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Entrevista destacada: Gabriela Campari

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“La articulación de pabellones y áreas verdes definieron las formas del ser y el habitar hospitalario.”

Gabriela Campari

Paisajes urbanos cotidianos y habitar hospitalario

Con Gabriela Campari, Doctora en Ciencias Sociales, reflexionamos sobre el legado paisajístico de los hospitales públicos de tipología “pabellonal” emplazados en la Ciudad de Buenos Aires, en términos de prácticas y simbologías de la comunidad que los habita y percibe.

Hospital Muñiz, Ciudad de Buenos Aires. Fotografía: Gabriela Campari.

Los hospitales públicos de tipología pabellonal emplazados en la Ciudad de Buenos Aires, constituyen una composición arquitectónica que articuló de manera singular los espacios cerrados (pabellones) y abiertos (áreas verdes) y dio lugar a un legado paisajístico en el que se expresan las prácticas y simbologías de la comunidad que los habita y percibe, cuya participación resulta necesaria para su gestión integral. La concepción material y simbólica del modelo pabellonal que emerge a fines del siglo XIX en la Ciudad de Buenos Aries conjugó la articulación de pabellones y áreas verdes –a modo de jardines– que definieron las formas del ser y el habitar hospitalario. El higienismo, en el marco de una concepción organicista, sustentó la producción de ciudad entendiéndola como un organismo vivo que debía respirar e higienizarse, e incorporó la noción de lo verde como elemento sanador del paisaje urbano. El saneamiento y ornato se convirtieron en instrumentos centrales del ejercicio del poder local y para promover la adopción de nuevos hábitos y prácticas sociales al aire libre, impactando en la planificación e intervención paisajística, la que otorgó relevancia a la generación de entornos verdes. Estos espacios de naturaleza construida, pese a ciertas mutaciones físicas, trascendieron en el tiempo y quedaron impresos en la morfología de diversas instituciones públicas de salud, tales como los hospitales General de Agudos “Dr. Teodoro Álvarez”, “Dr. Ignacio Pirovano”, “Dr. José María Ramos Mejía”, “Dr. Enrique Tornú” y de Infecciosas “Dr. Francisco Javier Muñiz”, las que integraron la Asistencia Pública Médica de la Capital de la República en 1910 y, hasta la actualidad, continúan prestando servicios a la población.

GABRIELA CAMPARI

Doctora en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Licenciada en Planificación y Diseño del Paisaje (UBA). Especialista en Docencia para Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA). Coordinadora Académica de la Carrera Licenciatura en Planificación y Diseño del Paisaje (FADU-UBA). Titular de la asignatura “Geografía” e Investigadora FADUUBA. Directora de UBACyT y de tesis de maestría, grado y formación de becarios. Realizó estudios de Posgrado en Gestión Socio-Urbana y Participación Ciudadana en Políticas Públicas (FLACSO) y Gestión del Patrimonio Cultural (UBA). Integrante de la Red Latinoamericana de Investigadores de Hospitales (RLIH) con sede en la Universidad Nacional Autónoma de México. Se especializa en el estudio del paisaje público urbano y el abordaje de las problemáticas vinculadas con su producción, usos y gestión. Ha publicado diversos artículos sobre producción, usos y gestión del paisaje público urbano.

Hospital Tornú, Ciudad de Buenos Aires. Fotografía: Gabriela Campari. Hospital Ramos Mejía, Buenos Aires. Fotografía: Gabriela Campari.

Dos siglos después de la aparición del modelo pabellonal, diversos adelantos en la medicina –entre ellos la superación de la concepción del origen miasmático de la enfermedad–, el incremento del valor del suelo urbano, el aumento de la población residente, su demanda de mayor atención sanitaria y las realidades relacionadas con el costo de la enfermedad y la tecnología médica, desarticularon la conexión de lo edificado con el espacio ajardinado e impactaron en las tipologías hospitalarias, generando la mutación de las formas arquitectónicas y sustrayendo el espacio verde del interior de los establecimientos. Los modelos vertical y horizontal privilegiaron la extensión de espacios edificados por sobre la dinámica e intervalo entre espacios cerrados y abiertos al aire libre. A fin de registrar la habitualidad y recurrencia de las prácticas sociales de los actores de la comunidad hospitalaria en sus espacios verdes, exhibió como práctica preponderante la de contemplar el espacio verde –92% del universo encuestado–, alcanzando una mayor adhesión entre los pacientes o visitas (94,34%) frente a los médicos/ auxiliares de la salud (89,09%) y el personal no médico (86,11%). La actividad citada, pese a las diversas características de las áreas verdes de los hospitales, presentó valores muy altos para todos ellos, oscilando entre el 80% (Álvarez) y el 100% (Muñiz). Contemplar el espacio verde, refiere a una relación entre el observador y el paisaje observado, en la que el actor se abstrae y pone su atención en el deleite estético que le transmite una escena de la naturaleza construida; y, a su vez, constituye una forma de emplear el tiempo libre mediante una acción personalmente elegida, cuya práctica resulta placentera y reivindica el ámbito hospitalario a pesar de la presencia del dolor y la enfermedad.

PAISAJES SENSIBLES

Gabriela Campari

Hospital Álvarez, Ciudad de Buenos Aires. Fotografía: Archivo General de la Nación.

Esta preferencia por “contemplar el espacio verde” hace a la calidad del entorno hospitalario y se vincula a la salud, entendida no solo como ausencia de enfermedad sino como un estado de completo bienestar físico, mental y social. Lo expuesto visibiliza la importancia de promover políticas públicas dirigidas a proteger y mejorar los espacios verdes de las instituciones de salud, dado que en estos paisajes cotidianos la comunidad hospitalaria puede experimentar actividades al aire libre, de manera similar a las que los habitantes practican en parques o plazas urbanos, aspecto ligado a revalorizar su significado como lugar de salud y patrimonio cultural a escala urbana. La interacción entre las prácticas sociales y el entorno físico, requiere una atención debida, necesaria y sostenida en el tiempo, dado que en estos escenarios se desarrollan usos y actividades y se expresa nuestro sentido de pertenencia. Analizar los paisajes cotidianos como constructo social, identificar prácticas, representaciones y procesos de socialización presentes en ellos, constituyen instancias para su abordaje proyectual y el desarrollo de propuestas paisajísticas viables que, considerando el modo en que la población transforma y modifica el territorio, den respuesta a demandas sociales específicas. Reconocer estos valores y oportunidades para el bienestar físico y psíquico de la comunidad implica integrarlos en la construcción de políticas públicas (planificación, elaboración y formulación de planes y proyectos), independientemente de su vínculo relacional con el hospital (personal médico o auxiliar de la salud, personal no médico y pacientes o visitas), como un modo de inclusión de usos y valores, reconocimiento de derechos y democratización del espacio habitado.

El libro indaga desde la teoría y la empírea, la producción y transformación del espacio verde intrahospitalario de la Ciudad de Buenos Aires, constituyendo un relevante y original aporte al análisis del valor del paisaje y los espacios públicos en el mundo urbano y de la belleza en la construcción de subjetividad. Se focaliza en prácticas y representaciones sociales presentes en las áreas verdes de cinco hospitales públicos locales, y da cuenta del rol fundamental que, en su valoración patrimonial y como lugar de salud, tienen las actividades, percepciones, sensaciones y simbologías de quienes las vivencian. Este nuevo libro propone el desafío de reflexionar y construir participativamente una mirada que visibilice estos paisajes cotidianos en la agenda pública como legado cultural, ambiental y espacio de bienestares y cuidados para la comunidad hospitalaria con aptitudes para mejorar el habitar y la calidad de vida en el contexto adverso de la hospitalización.