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“Las emisiones de carbono aumentan, pero hay esperanza”

Científicos y organizaciones de todo el mundo vienen realizando una serie de experimentos para cuidar el medioambiente y poder superar con bien esta fase de la Tierra

Los efectos del cambio climático cada vez son más evidentes, desde veranos más calientes y estaciones inesperadas, hasta temperaturas del mar variables y deshielos sorprendentes, son algunas de estas señales que vienen siendo estudiadas para generar soluciones por parte de científicos y organizaciones de todo el mundo.

Greenpeace considera que el cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad y las Naciones Unidas resalta los documentos y pactos trasversales que se han firmado como los Objetivos de Desarro- llo Sostenible, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París.

Las tres acciones fundamentales en que han coincidido los países e instituciones compro- metidas con la causa del cuidado del medioambiente son: reducir las emisiones, adaptarse a los impactos climáticos y financiar los ajustes necesarios.

“El cambio de los sistemas energéticos de los combustibles fósiles a las energías renovables, como la solar o la eólica, reducirá las emisiones que provocan el cambio climático. Pero tenemos que empezar ya mismo”, dijo Kaisa Kosonen, de la ONG Greenpeace.

“Para evitar consecuencias climáticas catastróficas, para antes de 2050, debemos reducir en más de dos tercios la extracción de las reservas actuales confirmadas de combustibles fósiles”, agregó la activista.

Se Requieren Acciones Inmediatas

Los expertos consideran que la década de 2011 a 2020 fue la más cálida jamás registrada en la historia humana, y alertan que la temperatura global no debe aumentar más de 1.5 grados centígrados para el año 2100 porque las consecuencias podrían ser devastadoras.

“Durante la temporada de la pandemia del coronavirus se experimentó un ligero descenso en la emisión de gases de efecto invernadero, pero para 2030 debemos tomar acción urgente”, afirmó el profesor Niklas Höhne, cofundador del New Climate Institute que supervisa el análisis de la política climática nacional e internacional.

En los últimos 30 años, las emisiones de CO2 han aumentado un 60 por ciento en todo el mundo; por ello, políticos, empresas, laboratorios y universidades de todo el mundo se esfuerzan por encontrar soluciones y, muchas veces, estas son de las más innovadoras.

“A pesar del enorme crecimiento de la capacidad tanto eólica como solar en los últimos 20 años, las energías renovables no han seguido el ritmo de la creciente demanda de energía”, manifestó el director de New Climate Institute.

“No obstante, las reticencias de China y otros países contaminantes, las acciones globales e individuales cada vez son mayores y, por supuesto, las emisiones de carbono aumentan, pero hay esperanza”, señaló Kaisa Kosonen, de Greenpeace.

Labores Creativas

Gaute Tjørhom, director de la Central Hidroeléctrica Tonstand, explicó que su base en Noruega tiene arroyos y lagos que son una reserva inagotable de energía donde producen más energía de la que el país necesita porque poseen mil 600 centrales hidroeléctricas.

“La electricidad producida aquí equivale al consumo de los hogares de toda la ciudad de Múnich; por ello, contamos con un acuerdo con el gobierno alemán con el que nos comunicamos a través de cable submarino por donde enviamos o recibimos energías limpias, según el requerimiento”, indicó Tjørhom.

“Si Alemania produce más energía eólica de la que necesita nos envía electricidad hacia Noruega, así podemos detener nuestras máquinas y ahorrar nuestra energía hidráulica para el futuro; por el contrario, si el viento no sopla con suficiente fuerza en Alemania, le enviamos nuestra electricidad y así nuestros países cooperan, no solo entre nosotros, sino también en pro del medioambiente”, aseguró el director.

En Shagra, Sudán, cuando las mujeres plantan un esqueje de acacia en la arena de Darfur, la aldea se alegra porque árbol hundirá sus raíces hasta una profundidad de 100 metros y podrá resistir las sequías del Sahel, y, en unos años, cuando se rasquen la corteza, esta segregará savia de goma.

La venta de goma arábiga en Darfur es valorada, por ello, el crecimiento de 65 mil acacias es una bendición para la empobrecida región y, al mismo tiempo, un depósito de dióxido de carbono que puede ayudar a limitar el calentamiento global.

La cantidad de casos positivos se va multiplicando y la vigésimo octava Conferencia de las Partes de la Convención (COP) de este año se celebrará el jueves 30 de noviembre en Dubai, donde habrá más de una sorpresa respecto al acuerdo mundial de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales para 2100. << (Con información de EFE)

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