Ha resucitado

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Domingo 24 de Abril de 2011, Comunidad Cristiana • Nº 2474

Editorial

DIRECTORIO FUNDADOR Pbro. Dr. Alberto Carrillo Cázares. DIRECTOR Pbro. Guillermo Reyes Carmona. SUBDIRECTOR Manuel Santos Avilés Sánchez. Diseño y Redacción: Francisco Javier Hernández Rodríguez, Juan Carlos Huante Pacheco. Corrección: Juan Manuel Ferreyra Cerriteño Digitalización: Alejandro Sáyago Rodríguez. Reporteros y Corresponsales: Alberto Calderón Ramírez • Dulce María Torres Murillo • Moisés Maldonado López (Bajío) • Osvaldo Nateras Tapia (Jungapeo) • Omar Ortiz Bravo (La Piedad) Colaboradores: • P. Víctor Alejandre Missión) Domínguez (Coord. Esspacio-M • P. José Luis Arriaga López (Passtoral Familiar) • P. Rigoberto Beltrán Vargas (Passtoral Social) • P. Rubén Cervantes González (Puntoss de Reflexión) P. Ángel Espino García (Medio Ambiente) • Juan Manuel Ferreyra Cerriteño (Santoral y Cruciverbo) • Leopoldo González Quintana (Contextoss) • P. Israel González Salazar (Literatura Mexicana) • R.M. Pilar Llera Fanjul, FMA (Vida Conssagrada) • P. J. Trinidad Lomelí Ochoa (Siguiendo a Jessúss) • Mario Medina Correa “Mac” (Cartass a Mí Missmo) • P. Ramón Pegueros Quiroz “El Padre Pegueros” (Loss Lectoress Preguntan) • Hna. Alejandra Samaniego Maya (Pastoral de la Movilidad Humana) (Passtoral de Migrantess) • P. Leopoldo Sánchez Pérez (Plan de Passtoral) • Rocío Santoyo González (Mi Disscapacidad y Yo) • P. Phillip Schoofs McCarthy (Coord. Cassoss de Cáritass) • Teresita Villaseñor Vargas (Antena) (Las opiniones vertidas en los artículos firmados son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista del Periódico). Comunidad Crisstiana agradece, pero no se responsabiliza, por materiales escritos, gráficos o digitales no solicitados. Niñoss: Martha Ruano Sección Comu-N Hurtado (Coordinadora) • María Elena Caballero Díaz (Viñetas) • Emelina Cruz Durán, J. Froylán Mora Palacios, Juani Ruano Hurtado (Colaboradores). Enlace (Sección Juvenil): Jhocelyn Bazán (Coordinadora) • Pedro García (Diseño). Administración: L.A.E. Elva Patricia Sánchez Chávez. Contabilidad: C.P. Urania María Pérez Castro. Circulación: Juan Carlos Caraza (Morelia) • Noé Tzintzún (otras localidades) • Juan Carlos Argueta, Jorge Calderón Ramírez y Andrés Martínez Ramírez. Domicilio: 1º de Mayo 335, Centro, Morelia, Mich., México, C.P. 58000. Teléfono: (01-443) 317 24 77 • 313 96 67 (Fax). Internet: www.arquidiocesismorelia.com.mx Correo electrónico (e-mail): semanariocomunidad@yahoo.com semanariocomunidad@prodigy.net.mx Comunidad Crisstiana, periódico semanal del Domingo 24 de Abril de 2011. Editor Responsable y Distribución: Manuel Santos Avilés Sánchez. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2006-101313033100101. Número de Certificado de Licitud de Título: 13156. Número de Certificado de Licitud de Contenido: 10729. Domicilio de la Publicación: 1º de Mayo N° 335, Centro, C.P. 58000, Morelia, Mich. Impreso en Impressoss con Calidad, Prol. Calzada de los Héroes 208, Col. Martinica, León, Gto., C.P. 37500. Distribución: Comunidad Cristiana, 1º de Mayo N° 335, Centro C.P. 58000, Morelia, Mich. Comunidad Crisstiana fue fundado el 300 de Agosto de 1952. Su Cuarta Época se computa a partir del N° 1681 de 1º de Octubre de 1995.

¡Feliz y Santa Pascua de Resurrección!

E

l Cirio pascual que anuncia al Resucitado ilumina todo con la Luz nueva de la vida divina que, por Él, con Él y en Él, ahora se nos comunica. El sepulcro excavado en la roca se ilumina con un sol más radiante que el del mediodía. La noche resplandece con sorprendente fulgor. El Señor surge, y la Luz, que es vida de los hombres, relumbra comunicándonos su resplandor. El mundo continúa a oscuras, porque las tinieblas no han acogido la Luz. Las engañosas sombras permanecen así, porque combaten a la Luz. Pero, no pueden vencerla. El día de la nueva creación alborea ya. El sacrificio de Isaac está cumplido: el Padre Eterno ha tomado a su Hijo, a su Unigénito, al que tanto ama, a Jesús, y lo ha entregado por nosotros en la cima del Calvario. El Mar Rojo se ha abierto y por él ha cruzado el Libertador con su pueblo. El hijo de David, el Rey, ha conquistado la roca de Sión. La Alianza nueva y eterna ha sido sellada en la Sangre de Cristo, obra del amor inquebrantable de Dios que nos quiere hijos suyos en su Hijo. Quienes hemos purificado nuestros sentidos durante la Cuaresma, podemos contemplar «con la luz inaccesible de la Resurrección, al Cristo resplandeciente» (S. Juan Crisós-

tomo). Quienes hemos soportado la noche de la prueba, podemos cantar ya al Alba definitiva en la cual todo resplandece. Quienes hemos desdeñado las ofertas de este mundo pasajero y hemos seguido a Cristo en el camino de la humillación y de la calumnia, de la vergüenza y del despojo, de la persecución, y de la cruz, tomemos en nuestras manos la luz de la Luz que no se extingue y rindamos gloria a Jesucristo, el Resucitado de entre los muertos. Sabemos que «si hemos muerto con Cristo», al hombre viejo que dice San Pablo, a nuestros pecados y miserias, «resucitaremos también con Él». Y, ¡ya estamos resucitados!, renacidos a nueva vida por el Bautismo, expectantes de la Gloria que se manifestará en nosotros, plenamente, un día no muy lejano. Ésta es la Pascua del Señor, el paso de la muerte a la vida, de la tierra al Cielo, de la ignominia de la Cruz a la exaltación de la Gloria, a la derecha del Padre Eterno. Es la Pascua de Jesucristo, Primicia de los resucitados, primer Hombre, imagen perfecta y semejanza del Dios tres veces Santo. Unidos a Él, nuestro Señor y Rey, también a nosotros que formamos parte de la comunidad de sus discípulos misioneros, miembros de su Iglesia militante,

podemos pasar de la muerte a la vida, cantando el himno de la victoria, al Señor que se ha cubierto de gloria. Que nadie quede fuera: la sala está dispuesta, las luces encendidas, la mesa tendida, el banquete servido y las puertas abiertas de par en par. El Señor se complace en invitar a todos sus hijos a la fiesta magna de la recreación del hombre, la Resurrección de su Cristo. Que nadie se excluya pues no vibró junto a la Cruz. Estamos todos aún a tiempo, y podemos vislumbrar, aun desde nuestras debilidades y pecados, a la luz de esta Noche santa, «la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer la caridad de Cristo, que supera todo amor» (Ef 3,18-19), y que nos da a manos llenas una recompensa sobreabundante, que supera cuanto podemos desear o pensar. No cedamos a nadie nuestra gloria ni nuestros privilegios de hijos, no bajemos cobardemente la cabeza, no temamos el orgullo de proclamar que la victoria de Cristo es nuestra victoria. Que el Señor se ha levantado del Sepulcro y ya está aquí, entre nosotros entregándose en Vino de fiesta y en Pan de vida y fortaleza. Ésta es la Pascua de Jesucristo. Sea también la nuestra. ¡Felices y santas Pascuas de Resurrección!

PALABRA DEL OBISPO

Mensaje pascual † ALBERTO SUÁREZ INDA ARZOBISPO DE MORELIA

E

n nuestra época científica y tecnológica, el significado de la vida y de la muerte sigue siendo un enigma que los hombres no acabamos de descifrar. Las computadoras son admirables en cuanto que imitan las funciones del cerebro, pero no llegan al nivel de los sentimientos, que nos llenan en ocasiones de gozo o de tristeza, de esperanza e ilusión, o de temor y desencanto. Cada vez más, los químicos y los biólogos investigan el mundo microscópico, así como los astrónomos van descubriendo nuevas constelaciones. Pero seguimos atónitos ante un niño que llora y sonríe, ante un joven que se enamora o en ocasiones se deprime hasta pensar en el suicidio, o en un hombre o una mujer que son capaces de odiar hasta convertirse en asesinos, o bien, llegar un heroísmo que los

impulsa a entregar la vida por los demás. Para muchos, la religión es un calmante en medio del sufrimiento o un recurso para distraer a las personas de los problemas reales de la existencia, una especie de droga espiritual que los hace olvidar sus compromisos en la marcha del mundo. Lo original y propio del cristianismo es que nos permite comprender y valorar la dignidad y el gran don de nuestra vocación humana a la luz del Hombre Nuevo que es Cristo Resucitado. La Resurrección de Jesús no consiste simplemente en la reanimación de un cadáver, no se equipara a los milagros que Él realizó al devolver la vida a la hija de Jairo o a su amigo Lázaro. Ellos vivieron por un tiempo más en este mundo y luego volvieron a morir como todos los humanos. Nuestra fe en la victoria definitiva de Jesús glorioso es algo totalmente nuevo y diferente, es la convicción de

que la muerte fue derrotada para siempre y que en Él tenemos la garantía de participar de la vida en el Espíritu. Se trata de una nueva creación en la que la pequeñez de hombre adquiere una dimensión insospechada de eternidad. Cristo Resucitado emana un resplandor luminoso que nos hace ver diferentes todas las cosas; se puede entonces vislumbrar el verdadero sentido de los que somos y vivimos, del amor y del sufrimiento, del esfuerzo y del fracaso, del perdón y la misericordia. Así como el Hijo de Dios entró en el mundo de manera discreta y silenciosa al tomar nuestra carne en el seno de María, también el Resucitado viene a tocar a la puerta de tu corazón esperando que le abras en la libertad de la fe. Él puede transformarte, iluminar tu vida y hacerte testigo de su presencia en medio de las tinieblas de un mundo caduco destinado a participar de la gloria que Él recibió del Padre por el poder del Espíritu, Señor y Dador de Vida.


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