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Simula que no hay inclinación frente a las “corcholatas”

En realidad, el mandatario estatal buscó la destitución del alcalde de Culiacán, porque se supo del apoyo que estaba brindado a la promoción de la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum

En un escenario político en donde, como ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador, es tiempo de definiciones, la mayoría de los gobernadores de la Cuarta Transformación han decantado abiertamente su apoyo por alguno de los anteprecandidatos de Morena a la Presidencia de la República. Pero otros, ante el riesgo político que representa la definición, han optado por la simulación.

El caso más evidente de simulación, de un gobernador que está con todos pero que no está con ninguno de los anteprecandidatos de Morena, llamados también “Las corcholatas” del Presidente, es el de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien se distingue por su llamado a los gobernadores para que no hagan bloques de apoyo a cualquiera de los precandidatos.

El mismo gobernador Rocha Moya ha llevado su indefinición al extremo, al amenazar a sus propios colaboradores –dentro del gobierno de Sinaloa– de correrlos de sus cargos si son sorprendidos dando algún tipo de respaldo o promoción a los seis aspirantes inter- nos de Morena a la candidatura presidencial.

Rubén Rocha Moya quiere que nadie en su Sinaloa, al menos nadie con peso político especifico, apoye a cualquiera de los seis anteprecandidatos del oficialista partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), aunque con ello contradiga al llamado de definición que ha hecho el presidente López Obrador.

La imparcialidad del gobernador de Sinaloa, que raya en la simulación, también va en contra de la lógica política a la que ya se han acogido todos los gobernadores de la Cuarta Transformación, los que en su mayoría ya se han decantado por alguno de los aspirantes a encabezar la Coordinación Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, como se ha dado en llamar oficialmente al proceso de anteprecampaña política dentro de Morena.

Por esa razón, el gobernador de Sinaloa oficialmente no se ha querido reunir con ninguno de los anteprecandidatos de Morena que han llegado a su estado, para encabezar las llamadas asambleas informativas, que es la forma en que oficialmente se han dado en llamar a los mítines de ante precampaña.

El gobernador Rubén Rocha Mora no quiso reunirse con Marcelo Ebrard, ni fue a recibirlo cuando éste llegó al puerto de Mazatlán para encabezar una asamblea informativa. El argumento del mandatario estatal fue que no se encontraba en la región, y argumentó de nueva cuenta que por imparcialidad no se reuniría con ninguna de las “corcholatas”. Sin embargo, el propio Rocha Moya no tuvo empacho para recibir al senador con licencia, Ricardo Monreal Ávila, al que le expresó su admiración y respeto por su trabajo político, además de reconocerlo como un distinguido visitante, al que le aseguró que siempre sería bienvenido en Sinaloa.

SI NO SOY YO, NADIE

La política del gobernador

Rubén Rocha Moya –de no apoyar a ninguno de los anteprecandidatos de Morena– se ha llevado al extremo. El propio gobernador ha dado ya un escarmiento a la clase política de la entidad, al destituir de su cargo, mediante la implementación del juicio político, al alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro.

El alcalde de Culiacán fue destituido en junio de 2022 bajo diversos argumentos. Al edil, se atribuyó la negativa de pago de pensiones a viudas de policías municipales que murieron en servicio. También se le señaló de terrorismo fiscal, tras haber enviado cartas de cobro a deudores del consumo de agua potable.

Todo fue una faramalla. En realidad, el gobernador Rubén Rocha Moya, con el apoyo del líder del Congreso Local, Feliciano Castro Meléndrez, buscaron la destitución del alcalde de Culiacán, porque se supo del apoyo que estaba brindado a la promoción mediática de la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

La destitución como alcalde de

Culiacán de Jesús Estrada Ferreiro fue también por celo político. Estrada fue en 2018 el coordinador en el sur de Sonora de la campaña de Andrés Manuel López Obrador. Desde esa posición, encabezó un grupo político que amenaza con la hegemonía del equipo que integran Rubén Rocha Moya y Feliciano Castro Meléndrez.

La destitución del alcalde de Culiacán, atendiendo la venganza del gobernador Rocha, fue signada además de Feliciano Castro, por el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, Ricardo Madrid Pérez; la coordinadora del Grupo Parlamentario del PAS, Alba Virgen Montes Álvarez, y los representantes del PAN, Giovanna Morachis Paperini; del PT, María Guadalupe Cázares Gallegos; de MC, Celia Jáuregui Ibarra, y el diputado sin partido, Adolfo Bel- trán Corrales, así como por el diputado presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Gene René Bojórquez Ruiz.

Así, mientras el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya trata de mantener una inútil indefinición política, los principales anteprecandidatos de Morena ya han estado sumando voluntades entre algunos de los gobernadores de la Cuarta Transformación:

Adán Augusto López Hernández, es el que mayor respaldo trae de entre los gobernadores que se han definido. El tabasqueño cuenta con el respaldo de los gobernadores Miguel Ángel Navarro (Nayarit), Manuel Castro (Baja California Sur), Rutilio Escandón (Chiapas), Carlos Merino (Tabasco) y Alfredo Ramírez Bedolla (Michoacán).

Por su parte, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, apenas si ha recibido el apoyo público de Layda Sansores (Campeche), Indira Vizcaíno (Colima), y Cuitláhuac García (Veracruz). <<

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