador, como en el caso de Pablo, pensamos en lo espacial como complemento de lo que narra la indumentaria.50

En gran medida, sus procedimientos responden a los mecanismos propios de las artes escénicas y toman de allí recursos como los bocetos previos que realizan incluyendo apuntes escenográficos, esquemas de color y planos de luces.51 Algo similar le sucede a Ramírez, quien analiza la finalización del proceso creativo en tres instancias diferentes: el desfile y las fotos, el momento en el que la colección entra al local y, por último, cuando las mujeres se llevan sus prendas y generan un vínculo con su universo personal. Todos son importantes pero “el momento mágico se produce en las fotos o el desfile, cuando veo que mis dibujos cobraron vida y mi mundo –y las fantasías que lo habitan– se materializa”.52

48

Cerrillo Rubio, Lourdes, op. cit., p. 16.

49

Pastoureau, Michel, Negro. Historia de un color, Madrid, 451 Editores, 2009, p. 189.

50

Entrevista personal a Luciana Val y Franco Musso, 27/04/2015.

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Cabe señalar que son identificados con la fotografía en blanco y negro porque han sido los primeros en revisar esta estética en momentos de exacerbación cromática, pero sus trabajos en color y el reconocido manejo de luces y sombras denotan su formación académica. (Ibíd.). Entrevista personal a Pablo Ramírez, 27/04/2015.


PLIEGUES DE LUCES Y SOMBRAS Fue en el ámbito de las primeras vanguardias donde se cuestionaron técnicas, soportes y materiales que tuvieron como resultado la ruptura de la autonomía del arte. La crítica se extendió hacia las prácticas academicistas y se resignificaron diversos aspectos provenientes de un pasado remoto y de culturas no occidentales. Esas fuentes de inspiración se convirtieron en un gran reservorio de material estético al que apelaron muchos creadores. En la gran Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas de París, celebrada en 1925, Jean Dunand presentó un fumadero totalmente lacado en negro y contribuyó a definir el gusto de una época. Afición resumida fantásticamente en el libro Magie Noire donde Paul Morand sostenía: “tenemos que responder a esta llamada de las tinieblas” porque “todos comprendemos que nuestra manera de sentir necesita una forma nueva”.53 Entre las múltiples respuestas se encuentra el estilo que impulsó la exposición –más tarde designado como Art Déco–, que puede resumirse en la convivencia de elementos del gusto clásico y los novedosos valores de la sensibilidad moderna expresada en un sinfín de soportes. A partir de allí, esa combinación se extendió como una bruma por el mundo y sus vapores todavía nos envuelven. “Lo nuevo” hace tiempo que no puede considerarse como una categoría de valor porque “el pasado se ha convertido en parte del presente, de una forma que simplemente no se podía imaginar en siglos anteriores”.54 En esta nueva coyuntura, en la que las fronteras temporales se han difuminado, los creadores argentinos responden al llamado de Morand con personales interpretaciones del legado modernista, surcando sus pliegues de luces y sombras con el fin de revelar el misterio de la belleza. Es por ese motivo que las creaciones de Pablo Ramírez, Luciana Val y Franco Musso constituyen en el torbellino de la moda argentina: “el encanto inesperado de una joya rosa y negra”.55

UN EPÍLOGO ESTELAR Durante la edad de oro del cine de Hollywood se estableció una de las alianzas que convirtió a las actrices en divas inalcanzables, mujeres que se convirtieron en sujetos de culto. “A su alrededor se constituyó un 53 54 55

Morand, Paul, Magie Noire, Paris, Grasset, 1928, p. 8. Huyssen, Andreas, Modernismo después de la posmodernidad, Barcelona, Gedisa, 2010, p. 13. “Le charme inattendu d’un bijou rose et noir” es una frase de Baudelaire citada por Morand en el inicio de uno de los capítulos de Magie Noire. Morand, Paul, op. cit., p. 191.

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embrión de religión” que “esparce sus fermentos sobre el mundo” y en la que “nadie es verdaderamente ateo si frecuenta las salas oscuras” de proyección.56 En este contexto, la colaboración entre intérpretes de las artes escénicas, diseñadores y fotógrafos contribuyó notablemente en la medida que “la fotografía es el mejor ersatz –reemplazo– de la presencia real: alter ego permanente”.57 De esta forma, las imágenes de las estrellas del cine se convirtieron en un fetiche de adoración para sus admiradores, un fenómeno que se recorta especialmente durante las tres décadas en que este medio funcionó como entretenimiento masivo por excelencia. Como se mencionó, el cine es uno de los referentes compartidos por Pablo Ramírez, Luciana Val y Franco Musso, un hecho que puede rastrearse en diferentes aspectos de su producción. Por otro lado, el diseñador de indumentaria construyó en el tiempo un vínculo sólido con muchas actrices a quienes vistió en la vida y en la profesión, y que encuentran en su estilo un código compartido.58 A este código se sumaron los Val & Musso cuando idearon una serie de retratos femeninos que realizaron especialmente para Magia Negra. Estas imágenes de mujeres exploran el vínculo con la literatura que tanto apasiona a Ramírez, por ello, tres de sus escritores preferidos se convirtieron en ejes temáticos para representar variables de lo femenino: el negro profundo y omnipresente cubre los cuerpos de las dramáticas “mujeres Lorca”, las camisas blancas y pantalones negros denotan la independencia de prendas originariamente masculinas en “las Ocampo” y los escotes pronunciados dialogan con el rojo de los labios y los accesorios en las desenfadadas “chicas Puig”. La mayoría de los retratos están protagonizados por un grupo de reconocidas figuras del teatro, la televisión y el cine que configuran parte del universo de “mujeres Ramírez” pero, en esta serie de imágenes, también se encuentran integrantes del círculo familiar y de los afectos más cercanos del diseñador y los fotógrafos.

56

Morin, Edgar, Las estrellas de cine, Buenos Aires, Eudeba, 1966, p. 83.

57

Ibíd., p. 109.

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20

Ramírez realizó un número considerable de vestuarios para obras de teatro en donde se lució en el rol de vestuarista. En la mayoría de los casos trabajó con el genial Alfredo Arias quien lo convocó para Incrustaciones, Divino Amore, Tatouage / Trois Tangos / Cabaret-Brecht-Tango, Cinelandia, Hermanas, El Tigre, estrenadas en París con gran repercusión y Comedia repostera y Deshonrada, estrenadas en Argentina y que pronto se llevarán a la capital francesa.


Ellas son: MUJERES LORCA Cristina Banegas, Soledad Villamil, Carolina Peleritti, Julieta Vallina, Malena Solda, Lucila Gandolfo, Marilú Marini, Graciela Ramírez & Marisa Ramírez. LAS OCAMPO Felisa Pinto, Inés Estévez, Mercedes Morán, Dolores Fonzi, Julieta Cardinali, María Onetto, Leticia Brédice, Luciana Val. CHICAS PUIG Cecilia Roth, Erica Rivas, Celeste Cid, Carla Peterson, Griselda Siciliani, Soledad Silveyra, Jazmín Calcarami, Sandra Guida & Alejandra Radano.

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I NSTA NTÁ NE A S DE

U N A

M O DA

M O D E R NA

23


De la serie Patria, 2002 Colecci贸n Patria, invierno 2002 Fotograf铆a, 60 x 52

24


De la serie Patria, 2002 Colecci贸n Patria, invierno 2002 Fotograf铆a, 60 x 52

25


De la serie Bicentenario, 2015 Colecci贸n Bicentenario, 2010 Fotograf铆a, 138,33 x 110

26


De la serie Bicentenario, 2015 Colecci贸n Bicentenario, 2010 Fotograf铆a, 138,33 x 110

27


De la serie Bicentenario, 2015 Colecci贸n Bicentenario, 2010 Fotograf铆a, 138,33 x 110

28


De la serie Bicentenario, 2015 Colecci贸n Bicentenario, 2010 Fotograf铆a, 138,33 x 110

29


Pueblo (detalle), 2015 Colecci贸n Pueblo, primavera-verano 2002/2003 Fotograf铆a, 150 x 660

30


31


Casta, 2015 Colecci贸n Casta, invierno 2000 Fotograf铆a, 138,33 x 110

32


33


34


De la serie Carmen, 2012 Colecci贸n Carmen, invierno 2012 Fotograf铆a, 110 x 138,33

35


De la serie Carmen, 2012 Colecci贸n Carmen, invierno 2012 Fotograf铆a, 138,33 x 110

36


De la serie Carmen, 2012 Colecci贸n Carmen, invierno 2012 Fotograf铆a, 138,33 x 110

37


De la serie Carmen, 2012 Colecci贸n Carmen, invierno 2012 Fotograf铆a 110 x 138,33

38


39


De la serie Eliana, 2013 Colecci贸n S/T, invierno 2013 Fotograf铆a, 66 x 52

40


De la serie Eliana, 2013 Colecci贸n S/T, invierno 2013 Fotograf铆a, 66 x 52

41


De la serie Eliana, 2013 Colecci贸n S/T, invierno 2013 4 fotograf铆as de 66 x 52

42


De la serie Eliana, 2013 Colecci贸n S/T, invierno 2013 Fotograf铆a, 110 x 138,33

43


De la serie La Casa, 2013 Colecci贸n S/T Primavera-verano 2013/2014 Fotograf铆a, 53 x 44,5

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45


De la serie La Casa, 2013 Colecci贸n S/T Primavera-verano 2013/2014 Fotograf铆a, 53 x 64,3

46


47


48


De la serie La Casa, 2013 Colecci贸n S/T Primavera-verano 2013/2014 Fotograf铆a, 53 x 64,3

49


50


De la serie La Casa, 2013 Colecci贸n S/T Primavera-verano 2013/2014 Fotograf铆a, 53 x 44,5

51


De la serie Carla, 2014 Colecci贸n S/T Primavera-verano 2014/2015 Fotograf铆a, 138,33 x 110

52


De la serie Carla, 2014 Colecci贸n S/T Primavera-verano 2014/2015 Fotograf铆a, 138,33 x 110

53


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 138,33 x 110

54


55


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 138,33 x 110

56


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 66 x 51,25

57


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 66 x 51,25

58


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 138,33 x 110

59


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 138,33 x 110

60


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 138,33 x 110

61


De la serie Cameron, 2015 Colecci贸n S/T, invierno 2015 Fotograf铆a, 66 x 51,25

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63


U N

E P ÍLO GO

E ST E L A R

64


M U J E R E S

LO RC A

65


De la serie Mujeres, 2015 Soledad Villamil / Mujeres Lorca FotografĂ­a, 53 x 45

66


De la serie Mujeres, 2015 Malena Solda / Mujeres Lorca FotografĂ­a, 53 x 45

67


De la serie Mujeres, 2015 Julieta Vallina / Mujeres Lorca FotografĂ­a, 53 x 45

68


De la serie Mujeres, 2015 Carolina Peleritti / Mujeres Lorca FotografĂ­a, 53 x 45

69


De la serie Mujeres, 2015 Cristina Banegas / Mujeres Lorca FotografĂ­a, 53 x 45

70


De la serie Mujeres, 2015 MarilĂş Marini / Mujeres Lorca FotografĂ­a, 53 x 45

71


De la serie Mujeres, 2015 Lucila Gandolfo / Mujeres Lorca FotografĂ­a, 53 x 45

72


De la serie Mujeres, 2015 Graciela Ramírez & Marisa Ramírez / Mujeres Lorca Fotografía, 53 x 45

73


L AS

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O C A M P O


De la serie Mujeres, 2015 Felisa Pinto / Las Ocampo FotografĂ­a, 53 x 45

75


De la serie Mujeres, 2015 Inés Estevez / Las Ocampo Fotografía, 53 x 45

76


De la serie Mujeres, 2015 Mercedes MorĂĄn / Las Ocampo FotografĂ­a, 53 x 45

77


De la serie Mujeres, 2015 María Onetto / Las Ocampo Fotografía, 53 x 45

78


De la serie Mujeres, 2015 Julieta Cardinali / Las Ocampo FotografĂ­a, 53 x 45

79


De la serie Mujeres, 2015 Dolores Fonzi / Las Ocampo FotografĂ­a, 53 x 45

80


De la serie Mujeres, 2015 Leticia BrĂŠdice / Las Ocampo FotografĂ­a, 53 x 45

81


De la serie Mujeres, 2015 Luciana Val / Las Ocampo FotografĂ­a, 53 x 45

82


CHI C A S

P UI G

83


De la serie Mujeres, 2015 Celeste Cid / Chicas Puig FotografĂ­a, 53 x 45

84


De la serie Mujeres, 2015 Cecilia Roth / Chicas Puig FotografĂ­a, 53 x 45

85


De la serie Mujeres, 2015 Alejandra Radano & Sandra Guida / Chicas Puig FotografĂ­a, 53 x 45

86


De la serie Mujeres, 2015 Griselda Siciliani / Chicas Puig FotografĂ­a, 53 x 45

87


De la serie Mujeres, 2015 Soledad Sylveira / Chicas Puig FotografĂ­a, 53 x 45

88


De la serie Mujeres, 2015 Erica Rivas / Chicas Puig FotografĂ­a, 53 x 45

89


De la serie Mujeres, 2015 Jazmín Calcarami / Chicas Puig Fotografía, 53 x 45

90


De la serie Mujeres, 2015 Carla Peterson / Chicas Puig FotografĂ­a, 53 x 45

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Colaboraciones FotografĂ­a, 155 x 740

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L I S TA D O

D E

O B R A S

E X HI B IDA S

La autoría de las fotografías corresponde a Luciana Val & Franco Musso y los diseños a Pablo Ramírez.

95


FOTOGRAFÍAS

De la serie Maniquíes, 2015

(Por orden de aparición en catálogo)

6 fotografías de 65 x 51,25

De la serie Mujeres, 2015 Mercedes Morán / Las Ocampo Fotografía, 53 x 45

De la serie Patria, 2002 Colección Patria, invierno 2002

De la serie Mujeres, 2015 Soledad Villamil / Mujeres Lorca

2 fotografías de 60 x 52

Fotografía, 53 x 45

De la serie Mujeres, 2015 María Onetto / Las Ocampo Fotografía, 53 x 45

De la serie Bicentenario, 2015 Colección Bicentenario, 2010

De la serie Mujeres, 2015 Malena Solda / Mujeres Lorca

5 fotografías de 138,33 x 110

Fotografía, 53 x 45

Pueblo, 2015

De la serie Mujeres, 2015 Julieta Vallina / Mujeres Lorca

De la serie Mujeres, 2015 Julieta Cardinali / Las Ocampo Fotografía, 53 x 45

Colección Pueblo primavera-verano 2002/2003

Fotografía, 53 x 45

Fotografía, 53 x 45

Fotografía de 150 x 660 Casta, 2015 Colección Casta, invierno 2000

De la serie Mujeres, 2015 Carolina Peleritti / Mujeres Lorca Fotografía, 53 x 45 De la serie Mujeres, 2015 Cristina Banegas / Mujeres Lorca Fotografía, 53 x 45

4 fotografías de 138,33 x 110

De la serie Mujeres, 2015 Marilú Marini / Mujeres Lorca

De la serie Eliana, 2013 Colección S/T, invierno 2013

Fotografía, 53 x 45

9 fotografías de 66 x 52

De la serie Mujeres, 2015 Lucila Gandolfo / Mujeres Lorca

3 fotografías de 53 x 64,3 3 fotografías de 53 x 44,5

Fotografía, 53 x 45

De la serie Carla, 2014 Colección S/T, primavera-verano 2014/2015

De la serie Mujeres, 2015 Felisa Pinto / Las Ocampo

4 fotografías de 66 x 51,25

96

Alejandra Radano & Sandra Guida / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45

Fotografía 53 x 45

Griselda Siciliani / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45

3 fotografías de 138,33 x 110

5 fotografías de 138,33 x 110

Cecilia Roth / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45

De la serie Mujeres, 2015 Graciela Ramírez & Marisa Ramírez / Mujeres Lorca

De la serie Cameron, 2015 Colección S/T, invierno 2015

Celeste Cid / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45

Fotografía, 53 x 45 De la serie La Casa, 2013 Colección S/T, primavera-verano 2013/2014

Luciana Val / Las Ocampo De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45

2 fotografías de 110 x 138,33

1 fotografía de 110 x 138,33

Leticia Brédice / Las Ocampo De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45

2 fotografías de 138,33 x 110 De la serie Carmen, 2012 Colección Carmen, invierno 2012

De la serie Mujeres, 2015 Dolores Fonzi / Las Ocampo

De la serie Mujeres, 2015 Inés Estevez / Las Ocampo Fotografía, 53 x 45

Soledad Sylveira / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45


Erica Rivas / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015

El trabajo I, colección Pueblo Primavera-verano 2002/2003

Martirio, colección Ten Piedad Primavera-verano 2005-2006

Fotografía, 53 x 45

Falda en denim de algodón y camisa en poplin de algodón con gemelos de acero

Vestido en organza de seda natural y tul con viso de satén

Jazmín Calcarami / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45 Carla Peterson / Chicas Puig De la serie Mujeres, 2015 Fotografía, 53 x 45 Colaboraciones Fotografía de 155 x 740 (Exhibida en C.A.B.A.)

El trabajo II, colección Pueblo Primavera-verano 2002/2003 Chaleco en denim de algodón y falda en sarga de algodón La familia I, colección Pueblo Primavera-verano 2002/2003 Vestido-delantal en jersey de algodón y elásticos La familia II, colección Pueblo Primavera-verano 2002/2003

DIBUJOS

Vestido-delantal en jersey, tramado de algodón y elásticos

De la serie Siluetas, 2015 6 dibujos sobre papel, impresión digital de 65 x 51,25

La familia III, colección Pueblo Primavera-verano 2002/2003 Vestido en jersey de algodón

TRAJES (Por orden cronológico)

Casta, colección Casta Invierno 2000 Tapado en cuero bovino con interior en crêpe de seda Marianne, colección Patria Invierno 2002 Vestido en cloqué de seda y enaguas de tul Sanmartiniano, colección Patria Invierno 2002 Tapado en sarga de algodón, camisa en poplin de algodón y pantalón en crêpe de viscosa. Sombrero en fieltro con cintas de gross y escarapela con cristales Swarosvki

Los obreros I, colección Pueblo Primavera-verano 2002/2003 Delantal en denim de algodón y elásticos, falda en sarga de algodón Los obreros II, colección Pueblo Primavera-verano 2002/2003 Top en jersey de algodón y falda tubo en denim de algodón Encarnación, colección Ten Piedad Primavera-verano 2005-2006 Vestido en organza de seda natural y tul con viso de satén Lucrecia, colección Ten Piedad Primavera-verano 2005-2006 Vestido en tul de seda con puntillas y viso de satén

Bruna, colección Pampa Mía Invierno 2008 Vestido en cuero Erica, colección Boquitas Pintadas Primavera-verano 2008/2009 Vestido en muselina de seda Kouka, colección Kouka Primavera-verano 2009/2010 Tapado en tafeta de seda natural Analía, colección Diez Años Invierno 2010 Vestido en crêpe de lana Cecil, colección Diez Años Invierno 2010 Vestido en jacquard de seda y enaguas de tul Evita Negra, colección Bicentenario, 2010 Cuerpo en mikado de seda y raso, falda y enaguas de tul Evita New Look, colección Bicentenario, 2010 Chaqueta en mikado de seda, falda en crêpe de viscosa y enaguas de tul Evita Santa Diora, colección Bicentenario, 2010 Chaqueta en mikado de seda, falda y enaguas de tul. Banda presidencial de seda. Fanny New Look, colección Bicentenario, 2010 Chaqueta en barbour de algodón, falda en jacquard de seda y enaguas de tul

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Maggie, colección Diez Años Invierno 2010

Campesina II, colección Carmen Invierno 2012

Eliana, colección S/T Invierno 2013

Vestido en mikado de seda

Blusa en shantung de seda natural, mantón con madroños falda en jacquard de lana y enaguas de percal

Vestido-chemise en jersey tramado de algodón con cuello y puños de poplin

Paulina, colección Diez Años Invierno 2010 Vestido en raso de seda natural Victoria, colección Diez Años Invierno 2010 Vestido en mikado de seda y enaguas de tul Carolina, colección L’ Ecole Primavera-verano 2011-2012 Tapado en encaje de algodón con terminaciones en tafeta de seda natural y viso de satén Fausta, colección L’ Ecole Primavera-verano 2011/2012 Vestido en mikado de seda con solapas de raso Gabrielle, colección L’ Ecole Primavera-verano 2011/2012 Vestido en crêpe georgette con cuello de satén Leticia, colección L’ Ecole Primavera-verano 2011/2012 Vestido en crêpe de viscosa con puños de raso Mercedes, colección L’ Ecole Primavera-verano 2011/2012 Vestido-batón en crêpe de viscosa con cuello, canesú y mangas de jacquard Campesina I, colección Carmen Invierno 2012 Chaqueta-mantón en jacquard de lana con madroños, falda en barbour de algodón y enaguas de percal

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Carmen Cruz, colección Carmen Invierno 2012

Ana, colección Bien Común Invierno 2014

Vestido en satén de seda natural

Vestido en crêpe de viscosa con cuello de satén

Carmen Final, colección Carmen Invierno 2012

Lali, colección Bien Común Invierno 2014

Vestido en shantung de seda natural

Vestido en crêpe de viscosa, con cuello de raso y mangas de muselina

Carmen Mantón, colección Carmen, invierno 2012 Vestido en muselina de seda con escote-mantón y flecos Don José, colección Carmen Invierno 2012 Chaqueta en paño de lana, con vivos de terciopelo y pantalón en crêpe de viscosa

Antonieta, colección Bien Común Invierno 2014 Vestido en crêpe de viscosa con mangas y faja de seda Holly, colección Bien Común Invierno 2014 Vestido en crêpe de viscosa con volado de seda

Doña Josefa, colección Carmen Invierno 2012

Lola, colección Bien Común Invierno 2014

Chaqueta en jacquard de lana con vivos de terciopelo y pantalón en crêpe de viscosa

Vestido-chemise en crêpe de viscosa con solapas de raso

Torera, colección Carmen Invierno 2012 Chaquetilla en paño de lana con madroños, camisa en poplin de algodón, taleguilla en crêpe de lana y corbatín de seda Torero, colección Carmen Invierno 2012 Chaquetilla en barbour de algodón, capote en mikado de seda, camisa en poplin de algodón, taleguilla en crêpe de lana y corbatín de seda

Malena, colección Bien Común Invierno 2014 Vestido en crêpe de viscosa Totó, colección Bien Común Invierno 2014 Vestido en crêpe de viscosa Valeria, colección Bien Común Invierno 2014 Vestido con cuerpo en raso de seda y falda en crêpe de viscosa


Virginia, colección Bien Común Invierno 2014 Vestido en crêpe de viscosa con cuello de raso Cameron, colección S/T Invierno 2015 Tapado en raso de seda natural bondeada Cameron, colección S/T Invierno 2015 Vestido en raso de seda natural bondeada

VIDEO La intrusa, 2015 Video monocanal, blanco y negro Duración: 24 minutos Director: Ignacio Masllorens

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