Manual para la evaluación de trastornos depresivos

Manual para la evaluación de trastornos depresivos Ana Acosta, Angie Bautista, Diana Sánchez y Nicol Valderrama

Presentación Este manual fue creado por estudiantes de sexto semestre del programa de psicología de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, acompañado de la dirección de la docente de la asignatura de evaluación psicológica clínica en adultos. Está diseñado con el objetivo de facilitar una guía en el proceso de evaluación de los trastornos depresivos, aquí se podrá encontrar la conceptualización de dichos trastornos, la clasificación que existe de los trastornos depresivos según el DSM-V y las técnicas y pautas que se pueden utilizar en el proceso de evaluación.

Índice

1. Conceptualización................................................. 1

Observación.................................................................................. 25

2. Clasificación de los trastornos depresivos.....3

Pruebas psicométricas...............................................................27

Trastorno de desregulación disruptiva del estado de

4. Anexos......................................................................33

ánimo...............................................................................................4

Preguntas sugeridas para la entrevista.................................34

Trastorno de depresión mayor..................................................6

Autorregistro evaluación estado de ánimo...........................35

Trastorno depresivo persistente (distimia)..........................8

Autorregistro diario de actividad.............................................36

11 Trastorno disfórico premenstrual............................................

Registro de observación............................................................37

Trastorno depresivo inducido por sustancia o

Escala de apreciación.................................................................38

medicamento................................................................................14

Diario de campo............................................................................39

Trastorno depresivo debido a otra afección médica..........16

Escala de ZUNG............................................................................40

Otro trastorno depresivo especificado..................................18

Escala de CES-D...........................................................................41

Otro trastorno depresivo no especificado............................19

Escala de Montgomery-Asberg................................................ 42

3. Evaluación de los trastornos depresivos.........20

Inventario de depresión de Beck..............................................43

Plan de evaluación.......................................................................21 Entrevista.....................................................................................23 Autorregistros..............................................................................24

Escala de Hamilton para la evaluación de la depresión...... 45 5. Referencias......................................................................................46

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Conceptualización Según el DSM-V (APA, 2013), los trastornos depresivos se caracterizan por un estado de ánimo triste, vacío o irritable, acompañado de cambios somáticos y cognitivos que van a afectar la capacidad funcional del individuo.

Dentro de los trastornos depresivos existen diferentes tipos: trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, trastorno de depresión mayor, trastorno depresivo persistente (distimia), trastorno disfórico premenstrual, trastorno depresivo inducido por una sustancia o medicamento, trastorno depresivo debido a otra afección médica, otro

trastorno depresivo especificado y otro trastorno depresivo no especificado, lo que los diferencia es la duración, la presentación temporal o la etiología.

Los trastornos depresivos son complejos terapéuticamente, estos pueden ser duraderos o recurrentes y agrupan una diversidad de conductas algunas opuestas o incompatibles, de manera que deterioran el desempeño de las personas en su trabajo o en sus labores cotidianas. Además, los síntomas más comunes pueden aparecer o no en un paciente así mismo como manifestar síntomas diferentes a lo largo del tiempo (López et al, 2010).

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Factores de riesgo

Epidemiología

La edad es un factor de riesgo, ya que existe una mayor incidencia de sintomatología depresivo en adultos jóvenes entre los 18-44 años. De acuerdo a la edad existen diferencias respecto a los síntomas predominantes, por ejemplo, en los niños son más frecuentes las quejas somáticas, la irritabilidad y el aislamiento social, en adolescentes se asocia a trastornos disociales, trastornos de la conducta alimentaria y abuso de sustancias y en ancianos suelen ser frecuentes las quejas somáticas y síntomas cognoscitivos cómo la sensación de pérdida de memoria. Otros factores de riesgo son la herencia y los aspectos sociales, estos incrementan la vulnerabilidad de determinadas personas para el desarrollo de los trastornos psiquiátricos además de dificultades en el trabajo, desempleo, exclusión y rechazo social, dificultades en la adaptación cultural, etc.

(Martín, Julio, y Hernández, s.f).

De acuerdo con los estudios internacionales de la OMS, los

Características

Comorbilidad

Según la Organización mundial de la Salud (2017) algunos de los síntomas más frecuentes son los sentimientos de tristeza, pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras, sentimientos de culpa o autoestima baja, alteraciones del sueño o del apetito, fatiga, falta de concentración, irritabilidad, sensación de angustia, cambios cognitivos y una alta ideación suicida.

Los expertos señalan que entre el 60 % y el 70 % de las personas que padecen depresión presentan comorbilidad con ansiedad, así mismo se puede presentar la comorbilidad con un trastorno físico como cáncer, enfermedades coronarias y cerebrovasculares, digestivas, dermatológicas o alguna discapacidad.

(Sabater, 2018).

trastornos depresivos tienen una proporción mundial de 4,4% (2015), las tasas de prevalencia varían según la edad y alcanzan su punto máximo en la edad más adulta (por encima de 7,5% en mujeres de edades comprendidas entre los 55 y 74 y en hombres y por encima de 5,5%). Por esto se estima que el número total de personas que tienen depresión en el mundo es de 322 millones, es importante resaltar que el 30 % de los casos de depresión llegan a una depresión crónica, se tiene una alta probabilidad de que se desarrollen algunas enfermedades o se desenlace de otras. Casi la mitad de estas personas viven en la Región de Asia Sudoriental y en la Región del Pacífico Occidental.

Por otro lado, a nivel nacional los casos de depresión grave y con síntomas psicóticos son menos frecuentes y representan el 6 al 13 % de personas atendidas, además se observó que la mayor proporción de personas atendidas por depresión moderada o severa corresponde a mujeres. En el análisis de reporte de casos con diagnóstico de depresión, se encontró que los departamentos de Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca ocupan los primeros lugares, independiente del tipo de depresión (Ministerio de Salud, 2017).

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Clasificación de los trastornos depresivos A continuación se presentan 8 tipos de trastornos depresivos según la clasificación que se encuentra en el DSM-V. De cada trastorno se menciona la definición, características, desarrollo, curso, diagnóstico diferencial, factores de riesgo y pronóstico.

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Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo Definición

Desarrollo y curso

El trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo según Mürner et. al. (2021), se caracteriza por “ira, irritabilidad no episódica y frecuentes arrebatos de mal genio durante un período de al menos un año en pacientes pediátricos de 6 a 18 años”.

Pese a que se sugiere que la edad promedio de inicio es a los 5 años, el diagnóstico se asigna a partir de los 6 años, debido a que por las variaciones que se presentan en el comportamiento del niño en la etapa preescolar, resulta difícil identificar una patología. (Mürner et al, 2021) Además, Munhoz et. al. (2017), mencionan que la prevalencia del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo es baja en la adolescencia temprana.

Características La sintomatología mencionada anteriormente se presenta en un promedio de tres o más veces por semana, se puede presentar en al menos dos de tres entornos de la vida de la persona y se puede manifestar de forma conductual como por ejemplo agresión física a objetos o personas y también de forma verbal, la duración e intensidad no es acorde para la situación y son inconsistentes con el nivel de desarrollo del niño. (Mürner et al, 2021)

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Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo

Diagnóstico diferencial Según el DSM 5, es necesario hacer una evaluación minuciosa del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, el trastorno bipolar y el trastorno negativista desafiante para poder diferenciarlos. (APA, 2013) ·“Los trastornos bipolares son trastornos episódicos, el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo no lo es”. ·“El diagnóstico de trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo requiere una alteración grave en, al menos, un entorno (p. ej., la casa, el colegio o entre los compañeros) y una alteración leve o moderada en un segundo entorno”.

“El trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo sigue caracterizándose más por su inefabilidad y heterogeneidad intrínseca que por cualquier estado de entidad”. Las personas que cumplen con los criterios para este trastorno tienen la posibilidad de tener un trastorno de conducta, trastorno negativista

desafiante, trastorno por déficit de atención/hiperactividad o cualquiera de los innumerables otros trastornos del comportamiento. (Parker y Tavella, 2018)

Factores de riesgo y pronostico Munhoz et al (2017) señalan que los factores de riesgo tempranos para el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo incluyen características maternas, como por ejemplo la depresión durante el embarazo o después del parto.

Este trastorno es un importante predictor de otros trastornos mentales como depresión y ansiedad.

Estos autores resaltan que “la evaluación temprana y apropiada de los síntomas de irritabilidad y el diagnóstico temprano de este trastorno podrían reducir la incidencia de problemas de salud mental más adelante en la vida”. (Munhoz et al, 2017)

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Definición

Trastorno de depresión mayor

El trastorno depresivo mayor es una enfermedad mental caracterizada por la presencia de síntomas relacionados con no poder comer o dormir, no disfrutar las actividades que para la persona antes eran placenteras, ideas de minusvalía y hasta pensamientos o conductas suicidas. (Restrepo et al, 2017)

Características

Según Mcintyre (2020), “es una de las enfermedades mentales más frecuentes, costosas y discapacitantes a nivel mundial. Suele iniciarse a una edad temprana y en la mayoría de las personas, la depresión aparece por primera vez en la adolescencia”. Las enfermedades mentales, principalmente las relacionadas a estados de ánimo como por ejemplo el TDM, son patologías que predominan a nivel mundial. Los aspectos “sociales, culturales y genéticos” pueden influir de forma significativa en el desarrollo de este trastorno. (Restrepo et al, 2017)

Desarrollo y curso Este trastorno afecta, aproximadamente, al doble de mujeres con respecto a los hombres. Puede tener un origen genético, fisiológico u hormonal o ser provocada por condiciones de estrés y / o factores psicológicos y sociales. Existe evidencia que relaciona el estrés crónico con el trastorno depresivo, lo que ocasiona un deterioro de las neuronas que les impide hacer las adaptaciones apropiadas para el funcionamiento normal del sistema nervioso central (Pérez-Padilla et al. 2017).

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Trastorno de depresión mayor

Diagnóstico diferencial Según el DSM 5, para este diagnóstico se debe hacer una diferenciación con otros trastornos como, por ejemplo: "episodios maníacos con ánimo irritable o episodios mixtos, trastorno del humor debido a otra afección médica, trastorno depresivo o bipolar inducido por sustancias/medicamentos, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, trastorno de adaptación con ánimo deprimido, tristeza". Esta distinción requiere una evaluación clínica minuciosa de la presencia de síntomas maníacos. (APA, 2013)

Factores de riesgo y pronostico Como nos menciona el autor Restrepo et al (2017) en su trabajo: “Se ha demostrado que altos niveles de glucocorticoides secundarios a estados de estrés influyen en la neurogénesis del hipocampo, especialmente en la producción de interconexiones dendríticas, lo cual promueve el inicio de los síntomas depresivos; y se ha explicado el papel de la dopamina, noradrenalina, glutamato y serotonina, siendo los niveles de este último neurotransmisor los más asociados a cambios del estado del ánimo y aparición de trastornos depresivos”.

Esto permite entender un poco el origen orgánico y biológico de esta enfermedad y el papel fundamental que cumplen determinadas proteínas, hormonas y neurotransmisores en la misma.

De acuerdo a lo mencionado anteriormente, otras líneas de investigación señalan que las personas que tienen trastorno de depresión mayor pueden mejorar su desarrollo cognitivo con intervenciones psicológicas, por lo que la integración de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos podría mejorar el tratamiento de las personas que poseen TDM. (Pérez et al, 2017).

Por otra parte, Agudelo et al (2017), mencionan algunos factores personales que se pueden asociar al trastorno de depresión mayor, uno de ellos es que ser mujer es un predisponente para padecer este trastorno, “esto puede ser explicado por factores genéticos, biológicos, químicos, hormonales, ambientales, psicológicos y sociales”, además los malos hábitos saludables que también se pueden consideran influyentes para el desarrollo de trastornos depresivos.

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Trastorno depresivo persistente (distimia) Definición

Desarrollo y curso

La distimia es "un trastorno del humor depresivo caracterizado por un curso crónico, en ocasiones fluctuante, y de una intensidad leve pero que causa un malestar clínicamente significativo" (Goena y Molero, 2019)

El trastorno depresivo persistente tiene a menudo un inicio temprano e insidioso (p. ej., en la infancia, la adolescencia o la juventud) y, por definición, tiene un curso crónico. El comienzo temprano (p. ej., antes de los 21 años) se asocia a una mayor probabilidad de trastornos comórbidos de la personalidad y de abuso de sustancias (DSM-5, APA, 2013) y de acuerdo a Jiménez, Gallardo, Villaseñor y González, 2013 cuando inicia después de los 21 años se considera de inicio tardío, aunque en la práctica, el trastorno puede iniciarse a cualquier edad.

Características Según Jiménez, Gallardo, Villaseñor y González (2013) este trastorno se caracteriza por un estado de ánimo depresivo durante un periodo prolongado y la mayor parte del día, presenta dos o más de los siguientes síntomas: a) pérdida o aumento de apetito; b) insomnio o hipersomnia; c) falta de energía o fatiga; d) baja autoestima; e) pobre concentración; f) dificultad para concentrarse o para tomar decisiones, y g) sentimientos de desesperanza.

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Trastorno depresivo persistente (distimia)

Diagnóstico diferencial Si existe ánimo deprimido además de dos o más síntomas de los criterios del episodio depresivo persistente durante dos años o más, entonces se realiza el diagnóstico de este trastorno, mientras que si los síntomas cumplen criterios suficientes para el diagnóstico de un episodio depresivo mayor en cualquier momento de este período, entonces se debería hacer el diagnóstico de depresión mayor, pero no se codifica como un diagnóstico separado, sino como un especificador del trastorno depresivo persistente (DSM-5, APA, 2013).

Los síntomas depresivos son un rasgo común que se asocia a los trastornos psicóticos crónicos (p. ej., el trastorno esquizoafectivo, la esquizofrenia, el trastorno delirante). No se hace un diagnóstico distinto de trastorno depresivo persistente si los síntomas ocurren durante el curso del trastorno psicótico (incluidas las fases residuales). (DSM-5, APA, 2013)

Si se considera que los síntomas depresivos no son atribuibles a los efectos fisiológicos de otra afección médica, entonces se codifica el trastorno mental primario y la afección médica se considera como una afección médica concomitante. (DSM-5, APA, 2013) El trastorno depresivo o bipolar inducido por sustancias/medicamentos se distingue del trastorno depresivo persistente cuando se considera que hay una sustancia que podría estar etimológicamente relacionada con la alteración del ánimo.

(DSM-5, APA, 2013) A menudo hay signos de la coexistencia de alteraciones de la personalidad. Cuando la presentación en un individuo cumple los criterios tanto del trastorno depresivo persistente como de un trastorno de la personalidad, se deben realizar ambos diagnósticos. (DSM-5, APA, 2013)

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Trastorno depresivo persistente (distimia)

Factores de riesgo y pronostico Temperamentales: los factores que predicen un peor pronóstico a largo plazo son los mayores niveles de neuroticismo (afectividad negativa), la mayor gravedad de los síntomas, un peor funcionamiento global y la presencia de trastornos de ansiedad o de conducta (DSM-5, APA, 2013) Además, según Jiménez, Gallardo, Villaseñor y González (2013) se considera que las experiencias estresantes inician a partir de cambios neuroquímicos que pueden incrementar el riesgo de la enfermedad depresiva, en particular, las experiencias de eventos ocurridos en la infancia parecen estar relacionados con el curso y pronóstico de la distimia, y se considera que tres grandes sistemas en el cerebro tienen relación o se afectan: a) el eje hipotálamo-pituitario-adrenal y el sistema del factor liberador de corticotropina (CRF); b) el hipocampo, y c) el sistema noradrenérgico.

Es probable que los pacientes con trastorno depresivo persistente tengan una mayor proporción de familiares de primer grado con dicho trastorno que los pacientes con trastorno depresivo mayor, y que tengan más trastornos depresivos en general. (DSM-5, APA, 2013)

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Definición

Trastorno disfórico premenstrual

La disforia premenstrual es una variante severa del Síndrome Premenstrual. (Agostini, 2018). El síndrome disfórico premenstrual según Alas y Barillas, (2020) es un "desorden severo del estado de ánimo caracterizado por alteraciones cognitivas, afectivas y físicas que significativamente influyen en las labores diarias causando un deterioro funcional y en las relaciones personales, los siete días antes del inicio de la menstruación"

Características

De acuerdo con Agostini (2018) se ha reportado que la sintomatología comienza o se agrava luego de los partos, con la edad, al comenzar o suspender los anticonceptivos orales o luego de someterse a esterilización tubaria, para Chavarría (2013) los síntomas más comunes son el estado de ánimo y los síntomas de comportamiento, incluyendo irritabilidad, tensión, depresión, ganas de llorar.

Para Alas y Barillas (2020) Uno o más de los síntomas siguientes han de estar presentes: 1. labilidad afectiva intensa, 2. irritabilidad intensa o enfado, aumento de conflictos, 3. estado de ánimo intensamente deprimido, sentimiento de desesperanza o ideas de autodesprecio, 4. ansiedad, tensión y/o sensación intensa de desesperación.

Además de presentar uno o más de los síntomas siguientes 1. disminución del interés por las actividades habituales, 2. dificultad subjetiva de concentración, 3. letargo, fatigabilidad fácil, intensa falta de energía, 4. cambio importante del apetito, sobrealimentación o anhelo de alimentos específicos, 5. hipersomnia o insomnio, 6. sensación de estar agobiada o sin control, 7. síntomas físicos como dolor tumefacción mamaria, dolor articular o muscular o aumento de peso.

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Trastorno disfórico premenstrual

Desarrollo y curso El inicio del trastorno disfórico premenstrual puede aparecer en cualquier momento tras la menarquia. De modo anecdótico, muchas pacientes refieren que los síntomas empeoran al acercarse la menopausia. (DSM-5, APA, 2013)

Diagnóstico diferencial Síndrome premenstrual: Aunque el síndrome premenstrual comparte la característica de que los síntomas aparecen durante la fase premenstrual del ciclo menstrual, se le considera por lo general menos grave que el trastorno disfórico premenstrual.

(DSM-5, APA, 2013) Dismenorrea: Los síntomas comienzan al inicio de la menstruación, mientras que los síntomas del trastorno disfórico premenstrual, por definición, comienzan antes del inicio de la menstruación, incluso aunque permanezcan durante los primeros días de ésta. (DSM-5, APA, 2013)

Trastorno depresivo mayor: los síntomas incluyen mal humor, poca energía, anhedonia, cambios en el apetito, trastornos del sueño, dificultad para concentrarse y pensamientos suicidas, un diagnóstico de síndrome disfórico premenstrual puede ser anterior a un diagnóstico de depresión y el síndrome disfórico premenstrual puede coexistir. Los criterios para el diagnóstico de estos trastornos son diferentes, pero no excluyentes. (Mishra, Elliott y Marwaha, 2022) Trastorno de ansiedad generalizada: Los síntomas de ansiedad incluyen palpitaciones y sentimientos de miedo. Los desencadenantes pueden identificarse para los ataques de ansiedad y el paciente muestra que los evita. La ansiedad crónica o situacional no varía con el ciclo menstrual. El trastorno de ansiedad generalizada y el TDPM pueden coexistir. Los criterios son diferentes, pero no excluyentes (Mishra, Elliott y Marwaha, 2022)

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Trastorno disfórico premenstrual

Factores de riesgo y pronostico Ambientales: los factores ambientales que se asocian a la presentación del trastorno disfórico premenstrual son el estrés, los antecedentes de traumas interpersonales, los cambios estacionales y a los aspectos socioculturales de la conducta sexual femenina en general y del papel del género femenino en particular. (Mishra, Elliott y Marwaha, 2022) Eventos traumáticos pasados: los eventos traumáticos y los trastornos de ansiedad preexistentes son factores de riesgo para el desarrollo del TDPM. Se desconocen los mecanismos subyacentes, lo que hace necesaria una mayor investigación.

(Mishra, Elliott y Marwaha, 2022)

Tabaquismo: existe una fuerte asociación entre las formas moderadas y graves del síndrome premenstrual y el estado actual de tabaquismo en comparación con los no fumadores (riesgo relativo. (Mishra, Elliott y Marwaha, 2022)

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Trastorno depresivo inducido por sustancia o medicamento

Definición

Alteración del estado de ánimo que persiste en el cuadro clínico y que se caracteriza por estado de ánimo deprimido, disminución notable del interés o placer por todas o casi todas las actividades, adicionalmente esta alteración se debe a la intoxicación o abstinencia de una sustancia o después de la exposición a un medicamento. Estos síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes del funcionamiento del individuo. (DSM-5, APA, 2013)

Características

Las características del trastorno depresivo inducido por sustancias o medicamentos incluyen los síntomas de un trastorno depresivo, con la particularidad de que estos síntomas se asocian al consumo, la inyección o la inhalación de una sustancia y los síntomas depresivos persisten más tiempo de lo que cabría esperar de los efectos fifiológicos o del período de intoxicación o de abstinencia. (DSM-5, APA, 2013)

El manual DSM-V (APA, 2013), aclara que los síntomas depresivos deben haberse desarrollado durante o un mes después del consumo de una sustancia capaz de producir un trastorno depresivo, esto se precisa a través de los datos de la historia clínica, la exploración física o los análisis de laboratorio y adicionalmente, el juicio clínico es fundamental para determinar si el trastorno depresivo está verdaderamente relacionado al medicamento.

Desarrollo y curso

Los síntomas depresivos inician en las primeras semanas o el mes de consumo de la sustancia, cuando se interrumpe el consumo, los síntomas suelen remitir en días o semanas dependiendo de la sustancia o el medicamento y de la presencia de un síndrome de abstinencia y la historia del uso de la sustancia puede ayudar a incrementar la certeza en el diagnóstico. (DSM-5, APA, 2013)

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Trastorno depresivo inducido por sustancia o medicamento

Diagnóstico diferencial Según las aclaraciones del DSM-5 (APA, 2013), es importante tener en cuenta estas diferencias entre diferentes tipos de trastornos: ·Se diferencia de un diagnóstico de intoxicación o de abstinencia por sustancias, cuando los síntomas son lo suficientemente graves como para necesitar una atención clínica independiente. ·Se diferencia de un trastorno depresivo primario cuando se identifica que hay una sustancia asociada etiológicamente con los síntomas. ·Las personas que tienen otras afecciones médicas a menudo toman medicamentos para el tratamiento de su condición, es por esto que, se debe tener especial cuidado al identificar si los síntomas depresivos se dan por el medicamento o por las consecuencias fisiológicas de la afección. Algunas veces, la historia clínica proporciona la base para emitir un juicio, en otras ocasiones puede ser necesario cambiar el tratamiento de la otra

·afección médica para identificar empíricamente el agente causal y en otras ocasiones deben darse ambos diagnósticos o indicarse el diagnóstico de otro trastorno depresivo especificado o no especificado. ·Es importante tener en cuenta la relación de causalidad entre el trastorno depresivo y el consumo de sustancias, ya que se debe identificar si se trata de una estrategia de afrontamiento para la depresión o un efecto secundario de una sustancia o medicamento. (Tolosa, 2019)

Factores de riesgo y pronostico Los factores de riesgo comunes de este trastorno son los antecedentes de trastornos depresivos (como depresión mayor o inducida por drogas) y los factores estresantes psicosociales, sin embargo, los factores de riesgo pueden variar dependiendo de la sustancia. (DSM-5, APA, 2013)

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Trastorno depresivo debido a otra afección médica Definición De la misma forma que otros trastornos depresivos, este consiste en un período persistente de estado de ánimo deprimido y una disminución notable del interés o placer por las actividades, sin embargo, en este cuadro clínico, el trastorno es la consecuencia fisiopatológica directa de otra afección médica. (DSM-5, APA, 2013)

Características Se debe establecer la presencia de una afección médica general, a partir de la cual, mediante una evaluación exhaustiva e integral, el clínico debe identificar que está etiológicamente relacionada mediante un mecanismo fisiológico con el estado de ánimo deprimido. Adicionalmente, es importante considerar la presencia de una asociación temporal entre el comienzo,

la exacerbación o la remisión de la afección médica general y la alteración del ánimo y los rasgos que son atípicos en los trastornos del ánimo primarios (como edad atípica, un curso atípico o ausencia de historia familiar). (DSM-5, APA, 2013)

Desarrollo y curso Este apartado depende de la afección médica que se presente en cada caso.

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Trastorno depresivo debido a otra afección médica

Diagnóstico diferencial

Factores de riesgo y pronostico

Según las aclaraciones del DSM-5 (APA, 2013), es importante tener en cuenta estas diferencias entre diferentes tipos de trastornos: ·Para diferenciar este trastorno del trastorno depresivo inducido por medicamentos, es importante que el juicio clínico, se emita basándose en todos los datos científicos disponibles, ya que es la mejor forma de identificar el más probable o más importante de los dos factores etiológicos. ·Debido a que la afección médica es en su inicio un acontecimiento estresante que podría provocar un trastorno de adaptación o un episodio de depresión mayor, es importante diferenciar los episodios depresivos de los trastornos de adaptación, mediante la generalización del cuadro depresivo y el número y la cualidad de los síntomas depresivos que el paciente presenta. ·Es importante realizar el diagnóstico diferencial por afecciones médicas particulares.

El riesgo depende de la afección que tenga la persona y la región en que esta se presente.

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Otro trastorno depresivo especificado Definición

Características

Los conjuntos de síntomas con características de un trastorno depresivo que no cumplen todos los criterios para otros trastornos depresivos, pero que causan malestar clínico significativo o deterioro del funcionamiento se clasifican como otros trastornos depresivos, en este caso se comunica el motivo específico por el que no cumple los criterios diagnósticos de un tipo de depresión en particular. (Coryell, 2020)

Se incluyen los períodos recurrentes de disforia con ≥ 4 otros síntomas depresivos que duran < 2 semanas en personas que nunca han cumplido los criterios para otro trastorno del ánimo (p. ej., depresión breve recurrente) y los períodos de depresión que duran más tiempo, pero que no incluyen suficientes síntomas para el diagnóstico de otro trastorno depresivo. (Coryell, 2020)

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Otro trastorno depresivo no especificado Definición

Nota

Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de un trastorno depresivo que causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento, pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos depresivos. La categoría del trastorno depresivo no especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de un trastorno depresivo específico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico (p. ej., en servicios de urgencias). (DSM-5, APA, 2013)

Recuerde que a la hora de realizar el diagnóstico debe tener en cuenta los especificadores necesarios para cada patología, estos los puede encontrar en la página 184 del Manual DSM-V.

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Evaluación de los trastornos depresivos En este apartado se presentan algunos elementos para tener en cuenta: recomendaciones, factores y procesos que se deben evaluar. Adicionalmente se proponen algunos instrumentos o estrategias que resultan útiles para el proceso de evaluación.

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Plan de evaluación

En primer lugar, es importante tener presente que la evaluación es dinámica, constante y transversal a todo el proceso terapéutico, adicionalmente, cumple las funciones de clasificación, descripción, predicción, planificación de la intervención y seguimiento.

La segunda fase consiste en la integración de los resultados, la presentación del informe, discusión y toma de decisiones, este apartado es de suma importancia debido a que el consultante debe tener acceso a la retroalimentación de la información recopilada en la fase 1.

Para realizar un proceso adecuado de evaluación se debe tener presente la formulación teórica de partida, las variables objeto de evaluación, el método de toma de decisiones, las técnicas de evaluación, el nivel de inferencia, los objetivos de evaluación y el ámbito de aplicación. Este proceso también debe orientarse a establecer desde el inicio una buena alianza terapeutica.

Por otra parte, para ejecutar la evaluación antes se debe desarrollar el plan de evaluación, en este se deben plantear las hipótesis preliminares, los objetivos de la evaluación y las estrategias que se utilizarán en el proceso.

El proceso de evaluación consta de 4 fases: análisis del caso, organización e información de los resultados, planificación de la intervención y valoración y seguimiento, sin embargo, este manual se enfoca solo en las 2 primeras fases. La primera fase consiste en el análisis de las demandas, quejas y metas del consultante, la formulación de hipótesis de evaluación contrastables, recogida de información pertinente y procesamiento de dicha información.

El Ministerio de Sanidad et. al. (2014), refieren que la evaluación de la depresión debe realizarse con un enfoque amplio, donde se incluyan todos los factores que pueden afectar el desarrollo y la gravedad del trastorno y no que sea únicamente una recopilación de síntomas. Algunas de las áreas a evaluar son: la caracterización del episodio (duración, número e intensidad de los síntomas), aspectos psicosociales, relaciones interpersonales, grado de disfunción asociados, respuesta previa al tratamiento y riesgo de suicidio.

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Plan de evaluación

Adicionalmente, el mismo Ministerio de Sanidad et. al. (2014) resalta que la valoración del riesgo de suicidio es un aspecto clave debido a la asociación que tienen los trastornos depresivos con la conducta suicida. En la evaluación del riesgo de suicidio se deberá considerar principalmente: la presencia de intentos de suicidio previos, abuso de sustancias, síntomas específicos como desesperanza, ansiedad, agitación e ideación suicida, comorbilidad, cronicidad, dolor o discapacidad, historia familiar de suicidio, factores sociales y antecedentes de suicidio en el entorno

Recomendaciones Respecto a la evaluación de trastornos depresivos, el instituto aragonés de ciencias de la salud recomienda: Tener en cuenta la heterogeneidad de su presentación, así como la percepción que el paciente tiene sobre sus síntomas y el trastorno.

Prestar especial atención a los aspectos que más afectan las áreas de funcionamiento del consultante.

Tener en cuenta los aspectos sociodemográficos y culturales que puedan afectar al desarrollo o mantenimiento de los síntomas depresivos.

Es importante explorar el impacto de la depresión en la familia del paciente y las posibles necesidades que puedan surgir, tanto para el como para aquellos que estén a su cargo.

Se recomienda favorecer la comunicación de los sentimientos y emociones en un ambiente empático y basado en el respeto.

En la evaluación se utilizan diferentes técnicas que facilitan el proceso de recogida de la información y es importante que al momento de seleccionarlas se elijan diversos tipos de técnicas que sean contrastables entre sí, con el objetivo de realizar un análisis y un diagnóstico más certero. A continuación veremos algunas técnicas que se pueden utilizar en el proceso de evaluación general de estos trastornos.

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Entrevista La entrevista es la técnica más utilizada en el ámbito clínico para la recogida de información, siempre que las condiciones del paciente lo permitan (Edelstein y Yolman, 1991 citado en Fernández, 2013).

Este instrumento es altamente eficaz, permite evaluar contenidos no observables e identificar qué contenidos deben ser evaluados mediante otros procedimientos (Fernández, 2013).

Respecto al tipo de entrevista que se puede realizar para evaluar trastornos en este caso depresivos, se encuentran las entrevistas de tipo semiestructurada, estructurada y abierta, sin embargo para la evaluación de este tipo de trastornos se sugiere realizar una entrevista semiestructurada, ya que esta permite tener una idea u organización de la información que se debe indagar y a su vez permite que en la sesión se exploren otros temas que pueden ser relevantes para determinar un diagnóstico.

De acuerdo a lo anterior, se presenta un listado de sugerencias de preguntas acordes al objetivo de evaluación, es importante recordar que para evaluar este tipo de trastornos se debe abarcar la mayor cantidad de información posible, tanto de la historia del

problema como de la historia del consultante, sus conductas y las áreas de afectación. Aquí podemos encontrar algunos ejemplos de preguntas planteadas por Sevillá y Pastor (1998, citado en Comeche, 2013) sobre el origen de la depresión: ¿Desde cuándo está usted deprimido? ¿Recuerda algún cambio en su vida que coincidiera con el comienzo del malestar? ¿Perdió usted algo o a alguien significativo? (persona, trabajo, relación, salud) ¿Hubo algún cambio que significara la ruptura de sus hábitos de vida? (cambio o ascenso en el trabajo, cambio de domicilio, etc.) ¿Coincidió el principio del malestar con presión, estrés o algún acontecimiento desagradable? (exceso de trabajo, aumento de responsabilidades, exámenes, etc.) ¿Comenzó usted a sentirse mal por cambios en su sistema de valores? (pérdida de fe, desengaño en una relación).

En el anexo 1 se encuentran más sugerencias de preguntas.

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Autorregistros El proceso de evaluación se debe acompañar de autoinformes con el fin de contrastar la información que se recoge de otras técnicas y así mismo identificar aquellos elementos subjetivos del consultante que terceros no pueden reportar ni tampoco pueden ser determinados por medio de la observación.

Dentro de los autoinformes se encuentran los autorregistros, que permiten determinar la secuencia de conductas con respecto al estado de ánimo actual (Labrador et al., s,f). A continuación, se encuentran diferentes ejemplos de autorregistros para trastornos depresivos. Es importante tener presente que el éxito de estos autorregistros dependerá de la comprensión que se haya generado en el consultante sobre cómo deben ser diligenciados y el análisis posterior que se realice tanto en la sesión como fuera de esta.

Autorregistro evaluación estado de ánimo: En este autorregistro se identifica el estado de ánimo a partir de las emociones y pensamientos que experimenta la persona en una situación en particular, esto permite hacer asociaciones para identificar mantenedores de la conducta. La tabla del autorregistro se puede ver en el anexo 2.

Autorregistro diario de actividad: Este se realiza con el objetivo de recoger información del grado de actividad durante el día, se debe registrar las actividades realizadas durante el día, desde que se levanta hasta la hora de acostarse con valoración del estado de ánimo al final del mismo para explorar las actividades agradables (Labrador et al., s,f). La tabla del autorregistro se puede ver en el anexo 3.

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Observación

La observación permite identificar conductas de manera directa por parte del terapeuta o algún tercero, ésta técnica debe realizarse de forma sistemática y organizada, a continuación se plantean los elementos que se deben tener en cuenta según Fernández (2013) para la observación, adaptados al grupo de trastornos depresivos:

1. Unidad de análisis ¿Qué observar?

Para el conjunto de los trastornos depresivos se pueden observar las siguientes unidades de análisis: Continuo del comportamiento: Para esta unidad de análisis se plantea una situación y se permite hacer un registro general de lo que se está observando y se considera relevante en función de los criterios de los trastornos depresivos Atributos: Estado de ánimo (irritable o bajo) Conductas: Sueño (dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño), Concentración (Dificultad para concentrarse), Movimientos (lentos o rápidos), Verbalizaciones repetitivas (muerte o suicidio), Alimentación.

Productos de conducta: Cansancio, Falta de energía, Cambio grande en el apetito, Aumento o pérdida de peso.

Interacciones: En cada caso particular, se identificarán aquellas interacciones conflictivas que tenga el sujeto y a partir de eso podrán ser objeto de observación (relaciones de pareja, familia, amigos, contextos, escuela, trabajo, etc.)

2. Unidades de medida (¿qué medir de la unidad?)

Después de haber elegido la unidad de análisis, se debe seleccionar que medir de la unidad, de las anteriores se puede definir: Ocurrencia: Ocurre o no el fenómeno.

Orden: Examinar la secuencia en que aparecen las conductas y los fenómenos.

Frecuencia: Extensión en la cual un determinado evento ocurre en una unidad de tiempo.

Duración: Puede darse por intervalos.

Dimensiones cualitativas 3. Muestreo ¿Cuándo y/o a quién observar?

A continuación, se debe identificar el sujeto de la observación y las condiciones de esta (durante cuánto tiempo se va a observar, en que momentos, con qué frecuencia), de ello tenemos:

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Observación Tiempo: En esta dimensión debe decidirse; durante cuánto tiempo va a observarse, cuántas sesiones, con qué periodicidad y con qué intervalos observación/registro. Estas cuatro decisiones se toman a partir de los objetivos de la observación, teniendo en cuenta la disponibilidad del/los sujeto/s, el tipo de evento a registrar, su complejidad, la frecuencia y duración con que ocurren y el tipo de unidad de medida o dimensiones seleccionadas.

Situaciones: Las situaciones se seleccionan en función de los objetivos. Ej. Un sujeto que evidencia conflictos en la escuela, se puede realizar la observación de una sesión de clase.

Sujetos: De igual forma, se seleccionan en función de los objetivos de la selección ya sea individual o grupal y los intereses que se planteen.

Lugar de la observación.

Adicionalmente, en la observación se debe tener clara la técnica de registro que se va a utilizar, Fernández (2013) propone los siguientes:

1. Registro de observación: En el registro de observación se anotan las características y datos principales a tener en cuenta al realizar la observación, este registro permite tener un orden de los datos y los objetivos de la observación que se realice, lo que facilita mantenerse enfocado. Ver anexo 4.

2. Escala de apreciación: Esta escala identifica la frecuencia o intensidad de una conducta, rasgo o atributo que se puede observar. Ver anexo 5.

3. Registros narrativos: Describir las conductas observables del individuo en su interacción con el medio, se tendrán en cuenta principalmente aspectos como el estado de ánimo, los movimientos, verbalizaciones repetitivas, etc.

4. Diario de campo: Es una técnica de registro en donde se describe la situación observada, se hace de una forma amplia y organizada para recordar después. Puede incluir cualquier tipo de información.

Ver anexo 6.

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Pruebas psicométricas Retomando el punto de que la evaluación psicológica clínica de los trastornos depresivos debe realizarse de manera holística y haciendo uso de diversas técnicas, las pruebas psicométricas son instrumentos muy útiles en este proceso, debido a que ya están estructurados y validados, así mismo plantean lineamientos específicos de aplicación e interpretación por lo que su uso resulta más sencillo para los profesionales.

Para hacer una adecuada selección de este tipo de instrumentos, se debe realizar una búsqueda exhaustiva de las propiedades que los autores garantiza, es importante tener claro el objetivo de la prueba, la población para la que fue diseñada, los parámetros que requiere para su aplicación y la confiabilidad y validez adecuadas que garanticen la certeza del resultado.

A continuación veremos algunos de los instrumentos más utilizados para la evaluación de los trastornos depresivos de acuerdo a sus funciones, se presentará la ficha técnica de cada uno con los apartados ya mencionados y si se desea acceder al instrumento se puede hacer mediante los anexos correspondientes.

28 PARA TAMIZAJE (Escala de ZUNG, Anexo 7) Autor: Zung (1965) Objetivo: Instrumento de tamizaje, con alta sensibilidad y aceptable especificidad en la identificación de posibles casos de depresión. (Jaramillo et al. 2018) Población: Población adulta general.

Interpretación: Se obtienen puntuaciones entre 25 y 100, donde 50 puntos o más (punto de corte) sugieren EDM, el cual puede ser leve (5059), moderado (60-69) y severo (70 o más) (1520), esta escala divide los síntomas depresivos en 4 dimensiones: trastornos afectivos, somáticos o fisiológicos, psicomotores y psicológicos.

(Jaramillo et al. 2018) Protocolo: Consta de 20 ítems que miden la frecuencia de los síntomas durante los últimos quince días. Cada ítem tiene un puntaje que varía entre 1 y 4 con un rango de calificación entre 20 y 80 puntos en total. Contiene 10 ítems formulados en sentido negativo y 10 en positivo. Tradicionalmente, las puntuaciones iguales o superiores a 40 se consideran síntomas depresivos con importancia clínica o sugestivos de un episodio depresivo mayor (EDM). El puntaje se multiplica por 1,25. (Jaramillo et al. 2018) Validez y confiabilidad: El Alpha de Cronbach fue alto en ambos test (CES-D = 0,87 y ZUNG = 0,84), la medida de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Oklin (KMO) y el test de esfericidad de Bartlett para los test CES-D y ZUNG reportaron una alta correlación entre las variables.El Alpha de Cronbach fue alto en ambos test (CES-D = 0,87 y ZUNG = 0,84), la medida de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Oklin (KMO) y el test de esfericidad de Bartlett para los test CES-D y ZUNG reportaron una alta correlación entre las variables. La aplicación de CES-D como el test de ZUNG demuestran equi efectividad en la determinación de síntomas depresivos y tienen alta replicabilidad.

29 PARA TAMIZAJE (Escala CES-D, Anexo 8): Autor: Radloff (1977) Objetivo: Detectar probables casos de depresión, cuantifica la frecuencia e intensidad de los síntomas depresivos de 0 a 3 puntos para un rango de puntuación total de 0 a 60 puntos. (Jaramillo et al. 2018) Población: Población adulta general.

Interpretación: Puntajes de 16 o más son indicativos de algún grado de depresión, la cual se clasifica en leve (17-20), moderado (21-25) y severo (26 o más). (Jaramillo et al. 2018) Protocolo: Consta de 20 ítems, cada uno cuantifica la frecuencia e intensidad de los síntomas depresivos de 0 a 3 puntos para un rango de puntuación total de 0 a 60 puntos. Se aplica de manera autoadministrada, seleccionando la respuesta que mejor refleje la situación en la semana previa. Los ítems están formulados en sentido negativo, exceptuando cuatro de ellos que están en sentido positivo (ítem 4, ítem 8, ítem 12 e ítem 16), con el fin de controlar el sesgo de respuesta.

(Jaramillo et al. 2018) Validez y confiabilidad: El Alpha de Cronbach fue alto en ambos test (CES-D = 0,87 y ZUNG = 0,84), la medida de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Oklin (KMO) y el test de esfericidad de Bartlett para los test CES-D y ZUNG reportaron una alta correlación entre las variables.El Alpha de Cronbach fue alto en ambos test (CES-D = 0,87 y ZUNG = 0,84), la medida de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Oklin (KMO) y el test de esfericidad de Bartlett para los test CES-D y ZUNG reportaron una alta correlación entre las variables. La aplicación de CES-D como el test de ZUNG demuestran equi efectividad en la determinación de síntomas depresivos y tienen alta replicabilidad. (Jaramillo et al. 2018)

30 PARA DETECCIÓN DE PRESENCIA DE TRASTORNOS DEPRESIVOS (Escala Montgomery-Asberg , Anexo 9): Autores: Stuart Montgómery y Marie Åsberg (1979) Objetivo: Superar la escasa diferenciación que se encontraba en los ensayos clínicos de las diversas moléculas de antidepresivos. Ya desde sus orígenes, la razón principal para la construcción y motivación en la MADRS es identificar el instrumento con mayor sensibilidad al cambio en depresión mayor. (Cano et al. 2015) Población: Población en general.

Interpretación: Este instrumento consta de 10 ítems relativos a 10 síntomas depresivos distintos. Cada ítem se puntúa con una escala tipo Likert (0: ausencia del síntoma – 6: máximo nivel de gravedad del síntoma. La puntuación total se obtiene de la suma de todos los ítems. Para cada ítem se consideran siete grados de gravedad (de 0 a 6), que anclan los valores pares (0, 2, 4 y 6) a unos enunciados y permite las puntuaciones intermedias entre esos enunciados cuando hay duda sobre cuál de los dos asignar. Su uso se ha generalizado a la estadificación de la gravedad del episodio depresivo, y se proponen algunos puntos de corte: ≥35 puntos, depresión grave; 20-34, depresión moderada; 7-19, depresión leve, y ≤6, normalidad. La puntuación total de la escala se obtiene sumando los valores seleccionados de cada ítem, con un intervalo total entre 0 y 60 puntos. (Cano et al. 2015) Protocolo: Es una escala hetero-administrada mediante una entrevista, esta escala debe ser aplicada por un profesional. La escala es un instrumento de 10 ítems que debe administrar durante una entrevista clínica personal médico o paramédico previamente entrenado en su aplicación, y puede utilizar información de otras fuentes como los familiares del paciente, de manera similar al desarrollo normal del contexto clínico.

Validez y confiabilidad: La versión colombiana de la MADRS posee buenas propiedades psicométricas, es un instrumento unidimensional que clasifica adecuadamente a los pacientes por la intensidad del episodio depresivo, con un punto de corte de 20 para depresión moderada y 34 para depresión grave. Luego de un proceso breve de entrenamiento, puede emplearse en la práctica clínica y la investigación. (Cano et al. 2015)

31 PARA DETECTAR LA PRESENCIA E INTENSIDAD DEL TRASTORNO DEPRESIVO (Inventario de depresión de Beck, Anexo 10): Autores: Aaron T. Beck, Robert A. Steer y Gregory K. Brown.

Objetivo: Permite apreciar la intensidad de la depresión en pacientes psiquiátricos y detectar posible depresión en población normal. (Consejo general de psicologos, sf) Población: Adolescentes y adultos.

Interpretación: Entre más alta sea la puntuación, mayor será la severidad de los síntomas depresivos. Se establecen cuatro grupos respecto a la puntuación total: 0-13, mínima depresión; 14-19, depresión leve; 20-28, depresión moderada; y 29-63, depresión grave. (Consejo general de psicologos, sf) Protocolo: El inventario de depresión de Beck, permite diferenciar a un paciente con un trastorno depresivo mayor de aquel que simplemente, evidencia un ánimo bajo (Sabater, 2022). Este cuestionario consta de 21 grupos de afirmaciones en cada grupo se debe elegir uno que mejor describa el modo como se ha sentido las últimas dos semanas, incluyendo el día de hoy. (Beltran, 2012).

Validez y confiabilidad: En cuanto a la confianza, se obtuvo alfa de Cronbach = 0,91. Como prueba de validez, se encontraron correlaciones ítem-test que oscilaron entre 0,31 y 0,67, todas estadísticamente significativas (p < 0,0001) y un buen ajuste de un modelo bifactorial (RMSEA = 0,040; SRMR = 0,046; CFI = 0,984; TLI = 0,981) y de un modelo de segundo orden a los datos. (RMSEA = 0,045; SRMR = 0,045; CFI = 0,978; TLI = 0,975). (Maldonado et.al, 2021)

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PARA DETECTAR LA INTENSIDAD DEL TRASTORNO DEPRESIVO (Escala de Hamilton para la evaluación de la depresión, Anexo 11): Autor: M. Hamilton Objetivo: Es una escala diseñada con el objetivo de evaluar cuantitativamente la gravedad de los síntomas y valorar los cambios del paciente deprimido. Se valora de acuerdo con la información obtenida en la entrevista clínica y acepta información complementaria de otras fuentes secundarias. (Purriños) Población: Adultos, jóvenes y ancianos con sintomatología depresiva o diagnóstico.

Interpretación: El entrevistador puntúa de 0 a 4 puntos cada ítem, valorando tanto la intensidad como la frecuencia del mismo. Se pueden obtener, además, dos puntuaciones que corresponden a ansiedad psíquica (ítems 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 14) y a ansiedad somática (ítems 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13). Es aconsejable distinguir entre ambos a la hora de valorar los resultados de la misma. No existen puntos de corte. Una mayor puntuación indica una mayor intensidad de la ansiedad. De 0 a 7 - La persona no presenta depresión, de 8 a 13 - La persona presenta depresión ligera, de 14 a 18 - La persona presenta depresión moderada, de 19 a 22 - La persona presenta depresión severa, más de 23 - La persona presenta depresión muy severa, con riesgo de suicidio.

Protocolo: En este caso, la escala desarrollada en principio, es para ser aplicada de manera externa por un profesional de la salud mental, pudiendo ser llenada por el paciente que se quiere evaluar. Adicional a la escala propia que se completa durante una entrevista clínica permite también utilizar información externa de familiares o del entorno del paciente como información adicional. Esta herramienta tiene 12 ítems agrupados en 6 factores principales. Cada ítem tiene un elemento que el paciente debe valorar en una escala que va de 0 a 4 puntos.

Validez y confiabilidad: Según Torres-Lagunas et. al. (2015), este instrumento ha demostrado fiabilidad aceptable y validez adecuada en diferentes países (EE. UU., Brasil, Turquía), en adultos, ancianos, jóvenes, en americanos, hispanos y en afroamericanos. Ha sido aplicada tanto en hombres como en mujeres, saludables y enfermos con epilepsia, cáncer terminal, depresión, insuficiencia renal y con diversidad de características sociodemográficas, niveles socioeconómicos bajos y medios, nivel de educación variable con una media de escolarización de 6 a 9 años. El alfa de Cronbach osciló entre 0.81 y 0.82. El análisis factorial en un estudio fue representado por 4 factores y explicó el 42% de la varianza30-33 . (Torres-Lagunas, et. al., 2015).

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Anexos

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Anexo 1. Preguntas sugeridas para la entrevista (clasificadas por área a evaluar).

Apoyo Social ¿Con qué personas cuenta como apoyo? ¿Qué grado de intimidad tiene con ellas? ¿Con qué frecuencia las ve? ¿Tiene suficiente confianza como para pedirles ayuda? ¿Lo hace?

La relación con estas personas ¿es predominantemente fuente de conflictos o de emociones positivas?

Expectativas

Recursos En qué ocasiones se ha sentido bien? ¿Por qué razones? ¿Qué cualidades positivas se ve/veía como persona? ¿Qué cualidades le alaban los demás? ¿Qué actividades le gusta/gustaba hacer en su tiempo libre?

¿Qué espera obtener del tratamiento? ¿Cuál sería su solución ideal? ¿Qué supondría para usted estar bien?

Pregunta del milagro: imagine que mañana se despierta y su problema se ha solucionado; ¿en qué notaría cambios?

Motivación ¿De quién ha sido la iniciativa de pedir ayuda?, ¿Suya o de otra persona? ¿Por qué ha decidido pedir ayuda? ¿Qué motivaciones tiene para iniciar el tratamiento? ¿Por qué consulta en este momento?

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Anexo 2. Autorregistro evaluación estado de ánimo.

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Anexo 3. Autorregistro diario de actividad.

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Anexo 4. Registro de observación.

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Anexo 5. Escala de apreciación.

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Anexo 6. Diario de campo.

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Anexo 7. Escala de ZUNG.

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Anexo 8. Escala de CES-D

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Anexo 9. Escala de Montgomery-Asberg Este instrumento tiene un cuestionario en línea, para acceder utilice el siguiente enlace

https://www.healthsadvisor.com/es/guest/qs/echelle-madrs-depression/

43

Anexo 10. Inventario de depresión de Beck.

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45

Anexo 11. Escala de Hamilton para la evaluación de la depresión.

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Referencias

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