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Violencia contra periodistas, delito creciente en el país
La impunidad, factor determinante en la continuidad de agresiones contra periodistas; son los funcionarios públicos quienes más agreden el trabajo periodístico
<< Pedro Hernández Müller
Para nadie es un secreto que México se encuentra en una de las etapas más violentas y peligrosas de su historia reciente, de ahí que no sorprenda que también sea parte de las estadísticas de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
De unos años para acá, México es fiel muestra de la impunidad y poca importancia que se le da al periodismo, por ello, cualquier ataque o asesinato de algún periodista queda en una noticia más, porque además también deberían contabilizarse las incontables agresiones que sufren a diario los periodistas.
De acuerdo con el Grupo Integral de Derechos Humanos (GIDH) que preside Jesús Rey
Periodistas colocan veladoras y fotografías en la plaza Melchor Ocampo, en Morelia
Fierro Hernández, México ocupa el primer lugar de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en el mundo, dejando en el segundo y tercer sitio a países como Afganistán e Irak.
Y es que tan solo este año, han sido asesinados siete comunicadores (Abisaí Pérez Romero, Ra- miro Araujo Ochoa, Héctor Darío Reyes, Gerardo Torres Rentería, Marco Aurelio Ramírez, Luis Martín Sánchez, y Nelson Matus Peña).
Fierro Hernández afirmó que México vive esta realidad porque en raras ocasiones las autoridades investigan, además de la falta de protocolos en la protección para defensores de derechos humanos y periodistas, pues los trabajos con que se cuentan son muy limitados.
Dio a conocer que la organización ha pedido audiencias con la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, para pedir que el gobierno federal respalde
IMPUNIDAD, FACTOR PARA QUE LA VIOLENCIA CONTINÚE
Ya la organización Artículo 19, ha señalado en diversos foros, nacionales e internacionales que la impunidad es el principal factor para que esta violencia continúe, toda vez que el 98 por ciento de las agresiones contra los periodistas no tienen sanciones.

Leopoldo Maldonado, director de Artículo 19 para México y Centroamérica señaló que, en el primer semestre de este año, México contabilizó 362 agresiones contra periodistas. Puntualizó que, aunque se tiene la idea que el crimen organizado es el principal agresor, lo cierto es que varias de las agresiones se dan por parte de funcionarios públicos, lo cual se liga de alguna manera con el hecho de que estos delitos queden en la impunidad.
Prueba de lo anterior, es que del 2018 al 2021 en México ase- sinaron a 141 defensores de Derechos Humanos y periodistas, de los cuales, nueve pertenecían al Mecanismo de Protección, no obstante, esto no fue impedimento para atentar contra sus vidas.
Dichas cifras fueron presentadas, en su momento, por el mismo subsecretario de Derechos Humanos de la secretaría de Gobernación Alejandro Encinas puntualizando que fueron 47 periodistas y 94 activistas los agredidos y aún no se tiene culpables por estos delitos.
Más del 70 por ciento de las carpetas siguen en investigación y solamente el 10 por ciento ha podido obtener una sentencia.
En cuanto a los estados en los cuales es todavía más peligroso ejercer el periodismo, éstos son: Guerrero, Veracruz, Sonora, Michoacán, Oaxaca y Estado de México, según dio a conocer el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, quien afirmó que en Guerrero los periodistas ejercen su trabajo con temor y cero protección, por lo que condena la actitud de los gobiernos locales.
Son varias las organizaciones civiles que se han cansado de solicitar protección y medidas necesarias para que los periodistas del país puedan ejercer su actividad como profesionales que son, y contar con los recursos humanos y materiales necesarios para garantizar el funcionamiento, de manera que solicitan adoptar las 104 recomendaciones de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) del sistema de las Naciones Unidas.
La ACNUDH destaca la situación que se vive en México, toda vez que las altas cifras de violencia que se viven contra los periodistas se efectúan en un país sin conflictos armados, a diferencia de otros países donde las cifras de afectados son similares, pero, viviendo en países afectados por conflictos armados, en los que los periodistas estaban informando sobre desplazamiento de civiles, zonas de conflicto o ataques militarizados.
De igual forma, la asociación Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC) documentó que la violencia contra las mujeres periodistas aumentó 209.27% respecto al primer trienio del presidente Peña Nieto donde se documentaron 248 agresiones, en comparación con los 767 casos registrados en el actual sexenio.
La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México apuntó que 2022, fue el año más violento para las defensoras de derechos humanos y mujeres periodistas, en los últimos 10 años.
De manera que por más protestas y marchas que realicen los periodistas, las cosas seguirán igual, mientras no se investigue adecuadamente y se judicialice como debe ser, sin importar de que o quien se trate el agresor. Un periodista debe contar con las garantías de cumplir con un buen trabajo, pide la organización mundial Human Right Watch. <<
